Sentido de vida

Este tema va a ser sustentado a partir de los postulados descrito por Viktor Frankl (1991).
El sentido de vida, es la forma que tiene el ser humano de encontrar un lugar en el
mundo, es la manera en que se logra resistir a las adversidades y distintas situaciones que
ponen a prueba las capacidades del individuo. Le permite al hombre vivir y mantenerse con
vida. Para entender el planteamiento general que hacer Frankl (1991) acerca del hombre en
búsqueda de sentido es necesario tener en cuenta descriptores como la voluntad de sentido
y la logoterapia.
Hace unos cuantos años se realizó en Francia una encuesta de opinión. Los
resultados demostraron que el 80 % de la población encuestada reconocía
que el hombre necesita "algo" por qué vivir. Además, el 61 % admitía que
había algo, o alguien, en sus vidas por cuya causa estaban dispuestos incluso
a morir. Repetí esta encuesta en mi clínica de Viena tanto entre los pacientes
como entre el personal y el resultado fue prácticamente similar al obtenido
entre las miles de personas encuestadas en Francia; la diferencia fue sólo de
un 2 %. En otras palabras, la voluntad de sentido para muchas personas es
cuestión de hecho, no de fe. (p. 57)

Como se puede observar en la cita anterior, la voluntad de sentido del hombre reside en
esa búsqueda constante de algo por qué luchar o una razón a nuestra existencia, es decir que
es la intención de encontrar un argumento válido a nuestra vida. Ese argumento puede
presentarse de forma distinta en cada persona ya sea por medio de principios morales que lo
que hacen exactamente no es motivar el comportamiento humano sino más bien hacerlo
actuar bajo una especie de presión, o como lo dice en la cita, por alguien o algo en
específico que le dé al sujeto una motivación por la cual darle un sentido a su vida, la
búsqueda de este último no debe dejar de ser un desafío, ya que se debe convertir en un reto
constante para el hombre pues de alguna u otra forma es lo que lo mantiene con vida.

Lo que hace la voluntad de sentido es que les da la oportunidad a las personas de

encontrar un ¿Porqué? a cada situación a la que se tenga que enfrentar ya sea por amor,
miedo, e incluso el mismo sufrimiento porque como lo expone Frankl (1991) el hombre en
general está dispuesto a padecer cualquier tipo de sufrimiento o acontecimiento siempre y
cuando este tenga sentido.

Sin embargo, esta voluntad de sentido puede llegar a frustrarse y a esto Frankl le llama
frustración existencial definiendo este último término desde tres visiones distintas, la
primera es la propia existencia, la segunda el sentido de la existencia y por último la
voluntad de sentido. Si se llegan a frustrar algunos de estos tres factores se podría llegar a
un vacío existencial en el cual la voluntad de sentido es completamente nula y se pierde el
sentimiento de que la vida es significativa y el problema está en que para podamos
encontrar ese sentido de nuestra existencia es necesario estar convencidos de que vale la
pena la descubrirlo, así como lo plantea Frankl (1991) “Pero yo no considero que nosotros
inventemos el sentido de nuestra existencia, sino que lo descubrimos” (p.57)

Para Frankl las personas que se encuentran en condiciones adversas y están privadas de
la libertad, pasan por una serie de etapas, como por ejemplo el shock en el que no se ha
logrado hacer conciencia de la situación enfrentada, también está la apatía en la que hay
una muerte emocional, pero que a su vez es necesaria. Frankl (1991):

La apatía, el adormecimiento de las emociones y el sentimiento de que a uno

no le importaría ya nunca nada eran los síntomas que se manifestaban en la
segunda etapa de las reacciones psicológicas del prisionero y lo que,
eventualmente, le hacían insensible a los golpes diarios, casi continuos.
Gracias a esta insensibilidad, el prisionero se rodeaba en seguida de un
caparazón protector muy necesario. (p.20)

Existe también un momento en el que hay una aceptación de la situación y hay un

intento de resolución ante esta. Sin embargo, la forma de vivenciar una situación adversa es
modificable y cambiante dependiendo del individuo.

Es así como uno de los aportes más importantes que dejó Frankl fue la logoterapia, de
acuerdo con sus planteamientos (1991) “la logoterapia es un método menos retrospectivo y
más introspectivo. La logoterapia mira más bien al futuro, es decir, a los cometidos y
sentidos que el paciente tiene que realizar en el futuro” (p.56)
Voluntad de sentido: Frankl (1991)

Hace unos cuantos años se realizó en Francia una encuesta de opinión. Los
resultados demostraron que el 80 % de la población encuestada reconocía
que el hombre necesita "algo" por qué vivir. Además, el 61 % admitía que
había algo, o alguien, en sus vidas por cuya causa estaban dispuestos incluso
a morir. Repetí esta encuesta en mi clínica de Viena tanto entre los pacientes
como entre el personal y el resultado fue prácticamente similar al obtenido
entre las miles de personas encuestadas en Francia; la diferencia fue sólo de
un 2 %. En otras palabras, la voluntad de sentido para muchas personas es
cuestión de hecho, no de fe. (p.57)