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Consigna
Defina los 4 conceptos extraídos al azar. La definición debe ser clara, considerando los
planteos del autor correspondiente y utilizando sus propias palabras. No puntúa más repetir
palabras exactas del autor (repetir de memoria) si no se da cuenta de que se ha comprendido
el concepto. Cada definición vale 1,5 puntos.
Elija 2 de esos 4 conceptos y articúlelos. El ejemplo puede ser escrito dentro de la misma
respuesta de definición del concepto (quedarían 4 ítems) o como un ítem diferenciado
(quedarían 6 ítems). Cualquiera sea la forma que elija de escribir el ejemplo, cada uno con
su correspondiente argumentación vale 2 puntos
CULTURA (FREUD)
Freud plantea a la Cultura como toda la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida
de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente
a la naturaleza, y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres (aglutinando a los
individuos en comunidades cohesionadas, dotadas de poder legítimo; esta sustitución del poder del
individuo por el de la comunidad es el paso cultural decisivo; se busca que no se quebrante el orden
jurídico a favor del más fuerte). Se construye un derecho al que todos contribuyeron sacrificando su
impulso instintivo personal.
La cultura está dada por la primera tentativa de reglamentar las relaciones sociales. SI tal intento
falla se da esta arbitrariedad del individuo más fuerte
La cultura surge inicialmente con la capacidad del hombre para dominar y cultivar la tierra en
beneficio propio, con la capacidad de instaurar la limpieza, la higiene y el orden. Una cultura se
reconoce, luego, porque valoriza las producciones intelectuales, científicas y artísticas, incluida la
religión.
Las normas sociales cumplen una doble función: por un lado, están vinculadas a dominar a la
naturaleza del mundo exterior. Asimismo, la otra función será la de controlar aquellas pulsiones
humanas que pujan continuamente por romper las normas sociales; el humano intenta mantener el
equilibrio entre la exigencia de esta renuncia pulsional, y su intento de defender su libertad
individual.
La subjetividad individual es para Freud el mayor peligro que enfrenta la cultura, a punto tal que
considera que no hay vida humana en común si no predomina el poder de la comunidad por sobre el
del individuo.
Para cumplir con sus funciones específicas, no psíquicas, la institución tiene que movilizar
formaciones y procesos psíquicos. Estas formaciones constituyen la posibilidad de espacios
psíquicos conocidos y compartidos. Suponen la construcción, utilización o regulación de un aparato
psíquico de enlace, transmisión y transformación: Kaës lo llama Aparato psíquico grupal (o de
agrupamiento).
Desde ese momento se organizan dos niveles lógicos que el análisis debe tomar en consideración y
de los cuales debe dar cuenta: el de la realidad psíquica del sujeto singular, y el de la realidad
psíquica que emerge como efecto del agrupamiento.
Es Freud quien, en las últimas páginas de “Tótem y Tabú”, sostiene que el inconsciente está
constituido en parte por la transmisión intergeneracional de las formaciones y procesos psíquicos.
En “Psicología de las masas y análisis del Yo” admite la institución como dato primario de la
identificación y la formación del Yo (basando su explicación en las dos instituciones
Cada una de estas formaciones asegura, solidariamente con las otras, las condiciones psíquicas de la
existencia y vida de la institución. Actúan como una especie de puente, que une a la parte con el
todo; así aseguran la existencia, vida y permanencia de la institución.
Toda crisis, toda falla de estas formaciones intermediarias, pone en cuestión la institución y la
relación de cada uno con la institución; anula los contratos, pactos, acuerdos y consensos
inconscientes; libera energías mantenidas en sus redes o paraliza cualquier invención vital de
nuevas relaciones.
Las formaciones intermediarias que sostienen la relación necesaria entre el sujeto singular y el
conjunto son:
- La identificación
- Renuncia pulsional y advenimiento de la comunidad civilizada
- Ideal del Yo
- Grupo
- La comunidad de síntomas, de defensas y de ideales
- El co-apuntalamiento
- Contrato narcisista
- Pacto de negación
Son conocidas las peripecias cotidianas en las instituciones de enseñanza o de formación cuando se
trata de reformar los programas, o las técnicas de atención en las instituciones
terapéuticas. El objeto narcisista común corre el riesgo, si se privatiza, de destruir Uno recubre lo negativo
de la institución (pacto de
a la comunidad. Reformar es refundar; por consiguiente es destruir, en el negación); el otro es la
parte positiva que
fantasma, la comunidad institucional. sostiene la pertenencia a
la institución (contrato
narcisista).
Para cumplir con sus funciones específicas, no psíquicas, la institución tiene que movilizar
formaciones y procesos psíquicos. Estas formaciones constituyen la posibilidad de espacios
psíquicos conocidos y compartidos. Suponen la construcción, utilización o regulación de un aparato
psíquico de enlace, transmisión y transformación: Kaës lo llama Aparato psíquico grupal (o de
agrupamiento).
Desde ese momento se organizan dos niveles lógicos que el análisis debe tomar en consideración y
de los cuales debe dar cuenta: el de la realidad psíquica del sujeto singular, y el de la realidad
psíquica que emerge como efecto del agrupamiento.
Mendel se refiere a un poder diferente a la idea común de control o actuar sobre otros. Esa
dimensión no es la única; junto a ella está esta dimensión del poder, tan importante como aquella,
que es la del poder sobre nuestros propios actos. No es la agresividad en la relación con el otro; no
es un poder sobre alguien.
No es la posesión de una aptitud, difícil de tener, por parte de un técnico, con la cual extorsiona a
sus jefes para que le suban el sueldo; esto implicaría a los actores que, para acrecentar su poder en
la organización, recurren al carácter indispensable de una especialidad técnica, a la retención de la
información. Pero este es un poder que no está dirigido hacia el trabajo en cuanto tal; acá el trabajo
es un arma (un medio y no un fin en sí mismo) para negociar la posición en la organización.
Esta realidad no es excluyente con la que plantea Mendel sobre el acto: sucede que cuanto más
bloqueado este el movimiento de apropiación del acto, tanto menor será el interés por el trabajo en
sí mismo, y más se recurrirá a estrategias de poder sobre los otros.
Lo que nos interesa concretamente es el poder institucional del sujeto con respecto a su acto de
trabajo, y no el poder institucional del sujeto con respecto al otro. Lo primario en una empresa es la
producción y el trabajo, y secundariamente, puede pasar que haya manejos y especulaciones.
Da la impresión de que uno no pudiese llegar a tener verdadera consciencia del movimiento de
apropiación del acto. Ese es un punto ciego con respecto a la relación de poder del sujeto con su
acto, con su hacer, con su acción.
El origen de la misma no es psicológico sino orgánico. Tiene relación con lo que los neurólogos
llaman la imagen del propio cuerpo: todo parece suceder como si todos vivenciáramos nuestros
actos como perteneciendo aun a esa imagen, como siendo parte del cuerpo. De allí la necesidad de
reincorporarlos o reapropiárnoslos. Esa fuerza deviene psicológica secundariamente.
La psicosocialidad se desarrollaría en el seno mismo de esa contradicción debido a la conflictiva
confrontación entre esa fuerza antropológica y la resistencia de las estructuras sociales. La
democracia es evidentemente la participación de todos y cada uno en lo que concierne a las
estructuras sociales. Todo movimiento de apropiación del acto constituye una manifestación del
sujeto en la cual afirma su autonomía contra la autoridad, y contra su sentimiento inconsciente de
culpa (que siempre estará atando nuestra autonomía).
Los grupos homogéneos demuestran un interés espontaneo por el propio acto de trabajo; se desea
comprenderlo, dominarlo mejor, realizar un seguimiento de sus efectos dentro del conjunto de la
empresa, percibir como se coordina con los otros actos parciales de trabajo en la institución. Así se
va logrando la integración del acto global de la institución. Se neutraliza así el efecto alienante,
divisor, de la división del trabajo. Siempre hay un movimiento contrario a este mayor poder sobre el
acto (por el domino del acto parcial propio), que podría considerarse un retroceso; esto es porque el
inconsciente lo vive como un enfrentamiento con la autoridad de los padres, lo cual produce culpa;
esto no se interpreta, sino que se les dice a los sujetos que es normal y común retroceder cada tanto
.
YO PSICOSOCIAL
Yo Psicosocial
La personalidad psicosocial es el producto psicológico del encuentro, desde los tiempos de la
infancia, entre el Movimiento de apropiación del acto y el entorno social.
YO PSICOFAMILIAR
Yo Psicofamiliar
Se pueden distinguir en el individuo dos personalidades: “Personalidad Psicofamiliar” (es de la que
nos habla el psicoanálisis) y “Personalidad Psicosocial”. Ambas entran en conflicto y contradicción;
por ello es necesaria la intervención sociopsicoanalítica.
Es la personalidad que el sujeto desarrolla a partir del entorno familiar, con las identificaciones
parentales, el conflicto edípico, etc. Es una primera visión del mundo, la cual es irracional e
inconsciente en gran parte. Es gracias a ella que la estructura de las relaciones sociales y de la
sociedad es la de la familia. Las figuras de autoridad se pondrán en serie con la autoridad
internalizada de los padres (se da un miedo a perder su amor y apoyo; esto es disparado por el
sentimiento inconsciente de culpa ante actos autónomos que se oponen a la autoridad); la sociedad
se pondrá en serie con la estructura familiar del sujeto.
Es imprudente elegir a la familia como modelo paradigmático de las relaciones sociales. La familia
internalizada del sujeto interviene activamente en todo momento de la vida social del sujeto para
recodificar, en términos familiaristas, las relaciones sociales.
Es la dimensión psicológica inconsciente que aparece constantemente en las intervenciones del
Sociopsicoanálisis, y que contradicen a la psicología social del sujeto. Este bloque psíquico original,
en el cual se amalgaman familia inconsciente y sociedad, marca el movimiento de apropiación del
acto con el sello de “sacrilegio”; ese movimiento deviene un pecado. Si bien nunca se elude
completamente los lazos de lo psicosocial con lo psicofamiliar, se trabaja en pos de desarrollar la
otra personalidad, y así sacarle fuerza al sentimiento de culpa que impide comportarse de manera
autónoma frente a la autoridad, y poder apropiarse del propio acto.
GRUPOS HOMOGENEOS
Grupos homogéneos
En la intervención sociopsicoanalítica, el colectivo social está definido por varias características: es
un grupo de trabajadores de la misma institución laboral; ese grupo está ubicado en el mismo nivel
respecto de la división técnica y jerárquica del trabajo. Se trabaja pues, con grupos homogéneos, no
heterogéneos.
La concertación tiene lugar dentro de los grupos homogéneos cuya homogeneidad este definida por
el lugar que ocupan en la división del trabajo. Por ejemplo, en una empresa de transportes públicos
habría un grupo de choferes, un grupo de operarios mecánicos, un grupo de personal administrativo,
etc.
No es un solo grupo al que se dirige la intervención sociopsicoanalítica, sino al conjunto de los
grupos del mismo tipo dentro de la institución.
Mendel considera que la democracia participativa es la única respuesta posible a los problemas de
las sociedades de masa actuales. Solo ella puede reforzar el tejido social, y reforzar la personalidad
psicosocial del individuo. Si esta personalidad no se desarrolla, por los problemas de la época o
históricos, serán los individuos y la sociedad misma quienes sufrirán. La democracia participativa
no puede aplicarse a la sociedad global, pero si a las instituciones (definición de Mendel: espacio
físico puntual, preciso, de producción especializada, cualqueira sea esa producción; un espacio que
comprende varios niveles de división del trabajo) como empresas, organizaciones, establecimientos,
sindicatos, asociaciones; todos los espacios de la vida social en los que transcurre la existencia del
individuo.
SOCIOPSICOANALISIS
Sociopsicoanálisis
Corriente institucionalista (o método) que está guiada por el proyecto o la ambición de contribuir a
la democratización más amplia y más rica de la vida social. Se interviene en la situación real del
trabajo y en el lugar mismo de trabajo con grupos homogéneos buscando fomentar el movimiento
de apropiación del acto. Es decir que interviene en una institución, un espacio preciso, puntual de
producción especializada con varios niveles de división de la tarea. Su objetivo es la integración de
forma permanente del dispositivo sociopsicoanalítico como tercer canal de comunicación en la
organización de trabajo.
No es un proyecto fundado arbitrariamente, sino que responde a componentes antropológicos
universales, los cuales solo pueden desarrollarse en determinadas condiciones históricas y sociales.
Mendel se refiere a que existirían en todos nosotros una fuerza antropológica que nos lleva a desear
tener el dominio sobre el proceso de nuestros actos, decidir la forma de su realización, seguir y
controlar sus efectos. Esta fuerza que Mendel llama Actopoder, es la que sostiene la aspiración
democrática del Sociopsicoanálisis, ya que un sistema basado en la autoridad frena esta fuerza
antropológica.
La intervención del Sociopsicoanálisis se trata de una intervención en situación real de trabajo y en
el lugar mismo de trabajo. Se lleva a cabo la instalación de un dispositivo permanente, o lo más
duradero posible, de concertación y de comunicación.
El motor de la intervención es el movimiento de apropiación del acto. El interventor solo juega un
rol discreto como garante del dispositivo. No participa de las reuniones regulares; la supervisión es
para asegurar el buen funcionamiento del dispositivo y trabajar con los grupos que tienen
problemas.
Los grupos reflexionan, comparten sus experiencias, elaboran propuestas, emiten observaciones y
criticas; todo sobre su trabajo específico, ya que todos están en un mismo nivel de división del
trabajo (grupo homogéneo).
De esta manera los grupos homogéneos se conectan, a través de una situación real de trabajo, con la
lógica de lo social que atraviesa la institución (como la participación directa en una producción
social, estar sometidos a la división del trabajo, etc.).
PSICOLOGIA POLITICA
Psicología Política: término ambiguo que puede entenderse de 2 maneras:
- La psicología de la política: el análisis y la comprensión psicológica de los
comportamientos y procesos políticos
En realidad, aunque hagamos psicología de la
- La política de psicología (o la psicología en cuanto política, tendremos intereses en juego. El quehacer
psicológico, como cualquier otra actividad, está
política): representa unos determinados intereses sociales y condicionado por los intereses sociales en juego.
Baro dice que la psicología en Latinoamérica
por lo tanto, sirve como instrumento de poder social. siempre ha respondido a los intereses dominantes.
La psicología política se define como el estudio de los procesos psíquicos mediante los cuales las
personas y grupos conforman, luchan y ejercen el poder necesario para satisfacer determinados
intereses sociales en una formación social.
Tiene así una dirección bidireccional, atendiendo a los procesos psicológicos y políticos. Así como
las aptitudes cognoscitivas limitan y afectan la naturaleza del proceso de toma de decisiones
políticas, también la estructura y el proceso de la toma de decisiones políticas afectan las aptitudes
cognoscitivas.
1) Intereses sociales: como la oposición de intereses que origina de manera concreta a las diferentes
clases sociales; son, por lo tanto, esos intereses sociales los que ponen en juego la actividad política.
Que un comportamiento sea político significa que desempeña un papel en la conformación social de
intereses de clase y grupales.
2) Articulación en procesos psíquicos: los intereses sociales son actuados en cada situación y
circunstancia por actores concretos, personas o grupos. Es esa mediación comportamental la que
interesa a la psicología política. Los intereses sociales se traducen en esquemas cognoscitivos o
valorativos de las personas, en principios, valores y actitudes, formas de hablar o decidir, en los
comportamientos, etc.
Si alguien firma la amnistía para salvaguardar la paz y la democracia, es porque tiene cierta
concepción de la ‘paz’ y la ‘democracia’, cierta valoración particular. Habría una jerarquía de
valores que influye en el accionar político.
3) Constitución, lucha y ejercicio del poder: como todo comportamiento político busca avanzar con
intereses sociales en el interior de una comunidad, se requiere poder para actuar. El poder se
entiende como la capacidad para imponer unos intereses frente a otros, contrarios, que se dan dentro
la misma comunidad.
ZONA DE VULNERABILIDAD
Zona de vulnerabilidad
Castel propone ubicar a los marginales al final de un doble proceso: el desenganche en relación al
trabajo y en relación a la inserción relacional. Todo individuo puede ser evaluado en estos términos;
podes llegar a cada zona por caminos diferentes, pero Castel encuentra que estos grupos siempre
tienen esas 2 características en común en determinado grado.
Esto nos da varias posibilidades, delimitando tres zonas, las cuales tienen fronteras cambiantes; es
un esquema dinámico (las zonas no están dadas de una vez y para siempre; hay pasajes incesantes).
Estas son:
- Zona de integración: Trabajo estable y fuerte inscripción relacional. Tienen gran seguridad
en el empleo; están insertos en redes de dependencia. Pueden ser pobres pero “no plantean
un problema” (ej. Empleado doméstico, artesano) porque están integrados.
- Zona de vulnerabilidad: Trabajo precario y fragilidad de los soportes relacionales. Su
inestabilidad es crónica y siempre están en peligro de caer en la 3ra zona. Son trabajadores
intermitentes, sin reservas económicas y asalariados precarios. (ej. vendedores ambulantes,
vendedores de diarios).
- Zona de marginalidad o desafiliación: Ausencia de trabajo y aislamiento relacional. No
trabajan aunque podrían, ya que no presentan discapacidad alguna. Al mismo tiempo están
desvinculados de todo soporte relacional. Es como un extranjero que no es reconocido por
nadie, y rechazado por todos.
Lo importante a saber de la Zona de Vulnerabilidad está en que ocupa una posición estratégica para
remontar la pendiente del proceso de marginación con políticas de intervención preventiva
(reconstruyendo soportes a la vez relacionales y ocupacionales, para arrancarle a la exclusión a
aquellos que se están ‘desenganchando’). La zona de vulnerabilidad es un espacio social de
inestabilidad, de turbulencias, poblado de individuos precarios en cuanto a su relación con el trabajo
y frágiles en su inserción relacional. De allí el riesgo en caer a la tercer zona que sería el final del
recorrido. Es la vulnerabilidad la que alimenta la marginalidad profunda o desafiliación.
(Agregado a Zona de Vulnerabilidad que quizás sirva como ejemplo o aclaración)
Los países europeos habían podido estabilizar esta zona, quedan solo la marginalidad como un
factor residual dentro de una sociedad globalmente integrada. Para todo ello, se ejercía una tutela
sobre los necesitados, que al mismo tiempo les proporciona ayuda-asistencia y los mantiene en una
relación de interdependencia con su entorno. Se eliminaba la incertidumbre de aquellos que estaban
en zona de vulnerabilidad con una amplia protección, que determinaba que los que quedaban por
fuera se calificaran de ‘marginales’ (los dejados de lado a cuenta del progreso; los que no ha podido
o no han querido someterse a las presiones del desarrollo).
La gente vulnerable había logrado hasta un cierto estatus social, sin duda inferior a los estatus
normales (dependen del lugar ocupado en el proceso de producción), pero que gracias a la
utilización regular de los derechos de asistencia y de servicios sociales, logran satisfacer sus
necesidades.
Al marginal en cambio, se los busca institucionalizar en espacios cerrados o separados. Se les
provee también un status, pero sobre la base de una deficiencia que justificaría un régimen especial
y un tratamiento en hospicios, geriátricos, establecimientos para menores, psiquiátricos, etc.
El cambio en los últimos años es que refloto la zona de la vulnerabilidad (en tanto precarización del
trabajo y fragilización de los soportes relacionales); renueva el desarrollo de esa zona inestable
entre la integración y la exclusión. Así se plantea el problema de la precarización del trabajo, los
empleos atípicos, contratos flexibles, el “hacer algo antes que nada” (sea lo que eso fuere), etc. Se
inserta a la gente, pero no se la logra integrar; el vínculo social que se esfuerza por reconstituir es
más laxo y corre peligro de ser más frágil (que las interdependencias que inscriben a un individuo
en un empleo estable y en una red interrelacional fuerte). Mantener esos ciclos de trabajo/no-trabajo
no representa una verdadera integración.
La precarización laboral se acompaña de un deterioro en los soportes relacionales que aseguren una
protección mínima. La inserción del individuo depende al mismo tiempo de su inscripción en la
familia y en una red relacional más amplia. Se da una restricción de las protecciones que la familia
garantizaba, y se fragiliza su estructura.
Una vez instalado, el Sistema Psíquico Organizacional deviene autónomo con respecto a los
individuos que han contribuido a su creación (moldeara a cada individuo nuevo que llegue; si
querés mantenerte allí tenés que adaptarte, o sino irte). De sistema producido pasa a ser sistema
productor, en el sentido que tiende a influir en el funcionamiento psíquico de los empleados y en el
funcionamiento de la organización.
Es precisamente en el proceso de ajuste entre el individuo y la organización, entre el aparato
psíquico y el funcionamiento de la organización, donde interviene el sistema psíquico
organizacional, que se encuentra en el cruce entre dos movimientos:
- Representa lo que es común al conjunto de los aparatos psíquicos individuales (producción
psíquica colectiva).
- Forma parte del funcionamiento de la organización y se impone a los individuos que la
componen, obligándoles e incitándoles a pensar y a comportarse de determinada manera; se
los obliga a identificarse con los modelos propuestos, a interiorizar el sistema de valores, a
ajustar su comportamiento a las reglas y procedimientos, a incorporar los hábitos de la
organización (producción organizacional)
Hoy en día, no todo el mundo comparte el punto de vista según el cual las victimas del desempleo,
la pobreza y la exclusión social, son víctimas de una injusticia; se da una disociación entre
sufrimiento e injusticia, lo cual nos lleva a movilizarnos por la infelicidad infringida al otro. El
sufrimiento puede justificar la compasión, la piedad, o la caridad; pero no desencadena
necesariamente la indignación o convocatoria a la acción colectiva. El sufrimiento suscita un
movimiento de protesta solo en caso que se establezca una asociación entre la percepción del
sufrimiento del otro, y la convicción que dicho sufrimiento es causado por una injusticia.
Las personas que disocian la percepción del sufrimiento del otro y el sentimiento de indignación
que implicaría el reconocimiento de una injusticia, suelen adoptar una postura de resignación. No
habría injusticia, sino tan solo un fenómeno sistémico, económico, en el cual no tendríamos
injerencia. Y como la justicia o la injusticia implican en primer lugar la pregunta por la
responsabilidad personal en ello, se dispara esta defensa de la que habla Dejours.
DEVOLUCION INST.
Siempre el abordaje del Psi institucional esta relacionado con el impedimento del cumplimiento de
la tarea primaria o bien conflictos en las relaciones onterpersonales de los miembros de la
organización. La devolución institucional es un instrumento de abordajeque utilizamos para poner
en palabras el padecimiento que los consultantes manifiestan al momenton del pedido de consulta.
Encuentro en el que algo de lo dicho de los consultantes será devuelto con el objetivo de encotrar
una salida al malestar inicialmente planteado
La devolución diagnostica permite comunicar a todos los participantes de la institución con palabras
practicas algo del padecimiento que sufren y se propone alternativas para elaborarlo que será
llevado a cabo con el equipo consultor. Bleger indica que se debe incluir la ética profesional,
respetando el secreto profesional y la confianza obtenida de los participantes. Todo se debe plantear
de forma clara. Freud: Hacer buen manerjo de la información ya que no toda la info puede ser
elaborada en el mismo momento, por ello no trabajar con tiempos absolutos.
La devol debe tener como objetivo la promoción de la salud mental de los sujetos. Que este
encuentro permita la salida al mal estar, se deben indicar los conflictos sin tomar posición frente a
ellos y señalando una posible solución de los mismos. Desde la posición ética se busca la reflexión
que permita poner fin al mal estar del sujeto. La institución saludable será aquella que posea
conciencia de sus problemas y los pueda manejar con cierta dinámica, no la que sea carente de
conflictos ya que los mismos son inherentes a ella.
ENCUADRE (BLEGER)
Encuadre
Bleger considera que lo fundamental en la estrategia de trabajo del psicólogo institucional es el
“Encuadre de la tarea”. Este es la fijación de ciertas condiciones constantes dentro de las cuales se
pueden controlar las variables del fenómeno que queremos estudiar. La observación debe ser
realizada en este conjunto de condiciones llamado Encuadre; se fija el mayor número de variables
posibles como constantes (con limites fijos hay más seguridad en el análisis). El Encuadre nos sirve
tanto como medio de estandarización, como de sistema de referencia de lo observado.
No se debe dejar sin aclaración previa ningún detalle del encuadre de la tarea; tampoco se debe dar
lugar a la ambigüedad o a los sobreentendidos tácitos (deben ser siempre explicitados).
A Bleger lo que más le interesa del encuadre es la relación del psicólogo con la institución: salario,
objetivos, honorarios, tiempo de trabajo, etc.
La técnica del encuadre está formada por un conjunto de operaciones y condiciones fijadas:
- El psicólogo debe cumplir con la “actitud clínica”, que consiste en el manejo de un cierto
grado de disociación instrumental (que le permita identificarse con las personas, y a la vez
mantener con ellos una cierta distancia que haga que no se vea implicado en los sucesos
estudiados).
- Se deben establecer relaciones explicitas y claras en todo lo que atañe a la función
profesional.
- Se debe esclarecer el carácter de la tarea profesional a realizarse, eludiendo las exigencias
que no puedan cumplirse o que estén fuera de nuestra función.
- Se debe esclarecer el carácter de nuestra tarea profesional a todos los individuos y grupos.
- Se debe establecer en forma previa, definida y clara, el carácter de la información de los
resultados, tanto como los grupos y personas a quienes irá dirigida dicha información.
- Se debe respetar el secreto profesional y lealtad. Lo que atañe a cada grupo no será tratado
sino con ellos en forma exclusiva.
- Se deben limitar los contactos extraprofesionales con los analizados al mínimo.
- No se debe tomar partido por ningún sector/posición.
- No debemos dirigir, administrar, ejecutar, educar, decidir. El asesoramiento y la actividad
profesional son nuestras únicas tareas. Solo problematizamos y ayudamos a comprender los
problemas existentes.
- Se deben tomar en cuenta que las autoridades de una institución se pueden sentir afectadas
por tener que recurrir a otro profesional (es decir, al psicólogo institucional).
- No se debe fomentar la dependencia del psicólogo institucional, sino todo lo contrario.
- No se debe tomar como índice de evaluación de la tarea profesional el progreso de la
institución en sus objetivos, sino el grado de comprensión/insight, de independencia, y de
mejoramiento de las relaciones.
- Se debe tener en cuenta los momentos apropiados de suministrar información, y la cantidad
de la misma.
- Se debe considerar ‘sana’ a una institución cuando es capaz de explicitar sus conflictos y
poseer los medios de arbitrar medidas para su resolución. El grado de dinámica de una
institución está dado, no por la ausencia de conflictos, sino por la posibilidad y capacidad de
explicitarlos, manejarlos y resolverlos dentro del marco institucional. Cuanto más bajo sea el
grado de dinámica de una institución, más se verá atacado el encuadre del psicólogo, y más
hechos que comprometan al psicólogo como persona (y no como profesional) ocurrirán.
PSICOHIGIENE
El objetivo del psicólogo institucional siempre tiene que ser la psicohigiene, esto es lograr la mejor
organización y las condiciones que tienden a promover salud y bienestar de los integrantes de la
institución. El mismo no decide, no resuelve ni ejecuta, es decir, no puede en base a su diagnóstico
dirigir o coordinar acciones directas sobre los integrantes de la institución, su rol no es ni coercitivo,
ni del sometimiento ni de la deshumanización, el objetivo y el rol siempre tiene que ser en pos de la
salud de las relaciones interpersonales y del asesoramiento.
1° No se debe aceptar en ningún caso el trabajo en una institución con cuyos objetivos el psicólogo
no esté de acuerdo o entre en conflicto.
2° No debe aceptar una tarea profesional si está demasiado incluido o participa en la organización o
el movimiento ideológico de la institución. A menos que el profesional sepa demarcar una distancia
entre el análisis y su postura.
3° No puede ni debe aceptar trabajo en ninguna institución a la que rechaza, con el ánimo oculto de
torcer sus objetivos o sus procedimientos.
4° Los objetivos de la institución no son sus objetivos profesionales. El psicólogo tiene objetivos
específicos a los cuales intervenir, siendo estos los representantes emergentes del problema, dado
que no se puede trabajar con todos los integrantes de la institución. El profesional tiene que analizar
y acotar los puntos de inflexión y conflicto de la organización e intervenirlos, quedando de esa
manera en calidad de asesor o consultor con total independencia profesional.
GRUPO PRIMARIO
GRUPO SECUNDARIO
GRUPO ESTEREOTIPADO