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Taller de percepción

Para el caso en específico de este ejercicio, tomaré en consideración una persona de inicio del siglo
pasado, en la ciudad de Popayán, teniendo en cuenta, grosso modo, aristas y variaciones de tipo
social, cultural, político, económico de la época de ambientación, donde hipotéticamente el
personaje se desarrolla y desenvuelve su vida.

La condición económica siempre ha planteado un posicionamiento social, en una sociedad movida


por dinámicas de esta índole; por ende, como seres competitivos y emocionales, buscamos destacar
de entre los demás, con el fin conseguir mejores condiciones de vida. Si bien se sabe, Popayán fue
y es una ciudad de castas, de familias con linaje europeo, que, en sus inicios, eran los amos y señores
de la ciudad; siendo los únicos con acceso a la educación, mejores opciones laborales, y, por
consiguiente, mejor calidad de vida. Para nadie es un misterio que, Popayán también fue (aún lo es)
un lugar donde se segregó, aisló y violentó a muchos grupos poblacionales, por su color de piel, su
ideología política y religiosa; entre otros.

A inicios y mediados del siglo pasado, Colombia atravesó una gran ola de violencia, masacres,
injusticias, que de una u otra forma configuró la psique, tanto de las personas que lo vivieron, como
de sus descendientes; llevó a normalizar cierto tipo de conductas un tanto perniciosas que mutaron
y proliferaron en todos los ámbitos de la realidad colombiana de la época. El poco acceso a la
educación fue otro gran inconveniente que sumó maderos al fuego, incrementando aún más la
desigualdad económica, social y política.

Bajo una cultura patriarcal, el papel de la mujer fue muy segregado, invisibilizado y transgredido con
comportamientos claramente misóginos. El rol de la mujer era muy limitado en muchos campos de
la sociedad, como, por ejemplo, el campo laboral; siendo la mujer, en la mayoría de casos, ligada y
asignada únicamente a labores del hogar, sirviendo de cuidadora tanto para sus hijos, como para su
esposo.

Es menester también el considerar sucesos exógenos al territorio colombiano, que sucedieron


paralelamente a los acontecimientos internos, pero, que, de una u otra manera, tuvieron cierto
grado de repercusión. En el siglo pasado, nos encontramos con dos grandes conflictos bélicos, como
lo fueron, la primera y segunda guerra mundial, que podrían servir de indicador para demostrar que
el siglo pasado tanto en Colombia como en el resto del mundo, se estaban configurando nuevos
órdenes, ideologías y paradigmas multidimensionales.

De acuerdo a lo anteriormente mencionado, una persona común y corriente, no perteneciente a la


alta alcurnia ni oligarquía, de inicio y mediados del siglo pasado, su realidad dimensional, en relación
con aspectos sociales, políticos, económicos y culturales a nivel nacional y global, quizá lo llevó a ser
muy precavido y llevar una vida tranquila, aislada del conflicto evidente, considerando si esta
persona era un hombre cabeza de hogar, encargado de sustentar y mantener a su familia (esposa e
hijos). También, es importante considerar si esta persona desenvolvía su vida en la urbanidad o en
la ruralidad, debido a que para a época, la mayoría de la población colombiana se encontraba en
zonas rurales. Lo anterior es importante, porque la percepción cambia drásticamente al comparar
la vida en lo rural o en lo urbano.

Debido a la desigualdad social y la gran brecha entre los que tenían el poder, el acceso a la
educación, información, tierras y medios de producción, llevó a muchas familias a vivir limitadas en
todo sentido, a vivir una vida en la precariedad, donde no había las condiciones necesarias básicas
para su subsistencia, por lo que, tomando como referencia el ejemplo hipotético del padre cabeza
de hogar ya mencionado, se podría deducir que la única preocupación por una persona en esta
situación de vida, estaba direccionada únicamente en trabajar y conseguir el sustento diario en pro
de mantener a su núcleo familiar. Una persona con jornales de muchas horas de trabajo arduo, solo
podía pensar en mantener y cuidar de los suyos, y sumado a ello, los bajos niveles educativos, con
alta dosis de normopatía en su entorno, quizá lo llevaron a asumir que esa era su realidad, inmutable
e inmodificable aparentemente, condicionando, determinando y proliferando accionares sumisos y
pasivos con respecto al ambiente político, social y económico de su realidad, completamente lejos
de una emancipación y democratización del poder.

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