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El gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez

(1958-1964)

Gobierno de los gerentes. Pese al triunfo de Alessandri, los resultados de la elección


presidencial de 1958 mostraron el crecimiento electoral de la izquierda. En una primera
etapa de su gobierno, Alessandri aplicó medidas de liberalización económica y enfatizó
el carácter empresarial de su gestión. Sin embargo, la crisis en la balanza de pagos lo
condujo a retomar la política de alianzas partidarias y de intervención estatal.
En tal contexto, el gobierno promovió la primera ley de reforma agraria, que fue
promulgada en 1962.
Si bien sus alcances fueron, muy reducidos —por lo que la oposición la denominó como
la “reforma del macetero”—, esta primera iniciativa creó la institucionalidad que sirvió
a los Gobiernos posteriores para profundizar los cambios en el campo.
Se crearon organismos como la Corporación de la Reforma Agraria (Cora) y el Instituto
de Desarrollo Agropecuario (Indap), encargados de implementar la reforma.

La elección presidencial de 1964.´


El Partido Demócrata Cristiano levantó nuevamente la candidatura de Eduardo Frei
Montalva; el Frap hizo lo propio con el socialista Salvador Allende, mientras que el
fortalecido Frente Democrático proclamó como su representante al dirigente radical,
proclive a la derecha y ferviente anticomunista, Julio Durán.
Sin embargo, un hecho particular minó la confianza de la derecha en este candidato. En
marzo de 1964 se realizó una elección complementaria en Curicó, para ocupar el cargo
de diputado, tras la muerte del parlamentario socialista Óscar Naranjo. En este acto
electoral triunfó el hijo del diputado fallecido, de igual nombre, que era parte del Frap,
con un 39,2 % de la votación. El candidato del Frente Democrático obtuvo el 32,5 % y el
democratacristiano un 27,7 % .Este episodio, conocido como “el Naranjazo”, alertó a la
Derecha sobre el avance electoral de la izquierda.
Entonces, para impedir una posible victoria de Allende, los partidos Liberal y
Conservador decidieron apoyar la candidatura de Frei Montalva, considerada como un
“mal¨menor”.
La “Revolución en libertad”
El sustento teórico de sus propuestas las encontró en el comunitarismo, que se oponía
tanto al liberalismo como al comunismo, al enfatizar la soberanía intermedia de las
comunidades que integran la sociedad (como las corporaciones, las organizaciones
territoriales y los organismos de interés de diverso tipo) y su apelación a la importancia
del bien común como posibilidad de desarrollo humano que no transgrede los derechos
individuales.
Objetivos específicos de la “Revolución en libertad”
• Reforma agraria: Su implementación estaba destinada a mejorar y aumentar la
producción agropecuaria y a establecer una mayor justicia en el reparto de sus
beneficios. El plan incorporaba la expropiación de tierras y su entrega a familias
campesinas, de manera que se pudieran crear 100 000 nuevos propietarios. Además,
buscaba establecer la sindicación en el campo y aumentar los sueldos y las asignaciones
familiares.
• Promoción popular: Buscaba que los sectores populares, a través de sus propias orga-
nizaciones, fueran capaces de alcanzar el grado de responsabilidad necesaria para su
propia conducción, gestión y resolución de problemas. De esta forma, el gobierno bus-
caba la formación y desarrollo de organizaciones sociales y/o centros comunitarios,
como juntas de vecinos, clubes deportivos, sindicatos y centros de madres, entre otros.
• “Chilenización” del cobre: Este mineral fue considerado por Frei como un recurso
estratégico, por lo que la Democracia Cristiana decidió aumentar la participación estatal
en su explotación, sobre todo a través de la adquisición de acciones de las grandes
empresas extranjeras. Con ello, esperaban duplicar la producción y, así, obtener
cuantiosas sumas de dinero para financiar el programa social.
• Otros objetivos: La redistribución del ingreso, la ampliación de la cobertura
educacional en todos sus niveles, la creación de viviendas sociales como solución del
problema habitacional, la extensión y el mejoramiento del sistema de salud, la
necesidad de imponer un plan de reducción gradual de la inflación y aumentar y
diversificar la producción local por medio de la creación de nuevas industrias.

Las elecciones parlamentarias de 1965


Las elecciones parlamentarias de 1965 favorecieron al gobierno y provocaron una crisis
en la derecha, que se agrupó en el Partido Nacional.
El proyecto gubernamental implicó cambios en las estructuras de la sociedad, a través
de la reforma agraria, la promoción popular y la “chilenización del cobre”, entre otras
políticas.
Las reformas educativas

La reforma educativa de 1965


Hacia 1960, en Chile la cobertura de la educación básica no superaba el 70 %, mientras
en la enseñanza media solo existía un 45 %. Ante este panorama, el programa de
gobierno de Eduardo Frei comprometía una reforma completa al sistema educacional
primario y secundario, cuestión que se concretó a partir del Decreto N° 27952, del 7 de
diciembre de 1965. La reforma pretendía generar un “armonioso desarrollo de todos los
aspectos de la personalidad”, capacitar a los estudiantes para el trabajo y habilitarlos
para participar “en el proceso de desarrollo cultural, social y económico del país”. Para
lograrlo, reestructuró los niveles educativos, estipuló nuevos mecanismos evaluativos,
creó el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas
(CPEIP). Complementariamente, capacitó a miles de nuevos docentes, incrementó la
matrícula para docencia en centros universitarios, impulsó la edificación de escuelas y
liceos y aumentó el apoyo en becas y otros materiales, a través de la creación de la Junta
Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb). Como consecuencia de la situación
descrita, la matrícula de estudiantes tuvo un incremento cercano al 43% en todos los
niveles entre 1964 y 1970.
Como consecuencia de la situación descrita, la matrícula de estudiantes tuvo un
incremento cercano al 43% en todos los niveles entre 1964 y 1970.

La reforma universitaria de 1967


Al menos desde principios de la década de 1960, muchos estudiantes y académicos de
nivel superior hacían sentir la insatisfacción por la manera en que el sistema
universitario estaba estructurado. Mientras que los alumnos exigían tener mayor
injerencia en la elección de sus autoridades, muchos docentes demandaban mayor
énfasis en la investigación científica y dotación de mejor infraestructura y condiciones
laborales.
En junio de 1967, algunos estudiantes y profesores de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso se tomaron las dependencias de la Escuela de Arquitectura. Dos meses
más tarde, la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile en Santiago
también resultó ocupada. El movimiento, liderado por jóvenes democratacristianos y
apoyado por el gobierno, generó la oposición de parte de la Iglesia católica y de grupos
antirreformistas, comandados por jóvenes gremialistas. En la Universidad de
Concepción el movimiento tuvo elementos de alta radicalización por la presencia de
grupos de la izquierda revolucionaria.
Muchas de las demandas estudiantiles fueron coronadas con éxito. Las reformas se en-
caminaron a la democratización del gobierno universitario, la reorganización de las
cátedras y los métodos de enseñanza, la promoción de la investigación científica y la
reorganización administrativa.
El caso más emblemático de democratización universitaria fue el de la incorporación de
la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Feuc) en la
elección de autoridades, específicamente del rector. La única vez que se logró aplicar
esta medida fue elegido el arquitecto Fernando Castillo Velasco, un profesor laico, en
un cargo reservado, hasta ese momento, para eclesiásticos.

Entre el estancamiento y la movilización

A partir de 1967 se produjo un nuevo aumento de la inflación, lo que, sumado a la des-


aceleración del crecimiento industrial, hizo aflorar las expresiones de descontento y dio
más espacio a otros proyectos de cambio.

Aumento en las movilizaciones rurales y urbanas


En 1967, la promulgación de una nueva ley de sindicación campesina permitió aumentar
la movilización y presión en el campo para acelerar el proceso de reforma agraria. La
mayor militancia política de los trabajadores, las consecuencias en la vida cotidiana del
ciclo inflacionario y las altas expectativas sociales creadas por el gobierno provocaron
que, a partir de ese mismo año, se reactivaran las huelgas urbanas y aumentasen los
trabajadores comprometidos en ellas.
Un movimiento social que se reactivó con fuerza fue el de pobladores, que luchaban por
conseguir sitios en los cuales habitar. El 9 de marzo de 1969, en Puerto Montt, se
produjo una toma de terrenos en el sector de Pampa Irigoin, que culminó con el desalojo
por Carabineros, lo que ocasionó la muerte de diez pobladores, incluido un niño de 9
meses.

Surgimiento de nuevas organizaciones políticas


El triunfo de la revolución cubana y la creciente radicalización ideológica de la década
de 1960 propiciaron la aparición de nuevas agrupaciones de izquierda. En 1965 se fundó
el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), cuyos líderes Miguel Enríquez, Lucia-
no Cruz y Bautista van Shouwen apostaron por la vía armada de acceso al poder político.
El Partido Socialista también perdió flexibilidad política. En su Congreso General de
Chillán de 1967 explicitó que “la violencia revolucionaria es inevitable y legítima”, a
pesar de lo cual continuó centrándose en la lucha electoral.
A partir de 1967, el Partido Demócrata Cristiano comenzó a sufrir tensiones que lo lleva-
ron a la primera escisión de su historia. Tras la toma de la Pontificia Universidad Católica
en Santiago en 1967, el sector que demandaba cambios más profundos se distanció del
más moderado. Los denominados “rebeldes”, junto a otros disidentes, se retiraron del
partido en mayo de 1969 y fundaron el Movimiento de Acción Popular Unitaria (Mapu).
En el otro extremo político también hubo una reconfiguración ideológica y organizativa.
La derecha confluyó en 1966 en el Partido Nacional, que recurrió a la movilización social
como mecanismo de presión política, rechazó de plano el Estado de compromiso al que
adscribían el centro y parte de la izquierda y adquirió un discurso ultranacionalista y de
apelación a las Fuerzas Armadas como baluarte de la seguridad del país. Tras la elección
presidencial de 1970, se fundó el grupo de extrema derecha Movimiento Cívico Nacional
Patria y Libertad, que realizó actividades políticas y la violencia política con el objetivo
de interpelar a las Fuerzas Armadas para que evitaran la asunción de un gobierno de
izquierda que consideraban totalitario.

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