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CUENTISTICA VENEZOLANA

La revisión de algunos escritores venezolanos atiende a la necesidad de entendernos y


entender a Venezuela desde su literatura. El momento histórico que vivimos amerita la
lectura y relectura de los narradores que ficcionaron la realidad del país y lo explicaron
desde la verdad de sus mentiras. La realidad venezolana queda descubierta y revelada en
la ficción narrativa. Gracias a esos dos actos de magia que quitan el velo encubridor ,
podemos apropiarnos de ella, en primera instancia. En segunda, podemos explicarla y,
sobre todo, transformarla. Solo puede cambiarse lo que se conoce; lo que se sabe cómo
es.

Por otra parte, esta mínima revisión permite rescatar valores literarios que han sido
olvidados por el tiempo, o mal entendidos por el rumbo interesado del gusto del
momento, o segregados del panteón cultural por no ceñirse a los patrones exigidos en
determinada época. Traídos y llevados, ensalzados o hundidos algunos de nuestros
mejores escritores han sufrido los avatares caprichosos de la moda, de las ideologías al
uso o de la mezquindad de su entorno.

Nos interesa, también, rendirle homenaje a nuestra tradición literaria. Venezuela es el


país del olvido fácil, rápido y puntual. Revisitar las bases de nuestra cultura, literaria en
este caso, significa reeducar la memoria para que el pasado nutra la identidad perdida y
cumpla con su misión: construirnos y reconstruirnos desde la mirada activa que hace del
pasado fuente inagotable de conocimiento. En este caso de auto-conocimiento.

CUENTISTICA LATINOAMERICANA

La cuentística actual
El cuento más allá del texto narrativo

El cuento en Latinoamérica es hijo notable de Edgar Allan Poe y heredero de Horacio


Quiroga y Julio Cortázar quienes teorizaron sobre el género en la región.

Es norma leerse el Decálogo del perfecto cuentista de Quiroga, publicado en 1925,


donde aconseja, entre otros aspectos:

"Seguir el ejemplo de Poe, Maupassant, Kipling y Chejov; tener modestia, paciencia y


resistencia".

Lo autobiográfico donde el papel de lector capaz debe evidenciarse. Ser un lector que
sume sus vivencias, sus lecturas previas, su manera de ver el mundo a través de la
historia que lee. Involucrarse con lo leído se hace vital: cultura lectora sobre ese acto
particular y único.

Leer un texto requiere demostrar competencia: es tomar acción, desarrollar la memoria,


estar concentrado, ser capaz de relacionar y asociar, dominar lo léxico y sintáctico de la
lengua

que involucra:
lo textual

lo autobiográfico

lo metaliterario

lo ideológico

Lo textual implica descifrar el código lingüístico en cuanto a palabras, signos


ortográficos, historias, secuencias, personajes, descripciones, diálogos, todo ello dentro
de un ritmo y un sentido.

Lo metaliterario se refiere a la reflexión que puede aparecer sobre la obra literaria en


una misma obra literaria. Es una suerte de muñeca matrioshka donde dentro de una
grande se encuentran guardadas otras más pequeñas. Aquel libro que refleja pinceladas
de vidas de escritores o ese que pone a un autor real como un personaje de novela.

Por su parte Cortázar afirma que la estructura del cuento debe basarse en tres elementos
fundamentales: significación, intensidad y tensión que están imbricadas y forman el
tratamiento literario del tema y la técnica para desarrollarlo, lo que da vida al oficio de
ser escritor.

Lo ideológico supone que el lector reinterprete el mundo a través del texto leído.
Confronte, acuse o redima las propuestas de la lectura.

Puede tomar distancia de los planteamientos del autor o quizá, congraciarse con sus
postulados.

Al leer un texto narrativo se dispara un proceso mental muy complejo...

EPOCA COLONIAL
LISTA DE LECTURAS
(Pulsa sobre los títulos en rojo para ir al texto indicado.)

Autoridad y gobierno
La religión
La sociedad
La jerarquía social
Los pobladores españoles
El mestizaje
Las castas mexicanas
Los esclavos
Las riquezas de la tierra

Cuando hayas terminado todas las lecturas puedes completar los ejercicios de
repaso. Hay dos:
Ejercicio 1: Fuentes de autoridad en las colonias españolas
Ejercicio 2: Sociedad colonial

AUTORIDAD Y GOBIERNO

En la época de Colón, Castilla tenía varios consejos o cuerpos de


asesores que se encargaban de asuntos determinados como los
ministerios modernos. El emperador Carlos V estableció en 1524 el
Consejo de Indias. Los miembros de este consejo eran miembros de la
aristocracia. El Consejo de Indias acumulaba información relativa al
Nuevo Mundo, decidía pleitos y quejas y evaluaba los hechos y logros
de los gobernantes americanos.

Después de la Conquista el territorio americano se extendió para incluir


los pueblos y ayuntamientos establecidos por los adelantados --
gobernadores militares designados oficialmente por la Corona. A base de estos centros de
población se crearon los virreinatos (en inglés, "viceroyalties") en la primera mitad del siglo
XVI:

 Nueva España (1535) -- México, Centroamérica, las Antillas, sur de EU


 Nueva Castilla o Virreinato del Perú (1543) - Perú

Un siglo más tarde, se crearon dos virreinatos más en Suramérica:

 Nueva Granada (1739) - Colombia, Ecuador, Venezuela, Panamá


 Río de la Plata (1776) - Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia

Para ver un mapa de los virreinatos, pulsa aquí.

Los virreinatos constituían una base para gobernar el territorio español. El poder jurídico
quedaba en manos de las Audiencias, cuerpos judiciales encabezados por oidores instruídos,
conocedores de la jurisprudencia. En contraste con el sistema norteamericano que divide el
gobierno en tres unidades -- ejecutiva, legislativa y jurídica-- el sistema iberoamericano se
caracterizaba por la fusión de autoridades. Las Audiencias eran presididas por el virrey.

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LA RELIGIÓN
La Inquisición (el Santo Oficio de la Inquisición) vino al
Nuevo Mundo poco después del establecimiento de los
primeros virreinatos:en 1570 a Nueva Castilla y en 1571 a
Nueva España. Irónicamente, la Inquisición en España
produjo una emigración de judíos al Nuevo Mundo donde
algunos después caerían víctimas de la Inquisición de
nuevo por haber conservado costumbres judaizantes. Una
vez juzgados por la Inquisición, los reos se entregaban a
las autoridades seculares. Además de los judíos y
conversos (judíos que profesaban ser cristianos), un gran
porcentaje de los acusados eran negros, mulatos y
mestizos. La Inquisición fue abolida en España en 1812 y
un año más tarde en Nueva España.

Otro aspecto del control que ejercía El Santo Oficio de la Inquisición fue la censura
de libros. Poseer un libro registrado en el Index Librorum Prohibitorum (Índice de
libros prohibidos) podía pagarse con pena de muerte. La diseminación de libros
impresos también quedaba bajo autoridad eclesiástica. Pero como muchas de las
leyes procedentes de España, la prohibición de llevar libros de caballería "se
acataba pero no se cumplía."

La imprenta vino a Nueva España en 1535. Tardó medio siglo en llegar a Lima en
1584. Al principio la imprenta servía la misión religiosa de imprimir libros para
apoyar la misión de educar a los indígenas. Se imprimían catecismos, sermones,
doctrinas cristianas y muchos glosarios de vocablos indígenas para poder
diseminar la palabra de Dios en la lengua nativa.

Irónicamente, la obra de uno de los primeros grandes autores americanos, Sor


Juana Inés de la Cruz (1648-1695), se publicó en su mayoría en España y
póstumamente. Nacida en México, hija natural de padre español --tal vez vasco--
y madre criolla, Sor Juana desarrolló muchos temas de interés americano, además
de temas religiosos y feministas.

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LA SOCIEDAD

La jerarquía social

Los españoles

Los criollos
(hijos de españoles pero nacidos en el Nuevo Mundo)
Los mestizos
(hijos de padres de distinta raza -- europea, indígena,
negra o asiática; los de piel clara tenían más
posibilidades de ascender en la sociedad)

Los esclavos Los indios

Los pobladores españoles


{El historiador Germán Arciniegas nos ofrece esta descripción de los que acompañaron a Colón y los
capitanes de las primeras expediciones a las Indias.]
Eran muchachos de farra y de bronca, como Heredia, que
después de dejar mil líos, unos cuantos muertos y perder las
narices en carrera de espadachín, se metió de contrabando en el
buque para venir a fundar Cartagena de Indias sobre las
ardientes playas del Caribe. La mayor parte apenas si tenían
apellidos de familia: se embarcaban con el nombre de
cristianos que les habían rociado en el bautisterio, y luego, para
figurar en los actos oficiales, cuando el escribano les decía: --
¿El apellido de Vuesamerced? --El que Vuesamerced quiera,
respondían. Y les daban el de su pueblo, como a Sebastián,
que salió de su tierra por haber matado de un garrotazo al
burro de su amo, y que se llamó luego, por llamarse de alguna
manera, Sebastián de Belalcázar. (Este fundó Quito.) Otros
eran bastardos, que habiendo nacido y críadose entre cerdos, pensaban: "Quizás en
América encontremos un nombre que ponga claridad al de la oscura madre que nos trajo al
mundo." Así fué Pizarro. (Éste conquistó Perú.) Otros se habían visto cercados por la
justicia, acosados por el amor, con sus familias de simples artesanos venidas a menos en
turbios pleitos. Dirían: "En Indias quizás recojamos oro y alcancemos libertad." Así
Jiménez de Quesada. (Éste conquistó Nueva Granada.) ¿A qué seguir? Digamos en pocas
palabras que la carabela que salió de Cádiz a todo viento rumbo a la aventura, traía a todos
los Pérez de España, a mozos que detrás de un gobernador afortunado y rico -- que se
quemaría en las playas del Caribe mordido por el trópico venenoso -- surgirían como héroes
sacados de la nada. Y así, pues, surgieron ellos, los Don Nadie, figurones
sobrenaturales, héroes inconmensurables, conquistadores de un mundo nuevo.

Arciniegas, Germán. Este pueblo de América. México, D.F.:


Fondo de Cultura Económica, 1945.
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El mestizaje
[En este texto el historiador argentino, Félix Luna, explica los factores contribuyentes al mestizaje en la
América española.]
La mezcla fue facilitada por la circunstancia de que la sociedad
española también estaba compuesta de cepas muy diversas y
por las características físicas de las razas enfrentadas. Los
rasgos de los aborígenes no resultaban chocantes, en general, a
los ojos de los españoles; el color de su piel no se diferenciaba
mucho del cutis aceitunado de los habitantes del sur de la
península, y tampoco diferían en estatura, más bien baja en la
mayor parte del nuevo continente. Los españoles no
encontraron en América seres humanos tan distintos y exóticos
como los que verían en África, China o el archipiélago malayo.
Más tarde, cuando los indios de las regiones más
hispanizadas fueron asimilándose a los modos de vida de los
blancos y adoptaron su indumentaria o copiaron su aspecto
personal, muchos pudieron pasar por españoles. Más aun:
algunas etnias como los mayas o los guaraní tenían facciones
que podían llegar a ser muy hermosas, y así lo reconocieron
los cronistas. Fue natural, entonces, la aproximación de los
españoles (casi siempre solteros, casi siempre jóvenes) con las
mujeres aborígenes, y esto ocurrió desde el comienzo.

... Fueron escasas las mujeres españolas que vinieron al nuevo continente durante el primer
medio siglo a partir del descubrimiento. Las uniones entre españoles e indias fueron, pues,
algo inevitable, y bien pronto generaciones de mestizos empezaron a poblar América con su
ambigua condición de hijos de conquistadores y conquistadas.

Luna, Félix. Confluencias. Buenos Aires: Editorial Sudamericana,1991.

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Las castas mexicanas


El sistema de clasificaciones raciales de la época colonial era muy complejo. Sin embargo
está bien documentado en México no sólo en textos de la época sino también por medio de
un género de pintura, los cuadros o las pinturas de castas. El cuadro arriba de Ignacio
María Barreda (1777) es un ejemplo típico. Identificarse con una casta ejercía mucho
control sobre la vida de uno -- el oficio que podía ejercer un hombre, con quién se podía
casar, dónde podía vivir.

Para más información y para ver otros ejemplos de este género, pulsa aquí.

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Los esclavos
La existencia en España de una antigua legislación esclavista en las leyes de las "Siete
Partidas" ofreció la base jurídica para que la Corona se reservara la exclusividad en el
tráfico de negros y justificara luego la concesión a particulares, bajo ciertas condiciones, de
la explotación de ese verdadero "estanco real". Equiparados a la sal, los naipes o el tabaco,
los negros fueron un negocio del rey, y únicamente recordándolo bajo este aspecto se
comprenderá el funcionamiento de los "asientos" y se explicará la existencia de ciertas
leyes, licencias y prohibiciones.

... El "asiento" octavo nos permite apreciar una distribución geográfica de "la trata" y
valorar su importancia. Sobre 4.000 negros anuales, se encaminaban 2.000 a la feria de
Portobelo y se permitía introducir directamente a Panamá y el Perú los sobrantes que
restaran de la venta realizada allí; la otra mitad se repartía: Cartagena 700, para Veracruz y
Honduras, Campeche y La Habana otros 7000 y los 600 restantes se desparramaban en
Puerto Rico [y otras islas del Caribe].

Algo más de tres millones de esclavos en un período de284 años [desde 1503 hasta 1787],
sobre un total general para toda América que seguramente sobrepasa los veinte millones,
demuestra que menos del 16% de los africanos "rescatados por la trata" tuvieron entrada en
las colonias españolas, mientra el 84% restante debió dividirse en un 34% para Brasil y un
50% para las colonias sajonas, holandesas y francesas. Teniendo en cuenta esta apreciable
diferencia de porcentajes y, además, que en la América española el negro tuvo una
dispersión geográfica notariamente mayor que en el resto del continente, podemos concluir
con certeza que la asimilación o integración del negro en las colonias de España no
obedeció solamente a la lenidad partriarcal de las Leyes de Indias y a la existencia anterior
de la legislación de las "Siete Partidas", sino también y muy especialmente a otros factores
de índole comercial y geográfica y a la política que se practicó.

Vedoya, Juan. La expoliación de América . Buenos Aires:


Ediciones La Bastilla, 1973.

Para leer más acerca de los esclavos negros en América Española, pulsa aquí.

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LAS RIQUEZAS DE LA TIERRA

La epopeya de los españoles y los portugueses en América combinó la propagación de la fé


cristiana con la usurpación y el saqueo de las riquezas nativas. El poder europeo se extendía
para abrazar el mundo. Las tierras vírgenes, densas de selvas y de peligros, encendían la
codicia de los capitanes, los hidalgos caballeros y los soldados en harapos lanzados a la
conquista de los espectaculares botines de guerra: creían en la gloria, «el sol de los
muertos», y en la audacia ...

Nació el mito de Eldorado, el monarca bañado en oro que los indígenas inventaron para
alejar a los intrusos: desde Gonzalo Pizarro hasta Walter Raleigh, muchos lo persiguieron
en vano por las selvas y las aguas del Amazonas y el Orinoco. El espejismo del «cerro que
manaba plata» se hizo realidad en 1545, con el descubrimiento de Potosí, pero antes habían
muerto, vencidos por el hambre y por la enfermedad o atravesados a flechazos por los
indígenas, muchos de los expedicionarios que intentaron infructuosamente, dar alcance al
manantial de la plata remontado el río Paraná.
Había sí, oro y plata en grandes cantidades, acumuladosen la meseta de México y en el
altiplanto andino. Hernán Cortés reveló para España, en 1519, la fabulosa magnitud del
tesoro azteca de Moctezuma, y quince años después llegó a Sevilla el gigantesco rescate, un
aposento lleno de oro y dos de plata, que Francisco Pizarro hizo pagar al inca Atahualpa
antes de estrangularlo. Años antes, con el oro arrancado de las Antillas había pagado la
Corona los servicios de los marinos que habían acompañado a Colón en su primer
viaje. Finalmente, la población de las islas del Caribe dejó de pagar tributos, porque
desapareció...

La búsqueda del oro y de la plata fue, sin duda, el motor central de la conquista. Pero en su
segundo viaje, Cristóbal Colón trajo las primeras raíces de caña de azúcar cultivado en estas
tierras. Se alzaron los cañaverales en el litoral húmedo y caliente del nordeste de Brasil y,
posteriormente, también las islas del Caribe -- Barbados, Jamaica, Haití y la
Dominicana,Guadalupe, Cuba, Puerto Rico -- y Veracruz y la costa peruana resultaron
sucesivos escenarios propicios para la explotación, en gran escala,del «oro
blanco». Inmensas legiones de esclavos vinieron de Africa para proporcionar, al rey azúcar,
la fuerza del trabajo numerosa y gratuita que exigía: combustible humano para
quemar. Las tierras fueron devastadas por esta planta egoísta que invadió el Nuevo Mundo
arrasando los bosques, malgastando la fertilidad natural y extinguiendo el humus acumulado
por los suelos.

Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de América Latina.


México, D.F.: Siglo Veintiuno Editores, 1971.

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