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Universidad Latina de Panamá

Facultad de Ciencias de la Educación y Desarrollo Humano

Trabajo grupal

Tema:
Adicción de la tecnología en los jóvenes

Integrantes:
Glorinet Abrego
Merry Ann Alcedo
Nadeska Blake
Tania Tobacía

Profesora:

Panamá, República de Panamá


“2019”
ADICCIÓN A LA TECNOLOGÍA

Cuando hablamos de adicción a la tecnología tratamos de adaptar dichos términos


al concepto de tecnología, ya que los instrumentos tecnológicos a lo que conducen
son a la pérdida de control de la conducta de la persona, donde esta trata de aliviar
su malestar emocional a través de las tecnologías de forma sistemática,
convirtiéndolas en un refugio y generando la necesidad de acceder a ellas frente al
malestar.

Para poder ser considerado una conducta adictiva, debe estar presente la pérdida
de control de la conducta, sobre la cual la persona no puede estar sin elemento que
genera adicción (las redes sociales, Internet, videojuegos,…), generando con ello
dependencia a dichos elementos y causando sentimientos de ansiedad, irritabilidad,
depresión y desesperación cuando no puede hacer uso de ellos, apareciendo en
ello el concepto de abstinencia y necesitando cada vez más tiempo en su uso,
aumentando así su tolerancia.

En las últimas décadas se ha propiciado un gran avance de las TIC’s, las


tecnologías de la información y la comunicación. Se he producido un crecimiento
exponencial de estas, aumentando la diversidad y especificidad de los diferentes
dispositivos y sus usos, añadiendo la facilidad de acceso a ellos. La diversidad y
especialización que han alcanzado, así como la posibilidad de acceder a ellas desde
cualquier lugar, se han convertido en los factores de riesgo más desencadenantes
de su adicción.

La adicción a la tecnología es un término muy amplio. Por ello, explicaremos


algunos tipos de adicción a la tecnología, por ejemplo, la adicción a los videojuegos,
a Internet, a las redes sociales y la nomofobia.

 Adicción a los videojuegos: ya ha sido en la actualidad aceptada por la OMS


(Organización Mundial de la Salud) como una enfermedad. Esta es
reconocida como una adicción, no tóxica, que forma parte de las adicciones
del comportamiento, sobre la cual se establece una conducta que no se
puede controlar. La persona genera una dependencia muy intensa hacia el
videojuego, donde pierde la noción del tiempo, perdiendo el control sobre la
duración y la frecuencia en la que juegan.
a adicción a los videojuegos también se ha intensificado con la aparición de
redes sociales, el fácil acceso online ha motivado que cada vez más
adolescentes se vuelvan adictos. De hecho, según la Organización Mundial
de la Salud, el trastorno por videojuegos ya es considerado una enfermedad
mental y se caracteriza por 3 puntos:

1) No controlar la conducta de juego, esto en cuanto a frecuencia,


intensidad, duración y sin saber distinguir en qué lugares jugar y en cuáles
no.

2) Cuando los juegos cobran mayor interés que otras actividades necesarias
diarias.

3) A pesar de que se sabe que se están descuidando otros aspectos de la


vida, se mantiene la conducta obsesiva.

 Adición a Internet: La adicción a Internet no es a Internet en sí, sino a aquello


que buscan a través de él. No obstante, hay personas que generan una
dependencia al concepto de Internet en general, por el número inagotable de
formas de comunicarse y por las nuevas posibilidades que ofrece Internet día
a día. Frente a ello, se establece un patrón conductual abusivo del uso de
Internet, abandonando con ello las actividades que solían gustar a la
persona, la búsqueda de información a partir de otros métodos, las relaciones
personales y descuidan las diferentes obligaciones y responsabilidades.
 Adicción a las redes sociales: Cada persona utiliza las redes sociales con
diferentes finalidades como hablar con amigos, conocer a gente nueva,
difundir noticias, promocionar un trabajo etc. Mediante un correcto uso,
pueden contribuir a un gran número de ventajas. No obstante, cada vez más
las redes sociales se están utilizando para confeccionar identidades falsas,
mostrando aquello que crees que estará bien visto por los demás, buscando
una aprobación constante. Con el tiempo, la necesidad de la validación de
los demás puede comportar graves problemas de autoestima ya que la
persona se convierte dependiente de las opiniones ajenas.
 Nomofobia: el significado de nomofobia hace referencia a la ansiedad que
sufre la persona cuando no puede disponer de su teléfono móvil,
invadiéndole sensaciones de incomunicación, ya sea porque se ha quedado
sin batería, se ha dejado el móvil en casa, se le ha roto, etc. De modo que
hablamos de una dependencia al teléfono móvil que ha sido relacionada con
una fobia debido a los intensos sentimientos ansiosos y obsesivos que nacen
ante la ausencia del dispositivo y que desaparecen cuando la persona vuelve
a tener el teléfono.

La adición según la OMS tiene la misma consecuencia que una droga

La Organización Mundial de la Salud ha determinado la adicción a las tecnologías


como una enfermedad. El uso excesivo de las nuevas tecnologías se ha convertido
en una adicción que tiene el mismo efecto que ser adicto a la cocaína y a la heroína.
‘El programa del verano’ ha hablado con un psicólogo sanitario experto en la
materia, David Martínez, conto cómo la dependencia del móvil establece las
relaciones personales y provoca un cambio de vida en función de las tecnologías.

¿Por qué se desarrolla este tipo de dependencia?

El abuso de la tecnología genera trastornos como irritación, aumento de la


agresividad e inseguridad.

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Las llamadas tecnopatías son las enfermedades que se desarrollan por el uso
excesivo de la tecnología, sobre todo en niños y jóvenes, quienes pueden pasar
horas usando estas herramientas sin ningún tipo de regulación. Por esta razón, es
siempre importante que los padres acompañen y guíen a sus hijos para que sepan
cuándo y cómo usarlas en beneficio de su desarrollo.
Además del uso excesivo, otra de las razones es que las personas toman Internet
como un lugar reservado donde pueden desesterarse y olvidar los problemas.
Sienten que es una especie de bola mágica que los mantiene a salvo y libres de
cualquier prejuicio o complicación, así evitan asumir sus responsabilidades en la
vida real.

Los individuos con baja autoestima son más propensos a sufrir estas adicciones,
pues necesitan siempre estar conectados y al tanto de lo que sucede en Facebook,
Twitter o Instagram para sentirse parte de algún tipo de comunidad, así buscan
aprobación de otras personas.

Para José Álvarez, psicólogo y especialista en el tratamiento de adicciones de la


Asociación Mentes Abiertas, la adicción es el resultado diversos tipos de carencia.
Agrega que los cambios de humor y la irritabilidad son signos clave para
empezar a sospechar que algo sucede.

En la era de la conexión, el móvil e internet es de uso imprescindible y más en los


jóvenes, pero el uso excesivo provoca los mismos efectos que dejan las drogas, la
dependencia.

Un problema serio se centra también en la adicción a los selfies, es decir, auto


fotografiarse, principalmente con el móvil, para luego publicar las imágenes en redes
sociales. Según expertos, esto puede ser síntoma de baja autoestima y hasta de un
trastorno dismórfico corporal, esto es la preocupación excesiva por algún defecto
corporal que la persona percibe de sí mismo, sea real o no.

Según un estudio publicado en la revista International Journal of Mental Health


Addiction, las personas más propensas a sufrir de obsesión a los selfies son jóvenes
de entre 16 y 20 años. Asimismo, el estudio encontró que los hombres (57,5%)
presentaban mayor posibilidad de desarrollar esta adicción en comparación con las
mujeres (42,5%). Datos que tomar en cuenta.

Otros problemas que no son adicciones pero que también se presentan debido al
uso desmedido de la tecnología son el síndrome de la llamada imaginaria, que es
sentir que el móvil vibra o suena cuando en realidad no lo hace; y también el
síndrome Google, que al encontrar todo n Internet, dejamos de poner en práctica
nuestra memoria y preferimos buscar respuesta antes que pensar cómo
responderlas.

Estas adicciones no solo nos afectan en la parte psicológica, sino también en el


cuerpo. El uso excesivo de las nuevas tecnologías crea malestares físicos como
estos:

- Ojo seco. Pasar muchas horas frente a la pantalla produce resequedad y


sensación de ardor en la vista, sobre todo cuando el brillo es alto.

- Síndrome del túnel carpiano. Es la presión que se da en el nervio que va desde


el antebrazo hasta la mano y genera entumecimiento, dolor y debilidad. Es
producido por largas horas de uso de videojuegos o también por textear demasiado.

- Sobrepeso u obesidad. Las personas que usan aparatos tecnológicos la mayor


parte del día tienen mayor tendencia a ser sedentarias, y, por tanto, a padecer
obesidad y enfermedades relacionadas como diabetes.

- Dolor de espalda. Muchas veces usamos los móviles echados en nuestra cama
o usamos la computadora en el trabajo sin apoyar bien la columna y los brazos, esto
produce dolores en la espalda que pueden impedir que estemos sentados o de pie
por mucho tiempo.

- Dolores de cabeza. La sobreexposición a las pantallas también puede generar


dolores de cabeza constantes, sobre todo cuando se usan redes sociales o se ven
videos todo el día sin hacer pausas.

- Problemas de audición. Los audífonos y las llamadas telefónicas que duran


largas horas pueden causar dolor de oído e incluso pérdida de la audición. Por esta
razón, siempre es recomendable regular el nivel de sonido de los dispositivos.

Los especialistas recomiendan medir las horas de uso, así como respetar las horas
de sueño para evitar este tipo de problemas. Generalmente las terapias físicas y el
ajuste de postura diaria pueden ayudar con los dolores musculares, pero siempre
es recomendable visitar a un médico si los síntomas continúan.
¿Por qué puede resultar tan adictivo internet?

Según Enrique Echeburúa y Ana Requesones, autores de la guía para educadores


Adicción a las redes sociales y nuevas tecnologías en niños y adolescentes, los
factores que parecen fomentar sus cualidades adictivas, son la facilidad de acceso
y disponibilidad, la experiencia de distorsión del tiempo mientras se está conectado,
la percepción de anonimato y un sentimiento de desinhibición que permite la
posibilidad de representar diferentes roles o de revelar aspectos incómodos u
ocultos de uno mismo sin riesgos.

Las causas que llevan a un uso disfuncional y descontrolado de las tecnologías de


red suelen ser problemas o circunstancias personales o socio-familiares y
necesidades emocionales no cubiertas: sucesos vitales importantes o estresantes,
dificultades en las relaciones, sentimiento de soledad e inseguridades con los que
no sabe enfrentarse o no es consciente, que le llevan a evadirse de una realidad
que no acepta.

¿Cuáles son las conductas sospechosas de enganche adictivo?

 Pérdida de interés por actividades que antes hacía y le resultaban


gratificantes.
 Excesiva preocupación por conectarse a Internet, o utilizar el móvil, u otros
dispositivos a todas horas, lo que interfiere en sus rutinas diarias.
 Ánimo depresivo, irritable, inquietud y falta de concentración, trastornos del
sueño.
 Cambios en su rendimiento académico, pérdida de amistades.
 Negar u ocultar su comportamiento, conectándose a escondidas, y perdiendo
la noción del tiempo de uso.

Estrategias que facilitan un buen uso de Internet

 Enséñales y practica un uso constructivo de Internet y dispositivos.


 Navega con ellos y ten una rutina de control de tiempos de uso.
 Desconecta redes cuando no las utilices, y haz que sea una norma común
en casa.
 Enséñales a disfrutar de otras actividades en común y con amigos desde
pequeños.
 No utilices las TIC como distracción o premio sino como herramienta lúdica
y educativa.
 Marca límites claros y mantenlo como norma de la casa.
 En la adolescencia ellos ya tendrán interiorizadas unas buenas pautas de
uso.

En el mundo de hoy “los adolescentes pasan más tiempo en las redes sociales y
dispositivos electrónicos, actividades que se correlacionan con los síntomas
depresivos y con el suicidio”, Los analistas concluyen que los adolescentes con
poca interacción social en persona y alta en redes sociales registran mayores
síntomas de depresión y por ende deben ser tratados.

De 2010 y 2015 el número de adolescentes estadounidenses deprimidos aumentó


33% en las escuelas de gran tamaño.

Los investigadores asocian varios de los síntomas clásicos de la depresión como el


sentimiento de inutilidad y la infelicidad, al uso excesivo de los teléfonos y sus
consecuencias en la socialización.

En otras palabras, los investigadores identificaron una correlación directa entre la


adopción masiva de teléfonos inteligentes y la aparición de enfermedades de salud
mental.

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