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Palabras clave: Capitalismo financiero, globalización planetaria de los mercados, ciudad global,
ciudad región global, micro y macroeconomía, ciudad aglomerada, transformación.
2. Abstract
The natural consequence of the mutation of the capitalist industrial and commercial system, in the
model of macro-technological financial capitalism, is the planetary globalization of the real or
virtual goods and services markets, in addition to the adoption of all money configurations, in
paper currency, gold, transactional, plastic, virtual, cryptocurrencies and more to come, with real-
time trading over the virtual network and with planetary ubiquitous power, the use of multimodal
logistics systems with real-time geo-referenced traceability, ICT as a support for transactional
social networks, the exponential development of science, technology and applied research, and
thereby the equivalent growth of intellectual property rights and patents on everything
marketable, i.e. this is an irreversible mega trend, with the generic designation of planetary
globalization of markets. Latin America's clustered cities are the most credible, real and close hope
to lead these countries to be an active part of the globalization of markets, with the potential for
them to be generators of wealth and economic growth with social equity; to do this many must be
transformed into global cities and a few in global region cities, with new business profiles,
empowerment of their innovative governance models, with legal basis of authority on the real
micro and macroeconomic and with mission purposes focused on the economic, and social
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development of the country as its essential focus and articulated in networks of cities in the region
and of planetary reach.
3. Introducción
El problema presente básico de los países de Latinoamérica, es como descifrar las
ecuaciones que conlleven a lograr los estándares para ascender al estado de países
económica y socialmente desarrollados, tomando en consideración sus propias realidades,
sus propios mercados y sus entornos internacionales globalizados, las relaciones de
mercados polivalentes virtualizados en redes y en toda clase de transacciones mediante
las TIC, la existencia de conglomerados empresariales o de empresas privadas
multinacionales de gigantescos capitales superiores ellos a los de muchos países del
mundo, el cambio climático global y las dinámicas competitivas de muchas naciones de
otras latitudes, que evolucionan, crecen, acumula riqueza y se expanden más rápido que
la región de América Latina y, con ello se amplía la brecha.
El eje central del desarrollo integral de las naciones, es el desempeño de su economía y la
forma como este se refleja en la calidad de vida social; dinámica económica que con sus
propios actores nacionales debe ser generadora de riqueza y acumulación de capitales en
consecuencia de sus logros en los mercados internacionales con sus ofertas exportables y
de la capacidad de las naciones de atraer y captar inversiones extranjeras para la
ejecución de proyectos sostenibles que creen valores agregados, de mediano y largo
plazo, es decir lo contrario a los capitales golondrina y a los proyectos de explotación
primaria de materias primas. El devenir económico de cada país depende de la forma
inteligente como resuelva el sistema complejo de las ecuaciones simultaneas de: i) su
microeconomía, ii) su planeación macroeconómica, iii) de las fuerzas y corrientes de las
economías internacionales del mercado capitalista en las que participa, iv) de su
gobernanza y v) de los modelos estratégicos y políticos del desarrollo adoptados.
Esas ecuaciones de la economía para el desarrollo tienen componentes exógenos, siendo
los principales: i) el mercado propio globalizado mediante la suscripción entre países de
tratados o acuerdos comerciales, operando sobre plataformas tecnológicas y de logística
complejas y; ii) las reglas de juego multilaterales del sistema capitalista planetario y, de
otra parte los endógenos que, para Latinoamérica, además pasan por: i) la organización
geopolítica del estado, sus territorios y sus entes territoriales descentralizados y
empoderados o no; ii) la organización del estado y el grado de efectividad y transparencia
de la gobernanza en sus niveles y sus ramas del poder público; iii) el desempeño
productivo y competitivo del empresariado privado; iv) las alianzas público privadas para
la inversión y la gestión-acción; v) la inclusión de la población en relación con el espacio y
el territorio y los procesos de formación y consolidación democrática; vi) el desarrollo
humano integral para la prosperidad económica con calidad de vida, sin miseria ni
pobreza; vii) la gestión estratégica para bienestar y el desarrollo de las ciudades,
poblaciones y sus regiones; viii) las acciones de preservación y sostenibles del medio
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4. Metodología
Al decir de la escuela filosófica del Pragmatismo que fuera creada en los Estados Unidos en
el siglo XIX por Charles Sanders Peirce, John Dewey y William James, basa el centro focal de
su concepto filosófico, en que sólo es verdadero aquello que funciona, enfocándose así en
el mundo real objetivo, que es nuestro caso, porque el pragmatismo hace énfasis en los
hechos, como forma contundente de caracterizar la verdad o el significado de lo que es, el
pragmatismo es la forma de pensar y de reconocer las verdades contraria al intelectualismo,
a la mirada exclusivamente conceptual, ideológica y teórica de los fenómenos que
constituyen las realidades y de las dinámicas de cualquier clase, que es el caso que nos
ocupa las Ciudades Globales Región Latinoamericanas.
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De otra parte, resultó necesario, adoptar también un sistema filosófico que esté basado en
el método experimental y que se caracterice por rechazar las creencias universales y las
nociones a priori, que a riesgo nos podrían llevar a la flacidez científica de exponernos a
afirmar verdades desde el fundamentalismo, por consiguiente también se tuvo como
instrumento el método filosófico de la investigación científica, denominado el Positivismo,
de Augusto Comte, Henri de Saint-Simon y John Stuart Mill, que además reconoce y se
respalda en las teorías de la aplicación del método científico, porque la investigación hecha,
llevó a la estructuración práctica y positiva de la viabilidad sobre la prosperidad y desarrollo
económico-social de la ciudad global región, lo que tiene como elementos focales variables
reales de naturaleza económica, social, humana, ambiental y del territorio.
La integralidad con que fue tratado el objeto del estudio investigativo, declara que el criterio
incluyente, sin que haya lugar a qué grupos humanos o elementos físicos, naturales,
económicos, sociales o culturales del territorio por ningún motivo o razón, pudieran ser
excluidos de ser considerados como parte fundamental, de lo que al final podrá terminar
creando una gran integración en el modelo que se propone como ciudad región global para
América Latina.
5. Resultados
Los Planificadores del desarrollo económico y social a nivel mundial, desde los grandes
grupos de países influyentes o desde el Banco Mundial, el BID, la CAF, en todos sus
esfuerzos procuran que esta simbiosis se mantenga en armonía, no se rompa, es decir que
el desarrollo económico conlleve inequívocamente el desarrollo social con equidad,
medible por los indicadores de la calidad de vida que se alcancen en las poblaciones,
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pareciendo ser que el desarrollo social es subsidiario del económico y lo es, pero siempre
debe estar presente en proporciones evidentes. Cuando se rompe ese equilibrio, se
generan las explosiones sociales de inconformidad y descontento, que pueden llevar a
actos masivos impredecibles, como parece estar ocurriendo en varias naciones
Latinoamericanas, todo aún más soberbio si la prosperidad económica se ha mancillado
con actos de corrupción de parte de los gobernantes.
La viabilidad social y económica de las ciudades región globales latinoamericanas a partir
de las actuales ciudades distrito o metropolitanas, significa un opción real, con muchos
acumulados y caminos recorridos, disímiles, pero posibles, para transformar sus propias
realidades pasivas e inermes, en activas-reactivas, estratégicas, dinámicas, flexibles, frente
a los retos y oportunidades que se les ofrecen con la globalización de los mercados,
comenzando con los de sus propios patios; convirtiéndose en actores reales, con opciones
de ganar y acumular riqueza, dentro de las reglas de la nueva economía capitalista
financiera de plataforma tecnológica, cada vez más incisiva, penetrante, arrolladora, pero
posible para quienes se atreven a descifrarla y a jugar con todo su poderío, especialmente
el know How.
La transformación de ciudades aglomeradas a ciudades claramente región globales o
simplemente ciudades globales, demanda adoptar novedosos modelos de gestión de
ciudad y formatos de gobernanza empoderados desde la institucionalidad y la legalidad,
focalizadas en el desarrollo económico y social, con planeación estratégica hacia la
internacionalización y sus fuerzas endógenas en la iniciativa empresarial privada, la
ciencia, la tecnología para el emprendimiento y la innovación, la creación de las
plataformas de lanzamiento de todas sus ofertas exportables y de aterrizaje de los
capitales de inversión privada extranjeros en proyectos de valor agregado. Este es un reto
gigantesco a los líderes políticos de los países, que hacen las leyes y que los gobiernan con
pensamiento estratégico concertado con sus fuerzas sociales vivas, o lo hacen con
mentalidad de corto plazo y focalizados en la solución de los conflictos internos. En
definitiva, es todo un reto y un proceso de aprendizaje para jugar bien en la mesa
planetaria de la nueva globalización de los mercados hacia donde ha mutado el sistema
capitalista transformándose a su vez en financiero, edificado en la logística, los servicios,
el Know How y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, muy
parecido al juego del póker, en el cual los jugadores acumulan riqueza que la ganan en las
partidas, en las cual son otros jugadores los que las pierden, el juego es ganar o perder y el
propósito es la acumulación de la riqueza financiera país o simplemente perderla,
incluidos sus capitales, es decir sus riquezas naturales.
Valga decir que, acompañando las dinámicas de los cambios del sistema capitalista
financiero, a ritmos y por métodos distintos, se van produciendo fenómenos de
globalización social, que viajan a la velocidad de las tecnologías de las comunicaciones y
que hacen de la información su elemento para abandonar las pasadas reacciones
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individuales, lentas, aisladas, precarias, por veloces reacciones colectivas, para bien o para
mal, ha nacido en consecuencia de la globalización social los colectivos que operan en las
redes sociales TIC, que se amalgaman virtualmente y son capaces de generar hechos aún
inéditos, que pueden ir desde la protesta callejera, hasta el bloqueo en la decisión de
compra de productos que paralicen empresas ofensivas, o el acompañamiento a
propuestas con solidaridades inesperadas e impactantes, sobre todos los temas que
tengan esa etiqueta, ser social.
6. Discusión
Se hizo, a modo de una mirada de análisis crítico, al estado del arte de la investigación
científica sobre las ciudades región globales, con ello una revisión de los avances
científicos de los investigadores sobre el tema y encontramos diferentes ángulos de
reflexión, que nos permiten identificar la frontera de ese conocimiento sistémico
aportado, sobre el cual este trabajo propone contribuciones construyendo pensamiento y
conocimiento pertinente.
Necesario es marcar desde la epistemología el propósito de este trabajo investigativo,
hecho con la intención de aportar al análisis y la crítica analítica en la búsqueda de las
verdades científicas que sustentan, lo que son y podrán ser los proyectos macro de
asentamientos humanos en permanente expansión denominadas las ciudades
Latinoamericanas, con opción de transformarse en ciudades región globales, para
responder a los retos y oportunidades de los entornos económicos planetarios, que se ha
dado por denominar globalización. Coincidimos con los publicado por Cuervo González,
Luis Mauricio, (CEPAL, 2017, 41) “Fundamentos epistemológicos. Entendemos el propósito
básico de la ciencia como búsqueda de una verdad, no única, universal ni definitiva;
siempre incompleta y en permanente proceso de prueba. Esa búsqueda posee un lenguaje
propio y utiliza un procedimiento de objetivación, que hacen posible el ejercicio de la
crítica, del debate, de la reformulación, e incluso de la destrucción de las ideas sin
ocasionar daño sobre la persona humana (Popper, 1995: 17, 22, 23, 104). La ciencia es, por
tanto, búsqueda de la verdad, no de seguridad (Popper, 1995: 99-100). Significa aceptar y
convivir en medio de la incertidumbre, del permanente cambio y de la vida en una
comunidad agitada por la insatisfacción y alimentada por la crítica permanente. Rechazar
el dogmatismo, entendido como la aceptación de una única verdad, y ejercer la crítica,
con la incertidumbre y la incompletitud como sensaciones permanentes, es para algunos
tan insoportable que les incentiva a buscar seguridad a través del mito (completitud) y del
dogma (seguridad)”.
La incertidumbre de mediano y largo plazo es muy alta en América Latina en relación con
el propósito del logro de múltiples indicadores del desarrollo, incluidos los de la calidad de
vida de sus pobladores, la acumulación de capital financiero y del desarrollo humano, lo
cual hace necesario reinventar casi todos los modelos que fueron aplicados en el pasado y
que no pueden ser replicados por obsolescencia, porque interpretan realidades nacionales
y del entorno global cerrado y proteccionista del comercio, que ya no existen, fueron
reemplazados por otros modelo con sus lógicas planetarias más dinámicas, flexibles, de
alta penetración a los mercados locales y agresivas; ya lo preveía Koolhas, Mau (1995,
961) al manifestar que " no se trata de continuar obsesionados con las formas
urbanas (…), estábamos construyendo castillos de arena, ahora nadamos en el mar que
los destruye."
Desde otro foco de la visón, la articulación de las corrientes económicas globales y las
propias locales dentro de los Estados nacionales Latinoamericanos, es otro factor de
inmensa debilidad generador de desequilibrios y asimetrías imposibles de resolver, con
los modelos de gobernanza endógena que se utiliza actualmente, porque obliga a
transitar el camino de repitencia de modelos obsoletos enquistados en la administración
pública del pasado, por los que transita la subregión Latinoamericana, que al decir de
Quintero Arias, Otto Francisco, (2009, 21), “la posibilidad de articularse a los mercados
globalizados se encuentra estrechamente relacionada con las condiciones que cada
nación y cada una de sus regiones y subregiones poseen para efectuar de manera efectiva
dicha articulación. Condiciones que abarcan aspectos de infraestructura física, capacidad
del recurso humano, capacidad institucional y capacidad empresarial instalada, entre
muchos otros aspectos. De tal manera que solo aquellas regiones que contaban de
antemano con una base con alguna estructuración en los aspectos señalados son las que
han podido beneficiarse de las posibilidades que brinda la globalización. El resto, que son
la gran mayoría en el mundo, se encuentran cada vez más lejos de lograr las bases
necesarias para obtener beneficios en la relación global – local y solo han podido
desempeñar papeles secundarios y menores dentro de los diferentes procesos inducidos
por la nueva condición mundial”.
preestablecida casi que natural dentro de la existencia social y política de los estados que
no admite otras fórmulas de construcción social como estrategias históricamente
determinadas, con una visión Newtoniana, estática e inmodificable que restringe
seriamente la comprensión de los procesos sociales de base, implícitos en el
ordenamiento y uso del territorio… el ordenamiento territorial debe ser entendido como
un ordenamiento social en donde lo que se busca es también la humanización de las
relaciones entre las personas y entre estas y su espacio"
Ahora bien, desde la visión de la estrategia regional para el desarrollo, no se puede seguir
soslayando la mirada profunda del significado de las urbes metropolitanas en América
Latina, siendo necesario repensar sus propósitos misionales, ya no desde la solución de
los problemas intrínsecos exclusivamente, propios de la aglomeración de viviendas,
empresas, espacios públicos, servicios públicos, infraestructuras, sino desde la viabilidad
de la urbe metropolitana al largo plazo en un entorno de modelo capitalista globalizado
de base predominantemente financiera, dentro del cual hay que jugar bien con mucho
riesgo, para acumular riqueza, generar corrientes de capitales financieros, construir
muchas oportunidades de trabajo y empleo de calidad perdurable, apalancar el
crecimiento económico-país, resolver los problemas de la pobreza interna y la
distribución equitativa de la riqueza generada y promover el desarrollo con sostenibilidad
ambiental, respecto de lo cual, ha publicado como su contribución al debate la CEPAL,
Cuervo Luis Mauricio, Délano, María del Pilar, (Planificación, multiescalar regional y local
Volumen 1, 2019), definiendo tres objetivos estratégicos: “La actualización de la
Estrategia Regional de Desarrollo que en especial (…) se hace cargo de las problemáticas
de ciudades, en sus tres objetivos: Objetivo Estratégico 1: “Gobernanza Metropolitana”, en
el Objetivo Estratégico 2: “Calidad de vida de ciudades” y Objetivo Estratégico 3:
“Competitividad en ciudades”.
reflexiones realizadas por Peter Hall en los años sesentas y retomado por Allen Scott
(2001), Jhon Friedman (1982) y Saskia Sassen (1991), entre otros, durante las siguientes
décadas”. Proponiendo de su parte una contextualización conceptual, al declarar que
Otto Francisco, Quintero (2009, 40): “La “ciudad-región” se refiere a territorios extendidos
en los cuales es posible identificar vínculos cercanos relacionados con su actividad
económica, su perfil histórico-cultural y sus condiciones físico-ambientales, y en donde
dichos vínculos se vienen convirtiendo en fuerzas socio políticas que rompen con las
delimitaciones administrativas vigentes”.
Otras consideraciones identifican de que forma una ciudad aglomerada, con una
configuración heterogénea, que mezcla el uso del territorio entre aplicaciones para la
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Otro elemento de la reflexión hace con la diferencia entre el perfil de una ciudad global y
el de una ciudad región global, como es el caso que nos ocupa. Siendo en especial la
diferencia la expansión del territorio vinculado y los aportes que, al proyecto de la
globalización, puedan hacer las ciudades que se asocian en la región para acumular
fortalezas para el aprovechamiento de las oportunidades de los mercados globalizados.
Las poblaciones que se integran a la región de la ciudad global tienen así la oportunidad
de beneficiarse de las dinámicas de mercado hacia la exportación de sus productos, que
difícilmente podrías aspirar a hacerlo solas. Al decir de (Sassen, 1991) “es importante
diferenciar entre ciudad global y ciudad región global, la primera es una categoría en la
que se produce una división especializada de actividades en los distintos núcleos urbanos
que conforman una red urbana mientras que la logística operativa se maneja desde una
gran unidad central. En la segunda se encuentra una diversificación económica mayor en
una serie de núcleos urbanos dispersos sobre un territorio en donde tiene lugar una mayor
convivencia de sectores medios con un patrón de distribución espacial de actividades y de
oportunidades menos excluyentes que los del primer tipo.
Durante la década los años 70 del siglo XX las industrias de los países desarrollados
entraron en crisis en consecuencia del advenimiento de los países del sudeste asiático con
Japón como líder en el logro de niveles sorprendentes de producción de alta calidad,
excelentes diseños funcionales y bajos costos, lo cual hacía que sus productos fuesen
invencibles por sus precios y preferencias en los mercados de occidente, lo que llevó al
incremento del desempleo industrial, a la amenaza de quiebra de la industria
automovilística y otras tantas en Estados Unidos y a las acciones de salvamento del
gobierno, aportando capitales de riesgo a largo plazo y altos subsidios, para financiar las
estrategias de reconversión industrial y tecnológico, porque se evidenció un rezago del
conocimiento científico y tecnológico con respecto a las industrias asiáticas emergentes,
proceso que duró en madurar y cumplirse las siguientes tres décadas. Esta crisis movió a
las inteligencias científicas de la economía y la gestión empresarial, a investigar las causas
de la ruptura económica de occidente y sus soluciones. En especial los hallazgos de
Michael Porter desde el desempeño de la microeconomía productiva industrial y sus
efectos en el desempeño macroeconómico, al decir de Cuervo González, Luis Mauricio,
(CEPAL, 2017, 22) “Esta búsqueda dio lugar a una muy interesante renovación de la teoría
microeconómica, desbordando los estrechos límites de la firma y abriendo su mirada hacia
el papel de las redes empresariales que dan sustento a su actividad. Surgió así la teoría
(micro-meso económica) de la competitividad como una explicación comprensiva e
integral del desempeño de las firmas (Porter, 1987). Estas teorías tuvieron tanta
resonancia y aceptación que fueron solicitadas como explicaciones del desempeño
económico nacional y subnacional (Porter, 1991), dando así lugar a la aparición de las
teorías de la competitividad nacional y territorial (tanto regional como urbana)”.
de lograr mayor valor de los resultados alcanzados con el costo igual de los recursos
utilizados, es decir hacer más con lo mismo y los japoneses la definen con el uso de
menores recursos para producirlos, es decir hacer más con menos, es una diferencia
conceptual sustantiva, lo cual lleva a un modelo de altísima productividad y un máximo
potencial de competitividad. La fórmula clásica para calcular el crecimiento económico
mediante PIB ha tenido que ser adaptada, para incluir el impacto funcional de este
concepto de la productividad, ajuste que aún muchos países Latinoamericanos no toman
en consideración para calcular adecuadamente su PIB, tal como bien refiere Mariana,
Galindo y Viridiana Ríos (México, ¿cómo vamos? productividad. 2015, 2) citando a Huntel
(2000) y a Jones (2015) “La productividad es una medida de qué tan eficientemente
utilizamos nuestro trabajo y nuestro capital para producir valor económico. Una alta
productividad implica que se logra producir mucho valor económico con poco trabajo o
poco capital. Un aumento en productividad implica que se puede producir más con lo
mismo (…) En términos económicos, la productividad es todo crecimiento en producción
que no se explica por aumentos en trabajo, capital o en cualquier otro insumo intermedio
utilizado para producir. Esto se puede expresar algebraicamente como: PIB =
Productividad * f (capital, trabajo), donde el Producto Interno Bruto (PIB) es una función f
del capital y trabajo, y de la productividad. Así, la productividad (también llamada
Productividad Total de los Factores, (PTF) es el crecimiento del PIB que no se explica por los
niveles de trabajo y capital (Hulten, 2000). La PTF incluye factores amplios que van desde
el acervo de conocimientos existentes en una economía, hasta la eficiencia con la que los
recursos son asignados en una sociedad (Jones, 2015). Ahora bien, no debemos confundir
la PTF con la productividad laboral. La productividad laboral es una medida mucho menos
amplia que solo mide qué tanto se logra producir por hora trabajada”.
Tomando como eje matricial la estructura del capitalismo financiero globalizado, el Foro
Económico Mundial evolucionó hasta hacer, en estos tiempos, inseparable en sus modelos
conceptuales, el desarrollo económico con la competitividad en los mercados, lo cual ha
supuesto que los países y sus regiones endógenas, están en el ojo del huracán, obligados a
generar bienestar, prosperidad y calidad de vida en su población y la óptima relación
productividad-competitividad de sus ofertas exportables, sin lo cual no es posible alcanzar
el status de actores reales en los mercados globalizados en que participen. Ayuda en esta
comprensión las afirmaciones de Cuervo González, Luis Mauricio, (CEPAL, 2017,23) “La
versión más representativa y acabada de la teoría de la competitividad es la elaborada por
el Foro Económico Mundial (FEM) que publica cada año un reporte global de
competitividad tomando las naciones como unidad de medición y análisis. Su principal
resultado es un índice de competitividad nacional, construido con los aportes de
prominentes economistas contemporáneos tales como Michael Porter, Jeffrey Sachs y
Xavier Sala-i-Martín. En su presentación de las novedades introducidas al índice a finales
de la primera década del siglo XXI, se aclara que: “el nuevo Índice General de
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La migración explosiva de las zonas rurales a las poblaciones y ciudades, ocurrida a partir del
inicio de la segunda mitad del siglo XX en los países Latinoamericanos, entre muchas causales
destaca la búsqueda de oportunidades de mejorar la calidad de vida y la seguridad,
especialmente para las nuevas generaciones, lo cual se acompañó y se sigue acompañando
con la transformación de los paradigmas del pensamiento científico y tecnológico
dominantes desde las ciencias aplicadas, el advenimiento de las tecnologías de las
información y las comunicaciones, la electrónica y microelectrónica, la robótica, el software y
la virtualidad multimedial, la nanotecnología, la biotecnología, la inteligencia artificial, las
redes comunicacionales, todas fuerzas irreversibles e impensadas por la especie humana
posterior a la revolución industrial del siglo IXX, que junto a los procesos de formación de la
cultura democrática, legitimó los estados y sus instituciones político-administrativas de la
gobernanza, afianzó las economías de mercado de libre concurrencia y con ello dinamizó el
modelo capitalista financiero global en estos países. En los términos de los hallazgos de
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pasando de ser ciudades industriales a espacios urbanos de servicio. Por otro lado, los
mega centros urbanos están llegando a un umbral de agotamiento de los beneficios que
acarrea la densidad y concentración urbana y se perciben importantes deseconomías de
escala. Al mismo tiempo, se destacan nuevas ciudades emergentes caracterizadas como
ciudades intermedias que están aportando velozmente al crecimiento de los países”.
La regla de juego macro del Sistema capitalista en transformación mutante permanente,
al que se ha denominado capitalismo financiero globalizado por el hecho que, a través de
los tratados multilaterales del comercio mundial, incluida la Organización Mundial del
Comercio OMC, el proteccionismo arancelario parece ceder definitivamente su
preeminencia a la generación de corrientes de gran tamaño y velocidad del consumismo
en los mercados unificados, con lo cual la rotación de las mercancías y con ello el dinero,
se convierte en la fuente de la acumulación de la riqueza financiera, en este modelo
agresivo del capitalismo salvaje. Entonces las ciudades se ven empujadas a participar de
esas dinámicas, o bien ya están globalizadas, o en proceso de hacerlo o simplemente se
abandonan a su suerte. Resulta aún pertinente la reflexión de Sassen, Saskia, (2007) “es
posible, analíticamente, identificar una dinámica distinta en curso en estos dos muy
diversos componentes: ciudades en proceso de globalización y regiones urbanas. Esta
dinámica es la interacción entre la dispersión geográfica y nuevos tipos de economías de
aglomeración. La especificación de un marco analítico común para estas dos muy diversas
formas espaciales deberían permitirnos desarrollar una aproximación más aguda sobre las
políticas y, en segundo lugar, establecer el poder de negociación actual de los actores
urbano/regionales, así como nuevos tipos de actores inter-gubernamentales”.
la producción, con los cuales articular sus ofertas exportables a los mercados
planetarios. Recogemos las reflexiones de Sassen, Saskia, (2007) “El concepto de la
ciudad global introduce un énfasis mucho más fuerte en componentes estratégicos
de la economía global, típicamente sujetos a economías de aglomeración extremas
en los niveles más altos de las funciones de gestión y servicios corporativos
especializados; esto a su vez puede conducir a formas extremas de poder y
desigualdades en la ciudad global. (…) puede decirse que el concepto de ciudad
región global nos permite ver las posibilidades de un tipo de crecimiento más
distribuido, una extensión más amplia de los beneficios asociados con el crecimiento
económico, incluyendo el crecimiento resultante de la globalización. (…) ambos
conceptos tienen un problema de límites de a lo menos dos tipos, el límite de la
escala territorial como tal y el límite de la extensión de la globalización en la
estructura organizacional de las industrias, órdenes institucionales, lugares y así
sucesivamente.”.
Proponer una definición de ciudad región, que involucra la expansión del lindero
construido de las ciudades globales o en proceso de globalización, además de
propósitos misionales en términos del desarrollo económico-social, humano,
cultural y ambiental sostenibles para la calidad de vida, a partir de sus propias
capacidades y potencialidades de generar ofertas de mercados globales, que se
integra en lo nacional y planetario y que es capaz de crear y acumular riqueza
financiera, es una aproximación de contenido endógeno y exógeno, que se
complementa con lo expuesto por Sergio Boisier Etcheverry (2006, 9) “Con no poca
pretensión podría ensayarse una conceptualización –en la que el nombre sea la cosa
nombrada– como la siguiente: ciudad–región es un territorio que contiene en sí
mismo, en forma real o latente, el conjunto de subsistemas de cuya articulación y
direccionamiento (sinapsis y sinergia) surge una complejidad evolutiva capaz de
generar tanto crecimiento económico como desarrollo societal y que tiene un lugar
central que funciona como una ciudad–global de primera clase, que articula un
sistema de ciudades secundarias y que actúa como nodo emisor y receptor de
procesos de intercambio entre la región y el mundo. Esta propuesta recoge
elementos de John Friedmann, de Saskia Sassen, de Rosabeth Moss Kanter, de Sergio
Boisier, de Juan R. Cuadrado y de otros autores, como Antonio Vázquez–Barquero en
relación a la endogeneidad implícita en este enfoque o como Mario Bunge desde el
punto de vista de la teoría de sistemas”.
participar de las reglas de juego del capitalismo globalizado, lo cual demanda un saber
hacer y un saber ser a ese nivel. Valga traer las reflexiones al respecto de Sassen, Saskia,
(2007) “Las economías de aglomeración deben ser distinguidas de las familiares
economías de urbanización. Ellas implican interacciones complejas de diversos
componentes, no simplemente, por ejemplo, más personas usando una línea de metro y
las economías de escala que esto permite.(…) Estos tipos de economías de aglomeración
están hoy distribuidos a lo largo de diversos espacios económicos y escalas geográficas:
distritos centrales de negocios, parques de oficinas, parques científicos, las eficiencias en
transporte y vivienda derivadas de grandes (pero no demasiado grandes) cinturones de
conmutación, distritos de manufacturas de bajo costo (hoy a menudo en el exterior)
destinos turísticos, ramas especializadas de la agricultura, tales como la horticultura o la
comida cultivada orgánicamente, y los complejos evidentes en las ciudades globales”.
El elemento esencial del capitalismo financiero que globaliza los mercados y genera
toda clase de corrientes de las transacciones económicas, es el dinero, el cual ya no
es solo papel moneda en físico a la mano, sin respaldo en oro en los bancos
centrales de los respectivos países giradores, sino que también se transmuta en
documentos de pago, dinero electrónico e incluso en dinero virtual bitcoin o sus
equivalentes instrumentos de pago. El desarrollo de las plataformas tecnológicas y
sus propias redes virtuales seguras ante los hackers, sobre y a través de las cuales
puede viajar el dinero para cerrar toda clase de transacciones globalizadas, es el
gran ingenio de la globalización económica capitalista, sin la cual no sería de ninguna
forma posible y en consecuencia las empresas dedicadas a prestar esos servicios
financieros, es decir los bancos y sus redes planetarias, son la nervadura esencial del
sistema globalizado. Al respecto de las redes las apreciaciones de Sassen, Saskia,
(2007) “Redes particulares conectan grupos particulares de ciudades. Esto nos
permite recuperar detalles sobre los diversos roles de las ciudades en la economía
global. La formación de geografías inter-ciudades está contribuyendo a las
infraestructuras socio-técnicas para una nueva economía política global, nuevos
espacios culturales, y nuevos tipos de redes sociales. (…) Las finanzas globales y los
servicios especializados líderes, que proveen a las firmas y mercados globales –
legales, contabilidad, calificadoras de riesgo, telecomunicaciones; constituyen
circuitos trans-fronterizos incrustados en redes de ciudades, cada una posiblemente
una parte de un país diferente. Es un sistema global de facto, centrado en algo más
que competencia y competitividad”.
Desde las Naciones Unidas en su programa mundial Hábitat, se han hecho varias
resoluciones de sus Asambleas General, entre las que destacan declaraciones fundamentales
que reconocen la fuerza irrefutable, mas no aún con el poder de generar acciones
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estratégicas concertadas de las orbitas nacionales en los países de América Latina, que
descansa con mayor peso en las ciudades, pero en contraste no se logran indicadores
satisfactorios en los avances para eliminar la pobreza, la desigualdad y la exclusión
económica y social y la segregación espacial en prácticamente todos los países de América
Latina; “se ha afirmado que el siglo XXI no será dominado por países, sino por ciudades, y
esto es el resultado de su relevancia económica, predominancia numérica en términos de
población, pero también por su diversidad y ventajas en el contexto del aprendizaje, el
conocimiento y la innovación” (ONU-Hábitat, 2013). “la 25a Sesión del Consejo de
Administración de ONU-Hábitat (abril 2015), hizo hincapié en la contribución potencial de
la urbanización al desarrollo sostenible de los países, bajo las condiciones de estar bien
planificada, de considerar las relaciones y la continuidad entre áreas rurales y urbanas, y,
de favorecer un marco de referencia para orientar las decisiones hacia ciudades y
territorios más conectados, integrados y compactos (líneas directrices internacionales
sobre planificación urbana y territorial). La importancia del papel de los gobiernos sub-
nacionales ha sido subrayada por el Consejo”. “Diversas organizaciones, tales como UN-
Hábitat, CEPAL, OECD, CAF, Banco Mundial y BID, han resaltado la necesidad de hacer una
transición hacia una nueva forma de entender y gestionar las ciudades y los territorios”.
Desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos en
Vancouver (Canadá) en 1976 y en Estambul (Turquía) en 1996, y la aprobación de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2000, hemos constatado mejoras en la calidad de
vida de millones de habitantes de las zonas urbanas, entre ellos los habitantes de los
barrios marginales y los asentamientos informales. No obstante, la persistencia de
múltiples formas de pobreza, las desigualdades crecientes y la degradación ambiental
siguen siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo sostenible en todo el
mundo, siendo con frecuencia la exclusión social y económica y la segregación espacial
una realidad irrefutable en las ciudades y los asentamientos humanos.
Al reorientar la manera en que se planifican, se diseñan, se financian, se desarrollan, se
administran y se gestionan las ciudades y los asentamientos humanos, la Nueva Agenda
Urbana ayudará a poner fin a la pobreza y al hambre en todas sus formas y dimensiones,
reducir las desigualdades, promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo y
sostenible, lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las
niñas a fin de aprovechar plenamente su contribución vital al desarrollo sostenible,
mejorar la salud y el bienestar humanos, fomentar la resiliencia y proteger el medio
ambiente”.
Nuestro objetivo es lograr ciudades y asentamientos humanos donde todas las personas
puedan gozar de igualdad de derechos y oportunidades, con respeto por sus libertades
fundamentales, guiados por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas,
incluido el pleno respeto del derecho internacional. A este respecto, los fundamentos de la
Nueva Agenda Urbana son la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados
internacionales de derechos humanos, la Declaración del Milenio y el Documento Final de
la Cumbre Mundial 2005, y se basan asimismo en otros instrumentos, como la Declaración
sobre el Derecho al Desarrollo”. (Resolución de Quito Hábitat III ONU Asamblea General dic 23
de 2016)
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7. Conclusión
El capitalismo industrial y comercial del siglo XX ha completado su ciclo y está en proceso
de maduración en su última mutación el capitalismo financiero globalizado de alcance
planetarios, que se afianza en el uso de las tecnologías superiores de la información, la
electrónica y las comunicaciones; así como en la aplicación de todas las versiones en que
se reconoce el dinero como medio circulante, sea físico, transaccional, plástico y virtual; la
nueva ciencia de la logística y los servicios; modelos y formas muy depuradas de
operaciones seguras que demandan un Know How especializado para sus portafolios de
ofertas diversificadas; redes privadas bancarias TIC y de entidades financieras seguras, en
todo el planeta con el software que habilita generan detallado control social financiero a
los millardos de usuarios del sistema; La creación de conglomerados con inmensa
capacidad de negociación en grandes inversiones como las alianzas público privadas en
obras de infraestructura; en resumen está el capitalismo financiero imponiendo sus regla
magistral, juega el que tiene como jugar en el sistema, el que tiene que apostar para
ganar o perder en cada juego, el que aspire a acumular riqueza financiera con sus ofertas
de bienes o servicios en el mercado globalizado y tenga como darles sostenibilidad a su
calidad, precio, servicio y valores agregados, con esquemas altamente eficientes en su
productividad y competitividad, los demás países serán los rezagados, cada vez más
rezagados, que podrán vender solo sus materias primas o su mano de obra barata y
dedicarse a sobrevivir con economías esencialmente endógenas.
Los países de América Latina se convirtieron en más del 80% en urbanos, lo cual tiene el
potencial de su mayor fortaleza para transformar las ciudades de grandes conglomerados,
sean ciudades distrito o áreas metropolitanas, en ciudades capaces de ser gestionadas
para operar en los mercados globalizados a partir del propio mercado, desarrollando el
modelo de ciudades región globales o simplemente el de ciudades globales, que hayan
sido adecuadamente empoderadas por la ley para tener facultades de gobernanza
operacionales con autonomías hacia el desarrollo económico-social, en concertación con
los planes macroeconómicos del país, con claridad de propósito en sus planes de
desarrollo estratégico de largo plazo, que además tengan como instrumento el dialogo
dinámico y la concertación con el empresariado privado, con las instituciones académicas
dedicadas a la ciencia, la tecnología, el conocimiento aplicado para la innovación y el
emprendimiento empresarial y con las comunidades de los colectivos de sus habitantes,
sobre las agendas sociales, medioambientales y culturales.
Si las ciudades de grandes conglomerados Latinoamericanas, no se transforman
prontamente en ciudades globales, en consecuencia de las grandes dinámicas del proceso
de maduración del capitalismo financiero meso-tecnológico y su capacidad de penetración
en todos los mercados expuestos, en las próximas tres décadas estas ciudades podrán ser
notoriamente colonizadas en sus economías de mercado por empresas extranjeras de
alto poder competitivo, lo que ya está ocurriendo, quedándoles a sus habitantes solo la
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8. Bibliografía
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