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Introducción.
El artículo que se presenta versa sobre el discurso y la cobertura informativa
de El Republicano, Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes, acerca de
la etapa de concesión y construcción de las vías troncales, abarca de 1880 a
1887, que son las fechas extremas de los ejemplares del periódico revisados
que se presentan en este trabajo y se relacionan con el inicio del proyecto de
construcción de vías férreas en la entidad.
El objetivo general es presentar y analizar a través de fragmentos de notas
de El Republicano, el discurso periodístico sobre el tema de la introducción
de los ferrocarriles en la entidad, porque Aguascalientes fue privilegiado
gracias a su posición geográfica estratégica y, a partir de El Republicano se
justificó como un tema relevante para la opinión pública, la construcción de
vías férreas como parte de un proyecto económico y político que impulsaría
a la entidad. Del objetivo general se derivan cuatro objetivos particulares:
el primero presenta la visión optimista de El Republicano por llegada del
ferrocarril a la entidad a través de fragmentos de noticias; el segundo objetivo
describe al ferrocarril como símbolo de progreso, que estaría ligado, por ende,
a el bienestar y civilización de los pueblos; el tercero consiste en realizar una
breve descripción de la construcción de vías férreas a nivel nacional, con el
fin de ubicar a Aguascalientes dentro de la tendencia nacional; y el último
relaciona a través del discurso periodístico de El Republicano a las ramas
económicas locales con el ferrocarril.
El trabajo consta de siete apartados: el primero titulado El caballo de
acero, aborda al ferrocarril como el símbolo del progreso por excelencia; el
segundo El ferrocarril en México, un proyecto tardío de progreso nacional,
proporciona una visión panorámica del proyecto de la red ferroviaria
nacional, que se implementó de forma tardía en nuestro país; el tercero lleva
por nombre Tendencia en la formación de la opinión pública; expone cómo
los ferrocarriles se convirtieron en un tema relevante para la opinión pública
a través del periódico El Republicano; el cuarto Tierra, fábrica y mineral,
es una narración breve sobre el beneficio que conllevaría para las ramas
económicas locales (agricultura, industria y minería) la llegada del ferrocarril
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El caballo de acero.
El artículo se titula La marcha del progreso porque la palabra “progreso”
aparece de forma constante en el discurso de los políticos que se publicaban
en El Republicano, dicha palabra tenía toda una carga simbólica, se lee en los
discursos que el progreso llegaría, como si tuviera vida propia; y el ferrocarril
representó la marcha del progreso, porque la marcha del ferrocarril era rápida
y estruendosa. La metáfora del caballo de acero, precisamente va en la idea
de no quedarse mirando cómo pasa el tren, sino de subirse en él, porque el
progreso no espera a nadie, del mismo modo que el tren.
El tren es la consecuencia de una de las grandes máquinas de la
Revolución Industrial: la máquina de vapor (el motor de combustión externa)1,
que se tradujo en el desarrollo de las vías de comunicación, tanto por tierra
con la locomotora, como por mar con el barco.
El ferrocarril es por excelencia el gran símbolo del progreso, porque
supuso la construcción de una nueva imagen debido a una de las cualidades
del caballo sobre rieles, me refiero a la velocidad, porque significó su
conquista y cambió la concepción del tiempo/espacio, porque la locomotora
unió diferentes geografías acortando las distancias y recorriéndolas en menor
tiempo. Se comunicaron ciudades con ciudades, y las ciudades con el campo,
así como naciones enteras. “ Evoca la vida universal que se impone con
todo su poder implacable”2. Como signo tiene una fuerte carga simbólica, el
Diccionario de símbolos de Jean Chevalier presenta la siguiente interpretación
en relación a lo público y lo privado:
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221
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5
Canudas, Venas, 2005, p. 1183.
6
Idem.
7
Ibid, p. 1184.
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-la de Tehuantepec y también, para entonces, la Internacional-, más de las dos terceras partes de la
red ferrocarrilera del país eran contraladas por el gobierno federal.” Fuente consultada: Connolly,
Contratista, 1997, p. 89.
19
Uribe, Historia, 2010, pp. 134-135.
20
Kuntz, Empresa, 1995, p. 22.
21
García, Movimiento, 1996, p. 62.
22
Ribes, Aguascalientes, 2011, p. 586.
23
Ibid, p. 591.
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28
Habermas, Facticidad, 1998, p. 440.
29
Los estudios de Roger Chartier sobre espacio público se centran en el siglo xviii, como una forma de
definir los orígenes culturales de la Revolución Francesa.
30
Chartier, Espacio, 1995, p. 33.
31
Idem.
32
El Republicano no lo hizo, mientras que El Fandango, otro periódico local, sí lo hizo. Lo que deja ver
la controversia que generó el tema de los ferrocarriles.
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33
Aristóteles, Retórica, 1990, p. 249.
34
“Gacetilla”, El Republicano, 11 de junio de 1882.
35
Miguel Pérez, “Prensa de la Capital. El décimo congreso y los intereses industriales”, (publicado
originalmente en El Minero Mexicano), El Republicano, 27 de Junio de 1880.
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No obstante, Jesús Gómez Serrano, expone que fueron tres los proyectos
de industria importantes en el ocaso del siglo XIX (las otras industrias no
dejaban de ser pequeños talleres): La Gran Fundición Central Mexicana,
los Talleres Generales de Reparación del Ferrocarril Central y el molino
“La Perla”41. Claramente el ferrocarril se concibió como una industria que
apuntalaría el desarrollo de la entidad.
Finalmente en materia de minería, ésta cobró especial auge debido a la
llegada de los Guggenheim en 1894 y la inauguración un año después de la
mencionada Gran Fundición Central Mexicana, que necesitaba para operar de
los ferrocarriles.
Inicia la marcha del progreso.
En 1880, en el contexto de la pugna electoral, se publicó en El Republicano que
México necesitaba urgentemente transitar hacia la paz, que urgían verdaderas
prácticas políticas positivas, para que el país avanzara. La opinión pública
se percibía especialmente inquieta porque “se oyen las protestas de paz de
los contendientes, y se agitan en la prensa y en las cámaras las importantes
cuestiones de los ferrocarriles que dos empresas, solicitan construir en
México”42. Los nuevos representantes de la Cámara de Diputados tendrían
que urgir la tarea legislativa para que México comenzara a prosperar en
materia económica, es decir proporcionar un marco normativo a las diferentes
ramas económicas, porque lo fundamental era lograr el bienestar del pueblo.
Se publicaba que con frecuencia los periodistas habían “presenciado en el
Congreso ardientes polémicas acerca del libre cambio y del proteccionismo”43.
40
Terán, “Aparador”, 2011, pp. 332-333.
41
Gómez, “Desarrollo”, 1995, p. 9.
42
Miguel Pérez, “Prensa de la Capital. El décimo congreso y los intereses industriales”, El Republicano,
27 de junio de 1880.
43
Idem.
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Con respecto al impulso del libre cambio urgía que comenzaran las obras del
tendido de vías, para comunicarse con los mercados internacionales. Un ideal
era que quienes “figurasen en el próximo Congreso (fueran) los representantes
de la industria, de la agricultura, de la minería y del comercio… siendo estos,
hombres que saben y pueden y quieren vivir trabajando favoreciendo a todo
trance los intereses del trabajo”44.
Por otra parte, el 9 de julio de 1882, las oficinas de gobierno en
Aguascalientes, recibieron una mejora en materia de comunicación, se
instalaron tres aparatos telefónicos que permitirían la comunicación más
fluida del Salón de Gobierno, con las oficinas de la Jefatura política y las de
la Tesorería General del Estado, era innegable las ventajas y comodidad que
implicaba en el “despacho de algunos negocios”, se visualizaba como una
pequeña mejora de grandes dimensiones45.
El 10 de febrero de 1883, Aguascalientes inauguró el primer tramo
de vía férrea que iría de los baños públicos de Los Arquitos, hasta la plaza
principal de la ciudad, como parte del proyecto que llevaría la vía hasta el río
del poniente de la ciudad, pasando por las calles del barrio de San Marcos46.
Para el 2 de noviembre de 1884, se informaba que en el mes en curso,
se comenzarían los trabajos para tener tranvías en el centro de la ciudad, se
planteaba que el recorrido iba a ser el siguiente: se partiría “de la esquina so
de la plaza de la Constitución, recorriendo las calles 1ª, 2ª y 3ª del Obrador,
1ª y 2ª de Minerva, la de la Asamblea y que terminará en la esquina so de la
plaza del Encino”47.
Por lo anterior, Aguascalientes se insertaba con los tiempos modernos,
y su capital se estaba transformando, debido a las mejoras en materia de
transporte y comunicaciones, pero también, en el embellecimiento de jardines
públicos y la construcción de fuentes con un sentido eminentemente estético.
44
Idem.
45
“Gacetilla. Comunicación telefónica”, El Republicano, 16 de julio de 1882.
46
“Gacetilla. Inauguración”, El Republicano, 18 de febrero de 1883.
47
“Tranvías de Aguascalientes, El Republicano, 2 de noviembre de 1884.
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del Estado se presenta hoy risueña. Teniendo que ser cruzada forzosamente
su capital rumbo a Zacatecas por la empresa Symon”, “esto también hará
forzosamente plaza de depósito a Aguascalientes, trayendo en consecuencia
la afluencia de personas y negocios que difundan la vida y bienestar en todos
los habitantes del Estado”, “esperamos, pues, un poco, halagados con la dulce
esperanza de ver a nuestra bella capital cruzada por la locomotora, que será
el nuncio venturoso de su felicidad permanente”48. Dichas frases son más que
elocuentes, y son un claro ejemplo del exagerado optimismo ante la llegada
del ferrocarril.
Para analizar y cerrar el contrato con la Compañía Symon, el gobierno
del Estado eligió a Ignacio T. Chávez y a Jacobo Jayme, que eran los
representantes por Aguascalientes ante el Congreso de la Unión, para que
llevaran a cabo las negociaciones con Symon, ya que eran dos políticos que
también estaban en conversaciones sobre dicho asunto con el gobierno federal49.
Para el 20 de febrero, se publicó en El Republicano, que se había celebrado
el contrato con la Compañía Symon para la construcción del ferrocarril
directo de Aguascalientes a San Luis Potosí, en la noticia se expone que la
Compañía contaba con gran capacidad económica para realizar el proyecto y,
que efectivamente sería una gran inversión, además, eran visionarios, porque
al comunicar a Aguascalientes, estaban calculando las grandes utilidades.
De este modo, no solamente el beneficio sería para Symon, sino que también
lo sería para la entidad:
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54
“Reglamento de la Ley del 25 de Marzo de 1884 sobre el tráfico y el despacho aduanal de las
mercancías que conduzcan los Ferrocarriles Internacionales de la República”, El Republicano, 27 de
julio de 1884.
55
Idem.
56
Idem.
57
Hobsbawm plantea cómo el ferrocarril fue fundamental en la etapa del capitalismo industrial,
vinculada con la industria de la extracción minera, ya que ésta era suficiente para “estimular la invención
básica que iba a transformar a las principales industrias de mercancías: el ferrocarril,… Técnicamente,
el ferrocarril es el hijo de la mina, y especialmente de las minas de carbón del norte de Inglaterra”.
Hobsbawm, Era, 2003, pp. 51-52.
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58
“Gacetilla”, El Republicano, 28 de mayo de 1882.
59
Hobsbawm, Era, 2003, p. 52.
60
Terán, “Aparador”, 2011, p. 336.
61
“Gacetilla”, El Republicano, 28 de mayo de 1882.
62
La cía. Ferrocarril Central Mexicano tenía el proyecto y los recursos para unir a la capital de la
República con su frontera con Estados Unidos. Gómez, “Desarrollo”, 1995, p. 20.
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63
Weinberg, Ciencia, 1998, p. 117.
64
“Variedades. Navegación aérea”, El Republicano, 2 de mayo de 1886.
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65
Idem.
66
Existe una fuerte tradición de ferrocarrileros en la entidad, que se consolidó en el siglo xx.
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Archivo
ahea Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes.
Hemerografía
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[Consulta: 8 de junio de 2012.]
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