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La narrativa de Tomás Carrasquilla

Autores:
Angie Leal
Elena Polo

Presentado a:
Ariel Enrique Castillo Mier

Universidad del Atlántico


Facultad de ciencias de la educación
Programa de licenciatura en español y literatura
Literatura colombiana: Origen y desarrollo
Grupo 11
2019-1
La narrativa de Tomás Carrasquilla

1. Resumen

1.1 San Antoñito

Una veterana de nombre Aguedita Paz era una persona entregada a Dios, que no había

podido ser monja únicamente porque su espíritu monástico había resurgido tiempo después cuando

ya no cumplía los requisitos de la edad. Ella se la pasaba en la iglesia ayudando con los diferentes

compromisos que se necesitaran, y entre todos esos encuentros conoció a Damiancito Rada, un

monaguillo joven y devoto al que le cogió gran cariño, y el protagonista de esta historia. Aguedita

Paz vio en Damiancito todo un doctor de la iglesia, que oraba mucho, era recatado, dulce y sumiso.

Todos en el pueblo lo consideraban un joven mágico, con muchas virtudes e incluso cuando

Aguedita Paz armó un bazar en beneficio de él, el pueblo entero lo apoyó y se recogieron muchos

billetes. Tanta era la santidad que brotaba de Damiancito, que comenzaron a llamarlo “San

Antoñito”.

Tiempo después Aguedita le hizo al joven empacar todas sus cosas para ir a Medellín,

donde lo recomendó a las hermanas Del Pino, unas señoras ricas para que le dieran posada. Ellas

aceptaron e incluso recomendaron al seminario de Medellín que le dieran una beca a Damiancito

para formarse como sacerdote allí, sin embargo no lo consiguió. No obstante, este personaje siguió

viviendo con las señora Pacha y Fulgencita Del Pino, quienes le tomaron gran cariño después de

ver las actitudes de Damián en todo momento, lo respetuoso y sonriente que era, lo bien portado y

callado. Así mismo en dicha posada también vivían dos inquilinos más: Juan de Dios Barco, quien

le regaló ropas y zapatos a Damián y Candelaria, una jovencita bonita a quienes todos miraban.

Después de un tiempo, cuando doña Pacha se dio cuenta que San Antoñito era buen

franjista y tejedor lo puso a la obra, y luego varias mujeres que se dieron cuenta de eso le mandaron
a hacer cubiertas y antimacasares de muebles. Ella no podía creer porque San Antoñito no recibió

la beca, si sus manos eran como magia. Así mismo, Fulgencita la otra hermana, lo consentía con

el mejor chocolate, las mejores ropas, las mejores camas, entre otros lujos. San Antoñito terminó

así su año escolar, estudiando mucho y repasando los cursos vistos para prepararse a los nuevos.

Rezaba, meditaba y era juicioso, solo salía por algunas diligencias o paseos esporádicos a las

afueras de la ciudad.

La señora Pacha buscando que a Damián le dieran la beca del seminario (tema que no había

dejado pasar en los dos años), arma un plan en el que incluye a doña Débora Cordobés, una pariente

del rector del lugar y le pide que hable con este para darle la beca a Damián. Doña Débora lo hace,

y cuando vuelve donde las hermanas les cuenta que todo ha sido una mentira, que Damián hace

más de dos años no se presenta a las clases y que nadie más lo ha visto. Ellas esperan que él regrese

a casa, que almuerce y luego cuando van a su cuarto se dan cuenta que él ya se ha ido y Fulgencita

llora. Además llaman a Candelaria para orar y ella no responde, por lo que se intuye que se han

ido juntos.

1.2. Simón El mago

La historia comienza con la familia de un niño llamado Simón, una familia con problemas

y muchas peleas; a los hermanos los castigaban con arañazos, encerrándolos en un cuarto. Mientras

que a Simón no lo castigaban por ser el menor de la familia y además de esto los padres lo

consideraban enclenque y enfermizo. A Simón lo cuidaba una mujer negra, gorda y jetona, más

conocida como la negra fruto. Esta mujer lo consentía con la comida, lo cuidaba, lo quería y le leía

cuentos como “Las aventuras” de Pedro Rímales, “No volverás” del mismo autor y “Sebastián de

las gracias”. Además de leerle estos cuentos la negra le narraba diferentes historias católicas, hasta

que un día le relata la historia de las brujas, unos seres que podían volar y eran mágicas. Tanta fue
la emoción de Simón con esta historia que se propuso volar igual que los seres magníficos de las

historias de Frutos.

Él quería eso para ir a Bogotá y hacerle mandados a la mamá, además de que imaginaba

que podía ir a donde quisiera y traer las cosas más asombrosas de todos los lugares del mundo.

Pero para ser un brujo, Frutos le comentó que debía tener ciertas condiciones que eran: tener el

pelo largo, bañarse con aceite de grillo, subir a una parte muy alta, conseguir un cinto y repetir

varias veces la frase: “no con Dios ni con santa María”. Para beneficio de Simón, su vecino Pepe

siempre lo alcahueteaba ante cualquier idea, y fue él quien le ayudó a Simón a conseguir el aceite

de grillo y el cabello que le robó a su mamá.

Simón comienza a practicar la embrujada fórmula y repetía: “no con Dios ni con santa

María”, muchas veces. En una de esas, la hermana lo escucha decir esas barbaridades y se lo cuenta

a la mamá. Simón escucha eso y se pone a estudiar, pero aun así lo regañan por decir esas

barbaridades. Frutos al darse cuenta de que lo regañaban decidió no contarle nada más durante tres

días, lo que ocasionó que anduviera aburrido y que decidiera aprender sobre los brujos por su

propia cuenta. Trascurrió el tiempo y el domingo era el día perfecto para hacer todo lo que querían,

así que se pusieron a buscar el lugar más alto: pensaron los techos de la casas, en los hornos donde

salía el humo, pero finalmente decidieron el chiquero de los puercos. Simón sube a lo más alto y

decide tirarse, cuando cae lo hace sobre la sangre de los puercos, la cual le cubría toda la cara y

pensó que el espíritu había caído en el mierdero del marrano. El papá al enterarse de esto cogió a

la negra fruto por el pelo y empezó a decir: todo por culpa de esta maldita negra, quítenmela que

la mato. Días después llega don Calixto el obispo, y le dice: si ve, esto le pasa a los que quieren

volar, ¡chupa!
2. Tema

2.1. San Antoñito

El tema de San Antoñito es demostrar el fanatismo ciego religioso de la época y la forma

en que las personas se comportaban frente a temas religiosos, a partir de la demostración de

costumbres y creencias de los personajes hacía un ser San Antoñito, que por ser religioso, se le

admiraba y se le consentía en cualquier cosa que deseara. Además del subtema implícito de como

dichas personas, por más santas que se les consideraran, terminaban siendo solo una farsa.

2.2. Simón el mago

El tema principal es el costumbrismo, de él se desprenden subtemas como las costumbres

típicas de las familias antiguas padres bravos, empleadas negras alcahuetas, hijos con acciones que

tenían consecuencias, creencias populares (brujerías), el folclor, el lenguaje coloquial de un pueblo

campesino con frases como: (era tan de poco calzones). También se puede observar una burla hacía

las brujerías y las supersticiones.

3. Afinidades

3.1. Personajes

En ambos cuentos de Tomás Carrasquilla los personajes son chicos jóvenes que siempre

tienen en su compañía personas que los apoyan y que son religiosas. En “San Antoñito”

Damiancito que no pasaba los quince años, un monaguillo joven y al que siempre apoyaron tres

mujeres: Aguedita, Doña Pacha y Fulgencita. En “Simón, el mago” un niño que quería aprender a

volar, que era cuidado y querido por la negra Frutos. Los personajes secundarios también son

religiosos, aparecen en ambos relatos sacerdotes, seminaristas, monaguillos y monjas. Con sus

personajes Tomas Carrasquilla buscaba enmarcar todas aquellas costumbres de la época, y los

valores y creencias que sobresalían, además de un carácter persistente en cada uno de sus
personajes como Simón en querer volar o doña Pacha en querer conseguirle la beca a San Antoñito.

Así mismo, en ambas historias se maneja el tema de la farsa con los personajes: en el primer cuento

con Damián que al final no asistía a sus cursos seminaristas y estaba engañando a las hermanas De

Pila, y en el cuento 2 en Simón, el cual deseaba volar para fingir ser alguien más que no era: un

brujo. Sus personajes son pintorescos, exagerados, y están muy bien descritos.

3.2. Espacio

En “San Antoñito” la historia sucede a finales del siglo XIX. Y se divide en dos espacios

principales: uno al inicio de la historia en el pueblo donde los personajes eran clase baja, religiosos

y entregados a la iglesia. Y un segundo espacio en Medellín donde los personajes tenían una clase

social mucho más alta, hospedaban a Damián y le ayudaban con los estudios, alimentos y ropas.

En Simón, el mago el espacio también refleja la época pasada, es un lugar amplio en la mayoría

de la historia, más específicamente en el campo. En la última escena el espacio es el gallinero

donde Simón se cae.

3.3. Lenguaje

En ambos cuentos Tomas Carrasquilla utiliza un narrador omnisciente, cuya función es

conocer las intencionalidades de sus personajes y narrarlas describiendo los hechos de manera

completa. Además su lenguaje se caracteriza por una variedad de figuras literarias como la

hipérbole y el símil:

Hipérbole: Cuento 1 «Una figurilla que más parecía de feto que de muchacho…

Cuento 2 «había ido a querérsela comer viva por las cosas que me contaba y enseñaba.

Símil: Cuento 1: «Prendas tan peregrinas como edificantes, fueron poderosas.

Cuento 2: «después de angustiosa espera apareció por la noche Pepe con su madre y no

bien la lotería se estableció... como pajaritos para el solar.


Lenguaje coloquial, descriptivo y narrativo. Al mismo tiempo que maneja de vez en cuando

diálogos entre los personajes. Ambas historias destacadas por un espíritu religioso y ritmo

soporífero de la vida colombiana. El autor utiliza oraciones largas, con muchos adjetivos paralelos,

repite los vocablos en varias ocasiones, usa la aliteración. En el primer cuento usa varios

diminutivos como Antoñito, Damiancito, curita, santico, sonrisilla, entre otros. Tiene un tono

ameno.

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