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La dorsal Mesoatlántica es la zona de rift por dónde se separan la placa tectónica euroasiática y
la placa norteamericana y que se sitúa en el centro del océano Atlántico. El magma va saliendo
por las fisuras y solidificando formando nuevo suelo oceánico. La velocidad de salida de magma
y de separación de las placas determina cuánto magma se va acumulando en altura. En las zonas
más activas, llamadas puntos calientes, la acumulación de magma forma montañas que pueden
llegar a superar el nivel del mar y formar islas, como Islandia.
La continua salida de magma en estos puntos calientes crea estructuras características, como
los volcanes en escudo. Estos volcanes son de grandes dimensiones y pendiente suave al formarse
durante muchos años por capas sucesivas de magma basáltico fluido. Algunos de los ejemplos
más destacados son el volcán Mauna Loa, en Hawái, o el volcán Skjaldbreidur, en Islandia (su
forma dio origen al nombre de volcán en escudo).
Ilustración 2 Origen de apertura de las dorsales oceánicas
La parte más profunda y grande de la dorsal se explaya a 3.000 a 5.000 m por debajo de la
superficie del océano y sus montañas tienen una altura que va desde los 1.000 y unos 3.000 m.
Tiene 10 km de espesor y sus paredes 3 metros de altura, y según la teoría de la tectónica de
placas, esta cordillera distancia dos placas opuestas del océano en donde el lecho marino se abre.
En su parte media muestra una hendidura de entre 20 a 50 km y sumamente profunda que se abre
3 cm por año, la que se conoce como fisura atlántica. El movimiento de esta genera el
desplazamiento de los sectores que delimita generando como consecuencia de movimientos
sísmicos.
En la superficie de la Dorsal Medio Atlántica se puede percibir la existencia de lavas en
almohada, las cuales solo se pueden forman cuando el magma fluido proveniente del centro del
globo se desliza de forma brusca hacia las aguas. Esto demuestra que es una zona de ascensión
de los materiales provenientes del centro del planeta. Si bien todas las dorsales oceánicas se
caracterizan por la gran actividad sísmica y volcánica, en la dorsal medio-atlántica tienen foco
el 80 % de los terremotos del océano Atlántico.