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ALUMNO: Amoz Hidalgo Acosta

GRUPO: Lic. En Teología en Línea

MATERIA: Pensamiento Crítico y redacción de textos teológicos

DOCENTE: Mtra. Miriam Pérez Hernández

ACTIVIDAD: “Borrador de la Investigación del tema; La Integridad de Job”

HERMOSILLO, SONORA, A 29 DE SEPTIEMRE DE 2019.

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INDICE

Introducción………………………………………………………………. 3

Desarrollo

I.- Job antes de la prueba………………………………………………… 3

II.- Job en medio de la prueba………………………………………….. 4

III.- La Integridad de Job…………………………………………………. 5

IV.- Job después de la prueba………………………………………… 6

Conclusión………………………………………………………………… 7

Bibliografía…………………………………………………………………. 8

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INTRODUCCIÓN

Cuando leemos Job desde la periferia, sin adentrarnos a ese hombre que sufre y Commented [MH1]: Recuerde el interlineado doble. y
agoniza, hecho una escoria en vida conviviendo entre gusanos y ceniza (17:14) a dar sangría cada inicio de párrafo.
Tipo de letra es Times New Romam
ese hombre que apela y reclama de Dios una respuesta, que gime y se aferra a su
integridad quizá por ser ya su único recurso a su favor (31:6) cuando todo lo ha
perdido; salud, bienes y familia, pero sobre todo, la compañía del Todopoderoso
(29:5) cuando ya no tiene nada más que la nostalgia del pasado (29:2) y la única
conexión que queda entre Dios y Job, es sin temor a equivocarse; su integridad. Y
aferrándose a ella, Job argumenta contra Dios y pelea contra Dios, a fin de
provocar el milagro que tanto anhela su corazón, esto es: un encuentro personal
con Dios (19:25-27).

DESARROLLO

I.- JOB ANTES DE LA PRUEBA

Un hombre bendecido en todo; “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job, y este


era hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1, Reina
Valera 1960). Tuvo siete hijos y tres hijas (1;2) su hacienda era de siete mil ovejas,
tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y muchísimos criados, la Biblia lo
presenta como el más grande de todos los orientales de su época (1;3). Job se
levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de sus hijos, esto
para pedir perdón en favor de ellos, por si acaso alguno de ellos, hubiera
blasfemado contra Dios (1:5). Sus posesiones eran contadas como las de los
patriarcas; Abraham y Jacob, en ovejas, camellos, bueyes, asnos y siervos (1:3).
“Job era muy rico, poseía enormes rebaños de ganado; pero no había entregado
su corazón a sus posesiones. Sin duda, las disfrutaba con gratitud, pero su mayor
riqueza era la relación que tenía con Dios”. (Bijl, 1997, 11), puesto que, sin
sacerdocio o santuario, Job ofrecía sus sacrificios a Dios (1:5)

Job no solamente gozaba de un buen nombre y fama de integridad en la tierra,


sino que también en la corte celestial se hablaba bien de él; “Y Jehová dijo a
Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como el en la
tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8,
Reina Valera 1960). Jehová habla de él como su siervo; el cual le llena de orgullo,
al ser Job un varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. ¿Pero
quién era Job? Job no perteneció al pueblo del pacto, no era hebreo, era un
gentil. Y a pesar de no ser de la descendencia de Abraham, logra convertirse por
su integridad física, moral y espiritual, en un hombre temeroso de Dios y apartado
del mal. Al no ser judío, no forma parte del linaje mesiánico, no es padre ni hijo de

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profeta, es un hombre cualquiera, sin embargo aunque este hombre no es judío,
ha decidido vivir como uno de ellos. ¿Cuál fue la motivación de Job al buscar a
Dios? Su papel de sacerdote en su familia y los muchos bienes que tenía, deja
ver a un hombre de una integridad física, moral y espiritual como muy pocos la
han tenido a lo largo de la historia bíblica. Sin duda es una integridad en su
totalidad intencionada hacia Dios. Toda la abundancia y la prosperidad que Dios
le había dado, ciertamente eran la prueba visible de su genuina entrega a Dios.

El Satán del libro de Job no dispone de ningún poder autónomo, no actúa


más que dentro del marco de una acción ya proyectada o permitida por Commented [MH2]: La cita larga no va en cursiva
Yavé, y en dos ocasiones tiene que pedirle a Dios que le abra el camino
“extiende tu mano y golpea todo lo que es de Job, Extiende tu mano y toca
su carne y sus hueso”(1,11,2,5) así, pues, es la mano de Yavé la que
circunscribe el campo de acción de Satán, en otras palabras, la prueba de
Job forma parte de un plan de Dios. (J, Leveque, 1987,9)

Fueron aparentemente las sospechas de Satanás respecto a la fidelidad e


integridad de Job para con Dios, las que sirvieron como base del argumento a fin
de poner en tela de Juicio la integridad de Job. Sin embargo, es Dios quien
propone a Satanás considerar a su siervo Job, al parecer Dios confía plenamente
en Job.

II.- JOB EN MEDIO DE LA PRUEBA

En un día, Job perdió todo lo que tenía, sin embargo, la Biblia dice que Job se
levantó, y rasgó su manto y rasuró su cabeza y se postró en tierra y adoró. Y dijo;
“desnudo Salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá” “Jehová dio y
Jehová quitó” “sea el nombre de Jehová bendito, en todo esto no pecó Job, ni
atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1:20-22). Con la respuesta de Job,
quedo comprobado que Satanás se equivocó respecto a la integridad de Job;
“Entonces le dijo su mujer ¿Aun retienes tu integridad? Maldice a Dios y muérete”
(Job 2:9) ¿Cuál era la integridad de Job, la cual aun en medio de la tragedia,
retenía?. Ciertamente amaba a sus hijos, y los amaba tanto que ofrecía sacrificio
de paz a Dios, por causas hipotéticas, es decir, por si alguno de ellos hubiera
blasfemado a Dios, Job intercedía por cada uno de ellos (1:5). Pero cuando vino
la tragedia y en el mismo día murieron todos sus hijos, y perdió todos su bienes,
Job reveló la condición de su corazón y de su carácter, al decir “Jehová dio y
Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito”.

Para Job, lo que le daba sentido a su vida era Dios. Recordemos que Job habla
desde la perspectiva de la ley de la retribución, su integridad y su devoción a Dios
eran genuinas. Job estaba seguro que lo que el tenia por bienes y riquezas eran
fruto del Favor de Dios sobre su vida, el honraba a Dios y Dios lo honraba a él con

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la prosperidad que poseía. Sin embargo, desde la filosofía de vida de la
retribución, Job entendía que al ser despojado de lo que él consideraba el favor de
Dios, era porque Dios le estaba quitando su cobertura, es decir, estaba rompiendo
la comunión que había entre ambos. Lo que temía Job era la ausencia de Dios en
su vida. En este primer monologo de Job, hay un sin sabor, un sinsentido
existencial, una catarsis, un desahogo de un hombre que sufre y que no entiende
que hizo mal, para merecer la ausencia de Dios en su vida, el supuesto abandono
de Dios para con él. Job en este punto de su vida no le encuentra sentido a nada.
¿Qué provecho tiene venir al mundo solo para sufrir? ¿Si el sufrimiento es el
destino de los hombres, porque Dios no lo evita, porque lo permite? Sin duda Job,
se siente traicionado por Dios.

III.- LA INTEGRIDAD DE JOB

Cuando Job ve todo el mal que le ha sobrevenido, sin duda alguna entendió que
Dios estaba quitando su favor y su cobertura de él. Job atañe a Dios, tanto lo
bueno como lo malo, y si Dios quitaba de él su favor, consigo entonces quitaba la
prosperidad que le había brindado y aún más, los hijos que Job tanto amaba, por
ende, si Dios quitaba lo bueno sobre él, esto significaba que desprovisto de la
bendición de Dios, su vida ahora solo tendría males, en vez de favores divinos.
Cuando Job recibe sobre sí una sarna maligna de pies a cabeza (2:7) da por
sentado, que efectivamente Dios lo ha abandonado y dejado a su suerte.
Entonces clama al cielo, pues ya no le encuentra sentido el hecho de haber sido
fiel a Dios en su pasado, ¿si al final Dios lo abandonaría, de que sirvió entonces
su integridad a Dios? Job no entiende pero quiere respuestas. Pues en sus dudas
existenciales, siente que Dios no tan solo le ha quitado su amistad sino que
incluso pareciera ser su enemigo; “Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y
querría razonar con Dios” (13:3).

Aunque las respuestas de Job se dan entre los diálogos con sus amigos, Job a
quien reclama es a Dios. Para Job el culpable de toda la trama de su sufrimiento
existencial es Dios. Job apela a Dios como su juez, reconociendo su impertinencia
e irrespetuosidad ante Dios, porque admite que Dios no es hombre para que le
responda o bien le atienda a juicio, sin embargo, Job está convencido de que no
ha cometido ninguna falta contra Dios, y de ese único argumento se vale para
exigir una confrontación donde sea Dios mismo, y no sus amigos, de quien reciba
justicia. Job no echa al olvido su pasado, sino que lo trae a la conciencia como
motor de súplica, el no olvida que antes de la tragedia, llevaba una vida íntegra en
comunión con Dios. Job ciertamente era un amigo de Dios, hablaba con Dios, por
eso la osadía de sus palabras, la desfachatez de su argumento contra Dios
echándole en cara siempre que él (Job) no le había fallado, y por lo tanto, el
culpable de dicha separación era Dios. Al punto que le reclama ¿Por qué

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escondes tu rostro y me cuentas por tu enemigo? (13:24) Job entre sus palabras
de queja, si bien Dios ya no quiere ser más su amigo, por lo menos quiere una
explicación directa de Dios, ¿Hazme entender en que te falle? (13:23) sin
embargo, en esa lucha interna de conciencia y culpabilidad, Job desde lo más
profundo de su corazón, expresa que ciertamente sigue amando a Dios y sigue
esperanzado a que sea Dios quien lo liberé de dicha condena; “Todos los días de
mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación” (14:14). Job, un hombre que
sufre físicamente, pero aún más en su alma y en su espíritu, todo el sinsabor en el
que se encuentra no es otra cosa más que la aparente ausencia de Dios sobre su
vida. Dios ya no está con él y por lo tanto ahora está contra él, y esa es la agonía
de Job, el no saber porque Dios ahora es su enemigo. Su mente le trae a los
recuerdos del pasado cuando era prospero, pero al abrir sus ojos, solo ve una
escoria humana sobre un montón de cenizas, y encuentra como único culpable de
sus males, al mismo que en el pasado lo había colmado de bienes y fortuna. “a
pesar de no haber iniquidad en mis manos y de haber sido mi oración pura” Job
reclama por justicia y pone por juez y testigo de su caso a Dios mismo. No
obstante, su reclamo no es de odio sino de frustración, su queja no es tanto por el
sufrimiento físico, ni por las pérdidas que tuvo, sino más bien, por el hecho de
sentirse burlado, traicionado por Dios. Y en medio de su agonía, eleva su mejor
alabanza al cielo: “Yo sé que mi redentor vive y que con mis propios ojos veré a
Dios aquí en la tierra”

IV.- JOB DESPÚES DE LA PRUEBA

En realidad el corazón del libro no es el sufrimiento de Job ni la búsqueda de sus


posibles causas, sino más bien, que Job, siendo un gentil, consiguió conquistar el
corazón de Dios y de ganarse el favor de Dios sobre su vida, claro está antes de la
tragedia. Job un hombre cualquiera, terminó siendo considerado por Dios mismo
como único sobre la tierra por su integridad y su temor a Dios. Y aunque Job
conocía a Dios, y tenía una comunión genuina con Dios, al punto que Dios honró
su integridad favoreciéndolo con muchos bienes y riqueza. Job tuvo que pasar por
un proceso doloroso en el cual a la postre, tuvo un encuentro personal con Dios.
Así Job cuando no le quedaba nada más que el anhelo de encontrarse con Dios, a
través del dolor y la frustración tuvo un encuentro consigo mismo primeramente y
luego con Dios. Y ese es el milagro de esta historia, un hombre que se aferró a
Dios en las buenas y en las malas, en la dicha y en la tragedia, lucho con Dios
ciertamente, pero no como rival sino como un amigo que pide perdón en esa
búsqueda de hacer las paces con Dios.

Pocos relatos en la literatura de la experiencia humana tienen la fuerza de


Job para ampliar la mente, probar la conciencia y expandir las
perspectivas. Nadie que haya presenciado el desastre en la tierra de Uz,

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escuche las conversaciones en la corte de Yahvéh, arbitre el debate entre
Job y sus amigos, o se estremezca ante la voz desde el torbellino puede
quedar inmutable. Las perspectivas que uno pueda tener sobre la
soberanía y la libertad divina, y el cuadro que uno posea del sufrimiento, la
arrogancia y la integridad humanos, será, alterados para siempre. (
Sanford & Hubbard, Bush & William, 1995,547)

Cuando Job consideraba que había perdido el favor, la cobertura de Dios y con
ello la comunión con Dios, la única conexión que le quedaba con Dios era su
integridad y con eso, provocó el milagro de la intervención divina, Dios dejaba las
cortes celestiales y venía a su encuentro entre las cenizas.

CONCLUSIÓN

Muchos se acercan a la obra de Job, tratando de encontrar el origen del mal, o de


ahondar en el cuestionamiento de ¿Por qué Dios permite el sufrimiento del justo?,
de la pedagogía correctiva divina a través del sufrimiento, de la soberanía
incuestionable de Dios, de la ley de la retribución y/o de la teología del sufrimiento
versus la prosperidad. Sin embargo, al estudiar los argumentos de Job,
encontramos a un hombre que a través de su integridad provocó que Dios dejara
las cortes celestiales y lo visitará entre las cenizas. Sin duda Job es un llamado a
la búsqueda intencional de Dios, un llamado a la integridad, una integridad que
mueva el corazón de Dios y que provoque un encuentro personal con Él (42:5).

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BIBLIOGRAFÍA Commented [MH3]: De forma general esta bien mi
hermano , si considera los elementos señalados
anteriormente, sin embargo es importante que todas las
citas que use en su biliografía estén presentes en el
desarrollo de sus temas
 Leveque, Jean. Job (1987), El Libro y el Mensaje. España. Editorial Verbo
Divino.
 Lasor, W. Sanford & Hubbard, D. Allan & Bush, F. William, (1995).
Panorama del Antiguo Testamento. Grand Rapids. Nueva Creación.
 Morla, Victor, (2017). Libro de Job, Recóndita armonía. España, Verbo
Divino.
 Ramos, Alejandro (2018). Job y el sentido del sufrimiento. Argentina, Fasta
Ediciones.
 Trebolle, Julio & Pottecher, Susana (2011). Job. España, Editorial Trotta.
 Roth, Joseph, (1981). Job. Barcelona. Editorial Bruguera
 Nieto, Francisco & Cepeda, Antonino & Chavez, H. Alberto, (2016).
Introducción a la literatura sapiencial; Proverbio, Job, Qohelet, sabiduría y
eclesiástico. España, Verbo Divino.
 Pagan, Samuel, (2016). Los libros poéticos y sapienciales del Antiguo
Testamento; interpretación eficaz hoy. España. Editorial Clie.
 Giménez, González A. (2016) Libros proféticos y sapienciales. Madrid, San
Dámaso publicaciones.
 Clyde, T. Francisco (1964). Introducción al antiguo Testamento. Kentucky,
Casa Bautista Publicaciones.
 Hoff, Pablo, (1998). Libros poéticos. Usa. Editorial Vida.
 Romer, Thomas & Macchi, J, Daniel & Nihan Christophe, (2008).
Introducción al Antiguo Testamento. España, Editorial Declee de Brouwer
 L. Archer, Gleasen, (1987). Reseña critica de una introducción al antiguo
Testamento. Grand Rapids. Editorial Portavoz
 Walton, John H. & Matthews, Victor H. & Chavalas, Mark W. (2000).
Comentario del Contexto cultural de la Biblia; Antiguo Testamento. El paso
Texas, Editorial Mundo Hispano.
 C. Bijl, (1997); Tan ricos como Job, España, Sefer

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