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2do. parcial.

Consigna
 Defina los 4 conceptos extraídos al azar. La definición debe ser clara, considerando los
planteos del autor correspondiente y utilizando sus propias palabras. No puntúa más repetir
palabras exactas del autor (repetir de memoria) si no se da cuenta de que se ha comprendido
el concepto. Cada definición vale 1,5 puntos.
 Elija 2 de esos 4 conceptos y articúlelos. El ejemplo puede ser escrito dentro de la misma
respuesta de definición del concepto (quedarían 4 ítems) o como un ítem diferenciado
(quedarían 6 ítems). Cualquiera sea la forma que elija de escribir el ejemplo, cada uno con
su correspondiente argumentación vale 2 puntos

CULTURA (FREUD)
Freud plantea a la Cultura como toda la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida
de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente
a la naturaleza, y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres (aglutinando a los
individuos en comunidades cohesionadas, dotadas de poder legítimo; esta sustitución del poder del
individuo por el de la comunidad es el paso cultural decisivo; se busca que no se quebrante el orden
jurídico a favor del más fuerte). Se construye un derecho al que todos contribuyeron sacrificando su
impulso instintivo personal.
La cultura está dada por la primera tentativa de reglamentar las relaciones sociales. SI tal intento
falla se da esta arbitrariedad del individuo más fuerte
La cultura surge inicialmente con la capacidad del hombre para dominar y cultivar la tierra en
beneficio propio, con la capacidad de instaurar la limpieza, la higiene y el orden. Una cultura se
reconoce, luego, porque valoriza las producciones intelectuales, científicas y artísticas, incluida la
religión.

Las normas sociales cumplen una doble función: por un lado, están vinculadas a dominar a la
naturaleza del mundo exterior. Asimismo, la otra función será la de controlar aquellas pulsiones
humanas que pujan continuamente por romper las normas sociales; el humano intenta mantener el
equilibrio entre la exigencia de esta renuncia pulsional, y su intento de defender su libertad
individual.
La subjetividad individual es para Freud el mayor peligro que enfrenta la cultura, a punto tal que
considera que no hay vida humana en común si no predomina el poder de la comunidad por sobre el
del individuo.

La cultura es pensada por Freud como la multiplicidad de instituciones y organizaciones que


garantizan la continuidad cultural como proyecto civilizatorio. Tal como nos ha sido impuesta, la
vida nos resulta pesada, sufriente, decepcionante. La ineficacia cultural constituye una fuente de
sufrimiento pasible de ser disminuido episódicamente, apelando a satisfacciones sustitutivas, al uso
de drogas, al yoga, al aislamiento, a la sublimación, al amor.
Podemos distinguir salidas negativas de búsquedas positivas:
- Salidas negativas: hay salidas de ese sufrimiento para la neurosis (sublimaciones,
someterse al principio del placer, sustancias) y para la psicosis (delirios).
- Búsquedas positivas: además de las salidas, hay la búsqueda de la dicha: el amor,
el goce de la belleza, etc.

3 FUENTES DE SUFRIMIENTO (FREUD)


3 FUENTES DE SUFRIMIENTO (FREUD)
1. Freud señala tres fuentes de donde proviene el sufrimiento humano. Una de ellas, por la cual al
hombre le resulta tan difícil ser feliz, tiene relación con la caducidad de nuestro cuerpo. No
obstante el horror que nos produce lo perecedero de nuestro cuerpo en él hay belleza, belleza que
por milenios los artistas han tratado de representar, sin lograrlo por cierto
2. incapacidad para dominar completamente la Naturaleza. Nuestro organismo, que forma parte de
ella, está sometido a sus leyes por lo que es preciso reconocer lo limitado de nuestra capacidad
frente a ella. Tenemos los seres vivientes un cuerpo de naturaleza perecedera. Un cuerpo que
irremediablemente "condenado a la decadencia y a la aniquilación, ni siquiera puede prescindir de
los signos de alarma que representan el dolor y la angustia" Supresión pulsional
3. origen social, proveniente de la insuficiencia de métodos para regular nuestras relaciones
sociales. No hay duda de que para una sociedad las actividades y valores culturales son útiles para
el ser humano en tanto estén puestas a su servicio, especialmente para su protección y
conservación. Una cosa es que el avance de la cultura imponga a los seres humanos actitudes y
comportamientos que parecen útiles y otra es que en verdad lo sean. Es el caso de la belleza, en la
que el carácter de lo conveniente podría anteponerse a lo útil. Si pudiéramos incluso admitir la
utilidad de la belleza, ella en sí misma no explica el afán de la cultura por conquistarla, lo que no
quiere decir que se
desconozca como posibilidad de ser fuente de goce.

RENUNCIA PULSIONAL (FREUD)


DIFICULTADES PARA PENSAR LA INSTITUCION (KAÊS)
Dificultad para pensar la institución
Kaës sitúa tres conjuntos de dificultades para constituir la institución como un objeto de
pensamiento:
- El primer conjunto de dificultades (contenido de pensamiento): concierne a
los fundamentos narcisistas y objetales de nuestra posición de sujetos
comprometidos en la institución. En la institución somos movilizados en las
relaciones de objetos parciales idealizados y persecutorios. Experimentamos
nuestra dependencia en las identificaciones imaginarias y simbólicas que
mantienen armada la cadena institucional.

- El segundo conjunto de dificultades (no si-mismo del sujeto): No podemos


pensar la institución, en su dimensión de trasfondo de nuestra subjetividad, si no
es en el tiempo inmediatamente siguiente a una ruptura catastrófica del marco
mudo que ella constituye para la vida y los procesos psíquicos.
Aquí nos vemos enfrentados no solamente a la dificultad de pensar aquello que
nos piensa y nos habla (la institución nos precede, y nos inscribe y sitúa en sus
vínculos y discursos), sino también que la institución nos estructura (sostiene
nuestra identidad y nuestro psiquismo).
Se trata de pensar aquello que germina en un fuera de nosotros que es una parte
de nosotros. Parte de nuestro inconsciente (un trasfondo irreductible a partir del
cual se organiza nuestra vida psíquica) está formado a partir de nuestra vida
institucional, le pertenece a las instituciones en las que él se apuntala; una parte
de nuestro inconsciente no es de nuestra propiedad únicamente.

- El tercer conjunto de dificultades: no concierne ya al pensamiento de la


institución como objeto o como no sí-mismo en el sujeto (parte del aparato
psíquico que no nos pertenece privadamente), sino a la institución como sistema
de vinculación, en el cual el sujeto es parte interviniente y parte constituyente.
Debido a estas dificultades, en las instituciones se cumple un esfuerzo constante
para construir una representación de las instituciones. Su papel consiste en curar
la herida narcisista, eludir la angustia del caos, justificar y mantener las costas de
identificación, sostener la función de los ideales y de los ídolos.
Es Freud quien, en las últimas páginas
de “Tótem y Tabú”, sostiene que el
inconsciente está constituido en parte
Estamos siempre forzados a pensar la institución porque la institución no se por la transmisión intergeneracional de
las formaciones y procesos psíquicos.
impone ya contra la irrupción de lo impensado y del caos; porque nuestra En “Psicología de las masas y análisis
del Yo” admite la institución como dato
relación practica con las instituciones ha cambiado; porque se desacralizan y primario de la identificación y la
formación del Yo (basando su
explicación en las dos instituciones
fundamentales: Iglesia y Ejército).
resacralizan incesantemente.
Nos ponen de entrada frente a la angustia que genera el acrecentamiento de energía desligada que la
desagregación de la institución pone en movimiento, lo cual revela su función de vinculación. No
podemos pensar este nivel de la función psíquica de la institución cuando no es desde su fracaso
(perturbador para el sujeto).
La institución nos pone frente a una cuarta herida narcisista (se suma a la de Copérnico
“descentralización del hombre en el espacio”, la de Darwin “descentralización del hombre en la
especie”, y la de Freud “descentralización del hombre en la concepción de sí misma”): hemos
tenido que admitir que la vida psíquica no está centrada exclusivamente en un inconsciente
personal, que sería una especie de propiedad privada del sujeto; una parte de él mismo, que lo afecta
en su identidad y que compone su inconsciente, no le pertenece en propiedad, sino a las
instituciones en que él se apuntala y que se sostienen por ese apuntalamiento. Una parte del aparato
psíquico se genera en relación con el entorno social; una parte de nosotros es un “no si-mismo”;
este es el más poderoso vínculo que tenemos con las instituciones.

La institución precede al individuo singular y lo introduce en el orden de la subjetividad,


predisponiendo las estructuras de la simbolización: mediante la presentación de la ley, mediante la
introducción al lenguaje articulado, mediante la disposición y los procedimientos de adquisición de
los puntos de referencia identificatorios.

Para cumplir con sus funciones específicas, no psíquicas, la institución tiene que movilizar
formaciones y procesos psíquicos. Estas formaciones constituyen la posibilidad de espacios
psíquicos conocidos y compartidos. Suponen la construcción, utilización o regulación de un aparato
psíquico de enlace, transmisión y transformación: Kaës lo llama Aparato psíquico grupal (o de
agrupamiento).
Desde ese momento se organizan dos niveles lógicos que el análisis debe tomar en consideración y
de los cuales debe dar cuenta: el de la realidad psíquica del sujeto singular, y el de la realidad
psíquica que emerge como efecto del agrupamiento.

Es Freud quien, en las últimas páginas de “Tótem y Tabú”, sostiene que el inconsciente está
constituido en parte por la transmisión intergeneracional de las formaciones y procesos psíquicos.
En “Psicología de las masas y análisis del Yo” admite la institución como dato primario de la
identificación y la formación del Yo (basando su explicación en las dos instituciones

FORMACION INTERMEDIARIA (KAÊS)


Formaciones intermediarias
Las formaciones intermediarias constituyen espacios psíquicos comunes (de carácter bifronte,
compartidos por el sujeto y los otros) de las instituciones; estas fomentan, producen y administran
estas formaciones intermediarias, a partir de las cargas que exige de sus sujetos.
Las “formaciones psíquicas intermediarias entre el espacio psíquico del sujeto singular y el
espacio psíquico del agrupamiento institucional” son alianzas inconscientes, contratos, pactos que
dan consistencia a la realidad del lazo institucional. Hacen, a partir de la heterogeneidad, un vínculo
de unión.
Son formaciones psíquicas originarias que no pertenecen como propiedad ni al sujeto singular ni al
grupo, sino a la relación entre ellos. Un ejemplo lo constituye el “líder” que cumple funciones
psíquicas de intermediación y encarna esta función.
Las formaciones intermediarias contribuyen al fundamento psíquico de los conjuntos sociales, a la
vez que constituyen el fundamento de nuestra psique. Tienen que ver con el reparto del placer y los
medios puestos en común mediante la realización del deseo, la renuncia pulsional exigida por el
advenimiento de la comunidad y la seguridad de sus sujetos; la reciprocidad de las cargas narcisistas
y de las representaciones, que aseguran la continuidad del trasfondo colectivo sobre el cual se
despliega la pertenencia y la identidad; por último, el acuerdo inconsciente sobre lo que debe
mantenerse en la represión para que las condiciones psíquicas y sociales del vínculo se mantengan
en la forma de agrupamiento que lo constituyó.
Las formaciones intermediarias ligan el espacio psíquico singular de los sujetos al espacio psíquico
común de la institución: lo afecta, por consiguiente, en aspectos fundamentales de su vida.

Cada una de estas formaciones asegura, solidariamente con las otras, las condiciones psíquicas de la
existencia y vida de la institución. Actúan como una especie de puente, que une a la parte con el
todo; así aseguran la existencia, vida y permanencia de la institución.
Toda crisis, toda falla de estas formaciones intermediarias, pone en cuestión la institución y la
relación de cada uno con la institución; anula los contratos, pactos, acuerdos y consensos
inconscientes; libera energías mantenidas en sus redes o paraliza cualquier invención vital de
nuevas relaciones.

Las formaciones intermediarias que sostienen la relación necesaria entre el sujeto singular y el
conjunto son:
- La identificación
- Renuncia pulsional y advenimiento de la comunidad civilizada
- Ideal del Yo
- Grupo
- La comunidad de síntomas, de defensas y de ideales
- El co-apuntalamiento
- Contrato narcisista
- Pacto de negación

PACTO DE NEGACION (KAÊS)


La estructura de una institución nos conduce a generar espacios de ocultación. Parecería que el
grupo humano no puede formarse si no es manteniendo zonas de oscuridad profunda. Kaës llama
Pacto de negación a la formación intermediaria que, en todo vínculo (pareja, grupo, familia,
institución), condena al destino de la represión, de la negación, a ciertas cosas/temáticas que
vendrían a poner en cuestión la formación y el mantenimiento de ese vínculo, (por lo que se las
mantiene en lo irrepresentado y en lo imperceptible).
El pacto de negación, formación intermediaria, tiende a negar todo aquello que ponga en cuestión el
vínculo del sujeto con la institución. Por tanto puede considerarse el pacto de negación como el
correlato, la contracara y complemento, del contrato narcisista.
Es un pacto o acuerdo inconsciente entre los sujetos afectados por el establecimiento de un
consenso, destinado a asegurar la estructura del vínculo y a mantener los espacios psíquicos
comunes, necesarios para la subsistencia de ciertas funciones ancladas en la intersubjetividad.
El pacto hace callar a los diferentes; a esto se debe que sea un pacto cuyo enunciado no se formula
nunca. Acuerdo tácito sobre un devenir divisor; acuerdo que es, y debe seguir siendo, inconsciente.

CONTRATO NARCISISTA (KAÊS)


El concepto de Contrato narcisista explica las relaciones correlativas del Los padres hacen a su hijo el
portador de sus sueños de
individuo y el conjunto social: cada recién llegado a la organización tiene que deseo no realizados; el
narcisismo primario del hijo se
cargar al conjunto como portador de la continuidad; el conjunto sostiene un apoya en el de sus padres. A
cada niño se le asigna la misión
lugar para el elemento nuevo (para el sujeto que recién llega a la de asegurar la continuidad
narcisista de la generación.
organización).
El contrato narcisista exige que cada sujeto singular ocupe un lugar simbólico
inconsciente ofrecido por el grupo, y significado por el conjunto de las voces que, antes de cada
sujeto, desarrollaron un discurso conforme al mito fundador del grupo. Cada sujeto tiene que
retomar este discurso de alguna manera; es mediante él que se conecta con el antepasado fundador.
El grupo social nos inviste libidinalmente, nos catectiza cuando entramos a la institución, a cambio
de que cumplamos determinado papel/lugar simbólico (no se refiere a un rol institucional). Así se
incluye lo semejante y se excluye lo diferente, el intruso o el enemigo.
El contrato narcisista obliga a mantenerse juntos a los elementos que en sí mismos son
incongruentes; los naturaliza en su espacio propio. Esto es lo que dice el mito: dice el origen,
proporciona una matriz identificatoria y un código, por precario que sea, para afrontar la relación de
lo desconocido. Permite pensar el horror primordial y el caos contra el cual la institución nos
protege. El mito fija el relato de ese tiempo de los orígenes, y define la relación de cada uno con el
antepasado fundador y con la genealogía filiativa que él emana. La adherencia narcisista al objeto
institucional común concierne al origen común de los sujetos ligados en el fantasma familiar.
Cuando la institución no sostiene más el narcisismo de sus sujetos (cuando, por ejemplo la tarea
primaria de la institución los expone a peligros violentos) la institución resulta también atacada.

Son conocidas las peripecias cotidianas en las instituciones de enseñanza o de formación cuando se
trata de reformar los programas, o las técnicas de atención en las instituciones
terapéuticas. El objeto narcisista común corre el riesgo, si se privatiza, de destruir Uno recubre lo negativo
de la institución (pacto de
a la comunidad. Reformar es refundar; por consiguiente es destruir, en el negación); el otro es la
parte positiva que
fantasma, la comunidad institucional. sostiene la pertenencia a
la institución (contrato
narcisista).

Uno recubre lo negativo de la institución (pacto de negación); el otro es la parte


positiva que sostiene la pertenencia a la institución (contrato narcisista).

CUARTA HERIDA NARCISISTA (KAÊS)


La institución nos pone frente a una cuarta herida narcisista (se suma a la de Copérnico
“descentralización del hombre en el espacio”, la de Darwin “descentralización del hombre en la
especie”, y la de Freud “descentralización del hombre en la concepción de sí misma”): hemos
tenido que admitir que la vida psíquica no está centrada exclusivamente en un inconsciente
personal, que sería una especie de propiedad privada del sujeto; una parte de él mismo, que lo afecta
en su identidad y que compone su inconsciente, no le pertenece en propiedad, sino a las
instituciones en que él se apuntala y que se sostienen por ese apuntalamiento. Una parte del aparato
psíquico se genera en relación con el entorno social; una parte de nosotros es un “no si-mismo”;
este es el más poderoso vínculo que tenemos con las instituciones.

La institución precede al individuo singular y lo introduce en el orden de la subjetividad,


predisponiendo las estructuras de la simbolización: mediante la presentación de la ley, mediante la
introducción al lenguaje articulado, mediante la disposición y los procedimientos de adquisición de
los puntos de referencia identificatorios.

Para cumplir con sus funciones específicas, no psíquicas, la institución tiene que movilizar
formaciones y procesos psíquicos. Estas formaciones constituyen la posibilidad de espacios
psíquicos conocidos y compartidos. Suponen la construcción, utilización o regulación de un aparato
psíquico de enlace, transmisión y transformación: Kaës lo llama Aparato psíquico grupal (o de
agrupamiento).
Desde ese momento se organizan dos niveles lógicos que el análisis debe tomar en consideración y
de los cuales debe dar cuenta: el de la realidad psíquica del sujeto singular, y el de la realidad
psíquica que emerge como efecto del agrupamiento.

1ER. FUENTE DE SUFRIMIENTO INSTITUCIONAL (KAÊS)


1° fuente: cualquier organizacion, ya es estructural el sufrimiento, por la distribucion de poder, los
contratos, relaciones asimetricas y demas. Segunda fuente: Si es por exceso cualquier institucion
total (carcel, psiquiatrico) ya que borra al sujeto, si es por falla de la institucion, por ej la crisis
argentina del 2001, donde todo fue un caos, la base que nos da la identidad se cayo. Por ultimo la
tercer fuente va a depender de las herramientas, o recursos q tenga el sujeto para soportar el
sufrimiento, un ejemplo seria trabajar en un call center, o McDonald's, no todos pueden soportar
esas tensiones.
2DA. FUENTE DE SUFRIMIENTO INSTITUCIONAL (KAÊS)
2°: la relacionas con el texto de Loicano donde dice que los niños infractores de la ley que son
institucionalizados, nos permite comprender que la institución ( en este caso la cárcel) tiene dos
objetivos uno explicito ( que es la resociabilizacion . reeducar, rehabilitar - seria la tarea primaria-)
y implícito (reproducción del orden social existente).
Este objetivo implicito dificulta la tarea primaria, ya que es opuesta a ella, generando la fuente de
sufrimiento. ( también podrías usarlo de ejemplo en pacto de negación)
3RA. FUENTE DE SUFRIMIENTO INSTITUCIONAL (KAÊS)
3°: lo pensé; como determina institución, echa a un empleado, generando en una parte de los
compañeros felicidad, en la otra parte sufrimiento, pero un sufrimiento diferente al que pesa sobre
el sujeto que ha sido echado, y este a su vez diferente al sufrimiento de la familia del sujeto. así
demostrarías como un mismo hecho institucional, causa diferentes sufrimientos. ( creo que hay que
darle otra vuelta igual, ahora no estoy muy seguro de este xD)
ACTO PODER
Acto poder/Movimiento de apropiación del acto
Es un movimiento psíquico espontaneo y no consciente por el cual el autor de un acto tiende a
querer apropiarse de un poder sobre su acto. El autor es conducido de manera no consciente a
conservar el poder sobre su acto, y sobre sus efectos, las consecuencias o el producto de ese acto.
Mendel plantea la hipótesis de la existencia de una determinada fuerza antropológica, llamada
“Actopoder” o “Movimiento de apropiación del acto”, que nos lleva a desear tener el dominio sobre
el proceso de nuestros actos, decidir la forma de su realización, seguir y controlar sus efectos.
Nunca se llega arecuperar el acto, pero no podemos dejar de tratar de recuperarlo; un poder absoluto
es inalcanzable, pero es un punto asintótico al cual tendemos.

Mendel se refiere a un poder diferente a la idea común de control o actuar sobre otros. Esa
dimensión no es la única; junto a ella está esta dimensión del poder, tan importante como aquella,
que es la del poder sobre nuestros propios actos. No es la agresividad en la relación con el otro; no
es un poder sobre alguien.
No es la posesión de una aptitud, difícil de tener, por parte de un técnico, con la cual extorsiona a
sus jefes para que le suban el sueldo; esto implicaría a los actores que, para acrecentar su poder en
la organización, recurren al carácter indispensable de una especialidad técnica, a la retención de la
información. Pero este es un poder que no está dirigido hacia el trabajo en cuanto tal; acá el trabajo
es un arma (un medio y no un fin en sí mismo) para negociar la posición en la organización.
Esta realidad no es excluyente con la que plantea Mendel sobre el acto: sucede que cuanto más
bloqueado este el movimiento de apropiación del acto, tanto menor será el interés por el trabajo en
sí mismo, y más se recurrirá a estrategias de poder sobre los otros.
Lo que nos interesa concretamente es el poder institucional del sujeto con respecto a su acto de
trabajo, y no el poder institucional del sujeto con respecto al otro. Lo primario en una empresa es la
producción y el trabajo, y secundariamente, puede pasar que haya manejos y especulaciones.

Da la impresión de que uno no pudiese llegar a tener verdadera consciencia del movimiento de
apropiación del acto. Ese es un punto ciego con respecto a la relación de poder del sujeto con su
acto, con su hacer, con su acción.

El origen de la misma no es psicológico sino orgánico. Tiene relación con lo que los neurólogos
llaman la imagen del propio cuerpo: todo parece suceder como si todos vivenciáramos nuestros
actos como perteneciendo aun a esa imagen, como siendo parte del cuerpo. De allí la necesidad de
reincorporarlos o reapropiárnoslos. Esa fuerza deviene psicológica secundariamente.
La psicosocialidad se desarrollaría en el seno mismo de esa contradicción debido a la conflictiva
confrontación entre esa fuerza antropológica y la resistencia de las estructuras sociales. La
democracia es evidentemente la participación de todos y cada uno en lo que concierne a las
estructuras sociales. Todo movimiento de apropiación del acto constituye una manifestación del
sujeto en la cual afirma su autonomía contra la autoridad, y contra su sentimiento inconsciente de
culpa (que siempre estará atando nuestra autonomía).
Los grupos homogéneos demuestran un interés espontaneo por el propio acto de trabajo; se desea
comprenderlo, dominarlo mejor, realizar un seguimiento de sus efectos dentro del conjunto de la
empresa, percibir como se coordina con los otros actos parciales de trabajo en la institución. Así se
va logrando la integración del acto global de la institución. Se neutraliza así el efecto alienante,
divisor, de la división del trabajo. Siempre hay un movimiento contrario a este mayor poder sobre el
acto (por el domino del acto parcial propio), que podría considerarse un retroceso; esto es porque el
inconsciente lo vive como un enfrentamiento con la autoridad de los padres, lo cual produce culpa;
esto no se interpreta, sino que se les dice a los sujetos que es normal y común retroceder cada tanto
.

YO PSICOSOCIAL
Yo Psicosocial
La personalidad psicosocial es el producto psicológico del encuentro, desde los tiempos de la
infancia, entre el Movimiento de apropiación del acto y el entorno social.

YO PSICOFAMILIAR
Yo Psicofamiliar
Se pueden distinguir en el individuo dos personalidades: “Personalidad Psicofamiliar” (es de la que
nos habla el psicoanálisis) y “Personalidad Psicosocial”. Ambas entran en conflicto y contradicción;
por ello es necesaria la intervención sociopsicoanalítica.
Es la personalidad que el sujeto desarrolla a partir del entorno familiar, con las identificaciones
parentales, el conflicto edípico, etc. Es una primera visión del mundo, la cual es irracional e
inconsciente en gran parte. Es gracias a ella que la estructura de las relaciones sociales y de la
sociedad es la de la familia. Las figuras de autoridad se pondrán en serie con la autoridad
internalizada de los padres (se da un miedo a perder su amor y apoyo; esto es disparado por el
sentimiento inconsciente de culpa ante actos autónomos que se oponen a la autoridad); la sociedad
se pondrá en serie con la estructura familiar del sujeto.
Es imprudente elegir a la familia como modelo paradigmático de las relaciones sociales. La familia
internalizada del sujeto interviene activamente en todo momento de la vida social del sujeto para
recodificar, en términos familiaristas, las relaciones sociales.
Es la dimensión psicológica inconsciente que aparece constantemente en las intervenciones del
Sociopsicoanálisis, y que contradicen a la psicología social del sujeto. Este bloque psíquico original,
en el cual se amalgaman familia inconsciente y sociedad, marca el movimiento de apropiación del
acto con el sello de “sacrilegio”; ese movimiento deviene un pecado. Si bien nunca se elude
completamente los lazos de lo psicosocial con lo psicofamiliar, se trabaja en pos de desarrollar la
otra personalidad, y así sacarle fuerza al sentimiento de culpa que impide comportarse de manera
autónoma frente a la autoridad, y poder apropiarse del propio acto.

GRUPOS HOMOGENEOS
Grupos homogéneos
En la intervención sociopsicoanalítica, el colectivo social está definido por varias características: es
un grupo de trabajadores de la misma institución laboral; ese grupo está ubicado en el mismo nivel
respecto de la división técnica y jerárquica del trabajo. Se trabaja pues, con grupos homogéneos, no
heterogéneos.
La concertación tiene lugar dentro de los grupos homogéneos cuya homogeneidad este definida por
el lugar que ocupan en la división del trabajo. Por ejemplo, en una empresa de transportes públicos
habría un grupo de choferes, un grupo de operarios mecánicos, un grupo de personal administrativo,
etc.
No es un solo grupo al que se dirige la intervención sociopsicoanalítica, sino al conjunto de los
grupos del mismo tipo dentro de la institución.

TERCER CANAL DE COMUNICACIÓN


Tercer canal de comunicación
Es el dispositivo que plantea el sociopsicoanálisis para lograr la democratización de la vida social.
La intervención tiene como objetivo la integración en forma permanente del dispositivo
sociopsicoanalítico a la organización de trabajo. Este dispositivo constituye una especie de tercer
canal, tanto de concertación, como de expresión y de comunicación, paralelo a los dos canales
habituales (el canal jerárquico, y el de las instituciones representativas como los sindicatos).
La comunicación con otros grupos, de otro sector o nivel de jerarquía, siempre será indirecta y
mediatizada (informes escritos, o comunicadores que llevan el mensaje del grupo); los grupos
homogéneos no se enfrentan cara a cara. Siempre que se comunica algo se debe justificarlo, nunca
un “porque sí” ni ausencia de respuesta; toda respuesta de todo grupo debe estar acompañada de una
argumentación, sea cual fuera la comunicación. Así el dispositivo se convierte en una escuela de
racionalidad y serán los argumentos mejor fundamentados los que prevalecerán. Todos los grupos
tienen los mismos derechos a expresarse y los mismos deberes de contestar argumentando.
DEMOCRATIZACION
Democratización
Es, según Mendel, la única respuesta ante los problemas de la sociedad de masas, donde el vínculo
social se ha debilitado al igual que los valores tradicionales, y existen individuos cada vez más
aislados. Mendel propone a través del movimiento de apropiación del acto, reforzar el tejido social
y la personalidad del individuo en su sector psicosocial. A través de generar poder sobre el propio
acto se termina teniendo poder colectivo, ya que todo acto está relacionado con los otros y la
sociedad en su conjunto. Así se termina entendiendo al acto como colectivo y social.
Para el desarrollo de la fuerza antropológica que es el “Actopoder”, se requiere un funcionamiento
democrático de la estructura social, ya que la autoridad frena, oprime y sofoca el “Movimiento de
apropiación del acto” o “Actopoder”. El fenómeno-autoridad se expresa en lo social (las sociedades
tradicionales son autoritarias), a nivel familiar (la autoridad de los padres), y finalmente a nivel
psicológico (inconsciente; basa su fuerza en la culpabilización). Lo que puede reemplazar a la
autoridad desfalleciente del hombre actual, es el ejercicio de su movimiento de apropiación del
propio acto. Es un poder, no sobre otros, sino sobre el propio acto. Intentar tener ese poder sobre el
propio acto conduce, si las condiciones organizacionales lo permiten, a reconocer que nuestros actos
son colectivos, que son sociales.

Hay dos clases de democracia: la delegativa/representativa y la participativa. Una es la


prolongación de la otra, no se excluyen. Para que no se debilite la representativa se requiere
desarrollar la participativa.
La democracia representativa es aquella que conduce, a partir de elecciones libres, y a través de la
delegación del poder. Se va y se vota cada tanto tiempo, y en ese tiempo el elector no tiene otra
opción que tener que confiar en quien ha elegido.
La democracia participativa no es delegativa. El objetivo de la misma es la plena y completa
participación del conjunto de personas afectadas en sus vidas por un problema social, su
participación en una reflexión colectiva sobre ese problema, y también una participación en las
decisiones.

Mendel considera que la democracia participativa es la única respuesta posible a los problemas de
las sociedades de masa actuales. Solo ella puede reforzar el tejido social, y reforzar la personalidad
psicosocial del individuo. Si esta personalidad no se desarrolla, por los problemas de la época o
históricos, serán los individuos y la sociedad misma quienes sufrirán. La democracia participativa
no puede aplicarse a la sociedad global, pero si a las instituciones (definición de Mendel: espacio
físico puntual, preciso, de producción especializada, cualqueira sea esa producción; un espacio que
comprende varios niveles de división del trabajo) como empresas, organizaciones, establecimientos,
sindicatos, asociaciones; todos los espacios de la vida social en los que transcurre la existencia del
individuo.

SOCIOPSICOANALISIS
Sociopsicoanálisis
Corriente institucionalista (o método) que está guiada por el proyecto o la ambición de contribuir a
la democratización más amplia y más rica de la vida social. Se interviene en la situación real del
trabajo y en el lugar mismo de trabajo con grupos homogéneos buscando fomentar el movimiento
de apropiación del acto. Es decir que interviene en una institución, un espacio preciso, puntual de
producción especializada con varios niveles de división de la tarea. Su objetivo es la integración de
forma permanente del dispositivo sociopsicoanalítico como tercer canal de comunicación en la
organización de trabajo.
No es un proyecto fundado arbitrariamente, sino que responde a componentes antropológicos
universales, los cuales solo pueden desarrollarse en determinadas condiciones históricas y sociales.
Mendel se refiere a que existirían en todos nosotros una fuerza antropológica que nos lleva a desear
tener el dominio sobre el proceso de nuestros actos, decidir la forma de su realización, seguir y
controlar sus efectos. Esta fuerza que Mendel llama Actopoder, es la que sostiene la aspiración
democrática del Sociopsicoanálisis, ya que un sistema basado en la autoridad frena esta fuerza
antropológica.
La intervención del Sociopsicoanálisis se trata de una intervención en situación real de trabajo y en
el lugar mismo de trabajo. Se lleva a cabo la instalación de un dispositivo permanente, o lo más
duradero posible, de concertación y de comunicación.
El motor de la intervención es el movimiento de apropiación del acto. El interventor solo juega un
rol discreto como garante del dispositivo. No participa de las reuniones regulares; la supervisión es
para asegurar el buen funcionamiento del dispositivo y trabajar con los grupos que tienen
problemas.
Los grupos reflexionan, comparten sus experiencias, elaboran propuestas, emiten observaciones y
criticas; todo sobre su trabajo específico, ya que todos están en un mismo nivel de división del
trabajo (grupo homogéneo).

De esta manera los grupos homogéneos se conectan, a través de una situación real de trabajo, con la
lógica de lo social que atraviesa la institución (como la participación directa en una producción
social, estar sometidos a la división del trabajo, etc.).
PSICOLOGIA POLITICA
Psicología Política: término ambiguo que puede entenderse de 2 maneras:
- La psicología de la política: el análisis y la comprensión psicológica de los
comportamientos y procesos políticos
En realidad, aunque hagamos psicología de la
- La política de psicología (o la psicología en cuanto política, tendremos intereses en juego. El quehacer
psicológico, como cualquier otra actividad, está
política): representa unos determinados intereses sociales y condicionado por los intereses sociales en juego.
Baro dice que la psicología en Latinoamérica
por lo tanto, sirve como instrumento de poder social. siempre ha respondido a los intereses dominantes.

Baro se refiere en su texto a la primera acepción: la psicología de


la política. Se busca examinar el quehacer político de nuestras sociedades desde la perspectiva de la
psicología; es decir que su objeto de estudio puede ser el comportamiento de un presidente de un
país, o el desarrollo de una guerra psicológica, etc.
La psicología debe estudiar estos hechos porque son personas o grupos los que los realizan. Son
acontecimientos humanos, y sus actores están sometidos a los mismos determinismos y
condicionamientos cuando actúan en política que cuando conforman la familia, educan a sus hijos,
integran un equipo de trabajo, etc. Los hechos políticos se ven teñidos de los aspectos subjetivos
personales de las personas que los realizan. Cada persona actua políticamente diferente; otra
persona hubiera actuado políticamente de otra manera, de acuerdo a su psiquismo. Lo psíquico
puede así afectar el mundo de la política.

La psicología política se define como el estudio de los procesos psíquicos mediante los cuales las
personas y grupos conforman, luchan y ejercen el poder necesario para satisfacer determinados
intereses sociales en una formación social.
Tiene así una dirección bidireccional, atendiendo a los procesos psicológicos y políticos. Así como
las aptitudes cognoscitivas limitan y afectan la naturaleza del proceso de toma de decisiones
políticas, también la estructura y el proceso de la toma de decisiones políticas afectan las aptitudes
cognoscitivas.

La definición plantea tres componentes:

1) Intereses sociales: como la oposición de intereses que origina de manera concreta a las diferentes
clases sociales; son, por lo tanto, esos intereses sociales los que ponen en juego la actividad política.
Que un comportamiento sea político significa que desempeña un papel en la conformación social de
intereses de clase y grupales.
2) Articulación en procesos psíquicos: los intereses sociales son actuados en cada situación y
circunstancia por actores concretos, personas o grupos. Es esa mediación comportamental la que
interesa a la psicología política. Los intereses sociales se traducen en esquemas cognoscitivos o
valorativos de las personas, en principios, valores y actitudes, formas de hablar o decidir, en los
comportamientos, etc.
Si alguien firma la amnistía para salvaguardar la paz y la democracia, es porque tiene cierta
concepción de la ‘paz’ y la ‘democracia’, cierta valoración particular. Habría una jerarquía de
valores que influye en el accionar político.
3) Constitución, lucha y ejercicio del poder: como todo comportamiento político busca avanzar con
intereses sociales en el interior de una comunidad, se requiere poder para actuar. El poder se
entiende como la capacidad para imponer unos intereses frente a otros, contrarios, que se dan dentro
la misma comunidad.

En realidad, aunque hagamos psicología de la política, tendremos intereses en juego. El quehacer


psicológico, como cualquier otra actividad, está condicionado por los intereses sociales en juego.
Baro dice que la psicología en Latinoamérica siempre ha respondido a los intereses dominantes.

PROCESO DE MARGINALIZACION (CASTEL)


Sistema psíquico managerial
El hombre managerial se caracteriza por tener una moral de orgullo, de confianza en sí mismo y
agresividad bien controlada; dificultades para hablar de sí mismo, para expresar sus emociones,
para mencionar sus debilidades; la búsqueda de la perfección; un ideal de omnipotencia; un interés
en resolver problemas complejos.
Estos rasgos de personalidad corresponden perfectamente al ideal tipo buscado por la empresa
managerial.
Las correspondencias entre las estructuras mentales del hombre managerial y la estructura social de
estas organizaciones son tales que ya nadie sabe quién produjo a quien. La existencia de estas
correspondencias, su permanencia, nos lleva a plantear la hipótesis de un sistema psíquico
organizacional de tipo managerial.

Lo importante es recortar las características esenciales de este sistema organizacional en particular,


identificando el singular encadenamiento entre el nivel psíquico inconsciente (el deseo y la angustia
individuales), el nivel del sistema psíquico organizacional, y el nivel de las conductas socializadas
(el comportamiento en la empresa como ingeniero, técnico, manager, etc.). El deseo y el sufrimiento
psíquico son captados por imágenes organizacionales fantasmales, y más tarde reenviados al
manager en términos profesionales. El proceso se cierra cuando este último se aplicará a las
disposiciones propuestas por la organización a fin de reducir su angustia o satisfacer sus deseos:
esto es lo particular del Sistema Psíquico Managerial, esta circularidad.

El sistema psíquico organizacional transforma una angustia intrapsíquica ligada a la historia


personal del manager en ansiedad ligada a la situación de trabajo (la organización propone
situaciones que proyectan la angustia al exterior y canalizan las pulsiones hacia objetivos
productivos); la empresa coloca al manager en esa posición de ansiedad permanente, al tiempo que
le proporciona medios para combatirla mediante funcionamientos que sean útiles para la
organización y defensivos para el individuo. La angustia estructural, o miedo a perder el objeto
amado (en primer lugar perder a la madre, único garante de la vida del niño), se encuentra en la
relación del sujeto con la empresa: el sujeto se desgasta para no perder a su objeto de amor empresa,
donde siente tener un lugar privilegiado. Este es el contrato narcisista del que habla Kaës. El sujeto
no siente una oposición entre su interés y el de la organización; siente que trabaja para sí mismo (las
exigencias organizacionales están interiorizadas).
Así el individuo se entrega totalmente a su trabajo (creatividad, autonomía, inventiva, gasto de
energía), a su competición, a la acción. Este trabajo llega a ser una especie de droga, una necesidad
psíquica.

ZONA DE VULNERABILIDAD
Zona de vulnerabilidad
Castel propone ubicar a los marginales al final de un doble proceso: el desenganche en relación al
trabajo y en relación a la inserción relacional. Todo individuo puede ser evaluado en estos términos;
podes llegar a cada zona por caminos diferentes, pero Castel encuentra que estos grupos siempre
tienen esas 2 características en común en determinado grado.
Esto nos da varias posibilidades, delimitando tres zonas, las cuales tienen fronteras cambiantes; es
un esquema dinámico (las zonas no están dadas de una vez y para siempre; hay pasajes incesantes).
Estas son:
- Zona de integración: Trabajo estable y fuerte inscripción relacional. Tienen gran seguridad
en el empleo; están insertos en redes de dependencia. Pueden ser pobres pero “no plantean
un problema” (ej. Empleado doméstico, artesano) porque están integrados.
- Zona de vulnerabilidad: Trabajo precario y fragilidad de los soportes relacionales. Su
inestabilidad es crónica y siempre están en peligro de caer en la 3ra zona. Son trabajadores
intermitentes, sin reservas económicas y asalariados precarios. (ej. vendedores ambulantes,
vendedores de diarios).
- Zona de marginalidad o desafiliación: Ausencia de trabajo y aislamiento relacional. No
trabajan aunque podrían, ya que no presentan discapacidad alguna. Al mismo tiempo están
desvinculados de todo soporte relacional. Es como un extranjero que no es reconocido por
nadie, y rechazado por todos.

Dentro del sector marginal existen a su vez dos subgrupos:


* El vagabundo que es capaz de trabajar, pero es expulsado de las redes familiares de sostén, siendo
estigmatizado y rechazado.
* El indigente incapaz de trabajar, que, aunque mal, es asistido por la comunidad; el tratamiento de
este tipo de indigencia representaría una cuarta zona (zona de asistencia).

Lo importante a saber de la Zona de Vulnerabilidad está en que ocupa una posición estratégica para
remontar la pendiente del proceso de marginación con políticas de intervención preventiva
(reconstruyendo soportes a la vez relacionales y ocupacionales, para arrancarle a la exclusión a
aquellos que se están ‘desenganchando’). La zona de vulnerabilidad es un espacio social de
inestabilidad, de turbulencias, poblado de individuos precarios en cuanto a su relación con el trabajo
y frágiles en su inserción relacional. De allí el riesgo en caer a la tercer zona que sería el final del
recorrido. Es la vulnerabilidad la que alimenta la marginalidad profunda o desafiliación.
(Agregado a Zona de Vulnerabilidad que quizás sirva como ejemplo o aclaración)
Los países europeos habían podido estabilizar esta zona, quedan solo la marginalidad como un
factor residual dentro de una sociedad globalmente integrada. Para todo ello, se ejercía una tutela
sobre los necesitados, que al mismo tiempo les proporciona ayuda-asistencia y los mantiene en una
relación de interdependencia con su entorno. Se eliminaba la incertidumbre de aquellos que estaban
en zona de vulnerabilidad con una amplia protección, que determinaba que los que quedaban por
fuera se calificaran de ‘marginales’ (los dejados de lado a cuenta del progreso; los que no ha podido
o no han querido someterse a las presiones del desarrollo).
La gente vulnerable había logrado hasta un cierto estatus social, sin duda inferior a los estatus
normales (dependen del lugar ocupado en el proceso de producción), pero que gracias a la
utilización regular de los derechos de asistencia y de servicios sociales, logran satisfacer sus
necesidades.
Al marginal en cambio, se los busca institucionalizar en espacios cerrados o separados. Se les
provee también un status, pero sobre la base de una deficiencia que justificaría un régimen especial
y un tratamiento en hospicios, geriátricos, establecimientos para menores, psiquiátricos, etc.
El cambio en los últimos años es que refloto la zona de la vulnerabilidad (en tanto precarización del
trabajo y fragilización de los soportes relacionales); renueva el desarrollo de esa zona inestable
entre la integración y la exclusión. Así se plantea el problema de la precarización del trabajo, los
empleos atípicos, contratos flexibles, el “hacer algo antes que nada” (sea lo que eso fuere), etc. Se
inserta a la gente, pero no se la logra integrar; el vínculo social que se esfuerza por reconstituir es
más laxo y corre peligro de ser más frágil (que las interdependencias que inscriben a un individuo
en un empleo estable y en una red interrelacional fuerte). Mantener esos ciclos de trabajo/no-trabajo
no representa una verdadera integración.
La precarización laboral se acompaña de un deterioro en los soportes relacionales que aseguren una
protección mínima. La inserción del individuo depende al mismo tiempo de su inscripción en la
familia y en una red relacional más amplia. Se da una restricción de las protecciones que la familia
garantizaba, y se fragiliza su estructura.

PODER – SUS COMPONENTES (BARO)


Poder - Sus componentes
Podemos definir al poder como aquel diferencial favorable de recursos que se produce en las
relaciones humanas y que permite a partir de sus actores imponer sus objetivos e intereses sociales
sobre los de los demás.
El poder es una característica que surge en las relaciones sociales, tanto entre individuos como entre
grupos. Por tanto, el poder no es una cosa que se posea, como se posee una casa. El carácter mismo
de las relaciones humanas se define en buena medida por el poder que en ellas actúa (la definición
de una relación padre-hijo está muy atada al poder que allí circula y establece las posiciones; de este
modo tanto las relaciones como los actores relacionados se constituyen sobre la base del ejercicio
del poder social).
No todo poder es político, en tanto no todo poder está directamente al servicio de unos intereses
sociales en el contexto de un orden establecido.

Se entiende al poder a partir de sus 4 componentes:


- Su carácter relacional: el poder es una característica de las relaciones entre personas o
grupos. Toda relación es definida en buena medida por el poder que se da en la confluencia
de los actores, y los intereses que articulan.
El poder reside en los actores, pero no cuando estos están aislados, sino cuando se
relacionan con otros. Tienen poder sobre alguien; no lo poseen más que en esa relación
especifica (cuando se está solo no se tiene poder; y en cada relación se tendrá un poder
determinado y diferente).
Esta relación y vínculo posibilita que uno pueda imponer su voluntad sobre otro.
- Su fundamento objetivo: el poder se basa en los recursos que disponen los actores en
determinada relación. Los recursos son la base del poder (no son el poder, sino su base), y la
diferencia de poder surge de la diferencia de recursos. Por recursos se refiere a recursos
materiales, personales, simbólicos. Se puede hablar de fuerza física, conocimientos, etc.
Por ejemplo, el hermano mayor puede tener recursos para imponerse a su hermano menor
(por fuerza o conocimientos), pero no frente a su padre. El padre tiene recursos para
imponerse a su hijo, pero no ante su jefe del trabajo. El poder depende de la relación; el
poder está en la relación (por eso se decía que el poder no se posee como una casa).

- Su naturaleza intencional: el poder se define frente a unos objetivos concretos, respecto a


un fin. El poder político busca el sometimiento el orden social a unos determinados intereses
grupales o de clase.
Puede ser que el actor que tiene poder sobre otro con respecto a determinado fin, no lo tenga
respecto de otro fin. El padre de familia puede tener poder sobre la madre para determinar el
lugar de la vivienda, pero puede no tenerlo para elegir el centro escolar de los hijos.

- Su efecto constituyente: configura el carácter mismo de la relación, la constituye como tal.


El poder no es externo a la relación, no existe por fuera de ellas. Las relaciones humanas
casi nunca son simétricas, precisamente porque en ellas se produce ese diferencial de
recursos que define al poder sobre los demás. De ahí que la mayoría de las relaciones
humanas sean de orden jerárquico.

SISTEMA PSIQUICO ORGANIZACIONAL (AUBERT)


Sistema psíquico organizacional
Es un sistema formado por el conjunto de las interacciones entre los elementos de la organización
con los elementos del aparato psíquico. La relación entre la organización y la personalidad se
organiza, entonces, de acuerdo con los principios del análisis sistémico (está compuesto por
elementos de distinta naturaleza, pero enlazados unos con otros). Es un sistema hibrido de la
relación individuo/organización.
El sistema psíquico organizacional ordena en un todo coherente los procesos que comunican el
aparato psíquico de los individuos que componen una organización, y los dispositivos-políticas-
procedimientos que la organización ha desplegado para cumplir sus objetivos. Este sistema se trata,
entonces, de una estructura intermediaria que conecta el funcionamiento personal y el
funcionamiento institucional, armonizando las correspondencias entre estructuras sociales
organizacionales y las estructuras mentales de los individuos.
Aubert busca así estudiar los mecanismos mediante los cuales la organización y la personalidad se
influyen recíprocamente; el espacio intermediario que rige las relaciones entre esas dos entidades; el
sistema que las enlaza. Las organizaciones procuran producir cierto tipo de individuo, moldear
gente a su imagen, adaptarlos a sus exigencias. Los individuos, por su parte, buscan adaptar las
empresas a sus propios deseos; contribuyen a construir organizaciones que satisfacen sus
exigencias.
Esta estructura intermediaria, espacio transicional ni puramente psicológico ni puramente
organizacional, sistema de vínculos y de relaciones, constituye el Sistema Psíquico Organizacional.
Este sistema funciona como un bombeo que transforma la energía libidinal en fuerza de trabajo (en
casos extremos puede ‘chupar’ la subjetividad de la persona).

La existencia de un sistema psíquico organizacional es lo que permite comprender la resistencia a


los cambios cuando las transformaciones propuestas parecen igualmente ir en el sentido de los
intereses del personal. Se pide una adaptación psicológica que choca con el equilibrio psíquico de
los individuos que han aprendido el modo funcionamiento anterior.

Una vez instalado, el Sistema Psíquico Organizacional deviene autónomo con respecto a los
individuos que han contribuido a su creación (moldeara a cada individuo nuevo que llegue; si
querés mantenerte allí tenés que adaptarte, o sino irte). De sistema producido pasa a ser sistema
productor, en el sentido que tiende a influir en el funcionamiento psíquico de los empleados y en el
funcionamiento de la organización.
Es precisamente en el proceso de ajuste entre el individuo y la organización, entre el aparato
psíquico y el funcionamiento de la organización, donde interviene el sistema psíquico
organizacional, que se encuentra en el cruce entre dos movimientos:
- Representa lo que es común al conjunto de los aparatos psíquicos individuales (producción
psíquica colectiva).
- Forma parte del funcionamiento de la organización y se impone a los individuos que la
componen, obligándoles e incitándoles a pensar y a comportarse de determinada manera; se
los obliga a identificarse con los modelos propuestos, a interiorizar el sistema de valores, a
ajustar su comportamiento a las reglas y procedimientos, a incorporar los hábitos de la
organización (producción organizacional)

SISTEMA PSIQUICO MANANGERIAL


Sistema psíquico managerial
El hombre managerial se caracteriza por tener una moral de orgullo, de confianza en sí mismo y
agresividad bien controlada; dificultades para hablar de sí mismo, para expresar sus emociones,
para mencionar sus debilidades; la búsqueda de la perfección; un ideal de omnipotencia; un interés
en resolver problemas complejos.
Estos rasgos de personalidad corresponden perfectamente al ideal tipo buscado por la empresa
managerial.
Las correspondencias entre las estructuras mentales del hombre managerial y la estructura social de
estas organizaciones son tales que ya nadie sabe quién produjo a quien. La existencia de estas
correspondencias, su permanencia, nos lleva a plantear la hipótesis de un sistema psíquico
organizacional de tipo managerial.

Lo importante es recortar las características esenciales de este sistema organizacional en particular,


identificando el singular encadenamiento entre el nivel psíquico inconsciente (el deseo y la angustia
individuales), el nivel del sistema psíquico organizacional, y el nivel de las conductas socializadas
(el comportamiento en la empresa como ingeniero, técnico, manager, etc.). El deseo y el sufrimiento
psíquico son captados por imágenes organizacionales fantasmales, y más tarde reenviados al
manager en términos profesionales. El proceso se cierra cuando este último se aplicará a las
disposiciones propuestas por la organización a fin de reducir su angustia o satisfacer sus deseos:
esto es lo particular del Sistema Psíquico Managerial, esta circularidad.

El sistema psíquico organizacional transforma una angustia intrapsíquica ligada a la historia


personal del manager en ansiedad ligada a la situación de trabajo (la organización propone
situaciones que proyectan la angustia al exterior y canalizan las pulsiones hacia objetivos
productivos); la empresa coloca al manager en esa posición de ansiedad permanente, al tiempo que
le proporciona medios para combatirla mediante funcionamientos que sean útiles para la
organización y defensivos para el individuo. La angustia estructural, o miedo a perder el objeto
amado (en primer lugar perder a la madre, único garante de la vida del niño), se encuentra en la
relación del sujeto con la empresa: el sujeto se desgasta para no perder a su objeto de amor empresa,
donde siente tener un lugar privilegiado. Este es el contrato narcisista del que habla Kaës. El sujeto
no siente una oposición entre su interés y el de la organización; siente que trabaja para sí mismo (las
exigencias organizacionales están interiorizadas).
Así el individuo se entrega totalmente a su trabajo (creatividad, autonomía, inventiva, gasto de
energía), a su competición, a la acción. Este trabajo llega a ser una especie de droga, una necesidad
psíquica.

BANALIZACION DE LA INJUSTICIA SOCIAL (DEJOURS)


Banalización de la injusticia social

Es una defensa contra la conciencia dolorosa de la propia complicidad, colaboración y


responsabilidad en el desarrollo de la infelicidad y sufrimiento social, que se produce en quienes
han perdido su empleo (base de la identidad de cada uno). Se atribuye la infelicidad social al destino
o causas externas e incambiables; nos adherimos al discurso economicista, banalizando el mal, no
porque simplemente nos resignemos/aceptemos nuestra impotencia frente a un proceso que nos
supera, sino porque necesitamos una defensa contra la conciencia dolorosa de la propia
complicidad.

Hoy en día, no todo el mundo comparte el punto de vista según el cual las victimas del desempleo,
la pobreza y la exclusión social, son víctimas de una injusticia; se da una disociación entre
sufrimiento e injusticia, lo cual nos lleva a movilizarnos por la infelicidad infringida al otro. El
sufrimiento puede justificar la compasión, la piedad, o la caridad; pero no desencadena
necesariamente la indignación o convocatoria a la acción colectiva. El sufrimiento suscita un
movimiento de protesta solo en caso que se establezca una asociación entre la percepción del
sufrimiento del otro, y la convicción que dicho sufrimiento es causado por una injusticia.

Las personas que disocian la percepción del sufrimiento del otro y el sentimiento de indignación
que implicaría el reconocimiento de una injusticia, suelen adoptar una postura de resignación. No
habría injusticia, sino tan solo un fenómeno sistémico, económico, en el cual no tendríamos
injerencia. Y como la justicia o la injusticia implican en primer lugar la pregunta por la
responsabilidad personal en ello, se dispara esta defensa de la que habla Dejours.

La cuestión no radica en el aumento de la desocupación sino en el cambio de la sociedad en


términos cualitativos: una atenuación de las reacciones de indignación, cólera y movilización
colectiva propios a una acción solidaria y justa; el desarrollo de la tolerancia a la injusticia.

La movilización encuentra su principal fuente de energía, no en la esperanza de un bienestar, sino


en la ira frente al sufrimiento y la injusticia, cuando se tornan intolerables. La acción colectiva sería
más una reacción (contra lo intolerable) que una acción (a favor del bienestar).

La debilidad sindical y la rápida desindicalización, que avanzó al ritmo del desarrollo de la


tolerancia frente a la injusticia y la infelicidad del otro, son tanto causa como efecto de ella. Los
sindicatos se resistieron a un análisis de la subjetividad y el sufrimiento de la relación laboral (se
dio un desconocimiento y ausencia de análisis sobre el sufrimiento subjetivo); al mismo tiempo las
organizaciones contribuyeron descalificando el hablar sobre el sufrimiento, propiciándose así una
actitud de tolerancia frente al sufrimiento psíquico. La paradoja se encuentra en cómo, sin desearlo,
los sindicatos contribuyeron a esta situación. Los sindicatos dejaron de interesarse por las vivencias
de las personas en el trabajo; fallaron en el análisis de la evolución de las mentalidades y
preocupaciones emergentes de cara al sufrimiento en el trabajo, lo que dejo el campo libre a las
innovaciones gerenciales y económicas neoliberales. Fue una conjunción de fenómenos.

Hay un creciente sufrimiento en el trabajo debido a que


La ausencia de reacciones colectivas frente a la infelicidad este es mucho más extenuante que en el pasado, que no
existe ningún medio para sustraerse del ritmo del mismo,
social y psicológica que provoca hoy en día el desempleo que se fomenta la resistencia y aguante del trabajador
fue precedida por un rechazo deliberado de las formas de ante el desgaste, la amenaza constante del despido
(precarización: ante la menor falla te sacan el trabajo; eso
movilización colectiva frente al sufrimiento ocasionado por genera obediencia y sumisión a condiciones precarias), la
imposibilidad de expresar el sufrimiento, la dominación y
el trabajo. Querer mencionar el sufrimiento de cada quien la alienación.

frente a su trabajo suele desatar una reacción de vergüenza,


porque la gente lo tilda de insensible ante quienes sufren por carencia de trabajo (la indiferencia
ante el sufrimiento psíquico de los que trabajan abrió el camino a la tolerancia social de cara al
sufrimiento de los desempleados). Es como si las relaciones de dominación e injusticia social solo
afectaran a los desempleados y los pobres. El no poder hablar del propio sufrimiento laboral lleva a
suicidios por ejemplo.

La consciencia del sufrimiento de los desempleados es indefectiblemente tributaria de la relación


del sujeto con su propio sufrimiento. El análisis de la tolerancia al sufrimiento del desempleado, y a
la injusticia que este padece, pasa por la elucidación del sufrimiento en el trabajo. La imposibilidad
de expresar y elaborar el sufrimiento en el trabajo constituye un gran obstáculo para el
reconocimiento del sufrimiento de quienes no tienen empleo.

La primera fase del proceso de construcción de la tolerancia frente al sufrimiento estaba


configurada por la negativa sindical a ocuparse de la subjetividad. La segunda fase continua con la
vergüenza de cada uno a hacer público el sufrimiento generado por las nuevas formas de relaciones
laborales; esto lo lleva al sujeto a situarse en una posición de indisponibilidad e intolerancia frente a
la emoción que activa la percepción del sufrimiento ajeno.
DEFENSAS FRENTE AL SUFRIMIENTO (DEJOURS)
Defensas frente al sufrimiento
La percepción del sufrimiento en el otro provoca un proceso afectivo en nosotros. La estabilización
mnémica de la percepción, necesaria para poder ejercer juicio, depende de la reacción defensiva del
sujeto frente a su emoción (rechazo, negación o represión). Así la intolerancia afectiva de su propia
emoción lleva al sujeto a aislarse frente al sufrimiento ajeno. Se da un silenciamiento, una ceguera y
una sordera como estrategia defensiva. Cada cual lucha por mantenerse a flote a sí mismo
(individualismo: cada cual está en lo suyo); frente a la infelicidad ajena no hay nada que hacer, sino
que su percepción provoca malestar. Para poder resistir conviene cerrarse frente a lo que se ve, a lo
que se escucha alrededor, sin registrar el sufrimiento y la injusticia infringidos a otros.
Todos utilizan los mismos mecanismos de defensa:
• Negación del sufrimiento ajeno
• Silencio del propio sufrimiento
Estos surgen de la precarización del empleo, tanto para aquellos que no poseen como para aquellos
que tienen y se ven amenazados con perderlo. Aparece el miedo que destruye la reciprocidad entre
los trabajadores, separa al sujeto del sufrimiento del otro que padece la misma situación. Y separa,
tajantemente, a quienes sufren la dominación en el trabajo de aquellos excluidos del mismo.

INSTITUCIONES DE LA MODERNIDAD VS INSTITUCIONES DE LA MODERNIDAD


TARDÍA (LEWCOWICZ)
La institución moderna se caracteriza por el hecho de que cualquier institución forma parte de un
sistema de instituciones. Hay una coordinación estatal de las instituciones, que opera de modo tal
que los sujetos producidos en por una institución puedan ser necesitados y absorbidos por otras. Se
trata de la función del Estado como garante de la puesta en cadena de las instituciones. El Estado es
una mega-institución cuyo organigrama interno es el conjunto de todas las instituciones. Nada
queda por fuera de esta trama estatal-institucional. La violencia institucional estructural se
encuentra diseminada en una red orgánica de instituciones.
En su dimensión exterior, el conjunto de instituciones son solidarias, orgánicas, funcionales al
sistema del que forman parte. En su dimensión interior, estas instituciones se caracterizan por la
confianza en un orden del mundo y en el progreso. De esta manera se basaron en la suposición de
que todo lo relacionado con la operatoria de las instituciones, y el mundo mismo, es calculable de
antemano.
La caída de estos tópicos, el descredito general que los impugno como valores y los acredito como
mitos es lo que abre, en el campo del lazo social, eso que se llama modernidad tardía. Se
descomponen los parámetros que estructuraron la experiencia moderna del mundo, pero aun no
afloran principios alternativos que organicen otra experiencia. El mundo parece desordenarse. Ya no
tiene sentido organizarse pensando en un orden del mundo duradero y estable; aflora un tipo de
pensamiento situacional, coyuntural, oportunista.
Las instituciones de la modernidad tardía son, cada una, un mundo aparte. Cada institución se
considera como productora de los sujetos que necesita en la situación en que los necesita. No los
toma de ninguna otra institución, ni los produce para ninguna otra. Este aislamiento genera un doble
efecto: una anarquía de la institución con el exterior (no hay un ente regulador como el Estado que
genere una red institucional), y una tiranía despótica en el interior de las instituciones (cada
institución produce exhaustivamente sus sujetos).
El riesgo está en caer fuera de la institución, porque la cadena de instituciones se desarticuló. Caer
fuera de la institución es caer en la desaparición. La institución es la única donadora del ser, única
dadora de identidad.

ESTADO TECNICO-ADMINISTRATIVO VS ESTADO NACION


VIOLENCIA INSTITUCIONAL
Violencia institucional (Lewkowicz)
Lo que hoy llamamos violencia institucional no denuncia un disfuncionamiento específico, sino que
es más bien una alteración estructural del concepto de institución mismo; es una “Violencia
estructural”. Hay una dimensión de la violencia institucional que es ineliminable. Hay una
diferencia irreductible entre los cuerpos y los lugares institucionales predeterminados para esos
cuerpos (el discurso preexiste a los ocupantes). El sistema de lugares nunca coincide con el
conjunto de los cuerpos. La distancia entre lugares y lo que se emplaza en ellos es irreductible.
Lewkowicz propone no llamar a esto “Violencia”, ya que es algo estructural e ineliminable, ya que
son parte del ser mismo de las instituciones. Ninguna diferencia histórica puede abolir esta
dimensión de sufrimiento institucional.
El problema es que sobreviven problemas de otra índole; Lewkowicz propone reserva el nombre
“Violencia” para este otro tipo de prácticos, efectos, discursos. Esta violencia a la que se refiere es
la “Violencia institucional contemporánea”. En la medida en que la institución deviene la única
instancia de producción de identidad o de existencia, la violencia extorsiva se multiplica. La
violencia institucional de este tipo habla de la condición misma de lo institucional en la actualidad,
y no del componente violento estructural de cualquier pertenencia.

DEVOLUCION INST.
Siempre el abordaje del Psi institucional esta relacionado con el impedimento del cumplimiento de
la tarea primaria o bien conflictos en las relaciones onterpersonales de los miembros de la
organización. La devolución institucional es un instrumento de abordajeque utilizamos para poner
en palabras el padecimiento que los consultantes manifiestan al momenton del pedido de consulta.

Encuentro en el que algo de lo dicho de los consultantes será devuelto con el objetivo de encotrar
una salida al malestar inicialmente planteado

La devolución diagnostica permite comunicar a todos los participantes de la institución con palabras
practicas algo del padecimiento que sufren y se propone alternativas para elaborarlo que será
llevado a cabo con el equipo consultor. Bleger indica que se debe incluir la ética profesional,
respetando el secreto profesional y la confianza obtenida de los participantes. Todo se debe plantear
de forma clara. Freud: Hacer buen manerjo de la información ya que no toda la info puede ser
elaborada en el mismo momento, por ello no trabajar con tiempos absolutos.

La devol debe tener como objetivo la promoción de la salud mental de los sujetos. Que este
encuentro permita la salida al mal estar, se deben indicar los conflictos sin tomar posición frente a
ellos y señalando una posible solución de los mismos. Desde la posición ética se busca la reflexión
que permita poner fin al mal estar del sujeto. La institución saludable será aquella que posea
conciencia de sus problemas y los pueda manejar con cierta dinámica, no la que sea carente de
conflictos ya que los mismos son inherentes a ella.

ETAPAS INTERV INST


ETAPAS DE INTERVENCIÒN INSTITUCIONAL
Intervenir es responder a la consulta de una organización o algún sector de ella, la cual lo hace a
partir de la percepción de un mal funcionamiento que repercute en la tarea primaria, en las
relaciones profesionales o en las prácticas profesionales que se llevan a cabo dentro de la misma.
Etapas:
1)- Esclarecimiento del cliente: se trata de indagar cual es la necesidad efectiva, lo cual se realiza a
través del análisis de la demanda: que es lo que efectivamente están pidiendo, que es lo que a
nuestro juicio están pidiendo y si nuestro equipo se ocupa de lo que demandan
Se indaga también acerca de la legitimidad de la consulta, es decir, determinar si el que hace el
encargo tiene autoridad o autonomía en relación a la diligencia de la org o autorización para tomar
esa decisión. Si hay acuerdo entre las partes, se establece un contrato donde se fijan pautas claras de
funcionamiento (encuadre: horarios, honorarios)
2)- Etapa DX: es la etapa de recolección de información, de lectura de documentos formales tales
como reglamentos, organigramas, relación entre sectores. Es de vital importancia los datos que
provienen de la observación y de las impresiones que derivan de la misma. Tomamos el auxilio de
la ecología, la cual se ocupa de la influencia mutua entre el ecosistema y el sujeto. Desde esta
perspectiva, se va a tener en cuenta el lugar donde está ubicada la org, la distribución de los
espacios, cómo son esos espacios, observación del edificio, del barrio.
En esta etapa se harán entrevistas con los informantes claves, dejando que el grupo de consultantes
exponga los temas conflictivos institucionales, lo que permitirá distinguir los distintos grupos
presentes, los liderazgos o falta de ellos, los lugares de poder, la relación de la org con el contexto,
la cultura de la org, su historia (tanto la oficial como la memoria colectiva), los mitos y ritos que
circulan.
Obrador del equipo institucional: todos los datos obtenidos serán ordenados y procesados por el
equipo consultor, lo que nos dará una perspectiva general de cuáles son los problemas que deben
enfrentar y las fuentes de sufrimiento, así como también se analizará la transferencia,
contratransferencia e implicación para luego construir las estrategias para la siguiente etapa: la
devolución DX.
3)- Devolución DX: informa al cliente acerca de la hipótesis que el equipo consultor fue elaborando
acerca de la problemática de la org. Se hace oralmente sin términos técnicos, con lenguaje
cotidiano, en caso de tener que elevar un informe escrito, el mismo será elaborado sin material que
caiga bajo el secreto profesional. Si en esta etapa, consultores y clientes están de acuerdo en
continuar, se discute con ellos y se construyen los dispositivos de intervención.
4)- Dispositivo de intervención: de acuerdo con lo pactado se llevan adelante las técnicas adecuadas
según el caso. Generalmente se trabaja con grupos de reflexión sobre las prácticas laborales y
profesionales. Una de las vías regias que permiten la comprensión institucional es el libre discurrir,
allí se desplegarán los argumentos fantasmáticos de la org, los mitos y la escena institucional,
permitiendo al psi inst comprender las fuentes de sufrimiento e interpretar lo que los consultantes
no llegan a ver por ser icc o naturalizado en la org.
La intervención termina cuando la org está en condiciones de realizar los cambios esperados,
cuando se ha logrado la condición de posibilidad de los mismos. En algunos casos se pactan
reuniones periódicas para el seguimiento del proceso.

ENCUADRE (BLEGER)
Encuadre
Bleger considera que lo fundamental en la estrategia de trabajo del psicólogo institucional es el
“Encuadre de la tarea”. Este es la fijación de ciertas condiciones constantes dentro de las cuales se
pueden controlar las variables del fenómeno que queremos estudiar. La observación debe ser
realizada en este conjunto de condiciones llamado Encuadre; se fija el mayor número de variables
posibles como constantes (con limites fijos hay más seguridad en el análisis). El Encuadre nos sirve
tanto como medio de estandarización, como de sistema de referencia de lo observado.
No se debe dejar sin aclaración previa ningún detalle del encuadre de la tarea; tampoco se debe dar
lugar a la ambigüedad o a los sobreentendidos tácitos (deben ser siempre explicitados).
A Bleger lo que más le interesa del encuadre es la relación del psicólogo con la institución: salario,
objetivos, honorarios, tiempo de trabajo, etc.

La técnica del encuadre está formada por un conjunto de operaciones y condiciones fijadas:
- El psicólogo debe cumplir con la “actitud clínica”, que consiste en el manejo de un cierto
grado de disociación instrumental (que le permita identificarse con las personas, y a la vez
mantener con ellos una cierta distancia que haga que no se vea implicado en los sucesos
estudiados).
- Se deben establecer relaciones explicitas y claras en todo lo que atañe a la función
profesional.
- Se debe esclarecer el carácter de la tarea profesional a realizarse, eludiendo las exigencias
que no puedan cumplirse o que estén fuera de nuestra función.
- Se debe esclarecer el carácter de nuestra tarea profesional a todos los individuos y grupos.
- Se debe establecer en forma previa, definida y clara, el carácter de la información de los
resultados, tanto como los grupos y personas a quienes irá dirigida dicha información.
- Se debe respetar el secreto profesional y lealtad. Lo que atañe a cada grupo no será tratado
sino con ellos en forma exclusiva.
- Se deben limitar los contactos extraprofesionales con los analizados al mínimo.
- No se debe tomar partido por ningún sector/posición.
- No debemos dirigir, administrar, ejecutar, educar, decidir. El asesoramiento y la actividad
profesional son nuestras únicas tareas. Solo problematizamos y ayudamos a comprender los
problemas existentes.
- Se deben tomar en cuenta que las autoridades de una institución se pueden sentir afectadas
por tener que recurrir a otro profesional (es decir, al psicólogo institucional).
- No se debe fomentar la dependencia del psicólogo institucional, sino todo lo contrario.
- No se debe tomar como índice de evaluación de la tarea profesional el progreso de la
institución en sus objetivos, sino el grado de comprensión/insight, de independencia, y de
mejoramiento de las relaciones.
- Se debe tener en cuenta los momentos apropiados de suministrar información, y la cantidad
de la misma.
- Se debe considerar ‘sana’ a una institución cuando es capaz de explicitar sus conflictos y
poseer los medios de arbitrar medidas para su resolución. El grado de dinámica de una
institución está dado, no por la ausencia de conflictos, sino por la posibilidad y capacidad de
explicitarlos, manejarlos y resolverlos dentro del marco institucional. Cuanto más bajo sea el
grado de dinámica de una institución, más se verá atacado el encuadre del psicólogo, y más
hechos que comprometan al psicólogo como persona (y no como profesional) ocurrirán.

PSICOHIGIENE

El objetivo del psicólogo institucional siempre tiene que ser la psicohigiene, esto es lograr la mejor
organización y las condiciones que tienden a promover salud y bienestar de los integrantes de la
institución. El mismo no decide, no resuelve ni ejecuta, es decir, no puede en base a su diagnóstico
dirigir o coordinar acciones directas sobre los integrantes de la institución, su rol no es ni coercitivo,
ni del sometimiento ni de la deshumanización, el objetivo y el rol siempre tiene que ser en pos de la
salud de las relaciones interpersonales y del asesoramiento.

1° No se debe aceptar en ningún caso el trabajo en una institución con cuyos objetivos el psicólogo
no esté de acuerdo o entre en conflicto.

2° No debe aceptar una tarea profesional si está demasiado incluido o participa en la organización o
el movimiento ideológico de la institución. A menos que el profesional sepa demarcar una distancia
entre el análisis y su postura.

3° No puede ni debe aceptar trabajo en ninguna institución a la que rechaza, con el ánimo oculto de
torcer sus objetivos o sus procedimientos.

4° Los objetivos de la institución no son sus objetivos profesionales. El psicólogo tiene objetivos
específicos a los cuales intervenir, siendo estos los representantes emergentes del problema, dado
que no se puede trabajar con todos los integrantes de la institución. El profesional tiene que analizar
y acotar los puntos de inflexión y conflicto de la organización e intervenirlos, quedando de esa
manera en calidad de asesor o consultor con total independencia profesional.

GRUPO PRIMARIO
GRUPO SECUNDARIO
GRUPO ESTEREOTIPADO

Para Recuperatorio por enfermedad se agrega:


LO FAMILIAR

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