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En primer lugar y a manera de introducción general, El mundo de los valores nos habla acerca de el

significado y la interpretación de los valores, su clasificación, como se ven reflejados en la


comunidad y como los utilizamos para acondicionar nuestras vidas. La lectura genera una
profunda reflexión sobre el lector y por tanto le genera cuestionamientos. Así, el fin del presente
trabajo es discutir y analizar las preguntas que surgieron a partir de la lectura del texto.

Por otra parte, en la lectura la autora comienza cuestionando al lector sobre si los valores existen
realmente o nosotros los inventamos, a lo que menciona que si los valores son creados por el
hombre sería inevitable el subjetivismo; o si estos existen y nosotros los reconocemos no se
comprende porque no todas las personas son capaces de estimarlos. Finalmente, la autora
menciona que estos simplemente existen y nosotros los reconocemos, pero en este orden de
ideas, ¿por qué no todas las personas son capaces de reconocer los valores?

Se considera necesario definir algunos conceptos antes de dar respuesta a esta pregunta, sin más
que decir empecemos con aclarar que significan los valores. Cortina, A. (2009) afirma "los valores
son cualidades que cualifica a determinadas personas, acciones, situaciones, sistemas, sociedades
y cosas, y por eso los expresamos mediante adjetivos calificativos. Además, son esenciales para
vivir en una sociedad humana siendo una componente ineludible de la realidad (Cortina, 2009).

Efectivamente como menciona la autora, los valores los reconocemos e identificamos en la


medida que nos encontramos frente a una situación, una persona o incluso algún objeto. Pero
ahora, ¿por qué algunas personas no reconocen el mismo valor de algo que otras?, podemos
aclarar la pregunta con un ejemplo. Si a una persona su madre le compra un teléfono y después la
madre muere, para esta persona el valor del teléfono aumentará, mientras que para una persona
ajena a la situación el teléfono seguirá valiendo lo mismo. Podemos comprender que esto ocurre
debido a que cada persona da su juicio de valor con respecto a su experiencia con dicho objeto, es
decir, si su experiencia con dicho objeto fue agradable, se creara un valor positivo, pero si por el
contrario la experiencia con dicho objeto fue desagradable se creará un valor negativo sobre este.
De esta manera no estamos hablando de subjetividad ya que los individuos no crean a su antojo el
valor, sino que mas bien, cada persona reconoce en diferentes medidas el valor de las cosas.

La lectura de Adela Cortina expone de manera clara la diferencia entre moral y ética; menciona
que ambas se refieren a las costumbres que permiten acondicionar el mundo para ser un lugar
habitable y humano. Así, nos surge la pregunta siguiente: ¿Podemos considerar la ética como una
fuente de conocimiento?

En primer lugar, definamos que es ética y moral según Adela Cortina. Filosóficamente se hace una
distinción entre moral y ética (también llamada filosofía moral) en tanto se dice que la moral es un
tipo de saber que rige nuestro comportamiento y por tanto ha estado siempre presente en las
sociedades, mientras que la ética es otro tipo de saber que se forja el hombre mismo a manera de
reflexión de su moral (Cortina, 2009).
La lectura desde un comienzo define tanto la ética y la moral como un saber, sin embargo, nos
interesa discutir la ética como fuente de conocimiento y no la moral ya que esta última es un saber
ya establecido (por la sociedad) mientras que la ética es una reflexión propia. Entonces la ética
puede considerarse como una fuente de conocimiento en el sentido moral ya que nos permite
reflexionar e identificar que es lo correcto y que no, de manera que nos proporciona
conocimiento. Como la ética es una reflexión propia es subjetiva, es decir, variable entre los
individuos. por ejemplo, en la sociedad esta establecido que robar es malo (una moral), entonces
las personas reflexionan sobre esta situación (ética) con el fin de elegir si llevar a cabo o no este
acto.

Como se mencionó anteriormente, la ética y la moral son saberes que nos permiten forjar un
carácter y acondicionar la vida en la sociedad para que esta sea habitable. Según Adela Cortina, la
moral no es creada por los filósofos mientras que la ética (o filosofía moral) sí. Entonces nos surge
la pregunta ¿Por qué se considera que la ética es creada por los filósofos si la ética es un saber
propio?

En primer lugar, la moral efectivamente no es creada por los filósofos puesto que la misma
sociedad la forja, mientras que la ética es creada por los filósofos (Cortina, 2009). Comencemos
aclarando entonces el término “filosofía”; la filosofía es una reflexión sobre la esencia, las causas y
el fin de las cosas, La filosofía considera, analiza las cosas (sean objetos, sean actitudes o sean
otras teorías) y busca dar respuestas (Álvarez, 1978).

En este orden de ideas la filosofía es una reflexión de las cosas, de la misma manera que lo es la
ética (una reflexión moral). Entonces cuando reflexionamos sobre llevar a cabo o no un acto (ética)
estamos haciendo de cierta manera filosofía puesto que estamos reflexionando sobre el fin, la
causa y todo lo que conlleva dicha acción. Por tanto, la ética fue creada en el momento en el que
las personas comenzaron a pensar y a reflexionar (hacer filosofía) sobre los actos que llevarían a
cabo.

En otro orden de ideas, la autora hace una reflexión sobre si es necesario que todos los individuos
cumplan con un valor arbitrario X para vivir en una sociedad humana y habitable. De donde surge
la cuestión ¿Cómo seres humanos debemos darles mayor importancia a algunos valores que a
otros?

La autora toma como ejemplo valores somo la belleza y la simpatía y se pregunta si todos los
individuos deberían cumplir con estos valores, a lo que se responde que es algo completamente
ilógico ya que son características propias de cada individuo y si las poseen o no, no afecta la vida
en sociedad. Por otra parte, toma valores como el respeto y a solidaridad y se vuelve a preguntar
si todos los individuos deberían cumplir con estos valores, a lo que se responde que si todos
fueran respetuosos y solidarios las sociedades serían más humanas (Cortina, 2009).
Entonces según la lectura y a nuestra opinión, efectivamente es necesario darles mayor
importancia a ciertos valores que nos permitan cumplir con el objetivo de los valores en el mundo.
Como se mencionaba anteriormente, el objetivo de los valores es permitir una sociedad habitable
y armónica, por lo que valores no morales como la simpatía y la belleza no afectan de ninguna
manera el fin de los valores en sí.

Como se mencionaba anteriormente, el fin de los valores es vivir en una sociedad humana y
agradable. Adela Cortina menciona que valores tales como la simpatía o la belleza no son
necesarios para vivir en una sociedad mas humana, mientras que valores como la tolerancia, el
respeto o la solidaridad sí. Por tanto, nos surge la pregunta ¿Podemos considerar cualidades como
la simpatía o la belleza como valores?

En la lectura, Adela Cortina y Ortega hacen una clasificación de los valores y mencionan estos
atributos como valores no morales. Sin embargo, hay autores que no están de acuerdo con una
clasificación de los valores, como Scheler, el cual dice que una conducta moralmente adecuada
consiste en realizar en el mundo los valores de manera correcta (Cortina, 2009).

Retomando las palabras de la autora, si decimos que todos los individuos deben ser bellos o
simpáticos, efectivamente estaremos diciendo algo ilógico. Por tanto, desde nuestra opinión y
considerando la definición y el fin de los valores, pensamos que las cualidades como la simpatía o
la belleza no deberían ser clasificadas como valores, pues los valores tienen el fin de generar un
impacto positivo en la sociedad y estas cualidades no afectan en lo absoluto la vida en comunidad,
es decir que no aportan al objetivo de los valores.

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