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INDICE

I. La Función Jurisdiccional

II. Jurisdicción Competencia

III. Clases de Competencia

IV. Competencia por razón de Materia

V. Competencia por razón del Territorio

VI. Competencia por Conexión

VII. Competencia por razón de Turno

VIII. Competencia por Razón de la Persona

IX. Establecimiento de los Jueces de Paz

IX-A La Iniciación de los Juicios Criminales

X. Del Procedimiento de Oficio

a) En qué casos no puede el Juez proceder de Oficio

b) Procedimiento de Oficio en virtud de noticias Judiciales o extrajudiciales

c) Procedimiento de Oficio en virtud de queja del Ofendido

XI. Denuncia Verbal Escrita

Denuncia escrita

XII. De la Acusación

XIII. las Primeras Diligencias

Plazo para verificarlas

XIV. Reconocimiento del Cadáver


a) La Técnica en el Reconocimiento

b) Causa Material de la Muerte

c) Muerte producida por Armas Blancas y de Fuego

XV. El Reconocimiento de la Persona Ofendida en el caso de heridas, golpes o cualquiera otra

violencia

XVI. Esquemas del Cuerpo Humano con determinación de sus regiones

XVII. Reconocimiento de la Casa o Heredad quemada y de las fracturas o rompimientos en el

robo

a) Concepto de la Inspección Personal

25a.) Auto de detención

26a.) Certificación del Auto de detención

27a.) Acta de declaración del indiciado

28a.) Nota solicitando certificación de la partida de nacimiento del reo menor de 18 años

29a.) Auto ordenando valúo y entrega e depósito de objetos

30a.) Acta de notificación del auto o peritos

31a.) Acta de valúo

32a.) Acta de depósito

33a.) Auto ordenando razonamiento de documentos relativos a vehículos, su valúo y depósito

34a.) Acta de reconocimiento de la ofendida en casos de violación o estupro

A MANERA DE PROLOGO

El estatuto universitario exige la formulación de un trabajo de tesis, referente a las materias o


práctica de las mismas, estudiadas en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, como

requisito para la obtención del grado académico. Hay quién formule trabajos cortos, como

usualmente se dice: "para salir del paso" y en numerosas ocasiones se especula sobre

cuestiones exclusivamente teóricas, destinadas a ocupar un lugar en los archivos universitarios y

nada más, sin que lleguen a utilizarse en forma alguna.

Yo me he permitido redactar este trabajo, que si bien no es algo completo ni del todo original,

puesto que "nada hay de nuevo bajo el sol", por lo menos tiene una mediana extensión, acorde en

lo posible con mis capacidades y el tema a tratar. Me ha guiado por varios autores, nacionales y

extranjeros, por instrucciones dadas en cuanto a administración de justicia se refiere, por la

Honorable Corte Suprema de Justicia y por las experiencias que he tenido en los cargos que he

servido.

Es indudable que en nuestro país, con excepción de algunas localidades populosas, no se

encuentra elemento capacitado para el desempeño de las Judicaturas de Paz, y es entonces que

forzosamente tales cargos se encomiendan a personas que por razón del medio y no por culpa de

ellas, tienen a lo sumo una escasa instrucción. Como natural consecuencia, los Juzgados de Paz

quedan en manos de los secretarios, que sí son elementos de alguna preparación pero

inescrupulosos, cometen a la sombra de la ignorancia del Juez, atropellos de toda clase contra la

ciudadanía de sus localidades respectivas, y especialmente con la gente humilde, analfabeta y

desposeída, que ignora cuáles son sus derechos y la forma de hacerlos valer. Si por otra parte

tales secretarios obran de buena fe, pero carecen de la instrucción teórica y práctica necesarias

en las actuaciones judiciales, las primeras diligencias en materia criminal resultan deficientes; el

juicio en su fase de instrucción, que es la más importante, se estructura defectuosamente;

declaraciones de testigos, de ofendidos e indiciados, tomadas y asentadas con vicios de forma y


fondo; reconocimientos, valúos, etc., que a la larga no ilustran al Juez de Primera Instancia o al

Tribunal del Jurado, y a veces son nulos por faltarles aquellos requisitos legales indispensables;

autos de detención pronunciado sin existir prueba que los amerite o autos de libertad dictados sin

una verdadera estimación de la prueba.

Recordemos que la instrucción de los juicios criminales corresponde en la mayoría de los casos y

especialmente en lugares que no sean la capital, al Juez de Paz, ya que las autoridades

administrativas y en especial los Cuerpos de Seguridad, a este funcionario notician o envían los

informes, documentación, objetos, reos, etc, respecto de delitos cometidos en su jurisdicción. Si el

Juez de Paz, con atacamiento a la ley, con plena observancia de la técnica procesal instruye el

informativo y recibe la prueba más importante e inicial los tribunales superiores en su caso el

tribunal del Jurado, tendrán en el expediente criminal una base firme para dictar sentencia o

veredicto justo y apegado a la realidad de los hechos que se investigan.

la única solución, en parte, a tales problemas apuntados, podría ser la siguiente: según el Art. 188

del Estatuto Orgánico de la Universidad de El Salvador, "Todo alumno que haya terminado sus

estudios, estará obligado a desempeñar trabajos remunerados relacionados con su profesión, en

servicios públicos y en el lugar que disponga el organismo competente durante un año. El

desempeño de estos servicios es requisito indispensable para el otorgamiento del Grado

Académico". Correspondería entonces a la Honorable Corte Suprema de Justicia, de acuerdo con

las Autoridades Universitarias, asignar a los Jueces de Paz, del mayor número posible de

localidades, sueldos que permitan a los estudiantes de Derecho una subsistencia moderada, a fin

de nombrarlos como tales para el desempeño de dichos cargos, que implicaría al mismo tiempo el

cumplimiento de ese año de servicio social determinado por el estatuto de nuestra Alma Mater,

dando así verdadera efectividad del Supremo Tribunal a lo dispuesto por el inciso segundo del Art.
38 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que dice: "Si en al localidad hubiere estudiantes de

Jurisprudencia y Ciencias Sociales, serán preferidos para el nombramiento de Jueces de Paz".

Ello sin perjuicio de pequeños seminarios o cursillos que podrían impartirse a estudiantes o

personas legas que van a desempeñar o desempeñan los Juzgados de Paz también a los

secretarios de los mismos.

Es por ello que me he permitido redactar este "Prontuario Criminal para el Juez de Paz", que en

algo habrá de orientar las actuaciones de los tribunales menores. Que sea de utilidad en la

administración de Justicia, será mi mayor recompensa.

LUIS ALONSO POSADA

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OBRAS CONSULTADAS:

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO PROCESAL CIVIL DE GUATEMALA, Por el

Licdo. Mario Aguirre Godoy.

TRATADO DE DERECHO PROCESAL PENAL, Por Enrique Jiménez Ansejo (Español).

APUNTES DE DERECHO PROCESAL CIVIL SALVADOREÑO, Por el Dr. René Padilla y Velasco.

DERECHO PENAL, Por Eugenio Cuello Calón.

BIOLOGIA, Por Leoncio Gómez Vinueza.

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SIGNIFICADO DE ABREVIATURAS UTILIZADAS:

PN. - Código Penal.

I. - Código de Instrucción Criminal

C. - Código Civil

PR. - Código de Procedimientos Civiles

D.L. - Decreto Legislativo

D. O. - Diario Oficial

CONST. y C.P. - Constitución Política

ART. - Artículo

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LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL

Es interesante esclarecer el concepto de jurisdicción, una de los fundamentales en Derecho

Procesal, por el equivocado uso que continuamente se hace del mismo; aún en el texto de

nuestras leyes dicho término se emplea con bastante imprecisión. Lo que parece indiscutible es

que deriva de una de las funciones principales del Estado; la Jurisdiccional, siendo de advertir

que los actos jurisdiccionales no son privativos de dicha función porque hasta en los legislativos

(ante-juicios) o administrativos (lo contencioso administrativo) pueden darse casos de actas

jurisdiccionales. Pero la función jurisdiccional, supone no sólo la creación de los órganos

encargados de administrar justicia, sino también la determinación de sus facultades y la fijación

de reglas para la tramitación de juicios. LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL SE TRADUCE EN LA

POTESTAD CONFERIDA A DICHOS ORGANOS, PARA ADMINISTRAR JUSTICIA; y, en el


régimen de separación de poderes, dicha función corresponde al Poder Judicial-Organismo

Judicial.

Pero tal como lo expresaba al principio, aún en nuestros textos legales existe aplicación imprecisa

del concepto JURISDICCIONAL, por lo que conviene delimitarlo, con miras a clarificarlo, pues

muchas veces se identifica la jurisdicción con la capacidad específica del órgano, así se dice

jurisdicción civil o criminal; otras se la confunde con la delimitación espacial de actividad de un

órgano estatal: límite territorial en que ejerce su función etc.

Numerosas doctrinas se han expuesto para explicar su naturaleza, desde las que conciben a la

jurisdicción como la PROTECCIÓN DEL DERECHO OBJETIVO VIOLADO O AMENAZADO,

significando así la actividad del Estado encaminada en este sentido (ej. José Vicente y

Caravantes en su "Tratado Histórico, Criminal y Filosófico de los Procedimientos judiciales en

Materia Civil" Madrid 1856) hasta la doctrina clásica de Chiovenda en sus obras Instituciones",

que la concibe como LA SUSTITUCION DE LA ACTIVIDAD INDIVIDUAL. Sin embargo, podemos

decir con el procesalista Hugo Alsina, en el Tomo 1o. e su "Tratado" que desde que el Estado

prohíbe a las personas hacerse justicia por mano propia, ASUME LA OBLIGACIÓN DE

ADMINISTRARLA, de lo cual deriva por parte de éste la de intervenir o el derecho de requerir su

intervención para el esclarecimiento o la protección de un derecho, en el primer caso limitándonos

al aspecto criminal surge el fundamento del procedimiento de oficio respecto de aquellos delitos

que no tengan el carácter de privados; en el segundo, la facultad por parte de persona legalmente

hábil para interponer denuncia o acusación respecto de hechos de toda naturaleza, de la

obligación de administrar justicia deriva pues la jurisdicción o sea la potestad conferida por el

mismo Estado o determinados órganos para resolver mediante la sentencia las cuestiones

litigiosas que les sean sometidas y hacer cumplir al mismo tiempo, sus propias resoluciones. Todo
ello queda perfectamente delimitado en las disposiciones siguientes: el Art. 20 Pr. no dice.

"Jurisdicción es el poder de administrar justicia conforme a las leyes"; tal conformidad con la ley

está bien determinada en el Art. 2o. Pr. aplicable al procedimiento criminal que nos dice: "Los

procedimientos no penden del arbitrio de los jueces, los cuales no pueden dispensarlos,

restringirlos ni ampliarlos, sino en los casos que la ley lo determine". Disposición aplicable a tenor

del Art. 566 I. que expresa: "Todos los recursos extraordinarios, reglas y procedimientos

establecidos para lo civil, tienen lugar en los criminal en cuanto le sean aplicables y no se

encuentren modificados expresamente por este Código".

JURISDICCION Y COMPETENCIA

Ya con una noción de lo que hemos de entender por jurisdicción, paremos a delimitarla respecto

de la competencia. La competencia es el límite de la jurisdicción. La jurisdicción es el género y la

competencia la especia. Puede concebirse la existencia de jueces sin competencia con

jurisdicción, pero no puede pensarse en la existencia de jueces sin jurisdicción y con

competencia; Hugo Alsina sintetiza estos conceptos diciendo: "La jurisdicción es la potestad de

administrar justicia, y la competencia, fija los límites, dentro de los cuales el juez puede ejercer

aquella facultad. Los elementos de la jurisdicción están determinados en la ley, con prescindencia

de todo caso concreto; la competencia, en cambio, debe determinarse, en relación a cada juicio.

De ahí que pueda definirse la competencia como la APTITUD DEL JUEZ PARA EJERCER SU

JURISDICCIÓN EN UN CASO DETERMINADO".

Al referirse Alsina a que "Los elementos de la jurisdicción están determinados en la ley, con

prescindencia de todo caso concreto, podemos decir que nuestra le si bien los expresa, tal

expresión o la hace en forma conjunta o unitaria, ya sea en uno o en varios artículos


consecutivos, sino que los expresa en forma dispersa; Hugo Alsina identifica los elementos DE LA

JURISDICCIÓN con los poderes DE LA JURISDICCIÓN, los cuales serían relacionando el criterio

del tratadista con nuestra ley, los siguientes: a) NOTIO: o sea el derecho a conocer de una

cuestión litigiosa determinada; el Art. 81 de la actual Constitución Política entre otras cosas

expresa que: "Corresponde al Poder Judicial la potestad de juzgar en materias constitucional,

civil, penal, mercantil, y laboral." Disposición que prácticamente establece en forma constitucional

el primer elemento de la jurisdicción: el conocimiento, que por cierto está restringido o más bien

reglamentado por varias disposiciones, entre ellas el Art. 418 Pr. que establece: "Las sentencias

recaerán sobre las cosas litigadas y en la manera en que han sido disputadas, sabida que sea la

verdad por las pruebas del mismo proceso; b) VOCATIO: o sea la facultad de obligar a las partes

a comparecer en juicio, con la consiguiente sanción de la rebeldía (Art. 355 I.) o bien del

abandono (Art. 41 I.); c) COERTIO: el empleo de medidas de fuerza para el cumplimiento de las

resoluciones dictadas en el proceso: apresamiento del reo, apremio de testigos, embargo en el

caso del Art. 117 I., etc., d) JUDICIUM: resumen de la actividad jurisdiccional o sea la facultad de

dictar sentencia poniendo término a la litis, con carácter definitivo y con efectos de cosa juzgada

(Art. 419 I., y los siguientes) e) EXECUTIO: o sea el imperio para la ejecución de las resoluciones

judiciales mediante el auxilio de la fuerza pública (Art. 485 I.: "Los jueces podrán reclamar el

auxilio de la fuerza armada para la ejecución de las sentencias, si fuere necesario").

CLASES DE COMPETENCIA

(Jiménez Ansejo) - Doctrinal y prácticamente, los asuntos penales se distribuyen entre los

diferentes organismos encargados de la administración de la justicia penal, conforme a cinco

principios.
1o.) El de la competencia por razón de la materia RATIONE MATERIAE

2o.) Por razón del territorio, llamada competencia o DORUM RATIONE LOCI

3o.) Por razón de conexión

4o.) Por razón de Turno, y

5o.) Por razón de la persona

COMPETENCIA POR RAZON DE LA MATERIA

Esta clase de competencia puede determinarse por razón de la cualidad de la gravedad del delito.

Por la primera se distribuye el conocimiento de los delitos entre los diferentes tribunales según EL

GRADO JURISDICCIONAL JERARQUICO. Tal sistema ha sido aceptado en muchos países,

incluso el nuestro para el caso de delitos contra la Hacienda Pública, que son del conocimiento de

un tribunal especial denominado Juzgado General de Hacienda. A este de los delitos de

contrabando; de los de fraude, extravío o malversación de caudales del Estado, o de los

establecimientos sostenidos por el Tesoro Nacional de los de falsificación de moneda, bonos

públicos, billetes de la deuda nacional, papel sellado, sellos de telégrafo y del correo, efectos

timbrados cuya expedición esté reservada al Estado, o de cualquier otro delito que afecta los

intereses del Erario Nacional". Como en la República existe solamente un Juez de Hacienda,

cualquiera se preguntará: ¿Y quién habrá de instruir las primeras diligencias en estos casos, si el

delito se comete en lugar alejado de la capital, que es la residencia del Juez de Hacienda? La

respuesta nos la da el Art. 320 I. que nos dice: En los casos de que trata el Art. 10, bien se

proceda por acusación, por denuncia o de oficio, corresponde practicar las primeras diligencias

del juicio de instrucción a los administradores de renta o de aguardiente en su caso, y el plenario

al Juez de Hacienda. En el lugar de la residencia del Juez de Hacienda, instruirá el administrador

respectivo a prevención con éste las diligencias de instrucción.


POR LA GRAVEDAD DE LOS DELITOS.- La distribución de la competencia por esta razón, ha

sido un criterio clásico generalmente admitido; ya la legislación napoleónica elaboró a estos

efectos la célebre división tripartita de crímenes, delitos y contravenciones, cuyo conocimiento

correspondía a diversa orden de tribunales de primera instancia. En nuestro medio, tal

competencia está perfectamente determinada respecto a los Jueces de Paz en el Art. 3o. I. que

dice: "A los Jueces de Paz en su respectiva jurisdicción (se refiere a territorio) corresponde el

conocimiento y castigo de las faltas de que trata el Libro 3o. del Código Penal. También

conocerán los Jueces de Paz de las infracciones de los reglamentos de policía, a prevención con

los alcaldes". O sea que respecto a las faltas tipificadas en el Libro 3o. del Código Penal, tiene

exclusividad en su conocimiento y castigo el Juez de Paz respectivo. En cuanto a las faltas o

infracciones a reglamentos de policía, también puede conocer, pero a prevención con los

Alcaldes. Quiere decir con ésto que si el Alcalde del lugar empezó a conocer de una infracción de

policía, el Juez de Paz está ya inhibido para conocer de ella.-

Pero todo lo anteriormente expuesto no significa que el Juez de Paz no intervenga en los casos

de delitos; tiene al respecto, facultad para practicar las primeras diligencias de instrucción en

todos los delitos comunes cometidos en su respectiva jurisdicción, e instituir todas las más que los

Jueces de 1a. Instancia les sometan. Ello lo dice el Art. 4o.I.-

En cuanto al conocimiento POR LA GRAVEDAD DEL DELITO, existe disposición que obliga al

Juez de Primera Instancia a instruir las primeras diligencias. Al respecto el inciso último del Art.

149 I. nos dice: "Pero en los delitos comunes cometidos en la residencia del Juez de Primera

Instancia, QUE HAYAN PRODUCIDO GRAVE ESCANDALO SOCIAL, por las circunstancias del

hecho o de las personas que en él han tenido participación, sea como ofendidos o como gestores,
aquel funcionario PRACTICARA PERSONALMENTE todas las diligencias de instrucción, so pena

de declarársele incurso en al multa de cincuenta colones que hará efectiva la Cámara de

Segunda Instancia, sin formación de causa y al tener conocimiento del proceso". La intención que

tuvo el legislador al promulgar este artículo, fue la de asegurar una correcta instrucción de las

primeras diligencias, encomendándolas a un Juez de Primera Instancia, que siendo académico y

presumiéndose en él una personalidad independiente, los intereses del medio no fuesen a torcer

la prueba o que ésta se vertiera imperfectamente.-

COMPETENCIA POR RAZON DEL TERRITORIO

Esta competencia es la más sostenible, pues por razón de la extensión territorial, resulta más

cómoda la administración de justicia, dividiendo el territorio estatal en jurisdicciones, que por lo

general coinciden con las divisiones político-administrativas. De este modo se ve favorecido

también el elemento humano de los Estados, que de común también, se encuentra repartido

proporcionalmente en las parcelas administrativas de los países. En los casos pues, en que la

competencia se determina por razón del territorio, la facultades jurisdiccionales de los jueces son

las mismas, pero con distinta competencia territorial.

Al respecto y de conformidad a la Ley Orgánica del Poder Judicial, vemos que después del

Tribunal Supremo que es la Honorable Corte Suprema de Justicia, las Cámaras de Segunda

Instancia Civiles, Penales o Mixtas, se encargan de conocer de los asuntos ventilados en los

tribunales situados en territorios o circunscripciones que al mencionada Ley Orgánica determina.

El Art. 6o. establece la existencia en la Capital, de dos Cámaras: la "Cámara de lo Civil de la

Primera Sección del Centro" la "Cámara de lo Penal de la Primera Sección del Centro", las cuales

conocerán en segunda instancia de los asuntos que fueren de su competencia, ventilados en el


Juzgado General de Hacienda y en los Juzgados de Primera Instancia ed los distintos judiciales

de los departamentos de San Salvador, La Libertad y Chalatenango.(*) En la ciudad de Santa Ana

(Art. 7o.) Habrá dos Cámaras que conocerán e segunda instancia de los asuntos civiles,

mercantiles y penales. Una se denominará "Cámara Primera de Occidente" y su jurisdicción

comprenderá los distintos judiciales del Departamento de Santa Ana. La otra se denominará

"Cámara Segunda de Occidente" y tendrá jurisdicción en los distintos judiciales de los

departamentos de Ahuachapán y Sonsonate. En la ciudad de San Miguel existe la "Cámara

Primera de Oriente", con jurisdicción en los distritos judiciales de los departamentos de San

Miguel y Morazán (Art. 8o.) en la ciudad de Usulután, según reciente Decreto Legislativo que

reformó el mencionado Art. 8o. existe la "Cámara 2o. de Oriente", con jurisdicción en los distritos

judiciales de los Departamentos de Usulután y La Unión.

Según el Art. 9 en al ciudad de Cojutepeque la "Cámara de la Segunda Sección del Centro" con

jurisdicción en los distritos judiciales de los departamentos de Cuscatlán y Cabañas; y en San

Vicente, la "Cámara de la Tercera Sección del Centro", con jurisdicción en los distritos judiciales

de los departamentos de San Vicente y La Paz.

(*) Según D.L. No. 3097 de fecha 14 de Julio de 1960, publicado en el D. O. No. 136, Tomo 188 del 21 del mismo mes. Se

modificó la jurisdicción territorial adscribiendo a la "Cámara de la Segunda Sección del Centro" con sede en Cojutepeque, los

distintos judiciales de los Departamentos de La Libertad y Chalatenango.

En cuanto a los distritos judiciales, en los cuales se encuentran los diferentes Juzgados de Paz,

que corresponden a tales distritos, el Art. 131 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece la

división territorial y los distritos judiciales correspondientes a los distintos tribunales de Primera

Instancia. Todas las disposiciones anteriormente mencionadas establece la competencia por


razón de territorio.

Pero refiriéndonos específicamente al conocimiento de los hechos delictuosos en virtud de la

competencia por razón de territorio, el Art. 13 I. reformado, establece de manera general que: "El

Juez del lugar donde se cometió el delito es el que debe juzgar al delincuente". O sea que para el

caso del tribunal menor, es al Juez de Paz del lugar en que se cometió el delito o falta o quien

corresponde la instrucción del informativo, dando cuenta al Juez de Primera Instancia en el primer

caso llegando hasta sentenciar en el segundo o sea en el de falta. Pero como ocurren casos en

que al principio se hace difícil precisar a qué Juez corresponde conocer, a efecto de que las

diligencias instruidas no sean nulas ha dispuesto el Art. 13 I. que: "Si empezare a conocer un

Juez y después se declare incompetente por no ser del lugar donde se cometió el hecho, tendrá

valor lo actuado por éste en cuanto a las primeras diligencias practicadas para la comprobación

del cuerpo del delito y de la delincuencia y se acumularán los procesos conforme las

prescripciones legales. Lo mismo se observará cuando la Corte Suprema de Justicia resuelva un

Incidente de competencia entre los tribunales de la misma jurisdicción". Luego, como podría

ocurrir que el juez incompetente y a cuyas diligencias la ley les otorga validez, sean deficientes,

faltas de veracidad, muy escuetas, etc. la misma disposición da facultad al Juez competente para

que las mande a ratificar a solicitud de partes o de oficio, cuando a juicio prudencial del

funcionario tal ratificación fuere necesaria.

Como puede ocurrir que un delito comience a ejecutar en un territorio se consume en otro o que

se realice en la línea divisoria entre dos demarcaciones consume en otra o que se realice en la

línea divisoria entre dos demarcaciones judiciales, la misma disposición establece que

CONOCERAN LOS JUECES A PREVENCION.


En el caso de que alguno hubiere cometido diferentes delitos en diversos lugares o en un mismo

lugar donde existieren varios jueces competentes, será juzgado por todos ellos por el Juez del

lugar del delito en que fuere aprehendido o por aquél a quién se remita primero, caso de ser

aprehendido por otro juez. Ello lo determina el Art. 14 I.

¿Qué elementos del supuesto delictivo deben tenerse en cuenta para decidir el lugar de comisión

delictiva? Aunque en el caso normal la acción típica del delito es fácilmente determinable, sobre

todo en los de acción única e instantánea: muerte de una persona, hurto de una cosa, etc., no

ocurre así en los delitos de acción continua, o en aquellos otros llamados formales o sin resultado

aparente o real. Las reglas pertinentes están determinadas en los artículos y comentarios

anteriores. La jurisprudencia española hace hincapié en la determinación del juez que habrá de

ser competente para conocer en los delitos cometidos mediante los órganos de expresión del

pensamiento, en especial la imprenta. En nuestro medio ello no ofrece mayor dificultad. En efecto,

el Art. 345 I. nos dice que en los casos de delitos cometidos con abuso de la libertad de imprenta,

conocerán a prevención:

1o. El Juez del lugar en que ESTUVIERE LA IMPRENTA que hubiere hecho la publicación;

2o. El Juez del lugar en que la publicación APARECE FECHADA;

3o. El Juez a quién se acusó, denunció o se avisó en su caso, el delito cometido, cuando se

tratare de una publicación clandestina o impresa fuera de la República;

4o. El Juez del DOMICILIO DEL AUTOR O EDITOR si el impreso tuviera firma conocida.

Todos esos casos podemos clasificarlos como "Fueros Subsidiarios", establecidos en ausencia de

los elementos que normalmente dan la pauta en cuanto a competencia para conocer del hecho.
COMPETENCIA POR CONEXION

La regla interna que los fueros anteriores presuponen, esto es, la existencia DE UN SOLO

HECHO, se encuentra ALTERADA MULTIPLES VECES en la realidad, en que los elementos del

delito aparecen confundidas y entremezclados dando lugar a una conexión delictiva que

determina nuevas y especiales reglas para su solución, diferentes de las expuestas -forum

conexitatis-. Esta conexión puede tener lugar OBJETIVA y SUBJETIVAMENTE.

En el primer caso, si se atribuyen a varias personas varios delitos como cometidas por ellas en el

mismo tiempo o tiempos y lugares distintos, pero unidos en el mismo complejo delictivo; y existe

subjetiva cuando se imputa a una misma persona VARIOS DELITOS. A ésta se le denomina

también competencia POR RAZON DE LA PERSONA, a la primera POR RAZON DEL DELITO.

En tales supuestos la regla procesal referida a un delito sufre excepción, determinando la

acumulación de todos los procesos en uno solo, en razón del perjuicio que sufriría la justicia

retardando de una parte su tramitación y de otra, evitando el desdibujamiento de la visión del

conjunto al dividir la continencia (unidad o conexión) de la causa. En el caso de competencia por

conexión en razón de la persona, encuentro como ejemplo el propuesto por el Art. 17 I. que dice:

"Los autores, cómplices encubridores, estarán sometidos al mismo Juez que juzgue a los autores,

salvo en el caso de que cualquiera de los procesados goce de fuero constitucional, en el que

TODOS SERAN JUZGADOS POR EL TRIBUNAL QUE LA CONSTITUCION INDICA". Como

ejemplo de competencia por conexión en razón del delito está contemplado por el Art. 22 I. que

nos dice: "En los casos de rebelión y sedición (que por supuesto pueden implicar hechos

delictivos conexos en varios lugares>) podrá el Supremo Tribunal de Justicia designar a voluntad

el Juez de 1a. Instancia que debe juzgar a los delincuentes.


COMPETENCIA POR RAZON DE TURNO

El turno es una operación distributiva de los asuntos que tienen lugar en una población

determinada, entre los diferentes tribunales que componen su jurisdicción, cuando ésta se

encuentre encomendada indistintamente a varios organismos judiciales, tal como acontece en la

Capital, adonde existen cinco tribunales de lo Penal y cinco de Paz, y en las demás ciudades de

la República donde hay varios tribunales que puedan conocer de los asuntos criminales. Todos

ellos pueden conocer a prevención, pero los turnos respectivos están reglamentados por el Art.

137 de la Le Orgánica del Poder Judicial que dice: "Para las primeras diligencias de instrucción

que deban practicarse fuera de las horas reglamentarias de audiencia, la Corte Suprema de

Justicia establecerá turnos respecto a los Jueces de Primera Instancia y de Paz de la capital. Las

Cámaras de Segunda Instancia que tienen su asiento fuera de ésta, establecerán los de los

Jueces de Primera Instancia y de Paz de las poblaciones en que ellos residen; y los jueces de

Primera Instancia que conozcan de lo Criminal, los de los Jueces de Paz de su respectiva

jurisdicción, debiendo ellos mismos incluirse en esos turnos, en las ciudades de su residencia(*).

Desgraciadamente, la anterior disposición, que reparte en forma equitativa los asuntos criminales

que surjan, solamente tiene aplicación en San Salvador; en las demás ciudades los Jueces de

Paz son prácticamente los únicos que hacen esos turnos.

COMPETENCIA POR RAZON DE LA PERSONA

Las reglas generales de la competencia territorial, base y fundamento de la distribución

jurisdiccional en el orden penal, sufren una excepción por virtud de consideraciones de orden
jerárquico nacional y eminencia personal del encausado, denominado también fuero personal

reglamentado por las disposiciones siguientes:

El Art. 212 de la Constitución Política vigente establece: "El Presidente y el Vice-Presidente de la

República, los designados a la Presidencia, y los Ministros y Sub-Secretarios de Estado, los

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cámaras de Segunda Instancia, el

Presidente y, los Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, el Fiscal General de la

República, el Procurador General de Pobres, los Miembros del Consejo Central de Elecciones y

del Consejo Superior de Salud Pública, y los Representantes Diplomáticos, responderán ante la

Asamblea Legislativa por los delitos oficiales y comunes que cometan. La Asablea oyendo a un

Fiscal en su seno y al indiciado o a un defensor especial, en su caso, DECLARA SI HAY O NO

HAY LUGAR A FORMACION DE CAUSA. En el primer caso se pasarán las diligencias a la

Cámara de Segunda Instancia que determine la ley, para que conozca en Primera Instancia, en el

segundo caso, se archivarán. Las anteriores disposiciones serán aplicables a los Diputados de las

Asambleas Legislativa y Constituyente por los delitos oficiales y comunes que cometan (Art. 213

C.P.)

(*) Posteriormente se ha legislado dejando los turnos en la Capital, establecidos únicamente para los Jueces de Paz.

Art. 214 C.P.- Los Jueces de Primera Instancia, los Gobernadores Departamentales, los Jueces

de Paz y los demás funcionarios que determine la ley, serán juzgados, por los delitos oficiales que

cometan, por los tribunales comunes, PREVIA DECLARATORIA de que hay lugar a formación de

causa, hecha por la Corte Suprema de Justicia. Los antedichos funcionarios estarán sujetos a los

procedimientos ordinarios por los delitos y faltas comunes que cometan".


ESTABLECIMIENTO DE LOS JUECES DE PAZ

P. y Velasco Pág. 116 Tomo I.- Con fecha 9 de diciembre de 1954 decreto definitivamente el

establecimiento de los Jueces de Paz, quienes ejercerían todas aquellas funciones judiciales que

habían quedado relegadas como atribuciones de los Alcaldes, tales como los juicios por faltas,

conciliatorias y de menor cuantía. Los Alcaldes quebraban encargados única exclusivamente de

lo económico y administrativo de las ciudades y poblaciones. Los jueces de Paz nacieron con

carácter concejal, por lo que como los Alcaldes y Regidores deberían ser electos por el vecindario

de año en año; se elegían dos jueces de Paz propietarios y dos suplentes en las poblaciones en

que hubiere cinco Regidores, y en las demás poblaciones cuyo número de Regidores no llegare a

cinco, se elegía un Juez de Paz propietario y un suplente. No tenían sueldo, pero cobraban por

los asuntos.

El Decreto de 30 de enero de 1855, ordenó que en ausencia o impedimento de los Jueces de

Paz, entraban los Alcaldes y Regidores por su orden, quienes se encontraban en serias

dificultades para atender a la vez ambas funciones. Por esta razón el mencionado Decreto fue

derogado por el del 17 de enero de 1858.

El Decreto del 14 de Julio del mismo año reformó el del 9 de diciembre de 1854 en cuento al

número de Jueces de Paz, que tomaba como base el número de Regidores. Dicho Decreto

reformatorio teniendo por base la población ordenó: que las localidades que tuviesen hasta siete

mil habitante elegirían un Juez de Paz propietario y un suplente y las que excedieran de tal

población, elegían dos propietarios y dos suplentes.

La actual Ley Orgánica del Poder Judicial dice en su Art. 16: "Habrá Jueces de Paz en todas las
poblaciones de la República. Sus cualidades y atribuciones serán las que determinen las leyes.

Los requisitos para desempeñar tal cargo, el procedimiento de escogitación las excusas, etc.

están contempladas en los Arts. 38 a 46 inclusive de la mencionada Ley. Este último artículo exige

que en los Juzgados de Paz se lleven varios libros; en el aspecto criminal, interesa el de Entradas

de Expedientes y Documentos.

LA INICIACION DE LOS JUICIOS CRIMINALES

Según el Art. 27 I. los juicios criminales se siguen: 1o. De oficio; 2o.) Por acusación y 3o.) Por

denuncia.

En los juzgados de Paz, generalmente, se siguen los juicios de oficio; en regular número, tal vez

bastante pequeño, en virtud de denuncia y casi nunca en virtud de acusación.

Las dos últimas formas de iniciar el procedimiento, se suelen denominar "A INSTANCIA DE

PARTE" y lo primero "EX OFICIO", pudiéndose comprender dentro de ésta, en una interpretación

bastante extensiva y en analogía con otras legislaciones, como la española, la ACCION POLICIAL

o atestados: en nuestro medio son hechos especialmente por la Policía Rural o Guardia Nacional

la cual actúa de conformidad a su ley orgánica; la policía Nacional fuera de la capital,

generalmente se limita a la remisión del reo y objetos, con el oficio correspondiente, y en algunos

casos instruye atentados; en la capital es la Sección de Investigaciones Criminales la instructora

de tales diligencias, que no tienen más validez que la de orientadoras en la labor investigativa del

Juez.
Es interesante recordar que para la validez de las actuaciones judiciales, el Juez habrá de actuar

con la concurrencia de un Secretario. Al respecto el Art. 81 Pr. dice; "Todos los Jueces actuarán

con un secretario que sea vecino de al República, de veintiún años cumplidos, de notoria buena

conducta y que sepa leer y escribir, que tenga instrucción en la práctica judicial y esté en ejercicio

de la ciudadanía. Los secretarios del Juzgado General de Hacienda y de la 1a. Instancia de la

Capital deberán ser bachilleres de jurisprudencia o estudiantes de derecho, y sólo en caso que no

lo hubiere podrá nombrarse otras personas hábiles para dichos empleos. Lo actuado sin la

concurrencia del secretario ES NULO, salvo lo dispuesto por el Art. 1115 Pr. Y el Art. 61 de la Ley

Orgánica del Poder Judicial dispone: "Los Jueces actuarán con un secretario mayor de edad, de

notoria buena conducta, que tenga instrucción en la práctica judicial y esté en ejercicio de la

ciudadanía.

Los Secretarios de los Juzgados con asiento en las Cabeceras Departamentales deberán ser

estudiantes que hayan aprobado por lo menos cuarto curso de al Facultad de Jurisprudencia y

Ciencias Sociales. Si no hubiere persona que reuna esta última condición podrá ser nombrado

Secretario cualquier persona que reúna las cualidades enumeradas en el inciso anterior", Art. 63:

"La falta de los Secretarios por enfermedad, licencia u otra causa legal, será suplido por un

interino, de cuyo nombramiento se dará cuenta de la manera indicada en el Artículo anterior". (Se

refiere a la comunicación que habrá de hacerse para la aprobación o improbación de su

nombramiento, a la Honorable Corte Suprema de Justicia).

DEL PROCEDIMIENTO DE OFICIO

Según el Art. 28 I: "Procedimiento de oficio es la averiguación y castigo de los delitos y faltas que

hace el respectivo funcionario por NOTICIAS judiciales o extrajudiciales; por QUEJA del ofendido
o por DENUNCIA de cualquier persona SIN MOSTRARSE PARTE EL QUEJOSO. Art. 29 I: "Los

funcionarios competentes PROCEDERAN DE OFICIO a la averiguación y castigo de los delitos y

faltas de que tratan el Código Penal y la Ley de Policía; EXCEPTO AQUELLOS CASOS en que

se requiere acusación o denuncia del agraviado o de su representante legal".

Según pues, el Art. 28 I. el funcionario judicial inicia el procedimiento "de oficio" en tres casos: 1o.)

Por noticias judiciales o extrajudiciales; 2o) Por queja del ofendido y 3o.) Por denuncia de

cualquier persona.

El primero es, según el Derecho Procesal español el caso típico de "Procedimiento de Oficio" y

especialmente en el caso de NOTICIAS EXTRAJUDICIALES; en dicho Decreto se dice que "Se

entiende por inquisito exofficio la averiguación que inicia el Juez de Instrucción motu propio del

delito y delincuente responsable; si el Ministerio Público guarda silencio, si ninguna autoridad

hace del conocimiento del Juez lo ocurrido, si el ofendido no se queja, si no se levanta la voz de

alguien pidiendo justicia todavía el Juez, que por notoriedad o fama pública o por cualquier otro

medio, llegara a saber que se está cometiendo o se ha cometido un delito público (perseguible de

oficio), PUEDE Y DEBE, en el desempeño de la obligación que le está impuesta, de velar por la

seguridad del cuerpo social y de sus miembros, OBRAR POR SI MISMO DE OFICIO Y ABRIR

PROCESO.

A este proceso de iniciación del mismo en su fase sumarial, se denomina DE OFICIO, clásica

expresión de nuestro Derecho o también, PESQUISA JUDICIAL, muy usada en la legislación

histórica, pero hoy en franco desuso está perfectamente admitido y es exigido en nuestra

legislación, según lo determina el Art. 28 I.


El ejercicio de esta facultad inquisitiva NO ES ARBITRARIO, sino que precisa reunir las

condiciones fundamentales de procedibilidad o procesabilidad; esto es, QUE CONSTE LA

PRESUNTA EXISTENCIA DE UN HECHO DELICTIVO y que éste sea de la clase de los llamados

perseguibles de oficio. En consonancia con tales elementos necesarios para dar un principio al

informativo, el Art. 138 I. dispone: "Cuando alguna persona muriere repentinamente (o sea sin

enfermedad o dolencia anteriores) o se presume que al muerte proviene de algún hecho criminal,

ordenará el Juez que el cadáver sea inmediatamente reconocido conforme a la ley, y; en caso

necesario, se verifique la autopsia por dos facultativos o presencia del propio Juez y de su

Secretario". Agrega el Art. 139 I. "Si de las diligencias ordenadas en el artículo precedente

resultare existencia de delito, a continuación de la declaración jurada que deben dar en este caso

los facultativos, podrán el Juez el auto cabeza de proceso".

PROCEDIMIENTO Y FORMULA: las resoluciones dirían así:

1a.) "Juzgado de Paz. Nueva San Salvador, a las .... horas y .... minutos del día ...... de ..... de mil

novecientos ........ Teniendo datos este tribunal que en (lugar) ha fallecido repentinamente el señor

....... de conformidad con el Art. 138 I. procédase al reconocimiento del cadáver por los señores

Médicos Forenses.

A dichos facultativos habrá de notificárseles el auto anterior y ellos practicarán el reconocimiento,

de conformidad a la fórmula No. 11a. y si en el acto respectiva expresaren la necesidad de la

autopsia o "examen anatómico del cadáver" o "Examen analítico minucioso" según el Diccionario

de la Real Academia Española, el Juez instructor proveerá un auto cuya parte resolutiva será:

2a.) De conformidad con lo manifestado por los señores Médicos Forenses en el reconocimiento
anterior, procédase a la autopsia del cadáver del señor ...........

Si del reconocimiento y autopsia apareciere la existencia de un hecho delictuoso se resolverá:

1a.) Apareciendo de las diligencias anteriores que la muerte del señor ....... se debe a hecho

delictuoso, de conformidad al Art. 139 I instrúyase el informativo correspondiente.

Enseguida el Juez de Paz procederá a practicar las demás diligencias de instrucción e que se

hablará mas adelante.

EN QUE CASOS NO PUEDE EL JUEZ PROCEDER DE OFICIO

Como ya se dijo anteriormente el Juez de Paz puede proceder de oficio en caso de cometerse

delito público o perseguible de oficio. Por tanto, respecto de ciertos hechos delictuosos y aún de

faltas, es necesario que preceda denuncia o acusación de parte, como son los siguientes.

1o.) En los delitos contra la Honestidad: adulterio (Art. 388 Pn.), estupro (art. 391 Pn. al caso

contemplado en el inciso 1o. de este artículo, que sanciona "al marido que tuviere manceba

dentro de la casa conyugal o fuera de ella con escándalo").

Respecto a los demás delitos ya mencionados y por los que no puede procederse de oficio, el Art.

401 I. reformado dice: "No puede procederse por los delitos de estupro, violación y rapto, SINO

EN VIRTUD DE ACUSACION O DENUNCIA de la persona agraviada o de su representante legal

(padre, madre, tutor o curador). Pero el inciso 2o. del mismo artículo pone una excepción al decir:

"Si la persona agraviada careciere por su edad o por cualquier otra circunstancia ded capacidad
para denunciar, y NO TUVIERE representante legal, PODRA EL JUEZ PROCEDER DE OFICIO".

2o.) En los delitos contra el Honor: calumnia (Art. 405 Pn.) e injurias Art. 410 Pn.), respecto de los

cuales exige expresamente el Art. 422 Pn. La acusación al decir que: "Nadie será penado por

calumnia o injuria SINO EN VIRTUD DE ACUSACIÓN DE LA PARTE OFENDIDA, salvo cuando al

ofensa se dirija contra la autoridad pública o corporaciones o clases determinadas del Estado, y

en general cuando constituya otro delito especialmente penado en este Código".

En el caso de calumnia o injuria contra la autoridad pública, ha de preceder excitativa especial del

Gobierno, dice el mismo artículo en su parte final. También ha un caso de Faltas, en el que para

proceder se necesita reclamo del ofendido, y es el No. 9o. del Art. 539 Pn. que se refiere al

castigo con 21 días de arresto, a los que injuriaren livianamente, a otro de palabra.

DEL PROCEDIMIENTO DE OFICIO EN VIRTUD DE NOTICIAS

JUDICIALES O EXTRAJUDICIALES

NOTICIA, según el Diccionario significa NOCION y ésta es el "Conocimiento o idea que se tiene

de una cosa"; Judicial, según el Diccionario de Derecho Procesal Civil de Eduardo Pallares es "Lo

relativo a la administración de justicia o a los jueces"; interpretando la expresión NOTICIAS

JUDICIALES en el caso que tratamos, estimo que éstas serían: "El conocimiento o idea que el

juez tiene de la comisión de un hecho delictuoso, en virtud de aviso o comunicación que en tal

carácter se le hace, especialmente en su tribunal". Caso típico de ellas son: el aviso telefónico

que una autoridad le da respecto a la comisión de un delito; la nota que dicha autoridad le envía

haciéndole saber lo ocurrido; el comparendo al tribunal de parte de una autoridad a hacerle saber

aún verbalmente un hecho delictuoso ocurrido; la remisión de atestados que hace al juez la
autoridad, especialmente Guardia, Policía Nacionales u Oficina de Investigaciones Criminales.

Los autos cabezas de proceso en los distintos casos podrían formularse así:

Caso de aviso telefónico:

4a.) Informando telefónicamente al suscrito juez (o a este Tribunal el señor --aquí el nombre y

cargo de la autoridad que avisa-- que en tal lugar se ha cometido un hecho delictuoso,

constitúyanse el Infrascrito juez asociado del Secretario que autoriza e instrúyanse el informativo

de ley.

Naturalmente que la anterior, como las demás fórmulas no son ni podrían ser jamás de carácter

rígido, puesto que la redacción puede ser distinta, puede detallarse en cuanto a nombres de

ofendidos, iniciados y naturaleza del hecho cometido, así como en cuanto a diligencias a

practicarse como recibir declaraciones, practicar inspección, reconocimiento, etc.

Caso de aviso mediante nota u oficio, la resolución sería:

5a.) Acúsese recibo del oficio anterior (de los reos u objetos remitidos) e instrúyase el informativo

de ley.

(Y si se ha remitido reo) se adicionará así: "Recíbasele al reo Fulano de Tal su declaración

indagatoria como indiciado y remítasele a las Cárceles Públicas de esta ciudad (o al lugar en que

será enviado) por el término de inquirir. Dése la certificación ordenada por el inciso último del Art.

70. I.
Caso de aviso verbal mediante comparendo de autoridad al tribunal, la resolución diría así:

6a.) Compareciendo a este Tribunal el señor (aquí nombre y cargo del noticiante) a manifestar

que en tal lugar se ha cometido tal hecho delictuoso, instrúyase el informativo de ley.

Caso de remisión de atestados, el auto cabeza diría:

6a.-A) Acúsese recibo de las anteriores diligencias (de los reos y objetos remitidos) e instrúyase el

informativo de ley. Si se ha remitido reo o reos hay que estarse a lo dispuesto en la parte segunda

de la fórmula 5a.

NOTICIAS EXTRAJUDICIALES

Son aquellas recibidas por el juez "fuera del tribunal" no en forma oficial, como cuando alguien en

la calle o en cualquier lugar que no sea l tribunal, noticia al juez de lo ocurrido o esté palpa el

clamor público respecto a un hecho cometido.

La resolución sería:

7a.) Teniendo conocimiento el suscrito juez (o este Tribunal que en tal lugar se ha cometido un

hecho delictuoso, instrúyase el informativo de ley.

El auto anterior padece indudablemente de bastante vaguedad, pero en nuestro medio ocurre

generalmente que se cometen delitos, respecto de los cuales la autoridad administrativa no tiene

conocimiento oficial, tampoco el Juez y las noticias corren difusamente pero en forma insistente.
La propuesta es fórmula salvadora en la administración de justicia, permitiendo al Juez iniciar el

informativo correspondiente. Al respecto nos remitimos a los comentarios del Derecho Procesal

Español en cuanto a la "Inquisitio ex officio" mencionados al principio de la parte intitulada DEL

PROCEDIMIENTO DE OFICIO.

PROCEDIMIENTO DE OFICIO EN VIRTUD DE QUEJA DEL OFENDIDO

Según el Diccionario, QUEJA es: "Expresión de dolor, pena o sentimiento", cuando alguien recibe

un agravio, su reacción natural es hacer del conocimiento de alguien el dolor, pena o sentimiento

que tal agravio se ha producido y cuando tal manifestación se hace a la autoridad judicial como tal

y animado el quejoso por el deseo de que previa investigación de los hechos, se aplique al hechor

o culpable la sanción del caso, si el delito o falta cometidos son de carácter público o sea que

permiten la instrucción de oficio, del informativo, el Juez está obligado a iniciarlo; hay casos

especiales en que determinadas personas ofendidas no pueden legalmente acusar o denunciar

delitos, aún públicos, cometidos contra ellas; estos casos están determinados por los Arts.

siguientes:

Art. 33 I.-- La Ley prohíbe en particular la acusación de falta o delito que da lugar a procedimiento

de oficio:

1o. A los descendientes en línea recta contra los ascendientes en la misma línea y a éstos contra

aquellos;

2o. A los parientes consanguíneos dentro del cuarto grado civil, o afines dentro del segundo;

3o. A los cónyuges entre sí;

4o. A los discípulos contra sus maestros y a éstos centra aquellos;


5o. A los pupilos contra sus guardadores y vice versa.

Las personas enumeradas en el presente artículo podrán dar aviso o quejarse a la autoridad por

los delitos o faltas dichas cometidas CONTRA ELLAS MISMAS.-

Luego el Art. 50 I. que se refiere a la denuncia, también pone igual limitación y dice: "Cualquier

personas podrá denunciar una falta o delito de los que dan lugar a procedimiento de oficio,

excepto las comprendidas en los Arts. 32 y 33, que sólo podrán hacer lo que en él se prescribe".

El Art. 32 I mencionado se refiere a los casos de las prohibiciones EN GENERAL, de acusar o

denunciar delitos o faltas a persona que sean menores de edad, extranjeros, etc.- Es decir que

cuando ofensor y ofendido se encuentran en cualquiera de los casos enumerados en los artículos

anteriores únicamente podrán dar aviso O QUEJARSE a la autoridad judicial respectiva los

ofendidos, pero jamás presentar acusación o denuncia. Me imagino que al establecer el Art. 28 I,

que el procedimiento de oficio puede iniciarse en virtud de QUEJA, ha previsto especialmente,

entre otros, los casos ya mencionados en los Art. 32, 33 y 35 del Código de Instrucción Criminal.

Caso de presentarse alguna de tales personas en su carácter de ofendidos, con el deseo de que

se inicie el proceso respectivo, la fórmula del auto cabeza sería:

8a.) Presentándose a este Juzgado el señor Fulano a quejarse contra Zutano por haber cometido

(aquí se determina el hecho; lesiones, hurto, etc.) en su persona, en bienes de su propiedad, etc.

instrúyase el informativo de Ley.

El último caso determinado en el capítulo que trata del Procedimiento de Oficio y mencionado por

el Art. 28 I. es el de DENUNCIA DE CUALQUIERA PERSONA, SIN MOSTRARSE PARTE EL


DENUNCIANTE. Ante todo veamos que es denuncia; ello sería un asunto Hermenéutica Legal o

de interpretación legal. A este respecto el Art. 20 C. nos dice: "Las palabras de la Ley se

entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras; pero

cuando el legislador las haya definido expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas

su significado legal". Siguiendo la regla anterior veamos qué entiende el Código de Instrucción

Criminal por DENUNCIA. El Art. 49 I. nos dice: "Denuncia es la manifestación que uno hace el

Juez de la falta o delito cometido, nombrando o no al delincuente, pero SIN OBLIGARSE A DAR

LA PRUEBA". Por estar el Procedimiento de Oficio y la Denuncia en capítulos distintos, podría

creerse que ésta o sea la Denuncia, es diferente de la que, con igual nombre determina en su

parte final el Art. 28 I. Yo creo --y ello es opinión personal-- que si consideramos las reglas de

interpretación legal a relacionadas la práctica criminal, ambas expresiones --denuncia-- usadas en

uno y otro artículo SON SINONIMAS. Por consiguiente pasaremos de una vez al estudio del Art.

49 I demás disposiciones que tratan específicamente de la denuncia.

Ya vimos como tratándose de delitos públicos o perseguibles de oficio, puede el Juez respectivo

iniciar la investigación en virtud de noticias judiciales o de queja, siempre que existan los

requisitos a que nos referimos en la primera parte de la página 26 de esta Tesis, o sea: que

conste la presunta existencia de un hecho delictivo y que éste sea de la clase de los llamados

"Perseguibles de oficio"; pues bien, asimismo se puede dar principio al juicio mediante denuncia,

cuyo concepto legal quedó determinado en el Art. 49 I. En cuanto a quienes pueden denunciar un

delito o falta, el Art. 50 establece que CUALQUIER PERSONA PUEDE HACERLO, a excepción

de las comprendidas en los Arts. 32 y 33 del Código de Instrucción Criminal, que solamente

podrán hacer lo prescrito en la parte final de los mencionados artículos, como es dar aviso o

quejarse.
DENUNCIA VERBAL Y ESCRITA

Hay dos modos de interponer una denuncia: de palabra o verbal y mediante un escrito. Siendo

obligación e interés del Estado la averiguación y castigo de los delitos públicos que se cometan,

el legislador ha expeditado el camino mediante la denuncia verbal, para que aquella persona

carente de recursos como para pagar la redacción de un escrito de denuncia o carente de la

aptitud para redactarlo ella misma, pueda ocurrir ante el juez competente a hacerlo de palabra, en

este caso y a tenor del inciso segundo del Art. 51 I. reformado, "El Juez recibirá DECLARACION

JURADA al denunciante, debiendo expresar su nombre, apellido, edad, residencia, ocupación,

relaciones con el agraviado y el conocimiento que tenga del hecho y de los culpables".

Según la redacción que anteriormente tenía tal inciso, específicamente se determinaba que

"Enseguida de recibida la declaración jurada del denunciante proveía el auto cabeza el proceso".

Actualmente tal expresión ha sido suprimida, pero la realidad es que conforme a pura técnica

jurídica, DEBE HACERSE EN IGUAL FORMA o sea: recibir su declaración jurada al denunciante

y después, si al calificarse la procedencia o improcedencia de la denuncia, en razón de la

naturaleza del hecho denunciado, se estima procedente admitirla, SE RESOLVERA ASI; la

fórmula respectiva sería la siguiente:

9a.) "Juzgado ........ de Paz ............, a las ......... horas y ............. minutos del ...................

de........... de mil novecientos .........................

Presentándose a este Juzgado el señor ................. a denunciar un hecho delictuoso, recíbasele

su declaración jurada".
y si se tratare realmente de un hecho criminal y no de otra cosa como decir un asunto civil,

entonces resolverá:

"Admítase la anterior denuncia e instrúyase el informativo de ley".

Caso no fuere admisible se resolvería: "Apareciendo de la denuncia anterior que se trata de un

asunto civil ( o de un hecho respecto del cual no puede procederse sino en virtud de acusación

por ej. injurias) declarase sin lugar la admisión de la denuncia presentada". En este caso el

denunciante hará uso del recurso que la ley le otorga para ante el juez de Primera Instancia

respectivo.

En cuanto al nombre y apellido ocurre en numerosos casos que las personas usan un nombre

apellido diferentes al que aparece en la parida de nacimiento respectiva; por ello el Juez debe

insistir en que el denunciante determine su nombre y apellido originales y aquellos con que es

conocido socialmente y se diría por ejemplo: "Juan Peña, socialmente conocido por Antonio Vela".

Ello con el objeto de que el denunciante quede perfectamente identificado; en cuanto al respecto

"residencia", hemos de entenderlo por "el lugar exacto den que vive el denunciante" o sea

determinando la ciudad, pueblo, villa o cantón en que resida y en cuanto a este último, la

jurisdicción a que pertenece, detallando asimismo de ser posible su dirección, para el caso de una

citación que haya de hacérsele. Por ejemplo se diría: "residente en la casa No. 13 de la décima

avenida norte de esta ciudad o de la ciudad , villa o pueblo tal"; la expresión OCUPACION se

refiere a la profesión, arte u oficio ejercida por el denunciante, como decir: "médico, abogado,

albañil, zapatero, de oficios domésticos, etc. Al determinar "relaciones con el agraviado" deberán

incluirse también las referentes a parentesco; una relación o vinculación mayor o menor de

indudablemente una pauta para poderla interrogar o no sobre parentesco entre hechor y ofendido
para la cuestión "Circunstancias Modificativas de la Responsabilidad Penal", antecedentes entre

ambos, etc.

Respecto a "Conocimiento que tenga del hecho", el Juez instructor habrá de interrogar al

denunciante sobre la forma o medio en que o por qué se dio cuenta del hecho; si por haber visto

su comisión, si por habérselo referido a alguien, etc. y por supuesto los detalles del mismo en

forma plena, a modo que el Juez se pueda formar una idea tan completa como sea posible sobre

la forma en que ocurrió, lo cual es de gran utilidad en el interrogatorio posterior de testigos y

demás diligencias de instrucción.

Al hablar al final el Art. 51 sobre "los culpables", estimo que tal expresión en pura técnica jurídica

está mal empleada. En efecto, según el Diccionario: culpables es el "Delincuente responsable de

un delito". Cuando el Jurado conoce de un hecho delictuoso a tenor de la pregunta que se le hace

conforme el Art. 247 I. su respuesta tácita es, en caso de veredicto condenatorio: "El Jurado si

tiene la íntima convicción de que el indiciado N. es culpable". lo que equivale en el caso de los

delitos comprendidos en los numerales primero y segundo del Art. 283 I., que no están sujetos al

conocimiento del Tribunal del Jurado, a la sentencia condenatoria dictada con vista de autos; por

otra parte es principio jurídico que mientras un reo no sea condenado se presume que es

inocente. Por todo ello creo que al momento de la denuncia que es prácticamente un

INDICAMIENTO, no puede hablarse de "culpables" sino de "presuntos responsables del hecho

cometido", expresión que están en consonancia con el Art. 11 Pn. que nos determina que son

responsables criminalmente de los delitos: los autores, cómplices y encubridores. El denunciante

pues, deberá determinar, dando todos los datos de identificación posibles, a los autores,

cómplices y encubridores.
Recordemos que según el inciso 2o. del Art. 51 I., "Si se hiciere de palabra (la denuncia), el Juez

RECIBIRA DECLARACION JURADA al denunciante. Estimo que tal juramento debe hacerse a

tenor del Art. 311 Pr. omitiendo la frase: "en lo que fuereis preguntado", dado que el denunciante

va a relatar y no a ser interrogado por el Juez, aunque este deba y pueda preguntarle sobre

aspectos importantes del hecho denunciado.

Para ilustración y que nos servirá de pauta para la relación que hagamos de las diligencias de

instrucción, imaginémonos un caso de homicidio; se presentó ante el juez denunciando

verbalmente el hecho Juan Peña, nombre escogido al azar; después de puesto el auto de cabeza

a que nos referimos en la fórmula 9a. se levantaría su declaración en la siguiente forma:

10a.) DECALRACION DEL DENUNCIANTE

El en Juzgado ................. de Paz: Nueva San Salvador, a las horas y ........ minutos del día cuatro

de enero de mil novecientos sesenta, Presente el denunciante señor Juan Peña, fue juramentado

en legal forma, manifestando llamarse como queda escrito, ser de treinta y cinco años de edad,

agricultor, residente en la casa número once de la décima avenida sur de esta ciudad, su

domicilio. Interrogado de conformidad a lo ordenado en el auto anterior Art. 51 I. entendido

contesta: que el día de ayer tres del corriente como a las cuatro de la tarde, el denunciante se

encontraba parado en la esquina del parque "Daniel Herández" de esta ciudad, acompañado de

X, y Z,-- quienes residen en la misma casa del declarante, cuando en esos instantes el individuo

A, lesionó a B con una navaja que portaba en la mano derecha, causándole una lesión en el

pecho; que inmediatamente el lesionado B cayó al suelo manando sangre y el hechor emprendió

la fuga dirigiéndose hacia el norte, no habiendo sido capturado; que el hechor A es zapatero,

como de veinte años de edad, de mediana estatura, moreno, pelo negro y delgado, residiendo en
el Mesón "San Antonio" sitio sobre la 8a. avenida norte de esta ciudad según sabe el deponente

son primos hermanos con el ofendido B., que al embestir a éste no le dijo palabra alguna B cayó

precisamente frente al primer banco de la esquina suroeste del parque, como a medio metro del

mismo. Que también presenciaron el hecho los señores C,D y E quienes trabajan en la Fábrica de

Aceites "La Luz" sita en esta ciudad. Que lo dicho es la verdad y leída que le fue su declaración,

la ratifica y firma.

El Juez inmediatamente pide a las autoridades de la ciudad , (Guardia, Policía Nacional y

Municipal si la hay) le envíen el oficio informando sobre el hecho o las diligencias que al efecto

hubieren verificado, se indaga respecto al lugar en que encuentra el lesionado y si es en el

Hospital de la ciudad para el caso, se traslada a aquel centro asistencial tan pronto como sea

posible, acompañado de su secretario de actuaciones y los señores médicos forenses a efecto de

recibirle su indagatoria al ofendido y hacer que se practique el reconocimiento del caso. Pero todo

esto constituye lo que llamamos diligencias de instrucción, a que se refiere el Art. 5o. siguientes

del Código de Instrucción Criminal de las que trataremos después.

DENUNCIA ESCRITA

El inciso tercero del Art. 51 I. determina: "Si la denuncia se presentara por escrito y fuera

procedente, el juez proveerá el auto cabeza de proceso, continuándose la causa de oficio en este

caso, tanto como en el anterior".

la denuncia será redactada en papel simple (Art. 587 I.) y al hablar la ley de que se proveerá el

auto cabeza de proceso si "fuere procedente", nos está remitiendo a los requisitos que toda

denuncia escrita, salvo las reservas que después diré, debe llenar: tales requisitos, tal como

hablaremos en el caso del escrito de acusación, son de forma de fondo; en cuento a la forma creo
que el orden en que el respectivo escrito han de ponerse, ellos son:

1o.-- La determinación del Juez ante quien se interpone la denuncia o en otras palabras: a quien

va dirigido el escrito;

2o.-- La expresión, a similitud del inciso 2o. del Art. 51. del nombre y apellido, edad, domicilio,

dirección y ocupación del denunciante;

3o.-- la relación, tan detallada como fuera posible, de los hechos que motivan la denuncia, sin

olvidar los exigidos en el caso de denuncia verbal como son: relaciones con el agraviado y

designación de los culpables;

4o.-- Aunque pueda dispensarse, sin embargo hace que el escrito de denuncia sea completo, la

enumeración de los Arts. del Código Penal en que encajan los hechos cometidos.

5o.-- La parte petitoria o sea el final del escrito, en que generalmente se pide: la admisión de la

denuncia y la instrucción del informativo de ley;

6o.-- El lugar y fecha, todo lo cual habrá de ir en letras; esto como garantía para evitar un cambio

de esta última, y por cuanto así lo exige el Art. 1252 Pr. en relación con el Art. 566 I. y,

7o.-- la firma del peticionario o la de alguien a su ruego correspondiendo al secretario preguntar

sobre esto último, a tenor del Art. 1251 Pr.

En cuanto a los requisitos de fondo, son dos: que el hecho denunciado realmente constituya delito

y de aquellos que para ser perseguibles no requieren de acusación. Respecto a los requisitos de

fondo o sea los últimamente mencionados, SON ABSOLUTAMENTE INDISPENSABLES; si el

hecho no constituye delito o siéndolo es de aquellos que requieren acusación, LA DENUNCIA ES

IMPROCEDENTE Y EL JUEZ DEBERÁ DECLARARLA SIN LUGAR.

En cuanto a los requisitos de forma, mi criterio es el siguiente: si está redactado en tal forma que
sea ininteligible o tremendamente defectuoso, lo conveniente en aras de la administración de

justicia y del deber que el Estado tiene que averiguar y sancionar la comisión de delitos, DEBE

RECIBIRSE BAJO JURAMENTO LA DENUNCIA EN FORMA VERBAL; si por el contrario los

defectos de forma son subsanables, creo acertado y por la misma razón ya apuntada, aplicar,

aunque sean leyes de naturaleza diferente, lo que dispone el Art. 6o. de la Ley Especial de

procedimientos para Conflictos individuales de trabajo que, refiriéndose a la demanda escrita dice

que si no contiene los requisitos por esa ley exigidos, el Juez debe ordenar al actor que subsane

esas omisiones o para el caso, específicamente en lo criminal, SUBSANAR LAS DEFICIENCIAS

AL ASENTAR LA DECLARACIÓN DEL DENUNCIANTE. Creo que el Juez puede hacerlo, ya que

el Art. 1238 Pr., es su último inciso establece: "Accederán (los Jueces) así mismo, a todo lo que

no estuviere prohibido y proporcione alguna facilidad al solicitante, o mayor expresión en el

despacho, sin perjudicar a la defensa de la otra parte". A este respecto, merecería una reforma en

tal sentido el Art. 51 I.

A tenor del inciso último del Art. mencionado, creo inoficioso el poner al final del acta de denuncia

verbal o de la disposición del que denuncia por escrito aquellas "sacramentales" expresiones de

que "el declarante no se muestra parte en el procedimiento, dejándolo de oficio o este tribunal", ya

que el inciso en mención expresamente dice: "El denunciante no será parte en el juicio, y si quiere

habrá de formular acusación en la forma legal, etc."--

DE LA ACUSACION

Esta forma de dar principio a los informativos, como a explicamos anteriormente es procedente en

el caso de delitos públicos o perseguibles de oficio y además obligatoria en ciertos casos, como

los enumerados en la parte EN QUE CASOS NO PUEDE EL JUEZ PROCEDER DE OFICIO


(Págs. 30 31); está definido en el Art. 30 del Código de Instrucción Criminal como: "La acción con

que uno pide al Juez que castigue al delincuente, COMPROMETIENDOSE EXPRESAMENTE A

PROBAR EL DELITO O FALTA." De tal manera que según este concepto, lo esencial en la

acusación y que la diferencia del procedimiento puramente de oficio y de la denuncia verbal o

escrita, es que mientras en éstos el Juez da desde el principio el impulso procesal al juicio o el

denunciante al presentarse, éste en NINGUN MOMENTO SE OBLIGA A PROBAR EL DELITO. La

acusación jamás puede ser verbal, tiene en todo caso que ser escrita y como jamás --al menos yo

así lo he visto-- se presentan acusaciones en Juzgados de Paz, me limitaré a determinar los

requisitos de forma y de fondo que habrá de llenar:

1o.-- Estar escrita en hoja de papel del sello de ¢0.40 (numeral 29 del Art. 1o. de la Ley de Papel

Sellado Timbres.

2o.-- Llevar firma de abogado si trata de un hecho no cometido contra la persona del acusador o d

alguna de las personas indicadas en el inciso final del Art. 32 I.

3o.-- Expresar en el escrito los detalles exigidos por el Art. 37 I.

4o.-- Adjuntar Certificación de la partida de nacimiento del acusador.

LAS PRIMERAS DILIGENCIAS

Según el Art. 5o. I. "Son primeras diligencias, las indagaciones más urgentes e indispensables

que no pueden diferirse para la comprobación del cuerpo del delito, por el medio que su

naturaleza exija, y para el descubrimiento de los criminales; como el reconocimiento del cadáver

en caso de homicidio, que la persona ofendida en el de heridas, golpes o cualquiera otra

violencia, de la casa o heredad quemada, de las fracturas o rompimiento en el robo, etc., la

declaración del ofendido si fuere posible, el examen de los testigos que aparezcan desde luego
como presenciales, la detención o arresto de las personas sospechosas y al declaración

indagatoria de éstas.

En las infracciones cometidas por motoristas de trenes o vehículos de tracción mecánica de

pasajeros o de carga, que con la debida autorización sirvan dos o más poblaciones, las

autoridades judiciales o administrativas, en la averiguación de los hechos no tomarán ninguna

medida y harán que un agente de la autoridad acompañe en su viaje al infractor con quién dará

cuenta a la autoridad al finalizarlo."

Art. 6o. I. "Son también primeras diligencias la curación del herido, el enterramiento del cadáver

después que se le haya reconocido y practicado la autopsia, cuando hubiere peritos que la

puedan hacer, las medidas conducentes para cortar el incendio y para recoger y poner en guarda

las cosas robadas, etc".--

Al determinarse en los artículos anteriores lo que debe estimarse como primeras diligencias,

artículos que a mi juicio plantean el problema en una forma esencialmente ejemplificativa y en

ningún momento taxativa, se ha querido recordar al Juez la obligación que tiene de hacer efectivo

el auto cabeza de proceso o auto de instrucción, practicando todas aquellas diligencias

inmediatas que tiendan al esclarecimiento de la verdad como fin principal, y como fines

secundarios o más bien accesorios: la curación del herido, la persecución del delincuente, etc. Al

establecerse las primeras diligencias, las diligencias de instrucción, que un poco prolongadas se

convierten en "el sumario", el legislador ha tenido en mente llenar dos fines: uno de orden político

o de garantía jurídica personal y otro de orden puramente procesal. Conforme a lo primero --y

según lo comenta el autor español Jiménez Ansejo-- se ha establecido que nadie puede ser

declarado culpable sin una informativa previa, con la cual se tiende a evitar las sentencias
clandestinas y la irresponsabilidad de cuantas personas intervengan directa o indirectamente en

su producción. En el fondo, se trata de una forma de publicidad con carácter permanente y al

tiempo que garantía del justiciable, es una defensa del Juez honesto honrado, escudo de su

integridad en cuanto en todo momento pueda desafiar los ataques apasionados e injustos a su

resolución mostrando su fuente originaria. Finalmente, constituye un archivo ordenado y

completo, que al mismo tiempo que ayuda a la formación del récord delincuencial de las

personas, récord necesario en el otorgamiento de libertad bajo fianza, puede vivir también para

fuentes de Historia.

Constantemente revistas de asociaciones de abogados y de ocupaciones estudiantiles, publican

aquellos casos que por sus partícipes, pro la naturaleza del hecho o por la forma en que se

practicaron algunas diligencias merecen atención y despiertan interés.

En el procedimiento inglés son clásicas a este efecto las siete salvaguardias (seven safeguards)

inspiradoras de la actuación judicial, que sumariamente se exponen:

1a.-- Al preso se le presume inocente hasta que se prueba que es culpable.

2a.-- La acusación debe probar el hecho por pruebas admisibles, no por suposiciones (art. 403 I.

en nuestra ley).

3a.-- A un presto no se le debe juzgar a menos que una audiencia preliminar haya establecido un

"prima facie case" de culpabilidad en contra suya (Art. 198 I., inciso 1o.).

4a.-- El presto puede pedir asistencia legal gratuita en cualquier caso de gravedad, si está

incapacitado de pagarla de su propio peculio, (Art. 189 O., inciso 4o.).

5a.-- No se pueden dar pruebas adversas del carácter del acusado ante el jurado, ni se pueden

hacer comentarios adversos por los abogados si el preso decide no dar prueba de su propia
defensa.

6a.-- El veredicto del jurado debe ser unánime (nuestra ley solamente exige mayoría absoluta en

el Art. 260 I.).

7a.-- El preso tiene derecho a apelar sobre cuestiones legales.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal española da el siguiente concepto de "sumario", desde un

punto de vista técnico bastante aproximado; lo defina así: "Las actuaciones encaminadas a

preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con

las circunstancias que puedan influir en su calificación la culpabilidad de los delincuentes;

asegurando sus personas y las responsabilidades de los mismos".

Tal sistema procesal distingue pues, un fin especial del sumario, en el que cabe distinguir dos

clases de diligencias; a) Las practicadas para la constatación debida del objeto sumarial, los

cuales tienen carácter fundamental y principal, como son la comprobación plena del cuerpo del

delito y la semiplena de la delincuencia; y b) Las practicadas como accesorias y en garantía de

las principales, tales son las que sujetan directa o indirectamente la persona y bienes del

responsable presunto a las resultas del juicio; como son la detención para inquirir (Art. 151 I:), la

prisión provisional, la libertad bajo fianza (Art. 86 I.) el embargo de bienes (Art. 117 I.). La primera

se refiere fundamentalmente a asegurar la comparencia del procesado al juicio la segunda, a

garantizar el resultado posible, o sea la efectividad de la pena. Por ser medidas precautorias o de

garantía y por tanto, accesorios de lo principal, siguen todas las incidencias de ésta, quedando sin

efecto una vez que la responsabilidad fundamental fue resuelta favorablemente para el reo.

Haciendo un análisis de todas aquellas actuaciones que los Arts. 5o. y 6o. I. determinan como

"Primeras Diligencias", tendríamos que éstas son:


1a.) El reconocimiento del cadáver en caso de homicidio;

2a.) El reconocimiento de la persona ofendida en el caso de heridas, golpes o cualquier otra

violencia;

3a.) El reconocimiento de la casa o heredad quemada,

4a.) El reconocimiento de las fracturas o rompimientos en el robo;

5a.) La declaración del ofendido si fuere posible;

6a.) El examen de los testigos que aparezcan desde luego como presenciales;

7a.) la detención o arresto de las personas sospechosas;

8a.) La declaración indagatoria de éstas;

9a.) Las medidas pertinentes a efecto de no perturbar el servicio público de transporte entre dos o

más poblaciones, cuando el infractor sea el que conduce el vehículo;

10a.) La curación del herido;

11a.) El enterramiento del cadáver después de que se le haya reconocido y practicado la

autopsia, cuando debiere y pudiere hacerse;

12a.) Las medidas conducentes para cortar el incendio;

13a.) Las medidas conducentes para recoger y poner en guarda las cosas robadas, etc.

Existe prácticamente, una cantidad limitada de "Primeras Diligencias" según sea la clase del delito

cometido; trataremos de exponerlas al desarrollar cada uno de los casos contemplados a manera

de ejemplo en los Arts. 5o. y 6o. I.

PLAZO PARA VERIFICARLAS

Según el Art. 175 I., reformando: "Las primeras diligencias d instrucción o que se refieren los Arts.
5o. y 6o. I., se terminarán DENTRO DE DOCE DÍAS a lo más de iniciado el procedimiento ellos

se incluirán en los noventa días que señala el Art. 189 I." (éste se refiere al plazo máximo para

elevar a plenario una causa).

Y el Art. 176 I. expresa: "Cuando a los Jueces de Paz corresponde conocer de las primeras

diligencias de instrucción, las pasarán al Juez de Primera Instancia respectivo, en el estado en

que se encuentran, dentro del mismo plazo en que deban practicarse conforme el artículo

anterior, poniendo a disposición de aquél al detenido con todas las cosas que le hubieren

aprehendido, salvo que no excediendo del valor de doscientos colones las hayan entregado a los

legítimos reclamantes; pero en este caso dejarán constancia de ello en la causa".

"Se les prohíbe remitir reo alguno sin la sumaria correspondiente, pena de diez colones de multa,

salvo en calidad de depósito cuando la gravedad del delito y la inseguridad de la cárcel lo

exigiere; pero en tal caso deberá remitir las diligencias de instrucción en el término indicado, bajo

la misma pena en caso de incumplimiento.

1a.) Reconocimiento del cadáver

Según el Diccionario, cadáver es el "cuerpo muerto" y al hablar de muerte, debemos estimarlo

como un hecho momentáneo enteramente convencional: para el médico, la muerte no pasa en un

instante circunscrito, no es una sola muerte (el lanzamiento del último suspiro) como lo es para

los profanos, sino una serie de cambios, de casaciones, de muertes parciales, que no permiten

decir cuándo comienza a morirse el sujeto ni cuándo acaba de hacerlo. Siendo la vida el proceso

que preserva la integridad física del cuerpo, podemos decir que la muerte es la suspensión de tal

proceso y, principalmente, la del factor más decisivo en esa preservación que es la entrada del
oxígeno en los pulmones, su fijación en los glóbulos rojos, su transporte a todas las células del

organismo su transformación en ácido carbónico, que es la forma con que abandona el cuerpo

después de haberle servido. Para los fines de la práctica, se conviene en aceptar que el LIMITE

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE están marcado por la cesación de los dos actos vitales que más

visiblemente desaparecen: la respiración y la circulación. Para comprobar ese acaecimiento, el

médico coloca su estetoscopio sobre la región precordial (región o parte del pecho que

corresponde al corazón) que es donde generalmente se escuchan los latidos del corazón, sobre

la región de la laringe (garganta), en donde puede percibirse hasta el más leve sonido

respiratorio. Si no oye nada, declara que la defunción a ocurrió, sin tener que preocuparse por las

diversas funciones que todavía seguirán efectuándose por su propia cuenta durante algún tiempo.

¿Quiénes habrán de practicar el reconocimiento? Tácitamente nos lo está diciendo el inciso 2o.

del Art. 413 I.: "Para que los dictámenes periciales puedan servir de base a las presunciones, es

necesario que los peritos tengan título en la ciencia o arte a que pertenezca el punto sobre que ha

de oírse su juicio, si la profesión o el arte estuvieren legalmente reglamentados. Si la profesión o

el arte no estuvieren legalmente reglamentados o estándolo no hubiere perito en el lugar, podrán

ser nombrados cualesquiera personas entendidas, aún cuando no tengan título". Las personas

llamadas a practicar el reconocimiento el cadáver, sin indudablemente los egresados de la

Universidad que ostenten el título de Médicos y Cirujanos,k cuyo otorgamiento corresponde de

manera exclusiva a dicha Institución Cultural, de conformidad a lo preceptuado por el Art. 22 de su

Ley Orgánica que dice: "La Universidad es la única institución autorizada para otorgar grados y

títulos de carácter académico, conceder licencias para el ejercicio de profesiones liberales, y

acordar incorporaciones". Disposición determinada en lo pertinente por el numeral 28o. del Art. 56

que establece como funciones correspondientes al Consejo Superior Universitario: "Fijar, a

propuesta de las Facultades, los Grados y t}Títulos que otorgarán las Escuelas o Institutos

Universitarios"; por ello la Ley Orgánica del Poder Judicial se refiere en su Capítulo VII a LOS
MEDICOS FORENSES y establece las siguientes normas: Art. 89.-- Habrá en los lugares donde

tengan su asiento los Juzgados de Primera Instancia, Médicos Forenses nombrados por la Corte,

encargados de auxiliar a la administración de justicia en todos los casos que las leyes requieran

dictamen de peritos en medicina y cirugía.

En los lugares donde no haya facultativos en Medicina y Cirugía, será nombrados Forenses los

estudiantes que hayan aprobado los cuatro primeros cursos de la facultad de Medicina y, en su

derecho, personas que sean aptas para el desempeño del cargo.

Art. 90. --Cuando se concediere licencia a los Médicos Forenses, la Corte nombrará sustituto. En

los demás casos en que hubieren necesidad de reemplazarlos, el Juez de la causa hará la

designación del sustituto, que recaerá indistintamente en cualesquiera de los otros Forenses, si

en el lugar hubiere más de dos: en caso contrario, elegirá a un facultativo, y en su defecto, a un

práctico.

Art. 91.-- Son obligaciones de los Médicos Forenses:

1a.-- Residir constantemente en el lugar donde ejercen sus funciones y asistir diariamente a los

Tribunales a que estuvieren adscritos;

2a.-- Practicar todos los reconocimientos en causas criminales;

3a.-- Emitir dictamen en los casos a que se refiere el Art. 331 C. (edad media legal); y en aquellos

en que la ley lo ordena y los jueces proceden ded oficio.


Los Jueces comunicarán a la Corte la falta de cumplimiento de las obligaciones anteriores, para

que resuelva lo conveniente.

Art. 92.-- Es prohibido LEVANTAR O CAMBIAR DE POSICION EL CADAVER de una persona

fallecida de muerte violenta, como asimismo cambiar de lugar los objetos y sustancias que se

encuentren cerca del cadáver y que puedan conducir al esclarecimiento del delito, mientras no se

practiquen el reconocimiento e inspección de ley.

La infracción de lo dispuesto en el inciso anterior será sancionada con multa de veinticinco

colones, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que incurriere el infractor.

LA TECNICA EN EL RECONOCIMIENTO

Encontramos algunas observaciones interesantes al respecto en el Manual de Medicina Forense

del Dr. Carlos Federico Mora, autor guatemalteco; a Págs. 109 y siguientes nos dice entre otras

cosas: "Al examinar el cuerpo el experto buscará, en primer lugar, los signos que sirven para

hacer la identificación: edad aparente, sexo, raza, estatura, complexión, color de la piel, de los

cabellos y de los ojos, marcas, tatuajes y señas particulares". Tales datos los estimo importantes

por dos razones: la primera, por cuanto en un momento dado en que se ignorara de qué persona

se trata o sea que nació pudiera identificarla, los detalles mencionados servirán para buscar en el

Registro de Cédulas de Identidad Personal, antes de Cédulas de Vecindad, del lugar, de qué

persona se trata, ya que en tal archivo constan, a tenor de los Arts. 3o. y 4o. de la Ley de Cédula

de Identidad Personal (D. O. No. 220, Tomo No. 185 del miércoles 2 de Diciembre de 1959), que

establece como datos que el obligatoriamente han de hacerse constar: 10o.) La estatura

expresada e centímetros, y el peso, en kilogramos. También una fotografía. Por esto último es
interesante en caso de no poder ser identificado el cadáver en el acto, tomar una fotografía del

rostro del mismo. La segunda razón porque estimo importante los datos ya apuntados, es la de

que en caso de ignorarse el nombre y apellido del fallecido, para inscribir la respectiva partida de

defunción, el Art. 56 de la ley del Ramo Municipal establece que, en caso de no poderse asentar

todos los datos como nombre, apellido, etc., "la partida contendrá una filiación del difunto lo más

exacta que sea posible".

Es conveniente tener en cuanta lo dispuesto por el Art. 360 Pn. que dice "Habrá homicidio si las

lesiones son mortales, y se estimará así para este efecto , cuando por sí solas y directamente han

producido la muerte o cuando si el ofendido fallece por otra causa, ésta haya sido producida por

las lesiones o por efecto necesario o inmediato de ellas.

"Si las lesiones fueren mortales, no valdrá alegar contra la imputación del homicidio, que la

muerte pudo evitarse con auxilios oportunos o suficientes o que las lesiones no habrían sido

mortales en otra persona o que lo fueron a causa de la constitución física del individuo o de las

circunstancias en que las recibió o por efecto de la operación quirúrgica practicada para evitar los

resultados de las lesiones, salvo que por la autopsia se demuestre que éstas no pudieron producir

la muerte y que ésta fue causada por algún accidente operatorio desgraciado".

No se tendrá por mortal la lesión, aunque muera el que la hubiere recibido, cuando la muerte se

deba al concurso de condiciones preexistentes ignoradas del culpable o por causas

sobrevinientes o independientes de su hecho, debido a exceso o imprudencia de la víctima o de

los que le rodearon a asistieron u otro accidente causal o inconexo con el delito".
El autor Dr. Mora continúa: "En seguida, dirigiendo (el perito) la atención, hacia los fenómenos

cadavéricos (rigidez, amoratamiento, etc.) calculará por éstos, cuánto tiempo ha transcurrido

desde el fallecimiento y anotará los cambios que la muerte haya impreso. Procediendo a

continuación a investigar el porqué (o causa), de la muerte, perseguirá por todo el cuerpo las

señales de violencia o enfermedad que puedan encontrarse en la superficie del mismo. Apartará

metódicamente los cabellos para que no se le escape ninguna lesión del cuerpo cabelludo,

examinará los ojos por si, tratándose de un accidente (por ej. de tránsito), éste hubiera sido

facilitado por la ceguera de la víctima; registrará el interior de las narices, la boca y las orejas;

hará otro tanto con las demás cavidades naturales (ano, vagina); imprimirá movimientos giratorios

a la cabeza para ver si su movilidad es normal o si, por haber lesiones del esqueleto, es anormal;

recorrerá con el ojo y el dedo toda la piel, buscando manchas o alteraciones en al coloración, en

la forma, en la consistencia etc.; investigará todos los fenómenos patológicos que estén a la vista,

y principalmente los que puedan revelar la existencia de una enfermedad crónico-grave:

hinchazones generales locales, hidropesía, enflaquecimiento excesivo y obesidad, llagas,

erupciones, cicatrices, deformidades, cuerpos extraños introducidos en alguna parte, existencia

de vendajes, apartados o algún otro rastro de una intervención médica. Las menos, que en la

actividad mecánica del individuo desempeñan un papel tan importante, serán examinadas con

especial cuidado para ver si empuñan o conservan la actitud de haber empuñado algún objeto, si

tienen manchas, si hay cortaduras en los dedos o raspones en los nudillos, si las uñas están

lastimadas o hay pequeñas lesiones en los extremos digitales. No se olvidará el examen de la

planta de los pies, ni la palpación de los huesos de los miembros o de las costillas, para ver si hay

fracturas.

Las lesiones traumáticas que se encuentren (traumáticas, viene de traumatismo y este es: "La

lesión de los tejidos por agentes mecánicos, generalmente externos") serán descritas en cuanto a
su naturaleza, forma, tamaño, profundidad, dirección, relaciones con otras heridas, tiempo

probable que haya pasado desde su producción, número en que se encuentran todas las demás

particularidades que permitan reconstruir el hecho.

Se tratará de averiguar (ello en caso que se presuma un envenenamiento) la posible existencia

de éste comprobando el estado en que se encuentran los labios, las encías y la lengua;

percibiendo el olor que exhale el cadáver; observando el aspecto de la piel y el estado de los

músculos, hasta donde esto último es posible, por la simple palpación de los miembros.

Se verá si hay señales de un coito reciente, de una violación, de un aborto o de un parto, así

como si la matriz está ocupada por un feto. Si hubiere ligaduras se describirá el modo de las

mismas y la clase de lazo con que hubieren sido hechas (casos de suicidio, homicidio, etc., por

ahorcamiento). Si por la boca o las narices se escapare algún líquido, se analizará todas las

características del mismo y, algunas veces, hasta se guardará una muestra. En fin, y para saber si

el cadáver fue cambiado de postura, se tomarán en cuenta el sitio e que se hallen las livideces

(amoratamientos) y se buscarán huellas de arrastramiento.

En el informe del reconocimiento se describirán minuciosamente todas las observaciones y

comprobaciones llevadas a efecto, explicando antes si procede, los motivos que indujeron a

contentarse con reconocer el cadáver, sin practicar la autopsia. Como conclusiones en el

supuesto de que el Juez las solicite, se establecerán todas aquellas que, derivándose de lo

apreciado por los sentidos, aclaren cuestiones accesorias; pero una cuestión rotunda acerca del

motivo de la muerte, es decir, la cuestión fundamental, no podrá darse sino en muy contadas

ocasiones. Sobre este punto todo tiene que ser conjetura y reserva, cuando no una confesión

paladina de que es imposible, por solo el reconocimiento, formular alguna hipótesis acerca del
daño que hizo morir al individuo. La credibilidad que pueda concederse a uno de esos francos

dictámenes está justificada: no así la que se preste al atrevido dictamen de un empírico que

diagnostica, como se ha visto muchas veces, síncopes cardíacos, hemorragias cerebrales,

asfixias, etc., a "ojo de buen cubero" y sin vacilar ni sentir la falacia que se esconde en toda

deducción destinada.

CAUSA MATERIAL DE LA MUERTE

Está en relación con los Arts. 127 I. 360 Pn. No sólo se hala requerida la intervención pericial en

caso de muerte para determinar su realidad y fecha de la misma, sino que importa tanto fijar

claramente la causa que la produjo, base y fundamento de la imputación criminal. Desde este

punto de vista la muerte de una persona puede ser natural, caso que no interesa al Derecho

Penal, o provenir por un hecho causal, intencional o imprudente. En todos estos supuestos

interesa además, determinar la relación causal material, así como sus consecuencias propias o

naturales. En la compleja verificación de este problema de imputabilidad penal, interesa al perito

determinar las causas materiales o eficientes productoras de la muerte investigada. La Medicina

Legal establece, relacionadas, las causas según sean producidas por armas blancas o de fuego,

asfixia, venenos, sofocación, sumersión, estrangulación, intoxicaciones, etc.

Muerte producida por armas blancas y de fuego

Interesa a la patología traumática (que estudia las lesiones internas o externas del cuerpo

humano por trauma o herida), determinar la calidad de la herida que produjo la muerte y con ello

su intensidad o capacidad mortífera y clase de instrumento productor, pues de ello depende en

gran parte la interpretación correcta de la intención criminal. Así de una herida leve no se
concluye naturalmente, un propósito homicida o viceversa de un traumatismo de diagnostico

mortal, no puede admitirse a priori una voluntad inocente. Para ello se distinguen las heridas de

arma blanca, EN HERIDAS CAUSADAS POR INSTRUMENTOS PUNZANTES Y CORTANTES.

Los primeros realizan la lesión perforando los tejidos y se verifican generalmente, mediante

agujas, punzones, estiletes, espadas, floretes, lanzas, estoques, leznas, machetes de punta

aguda, etc. La muerte se produce a consecuencia de hemorragias internas graves por la

perforación de órganos vitales que deben determinarse con exactitud. Esta clase de lesiones,

suelen pasar desapercibidas a simple vista, encubiertas en la forma subrepticia en que se

realizaron. Por lo común demuestran la existencia de una aviesa intención delincuente de

característica muy acusada en la sintomología patológica penal.

Las heridas por instrumentos cortantes son aquellas que dividen los tejidos seccionándolos de un

modo rectilíneo, produciendo heridas de perfil más largo que ancho, de bordes limpios y ángulos

agudos. Los instrumentos generalmente usados son numerosos: cuchillos, navajas, haces,

hachas, palas, hélices, sable, machetes, etc. Suelen actuar de dos modos: de golpe de filo. En el

primer caso hienden perpendicularmente los tejidos dividiéndolos por presión. La herida es

resultado a la vez del paso del arma y de la fuerza de impulsión, como las hachas, sables,

machetes, etc. Se dice que actúan por filo cuando obran, como la navaja y el machete,

seccionándolos sin hundirlos, o sea fallándolos o cortándolos. A veces, sin embargo, se reúnen

todos los caracteres. Son notas clínicas propias: la hemorragia, el dolor, y limpieza de los bordes

separados. Interesa distinguir bien si fueron causados en vivo o en el cadáver para encubrir la

coartada.

Las heridas por arma de fuego, son las producidas por un disparo, en general son mortales y

presuponen una voluntad homicida. Importa desde el punto de vista médico legal estudiar o
determinar primero la clase de arma productora, la carga, el orificio de entrada y salida y trayecto

seguido por el proyectil.

a) Entre las clases de arma, interesa determinar si son cortas o largas (pistolas, escopetas, rifles)

o bien un artefacto explosivo (por ej. bombas).

b) Carga. Esta se compone de la pólvora, el taco y la bala a los perdigones. Dejan un rastro

propio las distinta clase de cargas, y por ellas se identifican el arma y el autor.

c) Proyectiles: tacos, balas de plomo o ed acero, así como perdigones. Su determinación aporta a

veces datos decisivos de prueba siempre son interesantes a los efectos de la determinación de la

culpabilidad.

d) Orificio de entrada y salida. Si un proyectil perfora la piel humana, forma una herida confusa,

puesto que la bala o el perdigón no corta los tejidos, sino que los tunde o desgarra. La herida

presenta un aspecto variable, según la oblicuidad del tiro, la tersura de la piel y la velocidad y

elemento giratorio de que suele estar animado el proyectil. Si entra perpendicularmente, el orificio

es redondo; si es oblicuo, forma uno más o menos estrellado y con bordes algo desgarrados. Si la

piel estaba acolchada (pecho, abdomen), se desgarra en el vértice del saco de entrada.

Además, es preciso observar, para la distancia, los llamados tatuajes de la herida. Si el disparo se

hizo a una corta distancia, al llegar, con el proyectil, una combinación de los productos de la carga

de combustión, éstos al dispararse forman en su torno una aureola más o menos extensa llamada

tatuaje de la pólvora. el tatuaje aparece concéntrico en los tiros a quemarropa, perpendicular y

cónico, si los granos se distribuyen desigualmente a un lado esto indica la oblicuidad del tiro. En
los tiros cercanos, a bocajarro, se observan quemaduras de los tejidos producidos por la llama

que sale del cañón, por deflagración de pólvora.

Según el trayecto recorrido, una vez descrito el orificio de entrada y de salida, se determina la

gravedad de la agresión y la potencialidad del instrumento y el grado de malicia culpable.

La cabeza y pié del acta de reconocimiento, generalmente se asienta en la siguiente forma:

11a.) En ...... (aquí el sitio, por ej. Hospital y el lugar, ciudad, villa, pueblo, etc. adonde se verifica

el reconocimiento), a las .............. horas y ........................ minutos de el día .....................

de .............. de mil novecientos ...................... Presentes los peritos señores ............. y

don ............... fueron juramentados en legal forma, ofreciendo decir verdad, y manifiestan que son

de ............... años el primero y de ................... años de edad el segundo, ambos médicos y

cirujanos de este domicilio y sin ninguna incapacidad legal para declarar como peritos en el

presente asunto. Preguntados conforme al reconocimiento que han practicado, unánimemente

dijeron: que a presencia de los infrascritos Juez y Secretario que autoriza, han reconocido el

cadáver de Fulano de Tal, el cual presenta ............ (aquí el contenido del dictamen o sea todas las

observaciones relacionadas anteriormente) ........... Que lo dicho es la verdad según su saber y

entender, y leído que les fue su dictamen, lo ratifican y firman.

Pero la realidad en nuestro medio es que si bien en las ciudades hay médicos, estudiantes de

medicina o por lo menos prácticos, en las demás poblaciones no existe persona alguna entendida

en asuntos de medicina y cirugía, capaz de auxiliar al Juez de Paz en el reconocimiento de un

cadáver; por ello el Art. 413 I. en su inciso 2o. nos dice que si en el lugar no hubieren peritos

podrían ser nombrados cualesquiera personas entendidas, aun cuando no tengan título. En tales
casos es todavía más importante que se detallen las lesiones, fenómenos patológicos, etc.,

demás enumerados en la Pág. 20, para que remitido el proceso al Juez de Primera Instancia

respectivo, los médicos forenses adscritos al tribunal puedan fácilmente practicar el llamado

"Reconocimiento con vista de autos del cadáver".

Si, como decíamos, no hay médicos forenses, entonces se nombran dos personas entendidas y la

resolución del caso sería la siguiente:

12a.) Procédase al reconocimiento del cadáver de Fulano de tal y al efecto nombrase peritos a los

señores ....... y ........ a quienes les hará saber tal nombramiento para su aceptación y efectos de

ley.

En seguida se les notifica a los peritos el nombramiento de que han sido objeto, levantándose un

acta que dice así:

13a.) En el Juzgado ............ de Paz: (lugar), a las ....... horas y ........ minutos del día ............

de ............. de mil novecientos ...................... Notifiqué leyendo el autor anterior a los

señores ..................... y ..................... quienes entendidos firmaron.

El acta anterior la firmaran los peritos y el secretario, puesto que éste es el encargado de hacer

saber las resoluciones del tribunal; se debe omitir en esta acta el juramento y las generales de los

nombrados puesto que se hará constar en el acta el reconocimiento. El acta de reconocimiento se

redactaría de conformidad a la fórmula 11a. entendiéndose que adonde dice: "Ambos médicos y

cirujanos" se pondrá el arte, profesión u oficio de los peritos.


Puesto que las reglas en materia procesal civil son aplicables al procedimiento criminal en cuanto

le fueren aplicables y no se encontraren modificadas expresamente, a tenor del Art. 566 I.,

cualquier duda que en caso de un peritaje, como en el reconocimiento de un cadáver ocurriere,

pueden consultarse los Arts. 343 Pr. y siguientes, que se refieren a "La Prueba por Peritos".

2a. El reconocimiento de la persona ofendida en el caso de heridas, golpes o cualquiera otra

violencia

Este es el caso en que la persona no fallece, sino que las lesiones o empleo de sustancias

nocivas produce otros efectos que no sea la muerte. Según el penalista español, Eugenio Cuello

Calón, desde el punto de vista del texto legal, la lesión puede definirse como el daño causado en

la salud física o mental de una persona, definición que el autor estima completa, por cuanto

comprende no solamente los daños propiamente físicos, sino también las causadas en la vida

mental de una persona. el sistema que sigue nuestro Código Penal para determinar lo grave o

leve de la lesión causada por consiguiente la pena que corresponda, es el DE TOMAR EN

CONSIDERACION EL DAÑO CAUSADO; existe prácticamente una "escala" en el Título VIII que

trata de los DELITOS CONTRA LA VIDA Y LA INTEGRIDAD PERSONAL, que en el Capítulo VI

se refiere a las "Lesiones Corporales". Los Arts. 368 Pn. siguientes, así como numerales 1o. del

Art. 538 Pn. establecen tres clase de lesiones: graves, menos graves y leves. Son lesiones graves

las que producen los daños o resultados siguientes: (Art. 368 Pn.).

1o.-- Dejar al ofendido loco, imbécil, impotente, ciego, mudo, totalmente sordo o absolutamente

inhábil para el trabajo.

Expliquemos los conceptos: LOCO, según el Diccionario es "El que ha perdido la razón" el que
padece de locura, que es la privación del juicio o del uso de la razón; IMBECIL; el que sufre todo

género de perturbación mental de cierta duración; IMPOTENTE: situación de incapacidad para

generar o engendrar en el hombre (potencia generandi) y en la mujer, la pérdida de la capacidad

para concebir y parir los hijos en condiciones de poder subsistir tales hijos al nacimiento.

Semejantes incapacidades no han de provenir de castración, dice el autor español, ya que en el

Código peninsular constituye la "Castración".

Tal delito e "Castración" contemplado en la legislación española, estimo que nuestro Código Penal

lo determina en el Art. 369 Pn. que dice: "El que de propósito mutilare a otro, será castigado con

cinco años de presidio".

"Si la mutilación causare alguno de los efectos determinados en los dos primeros números del

artículo anterior, o se causaren lesiones con el propósito de producir alguno de dichas efectos, se

impondrán las penas de aquellos números, aumentadas en una tercera parte".

CIEGO: consiste en la pérdida completa de la vista; el debilitamiento de esta, por grave que sea,

no está aquí comprendido; MUDO: el que ha perdido el habla; tal pérdida ha de ser total.

TOTALMENTE SORDO: pérdida absoluta del oído;

ABSOLUTAMENTE INHABIL PARA EL TRABAJO: se refiere a la pérdida por parte del ofendido,

de la capacidad de desempeño de toda clase de trabajos;

2o.-- Si el ofendido, siempre a resultas de las lesiones hubiere perdido un ojo, o algún otro órgano

o miembro principal, o quedando impedido de él o notablemente deforme o inutilizado para el

trabajo a que se hubiere habitualmente dedicado.


En cuanto a la pérdida de un ojo, no es preciso su pérdida completa, basta una considerable

perturbación o debilitamiento de la visión. Órgano, según el Diccionario, es para el caso,

cualquiera de las partes del cuerpo humano que ejerce una función; respecto a "miembro", la

jurisprudencia alemana lo conceptúa como "parte del cuerpo unida a otra mediante articulaciones"

o como "Una parte del cuerpo que tiene una existencia aislada, con una función especial en la

totalidad del organismo", y la jurisprudencia española ha considerado como miembros principales:

el brazo derecho, el izquierdo, la mano derecha, la izquierda, el antebrazo izquierdo, la lengua, un

riñón, etc., siendo suficiente que el ofendido pierda un miembro principal, aún cuando no fuere

necesario para sus ocupaciones habituales. El texto legal no se refiere solamente a la pérdida

anatómica de un miembro, sino también a la funcional.

La inutilidad para el trabajo habitual se refiere al trabajo personal del ofendido, comprendiéndose

en la expresión "trabajo habitual" todo género de trabajo, el material como el intelectual, el

realizado por hombre o mujer, por un anciano como por un joven y aún hay autores que están de

acuerdo en que incluso debe comprenderse aquí, la imposibilidad en el niño o en el adolescente

de seguir sus estudios o su preparación profesional. La inutilidad debe ser permanente y

absoluta, debe originar completa imposibilidad de dedicarse a las ocupaciones habituales; si sólo

las dificulta es causa de molestia, no sería aplicable este precepto.

3o.-- Consistir en heridas penetrantes del abdomen, tórax o cavidad craneana con lesión de

alguno de los órganos contenidos en dichas cavidades.

Según el autor mejicano Leoncio Gómez Vinueza en su libro de "Biología": Las cuatro regiones

que comprende el cuerpo humano son: cabeza, cuello, tronco extremidades; la cabeza presenta
el cráneo y la cara; el cráneo alberga el encéfalo, masa nerviosa constituida por el cerebro, el

cerebelo y el bulbo raquídeo, partes esenciales del sistema nervioso central. El tronco consta del

tórax el abdomen, usualmente denominados "pecho" y "estómago"; la parte anterior del tórax es

la propiamente denominada, en lenguaje técnico: "pecho", las dos laterales se denominan

costados y la posterior es la espalda; en el pecho se establecen varias regiones, de las cuales

sólo citaremos la esternal y las espectorales. la esternal se llama así porque está debajo del

esternón, hueso medio y alargado apreciable al tacto. las pectorales quedan determinadas por los

salientes que forman esos músculos.

Para establece las grandes regiones del abdomen hemos de trazar idealmente cuatro líneas; dos

verticales que pasan cada una por la tetilla y dos horizontales, de las cuales una pasa por los

bordes inferiores de las costillas y la otra por los bordes superiores de las caderas. Así resultan

tres regiones en el centro y otras tres a cada lado. Las tres del centro son: la epigástrica, la

umbilical y la hipogástrica. A los lados y también en orden ascendente, son: los hipocondrios,

derecho e izquierdo; los flancos, derecho e izquierdo, y las fosas ilíacas derecha e izquierda. La

parte posterior del abdomen es la región lumbar. Los miembros superiores constan de hombro,

brazo, antebrazo y mano. El hombro constituye la cintura escapular sirve para unir al cuerpo la

parte libre de la extremidad mediante el brazo que, en el codo, se articula con el antebrazo, para

éste unirse con la mano en el carpo o muñeca, al que sigue el metacarpo o palma y los dedos,

integrados por falanges.

Los miembros inferiores constan de las mismas regiones que los superiores y reciben los

nombres de cadera, muslo, pierna y pié. La cadera es la cintura abdominal o pelviana, que

también une al cuerpo la parte libre de la extremidad mediante el muslo que en la rodilla, se

articula con la pierna, para ésta unirse con el pié en el tarso o talón, a que sigue el tetatarso o
planta de los dedos, también integrados por falanges.

En las grandes cavidades del organismo. tórax y abdomen, se encuentran la mayoría de los

órganos. De acuerdo con las regiones establecidas anteriormente, podemos fijar la situación de

los más importantes para localizarlos fácilmente: en la parte anterosuperior del cuello se

encuentra la laringe con su cartílago tiroides, que forma el saliente llamado uez o "la manzana".

Este cartílago forma ángulo escotado en el borde superior y ambas cosas pueden apreciarse al

tacto.

La cavidad toráxica está ocupada en su mayor parte por los pulmones, los cuales dejan el

espacio que reciben de nombre de mediastino, en el que se aloja el corazón con sus grandes

vasos, arterias y venas. Por delante baja la tráquea con los bronquios que terminan en los

pulmones y por detrás desciende el esófago.

En la cavidad abdominal se encuentran la mayoría de los órganos del aparato digestivo, así como

los del apartado excretor. el estómago ocupa la región epigástrica; el intestino delgado, la

umbilical y parte de la hipogástrica; el ciego, con el apéndice, o sea, la primera porción del

intestino grueso, la fosa ilíaca derecha; el colon ascendente ocupa el flaco derecho; el colon

transverso, parte de las regiones epigástricas y umbilical, y el colon descendente, la fosa ilíaca

izquierda. El hígado está situado en el hipocondrio derecho. El páncreas, colocado por detrás y

debajo del estómago, ocupa parte de las regiones epigástrica e hipogástrica. Un órgano ajeno al

apartado digestivo, el bazo, se halla en el hipocondrio izquierdo. Los riñones se encuentran en la

región portero-superior, al lado de la columna vertebral. La vejiga de la orina se encuentra en la

región pública que es la que existe inmediatamente debajo de la región hipogástrica.


En página siguiente se reproducen dos esquemas del cuerpo humano, en los que aparecen con

sus números correlativos, las regiones del cuerpo humano.

4o.-- Que las lesiones produzcan al individuo enfermedad o incapacidad para el trabajo por más

de treinta días o perdiere un miembro no principal o quedare inutilizado de él o con simple cicatriz

visible en la cara.

Hay pérdida de miembro no principal en la mutilación o amputación de alguno de éstos (por ej.

amputación de la falange de un dedo, pérdida de un dedo de la mano derecha, etc.), pero no ha

de ser causada de propósito, por que entonces constituiría delito de mutilación (Art. 396 Pn.) ya

que en éste no se tiene en cuenta la importancia del miembro mutilado, pero el texto legal se

refiere también a la pérdida funcionar. en cuanto a la inutilidad de uno de dichos miembros, no es

menester que sea total, basta que sea parcial. En cuanto a la incapacidad para el trabajo, a que

se refiere al principio el numeral cuarto, a tenor de la disposición pertinente del Código Penal

Español, en el cual se ha inspirado el nuestro, se refiere al "trabajo habitual", a las ocupaciones

habituales; la enfermedad es toda alteración más o menos grave en la salud de una persona.

Para computar en este caso la duración de las lesiones, no sólo ha de tenerse en cuenta la

duración de la enfermedad propiamente dicha, es decir, el período durante el cual el lesionado

necesita asistencia facultativa, sino también el de convalecencia durante el cual necesita reposo.

El texto legal emplea la disyuntiva "enfermedad" o incapacidad para el trabajo por más de treinta

días"; basta con que uno de estos hechos tenga duración superior a treinta días para que las

lesiones deban comprenderse en este número, por ejemplo, cuando la duración de la incapacidad

fue tan solo de treinta días. La misma calificación debe hacerse en el caso contrario.

En nuestros tribunales encontramos fórmulas impresas como las anteriores, que tienen el
diagrama del cuerpo humano. Es obra del Médico guatemalteco Dr. Carlos Federico Mora,

prestan gran utilidad en los reconocimientos y tales diagramas han venido a sustituir a los que

hace mucho tiempo elaboró el distinguido galeno salvadoreño Dr. César Emilio López y que se

adoptaron por aceptación tácita de la Honorable Corte Suprema de Justicia que al publicarlos en

la Revista Judicial Tomo XXXIX, número del 1 al 6 correspondientes a los meses de enero a junio

de 1934, en la última página, a continuación del diagrama, obra del distinguido galeno Dr. César

Emilio López dijo: "COMO SE DEBE USAR LA GRÁFICA. Hay dos gráficas: una representa la

parte delantera del cuerpo y la otra representa la parte trasera. Al hacer mención del número que

corresponde la región lesionada, márquese en la gráfica, con tinta, la dirección que tiene la lesión.

Para orientarse los brazos o miembros superiores, debe colocarse la palma de las manos viendo

hacia adelante, es decir, con el dedo pulgar o dedo gordo, hacia afuera, tal como se ve en la

gráfica. Entonces el espacio marcado con los números 20,21,24 y 28 del brazo comprendidos

ente la línea azul y roja, corresponden a la cara externa; los números 21, 25, 22 y 29

corresponden a la cara interna. La misma regla se aplicará para los miembros inferiores

referentes a sus caras externa o interna. DESCRIPCION DE UNA LESION.-- Toda lesión será

descrita en el reconocimiento de sangre expresándose: la región afectada, según la gráfica,

indicando su dirección dimensiones; los tejidos que ha interesado la lesión; si ésta es penetrante

de alguna cavidad y ha herido algún órgano interno; la naturaleza del arma con que se ejecutó la

lesión, y el tiempo en que se curará ésta, con asistencia médica o sin ella; y deberá señalarse, si

fuere posible, los efectos que resulten de la lesión, conforme los Arts. 360 y 368 Pn., efectos que

se precisarán definitivamente, en su caso en el reconocimiento de sanidad que deba practicarse,

según el Art. 214 I. -- César E. López--. NOTA DE LA REDACCION: Pronto se remitirán a los

Jueces de Primera Instancia de lo Criminal suficientes ejemplares de gráficas para su uso en

cada caso que ocurra, debiendo agregarse al proceso lo que se ocupe".


Naturalmente que lo anterior, referente a los diagramas del Dr. César Emilio López, lo he

relacionado a manera de historial; los números de que se habla no coinciden con los que

aparecen en los actuales formularios que la Corte Suprema distribuye; que no se hacen marcas

de tinta sobre la gráfica, sino que el perito, guiado por ella determina lo que ha apreciado. Pero si

se siguen las instrucciones respecto a DESCRIPCIÓN DE UNA LESION, tiempo en que curará y

efectos que producirá, para luego en el reconocimiento de sanidad determinarlos de manera

definitiva.

LESIONES MENOS GRAVES

Son las comprendidas en el Art. 370 Pn. Y consisten en aquellas que


produjeren al ofendido la posibilidad para el trabajo por más que ocho
hasta treinta días o necesidad de asistencia facultativa por igual tiempo.

LESIONES LEVES

Son las comprendidas en el numeral 1º. Del Art. 358 Pn. Que impiden al
ofendido trabajar de uno a ocho días o hacen necesaria por el mismo
tiempo la asistencia del facultativo. No constituyen delito, sino falta. Todo
lo anteriormente explicado respecto a “lesiones” es aplicable al que, sin
ánimo de matar causare a otro lesiones de la naturaleza ya
determinada, administrándole a sabiendas sustancias nocivas, o
abusando de su debilidad de ánimo o credulidad. Hay que tomar en
consideración también, para los casos de lesiones la facultad que
conforme al Art. 244 C. Tienen los padres, para corregir y castigar
moderadamente a sus hijos menores de 21 años no habilitados de edad,
facultad que el Art. 245 C. Otorga también a cualquiera otra persona que
no sean los padres, a quien corresponda el cuidado personal de los
hijos.

Para terminar con el aspecto “lesiones” cabe hacer notar que es deber
de los peritos después de describir las lesiones reconocidas, determinar
el tiempo de curación y las consecuencias de aquellas; el acta es similar
a la 11ª. Y únicamente antes de la parte final se pondrá:

13ª.-A) “Curarán con (o sin) asistencia médica en ....... días


dejando ........ (aquí las consecuencias: impedimento o inutilización de
un miembro, cicatriz visible de carácter permanente en la cara, etc.).
(Ver diagrama Págs. 53 y 55).

3ª. 4ª. Reconocimiento de la casa o heredad quemada y de las fracturas


o rompimientos en el robo.

Tales diligencias podemos explicarlas conjuntamente. Tienen lugar en


aquellos delitos contra la propiedad denominados: Robos (Arts. 456 y
siguientes) cuando se emplea para apoderarse de las cosas o muebles
ajenos, “Fuerza de las cosas”; y en el caso de incendios y otros estragos
(Arts. 508 Pn. Y siguientes). Solamente cuando se requiera
conocimiento especial para determinar exactamente que una fractura o
rompimiento de pared, puerta, ventana, etc., se debe a acto de una
persona; para establecer el valor de los daños causados, el Juez deberá
asesorarse de peritos. De lo contrario se trata sencillamente de “La
inspección Personal del Juez”, a que se refieren los Arts. 366 Pr. Y
siguientes, 403 No. 4º. Y 411 I. La legislación española denomina a esta
diligencia “Inspección Ocular”.

Concepto: La inspección ocular, en un sentido general, es aquella


diligencia procesal consistente en la observación personal del juez o
tribunal, de las personas, instrumentos o lugares del suceso criminal,
con el objeto de recoger directa y sensorialmente las circunstancias que
hayan resultado y demuestren su comisión. Aunque la denominación de
“ocular” parece como si se concretare a las sensaciones dependientes
de la vista, ello sería muy limitado, ya que abarca todas las demás
sensaciones dependientes del oído, del gusto, etc., que deberán ser
experimentadas directamente, según los casos, y consignados en autos
de manera auténtica. Así, a veces se constituye el juzgador en el lugar
del hecho para comprobar si ha sido posible oír unas palabras o el paro
de una persona por el sitio indicado, etc. Sin embargo conviene advertir
que existen otros muchos casos de impresión directa judicial, como
hacer presentar un libro, una persona, para comprobar la huella de la
lesión, etc.

Su naturaleza jurídica: es un medio de prueba directo y personal, el más


directo de todos y produce plena convicción sobre aquellos hechos o
elementos que han sido objeto de la misma. El fundamento de la fe que
nos proporciona reside en la evidencia personal de los sentidos del juez
que lo presencia. Dado su valor fe que merece, conviene proceder
rigurosamente en la apreciación exacta de la realidad, procurando
trasladarle fielmente al proceso, puesto que se trata de un testimonio
privilegiado modo eficaz de descubrir el agente criminal.

Clases: Según el autor Jiménez Asenjo son las siguientes:

1ª.- Según el objeto u objetos a que se aplique puede ser ordinaria o


privilegiada. La primera propende a la constatación auténtica de todos
los objetos o instrumentos de delito, así como del agente criminal, en
cuanto tienden a descubrirlo o identificarle o aquellas circunstancias
accesorias de donde pueda resultar un elemento de prueba sobre la
sinceridad de los testigos, el acusado, del lugar, del hecho, etc.

La privilegiada es la que se practica para el descubrimiento constatación


del llamado “cuerpo del delito”, que nuestro Código de Instrucción
Criminal regula especialmente en los Arts. 122 y siguientes.

2ª.- Por el carácter de los sujetos o personas intervinientes puede ser


judicial o extrajudicial, según que se practique en forma legal por el juez
o por agentes de un cuerpo de seguridad o por un particular. En el
primer caso gozan de todo su carácter probatorio; las extrajudiciales en
cambio se encuentran sometidas a las reglas comunes del criterio
humano.
3ª.- Por el número de las personas que concurran pueden ser simple si
la practica el juez asociado únicamente de su secretario de actuaciones,
como en el caso de inspección ocular para determinar las condiciones
del lugar del robo, etc., siendo compuesta o mixta, si se ayuda de
peritos (Arts. 124 I.) o testigos.

4ª.- Por su fin, puede ser positiva y negativa, según que pretenda
demostrar, la existencia de elementos de hecho o bien su ausencia o
desaparición. Suele coincidir con la división de los delitos de facti
transeuntis et de facti permanentis (acción pasajera o acción
permanente),siendo para estos últimos el único medio de prueba la
inspección. El Código de Instrucción Criminal se refiere a ellas en el Art.
130 I. Que dice: “En los delitos o faltas que no dejaren señales O
CUANDO ESTAS HUBIEREN DESAPARECIDO, se justificará el cuerpo
del delito o falta por cualquier medio legal de prueba. De la misma
manera se comprobará el cuerpo de un delito que deja señales, cuando
su reconocimiento no exija conocimientos periciales”.

5ª.- Por su necesidad, la inspección es necesaria o voluntaria según


“deba” practicarlo o “pueda” solamente. En el caso primero se encuentra
aquella que ordena practicar la ley, en los casos de perpetración de
delitos que dejan huellas materiales (Arts. 124 411 I.) y el segundo,
cuando el juzgador la estimare conveniente para cerciorarse de un
hecho o circunstancia influyente en el asunto (Art. 368 Pr.) La primera o
necesaria es de suma importancia porque en los primeros momentos se
sorprende mejor el secreto del delito, aún no oculto, en la rapidez de su
comisión, por el interés del culpable a la acción encubridora del tiempo
que siempre trabaja a favor del acusado, borrando sus huellas,
destruyendo todas las señales indelebles de su acción hasta sumirla en
el olvido.

Práctica de su realización

1ª.- Inmediatividad: Debe ser practicada tan pronto como sea posible o
tan pronto como el juez la estime necesaria; es la nota característica de
la diligencia, puesto que es de suma importancia captar las cosas en su
estado primitivo o “el delito aún caliente”. Vale la pena consignar lo
preceptuado al respecto por la Ley de Enjuiciamiento Criminal Española
que dice: “Art. 326. Cuando el delito que se persigue haya dejado
vestigios o pruebas materiales de su perpetración, el juez instructor, o el
que haga sus veces, los recogerá y conservará para el juicio oral, si
fuere posible, procediendo al efecto a la inspección ocular y a la
descripción de todo aquello que pueda tener relación con la existencia y
naturaleza del hecho. A este fin hará consignar en los autos la
descripción del lugar del delito, el sitio y estado en que se hallen los
objetos que en él se encuentren, los accidentes del terreno o situación
de las habitaciones y todos los demás detalles que puedan utilizarse,
tanto para la acusación como para la defensa”.
Art. 330. “Cuando no hayan quedado huellas o vestigios del delito que
hubiese dado ocasión al sumario, el juez instructor averiguará y hará
constar siento posible, si la desaparición de las pruebas naturales ha
ocurrido natural, casual o intencionalmente y las causas de la misma o
los medios que para ello se hubieren empleado, procediendo
seguidamente a recoger y consignar en el sumario las pruebas de
cualquier clase que se puedan adquirir acerca de la perpetración del
delito”. Art. 331 “Cuando el delito fuere de los que no dejan huellas de su
perpetración, el juez instructor procurará hacer constar, por
declaraciones de testigos y por los demás medios de comprobación la
ejecución del delito y sus circunstancias, así como la preexistencia de la
cosa cuando el delito hubiese tenido objeto la sustracción de la misma”.

2ª.- Suficiencia: La diligencia debe abarcar todos los datos y


explicaciones precisas para comprender el carácter alcance de cuantos
elementos recoja la misma. Por consiguiente, si hiciesen falta o se
considerasen útiles deberá acompañarse de peritos o testigos que
completen los datos, noticias o informes precisos para comprender
suficientemente el alcance de los hechos y datos que se inspeccionen.
Si se tratare de un robo o cualquier otro delito cometido con fractura,
escalamiento o violencia, el instructor deberá describir los vestigios que
haya dejado y consultará el parecer de peritos sobre la manera,
instrumentos, medios o tiempo de la ejecución del delito. Asimismo
podrá ordenar el juez que no se ausenten durante la diligencia de
descripción las personas que hubieren sido halladas en el lugar del
delito y que comparezcan, además, inmediatamente las que se
encontraren en cualquier otro sitio próximo, recibiendo a todos
separadamente la oportuna declaración.

3ª.- Claridad: Esta nota debe prevalecer en la redacción a fin de que los
jueces, fiscales y demás partes que han de intervenir en el sumario
puedan hallar una reproducción palpable completa que no les ofrezca
duda alguna sobre el alcance de lo que se quiere reproducir. El Art. 327
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal española que será aplicable
cuando nuestros métodos de investigación y la calidad de la mayoría de
Jueces de Paz se haya superado, dice: “Cuando fuere conveniente para
mayor claridad o comprobación de los hechos, se levantará el plano del
lugar suficientemente detallado o se hará el retrato de las personas que
hubiesen sido objeto del delito, o al copia o diseño de los efectos o
instrumentos del mismo que se hubieren hallado”.

4ª.- Autenticidad. Como la diligencia de inspección pretende asegurar la


existencia de ciertos hechos para que puedan servir de base a una
sentencia o al veredicto de un jurado, es preciso que la practique el juez
competente (al principio de este trabajo Pág. 7 tratamos la
“Competencia”), a que la confianza debida a la inspección descansa en
la experiencia personal que éste suministra a la diligencia. Al respecto el
Art. 366 Pr. Aplicable al procedimiento criminal, dice: “Practicada la
inspección, el Juez extenderá una diligencia (debe entenderse “acta”) en
que se exprese con claridad el estado y circunstancias del lugar
reconocido, las observaciones de los interesados (partes acusadora y
defensora), la opinión de los peritos si los hubiese y todo lo que el Juez
creyere conveniente para esclarecer la verdad; esta diligencia será
firmada por el Juez, el Secretario y los concurrentes que supieren. La
importancia de la inspección la determina el Art. 370 Pr. Que en sus dos
primeros incisos dice: “La inspección personal hará plena prueba, a se
haya practicado por el Juez sólo o acompañado de peritos. En este
segundo caso el Juez no debe apreciar el dictamen de los peritos
contrario a lo que él mismo percibió por sus sentidos.

Al respecto el Art. 149 I. Dice: “El Juez de 1ª. Instancia o el de Paz,


luego que tenga noticia de haberse cometido un delito de los que dan
lugar a procedimiento de oficio, procederá a instruir las diligencias
correspondientes para la averiguación del delito, sus autores, cómplices
encubridores.

“En consecuencia, si el delito por su naturaleza ha podido dejar señales


en el lugar en que se cometió, se trasladará a él el Juez, asociado del
Secretario, si fuere dentro de su jurisdicción, hará constar en los autos la
descripción del mismo sin omitir ningún detalles que pueda tener valor,
tanto para la acusación, como para la defensa...”.

“Cuando las circunstancias que se observaren en el lugar donde se


ejecutó el delito pudieren ser mejor apreciadas por peritos,
inmediatamente después de la descripción ordenada en el inciso
anterior, los nombrará el Juez, haciéndose constar en el proceso sus
declaraciones...”

El acta de Inspección, de manera general se asentaría así:

14ª.) En......... (lugar en que se practica) a las .......... horas y ......


minutos del día ................... de ....................... de mil
novecientos................Constituido el Infrascrito Juez, asociado del
Secretario que autoriza, a efecto de practicar la inspección, de ley, se
procedió a ello, dando el resultado siguiente: (aquí se determina todo lo
observado y apreciado por el Juez, conforme a las instrucciones ya
expresadas)....
Y no habiendo más que hacer constar, se termina la presente acta que
firmamos.

(Caso en que concurran peritos;

15ª.) En ............... (lugar en que se practica), a las .......... horas


y .........minutos del día .......... de ........... de mil
novecientos .......................... Constituido el Infrascrito Juez, asociado
del Secretario que autoriza, a efecto de practicar la inspección de ley (o
la ordenada a Fs.) se procedió a ello con asistencia de los peritos
nombrados ...................... y ............................ el primero de ................
años de edad, ........................... (profesión u oficio), ....................... del
domicilio de ..........................., el segundo de ......................años de
edad, ......................... (profesión u oficio), del domicilio de ..................,
quienes fueron juramentados en legal forma, manifestando no tener
incapacidad legal alguna para dictaminar en este asunto. Interrogados
de conformidad al peritaje que se les ha mandado practicar, unánimes
contestes dijeron: (aquí todas las observaciones de los peritos y las
apreciaciones del Juez, así como lo asentado mediante solicitud de las
partes). Que dictaminado es la verdad según su saber y entender. No
habiendo más que hacer constar y leída que les fue la presente acta, la
ratifican en todas sus partes todos firmamos.

Si acaso concurrieron las partes, se agregará: Estuvieron presentes en


esta diligencia los señores............................... (aquí los nombres cargos:
defensor, acusador, Fiscal, etc.)

Generalmente, cuando el Juez practica inspección asociado de peritos,


en el auto en que se ordena tal diligencia, se determinan los puntos
sobre que habrán de dar su dictamen aquellos y por supuesto se hace el
nombramiento de los mismos.

Tal auto podría formularse más o menos así:

Juzgado ........................... de Paz: ............................. a las horas


y ................. minutos del día ............... de ......................de mil
novecientos de los hechos (o en tal lugar si acaso se trata de otro en el
que el hecho no ocurrió) y al efecto nombrase a los señores .............
y ................ a quienes se les hará saber para los efectos de ley, y
quienes habrán de dictaminar sobre los puntos siguientes: (aquí se
determinan tales puntos).

5ª.- La Declaración del Ofendido

Según el Diccionario, Ofendido: en el que ha recibido alguna ofensa,


Ofensa: es la acción y acto de ofender; esta última expresión significa:
Hacer daño o uno físicamente, hiriéndole o maltratándole; injuriar de
palabra o denostar.

El ofendido es el sujeto pasivo del delito o sea el titular del derecho o


interés lesionado o puesto en peligro por el delito (Cuello Calón,
Derecho Penal 1er. Tomo, Pág. 274).

¿Quiénes pueden sujetos pasivos del delito u ofendidos?:

1º.- El hombre individual o persona natural, que es “Todo individuo de la


especia humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición
(Art. 52 C., disposición que está en consonancia con el Art. 150 C.P. que
dice: “Todos los hombres son iguales ante la ley”).

2º.—Las personas Jurídicas, Colectivas o Morales, que según el inciso


2º. Del Art. 52 son “Las personas ficticias capaces de ejercer derechos y
contraer obligaciones y ser representadas judicial o extrajudicialmente”,
concepto que el Art. 540 C. Amplía al decir: “Las personas jurídicas son
de dos especies: 1º.- Corporaciones y Fundaciones de utilidad pública
2º.- Asociaciones de interés particular. Entre las primeras están: el
Estado, lo Municipios, las entidades oficiales de carácter autónomo, etc.,
y entre los segundos podríamos mencionar las sociedades civiles
mercantiles, que se hayan constituido legalmente, constitución, que en
general se verifica mediante la suscripción d la escritura de sociedad, y
en las mercantiles, demás, mediante su inscripción en el Registro de
Comercio. También corresponden a esta última clase las agrupaciones
culturales, deportivas, sociales, benéficas, sindicales, etc., cuyos
estatutos hayan sido aprobadas por el Ejecutivo en el ramo
correspondiente. Casi todos pueden ser sujeto pasivo en las
infracciones contra su honor (injurias, calumnias) y contra su propiedad
(defraudaciones, hurtos, etc.) La declaración de ofendido en los casos
de personas jurídicas, tendrá que ser rendida por el representante legal
que sería: del estado, el Fiscal General de la República (Art. 99, No. 5
Const.); de los Municipios, el Síndico Municipal (Art. 155 No. 1º., Le del
Ramo Municipal); de las entidades oficiales autónomas, el funcionario
que tenga la representación legal según la Ley Orgánica de la misma;
de las sociedades civiles y mercantiles, aquel a quien corresponda tal
representación según la escritura de constitución y de las demás
agrupaciones, el miembro designado al efecto por su estatuto.

El Estado además es sujeto pasivo de las infracciones contra su


seguridad exterior (Arts. 95 Pn. Siguientes) y contra la seguridad interior
y el orden público.

3º.- la colectividad social es sujeto pasivo de todo delito, pero


especialmente de aquellas infracciones que atentan contra su
seguridad.

Los animales no pueden ser sujetos pasivos del delito, no tienen


derechos, sin embargo la ley les protege (por ej. inc. 2º. Del Art. 86 de la
Ley Agraria), pero pueden como las cosas, ser objeto material del delito.

Refiriéndonos a la primera clase de personas que pueden ser sujetos


pasivos del delito o sea a las naturales, las sanciones respectivas son
aplicables ; antes del nacimiento (ej. el aborto, Art. 364 Pn.); en el
momento del nacimiento (ej. el infanticidio, Art. 363 Pn.); durante su
vida: delitos contra la vida y la integridad corporal (Arts. 354 Pn. Y
siguientes); Delitos contra la Honestidad (Arts. 388 Pn. Y demás), etc.

La declaración del ofendido: el Art. 153 I. Dice: “El ofendido o injuriado


dará ante todo su declaración sin juramento, salvo el caso de
imposibilidad, en que se deferirá aquella hasta que desaparezca el
impedimento”. El Art. 154 expresa: “Al ofendido en su declaración
después de interrogarse por su nombre, edad, estado, profesión y
domicilio, se le harán todas las preguntas que se estimen conducentes a
la averiguación el delito, sus antecedentes y circunstancias, no debiendo
en ningún aso omitirse las siguientes:
1ª. Quién lo ofendió;
2ª. En qué lugar;
3ª. Que día y a qué hora;
4ª. Qué personas pueden declarar sobre el hecho.

La fórmula respectiva sería la siguiente:

16ª.) “En el Juzgamiento ........................ de Paz: (lugar) .................... a


las .............. horas y .................... minutos del día .....................
de ...................... de mil novecientos ..................... Presente en este
Juzgado el (o la) ofendido (u ofendida) ..................... (aquí el nombre y
apellido original y si acaso usa otros distintos se le ponen): conocido
socialmente por .....................) fue impuesto de la obligación que tiene
de decir verdad, siempre que como ahora, sea interrogado por autoridad
competente; ofreció hacerlo así, manifestando llamarse como queda
escrita, ser de ............ años de edad, .................. (profesión, arte u
oficio), del domicilio de ..................................... residente
en ........................ (aquí la dirección de la casa o mesón que habita),
originario de ............... e hijo de ......................... y .....................
Interrogado de conformidad al art. 154 I., entendido
contesta: ................................ (aquí se relacionan todos los detalles del
hecho de manera especial: quién lo ofendió, en qué lugar, qué día a qué
hora y qué personas pueden declarar sobre el hecho)................... Que lo
dicho es al verdad y leída que le fue su declaración la ratifica en todas
sus partes forma (o no firma por manifestar no saber). En casos de
delitos contra la propiedad es obligatorio preguntar al ofendido, qué
personas(y su dirección), pueden declarar sobre la preexistencia y
desaparecimiento en y de su poder, de las casas hurtadas o robadas.
Ello a tenor del Art. 132 I.

Anteriormente aún actualmente se le adiciona la expresión “que no se


muestra parte en el procedimiento, dejándolo de oficio a este Tribunal”,
pero ello ha desaparecido, de conformidad a la reforma hecha al Art. 51
I. Que dice en su último inciso: “El denunciante no será parte en el juicio
y si quiere intervenir habrá de formular acusación en la forma legal,
bastando el poder general con cláusula especial para acusar”. No
siempre el ofendido es el denunciante, pero creo que son base en el Art.
51 I. Ya mencionado, fue que se usó la expresión que estimo debe
suprimirse en la declaración del ofendido. Me baso asimismo en la
supresión que se ha hecho del Art. 52 I.

6ª.—El examen de los testigos que aparezcan desde luego como


presenciales

el examen de los testigos, y especialmente los presenciales del hecho


investigado, es una de las diligencias más importantes a ella nos
referiremos con alguna extensión.

Concepto General y Procesal del Testigo: Según el profesor Enrique


Jiménez Asenjo, se da en general el nombre de testigo a todo principio
de prueba de la existencia de una cosa o la relación de un suceso. A
este sentido se refieren los que afirman que los monumentos o
documentos antiguos son mudos testigos de la historia humana o bien
cuando se consideran los restos fósiles que se descubren en al corteza
terrestre como indicaciones de una determinada vida prehistórica.
Jurídicamente, la idea de testigo se concreta a las personas que dan fe
del conocimiento de un suceso o sus circunstancias CON
TRASCENDENCIA JURÍDICA, con lo cual se conserva su propia
esencial genérica. Se puede caracterizar al testigo procesal como
aquella persona natural que, sin ser inculpado en un proceso, depone
en él, constituido en legal forma relatando lo que ha visto, oído o
experimentado de cualquier modo y que interese a los fines perseguidos
en el mismo (en el proceso).

La primera nota declara su carácter natural psicológico, la segunda, le


diferencia del testimonio excepcional del reo; la tercera, realza su
formalidad y con ello el “Animo confidenti” que anima al testigo. La
pureza narrativa lo distingue del perito que emite un juicio valorativo y el
último requisito tiende a delimitar el acervo procesal, expulsando todos
los elementos que puedan confundir su realidad propia con elementos
inútiles o perjudiciales.

La deposición o declaración de testigo se le denomina “testimonio”, que


en sentido propio es una declaración positiva o negativa de verdad,
hecha ante el Juez competente, de una persona diversa del sujeto
principal del proceso penal sobre percepciones sensoriales recibidas por
el declarante antes y fuera del proceso actual, relativa a un hecho
pasado y dirigido al fin de la prueba mediante la consecución de la
verdad. (Manzini).

Fundamento Filosófico de la Prueba Testifical.—La prueba de testigos,


como toda clase de prueba, se fundamenta EN LA LIMITACIÓN DE LA
NATURALEZA HUMANA. Es evidente que si la inteligencia del hombre
fuera omniscente y además poseyera el don de la omnipotencia, su
convicción se formaría sin necesidad de ayuda alguna; pero esto no es
así. El hombre, al no poder conocer más que una mínima parte de
cuanto acontece diariamente en el mundo, ni lograr alcanzar a saber
más que un limitado número de conocimientos científicos o prácticos, se
comprende tenga que llamar en su ayuda, para complemento de su
propia capacidad, a testigos o peritos, demandando a unos noticias, a
los otros, consejos técnicos, sugerencias, datos, etc.

De otra parte, el individuo y la sociedad, dice Balmes, necesitan de la fe


en la autoridad humana. Sin la fe o confianza del hombre en la palabra
del hombre, el linaje humano desaparecería. El hombre se inclina a
creer al hombre por propia naturaleza y si no fuera así, la convivencia
social no sería posible. Esta consideración se completa jurídicamente,
con la presunción natural de que TODO HOMBRE ES VERAZ
MIENTRAS NO EXISTA PRUEBA QUE LO CONTRADIGA o estímulos
contrarios que le induzcan a mentir.

Su Valor Procesal: La importancia de la prueba testifical se encuentra


expresa en su base filosófica y demostrada en su desarrollo histórico.
En este sentido afirma Florián que esta prueba es la característica del
proceso penal, terminando con el duelo judicial, los juicios de Dios y
más tarde incluso con el juramento del inculpado. La actitud de las leyes
–dice Jeremías Bentham—confiando la resolución de las luchas
procesales a la conciencia humana bajo puros principios de razón
basados en la mutua confianza ética que deben inspirar todas las
relaciones sociales, es un índice claro de un mayor progreso y
civilización jurídica. Como en definitiva, es ella la que mayor aportación
hace al proceso de elementos críticos o pruebas, de tal modo que en
general son ellos los que indican normalmente al juez, el camino que
puede y debe seguir para la captura de la realidad, se le ha llamado
OJO Y OIDO DEL JUEZ. Sin testigos, sería raro el proceso que pudiera
conocer la meta de su fin condenatorio.

Deficiencias de la prueba testimonial: Debido a la rusticidad de nuestros


medios de investigación, prácticamente la única prueba al menos de la
delincuencia, con que se cuenta en los innumerables procesos que se
tramitan en nuestros tribunales, es la de testigos; desgraciadamente,
dada la irresponsabilidad de algunos, la ignorancia de muchos y la
miseria de la mayoría, esa prueba de testigos es la más viciada,
insegura y peligrosa. Relata el escritor guatemalteco Rafael Arévalo
Martínez, en su libro titulado “Ecce Pericles”, que es una historia del
nefasto gobierno del Licenciado Manuel Estrada Cabrera en al tierra del
quetzal, que como todavía a la fecha, no existe el tribunal del jurado,
existían individuos cuyo oficio era servir de “testigos falsos” y hundir a
media humanidad mediante el pago de algunos pesos . En nuestro
medio ello también es usual y, ha sido la más atacada por todos los
autores en materia dogmática jurídica. Esto obedece a dos causas
fundamentales, la primera se funda en la imperfección psíquica humana
para captar registrar fielmente lo que ocurre en la realidad. Cierto
catedrático italiano de Derecho Penal, presentó a sus alumnos una
escena en la que se cometía un homicidio; invitados los alumnos a
relatar el hecho como testigos, ocurrió que no hubieran dos relatos
iguales.

La segunda causa es la fragilidad moral del individuo, siempre dispuesto


a dejarse corromper cuando media un interés personal que lo solicite.
Ambos argumentos no pueden conducir, no obstante su manifiesta
realidad, a la negación pura y simple de la prueba testimonial, SINO A
PREVENIRNOS DE SU INFLUENCIA. De que exista la posibilidad de su
adulteración no se sigue la negación absoluta de su capacidad
probatoria innegable. Nadie pretende desconocer los graves índices de
error a que se hallan sometidos todas nuestras percepciones y cuáles
son las imperfecciones de apreciación a que nos conducen muchas
veces nuestros propios sentidos, no obstante su agudeza sensorial pero
ello no llega a tanto como a ocultarnos la realidad de que toda la vida de
relación diaria se mueve y desarrolla merced a su propia sensibilidad.
Negarlo sería negar la vida misma.

Concluye el profesor Jiménez Asenjo y ello debe servir de pauta a


nuestros jueces que, reconociendo estas realidades y aquellas
excepciones, convenga prevenirse contra ellos, pero no olvidando la
trascendencia innegable del testimonio humano en todos los órdenes de
la vida humana. El examen de los testigos en las causas criminales es
indudablemente la parte más esencial del sumario y EN EL QUE SE
NECESITA POR PARTE DEL JUEZ MAS PRUDENCIA, PERICIA Y
JUSTA SAGACIDAD, PORQUE y esto es nuestro: cualquier deficiencia
en al recepción de la declaración o cualquier exceso PUEDE
CONTRIBUIR AL CASTIGO DEL INOCENTE O A LA IMPUNIDAD DEL
CRIMINAL.

Estas apreciaciones las fundamenta el autor Jiménez Asenjo en lo


expresado por García Goyena. No cabe pues otra regla que entregar al
tribunal su apreciación crítica de la prueba de igual modo que se le
entrega la apreciación total probatoria, de la cual forma parte aquella.

Fuentes legales que regulan la prueba testimonial: La prueba testimonial


se encuentra regulada en primer lugar, por el Título XXI (Págs.316 y
siguientes), del Libro IV del Código Civil, en sus Arts. 1579 y 1582 que
en lo esencial expresan la no admisibilidad de testigos respecto de
obligaciones que hayan debido consignarse por escrito, que se refieren
a actos o contratos que contengan la promesa o entrega de una cosa
que valga más de doscientos colones a la adición o alteración de tales
actos o contratos, excepto cuando haya un principio de prueba por
escrito o en aquellos casos expresamente exceptuados en el Código
Civil y en los Códigos especiales.

En segundo lugar, regula la prueba testimonial el Código de


Procedimientos Civiles en la sección 3ª. Del Capítulo IV del Libro
Primero (Págs. 450 y siguientes) en sus artículos 292 demás, el primero
de los cuales establece como admisible dicha prueba entre otros, en los
casos de delitos, cuasidelitos y faltas.

La teoría consiguiente práctica de la prueba testimonial en el proceso


penal defiere de las anteriores, habiendo logrado en este campo un
desenvolvimiento propio autónomo haciendo de ella, procesalmente
hablando, una institución realmente nueva.

CLASES DE TESTIGOS

Los testigos se dividen:


A) Por el lugar de -Judiciales -Verdaderos -Presenciales -De vista

manifestación -De oidos

-Sensitivos

-De referencia

-Extrajudiciales -Falsos -Materiales

-Ideales

B) Por el número -Unicos o Simples -Contestes

-Discrepantes

-Complejos

C) Por su tendencia -De cargo

-De descargo

-Indiferentes

D) Por su carácter -Ordinarios -Privilegiados

-Especiales -Tachables

Testigo judicial es que declara en el juicio, ante autoridad competente y


con los requisitos de ley. Es el único aceptable y valedero como
fundamento para llevar el juicio a conocimiento del tribunal del jurado y
para dictar sentencia. Testigo extrajudicial es el que depone fuera del
juicio.
Los testigos judiciales pueden ser verdaderos o falsos, según que
declaren conscientemente la verdad de lo que sepan y conozcan o por
el contrario, mientan deliberadamente en sus manifestaciones. Tal
distinción se basa en al conciencia de que faltan a la verdad, pues en
aquellos casos en que por un vicio intelectual o moral se incurriere,
inconscientemente en errores o inexactitudes de concepto o expresión,
EL TESTIMONIO SERIA MORALMENTE IRREPROCHABLE. La
distinción tiene valor con referencia a la medida emergente del Juez al
detenerlo en vista de las contradicciones en su dicho; el Art. 319 Pr. En
la parte pertinente dice: “Si la declaración resultare (en el caso de ser
contradictorio o vario en lo principal de la deposición) que se ha
cometido el delito de perjurio, el Juez lo mandará detener en el acto
sacará certificación de lo conducente para la instrucción del informativo,
exceptuándose para esta detención el caso en que las faltas del testigo
PROVENGAN DE SU NOTORIA RUSTICIDAD O TIMIDEZ que el Juez
apreciará prudencialmente”. El Art. 159 I. Por su parte expresa: “El Juez
de Paz o de 1ª. Instancia podrá arrestar al testigo vario o que discordare
consigo mismo, y al que usare respuestas evasivas, o al que vacilare de
un modo equivoco en su deposición contra sospechoso, excepto si
estas circunstancias provienen de la notoria rusticidad o timidez del
testigo”. Asimismo la distinción antes relacionada es importante respecto
a la sanción penal (Arts. 250 Pn. Y siguientes, que se refieren al Falso
Testimonio).

Los testigos verdaderos pueden ser distinguidos a su vez, en testigos


PUROS O IDÓNEOS Y SOSPECHOSOS, según que recaiga sobre
ellos alguna circunstancia de amor, interés u odio que haga suponer
racionalmente que puedan de algún modo faltar a la verdad que, de
reconocerla, les perjudicaría; esta distinción da lugar a la teoría de las
tachas, de mayor importancia civil que penal, dada la naturaleza
formalista de la prueba de aquél y la materia de este último. De todos
modos un testigo sospechoso siempre obliga a prevenirse contra su
testimonio, (Arts. 332 Pr. Y siguiente) que si no es del todo recusable, sí
le rebaja extraordinariamente su valor.

Tanto unos como otros, los testigos pueden ser presenciales o de


referencia , según que relaten lo percibido directamente, constituyendo
así ellos mismos la prueba física de lo relatado en tanto los de
referencia son testigos de segundo grado o indirectos, porque relatan no
lo que ellos han experimentado sino lo que otros les contrataron. Su
fuerza convincente es menor que la de los primeros y entre ellos
mismos, ésta disminuye a medida que la referencia se aleja de su fuente
originaria. Respecto a esta clasificación, el Art. 317 Pr. Dice: “El testigo
declarará precisamente o será preguntado si no lo hace, si sabe lo que
depone POR HABER VISTO EL HECHO o cosa en disputa o SI LA HA
OIDO A OTROS (de referencia), con expresión de la hora, día, mes y
año, si lo supiere, todo pena de no hacer fe. “El Art. 318 Pr. Expresa:
“No hará FE la declaración del testigo que DEPONE POR CREENCIA
sin dar razón concluyente de ella. TAMPOCO LA HARA la del testigo de
OIDAS, excepto en los hechos cuyo conocimiento sólo puede adquirirse
por este sentido (el del oído, como en el caso de expresiones
injuriosas), o cuando no se puede recibir otra prueba por hacer más dee
ochenta años que ha ocurrido el suceso”.

Finalmente, los testigos presenciales se subdividen a su vez en testigos


de VISTA U OCULARES, DE OIDO –audito—o auditivos y
SENSORIALES, según el órgano o aparato corporal que registró la
sensación que se expone. Aunque normalmente, suele decirse que más
vale un ojo que cien oídos, no pueden establecerse a priori, reglas de
preferencia ni graduación entre ellos. Su estimación se reserva a los
órganos judiciales, siendo aplicables para tales casos, además los Arts.
317 y 318 Pr. Ya mencionados, la facultad de estimación que la le otorga
al Juez al momento de dar su sentencia (Arts. 323, 324 421 Pr.).

Desde el punto de vista de su carácter se clasifican en testigos


ORDINARIOS Y PRIVILEGIADOS, según que conozcan o posean
alguna excepción de favor que revele de la obligación de declarar sólo
en la forma ordinaria. Entre los testigos privilegiados se encuentran las
personas mencionadas en los siguientes artículos del Código de
Procedimientos Civiles: 300: “Toda persona, cualquiera que sea su clase
o categoría, debe dar su testimonio por declaración bajo de juramento
en forma, que deberá prestar ante el Juez de la causa o el autorizado
por éste; excepto los individuos de los Altos Poderes (Presidente y
VicePresidente de la República, designados a la Presidencia,
magistrados de la Corte Suprema de Justicia del Congreso), Los
Ministros el Gobierno, el Obispo, los Gobernadores Eclesiásticos y los
Ministros Diplomáticos, quienes darán su declaración POR
CERTIFICACIÓN JURADA. Los Cónsules Generales, Cónsules o Vice-
Cónsules, darán sus declaraciones o por certificación jurada o de viva
voz en su domicilio, o elección del Juez de la causa”. Art. 303: “En todo
caso irá (el Juez) a recibir las declaraciones de los Gobernadores
Departamentales, Jefes Militares de Coronel arriba con mando, de
Hacienda, Jueces de 1ª. Instancia, personas de setenta años, viudas,
honestas y señoras de distinción, sean cesadas o solteras. Fuera de los
casos expresados en el artículo anterior y en el presente, no está el
Juez obligado a pasar a la cosa del testigo”.

Por la tendencia o sus efectos, los testimonios pueden ser DE CARGO


O DESCARGO; según que tiendan a demostrar la culpabilidad del reo y
su mayor gravedad o al contrario. Aunque normalmente suele coincidir
unos y otros con la distinción entre testigos de la acusación y la defensa,
la coincidencia no es necesaria sino que puede discrepar, porque la
acusación debe recoger tanto los testigos de cargo como los de
descargo que juzgue precisos para fundamentar recta e imparcialmente
su calificación. A este respecto el Art. 62 I, reformado establece de
manera especial al Fiscal, que prácticamente es un acusador, esa
obligación de actuar recta e imparcialmente y le da además
intervención, cuando creyere conveniente apersonarse, a tenor de la
mencionada disposición (Art. 62 I.) que dice: “El Fiscal será considerado
como parte en todo juicio por delito perseguible de oficio y el Juez oirá
su parecer cada vez que lo juzgue necesario.

“Su misión es velar POR EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY. En la


investigación de los delitos privados tendrá intervención, si los ofendidos
fueren personas menores o incapaces que carezcan de representación
legal”.

“En los delitos en que la ley requiera denuncia del agraviado o de un


representante legal, no intervendrá mientras no procesa dicha
denuncia”.

“El Fiscal, tendrá los deberes y facultades que la Le señale. Si hubiere


acusador particular las audiencias traslados serán comunes”.

Por el número, la concurrencia o concurso de los testimonios estos


pueden ser contestes o discrepantes según que relacionados unos con
otros concuerden entre sí o discrepen. La contradicción es
DIVERSATIVA si, no obstante la discrepancia pueden subsistir los unos
al lado de los otros e incluso que se concilien; ACUMULATIVA si versan
sobre hechos diversos relativos al mismo delito, que se suceden unos a
otros y se complete el uno por el otro, y OBSTATIVA si existe verdadera
contradicción por ser inconciliables, no pudiendo decir todos la verdad.

Aunque, ciertamente, el número de testigos no puede gozar de mayor


crédito que la calidad del testimonio por que, en efecto, de que varios
mentirosos afirmen una cosa nos e sigue, sólo por ser varios, que lo
dicho sea verdad, frente a uno solo que asevere ésta; es regla lógica
inconcusa que varios testigos y sin tacha hacen más prueba que uno
solo y esta convicción se acrecienta a medida que la concordancia es
mayor. De aquí el fundamento de lo dispuesto por el Art. 321 Pr. Que
dice: “Dos testigos mayores de toda excepción y sin tacha, conformes y
contestes en personas, hechos, tiempos y lugares, y circunstancias
esenciales, hacen plena prueba”.

Esta disposición se encuentra reformada prácticamente por el Art. 407 I.


Que en su numeral cuarto dice: “El Juez para la apreciación de la
prueba testimonial, en aquellos casos que falle conforme prueba de
autos, no se estará al número ni a la calidad de los testigos, sino que
tomará en cuenta aquellas declaraciones que resulten más concordes
con la prueba relativa al cuerpo del delito y con la prueba obtenida
mediante la inspección personal o dictamen de peritos”.

La Obligatoriedad de Testificar: Frente al principio de la rogación


testifical, imperante en materia civil, surge en la penal al puesto de SU
OBLIGATORIEDAD, impuesto en virtud del principio que NINGUN
DELITO DEBE QUEDAR IMPUNE. De aquí surge la obligación social de
todo ciudadano a cooperar en la administración de justicia, cuando fuere
requerido para ello como testigo en causa criminal por Juez competente
y en debida forma. Semejante obligación se entiende no sólo en cuanto
a la materialidad de apersonarse, por respeto a la autoridad que los
convoque, sino también RESPECTO A LA MANIFESTACIÓN de todo
cuanto sepa y le conteste relativamente a los hechos considerados. Este
carácter no fue conocido en los primeros tiempos del proceso penal y
concretamente en el romano, por su inspiración privatística, afirmándose
con la vigencia del proceso inquisitivo. Al respeto nuestra legislación
tiene las disposiciones siguientes: Arts. 299 Pr. “Toda persona de
cualquiera clase, fuero, estado o condición que sea citado como testigo,
está obligada a comparecer ante el Juez o Tribunal que conozca de la
causa luego que sea requerida, en el día, hoya y lugar señalados, sin
necesidad de previo permiso de su superior respectivo”. Art. 160 I. “Todo
el que fuere llamado como testigo por el Juez de Paz o de Primera
Instancia en causa criminal, deberá comparecer, sea cual fuere su fuero
o estado”. El llamado, que, pudiendo, no compareciere, será
personalmente apremiado: Exceptúanse las personas que conforme al
Código de Procedimientos Civiles no son obligados a comparecer, a
quienes deberá ir el Juez a recibir su declaración o le pedirá certificación
en su caso. Pr. 302, 303 Art. 303 Pn. “En la misma pena (la aplicable en
casos de desobediencia y denegación de auxilio) incurrirán los jurados,
peritos y TESTIGOS, en los casos en que la ley mande juzgar”. Art. 301
Pr. “Si el testigo citado de orden judicial no comparece en el lugar, día y
hora señalados, será multado con uno a diez colones por la primera vez,
y si aún no comparece se le hará comparecer por apremio personal.
Todo testigo que se niegue a declarar será apremiado con arresto hasta
que lo verifique”.
Dispensas para Declarar: La obligación legal de declarar como testigo
en causa criminal tiene sus limitaciones o dispensas, las cuales están
fundamentadas en la incompatibilidad entre dos deberes en colisión: el
general, de declarar, que la misma ley sanciona y otro de carácter
natural o profesional que determina a guardar secreto y que por
considerarlo preponderante obliga a sacrificar el primero en aras de este
último. Tal es el fundamento de las dispensas a favor del pariente, del
sacerdote, de los abogados, médicos, etc.

Con base en lo anterior, el Art. 294 Pr. En sus partes pertinentes


establece: “Son incapaces para ser testigos EN TODO GENERO DE
CAUSAS: 5º. Las ascendientes contra los descendientes y al contrario;
6º. El hermano o cuñado contra su hermano o cuñado; 7º. El marido
contra la mujer y viceversa; 8º. El padrastro o madrastra contra su
entenado y viceversa”. Art. 295 Pr. “El Juez repelerá de oficio a los
incapaces de ser testigos, enumerados en el artículo anterior, conocida
su incapacidad”. Mittermaier dice respecto a la dispensa por razón de
parentesco: “Cuando el deber de testificar entre en colisión con la voz
de la sangre que se niega a inculpar directa o indirectamente a la
persona con su deposición, es casi seguro, dice Mittermaier, que la voz
de la naturaleza ahogue la del deber que tan poderosa es en este
testigo. Cuando habla la sangre callan las ideas, dice gráficamente una
sentencia popular. De otra parte del sentido del honor familiar se halla
tan grandemente imbuido en la conciencia de algunas personas, que
incluso creen que es un deber mentir para salvar al pariente acusado
evitando así una mancha en al familia. Puestos a considerar no se
comprendería como muy justo el sacrificio de ese sentimiento, de tanto
prestigio moral, al primero, de aquí que la ley por tales consideraciones,
sobre otras evidencias de ética y piedad, prefiera dispensar a tales
personas del penoso deber de ser perjuro a ser traidores a sus propios
sentimientos.

En estas consideraciones se funda el sistema legal que organiza esta


prueba decretando su exclusión absoluto por estimar tal testigo como
naturalmente inhábil, esté o no dispuesto a declarar.

Dispensa por razón del Secreto Profesional: El principio moral que


prohíbe revelar el secreto que se conoce, por razón profesional, de
aquellas personas que entreguen a quien le reciben buscando su ayuda
en la confianza de que no hará ningún uso de el aún a costa de los
mayores sacrificios, es básico en la armónica contextura del sistema
orgánico de valores que caracteriza la llamada civilización occidental. En
tales casos aparece evidente el conflicto moral entre deber y el de
notificar a la autoridad publícala existencia de los delitos cooperando
con ella a su persecución, cuando aquel secreto consista precisamente
en este conocimiento. ¿Cuál de ambos deberes debe prevalecer?

La cuestión está resuelta en las leyes, que no representan en este


aspecto sino una revalorización sancionada públicamente de los valores
que nacen en el seno social. De aquí que sacrifique el legal al moral y
“santifique” de este modo el sigilo profesional. E nuestro Código de
Instrucción Criminal, se reconoce expresamente el sigilo del sacerdote,
de ciertos profesionales y de algunos funcionarios públicos. En efecto, el
Art. 407-A I. Dice: “No podrán ser admitidos como testigos (ello implica
que deberán ser rechazados por el Juez, aunque ellos insistan en
declarar):

1º.- Los eclesiásticos sobre los hechos que les hayan sido revelados en
la confesión;

2º.- Los militares o funcionarios públicos sobre hechos que hubieren


conocido por razón de su estado o cargo y cuya divulgación estimen
sería violar el secreto debido, o menos que sus superiores los desliguen
de guardarlo;

3º.- Los defensores del inculpado, respecto de lo que en esa calidad les
hubiere sido confiado;

4º.- Los abogados y procuradores cuando se trate de hechos o


circunstancias cuyo conocimiento obtuvieron por la revelación de sus
clientes, en el ejercicio de su respectivo ministerio;

5º.- Los médicos, farmacéuticos, parteras y todo otro profesional sobre


hechos que les hayan sido revelados por razón de sus profesiones.
Crítica. El primero, que se fundamenta en el espíritu eminentemente
religioso de nuestro pueblo, es aceptable, pero no veo por qué en el
caso del número segundo se deje al arbitrio del militar o funcionario
público, la facultad de ESTIMAR violatorio o no del secreto debido, la
relación de hechos sobre los que haya conocido y pueda declarar;
mucho menos van a ser superiores, sujetos como ellos a las leyes
reglamentos inspirados en la inaceptabilidad del fuero privilegiado en
materia criminal (Art. 68º. I.), los que van a decir si lo desligan o no de la
obligación de guardar el tal “secreto”. A este caso como en los demás ya
mencionados, sería aplicable la opinión del profesor español Jiménez
Asenjo; “Pero la le DEBIERA HABER CONCRETADO Y SEÑALAR,
MARCAR, UNA FORMULA ESTRICTA QUE SIN OLVIDAR LOS ALTOS
INTERESES DE LA SOCIEDAD, NO PERMITIERA DESAMPARAR DE
LA JUSTICIA, SO PRETEXTOS MAS O MENOS JUSTIFICADOS PERO
FÁCILMENTE JUSTIFICABLES CON LA GENERALIDAD LEGAL”.

Es de mencionar también, aunque esta sería causal de incapacidad,


similar a las determinadas en el Art. 294 Pr., lo establecido en el numeral
6º. Del mencionado Art. 407-A I. Que entre aquellas personas no
admisibles como testigos están las que “Al tiempo de declarar no se
encuentran en estado de decir la verdad, por razón de su estado físico,
moral o mental”.

Incapacidad para testificar: El normal cumplimiento del derecho y deber


de testificar en justicia penal se basa en dos presunciones naturales
sobre las cuales se desarrolla toda la prueba. La primera concibe al
testigo como un sujeto con capacidad natural para recibir
conscientemente las sensaciones del mundo exterior y después
exponerlas en el juicio o, por lo menos, dar fe de la existencia del hecho
aseverado; y la segunda, fundamentalmente de carácter ético, afirma
que toda persona declara la verdad en tanto no exista un motivo más
fuerte que le induzca a obrar en sentido contrario.

Se aquí se concluye que la idea del testigo idóneo se basa en la


ausencia de toda circunstancia de las que dan lugar al nacimiento de
cierta prevención humana sobre la veracidad del deponente. Tales
circunstancias pueden ser consideradas, sin ánimo clasificador, desde
los dos puntos de vista relacionados; tachas que atacan la capacidad
natural anulándola, pudiendo provenir de un vicio de la inteligencia por
un defecto de desarrollo mental, por minoridad personal o enfermedad
mental: por vida del raciocinio o conocimiento humano a lo que se
opone el dolo o error............... o bien por vicio de la voluntad
representado por la violencia ( vis mortal o vis material); vicios o causas
que se oponen a la probidad o imparcialidad del testigo por atacar su
libertad moral. Pertenece a la clase primera la infamia (según el
Diccionario): “Descrédito, deshonra. Maldad, villeza en cualquier línea”,
y a la segunda clase pertenecen todas aquellas que se fundamentan en
el afecto, como el parentesco o amistad, el odio como el denunciador
por la enemistad ; la esperanza de un bien como el perjudicado o el
temor o un mal como el cooperador o encubridor.
La Incapacidad Natural: Es un principio de derecho el de que toda
actividad jurídica requiere un sujeto que sea capaz de ella, existiendo,
por tanto, tantas incapacidades concretas como actos jurídicos se
consideren. De entre todas, ninguna MENOS EXIGENTE que la
capacidad para ser testigos en causa criminal, dada la índole puramente
pasiva que requiere un mínimum de inteligencia e incluso voluntad.

El Código Civil, a mi juicio la columna vertebral en la legislación


sustantiva secundaria, establece en su Título II del Libro IV, al tratar “de
los actos y Declaraciones de voluntad”, Art. 1318.—“Son absolutamente
incapaces los dementes, los impúberes y los sordo mudos que no
pueden darse a entender por escrito.

Por su parte y refiriéndose a tales incapacidades, el Código de


Procedimientos Civiles, también columna vertebral en la legislación
secundaria de naturaleza procesal, establece en su Art. 294: “Son
incapaces APRA ser testigos EN TODO GENERO DE CAUSAS:

1º.- Loa dementes, los sordomudos.


2º.- Los menores de catorce años
3º.- Los que no hayan tenido doce años cumplidos cuando acaeció el
hecho sobre que declaran.

Expresa el mismo Código las siguientes excepciones:


Art. 296.- El ciego es testigo idóneo sobre los hechos ocurridos antes de
su ceguera.

Art. 297.- Igualmente lo es el sordomudo sobre lo que ha visto, si sabe


leer escribir.

O sea que según estos artículos, hay casos en que al disposición del
ciego y del sordo-mudo puede ser aceptable y valedera, pero respecto
al demente la incapacidad es total, no cabe excepción alguna.

La única reforma que atañe a la incapacidad natural, es a mi juicio la


determinada por el Art. 417 I. Que dice: “La declaración del TESTIGO
MENOR DE CATORCE AÑOS será apreciada prudencialmente por el
Juez para admitirla o no como semiplena prueba, según sea la
naturaleza del delito y el mayor o menos desarrollo intelectual del
testigo”.

El autor Jiménez Asenjo habla asimismo de la INCAPACIDAD POR


VICIOS EN AL MENTE y se refiere a los habidos: 1º. En la inteligencia:
el error; en la libertad: la violencia y en la conciencia: el dolo. Estimo que
tales vicios serían objeto, al probarse, de apreciación por parte del
Jurado (Art. 418 I.) o del Juez si tuviere que fallar conforme la prueba de
autos (Art. 407, 40 I.).
La Incapacidad Condicional o Moral: Junto a la incapacidad natural,
absoluta para testificar, procedente de causas internas humanas que
hacen, por lo general al testigo, inhábil para deponer en juicio, se
estudian por la doctrina otras causas, que por ser de orden moral o
EXTERNAS AL SUJETO AFECTADO, se denominan causas de
incapacidad condicional o relativas, haciendo por ella a los testigos
meramente sospechosos por presunción humana de que tales personas
no se producen recta y cumplidamente en su misión coadyuvante de la
justicia. Ellos son:

1º.– Los parientes, caso ya relacionado en el Art. 294 Pr. Nos. 5º., 6º.,
7º. Y 8º.
2º.- Los cooperadores: coautores, cómplices encubridores. A ellos se
refiere el Art. 407 I. Numeral tercero que dice: “Son incapaces como
testigos el ofendido y el coautor, cómplice o encubridor. Se considerarán
como ofendidos todos aquellos que de un mismo hechos hubieren
resultado perjudicados por la acción criminosa”.

En cuanto al concepto de coautores (similar al de autores), cómplices y


encubridores, hay que estarse al que dan los siguientes artículos del
Código Penal:

Art. 13.- Se consideran autores:

1º.- Los que toman parte directa en la ejecución del hecho;


2º.- Los que fuerzan o inducen directamente a otros a ejecutarlo;
3º.- Los que cooperan a la ejecución del hecho por un acto sin el cual no
se hubiera efectuado. Art. 14. Son cómplices los que, no hallándose
comprendidos en el Art. Anterior, cooperan a la ejecución del hecho por
actos anteriores o simultáneos.

Art. 15.- Son encubridores los que, con conocimiento de la perpetración


del delito, sin haber tenido participación en él como autores o como
cómplices, intervienen con posterioridad o a su ejecución de alguno de
los modos siguientes.

1º.- Aprovechándose por sí mismos o auxiliando a los delincuentes para


que se aprovechen de los efectos del delito;
2º.- Ocultando o inutilizando el cuerpo, los efectos o instrumentos del
delito, para impedir su descubrimiento;
3º.- Albergando, ocultando o proporcionando la fuga al culpable, siempre
que concurra alguna de las circunstancias siguientes: Primera, la de
intervenir abuso de funciones públicas de parte del encubridor;

Segunda, la de ser el delincuente reo de traición, parricidio, asesinato, o


cuando aquel fuere conocido como reo de otros delitos
Tercera, el Perjudicado o Víctima. A éstos se refiere el numeral 3º. Del
Art. 4107 I. Reformado, a que ya se ha hecho mención.

VERIFICACIÓN JUDICIAL DE LA PRUEBA. SUS REQUISITOS


Ahondar en el aspecto teórico de la verificación judicial de la prueba
testimonial de sus requisitos, resultaría muy extenso, por lo que me
limitaré a decir que estos son de dos clases: los intrínsecos, que se
refieren entre otras cosas a que sea bajo juramento, ante autoridad
competente, etc. Los extrínsecos, entre los cuales está el de ser escrito
o sea, el de asentarse en acta.

Las disposiciones legales que pueden orientar al Juez de Paz sobre la


forma de recibir sus declaraciones a los testigos son las siguientes:

SEPARACIÓN

Art. 156.- Los testigos serán examinados con todos los requisitos que
exige la ley para las declaraciones en causas civiles, debiendo
verificarse el examen de cada testigo separadamente, sin dar lugar a
que se pongan de acuerdo en sus deposiciones; pero podrán
consignarse en una misma acta varias declaraciones o diligencias.

NO LECTURA CITAS

En las declaraciones que se tomen al testigo en virtud de alguna cita


hecha al mismo en la de otro u otros, NOS E LEERA AL TESTIGO la
declaración o declaraciones en que se le cita, sino que se le examinará
sobre los hechos en relación con lo manifestado por el citante a los
citados”.

BUEN TRATO

Art. 304 Pr. Ocurriendo el testigo al Tribunal o Juzgado, será tratado con
atención y urbanidad por la autoridad ante quien va a declarar y por sus
subalternos, y será despachada sin dilación que pueda perjudicar sus
atenciones propias.

RESIDENCIA EN OTRO LUGAR

Art. 305 Pr. Todos los testigos que hayan de declarar en cualquier
causa, serán examinados precisamente por el Juez de la misma, PERO
SI ESTUVIEREN EN OTRA POBLACIÓN de la propia jurisdicción, serán
examinados por el Juez de su residencia, excepto el caso de
incapacidad de dicho Juez, en el que podrá cometerse el examen a
persona particular.

PREGUNTAS
Art. 308 Pr.- Siempre que las partes (acusador, reo o defensor) quieran
presenciar el juramento de los testigos, tienen derecho para hacerlo. En
tal caso podrán recordarles los hechos y encargarles la conciencia; pero
no sugerirles respuesta alguna. Presenciando el juramento podrán estar
presentes las partes a la declaración y hacer PREGUNTAS o los
testigos, sin permitirles ninguna capciosa ni sugestiva ni que no
pertenezca al asunto, y menos nada contra el honor y persona de los
testigos, pena de excluir de la audiencia a la parte que conviniere.

Después de haber sido repreguntado tres veces el testigo por la parte


que haga uso de tal derecho, el Juez rechazará sin consignarlas, todas
las demás preguntas que se le hicieren, siendo sobre el mismo punto.

SEPARACIÓN

Art. 309.- Los testigos serán examinados y oídos cada uno de por sí y
SEPARADAMENTE, PENA DE NULIDAD.

GENERALES Y JURAMENTO

Art. 310.- Cada testigo antes de declarar expresará su nombre, edad,


profesión y domicilio, si tiene alguna incapacidad legal (se refiere a las
del Art. 294 Pr.) para ser testigo y hará juramento de decir verdad, PENA
DE NULIDAD. Sin embargo, si el testigo fuere generalmente conocido y
no hubiere duda sobre su capacidad legal, no será nula su declaración,
y se impondrá cinco colones de multa al funcionario culpable.

Art. 311.- Los testigos y todos los que deban declarar bajo juramento lo
harán con arreglo a la siguiente fórmula: ¿Juráis por Dios decir la verdad
en lo que fuereis preguntado? A lo que el testigo contestará: “Si Juro”.
Si la creencia del testigo no le permite prestar juramento, prometerá
decir verdad bajo su palabra de honor.

RECORDATORIO, PENAS, FALSO TESTIMONIO

Art. 312.- Antes de tomar juramento a los testigos, el Juez, a petición de


cualquiera de las partes, les recordará las penas sobre el falso
testimonio en las causas civiles (en juicios criminales: Art. 250 a 235 Pn.
Inclusive), haciéndose constar en la declaración.

FECHA, HORA Y FIRMAS

Art. 313.- Las declaraciones contendrán la fecha entera con expresión


de la hora, y serán firmadas por el Juez, Secretario y declarante. Si éste
no supiere o no pudiere firmar, el Juez hará mención de esta
circunstancia al fin de la declaración, todo bajo PENA DE NULIDAD.
Pero esta nulidad no podrá ser declarada en el caso del Art. 1115, y
podrá subsanarse en todo caso, si el Juez conforme al Art. 316 procede
de oficio o a pedimento de la parte interesada, a la ratificación de la
declaración del testigo, en la forma legal.

PROHIBICIÓN LEER APUNTES

Arts. 314.- El testigo declarará sin que le sea permitido leer ningún
apunte. Su deposición se asentará en el proceso a la letra sin mudar
palabras, o podrá el mismo testigo escribirla o redactarla, y en todo caso
le será leída para que la ratifique o enmiende, haciéndose constar en la
declaración, PENA DE NULIDAD, salvo los casos del artículo anterior.

Cuando la pregunta se refiera a cuentas, libros o papeles, podrá


permitirse al testigo que los consulte para dar la contestación.

LECTURA, ALTERACIONES Y EMIENDAS

Art. 315.-Al tiempo de la lectura podrá el testigo hacer las alteraciones y


enmiendas que juzgue oportunas. Estas se escribirán a continuación,
haciéndose mención de todo por el Juez, y también le serán leídas,
pena de nulidad, salvo los casos expresados en los dos artículos
anteriores.

PREGUNTAS ANTES DE LA SENTENCIA

Art. 316.- El Juez podrá ya de oficio, ya a pedimento de las partes o de


una de ellas, hacer al testigo las preguntas que crea convenientes para
ilustrar su deposición en cualquier estado de la causa, antes de la
sentencia. Las respuestas del testigo se escribirán, leerán y firmarán del
mismo modo que sus declaraciones, PENA DE NULIDAD.

COMO LE CONSTAN LOS HECHOS


Art. 317.- El testigo declarará precisamente, o será preguntando si no lo
hace, ni sabe lo que depone por haber visto el hecho o cosa en disputa
o si lo ha oído, con expresión de la hora, día, mes y año, su lo supiere,
todo pena de no hacer fe.

EXAMEN POR MEDIO DE INTERPRETE

Art. 326.- Cuando se examinen testigos por medio de intérprete, se


nombrarán dos que jurarán lo mismo que el testigo, a no ser que las
partes convengan en uno, o no haya otro en el lugar, haciéndose
constar en uno y otro caso en la declaración, PENA DE NULIDAD.

El nombramiento de intérprete es necesario siempre que alguno de los


testigos, como se ha dicho, o de los litigantes, no pudiesen entender la
lengua castellana o darse a entender en ella en los actos judiciales en
que deban ser interrogados o examinados.

La fórmula para asentar la declaración de un testigo sería la siguiente:

17ª.) En el Juzgado........ de Paz: Nueva San Salvador, a las ................


horas y ............ minutos del día............... de................... de mil
novecientos............................ Presente el (o la testigo) ...........................
(nombre y apellido original así como el nombre con que es conocido
socialmente), fue juramentado en legal forma, manifestando llamarse
como queda escrito, ser de ........ años de edad,...............(Profesión, arte
u oficio), del domicilio de .................., residente en la casa o mesón
No............... de la calle o avenida tal y no tener interés, impedimento ni
incapacidad legal para declarar en esta causa. Interrogando de
conformidad a la cita que le aparece a Fs........., leída que le fue,
entendido (o entendida), contesta:........................ (aquí la relación de los
hechos) .................... Que lo dicho es la verdad por constarle de vista y
oídas (o de la manera que deja expresado) y leía que le fue su
declaración, la ratifica en todas sus partes y firma (o no firma por
manifestar no saber o por estar físicamente imposibilitado para ello).

ALGUNAS CONSIDERACIONES Y VARIANTES SOBRE FORMULA


ANTERIOR

1ª.- La Hora en la declaración: algunos Jueces de Paz, sea por


ignorancia o pro lo deseo de que se vea “que han trabajado en el juicio”,
a pesar de tratarse de declaraciones extensas y que por ello es lógico
presumir que ha llevado regular tiempo el tomarlos, ponen entre una y
otra una diferencia de horas o minutos relativamente escasa; el Juez
debe ser estricto en la anotación de la hora en que cada declaración se
toma o sea, asentar la hora real.

2ª.- Nombre y apellido del testigo. A este respecto me remito a lo dicho


acerca de la declaración del denunciante (Págs. 25 final); es
conveniente asentar el nombre y apellido que el testigo tiene en su
partida de nacimiento, para evitar futuras confusiones y demás, el
nombre y apellido con que sea conocido socialmente o sea con el que
se le conozca en la ciudad, villa, pueblo o cantón en que viva.

3ª.- Dirección del testigo. Es importante determinarla, por aquello de que


posteriormente haya necesidad de citarlo nuevamente para ratificar,
ampliar, etc., su declaración.

4ª.- En cuanto a la falta de interés, a la incapacidad o impedimento del


testigo, es conveniente leerle el Art. 294 Pr. Y examinar detenidamente
el Juez los numerales del Art. 407-A I. por si acaso el que va a declarar
se encuentra en alguno de tales casos.

5ª.- Juramentación del testigo: la hará el Juez de conformidad a lo


ordenado en el Art. 311 Pr. O sea diciendo al testigo: ¿Juráis por Dios
decir la verdad en lo que fuereis preguntado? A lo que el testigo
contestará: “Si juro” Si la creencia del testigo no le permitiere prestar
juramento, por ejemplo el caso del individuo que no cree en Dios,
PROMETERA DECIR VERDAD BAJO SU PALABRA DE HONOR, y
entonces la pregunta sería: ¿Prometéis bajo vuestra palabra de honor
decir la verdad en lo que fuereis preguntado? A lo que el testigo
responderá: “Si prometo”.

6ª.- Edad: si el testigo no sabe su edad exactamente, por lo menos dirá


la “edad que más o menos tenga” y una fórmula en muchas ocasiones
de resultado para averiguar la edad del testigo, es la siguiente: se le
pregunta al testigo qué día cumple años (Imaginémonos que dice el 2 de
febrero); en que año nació (supongamos que diga en 1925. Si la
declaración se le toma por ej. el 19 de febrero de 1960, entonces se
hace una resta así:

1960 2(Febrero es el 2o. mes del año) 19(es el día ded la declaración)

1925 2 2

----------------------- ----------------------- -----------------------

35 años 0 meses 17 días

----------------------- ----------------------- -----------------------

El testigo tiene pues, a la fecha en que rinde la declaración: 35 años 18 días de edad, días que

nos e ponen pues se determinan únicamente los años cumplidos.

Caso de testigos menores de edad: según el Art. 417 I.: “La declaración del testigo MENOR DE

CATORCE AÑOS será apreciada prudencialmente por el Juez para admitirla o no como

semiplena prueba, según sea la naturaleza del delito y el mayor o menor desarrollo intelectual del

testigo”. Ello implica los casos siguientes: si el menor de 14 años NO TIENE DESARROLLO

INTELECTUAL SUFICIENTE para declarar, es decir no puede explicar al Juez los hechos ni aún

en lo elemental, el juez después de asentarlos las generales que haya podido recabar, pondrá la

siguiente razón en el acta respectiva.

18ª.) “En este estado, el suscrito Juez se abstiene de recibir su declaración al menor..............

(nombre y apellido del testigo) ..................... por carecer éste según las respuestas dadas al
suscrito, del desarrollo intelectual necesario”. Como el hecho de ser menor de catorce años debe

ser comprobado en legal forma,. Corresponde al juez instructor recabar como sea posible, los

datos acerca de los nombres y apellidos de los padres del menor y su fecha de nacimiento, para

los efectos de solicitar al Alcalde Municipal del lugar en que dicho menor nació, certificación de su

partida de nacimiento, ya que según el Art. 322 C. Inciso 4º. “La edad y la muerte podrán probarse

por las respectivas partidas de nacimiento de muerte (defunción)”; y el Art. 62 de la Ley del Ramo

Municipal, en su inciso 2º. Y al referirse a las certificaciones de las partidas del Registro Civil dice:

“Estas certificaciones serán las únicas con que se compruebe ante los tribunales y demás

funcionarios del Estado, la edad, al nacimiento, el matrimonio, el divorcio y la muerte,

respectivamente, y para efectos puramente civiles y criminales”. El Art. 152 I. Dice: “En los delitos

en que sea necesario acumular a la causa la partida comprobatoria de cualquier estado civil, si

estuviere en los libros parroquiales, (se refiere a la época en que todavía no existía el registro

civil) se oficiará al padre cura para que franquee los libros, y el Juez y el Secretario registrarán la

partida la certificación en el mismo lugar del archivo parroquial.

Si la partida estuviere en los libros del registro civil se oficiaría al Alcalde respectivo para que

remita certificación. La partida de defunción del ofendido deberá acumularse siempre a la causa,

en los delitos de homicidio y en su defecto, comprobarse la muerte por cualquier otro medio

legal”.

La nota solicitando certificación de la partida de nacimiento del testigo menor de 14 años diría:

19ª.) Lugar y fecha

Sr. Alcalde Municipal

..............................................(lugar del destino)


Muy atentamente y para los efectos de ser agregada en un juicio criminal, luego a Ud. Remitirme

certificación de la partida de nacimiento de............................ (nombre y apellido del

menor) ........................ nacido en esa localidad el .................. (fecha exacta o aproximada del

nacimiento) ......................... siendo sus padres .......................... (nombre y apellido de

ellos) ..........................

Asimismo me permito solicitarle que, de no encontrarse asentada en los libros respectivos tal

partida, me envíe certificación de no haberse encontrado.

Dios, Unión, Libertad,

Juez de Paz.

La parte última de la nota se le pone en razón del Art. 331 Pr. Que dice: “Cuando fuere necesario

calificar la edad de un individuo, para la ejecución de actos o ejercicios de cargos que requieran

cierta edad, y no fuere posible hacerlo por documentos o declaraciones, que fijen la época de su

nacimiento, se le atribuirá una edad media entre la mayor y la menor que parecieren compatibles

con el desarrollo aspecto físico del individuo”.

7ª.- Relación de los hechos: deberá ser en la forma más detallada que sea posible, al respecto es

interesante lo dispuesto por el Art. 436 párrafo 2º. De la Le de Enjuiciamiento Criminal española

que dice: “El Juez dejará al testigo narrar sin interrupción los hechos, consignándose

minuciosamente, aquellos sobre los cuales declare, porque de ellos se deriva su sinceridad

solamente le exigirá las explicaciones complementarias que sean conductores desvanecer los
conceptos oscuros o contradictorios. “Nuestro Código de Instrucción Criminal en su Art. 157

expresa: “A los testigos se harán cuantas preguntas se creyeren oportunas sobre las

circunstancias del hecho, lugar, día y hora, instrumentos, agresores personas que se hallaron

presentes, sin hacerles ninguna pregunta capciosa ni sugestiva, y sin emplear coacción, engaño,

promesa ni artificio alguno para obligarlos o inducirlos a declarar en determinado sentido. También

detenido, además es persona desconocida, se les preguntará también sobre han oído de otros y

quiénes son éstos. Si el que se supone culpable no está detenido, además es persona

desconocida, se les preguntará también sobre la filiación sobre todo lo que el Juez crea

conducente para comprobar la identidad personal. El Art. 158 dice: “Si el testigo declare con

oscuridad, el Juez le hará todas las preguntas necesarias al esclarecimiento de lo que quiere

decir”.

Para finalizar y en relación al testigo menor de catorce años que declara en forma aceptable,

entonces el Juez pondrá la siguiente razón al final:

20ª.) El suscrito Juez hace constar: que el testigo................... ha declarado con suficiente

discernimiento.

8ª.- Cuando el testigo conoce únicamente de vista al reo. Ello está reglamentado por el Art. 573 I.

Que nos dice: “Cuando el ofendido o algún testigo declare que no conoce al reo de nombre, pero

que pudiera conocerlo si se le pusiere delante, se practicará el RECONOCIMIENTO EN RUEDA

DE PRESOS, en el sumario o en el plenario, según convenga, previo el juramento que dirán

verdad, y podrá repetirse tal reconocimiento hasta tres veces acerca de una misma personal si el

Juez lo creyere así conveniente para deducir los datos necesarios. El reconocimiento se

practicará con las restricciones siguientes:


1ª.- Que se haga formar rueda dentro de la prisión de ocho o más personas, ya sean de los

detenidos o presos o ya de fuera;

2ª.- Que el reo se presente en la rueda en el lugar que él quiera y con el mismo vestido y señales

que tenía en el acto del delito si fuere posible;

3ª.- Que si fuere posible también, las personas que forman la rueda vistan como el reo sean lo

más parecidas que se pueda al mismo, especialmente en estatura;

4ª.- Que no estén unos afeitados y otros no, ni tengan la cabeza ni la cara amarrada;

5ª.- Que todas sean personas desconocidas para el que ha de hacer el reconocimiento;

6ª.- Que formad la rueda se introduzca en el centro al reconocedor (testigo u ofendido), y después

de haberlas examinado a todos despacio, tome de la mano al que dice ser delincuente,

designando la igualdad a diferencia que le encuentre del estado en que lo vio.

7ª.- Que si dos o más personas debieren hacer el reconocimiento lo ejecuten en actos distintos,

impidiéndose toda comunicación entre las que lo hubiese hecho y las que tengan que hacerlo;

8ª.- Que desde que se decrete el reconocimiento hasta que se verifique se tenga al reo

incomunicado.

7ª. LA DETENCIÓN O ARRESTO DE LAS PERSONAS SOSPECHOSAS.

Con el nombre común de medidas preventivas o cautelares, y también asegurativas, puesto que

todas ellas poseen significados equivalentes, entiende la práctica y doctrina procesal, TODAS

AQUELLAS ACORDADAS POR EL JUEZ INSTRUCTOR PARA ASEGURAR LA EFECTIVIDAD

DE LAS RESULTAS DE UN PROCESO. Estas pueden ser personales o reales según que recaiga

sobre una persona o determinadas cosas, las cuales quedan sujetas directa o inmediatamente al

desarrollo o resultas del tráfico procesal. Entre las primeras está la detención preventiva y la
prisión provisional, y entre las segundas, los embargos preventivos y las fianzas.

La detención o arresto de la persona o personas sospechosas, es un estado negativo de la

libertad humana, conceptuándose como “El acto por el cual la libertad humana queda interferida

eventual y transitoriamente a resultas de la decisión posterior de una autoridad judicial o

gubernativa”. Constituye una situación transitoria o momentánea que no puede excederse de

setenta y dos horas. Su eventualidad es instantánea, pues ha de demostrarse seguidamente la

culpabilidad, si no, el recobro de la libertad debe hacerse automáticamente.

Nuestra Le Fundamental, la Constitución Política de 1950 provee a la protección de la libertad

humana, ya que el derecho a ella es innato e el corazón humano y teológicamente el presupuesto

básico de la responsabilidad moral del hombre. Sin libertad, el hombre queda aniquilado en su

propia esencia, pro ello las declaraciones constitucionales del siglo XIX y sus luchas políticas

giraron todas bajo el signo de la defensa respeto a la libertad humana. El Art. 164 Const., dice:

“Ninguna persona puede ser privada de su vida, DE SU LIBERTAD, ni de su propiedad o

posesión, sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las Leyes”; y el Art. 166

establece: “Ningún Poder, autoridad o funcionario podrá dictar órdenes de detención o prisión ni

no es de conformidad con la ley, y estas ordenes deberán ser siempre escritas. Cuando un

delincuente sea sorprendido infraganti, puede ser detenido por cualquier persona, “La detención

para inquirir no pasará de tres días, el tribunal correspondiente estará obligado a notificar al

detenido en persona el motivo de su detención, a recibirle su indagatoria y a decretar su libertad o

detención provisional, dentro de dicho término”. Como la detención es una delicada situación

procesal, la ley ha tomado las mayores garantías, conjugando el interés individual expreso en las

normas constitucionales relacionadas, con el preciso para la defensa social, procurando que no

que de impune ningún delito.


La garantía más destacada de la libertad individual se encuentra en el Habeas Corpus Inglés. La

Carta Magna Inglesa de 1215 declaró que nadie podría ser detenido sino por delitos o deudas,

pudiendo todo inglés, arbitrariamente detenido, pedir a un tribunal que le expidiera un

mandamiento de Hábeas Corpus para obtener la libertad. El desconocimiento en que cayó esta

garantía lo demuestra el dramatismo que acompañó a la proclamación solemne de la llamada

Acta del Hábeas Corpus en tiempo de Carlos II, encaminada a reglamentar especialmente esta

materia, acabando así con el despotismo de que había dado muestras la Corona y la célebre

Cámara estrellada que se recuerda en Inglaterra como instrumento de iniquidades.

El Hábeas Corpus en nuestro medio ha sido últimamente reglamentado por el D.L. No. 2995 del

14 de enero de 1960 denominado Ley de Procedimientos Constitucionales, publicada en el Diario

Oficial No. 15, Tomo No. 186 del viernes 22 de enero y que entró en vigencia el 31 de febrero de

1960. El Art. 38 del decreto en mención establece: Siempre que la Ley no provea especialmente

lo contrario, todos tienen derecho a disponer de su persona, sin sujeción a otro. Cuando este

derecho ha sido lesionado, deteniéndose a la persona contra su voluntad dentro de ciertos

límites, ya sea por amenazas, por temor de daño, apremio u otros obstáculos materiales, debe

entenderse que la persona está reducida a prisión y en custodia de la autoridad o del particular

que ejerce tal detención. Una persona tiene bajo su custodia a otra, cuando aunque no la confine

dentro de ciertos límites territoriales por fuerza o amenaza, dirige sus movimientos y la obliga

contra su voluntad a ir o permanecer donde aquella dispone”. Luego el Art. 40 del mencionado

Decreto expresa: “En todos los casos, sean cuales fueren, en que exista prisión, encierre,

custodia o restricción que no esté autorizado por la ley, o que sea ejercido de un modo o en un

grado no autorizado por la misma, la parte agraviada tiene derecho a ser protegido por el auto de

exhibición de la persona”.
Respecto a la detención o arresto provisional, nuestro Código de Instrucción Criminal contiene las

disposiciones siguientes; que habrá de tomar en consideración el Juez de Paz para actuar, bajo

peligro de caer en responsabilidad criminal; ellas son:

Art. 661 I. Reformado: “Para proceder a la detención de una persona se necesita una presunción

grave de que ha cometido un delito o falta, pero bastará cualquiera presunción para detener a los

iniciados de alguno de los delitos siguientes: homicidio, hurto, robo, incendio, falsedad en

cualquiera de las diferentes clases enumeradas en el Código Penal, ejecución de trabajos dentro

del derecho de vía de las carreteras y caminos vecinales o desperfectos causados en las

carreteras troncales, departamentales y caminos vecinales de la República, conforme al Art. 165

inciso 2º. 3º. Del mismo código”.

Los dos últimos inciso del Art. 70 I. Dicen: “El Juez de Primera Instancia o de Paz que, dentro de

las veinticuatro horas siguientes a la detención o arresto de una persona que esté bajo de su

competencia, no dé principio a la formulación de su proceso, incurrirá en las penas designadas en

el Código Penal. EL JUEZ PODRÁ ORDENAR LA DETENCIÓN POR EL TERMINO DEE

INQUIRIR, O SEAN SETENTA Y DOS HORAS, contra cualquiera persona sobre quien recayeren

sospechas de haber participado en el delito que se investiga, dando al Alcalde copia certificada y

autorizada del auto de detención para que la registre; debiendo resolver sobre el arresto

provisional o libertad del procesado dentro de dicho término. El Juez que no cumpla con lo

dispuesto en este inciso incurrirá en las penas respectivas”.

Analicemos la actuación del Juez de Paz en relación con los Arts. Ya mencionados. El reo en la

casi totalidad de los casos es puesto a la orden del Juez de Paz mediante nota de remisión por
miembros de los Cuerpos de Seguridad (Guardia, Nacional, Policía Nacional, Policía de

Investigaciones Criminales) o por otras autoridades (Policía de Hacienda, Alcalde Municipal,

Policía Municipal, etc.) y entonces ha lugar el auto de cabeza de proceso relacionado en las

fórmulas 4ª. 6ª.—A de esta Tesis (Págs. 20 y 21). Lo conveniente es recibir inmediatamente su

declaración al indiciado o reo, después de lo cual habrá de remitírseles a las Cárceles con al

siguiente nota:

21ª.) Nota. No ___________ Lugar y fecha

Sr. Alcalde de Cárceles

Presente.

Para que permanezca en esas Cárceles por el término de inquirir, me permito remitir a Ud. Al reo

(o los reos)....................... (aquí el nombre y apellido de tales reos) a quien se procesa en este

Juzgado por imputársele el delito (o la falta) de............. (aquí la calificación del delito o falta de

imputados) en .............. (aquí el nombre y apellido del ofendido y ofendidos). Asimismo le adjunto

la certificación que ordena el inciso último del Art. 70 I.

Ruégole acusarme el recibo correspondiente.

Dios, Unión, Libertad.

Juez de Paz.

22ª.) La certificación que habrá de adjuntar el Juez de Paz y relacionada en la fórmula anterior

dirá así:

El Infrascrito Juez, CERTIFICA: que a Fs.......... del juicio Criminal contra ................(nombre
apellido del reo o reos) por .............. (aquí la calificación del delito o falta imputados) en ..............

(aquí el nombre y apellido del o de los ofendidos) se encuentra la resolución que al letra

dice: ................ (aquí se copia el auto cabeza de proceso o la resolución en que se acusa recibo

del reo o reos y se les remite a las cárceles por el término de inquirir, (fórmula) 4ª. Y 6ª. –A págs.

20 21”). Es conforme con su original con el cual se confrontó, y para los efectos de ser remitida al

señor Alcalde de Cárceles de esta ciudad, se expide la presente en el Juzgado de Paz:.................

a los .............. días del mes de .................... de mil novecientos ................

Juez de Paz

Secretario.

Lo anterior se refiere a los casos de “Remisión de reos al Juez de Paz por cualquiera autoridad”.

Pero tal como lo determina el inciso último del Art. 70 I. El Juez de Paz no tiene por qué esperar a

que las autoridades o persona particular (art. 68 I.) le ponga a disposición el o los sospechosos; él

puede ordenar la detención por el término de inquirir contra cualquiera persona sobre quien

recayeren sospechas de haber participado en el delito que se investiga y en este caso resolvería

así:

23ª.) Juzgado de Paz: ....................... a las .............. horas y .................... minutos del día ...........

de ................... de mil novecientos ................... Recayendo, a juicio del suscrito Juez, sospechas

sobre el señor ............... (aquí el nombre y apellido del sospechoso) de haber participado en el

delito investigado, ordenase su detención por el término de inquirir y líbrese al efecto la orden de

captura correspondiente.

La fórmula de orden de captura en el caso anterior, sería la siguiente:


24ª.) Nota No. ____________ Lugar y Fecha

Señor ................ (aquí la designación de la autoridad a quien va dirigida la orden de captura).

Presente:

Muy atentamente ruego a Ud. Ordenar a los agentes de su mando, la captura del

señor ................. respecto del cual existen sospechas de que haya participado en el delito

de ............................ (aquí la calificación del delito) en ............. (nombre y apellido del o de los

ofendidos), hecho ocurrido en ....................(lugar de comisión del hecho) a las ............ horas del

día ............ de ............................... de mil novecientos .................

Al ser habido, ruego a Ud. Remitirlo a este Tribunal.

Dios, Unión, Libertad.

Juez de Paz.

Respecto a al detención por el término de inquirir, ha que tomar muy en cuenta lo dispuesto por el

Art. 74 I. Según el cual “Nadie podrá ser detenido por falta sino es en el acto de delinquir o

cuando sea desconocido; pero aun estos casos, si diere fianza o hipoteca, o consignare la

cantidad que señales el Juez, se le pondrá o dejará en libertad”.

El término de inquirir: Ya hemos visto cómo las disposiciones anteriormente relacionadas, limitan

el término de inquirir a un plazo máximo de setenta y dos horas o sea tres días, tal limitación
fundamentalmente la establece el inciso segundo del Art. 166 Const. Ya mencionado y que

repetimos aquí: Dice así: “La detención para inquirir no pasará de tres días, y el tribunal

correspondiente estará obligado a notificar al detenido en persona el motivo de su detención, a

recibirle su indagatoria y a decretar su libertad o detención provisional, dentro de dicho término”.

Durante este término, el Juez de Paz está obligado a tratar, por todos los medios a su alcance de

recabar la prueba más importante: declaraciones de testigos, reconocimiento, inspección, etc.

Para la averiguación del delito (lugar, hora, circunstancias, etc.) así como indagar quienes sean

los autores, cómplices o encubridores del mismo, a todo lo cual se refiere el Art. 149 I.,

entendiéndose respecto de “prueba más importante” la limitación establecida por el Art. 163 I. Que

dice: “no se evacuarán más citas que las que se juzgaron INDISPENSABLES O CONVENIENTES

para la averiguación de la verdad. Lo mismo se observará en cuanto a careos (confrontación de

testigos), reconocimientos y demás diligencias de instrucción. Si el proceso resultare que las

personas designadas como indiciadas o como ofendidas realmente no lo son y pueden

proporcionar datos sobre los hechos, se les recibirá declaración como testigos”.

Si el Juez instructor practica tales diligencias antes de vencidas las setenta y dos horas, creo que

debe resolver sobre la detención o libertad del reo; no existe razón alguna de carácter legal o de

otra clase que obligue a esperar forzosamente esas 72 horas.

El Auto de Detención: Como decíamos en la página 95, “La detención o arresto de la persona

sospechosa, es un estado negativo de la libertad humana, conceptuándola como el ACTO POR

EL CUAL LA LIBERTAD HUMANA QUEDA INTERFERIDA EVENTUAL Y TRANSITORIAMENTE A

RESULTAS DE LA DECISIÓN POSTERIOR DE UNA AUTORIDAD JUDICIAL O GUBERNATIVA”.

De manera que tal interferencia siendo eventual y transitoria, está supeditada a una resolución
que el Juez Instructor habrá de pronunciar, a más tardar dentro de las setenta y dos horas

posteriores al arresto provisional, resolución que bien puede ser en el sentido de otorgar su

libertad al arrestado si la prueba recogida no amerita su detención, o decretar ésta a tenor del Art.

66 I. Que, como lo insertábamos anteriormente dice: “Para proceder a la detención, o decretar

ésta a tenor del Art. 66 I. Que, como lo insertábamos anteriormente dice: “Para proceder a la

detención de una persona se necesita una presunción grave de que ha cometido un delito o falta,

pero bastará cualquiera presunción para detener a los indiciados de alguno de los delitos

siguientes: homicidio, hurto, robo, incendio, falsedad en cualquiera de las diferentes clases

enumeradas en el Código Penal, ejecución de trabajos dentro del derecho de vía de las

carreteras y caminos vecinales o desperfectos causados en las carreteras troncales,

departamentales y caminos vecinales de la República, conforme al Artículo 165 incisos 2º. Y 3º.

Del mismo Código”.

O sea que en general, el Juez instructor al transcurrir el plazo máximo de inquirir, si estima que la

prueba recogida arroja PRESUNCIÓN GRAVE de que el arrestado provisionalmente ha cometido

el delito o falta investigados, debe decretar su detención y la resolución diría así:

25ª.) Juzgado de Paz ................... a las ............... horas y ................ minutos del ..............

de .............. de mil novecientos ................... Habiendo mérito legal para la detención del reo (o de

los reos) .............. decretase. En consecuencia, permanezcan en la que se encuentran;

notifíquese la presente resolución y dese al Alcalde de Cárceles certificación de la misma para los

efectos de ley.

26ª.) La certificación a que se refiere la fórmula anterior es la No. 22ª.


Veamos someramente en qué consiste lo de PRESUNCIÓN GRAVE. Estimo que la expresión

“Presunción grave” esta mal empleada; la prueba de presunciones está especialmente

determinada en el artículo que valoriza las distintas en el sentido de “Presunción Grave”, ha

querido decir INDICIO GRAVE y así ha de interpretarlo el Juez al momento de dictar su auto de

detención o de libertad. Sin embargo, desarrollaremos el contenido legal de la expresión ya

mencionada o sea la de “Presunción Grave”. Según el Art. 408 Pr. “Presunción es una

consecuencia que la ley o el Juez deduce de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas

para averiguar un hecho desconocido”. Según el Art. 409 Pr.: “Presunción GRAVE es la que se

apoya en un hecho conocido que HAGA MUY VEROSÍMIL el hecho desconocido que se trata de

averiguar.

Tales conceptos están reglamentados, para el caso, por el Código de Instrucción Criminal que en

la escala de valorización de las pruebas, coloca a “Las Presunciones” en 5º. Lugar (Art. 403 I.) y

luego el Art. 413 da al Juez la pauta en cuanto a la deducción de las presunciones y por

consiguiente, de esa presunción de que nos habla el Art. 66 I. Dice así: “El Juez podrá deducir

presunciones de los hechos probados PLENAMENTE mediante testigos, de los que se

establezcan por medio de la inspección personal y de los que resultaren de dictámenes

periciales”. Naturalmente que en un caso de homicidio o lesiones por ejemplo, los

reconocimientos, que son dictámenes periciales constituirán plena prueba del fallecimiento por

muerte violenta del ofendido y del causamiento de daños en la integridad corporal y si existe, para

el caso, el dicho de un testigo presencial, éste constituye semiplena prueba directa de la

delincuencia del indiciado, suficiente aún para que posteriormente el Juez de Primera Instancia

lleve la causa al conocimiento del Tribunal del Jurado, prueba en consecuencia suficiente como

para decretar la detención del reo dentro de las 72 horas del término de inquirir. Igual cosa

ocurriría al recibirse la declaración de un testigo que ha presenciado y oído una “Confesión


extrajudicial”.

Siempre he estimado que el asunto de sopesar la prueba como para poder decir si hay o no

mérito para la detención del indiciado es algo bastante subjetivo, alfo que en gran parte queda al

prudente arbitrio del Juez instructor, quien deberá basarse en las reglas dadas por los Arts. 66 y

413 I. Debe recordarse que a tenor del numeral 3º. Del Art. 317 Pn. Será castigado con seis

mases de prisión menos, el Juez que no ponga en libertad al preso cuya soltura proceda.

La excarcelación: ¿Puede el Juez de Paz otorgar la libertad bajo fianza del procesado por delito?

Dos disposiciones tratan esta materia. El Art. 86 I. Nos dice: “Si el delito porque se procede

tuviere por su naturaleza y no por razón de las circunstancias, pena señalada de prisión menor o

mayor o pena pecuniaria, el Juez otorgará al proceso la libertad bajo fianza de la haz, siempre

que se tratare de un delincuente que no hubiere sido condenado en sentencia ejecutoriada, por

delito anterior, excepto en los delitos de hurto, robo y lesiones dolosas”. El Art. 87 I. Expresa: “La

fianza en las causas por delito, sólo podrá ser decretada por el Juez, o el Tribunal que estuviere

conociendo o pudiere conocer EN CUALQUIER INSTANCIA aun a solicitud verbal del procesado

o cualquier otra persona”.

Con base en las anteriores disposiciones ESTIMO QUE EL JUEZ DE PAZ NO ESTA FACULTADO

PARA OTORGAR LA LIBERTAD BAJO FIANZA POR DELITO, y ello por las razones siguientes:

1º. Porque el Juez de Paz, a tenor del Art. 4º. I. Solamente tiene facultad para PRACTICAR LAS

PRIMERAS DILIGENCIAS DE INSTRUCCIÓN o sea el inicio del proceso y 2º. Porque al efectuar

tales diligencias NO ESTAMOS EN EL CASO DE UNA INSTANCIA si no de una mera fase de

instrucción.
8ª.—LA DECLARACIÓN INDAGATORIA DE LAS PERSONAS SOSPECHOSAS

El inciso segundo, parte última, del Art. 166 Const., impone al Juez la obligación de recibir al

detenido su declaración indagatoria, dentro de las 72 horas del término de inquirir, disposición que

ameritaba una reforma del Art. 168 I. Que limita ese término a 24 horas al cual se refiere el Art.

317 No. 14a. Pn. Que sanciona al Juez que dentro del término fijado por la ley no recibiere

declaración al detenido.

El Art. 169 I. Dispone: “No se recibirá juramento al procesado en su declaración indagatoria. Se le

harán cuantas preguntas se crean conducentes para la averiguación directa o indirecta del delito,

omitiendo no obstante las sugestivas y capciosas, haciendo constar su nombre y apellido, edad,

estado, profesión , vecindario y lugar de su nacimiento. Tampoco se le intimidará con amenazas ni

apremio, antes bien el Juez debe manifestarse humano, afable y benigno con él, procurando sólo

esclarecer los hechos y averiguar la verdad”.

Al rendir su declaración indagatoria el reo, puede que niegue la comisión del hecho imputado;

pero también puede que se haga cargo de haberlo cometido o sea, que lo confiese. En este

segundo caso y para los efectos de su validez legal, es conveniente en el caso de reos menores

de 15 años de edad, tomar en consideración lo dispuesto por el Art. 404 I. Penúltimo inciso que

dice: “La confesión de un reo menor de quince años de edad, pero mayor de diez años, forma

plena prueba contra él, siempre que, además de los requisitos anteriores (ya los mencionaremos),

EL JUEZ SE CERCIORE Y ASI LO HAGA CONSTAR EN AUTOS, DE QUE EL MENOR SE DA

CUALTA DE LO DELICTUOSO DEL ACTO. En otras palabras el Juez al interrogar al menor y

hacerse éste cargo del hecho, debe determinar si ha declarado o no con discernimiento o para

emplear la fórmula del citado inciso: “Que el Juez hace constar, que se ha cerciorado de que el
menor se da cuenta de lo delictuoso del acto que relata”.

Los demás requisitos son los establecidos por el mismo Art. 404 I., que dice: “La confesión

espontánea, clara y terminante hecha personalmente por un reo de quince años de edad o más,

de haber cometido el delito o falta, forma plena prueba contra él, si reúne los requisitos siguientes:

1º.-Que la haya rendido ante el Juez competente y en el juicio respectivo;

2º.-Que el confesante esté en pleno uso de su razón;

3º.-Que verse sobre hechos posibles y verosímiles atendiendo las circunstancias y condiciones

personales del reo;

El acta de declaración del indiciado se redactará así:

27ª.) En el Juzgado de Paz: ............. a las ............ y ............. minutos del ..................

de ................. de mil novecientos ...................... Presente el indiciado ..................., manifestó

llamarse como queda escrito, ser de ................ años de edad, ...................... (Arte, profesión u

oficio) ..................... (estado civil: soltero, casado, etc.) ........................ residente en ...................

(dirección de la casa que habita) y del domicilio de ...................... originario de ............. e hijo

de ........... (nombres y apellidos de los padres). Interrogado de conformidad a los cargos que le

aparecen en este juicio, leídos que le fueron, entendido contesta: ....................... (aquí se detalla

la declaración del reo). Se le preguntará además si anteriormente ha sido procesado por algún

delito y detalles de tal proceso; esto ha de preguntársela para obviar el informe que de

conformidad al Art. 130 de la Le Orgánica del Poder Judicial, habrá de pedir el Juez de Primera

Instancia antes de pronunciar sentencia, respecto de los antecedentes penales del procesado. Al

final se podrá: Leída que le fue su declaración la ratifica en todas sus partes y firma (o no firma
por manifestar no saber), (Art. 172 I.)

28ª.) Si de la declaración del reo apareciere que es menor de 18 años, de conformidad al Art. 171

I. Deberá agregarse al juicio la certificación de su partida de nacimiento, la cual se puede solicitar

mediante oficio similar al de la fórmula No. 19ª.

Es interesante recordar lo dispuesto por el Art. 569 I. Que nos dice: “A los coautores, cómplices o

encubridores, se les debe tomar declaración a cada uno en acto continuo a fin de evitar que se

comuniquen mutuamente”.

9º.- LA CURACIÓN DEL HERIDO

A este respecto existe en nuestro medio una práctica perjudicial y peligrosa, como es la de no

mover al herido del lugar, mientras no llega el Juez a reconocerlo. Mientras tanto, el lesionado se

desangra, su situación se agrava y en ocasiones cuando el Juez llega ya ha fallecido a su estado

es agónico y aún en el mismo hospital o clínica es imposible salvarlo. Esta es una práctica

absurda. Inmediatamente que sea lesionada una persona, si la gravedad de las heridas lo

amerita, debe remitírsele inmediatamente a lugar donde pueda ser atendida y si se estimare

peligroso moverla del puesto en que ha quedado, habrá que llamar inmediatamente al médico, o

entendido en darle loas auxilios clínicos del caso.

Existe respecto de “Primeros Auxilios” un libro muy interesante publicado por la Cruz Roja

Mexicana, pero dado lo limitado de este trabajo, me sería fácil insertar todas las indicaciones que

en el mismo se dan, y que serían de utilidad en la “Curación del Herido” de que trata la ley en las

“Diligencias de Instrucción” o “Primeras Diligencias”.


12ª.- LAS MEDIDAS CONDUCENTES PARA RECOGER Y PONER EN GUARDA LAS COSAS

ROBADAS, ETC.

A este respecto veamos algunas disposiciones aplicables:

Art. 141 I.-El Juez de Paz o de la 1ª. Instancia irá, a pedimento de parte o de oficio, por aviso que

tenga, al lugar en que se ejecutó el delito y a la casa del indiciado, para hacer la pesquisa

embargo de los instrumentos, armas, efectos, papeles y en general de todas las cosas que se

juzguen útiles para el descubrimiento de la verdad y comprobación del delito.

Deberá ir también a cualquier otro lugar si presume haberse ocultado allí los objetos de que se

habla en el inciso anterior.

Art.- En cuanto a lo dispuesto en el artículo anterior, rige lo que queda prevenido sobre el

allanamiento de casas (Arts. 99 a 116 I.) pero para proceder a allanarlos, basta el auto que manda

la pesquisa y embargo, el cual se dictará por presunción vehemente.

Art. 143.- Si los objetos que se hubieren de registrar se hallaren fuera del territorio del Juez,

requerirá al del lugar en donde se creyere que se hallan, para que procesa las operaciones

sobredichas, insertando en la requisitoria el auto.

Art. 144.- Las diligencias comprendidas en los tres artículos precedentes, se harán A PRESENCIA

DEL REO o de su encargado y del Secretario. Si el reo estuviere ausente, o si ya detenido o

preso se temiere que se fugue si se le lleva y no quiere nombrar encargado, asistirán además dos

testigos.
Art. 145.- Los objetos aprehendidos en virtud de estas diligencias se depositarán en poder de

persona segura de conocida responsabilidad.

Generalmente se envían al Juez instructor por parte de la autoridad policial, los objetos a efectos

hurtados, robados y en general sustraídos al ofendido; la práctica seguida en nuestro tribunales

es la de proceder al valúo de los objetos decomisados su entrega al ofendido, siempre en

depósito por aquello de cualquier reclamo posterior. La resolución diría así:

29ª.) Juzgado de Paz .................... a las .................. horas y ................... minutos del ..................

de .......................... de mil novecientos .......................... Valúen se por peritos los objetos

decomisados, y verificando entréguensele en depósito con las formalidades de ley al

señor.....................

Al efecto, nómbrese peritos a los señores ..................... y ........................ a quienes habrá de

notificárseles tal nombramiento.

30ª.) La notificación del tal nombramiento a los peritos nombrados se hará de conformidad a la

fórmula 13ª.).

El acta de valúo se redactaría en la siguiente forma:

31ª.) En ........................., a las ................ horas y ................... minutos del ................ de ................

de mil novecientos.................. Presentes los peritos nombrados, señores .................. y

don ................ fueron juramentados en legal forma, ofreciendo decir la verdad y manifestando

llamarse como queda escrito, siendo de ................ años de edad el primero, .................. (arte,
profesión u oficio) y de ............... años de edad el segundo .............. (arte, profesión u oficio),

ambos de este domicilio, sin ninguna incapacidad legal para dictaminar en este asunto.

Preguntados conforme al valúo que se les ha mandado practicar, unánimes y contestes dijeron:

que a presencia del Infrascrito Juez Secretario que autoriza, han tenido a la vista los objetos

siguientes: ......................... (aquí la descripción de tales objetos)............... a los cuales dan un

valor de ................ colones y ................. centavos. Que lo dicho es la verdad según su saber

entender, y leído que les fue su dictamen lo ratifican y firman.

El acta de depósito se redactaría así:

32ª.) En ................ a las ............... horas y ................ minutos del ............. de ............. de mil

novecientos ................... Presente el señor ............... de ............... años de edad .......................

(arte, profesión u oficio) del domicilio de ................... y residente en ................. (dirección de su

casa) ................. DICE, que estando ordenado por el auto que antecede, la entrega en depósito

de los objetos relacionados en el acta de valúo anterior, se da por recibido de ellos. Ofrece

cumplir las obligaciones que la ley impone a los depositarios y para constancia firma. (Esta acta la

firman además de él, el Juez y Secretario respectivos).

Ocurre en los casos de accidentes de tránsito, que el interesado solicito la entrega en depósito del

vehículo respectivo; para ello deberá presentar la tarjeta de circulación extendida por la Dirección

General de Policía y el Juez resolverá a petición verbal o escrita.

33ª.) Juzgado de Paz: ................ a las .............. horas y ............ minutos del .................

de ................. de mil novecientos ............... Razónese en autos la tarjeta de circulación

presentada (a confróntese con al copia presentada) y devuélvase original al interesado.


Valúese por peritos el vehículo (o los vehículos) placa o placas No. O Nos...... y entréguense (o

entréguense) en depósito al señor ( o señores) .................. Al efecto, nombrase peritos a los

señores ........................ y .................., a quienes habrá de notificárseles este nombramiento.

La notificación es la misma de la Pág. 47 (fórmula 13ª.) y el acta de depósito similar a la 31ª.,

determinando por supuesto todos los detalles del vehículo a depositarse, tales como color,

modelo, marca, placas, etc. En el acta de valúo del vehículo también habrán de determinarse

tales datos y de ser posible el estado de funcionamiento de los frenos, luces, etc.

RECONOCIMIENTO EN LOS CASOS DE VIOLACIÓN, ESTUPRO Y RAPTO CONSENSUAL

Este es un reconocimiento de naturaleza especial; en él se trata de constatar si en la persona

violada, estuprada o raptada existen huellas o señales de “yacimiento”. Una de las diversas

significaciones de la voz “Yacer”es, según el Diccionario de la lengua: “Tener trato carnal con una

persona”. Así que yacimiento equivale aquí a “unión carnal”, por lo cual la violación podría

definirse como “la unión carnal ilícita con mujer, contra su voluntad o sin su voluntad”. El Art. 392

Pn. Reformado, da el concepto de lo que es primero de los delitos en que se tiene lugar este tipo

de reconocimiento, concepto que ateniéndose a lo dicho por otras legislaciones como la española

y por destacados penalistas como don Eugenio Cuello Calón, ESTA EQUIVOCADO, en efecto,

este lugar sostiene que sujeto pasivo en la violación, puede SERLO UNICAMENTE UNA MUJER,

pese alo cual nuestra ley penal ha comprendido a “Persona de uno u otro sexo”. En efecto el

mencionado Art. 392 Pn. Dice: “Se comete violación yaciendo con persona de uno u otro sexo en

cualquiera de los casos siguientes:


1º. Que la víctima sea menor de doce años.

2º. Usando fuerza o intimidación bastante para conseguir el propósito culpable.

3º. Encontrándose la víctima privada de razón o de sentido por cualquier causa, o cuando por

enfermedad o por cualquier motivo no pudiere resistir.

En el caso del número primero la violación será castigada con doce años de presidio; y en los

números segundo y tercero, con nueve años de presidio.

Si la persona violada fuere prostituta la pena será de tres años de prisión mayor.

Si al consecuencia de la violación falleciere la víctima, la pena aplicable será de treinta años.

EL ESTUPRO lo comprende el Art. 396 Pn. Que nos dice en su parte final que: “Se entiende por

estupro la desfloración de una doncella” y luego en los primeros incisos expresa: “El estupro de

una mujer mayor de doce años y menor de veintiuno, cometido por persona que ejerza autoridad

pública, o por sacerdote, criado doméstico, tutor, maestro o encargado por cualquier título de la

educación o guarda de la estuprada, o por cualquiera otra persona con abuso de autoridad o

confianza, se castigará con tres años de prisión mayor.

“En la misma pena incurrirá el que cometiere estupro con su hermana o descendiente, aunque

sea mayor de veintiún años”.

“El estupro cometido por cualquier otra persona, con una mujer mayor de doce años y menor de

veintiuno, interviniendo engaño, se castigará con la pena de un año de prisión mayor”.


Con al misma pena se castigará cualquier otro abuso deshonesto cometido por las mismas

personas y en iguales circunstancias.

EL RAPTO CONSENSUAL lo contempla el Art. 399 Pn. Que dice: “El rapto de una doncella menor

de veintiún años y mayor de doce ejecutado con su anuencia, será castigado con un año de

prisión mayor”. Como requisito indispensable para que se tipifique esta clase de delito, la menor

raptada debe ser doncella, siendo por ello que el Art. 128 I. Habla de este delito y se expresa así:

Art. 128 I. En los delitos de estupro, violación y rapto consensual, el reconocimiento se practicará

por facultativos y a falta de ellos, por matronas o enfermeras de honradez probidad, cuando se

trata de mujeres estupradas, violadas o raptadas”.

Según tal artículo y en las cabeceras de distrito o lugares a donde hayan facultativas (Médicos y

Cirujanos o Estudiantes de Medicina que hayan aprobado su cuarto curso en la facultad

respectiva (Art. 89 de la Ley Orgánica del Poder Judicial), será éstos quienes practiquen el

reconocimiento de la ofendida; a falta de estos facultativos, podrán practicar el reconocimiento

matronas o enfermeras de honradez y probidad. En el caso de enfermeras, estimo que no

deberán ser sencillamente “prácticas” en el asunto de asistir enfermos, hacer curaciones, etc.,

sino que deberán ser personas que posean su diploma como tales, ya que el Art. 413 inciso 2º. I.

Nos dice que “Para que los dictámenes periciales puedan servir de base a las presunciones es

necesario que los peritos tengan título en la ciencia o arte o que pertenezcan el punto sobre que

ha de oírse su juicio, si la profesión o el arte estuvieren legalmente reglamentados”. “En nuestro

país existe legalmente establecida la carrera de enfermera, así como la Institución respectiva

denominada “Escuela Nacional de Enfermeras”.

Pero como en la mayoría de casos y lugares, no es posible obtener la cooperación de una


enfermera para reconocimientos como los ya relacionados, forzosamente se tiene que acudir a

las “Matronas”. Según el Diccionario de la Real Academia Española, Matrona es: 1º. Madre de

familia, noble y virtuosa; 2º. Comadre y con especialidad la que se halla legalmente autorizada

para asistir a las parturientas; 3º. Mujer encargada de registrar a las personas a la segunda

acepción, o sea a la facultada, aunque no legalmente en nuestro medio, para atender a

parturientas o sea la que se dedica a atender “partos”.

LA TÉCNICA EN EL RECONOCIMIENTO

Según el Doctor Carlos Federico Mora (Guatemalteco): “Cuando se brutaliza a una mujer para

poseerla, casi siempre será posible establecer el hecho, a condición de que se intervenga a

tiempo, porque para poder dominarla se necesita ejercer sobre la víctima tales esfuerzos que no

pueden menor que dejar su huella. Así pues, deberá procederse al examen médico de la víctima,

el cual dará resultados diferentes si se trata de una niña o de una mujer púber. Pero tanto en un

caso como en el otro habrá que atender a los siguientes datos: lesiones del cuerpo y de los

órganos genitales, manchas de sangre o de semen, en el cuerpo en los vestidos; pelos ajenos

encontrados en al persona de la examinada, y otros cuerpos por el estilo; contaminación venérea;

estado de preñez.

“En examen de una impúber se encontraron, en lo relativo a daños corporales, algunas

contusiones, rasguños, excoriaciones otras huellas de lucha que, como se comprende, no tendrán

casi nunca por qué ser muy graves, desde luego que no se necesita mayor esfuerzo para dominar

a una niña. En los órganos genitales por el contrario, se encontrará grandes rasgaduras de la

vulva y de las paredes vaginales, dilatación del orificio himenal y ruptura del himen. Sin embargo,

puede ser que el himen esté intacto, aunque haya lesiones en otras partes del cuerpo y, por otra
parte, un himen roto no implica necesariamente que haya habido violación, porque el himen

puede rasgarse por accidente en ocasión distinta, sólo que en este caso no se encuentran las

lesiones concomitantes de todo el aparato genital que son decisivos para afirmar la realidad del

atentado”.

“Cuando la violada es una mujer que ya ha traspasado la pubertad (cuando ya ha cumplido los

doce años), se le buscarán las señales de golpes, compresiones, etc., en todo el cuerpo y, si es

cierto que la violación fue efectuada por medio de la fuerza, se le encontró punto fijo en los

muslos, en el vientre, en la garganta, en los brazos, en la cara (Alrededor de la boca, que el

violador trata de cubrir con las manos para ahogar los gritos de la víctima), en la espalda, en la

parte posterior de la cabeza y algunas veces sobre los senos”.

“La intervención del experto debe ser oportuna porque, como las lesiones son casi siempre muy

leves, si no se las examina a tiempo ya no se las encuentra. Eso es lo que desgraciadamente

sucede con mucha frecuencia en los casos de violación, cierta o inventada que los tribunales

someten al juicio pericial entre nosotros: las mujeres presentan su queja cuando ya están encinta,

en vista de que el seductor o violador se niega a reconocer la paternidad y claro está que

entonces, cuando ya han pasado semanas y meses, el reconocimiento no tiene ninguna razón de

ser ni prueba nada, en cuento a la posibilidad de que la posesión de la quejosa se hubiere

logrado con auxilio de la fuerza bruta. Nos parece que el examen se ordena por cumplir

maquinalmente con un precepto codiguero; pero los indicios valiosos, los datos útiles que el Juez

puede recoger con un peritaje extemporáneo; son nulos en lo absoluto”.

“En los casos de violación a la fuerza es conveniente examinar también al delincuente, ya que

éste no puede escapar ileso de la lucha entablada, si es que al mujer se ha defendido


sinceramente y no por cubrir las formas. Se buscará, pues, sobre el cuerpo del violador la huella

de las armas naturales con que la hembra se defiende, y no será raro encontrar en la cara, en el

pecho, el recuerdo de las uñas y los dicentes”.

El primer caso que nuestro Código Penal plantea (Arts. 392 No. 1º. Pn), es la denominada

violación sin violencias, que tiene lugar cuando se efectúa el coito con una muchacha menor de

doce años, ignorante o no de lo que se le propone, anuente o renuente a la cópula carnal; tal

edad se comprobará con al certificación de la partida de nacimiento o la determinación de la edad

media legal (Art. 331 Pr. ); la menor de doce años puede o no estar doncella, pero en ambos

casos –a mi juicio- se tipifica el delito, puesto que al le no distingue y el caso de “coito con menor

que estaba doncella” es aplicable la situación del ESTUPRO o coito ejecutado con una mujer

virgen. Para comprender cómo se manifiesta la desfloración y en qué consiste es preciso tener

antes una idea de los signos que van a desaparecer con el primer coito y que constituyen las

pruebas de al virginidad, bien sean locales o generales, aunque en rigor sólo tengan importancia

los primeros, porque los otros son de lo más infiel y engañoso que existe- Los signos locales son

de carácter anatómico.

Normalmente los órganos genitales externos de la mujer están formados, primero, por los grandes

pliegues cutáneos –los labios mayores. Dirigidos en sentido sagital y separados por una

hendidura – la hendidura vulvar-. Cubiertos por los labios mayores están los labios menores, o

ninfas, que son otros dos pliegues formados, ya no por la piel, sino por la mucosa. Los labios

mayores se reúnen adelante en el “monte de venus”; los menores se bifurcan, adelante también,

en dos lengüetas, una de las cuales, la superior, se reúne con al del lado opuesto formando una

cubierta o capuchón al “Clítoris”, órgano eréctil y especie de pequeño cilindro que mide de uno a

dos centímetros de largo. La otra lengüeta situada más adentro, se dirige hacia el medio y forma
al unirse con su congénere del otro lado, el “frenecillo del clítoris”. En la parte media y detrás del

clítoris hay un pequeño orificio –por donde desemboca el canal de la uretra que conduce la orina

de la vejiga al exterior; detrás de ese orificio hay otro más grande que es la abertura de la vagina

o conducto que conduce hacia el útero (matriz). Este orificio por el que tiene que penetrar el pene

en el momento del coito, está CERRADO EN LA MUJER VIRGEN POR UNA MEMBRANA

TENDIDA SOBRE EL COMO PARCHE DE UN TAMBOR; dicha membrana es el “himen” que no

es continuo sino está perforado en uno o varios puntos, para poder dar paso a la sangre

menstrual y a las secreciones de la vagina.

“Cuando se efectúale coito por primera vez, el himen, que hasta entonces había permanecido

intacto, tiene que rasgarse para permitir la introducción del pene en la vagina y de ahí que su

ruptura deterioro sean signos primordiales de desfloración. Si se examina a la estrupada antes de

que las rasgaduras hayan podido cicatrizarse, se les puede ver inflamadas, rojas, cruentas,

sangrado al menor contacto, sensibles o cualquier toque; con el transcurso de los días los bordes

se van secando y se cicatrizan por completo después de cubrirse de una costra que es apenas

perceptible; pero, cosa especial, no se juntan, no se coaptan unos con otros como sucede en las

heridas del resto del cuerpo, sino que permanecen separadas para siempre, haciendo que el

himen deje de ser lo que era y que la virginidad desaparezca definitivamente. La rasgadura del

himen es, pues, un signo imborrable, porque sólo en casos muy excepcionales vuelven a unirse

sus pedazos”.

El número de rasgaduras que la introducción del miembro viril produce en el himen es muy

variable, pero casi nunca pasa de cuatro a cinco. Debe tenerse mucho cuidado de no tomar por

rasgaduras las “escotaduras” que normalmente presenta el himen, éste es, según Zocchias, uno

de los problemas más difíciles de la Medicina Forense, pero puede resolverse si se atiende
estrictamente a las siguientes diferencias: las escotaduras no llegan hasta la inserción de la

membrana, mientras las rasgaduras sí, desbordando en ocasiones hasta la pared de la vagina;

los bordes de la escotadura son rozados o iguales en aspecto al resto de la membrana; pero los

bordes de las rasgaduras están lastimados y enrojecidos si son recientes, y si no lo son, tienen el

color blanco de las cicatrices”.

La cicatrización de las rasgaduras se hace muy ligero: en cuatro o cinco días si las condiciones

son normales y favorables, pudiendo llegar hasta ocho o diez en caso contrario. De ahí la

necesidad de ordenar el reconocimiento médico-forense lo más pronto posible, ya que si se

efectúa después de diez días, es caso seguro que el experto se encontrará imposibilitado para

decir si hubo desfloración reciente y lo único que estará a su alcance será declarar la pérdida de

la virginidad sin fijarle tiempo. Se ahí también lo absurdo de pedir al experto (médico Forense,

Matrona o Enfermera) que determine en casos antiguos, “la fecha en que la mujer fue desflorada,

determinación que no puede hacerse cuando las rasgaduras están ya cicatrizadas porque, el

estarlo, su aspecto es el mismo en las defloraciones que datan de varias semanas o de varios

meses”.

34ª.) La fórmula para el reconocimiento en los casos de violación o estupro es en su parte

general, similar, a las fórmulas para reconocimiento en casos de lesiones y homicidio (Nos. 11ª. Y

ver Págs. 54) con al diferencia de que después de la expresión DIJERON se pondrá: que a

presencia del infrascrito Juez y Secretario que autoriza, han reconocido a la ofendida (aquí su

nombre y apellido) quién presenta.......... (aquí se determinará las lesiones en general que le

aparezcan en el cuerpo y en especial las apreciadas en sus órganos génito-urinarios).

INSTGRUCCIONES PARA LOS JUECES DE PAZ


(folleto redactado, mandado a imprimir y distribuido por

la Honorable Corte Suprema de Justicia)

Con el objeto de subsanar las dificultades que surgen con relación al cobro de los sueldos de los

Jueces de Paz y demás empleados de sus dependencias, por motivos de los defectuosas

redacciones de actas, acuerdos y formas de dirigir las comunicaciones a las oficinas

correspondientes, la Corte Suprema de Justicia interesada en evitar esas demoras de cobros de

sueldos, se ve precisada a girar este folleto que contiene una serie de instrucciones, y fórmulas

de actas acuerdos con el fin de unificar esa tramitación.

Se recomienda a los Jueces de Paz y Secretarios seguir con toda minuciosidad las instrucciones

que contiene este folleto, para evitar rectificaciones donde sea posible.

TOMA DE POSESION

El Juez de Paz nombrado después de rendida la protesta de ley, tomará posesión de su cargo por

acta que asentará en el Libro respectivo deberá comunicarlo inmediatamente, remitiendo con

oficio adjunto una copia de ella a la Corte Suprema de Justicia, original y seis copias a la Corte de

Cuentas de la República y una copia al Pagador Departamental respectivo, teniendo especial

cuidado que a esas copias no le falten las firmas del Juez y Secretario el sello del Juzgado.

Téngase presente que las actas de toma de posesión, entrega o depósito de juzgado, no es

necesario su publicación en el Diario Oficial y por lo tanto no debe mandarse copia a dicha

dependencia.
Los señores Jueces de Paz propietarios nombrados, para que les sean extendidas sus

credenciales, deberán remitir a la Corte Suprema de Justicia , a la mayor brevedad posible, los

timbres fiscales que irán adheridos a la misma, según escala siguiente:

Por sueldo de ¢50.00 a ¢100.00 .............................. ¢2.00

“ “ “ ¢101.00 a ¢200.00............................... ¢4.00

“ “ “ ¢201.00 a ¢300.00............................... ¢6.00

Los Jueces cuyos nombramientos hayan sido refrendados, no deberán remitir los mencionados

timbres fiscales, y en el mismo caso estarán los nombrados Jueces Suplentes.

La toma de posesión puede tener lugar a consecuencias de un nombramiento dicho o de refrenda

de un acuerdo anterior de nombramiento, por lo que al tomar posesión, hay que hacer constar

este punto de vista.

Cuando la toma de posesión se efectúa por nombramiento propiamente dicho, el Juez saliente

hace la entrega del Juzgado al nuevo Juez, quien tomará posesión de su cargo, antes o después

de audiencia, formulando el acta respectiva en los siguientes términos.

ACTA No..................

En el Juzgado .................. de Paz: .................... a las horas................. y minutos, del

día ....................... de .................... de mil novecientos ................ Habiendo sido nombrado

Juez ........................... de Paz propietario de esta ciudad, (Villa o Pueblo) el señor .......................

según Acuerdo No. ............ de fecha .......................... de la Honorable Corte Suprema de Justicia,
el suscrito Juez de Paz saliente, ( o suplente) este día antes (o después) de audiencia hace

formal entrega de este Juzgado al Juez Propietario nombrado, con sus causas, muebles y

enseres, según el inventario respectivo, se da por recibido y empieza a ejercer sus funciones.

COMUNIQUESE

Juez Saliente

Juez Propietario Entrante

Secretario.

En el caso que la entrega no al verifique el Juez de Paz propietario saliente o Juez Suplente en

funciones, por no encontrársele en su domicilio o pro alguna causa que les imposibilite hacerlo, el

Juez de Paz tomará posesión con la siguiente acta:

ACTA No...................

En el Juzgado...................... de Paz....................... a las ................... (horas y minutos) del

día .............................. de ................... de mil novecientos ...................... Habiendo sido nombrado

el suscrito, Juez ................. de Paz de esta ciudad (Villa o Pueblo) según acuerdo No. ................

de fecha........................... de la Honorable Corte Suprema de Justicia, y por no encontrarse el

Juez ........................ de Paz que deberá hacer la entrega de este Juzgado, este día y antes (o

después) de audiencia, toma posesión del Tribunal, con las causas, muebles y enseres

existentes, conforme el inventario que al efecto formula y empieza a ejercer funciones.

Comuníquese.

Juez ........................ de Paz Entrante.


Secretario.

Cuando se tome posesión del cargo en vista de un nuevo nombramiento o refrenda de un

acuerdo anterior de nombramiento, el acta se formulará en los términos siguientes:

ACTA No................

En el Juzgado .............. de Paz: ...................... a las ....................... horas del día .....................

de ............... de mil novecientos cincuenta y .................... Habiendo sido nombrado nuevamente el

suscrito Juez ....................... de Paz de esta Ciudad (Villa o Pueblo) según Acuerdo No. ................

de fecha .................. de la Honorable Corte Suprema de Justicia, este día y antes (o después) de

audiencia, toma posesión del Juzgado con las causas, muebles y enseres existentes según el

inventario respectivo. Comuníquese.

Juez de Paz nombrado.

Secretario.

ORGANIZACIÓN DEL PERSONAL

Después que un Juez haya tomado posesión de su cargo, procederá a garantizar el personal que

estará bajo su dependencia. Es estrictamente indispensable que la organización deba constar en

ACUERDO que se asentará en el Libro respectivo, ya que se trata positivamente de nombrar a las

personas que colaborarán con el Juez en el desempeño de sus funciones.

Para los efectos de pago, los Jueces de Paz inmediatamente que asienten al ACUERDO DE
ORGANIZACIÓN O NOMBRAMIENTO, remitirán con oficio adjunto, una copia del mismo a la

Corte Suprema de Justicia, original y seis copias al Presidente de la Corte de Cuentas de la

República, para que ordene el pago correspondiente, otra al Director del Diario Oficial para su

publicación y otra al Pagador Departamental respectivo para que espere de la Corte de Cuentas

de la República tanto la aprobación del ACUERDO, como la autorización de pago a favor del o de

los nombrados.

En el ACUERDO se hará mención, cuando ello tenga lugar, de cuando una persona substituye a

otra, ya sea por renuncia o por otros motivos que sean del criterio prudente del Juez. Se

expresarán también nombres completos y claros, sin usar iniciales, ya que los nombrados

cobrarán su sueldo conforme al nombre que aparece en el ACUERDO, y no conforme a aquel con

que son socialmente conocidos; y especialmente citar las partidas y Asignaciones señaladas en la

Ley de Salarios y Presupuesto Fiscal vigente, pues sin este último requisito habrá dificultades en

el pago de sueldos de los nombrados.

El ACUERDO en que se organice el personal, podrá formularse en los términos siguientes:

ACUERDO No.................

Juzgado................... de Paz....................... a las ................ horas y minutos del día ................... de

................. de mil novecientos cincuenta y ................ Habiendo a el suscrito tomado posesión del

cargo de Juez ................ de Paz Propietario (o suplente) de esta ciudad, (Villa o Pueblo)

ACUERDA: Organizar el personal de este Tribunal en la forma siguiente: Secretario

don ........................ los nombrados tomaron posesión de sus respectivos cargos este día, antes

de audiencia, y devengarán el sueldo de primera categoría que señalan las


partidas ....................... Subnúmero .................. de la División............. de la Ley de Salarios, que

les será cubierto por la Pagaduría Departamental respectiva con cargo a la

Asignación ................... del Presupuesto Fiscal vigente. Comuníquese.

Juez de Paz

Secretario

ACUERDO No..............

Juzgado ....................... de Paz ............... a las ............... horas y minutos del día .................

del .............. de mil novecientos cincuenta y ............... Habiendo ya el suscrito tomado posesión

del cargo de Juez ............... de Paz Propietario (o suplente) de esta ciudad (Villa o Pueblo),

ACUERDA: nombrar Secretario de actuaciones de este Juzgado al señor .................. (en lugar del

señor ................... si lo hay).

El nombrado tomó posesión de su cargo este día antes (o después) de audiencia y devengará el

sueldo de primera categoría, que señala la partida ................. Subnúmero .............. de la División

la Ley de Salarios, que le sería cubierto por la Pagaduría Departamental respectiva, con cargo a

la Asignación ............. del Presupuesto Fiscal vigente. Comuníquese.

Juez de Paz

Secretario.

FORMULAS DE ACUERDOS QUE PUEDEN EMPLEARSE PARA NOMBRAMIENTOS DE

SECRETARIOS Y AUXILIARES
Todo acuerdo llevará el número correspondiente en orden ascendente hasta la finalización del

año, y comenzando el siguiente, se hará con el número uno.

En estas fórmulas sólo pondremos la parte textual de acuerdo, siendo entendido que siempre al

hacerlo en el libro respectivo se pondrá el Número y encabezamiento el mismo o sea:

ACUERDO No............................

Juzgado ......................... de Paz, lugar, hora y fecha.

En vista de la renuncia interpuesta por el Secretario de actuaciones de este Juzgado, don ............

nombrase en su lugar al señor .................. quien toma posesión de su cargo este día antes de

audiencia. El nombrado devengará el sueldo de primera categoría que señala la

partida .................. Subnúmero ...................... División .................. de la Ley de Salarios, que le

será cubierto por la Pagaduría Departamental respectiva, con cargo a la Asignación ...................

del Presupuesto Fiscal vigente. Comuníquese.

II

Nombrase Secretario de este Tribunal, al señor ............... en lugar del señor ................ que

renunció. El nombrado devengará a partir de este día, fecha en que toma posesión de su cargo,

antes de audiencia, el sueldo de primera categoría que señala la partida ...................

Subnúmero ............. División .............. de la Ley de Salarios, que le será cubierto por la Pagaduría

respectiva, con cargo a la Asignación ........... del Presupuesto Fiscal vigente. Comuníquese.
III

Nombrase auxiliar de .............. clase de este Juzgado, al señor ...................... en lugar de

don ...................... que abandonó su empleo.

El nombrado tomó posesión de su cargo este día antes de audiencia y devengará el sueldo de

primera categoría que señala la partida ................ Subnúmero ....................... de la

División ............ de la Ley de Salarios, que le será cubierto por la Pagaduría Departamental

respectiva con cargo a la Asignación .................. del Presupuesto Fiscal vigente. Comuníquese.

IV

Por haber abandonado sui empleo de Secretario de este Juzgado, el señor ................ nombrase

en su lugar al señor ...................

El nombrado devengará a partir del primero del mes próximo entrante, fecha en que tomará

posesión de su cargo, el sueldo de primera categoría que señala la partida ....................

Subnúmero ............ de la División .......... de la Ley de Salarios, que le será cubierto por la

Pagaduría Departamental respectiva, con cargo a la Asignación ............ del Presupuesto Fiscal

vigente. COMUNIQUESE.

NOTA: Los Juzgados de las poblaciones que en lo administrativo pertenecen al departamento de

San Salvador, en lugar de “Pagaduría Departamental respectiva” pondrán: que le será cubierto

por la “Pagaduría respectiva adscrita a la Dirección General de Tesorería”.

NOTA IMPORTANTE PARA EL NOMBRAMIENTO DE SECRETARIO


De conformidad con la Ley Orgánica del Poder Judicial, cada Juez de Paz tendrá un Secretario,

cuyo nombramiento hará libremente en persona que reúna las cualidades siguientes: ser mayor

de edad, de buena conducta, saber leer y escribir, tener instrucción en la práctica judicial y estar

en el ejercicio de la ciudadanía.

Hecho el nombramiento de Secretario, el Juez de Paz lo comunicará en la forma indicada, dentro

de las veinticuatro horas, a la Corte Suprema de Justicia, para su aprobación o improbación. En

caso de ser aprobado el nombramiento, el Supremo Tribunal lo comunicará para el efecto del

pago del sueldo.

Las faltas de Secretario en propiedad, por enfermedad o licencia, serán suplidas por un interino

de cuyo nombramiento se dará cuenta en al forma explicada anteriormente.

Los Secretarios pueden ser removidos a voluntad del Juez que los ha nombrado o por la Corte

Suprema de Justicia, y cesarán en el ejercicio del empleo, cuando el Juez se hizo el

nombramiento es reemplazado por otro.

El cargo de Secretario de cada Juzgado de Paz, es incompatible con cualquiera otro empleo o

cargo público y no podrá desempeñar más que una Secretaria.

Si el nombramiento de Secretario fuere desaprobado por la Corte Suprema de Justicia, se

formulará el acuerdo nombrando otra persona así:

ACUERDO No...................
Juzgado..................... de Paz..................... a las .................. horas y minutos del día ...................

de ................... de mil novecientos cincuenta y ...............

Con vista de la comunicación No. ................. de fecha ................... de la Honorable Corte

Suprema de Justicia, que desaprueba el nombramiento de Secretario de actuaciones de este

Juzgado, recaído en el señor .................. nombrase en su lugar al señor ........................quién

toma posesión de su cargo este día antes de audiencia.

El nombrado devengará el sueldo de primera categoría que señala la partida ................

Subnúmero ............. de la División ............ de la Ley de Salarios, que le será cubierto por la

Pagaduría Departamental respectiva con cargo a la Asignación ............ del Presupuesto Fiscal

vigente. Comuníquese.

Juez

Secretario.

DESPOSITOS

Cuando se trata de depositar el Juzgado en el Juez de Paz suplente, deberán los propietarios

levantar un acta en el Libro correspondiente, en la que harán constar de una manera clara y

concisa que el objeto de la misma.

Los depósitos pueden tener por licencias concedidas a los Jueces de Paz propietarios, ya sean

con o sin goce de sueldo; por mandato de la Corte Suprema de Justicia, en caso de que a dichos

Jueces se les ordene hacerse cargo de un Juzgado de Primera Instancia; por destitución del
mismo Juez de Paz Propietario, llamando al suplente, para mientras se nombra el sustituto; por

enfermedad grave del Juez de Paz propietario llamando inmediatamente al Juez de Paz suplente,

etc. En punto general los jueces de Paz Suplentes, serán llamados a ejercer funciones del

Propietario en los casos de muerte, licencia, enfermedad, ausencia, excusa o impedimento de

éste.

Los Jueces de Paz propietarios, pueden solicitar al Supremo Tribunal de Justicia al tomar

posesión de su cargo, mediante oficio y no por acuerdo o telegrama, dos meses de licencia sin

goce de sueldo, para hacer uso de ella por períodos no menores de tres días y cuando se haga el

depósito en virtud de esa licencia, es indispensable citar ese Acuerdo en el acta de depósito,

como una constancia más para la Corte de Cuentas de la República, así como también el tiempo

por el cual se deposita el Juzgado, expresando claramente el nombre completo del depositante y

del depositario.

Para los efectos de pago del depositario, se seguirá la misma forma indicada cuando se toma

posesión de un Juzgado, es decir, remitiendo con oficio adjunto una copia del acta a la Corte

Suprema de Justicia, original y seis copias a la Corte de Cuentas de la república y una copia al

Pagador Departamental respectivo con el especial cuidado de que lleven las firmas del Juez y

Secretario y selladas. También repetimos que las actas de forma de posesión, entrega o depósito

no es necesario su publicación en el Diario Oficial.

Cuando se trata de depositar el Juzgado en virtud de licencia concedida sin goce de sueldo para

hacer uso por períodos no menores de tres días, el acta podría formularse en estos términos:

ACTA No. .....................


En el Juzgado .............. de Paz: ................... a las ........... horas y minutos del día ..............

de ............... de mil novecientos cincuenta y ................. En virtud de la licencia concedida por la

Honorable Corte Suprema de Justicia, según acuerdo No. ............. de fecha ......... del corriente

mes, el suscrito Juez de Paz propietario deposita el Juzgado este día antes (o después) de

audiencia por el término de ......... en el Juez de Paz Suplente don ................... quien se da por

recibida de él y empieza a ejercer funciones.

Juez de Paz Propietario

Juez de Paz Suplente.

Secretario.

Si se trata de depositar el Juzgado, por licencia concedida con goce de sueldo por motivo de

enfermedad, u otra cusa, puede redactarse el acta así.

ACTA No...........

En el Juzgado ............. de Paz:...................... a las .............. horas y minutos del día ............... de

mil novecientos cincuenta y ................. Por hacerle sido concedidos al suscrito Juez por la

Honorable Corte Suprema de Justicia, ......................... de licencia con goce de sueldo a partir

del ................. del corriente mes (o mes pasado) por motivos de enfermedad legalmente

comprobada, según Acuerdo No. ............. de fecha de ese mismo mes, deposita el Juzgado en su

cargo este día antes (o después) de audiencia por el tiempo indicado en el Juez de Paz suplente

don .................. quien se da por recibido de sus causas, muebles y enseres existentes.

Comuníquese.
Juez de Paz Depositante.

Juez de Paz Suplente

Secretario.

Si el Juez de Paz propietario es llamado a hacerse cargo de un Juzgado de Primera Instancia,

depositará al Juzgado en el Juez de Paz Suplente y formulará el acta así:

ACTA No.............................

En el Juzgado ...................... de Paz ...................... a las ............... horas y minutos del ................

de ............ de mil novecientos cincuenta y ................ Por tener que hacerse cargo el suscrito

Juez, del Juzgado ........... de Primera instancia (Penal o Civil) de este Distrito, según está

ordenado por la Honorable Corte Suprema de Justicia, deposita este Juzgado este día antes (o

después) de audiencia, en el Juez de Paz Suplente don ..................... por el término de ...........

quien se da por recibido con sus causas, muebles y enseres existentes. Comuníquese.

Juez de Paz Suplente.

Juez de Paz Depositante.

Secretario

Terminado el tiempo por el cual se deposita un Juzgado, es indispensable que el depositario

entregue el cargo al Propietario, haciéndolo constar en nueva acta que levantarán en el Libro

respectivo, remitiendo las comunicaciones en la misma forma como cuando se hace el depósito.

El acta de entrega deberá hacerse en los términos siguientes:


ACTA No..............

E el Juzgado ................. de Paz............ a las horas y minutos del ............. de ........... de mil

novecientos cincuenta y .................... habiendo terminado este día el depósito que, en virtud de

licencia concedida por la Corte Suprema de Justicia según Acuerdo No. .................. de

fecha ............... del corriente año, me había hecho el Juez ........................ de Paz Propietario

don ............. el suscrito Juez .............. de Paz suplente hace entrega de esta Judicatura, (antes o

después de audiencia) al expresado Juez propietario, quien se da por recibido con sus causas,

muebles y enseres existentes. Comuníquese.

(f) Juez de Paz Depositario

Juez de Paz Propietario

Secretario

No............................

En el Juzgado .................. de Paz ...................... a las .............. horas y minutos del .................

de .................. de mil novecientos cincuenta y ............... habiendo concluido el término por el cual

fue depositado este Juzgado por haber sido llamado el señor Juez de Paz Propietario

don ............. para ocupar accidentalmente el Juzgado ............... de Primera Instancia (Penal o

Civil) de este Distrito, el suscrito hace entrega de este Tribunal con sus causas, muebles y

enseres existentes, este día antes (o después) de audiencia al señor Juez de Paz Propietario

indicado. Comuníquese.
Juez de Paz Depositario

Juez de Paz Propietario

Secretario

LICENCIA PARA LOS SECRETARIOS AUXILIARES

Los Jueces de Paz podrán conceder a los Secretarios y auxiliares hasta dos meses de licencia sin

goce de sueldo en el año.

Por causa de enfermedad comprobada podrán conceder licencia quince días y concedida ésta

remitirán, juntamente con la copia del acuerdo, las diligencias originales de la Corte Suprema de

Justicia. Si el interesado solicitare prórroga, corresponderá a la misma Corte Suprema e Justicia

concederla, pudiendo enviar la solicitud por medio del mismo Juzgado.

Para obtener licencia con goce de sueldo, el interesado deberá acompañar a la solicitud las

diligencias que justifiquen su enfermedad.

Las diligencias deberán seguirse con intervención del Fiscal General de Hacienda en al capital,

del Representante del Fisco o del Receptor Fiscal, en las cabeceras de Departamento o de

distrito. El interesado se presentará por escrito al Juzgado de Primera Instancia respectivo

pidiendo se le reconozca por los Médicos forenses.

Cuando se solicitare prórroga de la licencia, no habrá necesidad de nuevo reconocimiento si las

circunstancias expresadas por los médicos forenses en el reconocimiento dieren fundamento para

concederla.
Cuando se concede licencia con goce de sueldos por motivos de enfermedad legalmente

comprobada, el acuerdo deberá formularse en los siguientes términos:

ACUERDO No...................

Juzgado .......... de Paz................ a las ................. horas y minutos del ..................... de .......... de

mil novecientos cincuenta y ....................

Por motivos de enfermedad legalmente comprobada, concédase a partir del ......... del corriente

mes, quince días de licencia con goce de sueldo, al Secretario ( o auxiliar) de este Juzgado,

don ............ y nombrar para que lo sustituya dicho tiempo al señor ......................

El nombrado devengará a partir de la fecha en que tome posesión de su cargo, el sueldo de

primera categoría, que señala la partida .......... Subnúmero ............. de la División ........... de la

Ley de Salarios, que le será cubierto por la Pagaduría Departamental respectiva, con cargo a la

Asibnación ................. el Prepuesto fiscal vigente. Comuníquese y dese cuenta a la Honorable

Corte Suprema de Justicia con las respectivas diligencias.

Juez.

Secretario

Si se concede licencia sin goce de sueldo al Secretario y al Auxiliar formulase el Acuerdo así:

ACUERDO No...............
Juzgado ................ de Paz ............... a las ................ horas y minutos del ............... de .................

de mil novecientos cincuenta y .........

El Tribunal ACUERDA: conceder a partir del ............. quince días de licencia sin goce de sueldo,

que solicita el señor ............... Secretario (o auxiliar) de este Juzgado, y nombrar para que lo

sustituya durante dicho tiempo al señor ............ quien devengará a partir de la fecha en que tomó

posesión de su cargo, el sueldo de Primera categoría, se señala la partida ................

Subnúmero ................. de la División ............ de la Ley de Salarios, que le será cubierto por la

Pagaduría Departamental respectiva con cargo a la asignación ........... del Presupuesto Fiscal

vigente. Comuníquese.

Juez.

Secretario.

RECUERDE

1º.) Que las actas de toma de posesión, entrega o depósito no se remite copia al Diario Oficial,

por no ser necesario su publicación.

2º.) Que las actas de toma de posesión, entrega o depósito deben comunicarse inmediatamente

después de asentar el acta, remitiendo con oficio adjunto, una copia de ella a la Corte Suprema

de Justicia, original y seis copias a la Corte de Cuentas de la República y una copia al Pagador

Departamental respectivo.

3º.) Toda copia de actas o acuerdos deberá ir firmada por el Juez y Secretario, y sellados.
4º.) Que es estrictamente indispensable que la organización del personal deba constar en

acuerdo.

5º.) Que los acuerdos de nombramiento, destitución y licencias del Secretario o auxiliar deberán

comunicarse inmediatamente después de asentarse el acuerdo, remitiendo con oficio adjunto,

una copia del mismo a la Corte Suprema de Justicia, original y seis copias a la Corte de Cuentas

de la República, una al Diario Oficial y otra al Pagador Departamental respectivo.

6º.) Que todo acuerdo de nombramiento, licencia o destitución deberá mandarse copia de él al

Diario Oficial, por ser necesaria su publicación para el efecto del pago de sueldos.

7º.) Que en el acuerdo se hará mención, cuando ello tenga lugar, de cuando una persona

substituya a otra, ya sea por renuncia de esta última o por otros motivos que sean del criterio

prudente del Juez.

8º.) Que en los acuerdos deberá expresarse nombres completos y claros sin iniciales, ya que los

nombrados cobrarán su sueldo conforme el nombre que aparece en el acuerdo y no conforme

aquel con que son socialmente conocidos.

9º.) Que especialmente deberán citarse las cifras de las partidas, Subnúmeros asignaciones

señaladas en la Le de Salarios y Presupuesto Fiscal vigentes.

10º.) Que los Secretarios pueden ser removidos a voluntad del Juez que los ha nombrado o por la

Corte Suprema de Justicia y que cesarán en el ejercicio del empleo, cuando el Juez que hizo el

nombramiento es reemplazado por otro.

11º.) Que el cargo de Secretario de cada Juzgado es incompatible con cualquier otro empleo o

cargo público y no podrá desempeñar más que una secretaría.

12º.) Que toda acta y acuerdo llevarán el número correspondiente en orden ascendente hasta la

finalización del año y comenzando el siguiente, se hará con el número uno.

13º.) Cuando los Jueces de Paz propietarios depositan el Juzgado en el Juez de Paz suplente,

deberán levantar un acta en el libro correspondiente y lo mismo se hará cuando se reciba


nuevamente.

14º.) Que los Jueces de Paz propietarios podrán solicitar al Supremo Tribunal de Justicia, por

oficio y no por acuerdo ni telegrama, dos meses de licencia sin goce de sueldo, en el año, de la

que harán uso por períodos no menores de tres días.

15º.) Que los Jueces de Paz podrán conceder al Secretario y auxiliar en el año, dos meses de

licencia sin goce de sueldo.

16º.) Que por causa de enfermedad comprobada del Secretario o del auxiliar se concederán

únicamente quince días de licencia con goce de sueldo, y concedida ésta, remitirán originales, las

diligencias de reconocimiento a la Corte Suprema de Justicia.

17º.) Que las diligencias de reconocimiento deberán seguirse con intervención del Fiscal General

de Hacienda en la Capital, del Representante del Fisco o del Receptor Fiscal en las cabeceras de

departamentos o de distrito.

18º.) Que la Corte Suprema de Justicia corresponde prorrogar licencias con goce de sueldo, y

que el solicitante puede remitir su solicitud por medio del Juzgado de su nombramiento.

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