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INTRODUCCION

A lo largo de la historia, Latinoamérica ha llegado a construir una reputación al nivel

global en cuanto a las drogas. No tanto por el consumo, (aunque existe un índice que llama la

atención en esencia no es el real problema) sino más bien por la exportación ilegal de drogas

como la marihuana y la cocaína, y la violencia que la acompañó. Nombres como Pablo Escobar,

y “El Chapo” Guzmán entre otros, inspiran temor no solamente en las autoridades de los países

latinoamericanos, sino también en la ciudadanía en general que ha visto y ha sufrido la violencia

que ha venido de la mano con las drogas.

Aunque se haya visto graves problemas debido a la violencia causado por estos carteles

narcotraficantes, la criminalización de la posesión de sustancias narcóticas no es el camino para

la paz que tanto buscan los gobiernos latinoamericanos, los índices de consumo no han bajado

por más que se intente sancionar o penalizar el consumo y posesión como medio de prevención.

La solución a estos problemas no está en imputar conductas delictivas a quienes

consumen o poseen unos cuantos gramos de marihuana. Con esto, solo logramos que sigan por el

mismo camino de crimen sin salida, y que los centros de rehabilitación se congestionen de

delincuentes por crímenes menores.

Por ello tomaremos como referencia la normativa de Uruguay respecto al tema del

cannabis, para así entender cuál debe ser el camino para contrarrestar este problema que ha

afectado a tantos países a nivel global y que, debido a la situación se han visto en la necesidad de

seguir el ejemplo de este país.


EL DESARROLLO

Es importante destacar la ley 19.172 de Uruguay, al ser el primer cuerpo legal y el primer

país en el mundo en legalizar el consumo de la marihuana, por ello estudiaremos los puntos más

relevantes de su contenido y compararemos su objetivo y aplicación con respecto al código que

regula el consumo de estén tipo de sustancias en la legislación ecuatoriana.

Antes de incursionarnos en la comparativa de las legislaciones, debemos entender que el

problema más grande respecto a la posesión y el consumo es el narcotráfico teniendo como

actividad lucrativa la distribución ilegal. Por ello debemos pensar que la legalización pondría fin

a la parte exageradamente lucrativa del negocio del narcotráfico y con la desaparición de la

clandestinidad del narcotráfico disminuye dramáticamente la problemática social ligada a dicha

actividad.

Solo miremos la realidad y preguntémonos ¿La prohibición de las drogas detiene al

mercado de dichas sustancias?

Ahora bien, La ley de control y regulación del estado de la importación, producción,

adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de la legislación uruguaya

manifiesta lo siguiente respecto a su objetivo principal:

Artículo 4º.- La presente ley tiene por objeto proteger a los habitantes del país de los

riesgos que implica el vínculo con el comercio ilegal y el narcotráfico buscando,

mediante la intervención del Estado, atacar las devastadoras consecuencias sanitarias,

sociales y económicas del uso problemático de sustancias psicoactivas, así como reducir

la incidencia del narcotráfico y el crimen organizado


Por otra parte la ley de sustancia estupefacientes y psicotrópicas, ley de la legislación

ecuatoriana sobre el mismo punto destaca lo siguiente: “Art.1 Objetivo. Esta Ley tiene como

objetivo combatir y erradicar la producción, oferta, uso indebido y tráfico ilícito de sustancias

estupefacientes y psicotrópicas, para proteger a la comunidad de los peligros que dimanan de

estas actividades.”

A su vez la ley orgánica de prevención integral fenómeno socio económico de las drogas

manifiesta como objetivo lo siguiente

“La presente Ley tiene como objeto la prevención integral del fenómeno socio

económico de las drogas; el control y regulación de sustancias catalogadas sujetas a

fiscalización y medicamentos que las contengan; así como el establecimiento de un

marco jurídico e institucional suficiente y eficaz”.

Es destacable la justificación que desarrolla la ley de Uruguay, enfocada al problema que

sufren los habitantes y a la aplicación de mecanismo de protección, pero sobretodo ubicar todo

lo mencionado como la prioridad.

Además de manera muy inteligente expresan que el problema ínfimo es el consumo, ya

que el problema en mayor escala es el comercio ilegal y el narcotráfico, por ello la sabia decisión

de legalizar esta sustancia con la intervención del ESTADO, ya que como máximo responsable

por la seguridad de sus habitantes es recomendable que sea él quien lleve a cabo la distribución

controlada conjunto con métodos de regulación.


Por otro lado la legislación ecuatoriana también tiene un enfoque de protección, al fin y

al cabo esa es la finalidad de la normas, reglar situaciones que ponen en riesgo el bienestar de

los ciudadanía , el problema está en los mecanismos que combaten este problema y uno de ellos

es la criminalización, poner en la misma línea el uso de esta sustancia con la distribución de la

misma, esto solo conlleva a una incorrecta política de erradicación , ya que al sancionar a

pequeños distribuidores o consumidores no evitara la distribución en gran masa de las sustancias

de manera ilegal.

Sin embargo la asamblea nacional en el presente año ha decido reformar el código

orgánico integral penal con el fin de permitir el producción, comercialización, distribución, uso y

consumo del cannabis para usos medicinales o terapéuticos en el país. ..”Fueron 83 votos los que

dieron paso a esta modificación del COIP, mientras 23 fueron en contra. Además hubo un voto

en blanco y 23 abstenciones” (Universo, 2019) debemos señalar que este es un paso importante

pues aunque hemos señalado que la legalización y control por parte del estado es el camino

correcto, debemos preguntarnos si como sociedad estamos preparados para un cambio masivo o

como lo conocemos “un giro de golpe” pienso que es importante ir modificando poco a poco

nuestra legislación y al mismo tiempo poner en práctica los mecanismos que permitirán

prevenir el ingreso al mundo de las drogas para futuras generaciones.

Aparte de los motivos económicos, sociales, y jurídicos, la legalización del cannabis

también conlleva beneficios en cuanto a la salud de las personas que lo consumen. Puesto a que,

al ser distribuido por el estado, se procurará cumplir con estándares de calidad y salubridad,

contrario a lo que sucede en territorios donde la distribución es penalizada. Esto se debe a que en

el narcotráfico, la finalidad principal es obtener la mayor cantidad de dinero más no el bienestar

de la ciudadanía. Con un control mayor a esta sustancia se afirmará el contenido y la potencia,


dando al consumidor el poder de saber exactamente que es lo que consume, en vez de contar con

la honestidad de los narcotraficantes.

CONCLUSIÓN

Aun con estas políticas de criminalización, el poder del estado y de los oficiales a cargo

de la prevención de estos crimines ha sido bastante limitado en el sentido de que cuando atrapan

a un líder de cartel, rápidamente lo reemplazan con otro. En vez de siempre estar un paso detrás

de los narcotraficantes, la legalización de la marihuana daría el poder al estado de tomar control

del consumo, movimiento, y hasta la distribución de esta droga. Por esto, se debería de legalizar

la marihuana en este país, creando nuevas leyes para el control y vigilancia de esta droga menos

adictiva que el alcohol y el tabaco. Aunque queda por delante un esfuerzo bastante complicado,

con la creación de nuevos controles, leyes, y políticas para asegurar el consumo y la venta de la

marihuana, las ventajas sobrepasan cualquier obstáculo. Además, ya que el Ecuador no será el

primer territorio ni país en adoptar la legalización de la marihuana, tendrá los recursos y

sabiduría de las otras naciones como Uruguay para asegurar una implementación de esta nueva

ley exitosa y sin complicaciones. Ecuador podrá aprender de los pasos y en ciertos casos de los

errores de otros países en cuanto a la ejecución de estos nuevos controles. En fin, aparte de los

mismos narcotraficantes líderes, la legalización del cannabis beneficia a todos—el gobierno, la

policía, consumidores de la droga, y hasta la misma ciudadanía que beneficiara de un ambiente

más seguro y sin los conflictos proporcionado por los narcotraficantes. Debido a eso, se debería

legalizar la venta y el consumo de esta droga dentro del territorio del Ecuador, siempre y cuando

conlleve las medidas, controles, y políticas apropiadas.


BIBLIOGRAFIA

Diario el Universo (2019)

Ley Orgánica de Prevención Integral Fenómeno Socio Económico de las Drogas

Ley de Control y Regulación del Estado de la Importación, Producción, Adquisición,

Almacenamiento, Comercialización y Distribución

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