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BARRAS BRAVAS EN LATINOAMÉRICA.


BARRAS BRAVAS DE FÚTBOL EN UN SENTIDO ANTROPOLÓGICO.

Juan Sebastián Ortega Cárdenas.

Universidad El Bosque, Bogotá Colombia.

Trabajo de investigación, Diseño de Producto.

Barra: Comandos azules (Colombia). Foto: Canal RCN.


 

 
 
 

Introducción.

Detrás de esos símbolos, los uniformes y los cánticos a favor de un equipo y en contra de
los rivales, se esconden aspectos como la territorialidad, la violencia y la identidad de
miembros de la sociedad que deciden vivir y hasta morir en torno a una barra de fútbol.
(Clavijo, 2004).

Este trabajo, se plantea desde una perspectiva totalmente antropológica con el fin de entender y
discernir el fenómeno social hoy en día llamado “barras bravas” en latinoamérica.

¿Por qué fenómeno social?

Pues bien, hoy en día las redes, los medios de comunicación, ya sean televisivos, radiales,
revistas o periódicos; nos hacen adquirir una idea a la cual llaman a las barras bravas “fenómeno
social”, por el hecho de que en ellos se caracteriza la violencia, la rivalidad, el escándalo, las
drogas, y lo más trágico, la muerte.

Desde la antropología “ciencia que estudia los aspectos físicos y las manifestaciones sociales y
culturales de las comunidades humanas” (Cárdenas, 2016); es preciso resaltar varios aspectos,
como por ejemplo: identidad (sentido de pertenencia), territorialidad, manifestaciones (dentro y
fuera del estadio), lenguaje y expresiones.

En latinoamérica y en otras partes del mundo, las barras surgieron en un principio para alentar al
equipo del que son hinchas, para hacer sentir al equipo rival de que ellos son los dueños del
terreno de la ciudad de origen de su equipo. Hoy en día, en lugar de vivir la fiesta del fútbol
alentando al equipo de sus amores, esto se volvió un problema que radica especialmente en la
violencia, el regionalismo y en el vicio.  

 
 
 
 
 

El conjunto de emociones de los seres humanos va cambiando lentamente en la dirección de un


control emotivo más fuerte y más proporcionado (Elias, 1987, p. 12)

Las emociones, juegan un papel principal en un hincha en cuanto a su entorno social, de ahí
hablaré sobre la identidad, el lenguaje y sus comportamientos, ya sea en la barra, o en la
sociedad común.

 
 
 
 
 
 

Objetivo principal. 

Evidenciar las prácticas sociales de las barras bravas en latinoamérica, desde la perspectiva
antropológica.

Objetivos específicos. 

● Identificar la identidad vocacional que adopta un barrista en su entorno social.


● Analizar las acciones por las cuales optan las barras bravas.
● Detallar el modelo de barra brava como “fenómeno social”.

 
 
 
 
 

Marco teórico. 

Lo ideal del trabajo, es profundizar acerca del contexto social y el desarrollo como persona, de
un barrista dentro de la barra brava en toda América latina. Esta investigación, va en relación con
la antropología, la cual estudia el comportamiento humano a lo largo del tiempo.

Según Pérez (2008), la Antropología es la ciencia que se encarga de estudiar la realidad del ser
humano a través de un enfoque holístico (en el que determina el comportamiento de las partes),
recibe el nombre de antropología. El término tiene origen en el idioma griego y proviene de
anthropos (“hombre” o “humano”) y logos (“conocimiento”).

Para complementar, hago alusión a lo que indica Merino (2008), sobre la antropología; pues
afirma que es ciencia que analiza al hombre en el contexto cultural y social del que forma parte.
Así, analiza el origen del ser humano, su desarrollo como especie social y los cambios en sus
conductas según pasa el tiempo.

Las barras bravas en América Latina, son parte de uno de los deportes más populares en el
mundo, pero no todo es alegría, cantos, y aliento en los estadios por parte de estos grupos. En la
mayoría de barras bravas, detrás de ellas, está la violencia, las drogas, la territorialidad y una
identidad; lo cual esto conlleva a que se genere desde una perspectiva antropológica, un
fenómeno grande en la sociedad.

De acuerdo con Herrera (2017), asegura que por lo menos en Colombia, según investigadores del
CEACSC en 2012 “el manejo del menudeo de drogas en el estadio y en los barrios, el hurto y las
lesiones comunes, en general, son cotidianas”

 
 
 
 
 

De igual forma sustentando lo anterior, el “Estudio psicométrico de la versión española del


cuestionario de agresión de Buss y Perry de la facultad de psicología de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos de Perú (2012), asegura que en las barras bravas, presenta ​en relación con
el componente de agresión física, alrededor del 45% de los que consumen alcohol, marihuana,
cocaína, poppers, sacol, benzodiacepinas (Rivotril), éxtasis y Dick, presentan una agresividad
física alta. Entre los consumidores de estas drogas, el porcentaje más elevado de agresividad
física alta se presentó entre los que consumen marihuana con un 88,5%, seguidos por la cocaína
54,4%; poppers 44,7%; benzodiacepinas (Rivotril) 41,5%, sacol 32,9% y dick 26,5%.

Pese a estas dificultades, el barrista opta por comprometer una territorialidad a su favor, un lugar
donde puede apropiarse de este y lograr el desarrollo de su barra. Junto a la territorialidad, existe
un factor como la violencia, el cual complementa los símbolos que las barras han adquirido a lo
largo del tiempo.

De acuerdo con Clavijo (2004), una de las conclusiones es que la violencia es una de las
manifestaciones más distintivas de las barras; el carácter simbólico hacia los demás barristas,
aficionados, equipos, árbitros y la policía. Estas acciones son símbolos inteligibles en el lenguaje
barrista o en general del fútbol.

Conforme a lo analizado por clavijo, es necesario explicar que la violencia según Pérez y Merino
(2009), es un comportamiento deliberado que puede provocar daños físicos o psíquicos al
prójimo. Es importante tener en cuenta que, más allá de la agresión física, la violencia puede ser
emocional mediante ofensas o amenazas. Por eso la violencia puede causar tanto secuelas físicas
como psicológicas.

 
 
 
 
 

La violencia es un acto que se presenta a menudo cuando se trata de barras bravas, sobre todo
cuando se encuentran dos barras de diferentes equipos en un mismo lugar. También a la hora de
poder conseguir una boleta para ver el partido, algunos barristas deciden robar a personas civiles
para poder conseguir y adquirir una entrada para ver a su equipo.

Las consecuencias que trae la violencia en el fútbol son enormes, porque no solo afecta a un
grupo, en este caso la barra, sino a toda la sociedad. Por ejemplo, en Bogotá se presentó un caso
particular, donde un hincha de un equipo intentó agredir a un hincha común, es decir que no
pertenecía a otra barra ni nada, su papá al defenderlo, el hincha del otro equipo le arrebató la vida
al señor, el cual era mayor de 60 años. Este es un ejemplo de que en una sociedad con un
fenómeno de las barras bravas, ya no se puede salir con una camiseta de otro color.

Todo lo dicho anteriormente, indica que esta es la identidad que adopta un barrista al ser parte de
una barra brava. Una identidad que lo forja a ser una persona violenta y con una mentalidad muy
corta para progresar.

Clavijo (2004), afirma que l​a identidad de los barristas en general funciona como sentimiento de
pertenencia que se renueva durante el espacio ritual del partido. Este sentimiento funciona en dos
sentidos: uno hacia la ciudad o región y otro hacia el propio grupo en tanto se es miembro de él.

Además de la identidad, el barrista adopta también un lenguaje y una expresividad que lo define
como persona. Gadea (2016) define que el lenguaje expresivo es lo que manifestamos a otros, se
refiere a lo que decimos. Implica enviar un mensaje a otras personas para hacer que algo suceda
o detener algo que está por suceder.

 
 
 
 
 

El lenguaje y la expresividad, es algo fundamental en un tema como la antropología respecto a


las barras bravas, pues es necesario comprender el lenguaje que estas personas utilizan, las
expresiones que optan en relación con el comportamiento y el actuar de cada individuo.

 
 
 
 
 

CAPÍTULO I. 

El fútbol sin duda, es uno de los deportes más populares en América Latina y en todo el mundo;
lleno de seguidores, ya sean seguidores de “bien” o de “mal”. Pues bien, hace más de 70 años, en
Latinoamérica se empezó un fenómeno enorme: las barras bravas.

Cuando señalaba “seguidores de bien o de mal”, me refería a que por un lado, en un estadio están
lo seguidores comunes (familias, parejas, amigos) que van al estadio solo a ver y a alentar a su
equipo sin necesidad de ofender a un hincha del equipo rival, sin importar el resultado; ellos son
los seguidores de bien. Por otro lado, están los barristas, que hacen parte de grupos y pandillas,
que son capaces quitarle la vida a un hincha del equipo rival solo por “defender” el color de su
equipo; estos son los seguidores del mal.

El fenómeno de las barras bravas en Latinoamérica, tiene un resultado desfavorable a lo largo del
tiempo, pues la violencia siempre es la que predomina cuando nos referimos a (barras bravas).
Hoy en día, la violencia y la intolerancia por parte de estos grupos, no solo se presentan en
escenarios como el estadio, sino afuera también, por ejemplo: en los barrios y comunas.

Es preciso aclarar que, aunque el imaginario es concluir que las barras bravas están compuestas
por estratos de clase media o clase baja, la realidad no es así, pues las barras bravas socialmente
son heterogéneas. ¿A qué me refiero con que socialmente son heterogéneas? me refiero a que las
personas que hacen parte de estos grupos, son personas de todas las clases sociales, sin importar
el género, la edad y demás.

El fenómeno del barrismo, se ha venido desarrollando principalmente por causas como la falta de
oportunidades, la cual se desarrolla en un entorno social difícil, la desigualdad, la soledad, y un

 
 
 
 
 
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sin fin de problemas sociales, que son las principales causas de que este fenómeno, cada día sea
más grande.

Ahora bien, ¿por qué ven el barrismo como un entorno que les ayuda a escapar de la realidad en
la que viven?

Dentro de esos espacios, el fenómeno del barrismo ha venido tomando fuerza y posicionándose
como una de las mayores alternativas de los jóvenes de pertenecer a un grupo social que le brinde
reconocimiento e incluso afecto. (Herrera, 2017, p. 6)

Siguiendo lo que dice el señor William Herrera, la barra les hace tener un estilo de vida a ciertas
personas, es decir, le prestan atención a la barra como si fuera algo de ellos, un vivir diario, un
sentimiento propio como lo puede ser el amor hacia los hijos, hacia una madre o un padre, esta
vez el amor hacia una barra.

Es necesario, antes de empezar a hablar sobre la parte antropológica, detallar un poco acerca de
los conflictos que se presentan en las barras, es decir, entre ellos mismos.

Para llegar a ser el líder, o el denominado Capo (término dado en Argentina y copiado en varios
países latinoamericanos) de todo el grupo que conforma la barra. Las barras, hoy en día tienen
una estructura y organización, por ende deben tener líderes y brigadieres que organicen cada
detalle, como por ejemplo, la parte económica, la parte de los “trapos”, la organización de cada
Tifo y demás, antes de un partido. Es por esto, que en las mismas barras, se presenten divisiones,
y discordias para disputar el puesto de líder.

Es aquí donde cabe resaltar que gracias a estas divisiones de la barra, se generan más grupos
externos a la barra principal, en este caso tomaré de ejemplo a un equipo colombiano, como lo es
el equipo de Los Millonarios FC.

 
 
 
 
 
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En un principio, se empezó la barra llamada “Los comandos azules”, en la cual se presentaron


varias divisiones internas, y esto llevó a que se formaran más barras, por ejemplo, la barra “La
blue rain”, y otras sub-barras, por decirlo así, ya que no tienen tanto poder como las nombradas
anteriormente, como “Los charlados”, “El búfalo”; y así, diferentes grupos en varios sectores de
la ciudad.

Después de esta explicación, surge una pregunta ¿qué tiene que ver la división de las barras con
la parte antropológica?

Tiene que ver mucho, por ejemplo, en cuanto a la identidad, ellos buscan ser líderes en estos
grupos, los cuales les abrieron las puertas, de igual manera buscan ser alguien destacado allí,
como no lo pudieron ser ante la sociedad.

La identidad puede ser analizada en términos de lo que la escuela europea de psicología social
denomina ​representaciones sociales:​ en efecto, la identidad tiene que ver con la organización, por
parte del sujeto, de las representaciones que tiene de sí mismo y de los grupos a los cuales
pertenece. (Giménez, 1996)

La identidad de un barrista, se le puede atribuir a su pertenencia en el grupo. Su identidad en la


mayoría de los casos, se representa en tener siempre su camiseta y llevarla para todos los lados y
así, poder defenderla incluso dando hasta la vida por ella. Como ellos dicen, llevan su equipo “de
la cuna al cajón”.

Es una identidad que adoptan, para poder obtener recibimiento y respeto por parte de la misma
barra; o sea, para pertenecer a la barra, deben seguir unos principios, y uno de ellos es defender
el color y el nombre del equipo, así sea dando la vida, o quitándole la vida a alguien que tenga o
lleve el color de otro equipo.

 
 
 
 
 
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La barra es un espacio social reconocido, que existe en el conjunto social con sus propias reglas y
jerarquías, y que en general es productor y reproductor de identidades o sentidos de pertenencia
(Clavijo, 2004, p. 48)

En mi opinión, adoptar una identidad que no le hace bien a una sociedad, y que no le hace bien a
uno como persona, es de alguien que tiene una mentalidad débil, y a los barristas no los culpo,
quizá el entorno social en el que han vivido ha sido duro.

Ahora, hablar de identidad y de sentido de pertenencia, en realidad son dos temas distintos, pero
no son tan lejanos uno del otro. Si hablamos de diferencias, la identidad la pueden adoptar para
poder pertenecer a un grupo social, en este caso poder pertenecer a una barra brava. En cambio,
el sentido de pertenencia, es algo que marca un sentido propio, un sentido que lo viven como un
sentimiento hacia algo que quieren cuidar, que anhelan que cada día se destaque por algo
relevante, en este caso, se destacan por marcar una buena imagen para su grupo ya que lo
consideran como algo propio de ellos, por ejemplo, como una familia.

 
 
 
 
 
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CAPÍTULO II. 

Las barras bravas, en un comienzo solo dominaban como territorio el estadio, y al pasar el
tiempo, este dominio se fue expandiendo a diferentes comunidades, logrando tener una gran
incidencia en los territorios, y es aquí donde hablaremos acerca de la territorialidad.

La territorialidad puede definirse, “como el sentido de propiedad, exclusividad o dominio que un


grupo tiene sobre un espacio” (Clavijo, 2004, p. 50)

La territorialidad en las barras bravas, es algo que ellos van a defender a toda costa, algo que
harán propio de ellos, algo que defenderán hasta la muerte. Las barras marcarán su territorio
realizando símbolos como: grafitis, trapos, carteles y todo tipo de características de la barra, para
que los demás vean y sepan que ese territorio ya está ocupado.

A través de este sentido, la barra elabora formas de defensa que pasan por la estructura y relaciones
sociales, la definición de sus símbolos, el marcaje del territorio y un estado de defensa frente a lo
que consideren un peligro o amenaza para su territorio. (Herrera, 2017, p. 31)

La territorialidad puede definirse también como un símbolo para la barra, el cual este determina
un significado especial para ellos. De Igual forma, tener un espacio, un territorio a su favor
significa un rito; el hecho de alentar a su equipo, cantar y saltar dentro de su territorio, crea
ámbitos emblemáticos para ellos, que cotidianamente, será su diario vivir, su estilo de vida que
predominará sin importar el qué dirán de la sociedad.

El señor Clavijo en el año 2004, define muy bien lo que significa la territorialidad cuando se trata
de barras bravas. Pues afirma que:

 
 
 
 
 
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Si un territorio es considerado de propiedad de la barra, se rige por una regla de exclusividad: no


se admite ningún aficionado o barrista del otro equipo. Estas zonas les confieren un sentido de
pertenencia y de legitimidad territorial, pues han sido conquistadas y defendidas por ellos. Frente
al riesgo de invasión, los territorios son marcados por grafitis y por la presencia de barristas con
camisetas y símbolos del equipo.

De lo dicho por Clavijo, se puede deducir que las barras crean su propia “frontera”, pues la línea
de su frontera, es una línea que se debe respetar, sin importar las consecuencias.

En realidad, esta frontera imaginaria, no sólo divide a la barra con las demás, pues también los
divide de la sociedad en general. Ellos crean su propio espacio, su propio vínculo, el cual es solo
es permitido para los integrantes de estos grupos.

Desde la parte antropológica, el territorio de las barras bravas, no se puede definir como un lugar
cartográfico en específico, sino en un ámbito social, cuyos símbolos representan algo cultural,
que les permite concentrarse en un lugar de comunicación, planeación y recreación.

Podemos afirmar que el territorio es un espacio socializado y culturizado de tal manera que su
sentido sociocultural incide en el campo semántico de la especialidad… Siempre que su
significado pertenezca al campo semántico de la pauta espacial, su utilización -el concepto de
territorio- es correcta. (García, 1976, p. 27)

Ahora, desde una perspectiva política, en Latinoamérica los dirigentes políticos junto con la
policía, han intentado quitarle estos espacios a las barras con el fin de reunirlos en un solo lugar:
el estadio. Esto se hace para acabar con la violencia en las comunidades o barrios, donde se ven
apropiados estos territorios por parte de las barras bravas.

 
 
 
 
 
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El simple hecho de quitarle un territorio a una barra, es un problema grande, es una situación que
le ha costado a la policía; pues así intenten “expropiarlos” de su territorio, la barra ya lo tiene
como algo suyo, y por más de que la policía o los dirigentes políticos intenten quitarlos de ese
lugar, ellos volverán a apropiarse de su territorio de alguna forma, ya sea peleando y matando.

BARRA EMELEC (ECUADOR) FOTO: BARRA BRAVA PHOTOS.

La territorialidad en este caso particular, funciona como un componente de poder, un poder que
les atribuye una autoridad en base a su espacio propio.

 
 
 
 
 
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BARRA BOCA JUNIORS (ARGENTINA) FOTO: BARRA BRAVA.COM.AR

BARRA MILLONARIOS FC (COLOMBIA) FOTO: COMANDOS AZULES DC.

​La territorialidad, no solo se ve en lugares propios de una ciudad, también se evidencia a nivel
regional en diferentes partes de Latinoamérica.

 
 
 
 
 
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Por ejemplo, en países más “futboleros” como Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Paraguay,
Chile y Ecuador. Las divisiones regionales son enormes, ya que como cada equipo tiene su
ciudad y región; las barras bravas se encargan de que otra hinchada no pueda estar en la región
característica de su equipo.

Esto se refleja en los estadios, pues hoy en día las barras hacen hasta lo imposible para impedir
que las barras visitantes no puedan ocupar algún espacio de la tribuna del estadio.

Es por este motivo, que en los principales estadios de estos países, prohíben el ingreso de barras
visitantes, con el objetivo de reducir la violencia. Pero lastimosamente, así no haya hinchas
visitantes en los estadios, los habrá afuera, y se presentarán diferentes enfrentamientos entre las
barras.

El hecho de que estos países sean los más “futboleros” en Latinoamérica, no significa que en los
demás países no se presente violencia entre las barras bravas.

 
 
 
 
 
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CAPÍTULO III. 

Los barristas llevan a cabo diferentes acciones que son visibles ante toda la sociedad. Según su
naturaleza. (Bastidas, Sáenz y Erazo, 2015, p. 179)

Hablar del lenguaje y la expresividad de una barra brava, es un tema amplio si se cataloga a nivel
latinoamericano, ya que en Latinoamérica se presenta mucha diversidad de lenguaje. Por ende,
nos centraremos en el lenguaje y la expresividad más característicos de los barristas en esta parte
del mundo.

Sin duda alguna, la comunicación es uno de los pilares básicos de nuestra sociedad y el lenguaje es
el medio de expresión que utilizamos en todo acto comunicativo. (Carrera y Castillo, 2013, p. 8)

El lenguaje de un barrista, influye mucho en cuanto a la educación que este ha recibido, pues si
hablamos de un barrista que creció en una sociedad desigual, el lenguaje no será empleado de la
mejor manera, ya que el léxico que utilizan, muestran los hechos de su vida cotidiana.

Es preciso aclarar que el lenguaje empleado por ellos, es un lenguaje que los caracteriza, y que
los hace definir como grupo dentro de una sociedad, ya que el lenguaje es una identidad que ellos
han venido adoptando a lo largo del tiempo.

Ahora, el lenguaje que los barristas emplean, en ocasiones son vocabularios provenientes de
otros países, por ejemplo, en Colombia y Ecuador, los barristas adoptaron un vocabulario de
países como Argentina y Uruguay, que son los países “pioneros” del fútbol en América latina.

Aproximadamente un 70% del vocabulario de la lengua de las barras bravas, proviene de los
préstamos de la lengua coloquial. (Espinoza, 2008, p. 35)

 
 
 
 
 
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Un claro ejemplo de vocabulario adoptado de barristas de Argentina por barristas colombianos,


son las palabras como: loco, aguante, vos, pelotudo... Y un sinfín de palabras que también
incluyeron en su listado de cantos para alentar al equipo.

Cabe resaltar que los barristas, no solo emplean vocabulario ajeno al país donde habitan, pues
también usan vocabularios que son propios de la cultura de ellos, pero con palabras más bastas y
grotescas.

A continuación daré algunos ejemplos de palabras de Colombia, ya que conozco la mayoría de


palabras que los barristas utilizan, puesto que es el país donde vivo.

Pero antes de eso, es oportuno mencionar que los barristas en Colombia, utilizan palabras
“bastas” para referirse a algo, y en la mayoría de los casos, utilizan palabras de otro significado
para referirse a un sinnúmero de situaciones.

El léxico que los barristas emplean son:

● Si: sisas, sisarras.


● No: nocas, néstor.
● Papá: cucho.
● Mamá: cucha, cuchita, ruca.
● Matar: acostar, cascar.
● Huir: abrirse, perderse.
● Cuchillo: chuzo.
● Dinero: lucas.
● Gonorrea (enfermedad): lo utilizan para referirse a alguien.

 
 
 
 
 
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● Arrepentirse: patrasear.
● Cobarde: loca, locota.
● Cocaína: pérez.
● Policía: tombo.

Y así, hay una infinidad de palabras que los barristas colombianos emplean en su léxico hoy en
día.

Como lo dije antes, este lenguaje ya hace parte de la identidad de cada barrista, y así como hay
palabras mal usadas en algunos casos en colombia, en otros países de latinoamérica también
hacen mal uso del verdadero significado de las palabras.

La expresividad, también tiene que ver con el uso del lenguaje que los barristas emplean. Pues, si
hablamos de expresividad de las barras bravas, podemos encontrar muchas situaciones que
conllevan a esa simple palabra.

Una de ellas, es la forma en que ellos se expresan diariamente, su lenguaje, sus gestos, su
caminar, su actuar, su forma de pensar, de vestir y demás... Otra forma de expresividad, son los
símbolos que ellos utilizan, el arte que emplean a la hora de expresar sus grafitis, sus banderas,
sus tatuajes, etc…

El lenguaje y la expresividad vistas desde la parte antropológica, en relación con el


comportamiento de un barrista, se fija en la forma integral de este, es decir, el por qué de su
comportamiento y lenguaje, y el por qué surge toda esta idea de emplear su actitud, en cuanto a
la expresividad.

 
 
 
 
 
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Hay que tener en cuenta también, que ​la mayoría de lenguaje y expresiones que los barristas
emplean, no son aceptadas por la sociedad.

FOTO: EL COMERCIO, PERÚ.

 
 
 
 
 
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CAPÍTULO IV. 

El papel de la sociedad es fundamental en temas de barras bravas, pues la sociedad en parte, es


causante y su vez víctima del llamado “fenómeno social”, ya que como lo he dicho en los
primeros capítulos, las personas que deciden entrar a una barra brava, son personas que buscan
refugio de una sociedad que no les brindó oportunidades. Pero cuando me refiero a una sociedad
que es “víctima” de las barras bravas, me refiero a las personas que han sufrido por la violencia
que causan las barras bravas.

El comportamiento de los integrantes de estas barras, han ocasionado muertes a personas


inocentes. Es por esto, que a las barras bravas se les llama “fenómeno social”.

A lo largo del tiempo, han intentado erradicar las barras bravas en Latinoamérica, pero los
intentos ha sido fallidos. Después de esto, se han hecho varios programas para acabar con la
violencia entre barras, pero también, como de costumbre, ha sido imposible.

BARRA RACING (ARGENTINA) FOTO: DIARIO ABC DE ESPAÑA.

 
 
 
 
 
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BARRA RIVER PLATE (ARGENTINA) FOTO: DIARIO MARCA DE ESPAÑA.

Esto conlleva a que la sociedad tenga que lidiar con este fenómeno. Cuando me refiero a que
tienen que “lidiar”, es que nos toca vivir en una sociedad donde no se puede salir a la calle con
una camiseta de algún equipo, porque en el caso de que nos vea algún integrante de alguna barra
en particular, quizá tengamos el infortunio de morir por una causa tan injusta como esta.

Para concluir, lo dicho anteriormente se puede describir como un fenómeno antropológico, ya


que hoy en día la sociedad se adapta a la variabilidad humana y por eso es que las personas de
alguna u otra manera, se acostumbran a vivir en un entorno de violencia a causa de las barras
bravas, por el simple hecho de que ya nos tocó vivir con ese estilo de vida.

 
 
 
 
 
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CONCLUSIÓN. 

En conclusión, las barras bravas vistas desde la parte antropológica, nos muestran un estudio
realmente grande en cuanto al desarrollo de las conductas sociales de las personas, en este caso la
conducta de un barrista en un ámbito social.

El ámbito social vendría siendo la barra, en el cual desarrolla varios aspectos realmente
interesantes, por ejemplo la identidad y su variabilidad humana.

En mi opinión, es lamentable que alguien por falta de oportunidades y demás, tenga que recurrir
a estos grupos para poder ser alguien en la vida; grupos que no hacen sino dañar la imagen y la
personalidad de cada individuo que entra allí.

De igual forma, es completamente desagradable el hecho de vivir un deporte con violencia, pues
se supone que el deporte es algo que se debe disfrutar, así se gane o se pierda, el deporte debe ser
compartido con el rival. En efecto, la rivalidad debe ser dentro de la cancha, una rivalidad buena,
sin rencores ni remordimientos, pues en la vida, así como se aprende a ganar, también se debe
aprender a perder.

En Latinoamérica y en varias partes del mundo en general, falta mucha cultura para poder
disfrutar el fútbol de una manera tranquila, sin seguir dañando la imagen de una sociedad tan
corrupta y desigual como la de hoy en día.

 
 
 
 
 
25 

Para terminar, me gustaría citar un pequeño apartado de Eduardo Galeano, que describe en pocas
palabras a un barrista.

“El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta,
erizado de objetos estridentes y contundentes, y ya por el camino viene armando mucho ruido y mucho lío. Nunca
viene solo. Metido en la Barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La
omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin
vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar. En estado de epilepsia mira el
partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna”

 
 
 
 
 
26 

Referencias. 

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