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MECANICA OSEA

El tejido óseo es un componente vivo formado por células óseas y rodeadas por una
matriz extracelular. Las células óseas presentan diferente morfología según su función
y localización. Cuatro son los tipos de células óseas habitualmente reconocidas, Tres
de ellas cubren las superficies del tejido óseo: osteoblastos, células de borde y
osteoclastos, mientras que el cuarto tipo, los ostioncitos, se encuentra dentro de
la matriz mineralizada.
El osteoblasto es la célula ósea responsable de la formación del hueso, siendo su
principal función la síntesis y segregación del componente orgánico de la matriz ósea.
Cuando el hueso se está formando rápidamente, como en el caso del crecimiento o la
formación del callo óseo en una fractura, los osteoblastos son predominantes y
presentan forma oval o cubiforme. En huesos de adultos, los osteoblastos se
presentan en menor número en la capa interna del periostio y sobre la superficie de
los canales haversianos. En este caso son más pequeños y con forma alargada y
aplanada.
Las células óseas de borde son células planas que se encuentran localizadas en las
superficies óseas inactivas que constituyen más del 80% del hueso esponjoso y endo
cortical (Cowin et al, 1991; Parfitt, 1983), formando una fina capa que se encuentra
extendida por toda la superficie ósea. Estas células representan una fase terminal de
los osteoblastos. Normalmente no presentan ningún tipo de actividad, aunque podrían
llegar a ser activadas de nuevo en algunos casos para formar una capa de
osteoblastos (Miller
El osteoclasto es la célula ósea que se encarga de la eliminación del hueso. Un
sistema hormonal específico y factores de crecimiento influyen para desarrollar
osteoclastos precursores que se encuentran en la médula o en el flujo sanguíneo.
Cuando son estimulados, los osteoclastos mono nucleares precursores proliferan
hasta fusionar y formar grandes osteoclastos multinucleados. Los osteoclastos
eliminan tanto la componente orgánica como la inorgánica del tejido óseo, mediante
un proceso extremadamente eficiente. Inicialmente se consigue disminuir el ph desde
aproximadamente un valor de 7 hasta un valor de 4 (Buckwalter et al., 1995a). Este ph
tan ácido disuelve el mineral y degrada la parte orgánica de la matriz. Una vez que un
osteoclasto ha completado su actividad de reabsorción, se divide en células
mononucleares que pueden ser reactivadas para la formación de nuevos
osteoclastos. Finalmente, más del 90 por ciento de las células óseas de una persona
adulta son osteocitos (Buckwalter y Cooper, 1987; Buckwalter et al., 1995a). El
principal papel del osteocito es el mantenimiento y vitalidad de la matriz ósea
circundante.
La matriz ósea presenta una gran durabilidad y estabilidad, pudiendo permanecer
prácticamente inalterable y mantener su resistencia durante siglos después de que el
organismo haya muerto. Es un material compuesto formado por un componente
orgánico, otro inorgánico y agua. El componente inorgánico constituye
aproximadamente un 65 por ciento del peso de hueso, y el orgánico un poco más del
20por ciento y el agua constituye aproximadamente un 10 por ciento (Buckwalter et
al.1995; Proubasta et al, 1997). Estos valores son genéricos y varían según el tipo de
hueso
La matriz orgánica del hueso se parece a la matriz del tejido fibroso denso, como
son los cartílagos articulares. Está formada por colágeno, principalmente del tipo I con
pequeñas cantidades del tipo V y XII, constituyendo el 90 por ciento de la matriz
orgánica. El 10 por ciento restante está formado por glicoproteinas no colágenas y
otras sustancias específicas del hueso. Dota al hueso de su forma y contribuye a la
capacidad de resistir a tracción, mientras que la componente inorgánica o mineral
contribuye a la resistencia a compresión.

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