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(1905-1997)
LOGOTERAPIA Y
ANÁLISIS
EXISTENCIAL
VIKTOR EMIL
FRANKL Médico Austriaco Judío,
Neuropsiquiatra,
Psicólogo Individual
y Doctor en Filosofía.
Sobreviviente del Holocausto.
Recibió importantes premios
y reconocimientos,
entre ellos 29 títulos de
Doctor Honoris Causa
en Universidades de los cinco continentes,
y publicó más de 30 libros.
Desde muy joven, Frankl
demostró gran interés en la Medicina
y la Filosofía Existencial como vía
para la comprensión integral
Del Ser-Humano.
Siempre luchó por la dignidad del Ser-Humano y la Re-humanización
de la Salud. Inicialmente orientado hacia la Medicina y la
Neuropsiquiatría, vio en el naciente movimiento Psicoanalítico de
Sigmund Freud y posteriormente, en la Psicología Individual de Alfred
Adler, la oportunidad de lograr una concepción más amplia de la Salud.
Diferencias con respecto al determinismo, excesivo psicologismo y
negativa de considerar los fenómenos exclusivamente humanos como
el Sentido de la Vida, la Libertad, Responsabilidad, Auto-trascendencia,
Valores, Religión y el Arte, llevaron a Frankl a separarse de las dos
escuelas anteriores, junto con Oswald Schwarz y Rudolf Allers (de
quienes fue discípulo), y consolidar su propio pensamiento.
Dirigió programas de atención en el Policlínico de Viena, atendiendo
diversos casos como Psicosis, Neurosis Depresivas, Neurosis
Sexuales, Pseudoneurosis Orgánicas, Fobias y ante todo, Suicidio.
RESEÑA BIOGRAFICA: 1905: nace en Viena el 26 de marzo.
1923: Se gradúa de estudios superiores y acude a
la Universidad de Viena especializándose en
Neurología y Psiquiatría, con atención en
depresión y suicidio.
1924: Presidente del movimiento juvenil social
demócrata del estudiantado en Austria.
1928-1930: Mientras estudia, abre un programa
de consejería al estudiantado, resultando en 1931
con una estadística de cero suicidios dentro de los
estudiantes.
1931: Invitado a Berlin por Wilhelm Reich
1933-1937: médico residente en el Hospital
Psiquiatrico Steinhof de Viena, quedando
responsable de los casos suicidas
En 1937 comienza su clínica privada, que es
cerrada en 1938 tras la anexión nazi de Austria.
1940: Trabaja en el Hospital Rothschild, único que
admite judíos, y queda como jefe del
departemento de neurología. Salva a varios
pacientes del Programa nazi de Eutanasia
1941: Frankl se casa el 17 de diciembre con Tilly Grosser. Hacia fines de 1942
atraviesa la experiencia más trágica de su vida, la Gestapo arresta a la Familia
Frankl. Por más de 2 años Frankl es prisionero en 4 campos de concentración
nazi (Auschwitz, Dachau, Kaufering y Türkheim), donde morirían sus padres,
hermanos, esposa (que fue obligada a abortar) y amigos cercanos.
EXPERIMENTUM CRUCIS
A ésta etapa el mismo Frankl la denomina el “experimentum
crucis”, y es durante la misma cuando puede experimentar
personalmente que la vida humana tiene sentido aún en las
peores circunstancias.
Frankl descubrió admirables ejemplos de altruismo, bondad y
comprensión, incluso entre carceleros; así como hombres
capaces de sadismo y crueldad inconcebible, incluso entre los
reclusos. Esto se verá luego plasmado en sus pensamientos:
Citado de: El Hombre Doliente - Parte 3: Homo Patiens, ensayo de una teodicea Herder, Barcelona 1987, 1a ed.
(1) Psiicoterapia y Logoterapia, pp. 99, 212. (2) Logoterapia y análisis existencial..., pp. 215
LOGOTERAPIA Y ANÁLISIS EXISTENCIAL :
“Lo que hemos denominado logoterapia pretende introducir el logos en la
psicoterapia, y eso que nosotros hemos denominado análisis existencial pretende
introducir la existencia en la psicoterapia.
La reflexión psicoterapéutica sobre el logos equivale a la reflexión sobre el
sentido y sobre los valores.
La reflexión psicoterapéutica acerca de la existencia supone reflexión sobre la
libertad y la responsabilidad.
La reflexión sobre el sentido y sobre los valores es una meditación sobre el
deber ser
La reflexión sobre la libertad y la responsabilidad viene a ser una meditación
sobre el poder ser.
Como ambos, la logoterapia, y el análisis existencial, constituyen una psicoterapia
«orientada en lo espiritual», esta psicoterapia se divide en logoterapia como
terapia de «desde lo espiritual» y análisis existencial como análisis «sobre lo
espiritual». La logoterapia parte de lo espiritual, y el análisis existencial conduce a
lo espiritual. Pero la logoterapia no sólo presupone lo espiritual, el mundo objetivo
del sentido y de los valores, sino que moviliza éstos en el quehacer psiquiátrico. Y
el análisis existencial no se limita a mostrar el logos en la línea del deber, sino que
hace algo más: trata de despertar las posibilidades de la existencia”. (2)
Citado de: El Hombre Doliente - Parte 3: Homo Patiens, ensayo de una teodicea Herder, Barcelona 1987, 1a ed.
(1) Psiicoterapia y Logoterapia, pp. 99, 212. (2) Logoterapia y análisis existencial..., pp. 215
SOBRE SENTIDO Y VALORES:
“No somos nosotros quienes debemos preguntar por el sentido de la vida, sino la vida es a quien
nosotros debemos responder, y la respuesta es una búsqueda personal”.
Al sentido se llega por los valores, que Frankl clasifica en tres grupos:
1. Valores Creativos:
Buscar sentido llevando a cabo los propios actos: Proyectos, tareas o trabajos. Incluyen la
creatividad en el arte, música, escritura, invención y demás.
2. Valores Vivenciales:
Es la acogida pasiva del universo. Vivenciar algo o a alguien. Los valores de relación con el otro,
sea ese otro el mundo, otra persona o una relación con Dios. Aquí se podrían incluir las
experiencias estéticas como ver una buena obra de arte o las maravillas naturales. Pero la vivencia
más importante es la de experimentar el valor de otra persona, a través de la afectividad.
3. Valores de Actitud:
La tercera vía de descubrir el sentido es cuando sólo podemos elegir nuestra actitud ante lo que nos
presenta el destino. Ante todo es nuestra actitud ante el sufrimiento, la culpa o la muerte, a las que
Frankl llama la triada trágica. Frankl sostiene que el sufrimiento es inevitable por ser parte de la
vida, pero que cada uno tiene la libertad de elegir siempre su actitud frente al sufrimiento.
El sufrimiento no debe buscarse y debe afrontarse sólo al ser inevitable. La actitud correcta de
afrontamiento y aceptación ante el sufrimiento engrandece, fortalece, templa y da riqueza a la vida
humana. Incluso el enfrentamiento a lo irreversible de la muerte puede finalmente dar sentido a una
vida, al mostrarle y separar lo verdaderamente importante de lo trivial en su existencia.
TRASCENDENCIA Y SUPRASENTIDO
No obstante, al final, estos valores actitudinales, experienciales y
creativos son meras manifestaciones superficiales de algo mucho
más fundamental, un supra-sentido.
El supra-sentido es la idea de que, de hecho, existe un sentido último
en la vida; sentido que no depende de otros, ni de nuestros
proyectos o incluso de nuestra dignidad. Frankl admite que sobre
este supra-sentido podemos estar equivocados o no, porque su
última prueba está tras la muerte, sin embargo existe una intuición en
el hombre acerca de una trascendencia y un sentido último, -intuido
aunque no entendido-.
Esta postura sitúa al análisis existencial de Frankl en un lugar
diferente del existencialismo de una perspectiva como la de Jean
Paul Sartre. Este último, así como otros existencialistas ateos,
sugieren que la vida en su fin carece de sentido, y debemos afrontar
ese sin-sentido con coraje. Sartre dice que debemos aprender a
soportar esta falta de sentido; Frankl, por el contrario, dice que lo
que necesitamos es aprender a soportar nuestra inhabilidad para
comprender en su totalidad el gran sentido último.
PRINCIPALES APORTES DE
VIKTOR FRANKL
1. ANTROPOLOGÍA:
Destacó la importancia de la Antropología,
especialmente la Antropología Filosófica y
Antropología Médica, integrándola como
aspecto prioritario de la formación de todo
médico y terapeuta. Fue el primero en
proponer una Antropología Integral y enfoque
de la Salud en sus dimensiones corporal,
psíquica y espiritual, reconociendo
explícitamente la Espiritualidad Humana e
incluyéndola en el campo científico y clínico.
No sólo mencionando este hecho sino
fundamentando estas dimensiones a través de
revisiones científicas, filosóficas y su propia
experiencia clínica.
VISIÓN INTEGRAL DEL HOMBRE:
Urge superar los reduccionismos: cualquier visión que diga que el hombre “no es
más que”… en el biologismo, en el conductivismo, en el psicologismo, en el
sociologismo, en el antropologismo. Estas visiones llevan al nihilismo y construyen
una imagen falsa del hombre; lo ven como un “homúnculo”, un artefacto...(1). Asi,
no comprendemos al hombre, sino una visión distorsionada: «un autómata de
reflejos o un conjunto de impulsos, como una marioneta de reacciones y de
instintos, como un producto de impulsos, herencia y medio ambiente» (2).
El hombre es animal, pero no solamente eso. Frankl estudió a fondo neurología, y
conocía los mecanismos reflejos e incontrolables de muchas reacciones del
organismo humano. A la vez, sabía por experiencia directa y por experiencia clínica
que el hombre es mucho más.
A diferencia de los animales, los instintos humanos NO dicen cómo han de ser
llevados a cabo, cómo pueden ser satisfechos. Además, nuestra instintualidad
necesita encontrar pautas o límites fuera de ella misma, lo cual implica que el
hombre es algo más que un instinto, pues lo pulsional, en el hombre, no se
autolimita. El hombre tiene que aprender a vivir, a sobrevivir, a construir sus hábitos
de conducta con la ayuda de los demás. En este sentido, las tradiciones del pasado
nos ayudaban a “conformarnos” con facilidad a comportamientos aceptados como
buenos; hoy, con la crisis de las tradiciones, el hombre se encuentra más solo que
nunca (3).
Citado de: Viktor Frankl: antropología y logoterapia
Fernando Pascual, Profesor de filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum
(1) Cf. El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia,, Herder, Barcelona 1990, 2a ed., pp. 99, 271-273.
(2) Logoterapia y análisis existencial..., p. 65.
(3) Cf. Ante el vacío existencial. Hacia una humanización de la psicoterapia, tra- ducción de M. Villanueva de Das Leiden am sinnlosen Leben (1977), Herder, Barcelona 1990, 6a ed., p. 133; En el principio era
el sentido. Reflexiones en torno al ser humano, traducción de H. Piquer Minguijón de Im Anfang war der Sinn (1982), Paidós, Barcelona 2000, p. 104.
Más allá de lo meramente animal, el hombre se ha formado de sí mismo, a
lo largo de los siglos, una imagen que evidencia de manera especial la
dimensión noológica o espiritual de nuestra especie. Son muchos los que
han señalado como «característica primaria y fundamental del hombre su
impronta espiritual y su orientación a un sentido»(4). La misma vida de
instintos está permeada de espiritualidad, de forma que el ceder o no ceder
a un instinto es algo que depende de una decisión personal...
En una explicación más profunda, la ontología dimensional nos revela la
existencia en el hombre de tres dimensiones: la física, la psíquica y la
espiritual (5); tres dimensiones que no se dan separadas, pero que pueden
ser observadas por separado. La dimensión espiritual determina el ámbito
de lo humano, sin que ello implique la eliminación de las otras dos
dimensiones; más aún, el hombre es plenamente hombre en su
tridimensionalidad, en su “tri-unidad”, lo cual implica superar cualquier
monismo (no sólo el materialista, sino también el espiritualista) (6), y
cualquier visión de tipo racionalista o intelectualista (7). Hay dos capacidades
humanas que superan la visión insuficiente de los reduccionismos y que
evidencian nuestra espiritualidad: el hombre es capaz de actuar el
autodistanciamiento y de vivir la autotranscendencia.