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El registro bíblico que encontramos en el Libro de los Hechos sobre el crecimiento de la iglesia
primitiva es significativo. Demuestra un crecimiento veloz.
Comenzaron doce discípulos. Antes de Pentecostés, eran 120. Dentro de poco había 3.000
creyentes, luego 5000 (Hchs.1:15, 2:41; 4:4). Casi enseguida se habla de un gran número de
creyentes que se decía “trastornan el mundo entero” (Hchs.17:6).
Hechos de los apóstoles dice que “millares han creído” (21:20) como significado que el
número era prácticamente incalculable. Este ejemplo de crecimiento sigue siendo para
nosotros el patrón para la tarea evangelizadora de la iglesia.
Podemos decir que el deseo de Dios para su iglesia es un crecimiento que testifique
elocuentemente de la dinámica del evangelio para todo hombre.
Uno de nuestros deseos más profundos como líderes es ver crecer a nuestras iglesias en todo
sentido.
Sin embargo, aunque los líderes están trabajando fuertemente y la iglesia tiene una vida
espiritual sana, a veces, no vemos el crecimiento que desearíamos experimentar. En tiempos
así, nos preguntamos “¿Por qué no crece mi iglesia? ¿Qué más debo hacer?”
*Quisiera proponer que la respuesta no está tanto en lo que no estamos haciendo, sino más
bien en qué estamos haciendo y cómo lo hacemos.
Es decir, que quizá no tengas que agregar algo más a lo que ya haces, sino repensar y
reestructurar lo que haces.
Si como líderes estamos trabajando diligentemente y la iglesia practica una vida espiritual
correcta, y aun así, no estamos creciendo, entonces quizá es tiempo de considerar otros
factores de índole administrativo y/o organizativo.
El hecho de señalar la falta de crecimiento numérico en la iglesia es poner el dedo sobre uno
de los puntos más sensibles de la vida eclesiástica.
Por lo general los pastores y líderes de las iglesias reaccionan defensivamente, buscando
justificativos para explicar la falta de crecimiento.
Por otro lado, nos resignamos ante la indiferencia de la población y la poca colaboración de
parte de los creyentes en la tarea evangelística.
Aún más, se percibe una resistencia a divulgar esta información prefiriendo, evidentemente no
tener un cuadro muy exacto de la realidad.
Este concepto se expresa en frases tales como “preferimos tener pocos pero buenos” o “es
más importante la calidad que la cantidad”.
Mientras tanto, hay que dejar de lado la evangelización hasta que eliminemos la mediocridad
en los creyentes.
Antes de evangelizar, es necesario orar para que Dios levante a quienes tiene el don de la
evangelización.
Muchas iglesias han dejado de hacer cultos al aire libre por ser un método “anticuado”
Toda persona necesita instrucción y ejemplo para incorporar ciertos valores a la vida.
Si no hay instrucción acerca de cómo llevar una persona a Cristo, el creyente difícilmente se
atreverá a hacerlo.
Pero, si hay instrucción pero no un modelo que pueda ser imitado, la metodología enseñada
será útil.
¡El líder tiene que dar el ejemplo! El pastor que evangeliza consistentemente formará
discípulos que le han de acompañar en la tarea evangelístico.
Falta de discipulado:
El discipulado del cual carecemos es aquél que presenta un modo de vida, donde la lectura de
la Palabra, la oración, la obediencia a la verdad y el testimonio son expresiones normales de la
vida.
Probablemente, esta carencia se deba a la falta de líderes que puedan discipular a otros, por
falta de tiempo o por falta de conocimiento de cómo hacerlo.
la tradición puede ser uno de los mayores peligros para el desarrollo de la iglesia. Se
mantienen formas de culto y actividades de expresiones rígidas, inamovibles, simplemente
porque “siempre se han hecho así”.
El trabajo de una Iglesia se ve reflejado en la cantidad de miembros que recibe por año,
Una Iglesia bautiza 8 nuevos creyentes por año, tomando en cuenta que la Iglesia es de 100
miembros.
Esto indica que de los 100 miembros que tiene la Iglesia, sólo 8 dieron fruto, sólo 8 están
trabajando
Entonces se puede concluir que la congregación no tiene un compromiso, o la Iglesia no tiene
visión.
Debemos recordar el pasaje de Mateo 6:33. Venimos a este mundo a hacer lo que a Dios le
agrada, y a Dios le agrada que llevemos mucho fruto (Juan 15:8) Tal parece que estamos
buscando las añadiduras y no el reino de Dios.
CINCO PASOS PARA QUE EL NUEVO CREYENTE PUEDA INTEGRARSE CON LA IGLESIA:
debe tener una vida devocional efectiva (Marcos 1:15), esto le ayuda a crecer en amor, en
gozo, en obediencia, en servicio y en su discipulado
Debe tener amistad con otros creyentes aquí es donde entra toda la congregación
Integrarse a la Iglesia, la Iglesia debe tener visión, un sueño, una meta para que el nuevo
creyente pueda enrolarse en esta visión y participar, y no llegue a desanimarse por causa de la
rutina de la Iglesia
Debe compartir la nueva fe con otros. Tu podrás ver el cambio en la vida del nuevo creyente, y
ver si realmente se esta integrando a la Iglesia, se notarán algunas cosas en él como: Tener
hambre espiritual, desea vivir una vida santa, tiene amor por sus hermanos en Cristo,
comparte su nueva fe, tiene seguridad de salvación,
Existen Iglesias que tienen miedo a cambiar su forma de trabajar, “SIEMPRE LO HEMOS HECHO
ASI” es lo que se escucha en ellas, pero es bueno orar y pedir a Dios sabiduría y reconocer en
que podríamos estar fallando, buscar el porqué no crece la Iglesia y cambiar la forma de
trabajar, No y en ningún momento cambiar la doctrina que es la esencia, sino la forma de
trabajar.
En una Iglesia debe haber líderes en cantidad 2 Timoteo 2:2 y calidad 2 Timoteo 2:1-8
Las características que debe tener un líder como dice 2Timoteo 2 deben ser las siguientes:
Un líder debe preocuparse por el crecimiento espiritual de cada cristiano. En las siguientes
etapas para que el creyente no se quede siendo un enano espiritual toda su vida
Niñez espiritual
Juventud espiritual
Este madures espiritual debe alcanzarla en un lapso de tiempo de un año, a un año y medio
Desarrollo de dones.
Ministerio activo
Amor ágape
No necesitará que el pastor ande atrás de él imponiéndole las cosas que deba de hacer
El conocerá su don y lo pondrá en práctica porque conoce su responsabilidad ante Dios quien
le dio este don.
El Padre de familia primeramente debe tener una Auténtica relación con Cristo (ser ejemplo)
Debe Aceptar el papel de maestro en su casa y debe Hacerlo hasta que se casen sus hijos.
Cuando los padres no cumplen con esta responsabilidad, deja como consecuencia el descarrió
de los hijo y por consiguiente mengua la membrecía de la congregación
Hay algunos factores por los que la Iglesia no siente el compromiso de sostener la obra,
Segundo: El Paternalismo es decir hay asociaciones que pagan el sueldo al pastor, hay
misioneros que ponen su dinero para la obra de Dios, esto hace que la congregación caiga en
un hábito de esperar recibir siempre ayuda de otras Iglesias para ser sostenidas y no auto
sostenerse, lo que puede provocar que cuando esa ayuda ya no se reciba en la Iglesia,
entonces la Iglesia tendría que cerrar sus puertas por falta de recursos económicos.
Dada la gran responsabilidad que tiene el pastor de velar por los fieles, aunado al hecho de
que recibe un salario por sus servicios, se hace muy fácil y natural construir todo el aparato
ministerial alrededor de este puesto.
Un ejemplo de ello se encuentra en la Biblia en Éxodo 18:14-24, ahí podemos encontrar que
Moisés era de este tipo de pastores, el hacía todo, salía desde la mañana para arreglar los
asuntos del pueblo de Israel y regresaba hasta ya casi terminar el día a su casa, esto afecta
mucho en los pastores pues tienen mucho trabajo, la Iglesia se hace dependiente del pastor, el
pastor descuida a su familia y por consiguiente la salud del pastor decae. La congregación debe
cuidar a su pastor.
Lo mejor es que cada pastor tenga líderes y él se dedique a enseñar a esos líderes, los cuales
cumplirán las funciones que son carga para el pastor,
Un pastor para atender bien a una congregación, no podría el sólo atender más de 50
miembros, por lo que para que haya un crecimiento estable y que la iglesia pueda ser atendida
se necesita de la colaboración de estos líderes.
Después desarrollarlos
La tarea fundamental de todo pastor es producir líderes, es decir el pastor debe producir
pastores, las ovejas deben producir ovejas.
Muchas veces la Iglesia se acostumbra a celebrar sus reuniones en la Iglesia y se olvida de salir
a evangelizar, Mateo 28:19 es muy claro cuando el Señor Jesús manda que salgamos, que
vayamos “Id, y haced discípulos” no esperemos a que la gente sea la que venga, pues
tendremos entonces un crecimiento muy lento.
Hay Iglesias que si tienen líderes, pero estos sólo están enfocados al trabajo interno de la
Iglesia,
Pero no hay un plan de desarrollar a los líderes para que ellos puedan crecer y elevar su
servicio en su ministerio y habilitar sus dones, para que ellos salgan y trabajen no sólo en la
Iglesia, sino en la vereda, en el municipio, en la ciudad, en el departamento, en el país y aún
algunos fuera del país.
El pastor debe Reconocer el potencial que existe en los jóvenes, debe Visualizarlos trabajando
y debe Entrenarlos, (ser su tutor). No debe dejarlos a la deriva
En ocasiones el pastor deja todo el trabajo de los jóvenes al Líder Juvenil, y se olvida de ellos, y
esto no debe ser así,
El líder juvenil debe tomar parte en los asuntos que trate el pastor junto con los otros líderes
de la Iglesia.
Debe visualizar la visión y compartirla con los jóvenes, motivándoles a trabajar en conjunto
con la Iglesia, con una misma meta, un mismo objetivo, un mismo sentir.
DEFICIENTE SOSTENIMIENTO PASTORAL
“Mientras más pobre más espiritual”, Esto es lo que se dicen algunas congregaciones, sin
embargo no es lo que enseña la Biblia, pongamos un ejemplo:
La visión es un sueño de lo que Dios quiere hacer a través de la Iglesia y del pastor en un
tiempo determinado.
Una Iglesia sin visión es una Iglesia sin dirección, siempre está dando vueltas en donde mismo
y no sale adelante.
Las Iglesias están llenas de actividades. Todos los diferentes ministerios y grupos tienen
diversas actividades y eventos durante la semana.
Caballeros
Damas
Jóvenes
Adolecentes
Niños
Ujieres
Músicos
Las iglesias sí trabajan, y trabajan bastante. El problema es que trabajan sin un rumbo único,
claro y definido.
No hay una dirección establecida;
Una meta que encierre el propósito de todo lo que hacen como Iglesia.
Quizá algunas iglesias sí tienen su visión y declaración de misión, pero en la práctica, se han
convertido en palabras sobre el papel.
En una situación así, cada líder establece su propio rumbo, metas y estrategias para su
ministerio, resultando en muchos esfuerzos apuntando en cientos de direcciones que no llevan
a la Iglesia hacia ninguna parte.
Por eso vemos iglesias muy activas que no están creciendo al ritmo que se esperaría a juzgar
por los esfuerzos de sus miembros.
Líderes desenfocados
Es muy común ver a los pastores y líderes de las iglesias empleando horas y horas a la semana
en el ministerio.
Este es un problema que todos enfrentamos como líderes. Quisiera sugerir que el problema no
está en cuánto tiempo estamos invirtiendo, sino en la falta de enfoque que solemos tener en
el ministerio. Estamos invirtiendo horas y horas en diversas cosas, en vez de enfocarnos en dos
o tres que sean fundamentales para el desarrollo del ministerio y sean congruentes con
nuestros dones.
Cuando la iglesia enfoca su ministerio sólo hacia adentro, va perdiendo su potencial para
crecer. Cuando dejamos de ser intencionales en alcanzar a nuevas personas y nos ocupamos
sólo en mantener a los que ya están adentro, la iglesia entra en una especie de letargo
espiritual que impide su crecimiento. Normalmente, al revisar la programación ministerial de
una iglesia apagada e indiferente, notarás que el común denominador es que todo lo que
hacen está orientado hacia los de adentro.
Por otro lado, las iglesias vivas y crecientes tienen la característica de ser intencionales en
estar alcanzando, por medio de sus ministerios, a personas que no conocen a Cristo. Las
personas recién convertidas inyectan nueva vitalidad a la iglesia. Su entusiasmo por Cristo,
despierta a los antiguos miembros de su apatía. Tiene un efecto vivificante el ver, en primera
fila, lo que Dios hace en la vida los demás.
Falta de Evaluación
Muchas iglesias realizan actividad tras actividad, programa tras programa y no separan tiempo
para celebrar los logros, corregir los errores, ajustar las estrategias, prever posibles problemas
y planear para el futuro. La evaluación es fundamental para mejorar la efectividad del
ministerio.
Evaluar requiere tiempo, esfuerzo y constancia, pero tiene un efecto positivo en el crecimiento
de tu iglesia. Comienza a planear esos tiempos regulares para evaluar en todos los niveles del
ministerio en tu iglesia.
Algunos factores que pueden impedir el desarrollo de una congregación, y hacerla declinar
Falta de visión
Complacencia
Fuerte orientación al pasado y un fuerte sentir de que los mejores días de esta Iglesia ya
pasaron.
Una gran proporción de sus miembros son pasivos o relativamente inactivos. (Falta de
discipulado)
Pastores que entienden que sus mejores días ya pasaron, y viven recordando el pasado sin
mirar hacia el futuro. (Productividad)
Se hace difícil para muchos miembros el sentirse parte de la congregación y el que son
necesarios. (Asimilamiento)
Poca o limitada oportunidad para que los miembros de la Iglesia expresen o ejerzan su
compromiso. (Comité de los mismos – Pastor Orquesta)
Falta de dirección.
Perdida de miembros por muerte, sin ser reemplazados por nuevos miembros.
El Nominalismo
le llama al nominalismo Cuando los cristianos llegan a ser cristianos solo de nombre, cuando
creen que su fe es solo una rutina, cuando su participación en la iglesia es algo meramente
automático, cuando el pertenecer a la iglesia es solo un asunto de tradición familiar o
aceptación social.
Hay iglesias que ha utilizado los mismos métodos por muchos años.
Sin detenerse a analizar si estos están produciendo buenos resultados.
Debido a que las cosas siempre se han hecho de esa manera, nunca se han puesto a pensar si
se pudieran hacer de otra forma.
FACTORES NEGATIVOS
Las iglesias confrontadas con poco crecimiento no buscan la ayuda de especialistas para recibir
ayuda de ellos.
Nadie estudia los resultados de sus esfuerzos para darse cuenta de lo poco que queda de su
obra.
Las iglesias siguen una política que produce el crecimiento lento y están contentas asi cuando
pueden hacer más.
Las iglesias continúan en las etapas preparatorias para el evangelio ganando muchos amigos,
pero pocos convertidos.
no podemos eludir esta responsabilidad ya que Dios mismo juzga y evalúa a su iglesia (Ap.2:3).
El creyente ha de responder ante Dios sobre su vida y sus obras (Ro.14:12, 2 Co.5:10).
La falta de resultados (“fruto”) en la vida del creyente ha de ser castigado (Juan 15:5,6; Lucas
12:41 a 48).
El análisis cuidadoso de la situación real de la iglesia es esencial para imprimir mayor eficacia a
sus programas.
PLANIFICACIÓN PASTORAL
DEFINICIÓN. Planear es definir los objetivos y metas y determinar los medios para alcanzarlos.
Crear la libertad de tomar las acciones espontáneas bajo la dirección del espíritu Santo,
conforme se haya revelado en las escrituras.
Determinar y explotar áreas de receptividad mayor.(al determinar las mejores y las más eficaz
de los métodos para la evangelización, la que genera más creyentes)
Dar a conocer patrones de metodología que son reproducibles según los recursos de la
congregación local.
Adornar las energías y los esfuerzos de los grupos y las organizaciones de la iglesia con metas
unificadoras.
Algún líder cristiano encuentra un plan de acción que sirve para multiplicar congregaciones.
Los líderes de las iglesias rehúsan limitarse a las actividades que no producen nuevas
congregaciones.
Los líderes de la iglesia se llenan del espíritu santo.
Después del bautismo la iglesia provee buena instrucción para los nuevos miembros.
El establecimiento de metas.
Practica
Adoración
Educación
Misión
Programación
Evangelismo
Acción Social
Mayordomía
Discipulado
Las necesidades que descubramos nos dirán que se debe hacer. (Percepción)
Descubriendo prioridades
Programas que usted desea y sueña. Busque implementar una visión de un nuevo mañana en
vez de recrear el ayer. (Visión)
Ahora diseñe su programa para el crecimiento futuro de su iglesia (futuro inmediato y a largo
plazo), (Diseño)
ESFUERZO
PERSEVERANCIA
DISCIPLINA
Poseen un liderazgo entrenado y visionario. Las iglesias crecientes tienen líderes visionarios.
Estos dirigentes son optimistas que “precipitan”, concentran y lideran todas las actividades de
la iglesia hacia la visión de Dios para esa iglesia y aquello que realmente produce crecimiento.
Generan entusiasmo.
Son agentes de cambio que conocen las necesidades de la comunidad y de la iglesia y cómo
atender esas necesidades usando los dones de los miembros de iglesia.
Por esta razón estos dirigentes se transforman en líderes capacitadores.
Los pastores de las iglesias crecientes reconocen el potencial de los miembros de la iglesia.
Esos pastores no necesitan ser superestrellas; basta con que sean gente que entrena a otra
gente para el servicio.
Las iglesias crecientes se diferencian por su carácter, el cual debe describirse como ‘vida’.
A menudo todo lo que un pastor debe hacer para avivar la congregación es suplir una chispa y
nutrir la llama”.
Desarrollan ministerios de acuerdo con los dones a disposición y evangelizan de acuerdo con
las necesidades.
El Espíritu Santo distribuye entre los miembros de iglesia una variedad de dones.
El “entusiasmo” en la predicación del evangelio fue una de las marcas distintivas de la iglesia
primitiva (Hechos 4:13, 31; 13:46; 14:13; 19:8; 1 Tesalonicenses 2:2).
Muchos grupos que siguen doctrinas erróneas obtienen un crecimiento alto básicamente por
su entusiasmo al difundir sus ideas.
“El entusiasmo con que se vive la fe… casi siempre es paralelo al entusiasmo por la propia
iglesia”, lo cual produce crecimiento.
Las iglesias crecientes establecen sus prioridades de acuerdo con el orden bíblico:
Relación con Dios
La razón básica de por qué las iglesias conservadoras crecen es la prioridad que le dan a la
evangelización por sobre la obra social.
Además, estas iglesias son más estrictas y serias con respecto a su feligresía.
Al analizar el crecimiento de iglesias en los Estados Unidos desde 1776 a 1990, observamos
que las iglesias dejaron de crecer cuando “rechazaron las doctrinas tradicionales y
abandonaron sus demandas exigentes a sus seguidores”.
Son amigables.
Este “cociente de amor” genera gozo y buen humor. La risa entre los creyentes demuestra
tener una relación significativa con la calidad de la iglesia y su crecimiento.
Cuanto más eficaz es el proceso de hacer discípulos, más sólido es el crecimiento de iglesia.