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Este es uno de los principios fundamentales del arte de invertir, aplicar el aplicar el
famoso refrán "no pongas todos los huevos en la misma cesta" al mundo de las finanzas.
Limitar tus inversiones a un solo tipo de activo entraña más riesgo que repartirlas entre
varias clases, sectores, valores, divisas, etc. La diversificación reduce el riesgo porque
permite que las posibles pérdidas en unos activos se compensen con ganancias en otros.
El éxito de una inversión no depende tanto de los valores individuales que la componen,
sino que está en relación con la combinación de las distintas clases de activos en los que
se invierte, ya que estos no responden de la misma manera ante la evolución del
mercado.
Los gráficos indican 3 carteras de inversión, en cada una de ellas el inversor ha optado
por una distribución de su cartera de forma diferente.
La rentabilidad media de la cartera ha sido calculada utilizando las siguientes
rentabilidades media a largo plazo: Liquidez 3%, Renta Fija 5% y Acciones 8%.
Debes tomar tus decisiones de inversión identificando los valores que tengan buenos
fundamentos y perspectivas de crecimiento. De esta forma tendrás la garantía que a
medio y largo plazo vamos a estar invertidos en los valores que mejor sobrellevan las
fluctuaciones del mercado a corto plazo.
El inversor que utiliza la estrategia de "comprar y mantener" invierte en empresas
consolidadas, mantiene a medio y largo plazo, y no vende en el momento en que la
valoración de sus inversiones desciende, ya que está realizando una apuesta por el
crecimiento global de la economía.
Está forma de invertir, en muchos casos, puede obtener en el largo plazo mejor resultado
que estar realizando inversiones y desinversiones continuamente, ya que el inversor que
intenta aprovechar los repuntes y evitar las caídas de los mercados, puede perderse la
tendencia global positiva del mercado y con frecuencia equivocarse, principalmente los
inversores que no siguen muy de cerca la evolución de los mercados. Para este tipo de
inversor "comprar y mantener " puede ser una muy buena estrategia.
La rentabilidad media anual durante los 10 últimos años, de haber estado siempre
invertido hubiese sido del 17,41%, pero de habernos perdido sólo las diez mejores
sesiones de estos diez años (es decir, de un total de 2.700 sesiones) nuestra rentabilidad
media hubiese descendido al 12,71%, un 36% menos. Y la rentabilidad media
disminuye mucho más - un 76% - si nos hemos estado fuera del mercado durante las 40
mejores sesiones, ya que dicha rentabilidad media quedaría reducida al 4,09%.
Esta estrategia supone que los ingresos por intereses, dividendos, plusvalías que
nuestras inversiones van generando, pasen a engrosar el importe de nuestra inversión, y
de está forma los nuevos rendimientos son calculados sobre mayores importes.
Por simple que parezca esta idea, tiene efectos muy importantes en el rendimiento de
nuestros ahorros, sobre todo cuánto mayor sea el plazo de nuestra inversión.
Dos inversores con un mismo capital inicial (6010,12 euros) y el mismo rendimiento
(5%), el inversor A retira anualmente los rendimientos obtenidos y el inversor B va
reinvirtiendo los rendimientos.
6.010,12 euros, durante 20 años, con un interés del 5% supone 8.453,95 euros a interés
compuesto, es decir reinvertiendo los intereses y únicamente 6.012,12 euros si no
reinvierte los intereses.
Si, por ejemplo, la inflación media de los últimos años ha sido del 3%, y queremos
realizar un plan de ahorro a largo plazo, debemos elegir inversiones en las que el retorno
sea superior a este 3% anual.
Por ejemplo, para un inversor, cuya base liquidable sea de 25.242,51 euros, un fondo de
inversión mantenido más de un año, y cuya rentabilidad sea del 3,6 %, después de pagar
impuestos, equivale a una rentabilidad del 4,5 % de una cuenta a la vista. Ya que el
fondo de inversión tributará al 18% y los rendimientos de la cuenta a su tipo marginal,
en este caso del 36%.
En resumen:
Rentabilidad fondo de inversión: 3,6 %
Tipo impositivo (más de un año): 18 %
Rentabilidad después de impuestos: 2,95 %
Así un fondo de inversión que en el último año hubiera dado una rentabilidad del 3,6%,
habrá sido más rentable, después del pago de impuestos, que una cuenta de alta
remuneración al 4,5%.
Hay que estudiar siempre las comisiones asociadas a las inversiones que deseemos
realizar.
Para una inversión inicial de 6.010 euros en fondos de inversión, si suponemos que la
rentabilidad de los activos en los que invierten dos fondos es del 6%, vamos a ver como
influyen en la rentabilidad del fondo el efecto de las comisiones:
Fondo A comisión depósito+gestión 0,5%
Fondo B comisión depósito+gestión 1,5%
Aunque nadie puede prever las fluctuaciones en los mercados, sí que existe una serie de
posibles errores que el inversor debe evitar cometer: