Desarrollo económico: El caso de Venezuela, por Marcos Tulio Álvarez.
1. Analizar y reflexionar sobre aspectos económicos, sociales, libertad-igualdad, culturales,
políticos, entre otros. Toda sociedad debidamente organizada, exigirá cierto grado de libertad y oportunidades que le permita satisfacer sus necesidades básicas, además de la defensa de las leyes que aseguren sus derechos humanos esenciales. La complejidad de la sociedad actual se ve influenciada por revoluciones (como la Francesa de 1789 y la estadounidense de 1765) que deliberaron en pensamientos y consignas que promulgaban la defensa del individuo como un ser de derecho y libertades. Así, los fines de las actuales estructuras socioeconómicas debería ser poder otorgar un mínimo de bienestar social. En Venezuela, la corrupción, la falta de libertad, la pésima administración de los dirigentes políticos, entre muchos otros factores, han provocado que ni siquiera los niveles de vida más básicos sean posibles o siquiera respetados. En el aspecto económico, la deficiente situación ve su causa en la falta de oportunidades, que se traduce en la falta de garantías de que los ciudadanos puedan desarrollar plenamente sus talentos y capacidades. La autor específica como, en tantas ocasiones, el estado ha fallado en administrar eficientemente los recursos para poder lograr mayor bienestar general, pese a que una de sus consignas es precisamente que sus ciudadanos puedan cubrir sus necesidades. Los actuales subsidios y pensiones, además del aumento extraordinario del salario mínimo (en mi percepción el salario mínimo no debería ni existir), sólo ha provocado el asentamiento de la hiperinflación, acentuando las desigualdades de los ciudadanos. El mercado en Venezuela falla, precisamente, porque no existe en su forma íntegra, ha sido deformado por la corrupción y el intervencionismo del estado, haciendo casi imposible el surgimiento de algún tipo de riqueza. En el aspecto social y cultural, la mentalidad del venezolano se ha minimizado en lo que a su supervivencia respecte, incrementado la ignorancia y la indiferencia. Una buena parte de los venezolanos ahora ve al emprendedor como un ladrón y al Estado como el ente todo poderoso benefactor de su estabilidad; donde los ricos buscan destruirnos y sólo el estado puede defendernos. Así, somos nuestro mayor enemigo. En el aspecto de la libertad y la igualdad, Venezuela es el penúltimo país (sólo se antepone a Cuba) en el índice de libertad económica de 180 países, con un promedio de 27pts/100. Además de las restricciones de prensa y de derechos, que cada vez son más notorios. Esto se traduce directamente en falta de oportunidades, lo que es el principal indicador de que uno de los países más ricos del mundo en materias primas, sea uno de los más pobres y miserables del mundo. Nuestro IDH es precario, la falta de garantías individuales y la parcialidad de la justicia sólo ahuyentan a la inversión extranjera, la ridícula burocracia presente y la corrupción sólo hace, directamente, que la libertad, concebida como la facultad del hombre de tomar sus propias decisiones, se vea limitada e insultada. En el aspecto político, la contante guerra entre el oficialismo y la oposición han acentuado la contienda internacional, además de agravar la situación interna del país. 2. ¿Qué opinión genera usted del documento con respecto a las condiciones del año actual: ha mejorado, desmejorado o se mantiene? Reflexione al respecto. ¿Cuál es su apreciación como venezolano? Se mantiene la corrupción, los burócratas saturados de poder y las instituciones políticas y económicas extractivas. En síntesis, podemos decir que todo sigue igual, sin embargo, la opinión mayoritaria de las masas posiblemente diría que todo está peor. En los últimos tres años, la población paso de ser un 80% pobre a un 90%, acentuando la crisis, volviéndola más presente y constante en la vida del ciudadano común. Este efecto se debe, entre otros factores, a la caída de los precios del petróleo y a las sanciones internacionales, que buscan sacar al oficialismo del poder, por demasía de razones. Hoy en día, los pobres son más pobres y los ricos son más ricos, las desigualdades están más presentes: las personas mueren por desnutrición y enfermedades curables en mayores cantidades que hace 10 años. Hoy, se critica más al estado, al cual los venezolanos defendían y compartían sus ansias de revolución. Tal vez lo único injusto sea la posiblemente falsa victoria de Nicolás Maduro el año anterior por nuestro putrefacto sistema democrático, más hasta entonces el venezolano promedio no se había percatado, o al menos no se había manifestado, en contra del robo estructural del cual era víctima, el cual nunca ha dejado de existir. La única forma de sobresalir a la actual crisis es mediante la cooperación de organismos internacionales (cuyas vías de acción son cortadas por el régimen) y un cambio en la mentalidad del venezolano, que debe salir adelante por sí mismo y ser independiente. Esta será la verdadera revolución, que nos podrá conllevar a un bienestar real y a un progreso continuo, aprovechable por la mayoría.