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Poder Judicial de la Nación

CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO CIVIL Y


COMERCIAL FEDERAL – SALA II

Causa n° 6682/2017

THEYTAZ, ANGELINA ANA MARÍA c/ DOSUBA s/AMPARO DE SALUD

Buenos Aires, 21 de febrero de 2018. SD


VISTO: el recurso de apelación interpuesto por la demandada a fs. 93/98 vta. -allí
fundado y que fuera replicado por la accionante a fs. 103/113- contra la resolución de fs.
73/74, y
CONSIDERANDO:
I.- Que el magistrado de grado en el pronunciamiento cuestionado en el recurso
ordenó a la Dirección de Obra Social de la Universidad de Buenos Aires -en adelante,
DOSUBA- arbitrar las medidas necesarias para mantener las condiciones de afiliación de
la señora Angelina Ana María THEYTAZ al mes de junio de 2017, hasta tanto se
resuelva la cuestión sustancial planteada en autos (conf. fs. 73/74).
II.- Que, contra la mentada resolución, la demandada interpuso el recurso
señalado en el visto.
Principalmente, sostiene que la medida cautelar dictada carece de los elementos
esenciales para su procedencia (verosimilitud en el derecho y peligro en la demora).
Esgrime que la actora reviste la calidad de afiliada a DOSUBA como ex agente,
categoría para la cual la entidad resolvió modificar las cuotas de afiliación desde el 1º de
Julio de 2017 mediante disposición Nº 189-2017, adecuándola al reglamento de
afiliaciones (Resolución Nº 2183/91, punto 4.3.2), normas que puntualiza a lo largo de su
presentación. Y agrega que la fuente de consulta de las unidades sanatoriales pensión y
galeno -parámetros establecidos para la actualización de la cuota- es una entidad
altamente reconocida, denominada NEW LICI SALUD S.R.L.
Afirma que la decisión no es caprichosa, ni arbitraria y que se han cumplido los
recaudos legales para su dictado, ajustándose a la normativa que estructura el
funcionamiento de la obra social.
Detalla las características del sistema prestacional y manifiesta el problema del
financiamiento de las obras sociales.
A su vez, manifiesta que DOSUBA no es un agente de seguro de salud pues se
encuentra excluida por la Ley Nro. 23.890 del régimen creado por las Leyes Nros. 23.660
y 23.661. Refiere que la Ley Nro. 24.741 creó un marco normativo institucional de
opción para la creación -por parte de las universidades- de entidades conforme el diseño y
régimen por ella establecido o bien, para mantenerse en la cobertura actual.
Corrido el pertinente traslado, la accionante solicita la deserción del recurso y
subsidiariamente, replica el mismo.
III.- Que, en primer lugar, corresponde dejar aclarado que el escrito de fs. 93/98
vta., apreciado en su conjunto, máxime, teniendo en cuenta el temperamento benevolente
que propicia esta Sala, satisface la exigencia del art. 265 del ritual por lo que cabe
avocarse al análisis del recurso.
IV.- Que buena parte de los argumentos expuestos en el recurso de la entidad
demandada, a los efectos de cuestionar la procedencia de la medida precautoria, se
relacionan directamente con el aspecto sustancial del conflicto, de modo que su examen
no es procedente en el estado actual de la causa, ya que su adecuado tratamiento rebasa
los limitados márgenes cognitivos propios del instituto cautelar.

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Además, algunos de los extremos invocados por aquella, en su memorial de
agravios, requieren de la sustanciación de prueba, la que deberá aportarse en el momento
procesal oportuno.
Así las cosas, en los términos en los cuales la cuestión ha quedado planteada, es
dable puntualizar que la fundabilidad de la pretensión cautelar no depende de un
conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal,
sino del análisis de su mera probabilidad acerca de la existencia del derecho invocado.
Ello permite que el juzgador se expida sin necesidad de efectuar un estudio concluyente y
categórico de las distintas circunstancias de la relación jurídica involucrada (confr. C.S.,
Fallos: 314:711), mediante una limitada y razonable aproximación al tema de fondo,
concorde con el estrecho marco de conocimiento y la finalidad provisional que son
propios de las medidas cautelares (confr. esta Sala, causa 19.392/95 del 30.5.95, entre
otras).
En este orden de ideas, la verosimilitud del derecho se refiere a la posibilidad de
que el derecho exista y no a una incontestable realidad, la cual sólo se logrará al agotarse
el trámite (confr. Fenochietto-Arazi, “Código Procesal Comentado”, t.I, pág. 742).
En dicha inteligencia, cabe añadir que esta Sala ha resuelto (causas nro. 1346/11
del 13.4.12; 9122/2011 del 26.12.12; 896/2016 de 21.12.16; entre otras) que la queja
enderezada a controvertir la verosimilitud del derecho invocado por el pretensor, no
puede ser adecuadamente examinada cuando dicho planteo entronca en forma directa con
la cuestión sustancial.
V.- Que, en el estado inicial en que se encuentran las presentes actuaciones, se
debe destacar que se halla acreditado que la Señora Angelina Ana María THEYTAZ, de
78 años de edad, se encuentra afiliada a DOSUBA, en principio, en su carácter de ex
agente y con una larga antigüedad. Como también, que hasta junio del pasado año, la
amparista se encontraba abonando una cuota mensual de suma de pesos un mil cien
($1100.-) por el servicio de salud que le brinda la cautelada y que a partir del mes de julio
de dicho año la cuota mensual se incrementó en más de un cuatrocientos sesenta y ocho
por ciento (468%), alcanzando al monto de pesos cinco mil ciento cincuenta ($5150.-)
(conf. fs. 6 y 16/23).
Por otra parte, resulta necesario señalar que, en el sub examine, no existen
constancias del resultado del reclamo que formulara la accionante ante la
Superintendencia de Servicios de Salud, ni del vínculo jurídico que relaciona a las partes
por lo que sería prematuro analizar la cuestión únicamente con el reglamento y
disposición acompañados por la emplazada (ver fs. 15 y 76/82 vta.).
Que, en tal inteligencia, es preciso destacar -a los efectos de analizar la
procedencia de la medida precautoria- la particular situación de la amparista, quien -en
forma inicial- acreditó que cuenta con un haber jubilatorio mensual de pesos ocho mil
cuatrocientos veinticuatro con diez centavos ($8424,10), lo cual implicaría que -de
absorber el incremento dispuesto por la demandada, aquella vería disminuida su
capacidad económica sustancialmente -más del sesenta (60%) por ciento de sus haberes-
y con ello, sus medios de vida, los que a cierta edad aumentan de manera inexorable, tal
como en principio lo prueban las prescripciones médicas acompañadas (conf fs. 8/10 y
11/14, en su orden). Circunstancia que, a juicio de la Sala, otorga suficiente sustento a la
medida adoptada por el señor juez preopinante..
VI.- Que de conformidad con lo expuesto anteriormente, este Tribunal considera
que las objeciones formuladas contra la decisión del juzgador no resultan atendibles; por

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lo que, corresponde confirmar la medida precautoria dispuesta a los efectos de procurar


que la afiliada pueda mantener la cobertura de salud oportunamente seleccionada
mientras se debate la cuestión sustancial.
Cabe aclarar, que esta solución no conlleva ningún juicio sobre la pretensión
principal, sino que es la que más se adecua al derecho cuya protección cautelar se
pretende -que compromete la salud e integridad física de la señora THEYTAZ (C.S.,
Fallos: 302:1284)- reconocido por los pactos internacionales (art. 25, inc. 1, de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, el art. 12, ap. D, del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que integran nuestra Carta
Magna -art. 75, inc. 22, de la Constitución Nacional-), los que se encuentran por encima
de cualquier consideración de neto corte patrimonial. Pues, el mantenimiento de la
medida precautoria decretada no ocasiona un grave perjuicio a la demandada -es más, ni
siquiera ha esbozado su entidad- y evita, en cambio, el posible agravamiento de las
condiciones de vida la afiliada.
En mérito a lo expuesto, recordando que no es obligación de los jueces examinar
todos y cada uno de los argumentos propuestos por las partes sino sólo aquéllos que sean
conducentes para fundar sus conclusiones y resulten decisivos para la solución de la
controversia (Fallos, 310:1835; 311:1191; 320:2289, entre otros), este Tribunal
RESUELVE: confirmar el decisorio apelado, con costas a la vencida (arts. 69 y 68 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación), difiriéndose la regulación de los
estipendios profesionales para el momento en que se dicte la sentencia definitiva.
El señor Juez de Cámara doctor Alfredo Silverio Gusman no suscribe la presente
por hallarse en uso de licencia (art. 109 del Reglamento para la Justicia Nacional).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.

RICARDO VÍCTOR GUARINONI EDUARDO DANIEL GOTTARDI

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