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Causa n° 6682/2017
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Además, algunos de los extremos invocados por aquella, en su memorial de
agravios, requieren de la sustanciación de prueba, la que deberá aportarse en el momento
procesal oportuno.
Así las cosas, en los términos en los cuales la cuestión ha quedado planteada, es
dable puntualizar que la fundabilidad de la pretensión cautelar no depende de un
conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal,
sino del análisis de su mera probabilidad acerca de la existencia del derecho invocado.
Ello permite que el juzgador se expida sin necesidad de efectuar un estudio concluyente y
categórico de las distintas circunstancias de la relación jurídica involucrada (confr. C.S.,
Fallos: 314:711), mediante una limitada y razonable aproximación al tema de fondo,
concorde con el estrecho marco de conocimiento y la finalidad provisional que son
propios de las medidas cautelares (confr. esta Sala, causa 19.392/95 del 30.5.95, entre
otras).
En este orden de ideas, la verosimilitud del derecho se refiere a la posibilidad de
que el derecho exista y no a una incontestable realidad, la cual sólo se logrará al agotarse
el trámite (confr. Fenochietto-Arazi, “Código Procesal Comentado”, t.I, pág. 742).
En dicha inteligencia, cabe añadir que esta Sala ha resuelto (causas nro. 1346/11
del 13.4.12; 9122/2011 del 26.12.12; 896/2016 de 21.12.16; entre otras) que la queja
enderezada a controvertir la verosimilitud del derecho invocado por el pretensor, no
puede ser adecuadamente examinada cuando dicho planteo entronca en forma directa con
la cuestión sustancial.
V.- Que, en el estado inicial en que se encuentran las presentes actuaciones, se
debe destacar que se halla acreditado que la Señora Angelina Ana María THEYTAZ, de
78 años de edad, se encuentra afiliada a DOSUBA, en principio, en su carácter de ex
agente y con una larga antigüedad. Como también, que hasta junio del pasado año, la
amparista se encontraba abonando una cuota mensual de suma de pesos un mil cien
($1100.-) por el servicio de salud que le brinda la cautelada y que a partir del mes de julio
de dicho año la cuota mensual se incrementó en más de un cuatrocientos sesenta y ocho
por ciento (468%), alcanzando al monto de pesos cinco mil ciento cincuenta ($5150.-)
(conf. fs. 6 y 16/23).
Por otra parte, resulta necesario señalar que, en el sub examine, no existen
constancias del resultado del reclamo que formulara la accionante ante la
Superintendencia de Servicios de Salud, ni del vínculo jurídico que relaciona a las partes
por lo que sería prematuro analizar la cuestión únicamente con el reglamento y
disposición acompañados por la emplazada (ver fs. 15 y 76/82 vta.).
Que, en tal inteligencia, es preciso destacar -a los efectos de analizar la
procedencia de la medida precautoria- la particular situación de la amparista, quien -en
forma inicial- acreditó que cuenta con un haber jubilatorio mensual de pesos ocho mil
cuatrocientos veinticuatro con diez centavos ($8424,10), lo cual implicaría que -de
absorber el incremento dispuesto por la demandada, aquella vería disminuida su
capacidad económica sustancialmente -más del sesenta (60%) por ciento de sus haberes-
y con ello, sus medios de vida, los que a cierta edad aumentan de manera inexorable, tal
como en principio lo prueban las prescripciones médicas acompañadas (conf fs. 8/10 y
11/14, en su orden). Circunstancia que, a juicio de la Sala, otorga suficiente sustento a la
medida adoptada por el señor juez preopinante..
VI.- Que de conformidad con lo expuesto anteriormente, este Tribunal considera
que las objeciones formuladas contra la decisión del juzgador no resultan atendibles; por
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Poder Judicial de la Nación
CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO CIVIL Y
COMERCIAL FEDERAL – SALA II
Causa n° 6682/2017