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PROTOCOLO DE

KIOTO
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Taller No 2. PROTOCOLO DE KIOTO

Diana Lorena Guapacha Sepúlveda

Leidy Carolina Molina Gómez

David Fernando Romero Vélez

Andrés Mauricio Arcila Martínez

Wilder Alcides Gutiérrez Ventura

Jorge Orlando Tamayo Ortiz

Mayo 2018

Fundación Universitaria del Área Andina

Derecho Ambiental.
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INTRODUCCIÓN

El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por

objetivo reducir las emisiones de gases provocadores del calentamiento global. Este

instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas

sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la

Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, y es uno de los instrumentos jurídicos internacionales

más importantes destinado a luchar contra el cambio climático. Contiene los compromisos

asumidos por los países industrializados de reducir sus emisiones de algunos gases de efecto

invernadero, responsables del calentamiento global.

El Protocolo de Kioto se aplica a las emisiones de seis gases de efecto invernadero:

Dióxido de carbono (CO2)

Metano (CH4)

Óxido nitroso (N2O)

Hidrofluorocarbonos (HFC)

Perfluorocarbonos (PFC)

Hexafluoruro de azufre (SF6)

Hizo falta todo un año para que los países miembros de la Convención Marco sobre el Cambio

climático decidieran que la Convención tenía que incorporar un acuerdo con exigencias más

estrictas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La Convención entró en vigor en 1994, y ya en 1995 los gobiernos habían iniciado

negociaciones sobre un protocolo, es decir, un acuerdo internacional vinculado al tratado


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existente, pero con autonomía propia. El texto del Protocolo de Kyoto se adoptó por

unanimidad en 1997.

CONTEXTO HISTORICO

El protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un protocolo de la CMNUCC Convención

Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. El 11 de diciembre de 1997 los países

industrializados se comprometieron en la ciudad de Kioto, a ejecutar un conjunto de medidas

para reducir los gases de efecto invernadero. Pactaron reducir en al menos un 5% en promedio

las emisiones contaminantes entre 2008 y 2013, tomando como referencia los niveles de 1990.

El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005 (Macías, 2014).

Para identificar el contexto histórico del PK es importante considerar cronológicamente su

evolución histórica. En 1972, en la declaración de Estocolmo, se logra un primer avance al

incluir al medio ambiente en la agenda internacional de las Naciones Unidas. Posteriormente

en suiza, 1979, se da la primera conferencia mundial sobre el clima. En 1985 se aprueba el

Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, el cual entra en vigor en 1988. Y

en ese mismo año, en Toronto, Canadá, se da la conferencia mundial sobre la atmósfera

cambiante. En Suecia, 1990, se da el primer informe de evaluación sobre el cambio climático

y se realiza la segunda conferencia mundial sobre el clima. Luego, en New York, 1991, los

países industrializados se comprometían a reducir las emisiones de CO2 a los niveles de 1990

para el año 2000. En 1992, se realiza en Brasil la Cumbre de Río, en la Convención Marco de

las Naciones unidas y es el origen del PK, el cual tiene como objetivo final estabilizar la

concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero a un nivel que evite la

interferencia peligrosa de las actividades humanas sobre el cambio climático. Es así como en
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1997 se firma el PK, y en los años subsiguientes varios países se unen para que entre en vigor

el tratado; pero este sufre un duro revés cuando en el 2001 se retira Estados Unidos, aunque

continua la ratificación y adición de países hasta que en febrero de 2005 entra en vigor el PK.

En los años siguiente se realizan varias cumbres y conferencias para establecer nuevos acuerdos

y compromisos. En el 2012, en Doha, los 194 países reunidos en la Conferencia de Naciones

Unidas aprueban hasta 2020 el periodo de compromisos del protocolo de Kioto y aunque se

logra la supervivencia del protocolo, países como Rusia, Canadá y Japón decidieron retirarse

argumentando que ni EEUU ni China han mostrado voluntad para adherirse al compromiso.

(Shaw,2015).
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EL IMPACTO ECONÓMICO EN NICARAGUA Y COMO LO HAN ASUMIDO

DESDE LO AMBIENTAL COMO NACION

El Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), es la autoridad nacional

competente en cambios climáticos a través de la Dirección de Cambio Climático y responsable

de hacer cumplir el Protocolo de Kioto de esta Convención de la ONU para el cambio climático.

La Organización Nacional de Desarrollo Limpio (ONDL), es una unidad administrativa de

carácter descentralizado en materia de Cambio Climático, depende jerárquicamente del

Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA). Las Funciones de la ONDL

son: contribuir a la mitigación del cambio climático mediante el fomento de inversiones

ambientalmente sostenibles, a través de la ejecución de proyectos.

•Atender temas de vulnerabilidad y el proceso de adaptación ante el cambio climático.

•Elaborar los inventarios nacionales de GEI.

Es importante señalar que el presupuesto asignado para el MARENA en el año 2012 asciende

a C$211, 663,000 millones de córdobas y su distribución es por programa. Existe un programa

denominado Servicios de Adaptación y mitigación al Cambio Climático al cual se ha asignado

la cantidad de C$66, 799. 108 millones córdobas.

Esto compromete a la Nación a estar en la lucha, tanto internamente como en los foros

interSituación Ambiental de Nicaragua

Nicaragua cuenta con valiosos recursos naturales: bosques frondosos, tierras fértiles, abundante

agua, gran diversidad de especies animales y vegetales. Debido a la intervención del hombre,

la naturaleza se ha venido deteriorando y como consecuencia han surgido los problemas


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ambientales siguientes: Inundaciones, sequiá s, deslaves y huracanes, tales como “El Juana” en

1982, “Mitch” en 1998, “Félix” en 2007 e “IDA” en 2009, siendo la Costa Caribe la más

afectada.

Con este fenómeno el aumento de la temperatura media en Nicaragua, ha variado de 0.2 a 0.9

grados centiǵ rados en los últimos 30 años en el Pacif́ ico y Norte del paiś ; han disminuido las

precipitaciones entre un 6% y 10% en el Pacif́ ico; el cada vez más intenso y recurrente

fenómeno de El Niño que impacta significativamente en la disminución de las lluvias, la

producción agrić ola, las reservas de aguas superficiales y subterráneas; pérdida de especies

marinas debido a la deforestación del mangle.

Para enfrentar estos problemas ambientales y las afectaciones actuales y potenciales del cambio

climático el gobierno de Nicaragua ha puesto en práctica la Estrategia Nacional Ambiental y

del Cambio Climático garantizando la participación del pueblo organizado y las instituciones

de gobierno para desarrollar acciones para protección del medio ambiente y preservación de

los recursos naturales como la expresión práctica de los principios de la Declaración Universal

del Bien Común de la Tierra y la Humanidad que pide que se entienda la Tierra como viva y

sujeto de dignidad.

Del 2007-2008, se realizó un inventario forestal que termino en el 2009 con el objetivo de

concer la cobertura forestal de Nicaragua Hace unos 50 años, el país tenía una cobertura de 8

millones de hectáreas, que representaba 80 mil kilómetros cuadrados.

En la Estrategia de Reforestación, llamada Cruzada Nacional de Reforestación se han

reforestado 80 mil hectáreas, con un promedio de más o menos 15 mil hectáreas por año.

Durante los 16 años de gobiernos anteriores, se reforestaron 32 mil hectáreas y a partir del

2007, 80 mil hectáreas logrado a través de la participación popular de unas 400 mil personas

entre estudiantes, y sector privado.


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La referida Cruzada se realiza en dos etapas: de enero a junio se producen 460 viveros a nivel

nacional, y de julio a diciembre, de dichos viveros se logran 9 millones de plantas para

reforestar un aproximado de 15 mil hectáreas que es el reto para este año 2012.

Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) aumentaron un 2,5 por ciento en 2011,

a 34 mil millones de toneladas, duplicando el nivel de 1990 año que se usa de base para el

Protocolo de Kioto, alcanzando el nivel más alto de la historia. De mantenerse la tendencia las

emisiones mundiales de CO2 en 2020 aumentarán en un 20 por ciento, por encima del 40.

Los compromisos de los Estados Partes del Protocolo Kioto vencen a finales del año dos mil

doce, sin embargo, la Conferencia de las Partes No.17 celebrada en el 2011 en Durbán,

Sudáfrica ha dado prórroga de un año para que continúen su trabajo y alcancen los resultados

esperados de acuerdo a la COP 13 (Plan de Acción de Bali). Aún con esta ampliación de plazo,

algunos analistas expertos en la materia opinan que este protocolo ha muerto, y que por

consiguiente, arrastrará al mismo camino, a la Convención para el Cambio Climático porque

no habrán metas de reducción de GEI antes del año 2020, para entonces el planeta se habrá

sobre destruido y más aún cuando los principales contaminadores de la madre tierra, como

China, que encabezó la tabla de emisores en 2011 con ocho mil 900 millones de toneladas,

correspondiéndole más de un cuarto de todas las emisiones mundiales, se niega a la reducción

de GEI. Rusia, Estados Unidos y Alemania se destacan como los tres paiś es que han conseguido

reducir las cantidades de emisión de gases nocivos. Sin embargo, continúan entre las 10

naciones que arrojan más contaminación a la atmósfera.

Esto significa una tragedia global, es triste pero real, que seguirán los desastres naturales y

problemas de salud que trae consigo el calentamiento global, principalmente para los paiś es en

viá s de desarrollo.
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En esa dirección, ha ejecutado programas y acciones que reduzcan los GEI y por ende, los

estragos del cambio climático, entre los cuales se destacan la Estrategia Nacional Ambiental y

del Cambio Climático y la Cruzada Nacional de Reforestación.

Asimismo, el poder ejecutivo ha emitido resoluciones, reglamentos, acuerdos normas técnicas

para reducir el impacto del cambio climático producto del calentamiento global como

consecuencia de las emisiones de GEI.

MOTIVOS Y ASPECTOS ESPECIALES QUE SE TUVIERON EN CUENTA EN

COLOMBIA PARA APROBAR EL PROTOCOLO DE KIOTO

El primer referente sobre la adopción en Colombia de los preceptos y compromisos de la

Convención Marco sobre Cambio Climático es la Ley 164 de 1994 que incorpora el tema al

ordenamiento jurídico nacional, pero entró en vigor en Colombia el 20 de junio de 1995, con

una propuesta de reducción de GEI para el 2010 de aproximadamente 31.7 millones de

toneladas de CO 2 en el país, siendo la constante de las negociaciones, la asistencia parcial de

las limitadas delegaciones nacionales a las sesiones realizadas en el marco de la Convención.

Algunos avances del país son:

• Presentación de la Primera Comunicación Nacional ante la CMNUC de que tratan los

artículos 4 y 12 de la Convención, insumo básico para definir políticas y proyectos para la

adaptación a los efectos de cambio climático (2001).

• Formulación de la política de producción más limpia que involucra sectores productivos en

la búsqueda de eficiencia energética, prevención y mitigación de contaminantes y adopción

de tecnologías ambientalmente más eficientes (1997).

• Expedición de las leyes 607 y 693 de 2001 relacionadas con el fomento al uso racional y
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eficiente de la energía y la promoción de energías alternativas como alcoholes carburantes.

• Generación de lineamientos para formular la política de cambio climático (marzo de 2002)

• Regulación normativa en materia de Biocombustibles.

Desarrollar estas actividades demanda del país destinar recursos humanos y financieros, así

como la asignación de dinero por países para su financiación. Sin embargo, después de la

ratificación del Protocolo de Kyoto por Colombia y del compromiso de recursos para atender

sus obligaciones al respecto y ante posiciones como la de EEUU, es válido conocer las

motivaciones del país para adherirse a dicho convenio, teniendo como referente que el artículo

226 de la Constitución Política establece: “El Estado promoverá la internacionalización de las

relaciones políticas, económicas, sociales y ecológicas sobre bases de equidad, reciprocidad y

conveniencia nacional ”

En principio, la posición del gobierno colombiano sobre las negociaciones relativas al Cambio

Climático, en especial las relacionadas con el Protocolo de Kyoto, es la de considerarlo

excepcional en el derecho internacional ambiental, al fijar compromisos de reducción de

emisiones de GEI a los países desarrollados. Igualmente, es usual que se resalte la importancia

de dichas negociaciones frente a la perspectiva de desarrollo del país, bajo el argumento de que

permite a la nación obtener ingresos al mismo tiempo que protege el medio ambiente. En

efecto, los organismos oficiales del gobierno recurrentemente hacen referencia a que Colombia

podría tener una amplia participación en el mercado internacional de certificados de emisiones

que ofrece el MDL (Mecanismos de Desarrollo Limpio), lo que le generaría además de grandes

beneficios económicos representados en inversión extranjera y reconversión industrial,

beneficios ambientales como recuperación de cuencas y conservación de biodiversidad, entre

otros, y de orden social como generación de empleo directo y recuperación del campo.

No obstante, se ha señalado que, para participar en este mercado, Colombia requiere una

intervención activa del sector privado en la búsqueda de socios que inviertan en proyectos de
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reconversión industrial y forestales, atribuyéndose a los empresarios privados la agilidad y la

capacidad necesaria para adelantar este tipo de negociaciones, lo que los ubica en una posición

de ventaja en la formulación de proyectos competitivos en este campo.

La Contraloría General de la República ha manifestado preocupación por los efectos que la

implementación de instrumentos como el MDL podrían significar al país, al señalar que: “Las

fallas señaladas en el sector forestal colombiano pueden poner en desigualdad de condiciones

al país frente a la fortaleza de empresas como Office National des Forêts de Francia (ONF) en

este campo, a riesgo de que, tras la obtención de beneficios económicos para el país, se pongan

en peligro la integridad de la biodiversidad, el equilibrio ecológico y las condiciones de vida

de las comunidades en los territorios donde se adelanten los proyectos forestales ”

Recientemente, preocupaciones similares se debatieron ante la controvertida aprobación de la

Ley Forestal. La razón, entre otras, es que en el proyecto de ley, se consagran los bosques

naturales como una entidad productora de madera y no como un ecosistema complejo que

presta diversos bienes y servicios ambientales y en consecuencia, que requiere un manejo

integrado con el fin de conservar y hacer sostenible su uso, argumento que ratifica cuando

incluye como uno de sus principios que los bosques naturales deben tener un nivel sostenible

de productividad, priorizando el interés económico sobre el ambiental.

Así, podría pensarse que el derecho al “desarrollo” fundado en la búsqueda de un crecimiento

económico continuado que no es compatible con la conservación de la naturaleza porque el

incremento ilimitado del primero demanda excesos de explotación de la última, parecer ser la

actitud asumida por el gobierno nacional al adherirse al Protocolo. Sin embargo, al comparar

las características “ideales” para la implementación del MDL en Colombia, con algunos

lineamientos del Consenso de Washington como garantizar derechos de propiedad para

estimular la inversión nacional y extranjera, desregulación para aumentar la competencia y

facilitar la incursión del sector privado en las actividades económicas y, venta de empresas
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públicas al creer que la propiedad privada es más eficiente; las negociaciones del Protocolo de

Kyoto también podrían ser parte de los condicionantes de pago de deuda externa de países en

desarrollo con sus recursos naturales.

Ante la desventaja que en cualquier caso representa para los países en desarrollo la adopción

de actividades en materia de Cambio Climático, frente a las posiciones de los países

industrializados, como la negativa de EEUU a ratificar el Protocolo de Kyoto, Colombia

considera inadmisible la implementación de medidas unilaterales y esfuerzos aislados de

algunos países por carecer de efectividad para estabilizar las concentraciones de GEI en la

atmósfera.

De esta manera, como parte del Grupo de los 77+China, el gobierno nacional pretende

participar en la construcción de posiciones conjuntas de negociación en el contexto NorteSur

que le representen mejores resultados a nivel económico, social y sobre todo ambiental y

ecológico.

En Colombia, el Ministerio de Ambiente, mediante la Oficina Colombiana para la Mitigación

del Cambio Climático (Ocmcc) promueve la ejecución de dichos proyectos en distintos

sectores, especialmente, en aquellos que aporten beneficios sociales a causas como la

superación de la pobreza y la erradicación de cultivos ilícitos, como explica Martha Castillo,

coordinadora de esta oficina.

Los proyectos que existen en Colombia para reducir emisiones y que utilizan MDL son:

Jepirachi, La Guajira. Es la primera planta de generación de energía eólica (la que produce el

viento) en Colombia. Está ubicado en la Alta Guajira, en tierras de la comunidad indígena

wayuú.

TransMilenio, Bogotá. Fue el primer proyecto de transporte que utiliza MDL en ser

presentado ante la Junta Ejecutiva.


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Río Amoyá, Tolima. Es un proyecto para construir una hidroeléctrica, sin embalse, sobre el

río Amoyá a la altura del municipio tolimense de Chaparral, incluyendo el ecosistema del

páramo Las Hermosas.

Sector panelero. Aunque está en proceso de elaboración, este proyecto pretende demostrar

cómo la producción de panela es un ejemplo para la producción eficiente de energía.

Río Frío, Bucaramanga. Planta de tratamiento de aguas residuales para captura de metano.

Procuenca, Caldas. Proyecto de bosques y captura de Carbono en la cuenca del río Chinchiná,

cerca de Manizales, en Caldas.

Túnel de Santa Ana, Bogotá. Lo construyó la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de

Bogotá para disminuir la vulnerabilidad del sistema de Chingaza. Ese certificado de

reducción de emisiones será invertido en el mismo sistema.1

CONCLUSIONES

- El Protocolo de Kioto ha establecido el mecanismo del mercado como una de las vías

para que los países desarrollados eludan sus verdaderas obligaciones de reducciones

internas de gases de efecto invernadero, hecho que demanda su profunda revisión.

Aunque los países desarrollados adoptaron este instrumento legalmente vinculante, las

emisiones en estos países han crecido notablemente.

- Colombia se ha vinculado con Mecanismos de Desarrollo Limpio adoptando

programas en cuestión de movilidad que si bien es cierto que ayudan a disminuir las

emisiones de gases, se han convertido en problemas sociales por la baja inversión

económica en cubrir soluciones que tengan en cuenta el crecimiento poblacional.

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EL TIEMPO Casa Editorial. (17 de febrero 2005). COLOMBIA ARRANCA BIEN CON KIOTO. El Tiempo, 1.
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BIBLIOGRAFÍA

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https://www.caf.com/es/actualidad/noticias/2006/09/transmilenio-primer-proyecto-

de-transporte-masivo-ajustado-al-protocolo-de-kyoto/?parent=17721
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