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Cuando decimos “teoría de grupos” hacemos referencia al conjunto de teorías que existen
sobre los grupos. Tal denominación obedece a un uso académico y que simplemente intenta
diferenciar “la teoría” de sus posibles instrumentaciones. Encontraremos por ejemplo “la teoría
social” y esto hace referencia al conjunto de disciplinas sociales que estudian e investigan el
fenómeno social. Más recientemente ha cobrado interés esta denominación ya que en la
elaboración de teorías sociales, organizacionales, grupales, se ha roto la frontera entre las
ciencias, el ejemplo más cercano, es el caso del ECRO pichoniano, que en su Esquema reúne
aportes de las más variadas ciencias sociales, incluso se nota la influencia del contexto en el
que fue elaborado.
Aunque relativamente poco antiguo el vocablo grupo se ha convertido en uno de los más
corrientes del habla cotidiana. Curiosamente comenzó a usarse como término técnico en las
bellas artes, y hace relación a la disposición de los elementos reunidos en un cuadro. Ya en el
siglo XVIII grupo refería a “nudo” o “reunión”, según algunos lingüistas gruppa (alemán) masa
redonda o circulo. Hasta el día de hoy grupo nos remite a un circulo de personas reunidas.
Otro punto en el que podemos reparar es lo que dice J. Maisonneuve: “sea como fuere, todo
fenómeno de grupo aparece vinculado a un devenir que implica una especie de vida, de fuerza
específica... esto es precisamente lo que quieren expresar mediante la jerga de la fisica:
dinámica de grupos”. Este uso ya corresponde a un enfoque de orden científico que toma
términos de otras ciencias para su uso. Precisamente en la etapa de las teorías científicas de
grupos nos detendremos en este trabajo.
El interés que nos motiva es acercar una síntesis del pensamiento de obras que han sido
publicadas ya hace demasiado tiempo en castellano y hoy no se disponen de ellas, a
excepción de Freud. Uno de los pocos recursos con los que contamos hoy día es lo que se
difunde por Internet o fotocopias de los ‘viejos’ libros.
El recorrido se inicia con un autor de la etapa pre-científica Ch. de Fourier, poco estudiado y
casi no considerado como antecedente válido, sin embargo su pensamiento por primera vez
trata el fenómeno de los pequeños grupos y a lo que se suma su influencia concreta en dos
grandes movimientos posteriores: el cooperativismo y el falangismo español. Luego se tratarán
autores de reconocida influencia en el pensamiento grupalista como son: S. Freud, K. Lewin, G.
Mead y B. Skinner.
Charles Fourier pensador francés de los llamados socialistas utópicos , fue un crítico sincero e
imparcial de la sociedad que conoció, luchó contra todo lo que consideraba fraudulento:
ganancias excesivas en el comercio, tiranía eclesiástica, burocracia y los opresivos lazos
familiares y matrimoniales de la época. Siguió la idea de Rousseau en cuanto a responsabilizar
la civilización como responsable de los males de la humanidad. Sus ideas aportan elementos
originales para un modelo de sociedad libertario, rechazó el modelo industrial de la época,
confía en el gradual crecimiento del movimiento
comunal basado en principios organizativos experimentales propuestos por él, adhiere a la
doctrina psicológica de la motivación, de ahí su gran interés por la educación de los niños.(F.
MANUEL). Su teoría de los grupos (comunidad) la desarrollo sobre la base de dicha filosofía.
En Fourier encontramos por primera vez algunos principios esenciales para la ciencia de los
grupos.
¿Cuál es el origen de los males de la sociedad civilizada? según Fourier, la represión de las
pasiones por parte de la organización económica y social de cada tiempo (algunos, por estas
ideas, lo consideran un antecedente de Freud). El hombre ha sido educado en un clima moral
erróneo que ha reprimido las pasiones que lo armonizan, para su desarrollo los hombres
deberán seguir libremente sus pasiones, lo que los conducirá por una parte a asociarse
(participar de un grupo satisface la tendencia fundamental del ser humano) y por otra atraerse
para trabajar juntos. Dice Fourier: ‘la variedad de las pasiones humanas debe permitir la
realización natural de todas las tareas… el hombre es un ser grupal… las pasiones sólo nos
arrastran al mal cuando uno se abandona a ellas individualmente’. La idea de armonía
universal y la ley de las atracciones son influencia de la filosofía natural postulada por Newton,
quién marcó decididamente el pensamiento de Fourier.
Como es característico de los filósofos utópicos vemos en Fourier, una reglamentación
minuciosa y detallada de cómo debería ser la futura sociedad. A esta utopía la llamó falange,
es la idea de una comunidad cooperativa cuyos miembros deberán repartir los beneficios en
proporción al trabajo, al capital aportado y al talento de cada uno, en la que los que menos
tienen sean la preocupación de todos.
Una falange es un conjunto restringido de personas (aproximadamente 1500 personas), que
viven en un territorio común, generalmente agrícola, donde cada uno trabaja según sus gustos
y en función de las simpatías personales afiliándose a una serie de trabajadores. ‘La naturaleza
tiende a formar por atracción series de grupos que van formado una serie cada vez más
compleja como en el caso de la industria. Esta psicología de la organización industrial es una
experiencia que hay que realizar, se necesita poner a prueba las hipótesis sobre los
mecanismos de la atracción; en este sentido Fourier es un experimentalista , si bien en su
época no se concebía como riguroso y científico el campo de lo social (de los grupos), a pesar
de ello, propone algo importante (anticipa algunas ideas fundamentales de Kurt Lewin):
(a) La creación artificial de grupos a los que se asignan tareas de grupos reales, el dispositivo
funciona para pequeños grupos, para ‘comprobar hipótesis’.
(b) La imposibilidad de poner a prueba las hipótesis de la psicología grupal de otra forma que
no sea en grupo, de aquí surge la imposibilidad de separar la investigación de la aplicación, lo
que nos lleva a postular la investigación-acción.
Fourier es un pensador considerado un poco excéntrico y extravagante, lo que hace que se
tengan visiones, incluso, contrapuesta acerca de sus ideas, así y todo es innegable la visión
que tuvieron algunas de sus ideas, como la influencia en el movimiento cooperativista de
nuestra época.
Cada pasión busca satisfacer una tendencia, las tendencias son doce, el primer grupo lo
componen los cinco sentidos, son individuales, incluso individualistas. El resto son sociales,
tienden a establecer vínculos afectivos, en ellas juega la ley de la atracción, tales como el amor
(o la tendencia a la pareja) y los sentimientos familiares (paternales); luego la ‘animista’ (la
animación o camaradería de los grupos –en el ECRO Pichoniano lo encontramos en el vector
afiliación/pertenencia/cooperación) y la ambición o las tendencias corporativas. Por último, tres
tendencias –descubrimiento personal de Fourier- son las que desencadenan la búsqueda de
acuerdo con los demás: la cabalista o espíritu de partido (grupo), el mariposeo o necesidad de
cambio de compañero o de tarea y la compuesta o entusiasmo irracional. Esas pasiones se
combinan de forma diferente en cada hombre según sus intensidades. Sobre la base de la
armonía de estas tendencias surge la organización social y del trabajo, la sociedad industrial –
que reprime dichas pasiones- torna insoportable los procesos de producción y relaciones
sociales.
Es importante reparar en los componentes del contexto social del período de entre guerras
mundiales especialmente en Europa y EEUU, en donde surgen los primeros aportes a la teoría
de los pequeños grupos. De este contexto se puede destacar el clima de depresión social y
también de desencanto con las ciencias sociales hereditarias de la racionalidad moderna y su
noción de progreso basado en la razón. La razón humana que se postulaba como fundamento
del conocimiento científico también era capaz de exterminar la especie con su tecnología de
guerra.
La razón científica, dará lugar a otros fundamentos más humanistas en las ciencias sociales, la
razón histórica: El hombre es su circunstancia, en una relación indivisible con el Otro y el
mundo, es el producto de una construcción social histórica en todas sus dimensiones, tales
como: (a) los modelos de crianza, (b) las creencias fundamentales y (c) las estructuras
sociales. El condicionante histórico y el diálogo con el mundo y con los otros será el rasgo
característico de la nueva teoría de grupos. El conocimiento científico es parte del principio
natural de desarrollo y cambio. Cada persona, grupo y la sociedad se hallan en estado de
desarrollo y cambio constantes, todo hecho, cualquiera que sea puede ser comprendido sólo
como historia –dice Rosental- como algo que sufre complejos procesos de cambio y
transformación, evolucionando de unas formas en otras. Ya Gustave Le Bon había sostenido
que: “el estudio de los fenómenos sociales no puede ser separado de los pueblos en que se
producen”.
Historia y Situación se convertirán en pilares fundantes del conocimiento en las ciencias
sociales, de allí que la dialéctica cobra un importante valor como método de pensar la realidad,
un pensar que es transformación (proceso temporal) de la vida a partir de las tensiones. En
cierta medida volver a pensar la condición humana en sus condiciones concretas de existencia
instaló un nuevo ideario en las ciencias sociales de principios del siglo XX, que entre otros
tantos logros, desembocaría en la declaración universal de los derechos del hombre.
Los fundadores de la teoría de los pequeños grupos son autores de principio del siglo XX, que
se ocuparon de un fenómeno hasta ese momento no estudiado lo suficiente que era lo que hoy
denominamos: los vínculos o interacciones entre individuos. La propuesta, por entonces
canalizó su atención en un nuevo objeto de estudio compuesto por: el grupo social, los vínculos
y la vida intrapsiquica, los tres ámbitos serán pensados como un todo integrado e
interdependiente. Nace así la disciplina que se denominará Psicología Social.
A pesar de la diversidad de teorías se puede coincidir que algunos autores en especial, sea,
por su capacidad de innovación, profundidad, predicción, poder de síntesis o diríamos hoy
marketing, se destacan como “padres” de esta ciencia, para nosotros son: S. Freud, G. Mead,
K. Lewin, B. Skinner. Cabe aclarar, que previo a la obra de estos pensadores existían estudios
'sueltos' sobre la temática, pero carecían de sistematicidad (es decir: relacionar en un conjunto
coherente las diversas investigaciones).
Cada autor aquí presentado es representante de una escuela en el sentido de lo que los
historiadores del pensamiento hablan de “Chapelle” (capilla). En una escuela el pensamiento
de una persona es visto como central. Cuando los sociólogos hablan de una escuela, indican, y
con buena razón, que todo lo conectado con esa escuela de pensamiento “era de una pieza”.
La teoría fue y es consistente y coherente en relación a ese pensamiento originario. La teoría
informa sobre la investigación hecha en su nombre. Los seguidores o acólitos preservan la
memoria del fundador, embellecen la teoría y su cuerpo de pensamiento asociado, y fortalecen
su trayectoria, corrigiendo errores e inconsistencias en la teoría maestra y haciendo trabajo que
ejemplifique su visión. Así cada uno de los autores estudiados fundó: (1) Sigmund Freud: El
psicoanálisis, (2) George Mead: El interaccionismo simbólico (hoy escuela de Chicago), (3) Kurt
Lewin: La Teoría de los Campos. (4) Burrhus Skinner: El Conductismo Operativo.
3. Sigmund Freud: La psicología colectiva
Autor: Sigmund Freud, pareciera que nunca pensó ser un psicólogo. Mucho menos verse,
hasta avanzada su carrera, haciendo contribuciones al campo de la psicología social. Era
simplemente un médico vienés especializado en el tratamiento de las enfermedades nerviosas.
En 1913 y 1914, Freud desbrozó nuevos terrenos, introduciendo el psicoanálisis en el camino
de la ciencia social. Por esta época elabora su teoría sobre la Psicología de las masas. En su
análisis de la psicología del grupo, tomó como punto de partida el estudio de G. Le Bon sobre
la conducta de las multitudes. Nota característica: El enfoque psicoanalítico busca las causas
del comportamiento social en las fuerzas emocionales profundas del individuo.
Del análisis de Le Bon, tomó aquellos elementos que le permitieron considerar a los grupos en
su etapa de formación, ligados primariamente por lazos emocionales. Por ejemplo: "en un
grupo típico, con un líder definido y sin una organización formal en particular, sucede que el
líder se constituye temporalmente en objeto común de orientaciones emocionales, sustituyendo
a los vínculos parentales..."
Su intento se ha caracterizado por extender a la organización social su esquema del psiquismo.
El mito de Edipo ya no solo tendrá un uso en los conflictos neuróticos del individuo, sino que
constituye también el núcleo de la educación y la cultura (Anzieu). En la misma tónica de usar
mitos para ofrecer un marco explicativo a la psicología profunda, inventará en su obra Totem y
Tabú (1912), el mito del “padre de la horda”, allí se postula que en el principio habría existido la
horda primitiva, dirigida por un viejo, tirano brutal que se reservaba para él el uso de las
hembras y expulsaba a sus hijos hasta la edad que se convirtieran en sus rivales. Los
hermanos se unieron un día para proceder juntos a la ‘muerte del padre’, que festejaron en un
festín del que nadie pudo ser exceptuado, esta comunión totémica se convertirá (por horror al
crimen cometido) en ley simbólica, y será el acceso a la ley que funda la sociedad como tal,
con su moral, sus instituciones, su cultura. Entonces míticamente la sociedad se organiza bajo
dos leyes: no matar al totem (sustituto del padre) y no casarse con los padres (tabú), según
Anzieu, esto constituye la transposición a lo social del complejo de Edipo. La muerte colectiva
del padre, supuestamente real al principio y simbólica después, hace posible la idealización del
padre muerto y su incorporación en la cultura como imagen (imago) y fundamento de la ley
común. Comenzando por la prohibición de matar a los semejantes para preservar así la
cohesión social y evitar la lucha de todos contra todos.
En otro texto Psicología de las masas y análisis del yo (1921), Freud pretende responder a una
pregunta que queda pendiente ¿Se puede forjar una organización social que respete la justicia
sin que esta sea inducida por la imagen paterna?. Este tipo de organización se encuentra por
todas partes en donde los individuos, que se encuentran en situación de rivalidad, transforman
sus celos en solidaridad, renunciando cada uno al dominio sobre los demás y por ello haciendo
imposible a los demás aspirar a este dominio (Anzieu). El espíritu de cuerpo se desprende de
la conversión de los celos en solidaridad. El resorte de la psicología grupal es la identificación.
La rivalidad común entre los niños y los celos que sienten por los mayores, se transforman en
un sentimiento de grupo común, éste sentimiento infantil es la base del espíritu de cuerpo de
posteriores grupos y de las normas de igualdad y juego limpio que se desarrollan en la vida de
grupo.
El aparato psiquico será definido desde este modelo de la vida de grupo, con subgrupos,
líderes, alianzas, afinidades, sus conflictos internos, sus tensiones entre miembros. El
funcionamiento mental es individual en su primera apariencia, es primero en tanto teatro interior
dónde se enfrentan los personajes que son a la vez las imágenes interiorizadas de los padres,
educadores, etc. Para explicar otros rasgos que juzgó característicos de los grupos como la
disminución de la actividad (o pereza en el trabajo), la carencia de restricciones emocionales
(descontrol), la incapacidad para moverse y contenerse (depresión), la inclinación a rebasar
todos los límites en la manifestación de los afectos y a la completa desviación de éstos en
actos, Freud se verá llevado a subrayar el factor de represión ejercido por la cultura en la
consciencia de cada individuo.
En este sentido otra contribución notable es la que encontramos en su libro El malestar en la
cultura (1930), el tema principal de esta obra es el conflicto inevitable entre la demanda de los
instintos y las exigencias de la civilización: Freud haciendo mención a las diferencias con Le
Bon dice: “lo inconsciente contiene caracteres del alma de la raza, “herencia arcaica” del alma
humana, pero además existe lo reprimido inconsciente, esto último falta en Le Bon. 'Es
imposible ignorar en qué medida la civilización se construye sobre la renuncia a los instintos,
cuánto presupone de insatisfacción -ya sea por supresión, represión o por otros medios- de los
poderosos instintos'...
Autor: K. Lewin se hizo gestáltico (escuela psicológica que sostuvo que la experiencia se
organiza por esquemas 'mentales' que anteceden a los elementos individuales que percibimos).
Lewin, en sus investigaciones puso el acento más en la motivación que en la percepción, esto
hizo que poco a poco se diferenciara de las ideas centrales de la Gestalt. Sostenía que la
psicología de su época, daba excesiva importancia a la conducta como causada por las
características del individuo, decía: hay que ir más allá de las apariencias de la conducta de los
individuos, hay que llegar hasta las fuerzas que determinan verdaderamente su
comportamiento. Y estas fuerzas se podían encontrar en la representación del campo
psicológico total del individuo, de ahí la denominada teoría de los campos. Nota característica:
el enfoque de la teoría de los campos hace hincapié en la organización cognitiva actual como
base del comportamiento.
En el marco de la investigación acción, Lewin junto a otros psicólogos (Lippitt y White) llevaron
a cabo una experiencia de dinámicas de grupo en dónde se investigó lo que llamaron los
climas sociales, la experiencia consistió en:
• Con niños voluntarios se organizaron grupos de acuerdo tres climas sociales: autoritario,
democrático y laisser-faire (o abandónico). Cada grupo tenía un monitor y se reunían una vez
por semana. La tarea era fabricar maquetas de decorado de teatro. Además asisten dos
observadores para dar su opinión global del clima.
• La hipótesis a investigar era si la frustración lleva consigo la agresión.• En el clima autoritario,
altamente frustrante produjo una tasa fuerte fe agresividad expreseda de dos maneras,
sesiones de total apatía y sesiones de rabia colectiva donde se terminaba rompiendo el
material.
• En el clima democrático, la agresividad en más débil, pero se descarga poco a poco, lo que le
permite al grupo ser más productivo en su tarea.
• En el clima laisser-faire, el abandono de la tarea por parte del monitor producía en los niños
tasas elevadas de frustración, traducidas como fracaso y muy fuerte agresividad entre ellos y
contra el monitor.
• Conclusión: La frustración lleva consigo reacciones agresivas, pero sus matices son de
acuerdo a los climas grupales.
Esta experiencia ilustra las hipótesis de Lewin: el grupo es un todo en que las propiedades son
diferentes de la suma de las partes; el grupo y su entorno constituyen un campo social
dinámico, en el que los elementos principales son los subgrupos, los miembros, los canales de
comunicación, las barreras (Anzieu). Modificando un elemento privilegiado se puede modificar
la estructura de conjunto.
4.3. Definición de “el campo en un momento dado”1. Kurt Lewin afirma que: “Cualquier
conducta o cualquier cambio en el campo psicológico depende del campo psicológico en ese
momento. El campo es una unidad situacional presente en el coexisten en cada individuo o
grupo un concepto acerca del futuro y del pasado, esto hace referencia a las expectativas y
temores actuantes en cada situación.
2. Para determinar el campo en un momento dado, se utiliza: (a) la indagación del pasado
(historias de vida) y (b) test del presente (observaciones). Lewin critica que el psicoanálisis ha
utilizado en exceso el diagnóstico por indagación del pasado, y la psicología experimental
(conductismo) la prueba de situación actual.3. Cuando se determina un campo es conveniente
tener en cuenta una zona limítrofe del espacio vital, es decir que ciertas partes del mundo real
no afectan el estado del campo en ese momento. La producción u operatividad del grupo, así
como la pertinencia estarán atadas a este criterio de acción.
Autor: El interaccionismo simbólico ha aportado una teoría del significado de la acción que se
ubica entre las posiciones subjetivistas (sentido como representación interna), intersubjetivista
(sentido como representación culturalmente pautada e internalizada) y objetivista (sentido
como reflejo del objeto). Mead va a centrar la cuestión del sentido en el comportamiento, en los
modos en que las personas actúan entre sí y en relación con las cosas, esto quiere decir que
será la acción la que define lo que serán las cosas para la persona. Las acciones son pautadas
socialmente por regularidades aprendidas y constantemente reforzadas, hasta constituir un
símbolo. De esta manera se construye una teoría social ligada a la vida cotidiana. La acción de
uno se limita a ser una reacción ante el gesto del otro, de tal modo que el significado es algo
objetivo que está ahí en la relación y al margen de la consciencia.
5.1. El Gesto en la fase inicial de la acción social
G. Mead decía, la psicología social es conductista en el sentido de que parte de una actividad
observable -el proceso social dinámico en devenir y los actos sociales que son sus elementos
integrantes- que ha de ser estudiada y analizada científicamente. Pero no es conductista en el
sentido de pasar por alto la experiencia interna del individuo, la fase interior de ese proceso o
actividad. Mead rechazó del conductismo la característica particular de éste que es reducir el
análisis de la conducta a la unidad E -> R (estímulo-respuesta). Por el contrario sostuvo que,
"la conducta de un individuo solo puede entenderse en la base a la conducta de todo el grupo
social del que él es miembro".
7.Bibliografía
Este texto esta inspirado en dos obras cumbres en la temática, Los fundadores de la Psicología
Social de James Schellenberg y La dinámica de los pequeños grupos de Didier Anzieu y
Jacques Martin. Anzieu, D., Martin J. La dinámica de los grupos pequeños – Biblioteca
Nueva/Madrid 1997.Schellnberg, James. Los fundadores de la psicología social- ed
Alianza/Madrid 1999Copleston, F. La filosofía social en Francia – tomo IX ed. Ariel – Barcelona
2004
Ferrater Mora, J. Charles Fourier – ed. Alianza - Madrid 1979Garcia Moriyon, F. Del socialismo
utópico al socialismo – ed. CINCEL – Madrid 1985Maisonneuve, J. La dinámica de los grupos –
ed. Proteo Bs. As. 1969Le Bon, G. Psicología de las multitudes – ed. Albatros, B. As. 1958
Lewin, K. La teoría del campo en la ciencia social – ed. Paidós, Bs. As. 1978.