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Existen innumerables motivos para que la insubordinación ocurra, pero no siempre estos
factores preexistentes pueden ser impedidos o identificados a tiempo, pues reflejan en la
mayoría de los casos, problemas en la educación familiar, experiencias anteriores con
otros grupos, influencias generadas por un sistema ineficaz de liderazgo, o por un
incidente en el grupo actual que pueda generar insatisfacción con el mismo, o con el lugar
que se ocupa dentro del grupo.
Es claro que un liderazgo sin solidez, que no atienda las necesidades de los liderados,
también puede generar insubordinación. En este caso el problema es otro, pues lo que se
detecta son fallas en el liderazgo, y el líder tiene que auto disciplinar, cambiar sus puntos
negativos. En este caso el grupo sólo está indicando un fallo, y no originando un
problema.
Nuestro objetivo, con este material, es ayudar a los líderes a trabajar con insubordinados,
en los varios casos en que ellos puedan aparecer y conseguir llegar a una solución
adecuada. Recordando siempre que el Club de Conquistadores tiene la misión de formar
un carácter cristiano en cada juvenil, e incluso en adultos que frecuentan el club, las
soluciones que vamos a presentar no siempre encajan con la visión secular y con los
métodos ya muy conocidos de lidiar con estos casos. ¡Entonces vamos allá!
Análisis de Casos
En cada reunión de equipo, esa misma persona cuestiona constantemente sus ideas ante
los demás participantes. El problema no parece ser pesimismo o que las ideas sean malas.
La impresión es que el problema está en las ideas ser suyas.
Esta persona no llega una sola vez a la hora combinada con usted para las reuniones o
encuentros con conquistadores, con padres o con representantes de la iglesia.
Usted ya percibió que esta persona lo apoya personalmente, pero lo apuñala por la
espalda ante los colegas de la dirección y de los conquistadores.
¿Qué puedes concluir, analizando estos casos? La insubordinación está relacionada con
Cómo lidiar con insubordinados ____________________________________________
la autoridad ejercida por una persona sobre otra. Es el resultado de un problema de un
individuo con su institución o de una forma distorsionada de ver el liderazgo. Tal vez esta
persona, comentada en los casos, tenga algún problema en su infancia que lo haga tener
problemas con autoridad. Tal vez ella tenga un temperamento fuerte o haya sido
condicionado a cuestionar cualquier idea, por haber convivido con un grupo de capacidad
inferior a sus expectativas, o algo parecido. Puede ser también que esta persona haya
desarrollado un problema a nivel personal con su superior. Pero lo que importa, es que la
insubordinación, generalmente, es un problema ligado a la autoridad.
Aunque las dos cosas se parezcan bastante, podemos establecer diferencias sutiles entre
ellas, que nos ayudarán a trabajar mejor con estos acontecimientos en el grupo. Para
empezar, me gustaría comentar algunos conceptos, para que podamos ver mejor lo que es
una cosa y lo que es otra. Vamos allá.
Como se puede ver a través de estas definiciones del diccionario de la lengua portuguesa,
no hay diferencia entre el subordinado y el discípulo. Cuando alguien es subordinado,
esta clasificación se refiere a la posición que ocupa dentro del grupo, de la empresa o de
la familia. No interesando su capacidad, sus conocimientos, su inclinación natural, este
individuo está en una posición inferior a alguien, desde el punto de vista de la jerarquía.
El discípulo, es decir, el individuo que trae esta clasificación, aun estando también en una
relación de subordinación, es un alumno. Lo que lo hace discípulo es todo un sistema,
una organización. Él está siendo enseñado, disciplinado. Su posición en el grupo es
reconocidamente inferior al líder, que, en este contexto, tiene conocimiento superior y
algo a ser enseñado, y el discípulo comprende y acepta su papel de aprendiz, manteniendo
un pensamiento futuro de perfeccionamiento y crecimiento.
En todo es cualquier grupo hay subordinados. Son muchos los factores que determinan la
subordinación en el grupo. La necesidad de obtener sustento, por ejemplo, puede
determinar que yo sea subordinado a mi empleador, aunque sea más cualificado que él a
nivel profesional. Un hijo está subordinado al padre, debido a la tradición familiar y al
principio por no tener aún cómo mantenerse solo, por no ser independiente.
En síntesis, la diferencia entre uno y otro, es que el discípulo se relaciona con el sistema,
con la organización y el subordinado con la autoridad directa de su superior.
Cómo lidiar con insubordinados ____________________________________________
Notamos que tanto la indisciplina como la insubordinación son una especie de rebelión,
de una persona o de un grupo. El pequeño detalle que puede ayudar bastante en la
resolución del problema, es que la indisciplina está relacionada con el sistema. El
indisciplinado tiene un comportamiento contrario a las normas, a la disciplina y muy
raramente esta actitud está relacionada a las personas. Él puede considerar al líder o
profesor como amigo, y ser su simpatizante, pero puede ser indisciplinado contra el
sistema. Él no concuerda con los horarios, con la forma como se enseña, con el proceso
de desarrollo del grupo, con prohibiciones y por eso es llamado indisciplinado.
La insubordinación, también una rebelión, ocurre con más frecuencia entre el líder y el
liderado y prácticamente independe del sistema. El insubordinado tiene un problema con
quien ejerce la autoridad. Podemos verlo claramente en los casos que analizamos en la
página 01. Aunque él concuerde y crea en el grupo y en las normas, no acata órdenes del
líder. El insubordinado no acepta ser dependiente. Él no quiere ser el segundo ni estar
bajo el mando de alguien
Sea indisciplina o insubordinación lo que se presenta, el líder tiene que estar listo para
enfrentar la situación. Vimos que existen diferencias sutiles entre una y otra, que pueden
ayudarnos bastante. Nos vamos a ver aquí, a la información que nos ayudará a lidiar con
insubordinados, ya que el procedimiento disciplinario común no siempre funciona en
estos casos. Una vez que hemos visto que la mayoría de las veces la indisciplina es
diferente de la insubordinación, vamos a entender mejor las sugerencias que siguen.
Cómo lidiar con insubordinados ____________________________________________
IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA
En primer lugar, hay que identificar la insubordinación. En el proceso del grupo ella no
siempre es una cuestión abierta. Conocer bien a los miembros de su equipo es uno de los
factores más importantes para identificar cualquier tipo de problema que pueda surgir,
incluso los de insubordinación.
Para identificar, entonces, la insubordinación, vamos a volver a analizar los casos del
inicio de esta apostilla. Después de haber leído los cuatro casos de nuevo, siga estos pasos:
Hay muchos otros factores que pueden identificar un caso de insubordinación, además de
lo que citamos aquí. Lo que vale es estar siempre cerca y atento. La insatisfacción puede
ser pasajera, proveniente de un mal momento, o puede ser crónica. Es necesario saber
diferenciar un caso del otro. Volvemos a decir que la forma más segura de identificar a
los miembros problemáticos es un conocimiento profundo del grupo y una implicación
real y personal con los miembros. Lo que citamos arriba son consejos importantes, pero
sólo cubren los casos más comunes. Entonces, para evitar el dolor de cabeza y descubrir
el problema al principio, recuerde el lema de nuestros amigos Scout: "Siempre Alerta”
QUE HACER
Después de identificar el problema, hay que actuar rápido. Las actitudes contrarias al
liderazgo del grupo afectan no sólo al líder, sino que minan la moral de todo el equipo.
Cómo lidiar con insubordinados ____________________________________________
Con base en lo que aprendemos sobre la insubordinación, vamos a trazar algunos pasos
para combatir a las personas insubordinadas.
Conviene recordar también que somos un grupo de trabajo singular. Tenemos como
objetivo mayor, que es el crecimiento del grupo, (físico, mental y espiritual) y no la
ganancia material. En muchos casos, la primera actitud del equipo, en el medio secular,
es retirar del grupo al miembro que la perjudica, lo que en nuestro caso es la última actitud
a tomar. Antes debemos procurar adecuar a la persona, traerla de vuelta, debatir con ella
y unir al grupo. Sólo en casos extremos, donde todo se mostró sin efecto, es que debemos
optar por el cierre del miembro.
CONCLUYENDO
Los casos de insubordinación pueden ocurrir en cualquier lugar. El líder tiene que estar
siempre preparado para enfrentar, de la manera correcta, lo insubordinado. No debe
confundir un caso de indisciplina o de ruptura con normas obsoletas (lo que es positivo)
con insubordinación. Él no puede simplemente atacar al miembro que se manifiesta contra
su liderazgo sin antes analizar tranquilamente su desempeño y los resultados que el grupo
presentó bajo su liderazgo.
Siempre que el progreso del grupo es satisfactorio, y que las necesidades de los miembros
en cuanto a la realización y la satisfacción, se hace más difícil ocurrir casos de revuelta.
El líder debe, por lo tanto, procurar mantener los proyectos del club siempre al alza. La
prevención, a través de un buen programa, puede ser mucho más eficaz que remediar los
problemas después.
No olvidarte nunca del líder más grande. Orar y buscar la orientación divina sigue siendo
el mejor proceso. Aunque todo lo que se ha discutido aquí es válido, la Palabra de Dios
todavía tiene respuestas a todo y cualquier problema. No se olvide de orar y desarrollar
un ministerio con objetivos correctos. Si usted está trabajando para el avance de la causa
de Cristo Jesús, nada (ningún insubordinado) puede prevalecer. Tenga cuidado de
caminar por el camino correcto.