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Verónica Salirrosas 303

La desigualdad en la provincia de Angaraes,


Huancavelica

Verónica Salirrosas
304 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

Provincia de Angaraes, Huancavelica


Verónica Salirrosas 305

Introducción
Contexto geográfico y socioeconómico de la zona de estudio

La provincia de Angaraes se localiza en la parte sureste del


departamento de Huancavelica, en la sierra central del país.
Limita por el norte, con la provincia de Acobamba; por el
oeste, con la provincia de Huancavelica; por el sur, con la
provincia de Huaytará; y por el este, con el departamento de
Ayacucho.
La capital provincial, Lircay, se encuentra a 75 km de la ciu-
dad de Huancavelica. El principal eje vial de la provincia es el
tramo Huancavelica-Lircay-Julcamarca-Ayacucho (193 km). A
este se conectan pequeñas trochas carrozables que comunican
varios poblados de la provincia y los articulan al corredor eco-
nómico Huancavelica-Ayacucho.

Procesos históricos, sociales y económicos relevantes de la


zona de estudio

Angaraes se creó como provincia del departamento de Ayacucho


por decreto en 1825. Un año después se incorporó como distrito
a la intendencia de Huancavelica. Su condición de provincia se
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restablece en 1847. Entonces, la integran los distritos de


Julcamarca, Lircay y Acobamba, que se designa como su capi-
tal. En 1879 pasa a tener esta condición el distrito de Lircay.
Con una extensión total de 1.959 km2, área que representa
el 9% del territorio huancavelicano, Angaraes comprende ac-
tualmente un total de 12 distritos, que se extienden sobre dos
regiones naturales, la quechua y la suni, cuyas alturas oscilan
entre los 2.571 y los 4.550 metros de altitud. El distrito de
Ccochaccasa es el de mayor altitud.
Sus límites internos han sufrido numerosas modificacio-
nes desde los primeros años de la República. Estas obedecie-
ron a intereses económicos y políticos, o, simplemente, al prin-
cipio del uso y la costumbre. Como consecuencia de ello, las
leyes de creación de la provincia y sus distritos presentan
imprecisiones u omisiones en sus límites, y ello ha ocasionado
la existencia de numerosos conflictos territoriales internos.
Actualmente, seis de sus distritos tienen límites no definidos;
otros cinco los tienen parcialmente definidos; y uno solo de
ellos (Ccochaccasa) los tiene claramente determinados.
Angaraes debe su nombre al reino de los anccaras, estable-
cido durante la época preincaica. Este se encontró dividido en
dos sectores o curacazgos: el de los astos, que ocuparon la ac-
tual provincia de Huancavelica, y el de los chacác, que habita-
ron los territorios de las actuales provincias de Angaraes y
Acobamba. Los anccaras fueron desplazados por la conquista
incaica y el actual territorio de la provincia, ocupado por po-
blaciones de mitimaes provenientes de Andahuaylas, Abancay
y Vilcabamba. Con la conquista española y el establecimiento
del sistema colonial, Angaraes cobra especial importancia por
el descubrimiento de las minas de plata de Julcani, localizadas
en esta circunscripción.
A pesar de su agitada historia, los pueblos campesinos de
Angaraes mantuvieron su cultura y sus costumbres gracias a
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la organización comunal. Sin embargo, la violencia de las dé-


cadas de los ochenta y noventa afectó su estructura social, que
se encontraba organizada en función de las comunidades cam-
pesinas, y produjo el despoblamiento de sus territorios. Pasa-
da la época de la violencia, la provincia de Angaraes ha empe-
zado a repoblarse: los desplazados retornan a sus pueblos y se
asientan nuevas familias.
En el 2004, la población total de la provincia se estimó en
47.502 habitantes Su densidad demográfica es de 24,25 habi-
tante por km2. La mayor parte de su población se concentra en
los distritos de Lircay (48,31%) y Anchonga (12,82%). Este úl-
timo es el distrito de mayor densidad poblacional (84%) de
toda la provincia. Angaraes, por su parte, alberga al 10,3% de
la población de Huancavelica. Presenta una de las tasas más
bajas de crecimiento poblacional (1,5% promedio anual), in-
cluso una menor a la del departamento (1,9%), y una de las
tasas más altas de migración (28 por cada mil habitantes).
Los habitantes se concentran mayoritariamente en las áreas
rurales (71%). Su población urbana habita, principalmente, la
ciudad de Lircay, uno de los principales centros urbanos de
todo el departamento por su actividad comercial. Las mujeres
conforman el 52% de su población total, mientras que por gru-
pos de edad predominan notoriamente los jóvenes (el 56% de
su población es menor de 19 años).
El grado de pobreza y pobreza extrema en el departamen-
to es de alrededor del 83,7% y 61,6%, respectivamente.1 El 92%
de los hogares huancavelicanos tienen al menos una necesi-
dad básica insatisfecha (NBI); para el caso de Angaraes, el 94,2%
de las familias presentan por lo menos una NBI. Estas cifras se
presentan diferenciadamente según el área de residencia: en

1Almanaque Estadístico Departamental Huancavelica-2003. Oficina Departa-


mental INEI, 2004.
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la zona rural, el 96,1% de los hogares presenta, al menos, una


NBI, mientras que, en las zonas urbanas, los hogares con al
menos una NBI se estiman en un 78,8%.2
Esta situación se manifiesta en el limitado acceso a los ser-
vicios básicos. La población sin acceso a agua potable llega, en
algunos distritos, al 100% (solo en el caso del Lircay, más del
85% de los hogares cuenta con este servicio). En la mayoría de
distritos, el 92% no tiene acceso al servicio de desagüe y entre
el 80 y el 10% no cuentan con servicio de electricidad.
De igual forma, la precaria situación en la que se encuen-
tran las familias de esta provincia se manifiesta en los indica-
dores de salud y educación. La desnutrición infantil afecta al
45,5% de los niños; en los 12 distritos, las tasas oscilan entre el
37% y 57%. La esperanza de vida al nacer es de 61,7 años, mien-
tras que en el país es de 69,8 años.3 La tasa de analfabetismo
llega a cerca del 23%, y los niveles de deserción escolar son del
11% en el nivel inicial; del 13%, en la primaria; y del 14%, en la
secundaria.
El denominado índice de desarrollo humano (IDH) en el
ámbito de la provincia es de 0,31. Este es más bajo que el del
departamento (0,43), que, a su vez, es el más bajo en el ámbito
nacional.4 Asimismo, los ingresos familiares son muy bajos.
El ingreso promedio mensual per cápita es de tan solo 139
nuevos soles.5
Econonómicamente, Angaraes está claramente dividido en
dos ámbitos: Angaraes sur, cuyas relaciones económicas y co-
merciales se articulan a los mercados de Ayacucho y se inte-
gran a la capital del país, Lima, a través de Los Libertadores; y

2Fuente: Oficina de Epidemiología. DIRESA Huancavelica, 2004.


3Plan de Desarrollo de la Provincia de Angaraes, 2003 (versión preliminar).
4 Informe PNUD-2002.

5 INEI-ENAHO 2002. Plan de Desarrollo de la Provincia de Angaraes, 2003

(versión preliminar).
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Angaraes norte, que se integra a los mercados regionales de


Huancayo, Lima y la selva central a través de Huancavelica.
Siendo la sociedad angareña primordialmente rural, las
comunidades campesinas tienen como actividad productiva
principal la agropecuaria. En la zona sur, la actividad princi-
pal es la agrícola, pero se desarrolla, de forma complementa-
ria, la ganadería; en la zona norte, en cambio, la principal acti-
vidad económica es la pecuaria.
La actividad agropecuaria se relaciona con el espacio terri-
torial existente (superficie agrícola y no agrícola) y el tipo de
recursos que este posee. Los distritos que cuentan con mayor
superficie agropecuaria son Lircay con el 30,8% de las hectá-
reas, Congalla con el 16,4% y Secclla con el 12,5.
El área agrícola de la provincia es el 15,8% de su superficie
total. Solo un poco más de 2500 hectáreas (el 14%) son terre-
nos bajo riego. Los distritos que cuentan con mayor capacidad
en riego son Secclla (25,4 hectáreas), Santo Tomás de Pata y
Lircay (15,3 hectáreas). Este hecho las hace zonas potenciales
para el desarrollo de mejores niveles de producción agrícola.
Existe una variedad de productos agrícolas debido a los
diversos pisos ecológicos en que se asienta la provincia. La
Dirección Regional de Agricultura de Huancavelica ha esta-
blecido que los principales productos desarrollados en la pro-
vincia son la cebada en grano, la papa, el maíz amiláceo, el
trigo, el haba y la arveja verde. Por otro lado, en algunos valles
podemos encontrar cultivo de hortalizas y frutales. Esta pro-
ducción tiene bajos niveles de productividad y especialización,
y tiene poca articulación con el mercado. Se orienta, principal-
mente, al autoconsumo familiar.
Los distritos de Lircay, Anchonga y Congalla abarcan la
mayor parte de superficie cultivada y cuatro son las principales
cultivos: papa, cebada, maíz y trigo. En los casos de Lircay y
310 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

Anchonga, los principales productos, en orden de importancia,


son la papa y la cebada; y en el de Congalla, el maíz y la cebada.
Por otra parte, los pastos naturales cubren casi el 62% del
territorio de Anagaraes. Los pastos manejados, en cambio, solo
corresponden al 5,16%. Los distritos que cuentan con mayor
superficie de pastos respecto al total provincial son Lircay (36%
de hectáreas), Secclla (17% de hectáreas) y Congalla (13% de
hectáreas). Los distritos que cuentan con mayor manejo son
Lircay (201,18 de hectáreas.), Congalla (51,43 de hectáreas) y
Anchonga (22,69 de hectáreas).
El distrito de Lircay concentra la mayor cantidad de pro-
ducción pecuaria. En segundo lugar se encuentra Congalla
(vacuno, ovino, porcino y caprino). Ambos distritos concen-
tran el 52,6% de la población pecuaria provincial. Debe preci-
sarse el caso específico de la producción de ovino, ya que este
representa el 50,42% de la población pecuaria total. Los distri-
tos que sobresalen en este rubro son, en orden de importancia,
Lircay, Congalla y Anchonga.
La superficie que no se cultiva y en las que no crecen pastos
naturales la componen territorios de montes y bosques, y los
eriazos. Estas tierras representan cerca del 22% del territorio.
Los pastos naturales sin manejo se encuentran en las zo-
nas altas, distantes de los sistemas de riego. Están expuestos a
los cambios climáticos y, por lo general, constituyen el susten-
to de la ganadería de ovinos y camélidos.
A pesar de las difíciles condiciones, una de las principales
limitaciones para el desarrollo agropecuario es la tenencia de
la tierra. Según el Censo Agropecuario de 1994, el 94,8% de las
unidades agropecuarias poseían el 73,6% de las tierras, con
extensiones menores a 30 hectáreas. Esto significa que la con-
centración de la tierra en grandes propiedades se ha reducido
drásticamente en comparación con la situación anterior a 1969.
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En la provincia predomina el minifundio, pues el 55,3% de las


unidades agropecuarias tienen menos de tres hectáreas y solo
poseen el 16,7% de las tierras agrícolas. Más aún, los campesi-
nos más pobres, con menos de una hectárea, solo poseen el 3%
de las tierras agrícolas y constituyen el 24,5% de las unidades
agropecuarias
La actividad agropecuaria ocupa a más del 75% de la po-
blación, pero más del 70% de las unidades agropecuarias des-
tinan su producción al consumo familiar. No obstante el perfil
productivo agropecuario de la provincia, las actividades eco-
nómicas desarrolladas en Angaraes comprenden, además, la
producción minera, el comercio y los servicios; así como algu-
na actividad industrial (de transformación agropecuaria), aun-
que con poco desarrollo.
La actividad minera de la provincia se sustenta en la uni-
dad Julcani, propiedad de la Compañía de Minas Buenaven-
tura. Esta unidad está conformada por varias subunidades o
socios (Hermina, Mimosa, San Pedro, Tentadora, Carhuasa,
Cambalache, Pampamali, etc.) que se dedican a la explotación
de cobre, zinc, hierro, plomo, vanadio, plata y oro.
De esta manera, Angaraes aún puede ser identificada como
una provincia minera. El territorio concesionado o con denun-
cio minero es de más de 16.200 hectáreas, lo que representa el
8,3% del área total de la provincia. Sin embargo, es poco lo que
aporta esta actividad al desarrollo local, ya que, según el Cen-
so Nacional de Población y Vivienda de 1993, solo absorbe al
4,78% de la población económicamente activa (PEA). Además,
constituye un tipo de empleo insalubre, con bajos niveles de
seguridad y con baja remuneración; y su demanda se relacio-
na directamente con el agotamiento de reservas. Por otra par-
te, la contaminación que genera en los recursos suelo y agua
afecta directamente el desarrollo de la actividad agropecuaria.
312 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

Las actividades de transformación existentes en la provin-


cia son de poca importancia económica en comparación con
las actividades agropecuarias. Son básicamente de transfor-
mación primaria, es decir, utilizan como insumo básico los
productos agropecuarios producidos localmente. Por lo gene-
ral, son actividades familiares (utilizan la mano de obra fami-
liar y no tienen remuneración), artesanales y complementa-
rias de las actividades agropecuarias. Los datos del Censo
Nacional de Población dan cuenta de que solo el 4% de la PEA
se dedica a este tipo de actividad.
Las zonas urbanas, como las capitales distritales (princi-
palmente Lircay), son los espacios que cuentan con mayores
condiciones para el desarrollo de esta actividad, puesto que
disponen de infraestructura básica como energía eléctrica y
agua potable. Asimismo, tienen la ventaja de concentrar las
transacciones del mercado local. En la actualidad, existen acti-
vidades transformativas como las realizadas por molineras
(molienda de granos de trigo, cebada, arbeja, maíz, etc.), car-
pinterías y panaderías; asimismo, hay producción de deriva-
dos de la leche (queso, mantequilla, manjar blanco y yogurt).
Casi todas estas actividades se desarrollan de manera infor-
mal, y eso limita su capacidad de absorber demandas mayo-
res de entidades publicas o privadas.
En el área rural, las actividades transformativas existentes
son, entre otras, la elaboración de quesos y quesillos; el secado
de papa; el procesamiento del maíz pelado, el chuño, el morón
y el charqui; y la fabricación de prendas de vestir e indumen-
taria en base a la lana de ovino. Gran parte de esta producción
se orienta al consumo familiar y, en menor medida, a su
comercialización y trueque en las ferias locales.
En el aspecto organizacional, Angaraes tiene a las comuni-
dades campesinas, a las organizaciones de productores y a las
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asociaciones de mujeres en los clubes de madres, comedores y


comités del Vaso de Leche como organizaciones de base.
Los distintos aspectos de la población angareña, en lo eco-
nómico, político, social y cultural, hacen de ella una sociedad
local en la que la desigualdad debe ser observada desde una
perspectiva más amplia que la limitada visión economicista
de la desigualdad en ingresos.

Resultados del diagnóstico


La distribución de los capitales
CAPITAL NATURAL
Según el Censo Agropecuario de 1994, el 94,8% de las unida-
des agropecuarias dentro de la provincia de Angaraes poseen
el 73,6% de las tierras con extensiones menores de 30 hectá-
reas, es decir, la concentración de la tierra en grandes propie-
dades se ha reducido drásticamente en comparación con la
situación anterior a 1969. En la provincia, predomina el mini-
fundio, pues el 55,3% de las unidades agropecuarias tienen
menos de tres hectáreas y solo poseen el 16,7% de las tierras
agrícolas. Más aún, los campesinos más pobres, con menos de
una hectárea, solo poseen el 3% de las tierras agrícolas y cons-
tituyen el 24,5% de las unidades agropecuarias
La provincia cuenta con importantes fuentes de recursos
hídricos. Estos se ubican en diversos microcuencas, entre las
que destacan las de San Juan, Lircay y Huaranccayuc, que dre-
nan hacia la cuenca del río Urubamba. El recurso hídrico que
dinamiza la economía agrícola es el río Cachi, que irriga los cul-
tivos ubicados a su margen izquierda, que corresponden a los
distritos de San Antonio de Antaparco, Julcamarca y Chincho.
Por otra parte, los pastos naturales representan cerca del 62%
del territorio de Anagaraes, mientras que los pastos manejados
314 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

solo corresponden al 5,16%. Los distritos que cuentan con ma-


yor superficie territorial respecto al total provincial son Lircay
(36% de las hectáreas), Secclla (17%) y Congalla (13%), y los
que cuentan con mayor superficie de pastos manejados son
Lircay (201,18 hectáreas), Congalla (51,43 hectáreas) y
Anchonga (22,69 hectáreas).
El distrito de Lircay concentra la mayor cantidad de pro-
ducción pecuaria; en segundo lugar, se encuentra Congalla.
Ambos distritos concentran el 52,6% de la población pecuaria
provincial. La producción de ovino, específicamente, repre-
senta el 50,42% de la población pecuaria total. Los distritos
que sobresalen en esta especie son en orden de importancia
los distritos de Lircay, Congalla y Anchonga.6

CAPITAL HUMANO
Los indicadores del sector educación en el ámbito provincial
muestran las limitadas oportunidades que se ofrecen a su po-
blación. Aunque no se dispone de cifras exactas de las entida-
des del sector, el diagnóstico realizado por el Gobierno Muni-
cipal Provincial señala una tasa aún elevada de analfabetismo
(40%). Aunque la cobertura del sector se habría extendido en
los últimos años, los niveles de deserción escolar son mayores
al 10% en cualquiera de los niveles educativos (inicial, prima-
ria y secundaria); y el nivel de logro educativo en educación
secundaria es de apenas el 58%.
Sin embargo, existen diferencias claramente marcadas en-
tre las oportunidades de formación ofrecidas a la población
del campo y las ofrecidas a la población de las zonas urbanas,
en particular en la ciudad de Lircay, donde existen, además

6 Los datos consignados son del Censo Agropecuario de 1994 y también se

mencionan en la introducción. No existen otros datos adicionales que nos puedan


ayudar a desarrollar este aspecto.
Verónica Salirrosas 315

de los centros educativos estatales, otros centros educativos


particulares, cuya calidad en la educación impartida es noto-
riamente mayor. Sin embargo, son pocas las familias —solo
las de mayores recursos— cuyos hijos acceden a este tipo de
educación.
Por su parte, Huancavelica, la ciudad capital del departa-
mento, congrega centros de educación superior, como la Uni-
versidad Nacional de Huancavelica, la Universidad Privada
para el Desarrollo Andino e institutos tecnológicos. Los jóve-
nes habitantes de la ciudad de Lircay asisten en su mayoría a
estos centros y a ellos se suman los que provienen de otras
provincias u otros departamentos. Pero la población juvenil
de las comunidades campesinas se encuentra, en términos ge-
nerales, imposibilitada a acceder a estos servicios de educa-
ción superior por la carencia de recursos, aun existiendo ofer-
ta de institutos tecnológicos dentro de la provincia. Solo
aquellos que dentro de la comunidad poseen mayores recur-
sos envían a sus hijos a educarse en la universidad.
En lo que refiere a la situación del empleo, no existen datos
actuales de la condición de la PEA en la provincia. Según el
Censo de Población y Vivienda de 1993, en Angaraes ascendía
a 11.275 personas, lo que representaba un poco más del 26%
de su población total; y los mayores niveles de desocupación
se observaban en la capital distrital de Lircay, con un 63% de
desocupados.
Por otro lado, las estadísticas de este año muestran una
distribución de la PEA por sexo que beneficia a los varones. Sin
embargo, para las autoridades locales y la propia población, estas
cifras no responden a la realidad, ya que muchas mujeres, al
momento del registro censal, son consideradas en la categoría
de NO PEA, con lo que se establece como su única actividad el
cuidado del hogar, sin consignar otras actividades remunera-
tivas. No obstante, la realidad local muestra, sobre todo en el
316 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

ámbito rural, que las mujeres participan igualmente de las ac-


tividades económicas que realiza la familia. Así, las encontra-
mos realizando actividades de pastoreo, siembra y cosecha; o
elaborando artesanía y vendiendo productos en el mercado.

CAPITAL SOCIAL
En la provincia de Angaraes, así como en otros ámbitos den-
tro de la región andina, el principal capital social lo constitu-
yen las comunidades campesinas. La comunidad campesina
es reconocida como la principal organización de base. En ese
sentido, constituye el pilar de las relaciones entre las familias
campesinas, así como entre ellas y el medio exterior. La auto-
ridad comunal es la encargada de velar por el desarrollo de su
pueblo, siendo responsable de la organización y gestión de
todos los trabajos que realizan los comuneros con ese fin.
Las redes sociales más importantes de la provincia, la Fe-
deración de Comunidades Campesinas del Departamento de
Huancavelica (FEDECCH) y la Confederación Regional de
Comunidades Afectadas por la Minería (CORECAMI), se te-
jen sobre la base de las comunidades campesinas. La primera
involucra a todas las de la provincia, convoca a reuniones
periódicas para el tratamiento de distintos temas de interés
para el desarrollo campesino y se responsabiliza de llevar su
voz al espacio regional y nacional. La segunda, por su parte,
convoca a todas aquellas cuyos territorios se ven afectados
por la actividad minera y, al igual que la FEDECCH, se en-
carga de llevar y organizar su acción en defensa de los recur-
sos naturales. Ambas organizaciones, dado su rol, son las
reconocidas por la población campesina como sus principa-
les espacios de representación.
Verónica Salirrosas 317

Ingresos y acceso a crédito7

Los niveles de ingresos en la provincia son bastante bajos. El


promedio es menor a los quinientos nuevos soles anuales. Exis-
ten familias con promedios más bajos aún, menores a los dos-
cientos nuevos soles. Igualmente, es importante el número de
familias campesinas y familias de migrantes que habitan el
ámbito urbano y que se encuentran sin trabajo fijo.
Los niveles de ingreso entre los mil y los cinco mil nuevos
soles anuales corresponden a los pequeños y medianos comer-
ciantes ubicados en la ciudad de Lircay. Entre estos últimos,
los niveles más altos de ingresos corresponden a las empresas
ferreteras ubicadas en Lircay. Estas llegan a ganar, en prome-
dio, más de cinco mil nuevos soles mensuales, ya que las fami-
lias dedicadas a esta actividad comercial administran, además,
pequeños hostales y, en algunos casos, poseen otras propieda-
des que les proporcionan alguna renta.
El acceso a crédito es también bastante limitado. Aunque
existía en la zona hasta el año pasado una organización no
gubernamental, Prisma, que otorgaba crédito bajo la modali-
dad de grupos solidarios, los pobladores que accedieron a él
no tuvieron la capacidad de devolver el dinero, por lo que esta
institución se retiró de la zona este año. Desapareció, con ella,
la única oferta de crédito en la provincia.8

7 La información aquí señalada corresponde a la entrevistas y encuestas

realizadas.
8 Sobre el acceso a crédito no se dispone de ninguna fuente de información

oficial actual. Ninguno de los participantes en el grupo focal ha accedido a él.


318 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

Mecanismos y espacios de representación y toma de


decisiones
DESCRIPCIÓN DE LOS ESPACIOS DE REPRESENTACIÓN
En Angaraes, la población identifica hasta tres espacios de re-
presentación nítidamente diferenciados como los más impor-
tantes. El principal es la comunidad campesina, que dentro de
esta sociedad preponderantemente rural constituye la unidad
organizativa base de la población angareña en su conjunto.
Las comunidades campesinas, por tradición, son no solo un
espacio de representación para los campesinos sino una for-
ma de vida para la población rural, en la que la autoridad, la
organización, la convivencia y otras relaciones sociales, políti-
cas y económicas responden a patrones culturales definidos
por la tradición.
En segundo lugar se da importancia a dos organizaciones
representativas de las comunidades campesina en el ámbito
departamental cuya presencia dentro de la provincia resulta
importante para su población la FEDECCH y la CORECAMI.
La FEDECCH tiene como papel principal defender los
derechos del campesino huancavelicano y recoger su voz para
llevarla a espacios mayores de discusión en el ámbito regio-
nal y nacional. Corresponde a una organización de segundo
nivel de asociación y representa, para la población campesi-
na, el mayor espacio para intercambiar argumentos sobre te-
mas de vital importancia para sus comunidades y para to-
mar posición conjunta en relación con la defensa de sus
derechos.
La CORECAMI, otra organización de importante actuación
en la provincia, tiene por misión la defensa de los recursos
naturales, de las tierras comunales y del medio ambiente. Esta
organización convoca a reuniones de asamblea multicomunal
cada año para tratar distintos temas referidos a su misión y
Verónica Salirrosas 319

tomar decisiones y medidas de lucha frente a la empresa mi-


nera asentada en la provincia, sobre todo en relación con la
contaminación de los recursos hídricos.
En el ámbito del distrito de Lircay, deben mencionarse los
Frentes de Defensa y Desarrollo de sus tres barrios. Estas or-
ganizaciones locales, que agrupan a la población vecina de cada
barrio del distrito, velan por el cumplimiento de las obras
municipales en cada una de sus localidades. Para la población
distrital en general, estos grupos son de importante represen-
tación local, pero para el gobierno provincial no pasa de ser
un grupo fiscalizador y de «oposición» a su gestión.
Por otro lado, siempre son referidos, en los comentarios de
la población, los movimientos políticos partidarios de repre-
sentación local. Entre ellos destacan los partidos INTI (Movi-
miento de Integración Regional), MINCAP (Movimiento In-
dependiente de Campesinos y Profesionales), AYNI y AYLLU.
Los dos primeros son los de mayor antigüedad dentro de la
provincia. Ambos han tenido a su cargo la conducción del
gobierno local provincial (el actual alcalde de la provincia es
del partido INTI), pero, a juzgar por la valoración que trans-
mite la población, no han cubierto sus expectativas. El tercero
es un grupo partidiario que surgió, según comenta la pobla-
ción, por simple oposición al actual gobierno provincial. Fi-
nalmente, el cuarto, un partido nuevo, es identificado, por
varios de los actores entrevistados, como un partido verdade-
ramente representativo de la masa campesina, y ello porque
«nace» de sus propias bases. Aun así, este nuevo movimiento
no deja de ser, para parte de la población de Lircay, un mero
grupo promovido por un «personaje profesional conocido» de
la ciudad de Lircay. Es innegable, sin embargo, que existen
muchas expectativas en este nuevo movimiento, que desde ya
se vocea como el futuro ganador de la próxima contienda elec-
toral municipal del 2006. Sin embargo, debe remarcarse que,
320 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

para la población en general, estos movimientos no pasan de


ser grupos que representan intereses particulares que entran
en disputa en la contienda electoral.
Es importante señalar, finalmente, que las organizaciones
de mujeres no son reconocidas como espacios importantes de
representación en el ámbito de la provincia. Solo en los distri-
tos de Anchonga y Congalla se hacen presentes a través de
sus federaciones de clubes de madres. Este es el caso de la
Federación de Clubes de Madres de Anchonga (FEDECMA).
Los distintos actores entrevistados «han escuchado» de estas
organizaciones, pero desconocen el trabajo en el cual están
involucradas.

DESCRIPCIÓN DE LOS ESPACIOS DE TOMA DE DECISIONES


Los espacios de representación señalados anteriormente son
también reconocidos como espacios importantes para la toma
de decisiones en cada uno de los ámbitos y temas en los que
las organizaciones que las mediatizan desarrollan su activi-
dad. A estos espacios de toma de decisiones —tradicionales
(como las comunidades campesinas) y de interés (como la
FEDECCH, la CORECAMI, los partidos políticos y el Frente
de Defensa)— hay que añadir aquellos que son promovidos
desde el Estado, sobre todo a partir del actual gobierno. Entre
estos destacan los Presupuestos Participativos y los Consejos
de Coordinación Local (CCL).
Los Presupuestos Participativos se convocan en la pro-
vincia desde el año pasado. Según la percepción de algu-
nos representantes de las organizaciones base, este año se
ha observado un mayor interés de la población en partici-
par. Sin embargo, existe aún mucha desinformación sobre
las características e importancia de este proceso. La parti-
cipación mayoritaria es de los alcaldes de distritos, los al-
caldes de centros poblados y las autoridades comunales. Las
Verónica Salirrosas 321

organizaciones de base de mujeres (comedores y comités del


Vaso de Leche), en opinión de algunos, tienen presencia, pero
no participación.
En el CCL provincial, participan la CORECAMI, los pro-
ductores agropecuarios de Callanmarca, la Universidad para
el Desarrollo Andino (UDEA), un representante de los Fren-
tes de Defensa de Lircay y la organización no gubernamental
Servicio Integral de Cooperación Rural Anccara (SICRA). La
participación de las demás organizaciones ha sido descartada
porque no cuentan con personalidad jurídica.
A pesar de que los niveles de participación y, más aún, la
calidad de la participación son bastante limitados, el conjunto
de los actores entrevistados y, sobre todo, la población de las
comunidades campesinas (participantes del grupo focal) re-
conocen estos espacios como muy importantes para la toma
de decisiones en el ámbito de sus distritos y de la provincia, ya
que consideran que la participación amplia y equitativa es la
única vía que puede asegurar una gestión que atienda las prin-
cipales necesidades de toda la población.

DESCRIPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS LÍDERES LOCALES


La visión del liderazgo local recogida de la población se limita
a los movimientos político-partidarios locales. Se identifican
claramente como líderes locales los representantes de los par-
tidos INTI y MINCAP, así como a los líderes tradicionales re-
conocidos en el ámbito de toda la provincia. Estos, de alguna
manera, siempre están presentes en los espacios mayores de
debate. Ocasionalmente, y de acuerdo con la coyuntura, pue-
den ganan mayor protagonismo, caso que se presenta en los
periodos de contienda electoral. Los representantes de las or-
ganizaciones de base no son vistos como «líderes reales», sino
como personajes interesantes, cuya actuación responde prin-
cipalmente a vicisitudes coyunturales.
322 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

DESCRIPCIÓN DE LAS RELACIONES DE ETNIA Y GÉNERO


En cuanto a las relaciones de género, las percepciones de los
entrevistados, hombres y mujeres de las comunidades partici-
pantes del grupo focal, son distintas. Para la población urbana
de la provincia, la sociedad angareña es bastante machista, lo
que se refleja sobre todo en las costumbres de las poblaciones
de las comunidades campesinas. Según los entrevistados, existe
muy poca participación de la mujer, pues, aunque tiene ma-
yor presencia en distintos espacios (principalmente por su re-
presentación de los comedores y comités del Vaso de Leche),
no opina. Entre otras causas, este hecho se relaciona con su
falta de instrucción, que implica su poca capacidad para ma-
nejar los asuntos públicos. Como muestran las estadísticas, las
mujeres siguen teniendo menor acceso a la educación que los
varones.
Sin embargo, una parte de los entrevistados argumenta una
posición distinta de la que llaman «una visión citadina» de las
relaciones entre hombre y mujer. La percepción desde fuera
de las comunidades es la de una sociedad machista, pero des-
de dentro, lo que se observa es la unidad familiar. El director
de la Organización no gubernamental SICRA señala: «[…]
cuando se ve con ojos de la misma comunidad, uno identifica
que no hay discriminación, hay roles femeninos».
Por otro lado, la percepción de las mujeres y hombres de
las comunidades campesinas (participantes del grupo focal)
muestra un matiz entre ambas «visiones» de las relaciones entre
hombres y mujeres. Tanto para los varones como para las
mujeres, lo que prevalece es la unidad familiar o uklla, como
se le dice en quechua. De acuerdo con este principio, los hom-
bres y mujeres tienen cada uno sus propios roles y «no hay
quien trabaje más que el otro», aunque hay varones que co-
mentan que «debe ser más duro encargarse de la casa y ayu-
dar en la chacra».
Verónica Salirrosas 323

Las características de las relaciones de género al interior de


la comunidad campesina responden a la propia cultura de los
hombres y mujeres de estas comunidades. Dentro de esta, prin-
cipalmente en las comunidades de Huayllay Grande, Anchonga,
Congalla y San Juan de Dios, existen autoridades distintas de
las autoridades comunales que comúnmente conocemos. Estas
son las llamadas «autoridades ancestrales», cuyo mayor repre-
sentante es el varayocc. Después vienen el regidor, el alguacil
mayor y los alguaciles menores, cada uno con un rol específico.
Dentro de este sistema de jerarquías, las mujeres tienen su es-
pacio: «las mujeres esposas de los Varayocc (la mayor autori-
dad ancestral) tienen autoridad, son madre de familia y acom-
pañan a sus esposos en su labor dentro de la comunidad».
A pesar de ello, las mujeres sienten que son marginadas de
espacios mayores de encuentro y toma de decisiones desde su
propia comunidad y en el ámbito del espacio local en su con-
junto. Ellas están luchando por «hacer entender» a los varones
que «ganar mayor participación en estos espacios, no significa
dejar de cumplir con su rol al interior de su familia [...]. Algu-
nos esposos aceptan los nuevos roles que sus esposas están
desempeñando, pero son muy pocos».
Al interior de las comunidades, no se distinguen grupos
étnicos. La comunidad campesina es la organización heredita-
ria de las costumbres y forma de vida de los antiguos aillus. En
su organización actual, sigue vigente la autoridad ancestral re-
presentada por el «alcalde vara» o varayocc, quien es elegido
por el pueblo para cumplir con el rol fundamental de cuidar el
aillu y de velar por el bienestar de la familia y su convivencia
con el medio natural, con la tierra, con la Pachamama.
Sin embargo, ante la sociedad exterior, estas autoridades
son inexistentes como tales. Las normas y estructuras de el
nuevo mundo globalizado les impusieron una nueva autori-
dad conocida como la Junta Directiva Comunal. A pesar de
324 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

ello, las autoridades ancestrales ejercen su rol al mismo tiem-


po que las autoridades «oficiales» (como ellos las llaman), con
quienes se reúnen cada año en el llamado tincuy, que es una
reunión diferente de la acostumbrada asamblea comunal y en
la que se establece el conjunto de normas que regirán a sus
comunidades.
Las autoridades llamadas oficiales (las de la Junta Directi-
va Comunal) se encargan de todas aquellas cuestiones relati-
vas al llamado «desarrollo». La población campesina no al-
canza entender este «nuestro concepto de desarrollo», pero
sabe que es «necesario» establecer contacto de alguna forma
con el resto de la sociedad para evitar la marginación. A pesar
de ello, para los campesinos, las autoridades ancestrales son
las autoridades legítimas de su comunidad, las que en verdad
cuidan de ellos, de sus familias y de sus tierras. Por ello, se les
debe máximo respeto y obediencia.
Si bien los pobladores campesinos defienden la legitimi-
dad de sus autoridades ancestrales, perciben claramente que
las manifestaciones de su cultura son muchas veces causantes
de discriminación. Así, destacan el hecho de que la población
citadina suele burlarse de su vestimenta o de su forma de ha-
blar. No obstante ello, puede notarse que el respeto a su cultu-
ra es algo que los pobladores campesinos quieren rescatar. Sin
embargo, sienten que no es fácil hacerlo, pues incluso la edu-
cación impartida a los niños y niñas de sus comunidades es
únicamente en castellano, a pesar de que su lengua materna
es el quechua.

DESCRIPCIÓN DE LA FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA Y LOS MEDIOS


DE COMUNICACIÓN LOCALES

Los medios de comunicación más importantes del distrito de


Lircay son las emisoras locales Radio Ecos y Radio Impacto.
Ambas emisoras, en particular la primera, tienen distintos
Verónica Salirrosas 325

espacios. Estos abordan temas políticos y organizacionales, o


son de carácter educativo y cultural.
En la percepción de la población, la primera de ellas es la
que otorga mayor espacio de participación a las instituciones
y organizaciones locales. Distintas entidades, como el gobier-
no provincial, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL),
la Universidad Nacional de Huancavelica (UNH), el Ministe-
rio de Agricultura (MAG) y organizaciones sociales como
CORECAMI y SICRA, tienen participación en este medio para
informar sobre su quehacer institucional.
Asimismo, esta radio abre un espacio de debate (a cargo
de un profesional en comunicación) cada fin de semana sobre
los temas más importantes de la coyuntura local e invita a par-
ticipar en él a los distintos representantes del gobierno pro-
vincial, las entidades del Estado, las instituciones privadas y
las organizaciones locales.
En opinión de todos los entrevistados (incluyendo los par-
ticipantes del grupo focal), la información y opiniones verti-
das en estos medios influyen de manera importante en la opi-
nión local. En palabras del propio gerente de la emisora, que
también se desempeña como docente: «[…] el medio de co-
municación es el cuarto poder. Si a la población les informas
lo falso ellos van a captar lo falso, si informas la verdad, la
verdad. Un medio de comunicación siempre va a influir en la
conducta o en la formación del oyente».

DESCRIPCIÓN DE LA PERCEPCIÓN DE LOS DISTINTOS ACTORES SOBRE


LOS GRUPOS SOCIOECONÓMICOS LOCALES

Todos los actores entrevistados identifican como mínimo dos


grupos socioeconómicos claramente definidos: uno de clase
media (así lo denominan), dentro del cual agrupan a los comer-
ciantes, y otro de clase baja o pobre, dentro del cual agrupan a
la población campesina.
326 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

El primer grupo identificado es el grupo socioeconómico


de mayores recursos, asentado en la ciudad de Lircay y dedi-
cado a la actividad comercial. Dentro de él, algunos actores
ubican dos grupos diferenciados de acuerdo con la actividad
comercial que realizan. Se establece, así, una clasificación que
distingue a los pequeños comerciantes, dedicados a la venta
de distintos artículos de consumo familiar, y al reducido gru-
po de grandes comerciantes, especialmente los empresarios
ferreteros, que abastecen de materiales principalmente a la
municipalidad provincial y que notoriamente ostentan mayo-
res recursos económicos.
Esta población accede a mayores niveles de educación.
Muchos de sus hijos estudian en los colegios particulares de la
ciudad y asisten a las universidades que tienen presencia local
(principalmente a la Universidad para el Desarrollo Andino)
o salen a las ciudades de Huancayo o Lima.
Estos grupos de comerciantes no se encuentran organiza-
dos, ni tienen ningún tipo de asociación ni agrupación local.
En opinión de muchos, «[…] son solo negociantes indepen-
dientes desinteresados de su localidad».
El segundo grupo identificado en las entrevistas es el gru-
po poblacional de las comunidades campesinas. Sus integran-
tes son vistos como «los pobres» o «los desposeídos». En su
mayoría, estas poblaciones disponen de escasos recursos para
su supervivencia (pocas tierras y pocas cabezas de ganado).
Por otro lado, no tienen acceso a muchos servicios dentro de
sus hogares. Su acceso a la educación está restringido a la ofer-
ta estatal y solo hasta el grado de educación que se imparta
dentro de sus propias comunidades, pues es costoso mandar a
estudiar a los hijos a la ciudad. Sin embargo, hay algunos po-
cos productores que tienen mayores tierras y mayor número
de animales dentro de las comunidades, y que aplican una
Verónica Salirrosas 327

mejor tecnología en sus unidades productivas. Estas familias


disponen obviamente de mejores ingresos y tienen mejor po-
sibilidad de educar a sus hijos en la ciudad de Lircay.
Dentro de las comunidades, existen varios tipos de organi-
zación que van desde la propia comunidad campesina, pasan-
do por las organizaciones de base como los comedores y comi-
tés del Vaso de Leche, hasta las asociaciones de productores.
Se debe señalar, finalmente, que, en la ciudad, algunos men-
cionan a un grupo poblacional migrante del campo por efecto
de la violencia política. Esta población es marginada y no tiene
empleo fijo; y solo puede obtener ingresos haciendo trabajos
eventuales.

Los grupos vulnerables


LAS NECESIDADES BÁSICAS INSATISFECHAS (NBI) EN ANGARAES
En la provincia de Angaraes, el 94,2% de las familias presentan
por lo menos una NBI. Estas cifras se presentan diferenciada-
mente según el área de residencia. En la zona rural, el 96,1%
de los hogares presenta al menos una NBI, en tanto que, en las
zonas urbanas, los hogares con al menos una NBI se estiman
en un 78,8%.9
Esta situación se manifiesta en el limitado acceso a los
servicios básicos. La población sin agua potable llega, en al-
gunos distritos, al 100% (solo en el caso del Lircay, más del
85% de los hogares cuenta con este servicio). Por otro lado,
en la mayoría de distritos, el 92% no tiene acceso a los servi-
cios de desagüe, y del 80 al 100% no disponen del servicio
eléctrico.

9 Fuente: Oficina de Epidemiología. DIRESA Huancavelica, 2004.


328 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

De igual forma, la precaria situación en la que se encuen-


tran las familias de esta provincia se manifiesta en sus
indicadores de salud y educación. La desnutrición infantil afec-
ta al 45,5% de los niños (en los 12 distritos, las tasas oscilan
entre el 37% y 57%); y la esperanza de vida al nacer es de 61,7
años (mientras que en el país es de 69,8 años).10 Por su parte, la
tasa de analfabetismo llega a cerca del 23%,11 y los niveles de
deserción escolar son del 11% en el nivel inicial, 13% en el pri-
mario y 14% en el secundario.
Se debe señalar, finalmente, que el denominado índice de
desarrollo humano (IDH) en el ámbito de la provincia es de
0,31 (más bajo aún que el 0,43 del departamento); y que los
ingresos familiares son muy bajos (el ingreso promedio men-
sual per cápita es de tan solo 139 nueve nuevos soles).12

CRITERIOS USADOS PARA IDENTIFICAR A LOS GRUPOS VULNERABLES


desco, a través de su Programa Regional Huancavelica, in-
terviene en la provincia de Angaraes con la ejecución de dos
proyectos: el PRODECO (Desarrollo de las Potencialidades So-
cioeconómicas de las Comunidades Campesinas de Huancave-
lica) y el FORPYMES (Microempresas Agroindustriales Gene-
rando Capacidades Locales para el Desarrollo Regional
Huancavelicano). Nuestra presencia se da en un total de nue-
ve comunidades campesinas de cuatro distritos (Lircay, An-
chonga, Secclla y Huayllay Grande).
Sobre la base de estos antecedentes, se decidió hacer un
estudio local de desigualdad en el conjunto de estos cuatro
distritos y se propuso elaborar, a partir de ellos, una visión

10 Plande Desarrollo de la Provincia de Angaraes, 2003 (versión preliminar).


11 Se
trata del promedio departamental. No se disponen de cifras para el ámbito
provincial.
12 INEI-ENAHO 2002. Plan de Desarrollo de la Provincia de Angaraes, 2003

(versión preliminar).
Verónica Salirrosas 329

representativa de la situación de la provincia. Si bien es cierto


el estudio se pudo concentrar exclusivamente en el distrito de
Lircay, abarcar este mayor espacio nos permitió observar más
ampliamente las cuestiones que nos preocupaban, sobre todo
en los aspectos organizacional y cultural. Eso no hubiera sido
posible al restringir el estudio solo al ámbito de la capital de la
provincia. Además, ha sido particularmente interesante po-
der apreciar nuevos procesos (de carácter organizacional) en
el distrito de Anchonga, considerado el distrito más pobre del
país.
Los participantes del grupo focal (en total nueve personas:
cuatro varones y cinco mujeres) son pobladores de comunida-
des de los distritos de Lircay, Anchonga y Huayllay Grande.
Estas personas, beneficiarios de los proyectos, fueron selec-
cionadas de acuerdo con sus recursos de capital y las condi-
ciones en las que se encontraban sus hogares (bajos ingresos y
limitado acceso a los servicios básicos y de salud y educación).
Representan a grupos de población en riego (vulnerables, mas
no a excluidos).
Todos los participantes del grupo tienen como lengua ma-
terna el quechua. La mayoría de ellos son personas con grado
de instrucción primaria. Solo tres de ellos tienen instrucción
secundaria (incompleta) y uno, grado de instrucción superior.
Sin embargo, todos manifiestan que la educación es muy im-
portante y que la recibida les ha servido de mucho para des-
envolverse mejor en la sociedad. En el caso de las mujeres,
hay una mayor preocupación por la preparación de los hijos, y
la poca educación que han recibido les sirve para orientarlos.
La mayoría tiene casa y terrenos propios, cuyas superficies
oscilan entre media y cuatro hectáreas. Todos tienen como
principal actividad económica la agricultura y la ganadería.
Pocos usan la vivienda para desarrollar alguna otra actividad
económica. Sin embargo, varios se dedican a otras actividades
330 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

secundarias como el trabajo en obras de construcción en el caso


de los varones y el tejido en el caso de las mujeres.
Los ingresos que ganan están en la mayoría de los casos
por debajo de los quinientos nuevos soles anuales. Solo dos de
los participantes señalan obtener ingresos entre los mil y los
dos mil nuevos soles anuales. En estos casos, se trata de perso-
nas que se dedican, además, a actividades de servicios y a la
industria molinera.
Ellos pertenecen a las poblaciones con menores recursos
dentro de sus comunidades. Sin embargo, señalan que hay al-
gunos pocos que tienen más recursos, más tierras y más ani-
males; y, por ello, se encuentran en mejores condiciones. Estos
tienen, además, la posibilidad de influenciar en las relaciones
de trabajo dentro de la comunidad con mayores pagos o en las
relaciones comerciales mediante el manejo de mayores volú-
menes de producción y la fijación de menores precios. El gru-
po manifiesta sentirse seriamente afectado por la mayor in-
fluencia de estos productores en el desarrollo de la comunidad.
Ellos no se encuentran organizados, pero sus decisiones y es-
trategias afectan el desarrollo de las relaciones comerciales y
la correspondiente obtención de ingresos para los grupos más
vulnerables.
Todos señalan como principales rasgos culturales aquellos
que proceden del origen histórico de su comunidad (el grupo
de los anccaras), así como de su forma de organización (que
también deriva de ella) en función de autoridades ancestrales
(los varayocc, el regidor y los alguaciles), que con sus esposas
velan por el cuidado de la chacra y las personas dentro de la
comunidad. A pesar de esta organización ancestral, casi todos
pertenecen a alguna organización de tipo «oficial» dentro de
su comunidad y ejercen algún cargo. Varios de ellos están
motivados por objetivos de desarrollo para su comunidad, pero
Verónica Salirrosas 331

casi ninguno piensa que su participación en estas organiza-


ciones le traiga algún beneficio particular.
La organización para el desarrollo es para ellos una de las
principales estrategias de supervivencia, ya que ello les per-
mite sumar esfuerzos y obtener beneficios para todos «por
igual». Además, el estar organizados les da la mayor posibili-
dad de entablar contacto con instituciones promotoras del de-
sarrollo. De los programas sociales del Estado, ellos no tienen
mayor expectativa, pues, en realidad, «la ayuda nunca llega».

Conclusiones preliminares
¿Cómo opera la estructura de poder en el ámbito local?

En el ámbito de la provincia, la estructura de poder se mani-


fiesta a través de tres mecanismos principales: la disponibili-
dad de recursos económicos (capital natural, capital físico e
ingresos), el acceso a educación (capital humano) y la partici-
pación en espacios de representación y toma de decisiones en
el ámbito local (capital social).
El poder de los grupos socioeconómicos más altos (gran-
des y medianos comerciantes, y productores agropecuarios
dueños de grandes extensiones de tierras) se ejerce, principal-
mente, a través del uso de los recursos económicos y el acceso
a la educación. Este hecho se manifiesta a través de su poder
de decisión en el desarrollo de las relaciones económicas en el
ámbito local. Este pasa no solo por el establecimiento de pre-
cios bajos sino, también, por la afectación de la oferta y la de-
manda de trabajo en la actividad agropecuaria (en el caso de
los productores agropecuarios dueños de grandes extensio-
nes de tierras), ya que pueden establecer jornales más altos
dentro del mercado y, por ende, impagables por los agriculto-
res con menores recursos.
332 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

Dentro de este grupo se encuentran también los grupos de


profesionales, que participan, en alguna medida, de otros
espacios de toma de decisiones e influencia sobre la pobla-
ción. Entre estos se puede mencionar los Frentes de Defensa
de los barrios de Lircay y los que administran los principales
medios de comunicación local. Estos últimos juegan un rol im-
portante dentro de las estructuras de poder, pues la informa-
ción que por ellos circula siempre tiene una fuerte influencia
en la opinión e incluso en la actuación de la población, princi-
palmente en la ciudad de Lircay.
Los grupos socioeconómicos más bajos —en cuya base se
encuentra la población campesina— imponen presión y bus-
can ejercer poder, principalmente a través de su participa-
ción en distintos espacios de representación y toma de deci-
siones en el ámbito local. De este modo, ellos intentan hacer
prevalecer sus derechos, principalmente los vinculados a una
mejor educación, a una participación igualitaria en el merca-
do y a una mayor participación en los espacios de toma de
decisiones.

¿Cómo se distribuyen los diferentes tipos de capital entre los


diferentes grupos sociales en el ámbito local?

Los diferentes tipos de capital al interior de los grupos socia-


les identificados en la provincia se distribuyen muy desigual-
mente. En el extremo superior se encuentran las familias due-
ñas de grandes negocios de comercio, cuya actividad les
permite acceder a niveles altos de ingresos y a recursos de in-
versión para la acumulación de capital. Estas familias no po-
seen tierras agrícolas, aunque sí otras propiedades inmuebles.
Estos grupos sociales con mayores recursos acceden a ma-
yores y mejores oportunidades de educación en centros educa-
tivos particulares, y eso potencia, en mayor medida, el capital
Verónica Salirrosas 333

humano del que disponen para el desarrollo de sus activida-


des económicas. Sin embargo, las familias de este grupo no
participan de ninguna organización local, no cuentan con nin-
gún tipo de representación, ni se hacen presentes en los espa-
cios más importantes de toma de decisiones.
En el extremo inferior, se encuentra la población campesi-
na, identificada como el grupo de mayor vulnerabilidad al in-
terior de esta región. Posee como su principal recurso econó-
mico productivo una pequeña extensión de terreno, cuya
producción agrícola y pecuaria le impide acceder a mejores
niveles de ingresos. La mayor parte de esta población cuenta
con vivienda propia, aunque sin título debidamente registra-
do, y eso limita drásticamente sus posibilidades de acceso a
crédito.
La educación a la que puede acceder el poblador campesi-
no se limita a la oferta educativa estatal, que no cubre la de-
manda en los tres niveles escolares y no ofrece las condiciones
mínimas que aseguren una educación de calidad. Estos facto-
res restringen severamente los niveles de logro educativo que
alcanzan esta población. Además, la educación impartida en
las comunidades campesinas no responde a las necesidades y
características de su población, y eso disminuye la utilidad que
podría tener para el desarrollo de sus principales actividades
económicas.
La población de las comunidades campesinas, a diferencia
de los grupos socioeconómicos más altos, poseen distintos ni-
veles de organización y representación en el ámbito local. La
comunidad campesina es su principal capital social y, sobre
su base, estas poblaciones desarrollan sus relaciones con el resto
de la sociedad. Estos vínculos les brindan mayores posibilida-
des de supervivencia para sus familias.
Entre ambos extremos podemos encontrar grupos inter-
medios, que tienen, en alguna medida, acceso a mayores
334 La desigualdad en la provincia de Angaraes, Huancavelica

recursos económicos para su supervivencia. Estos grupos se


encuentran tanto en la ciudad (pequeños comerciantes) como
al interior de las comunidades campesinas (productores que
cuentan con mayor número de tierras o de cabezas de gana-
do). Estos grupos acceden, en alguna medida, a mejores nive-
les de ingresos y, por ende, a mayores oportunidades de edu-
cación para sus hijos. En esa medida, sus intereses colectivos
pueden participar de las demandas de alguna organización
(como los Frentes de Defensa de los barrios de Lircay) y de
alguna injerencia en los espacios de toma de decisiones en el
ámbito local (por ejemplo, en los Presupuestos Participativos).

¿Cuáles son las dimensiones y características de los grupos


vulnerables en el ámbito local?

El grupo de mayor vulnerabilidad al interior de la sociedad de


Angaraes es la población campesina, que representa alrede-
dor del 70% de la población de la provincia. Su grado de vul-
nerabilidad se representa en el escaso acceso que tiene a los
distintos tipos de capital. Sin ellos, no puede impulsar su de-
sarrollo, ni lograr mayor bienestar.
Esta población es quechuahablante y tiene bajos niveles de
educación (en promedio, educación primaria), aunque algu-
nos varones han accedido el nivel secundario. Sus mujeres no
acceden a este grado educativo y no tienen niveles importan-
tes de participación. De hecho, son excluidas de los espacios
más importantes de toma de decisiones en el ámbito local des-
de su propia comunidad.
En términos económicos, este grupo posee pequeñas ex-
tensiones de terreno y pocas cabezas de ganado, recursos in-
suficientes para acceder a mejores niveles de ingresos para el
sostén de sus familias.
Verónica Salirrosas 335

La comunidad campesina es la principal representación de


esta población. Sobre la base de ella, los pobladores campesinos
tejen sus principales relaciones con el exterior y con el resto de
la sociedad. Además, desde las comunidades campesinas se
tejen otras organizaciones de segundo nivel de representación
y de mucha importancia para la población campesina. Este es
el caso de la FEDECCH y la CORECAMI.
La organización de sus comunidades y su participación en
otros espacios de representación en el ámbito local representa,
para estas poblaciones, una de sus principales estrategias de
supervivencia, ya que ello les permite interrelacionarse con el
resto de la sociedad para exigir sus derechos y obtener benefi-
cios para todos «por igual».

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