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Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Educación
Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Castellano
María Fernanda Rodríguez
Lenguaje, Sociedad e Individuo
Segunda Parte

Siempre es alentador confirmar lo que en la práctica de mi oficio he ido aprendiendo y


que el capítulo 3 de “The Beginning of Life” de Netflix se ilustra : está en la acciones de
los adultos que acompañan al niño garantizar todas las condiciones para que el ser humano
que se está construyendo acceda a las mejores experiencias que puedan alimentar su
intuición, su lenguaje, sus sentidos y su empatía; aunque también sé que en algunas
ocasiones no es suficiente, pues la herencia juega un factor decisivo que no en pocos casos
juega en contra de los más altos intereses del individuo. Aun así, es más interesante el
enfoque positivo del documental, pues en ese contexto todo es posible y viable aun en
sociedades tan desiguales y violentas con sus niños como la nuestra. Los esfuerzos grandes
y pequeños que se hacen cotidianamente para que nuestros alumnos, por ejemplo, gocen de
buenas condiciones de seguridad, nutrición y afecto por lo menos al interior de las
instituciones educativas se suman a las que no pocos padres en escenarios de tremenda
dificultad proveen al interior de los hogares solo guiados por el amor y el deseo de heredar
mejores rumbos a los hijos, fomentando así el deseo natural del niño por aprender, las
experiencias positivas tempranas y en general el interés por explorar la vida como lo
menciona la especialista en desarrollo infantil Joan Lombardi en el documental.

A pesar del claro impacto de nuestra actividad pedagógica en el niño, es la familia


inmediata y quienes lo rodean los que por medio de la estimulación y el juego antes de los
tres años lo preparan para la escuela, inclusive desde el vientre materno en lo llamado
aprendizaje informal y que esta pleno de lenguaje simbólico esencial en la capacidad de
vincularse con los otros y en la conciencia de sí en etapas posteriores de la vida.
Comentario especial merece el protagonismo del juego en el desarrollo de las habilidades
sociales que a su vez se asocian activamente con lo cognitivo y lo emocional en el
individuo y en donde los gestos y las expresiones son la herramienta para interpretar y ser
interpretado por el otro que está a su alrededor según lo planteado por Holden, citado por
(Gacto, Sanchez y Gacto,2006) al decir “el gesto no es un comportamiento fósil superado
con el lenguaje, sino una parte indispensable del lenguaje mismo” (Gacto, Sanchez, &
Gacto, 2006).

Otro factor a destacar es la calidad del contexto social al que el niño accede y que es de
total competencia del adulto, aspectos como el dialogo entre sus padres, la tolerancia y el
respeto son eficientemente emulados por los niños en la observación y análisis que hacen
de su entorno, es así que la garantía del buen trato y de la oralidad amable y cercana con él
y con/entre los otros es efectiva como herramienta para la experiencia social positiva del
niño en oposición, inclusive, a los ambientes virtuales ajenos y genéricos que a muy
temprana edad pueden alentar conductas de desapego e inconciencia de sí que trascienden
hasta la adultez; fortalecer el compromiso del niño con sus sentidos, con su sensibilidad y
su inmediato mundo real es necesario para la correcta apreciación de las situaciones en el
futuro.

A propósito del impacto de la palabra por ejemplo, recuerdo que cuando era muy pequeña
cause hilaridad en los amigos de mis padres, cuando en un ataque de creatividad mencione
que uno ellos “se estaba comiendo la mano”, pues el hombre que era de raza negra tomo
con la mano un trozo de morcilla y se la llevo a la boca, detrás del comentario vino en mí el
llanto y en los otros la carcajada y diversos comentarios entre otras cosas porque al ser yo
muy blanca infirieron que con esas palabras estaba dando expresión a una temprana forma
de racismo y ese prejuicio me persiguió muchos años. Traigo a colación este recuerdo a
propósito de ilustrar como la valoración errada o inmadura de situaciones cotidianas de la
vida puede generar juicios y reacciones equivocadas en los niños cuando el adulto que lo
acompaña refuerza con un gesto o una palabra la interpretación más ligera de su acción, esa
lectura afianzo en el círculo de amigos de mis padres que a mí no me “gustaban los negros”
y no hubo manera de eliminar ese lastre aunque eso no fuera cierto.
Ahora en mi práctica docente, me siento privilegiada al ver la gran capacidad verbal de
niños muy pequeños, su creatividad para exponer la propia vida, para argumentar sus
decisiones, para expresar afecto, agradecimiento, solidaridad o enojo; ese rasgo para mi es
el rastro inequívoco de la buena crianza y de una infancia feliz. Hay que decir que hay
niños y niñas con dificultades y herencias muy distintas, algo así como que el verbo de los
padres habla cuando ellos hablan, el tono y los gestos imitados ha dejado huellas tempranas
en su personalidad y en sus maneras porque “…nuestra manera de hablar descubre el
ambiente donde nos hemos criado…” (Porras Cruz, 2013)

Descubrir la infinitas posibilidades para el uso del lenguaje es una tarea de largo aliento en
el ser humano, es en la condición de niño que comienza esa travesía y donde “ la necesidad
de comunicar el pensamiento y el sentimiento de forma rápida y económica” (Porras Cruz,
2013) actúa estimulando la creatividad y la imaginación pues la búsqueda de expresiones
permite la exploración de si y del entorno para lograr comunicarse efectivamente con el
otro, en esa tarea el individuo inicia la caracterización única de su lenguaje y de sí mismo.
Bibliografía

Gacto, M., Sanchez, A., & Gacto, M. (2006). Lenguaje, Genes y Evolucion. RESLA, 119-128.

NETFLIX (Dirección). (2016). The Beginning of Life [Película].

Porras Cruz, J. L. (2013). Individuo, Sociedad y Lengua. Revista Educacion, 95-109.

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