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El Silencio

Como su definición lo expresa es la ausencia parcial o total de


cualquier sonido, usado principalmente en la música como manera para
darle armonía o fin a una pieza.

El silencio también sirve para darle pausa matices o énfasis a


cualquier tipo de conversación entre dos personas, pero cuando se trata
de la oratoria o en las exposiciones a una considerada cantidad de
personas el silencio puede ser tomado como bache y surge por dos
razones: Fallas técnicas o falta de dominio del tema.

Ahora bien, en la oratoria o cuando se debe hablar en público, a la


mayoría de la gente el silencio le resulta incómodo esos instantes de
silencio, debido que muchas veces por miedo a hacer el ridículo;
recurriendo a tomar errores como hablar carrerilla para acabar cuanto
antes con la tortura.

El uso del silencio es una técnica que todo orador, exponente o


locutor debe dominar con una práctica constante. Los grandes oradores
no solo lo utilizan para respirar o tomar un poco de agua, sino también
para generar expectación, captar la atención, hacer pensar a la audiencia
y darle tiempo para procesar el mensaje, enfatizar algo
importante o escuchar. Además, un orador transmite seguridad, aplomo y
confianza cuando sabe introducir las pausas en momentos clave y
exponer las ideas sin acelerarse.

Ahora bien en la comunicación el silencio es utilizado de las


siguientes formas:

 Marca el principio y el fin de una conversación o de un discurso.


 Permite recoger la información y proporciona tiempo para
asimilarla.
 Crea un espacio de diálogo y reflexión.
 Aprueba o niega ciertas conductas o mensajes.
 Intencionalidad dramática.

Una de las características más importantes del silencio en la


comunicación, es su carga valorativa, es decir, en ocasiones el silencio
significa o expresa más que cualquier palabra empleada.

Pueden distinguirse dos tipos de silencios:

 Silencio objetivo: ausencia de ruido.


 Silencio subjetivo: empleado con intencionalidad para expresar un
estado de ánimo o significado concreto.
El primero de ellos, aparentemente de menor importancia, es
decisivo, ya que sin el silencio como mera ausencia de ruido la
comunicación sería caótica. El segundo tiene como carácter de ritmo y
énfasis para el discurso, charla o conversa.

Siguiendo el orden de ideas se preguntara:¿Para qué puede servir el


silencio en una producción radiofónica?

Según Jóse Ignacio López Vigil en su libro “Manual Urgente para


Radialistas Apasionadas y Apasionados” define que: “Es una cuarta voz
radiofónica, a la par de los efectos, la música y las palabras.

El silencio para la producción radiofónica sirve para:

- Preparar la escucha: cuando insertamos un silencio antes de algo


que para nuestra producción es importante (ya sea silencio total como un
freno en la locución), aquí el silencio tiene la función anticipadora, de
advertir al oyente que algo importante está por venir. Se detiene el
devenir sonoro, y obtenemos la atención del oyente que se implica
racional, emocional y corporalmente ante ese silencio que es suspenso y
que algo está diciendo sobre ese futuro inmediato. Cumple la función que
en lo textual cumplen los dos puntos.

- Subrayar una locución: cuando lo que se detiene es la música o los


sonidos que hacen de fondo a una locución, esa locución queda sola, en
seco, con el silencio como único colchón. De este modo, estamos
subrayando, por negación, lo que esa locución está diciendo. Por eso,
debemos tener en cuenta que esas detenciones sean deliberadas, porque
si detenemos la música porque sí, estaremos subrayando o dándole
mayor importancia a un fragmento de texto que quizás no lo merezca.

- Función reflexiva: cuando dejamos unos instantes de silencio luego


de algo importante de nuestra composición radiofónica. De este modo,
estamos subrayando lo anterior, lo último que se ha dicho o escuchado,
con el agregado de que dejamos latiendo esa frase o ese sonido en el
oyente, que ante la ausencia de un nuevo estímulo sonoro, no tiene otra
opción que pensar, vivir y experimentar con el cuerpo ese último elemento
que se queda un instante más desgarrando todo a su alrededor, pesando,
gritando en la ausencia. Este recurso es muy útil para lograr efectos
emotivos, angustiantes, cuando trabajamos con temas sensibles y sobre
los cuales queremos llamar la atención.
Cualidades para hablar en público
Las cualidades que se debe tener para hablar en público como un
experto ayudaran a mantener la atención de los oyentes. Y cada orador
debe tomar en cuenta estos enfoques para un asertivo discurso

 Autoconocimiento

Los grandes oradores saben emplear recursos como la retórica y la


oratoria para construir discursos que funcionen.

Se esfuerzan en dominar estos elementos para reinventar técnicas


antiquísimas, valiéndose de herramientas modernas y centrándose
siempre en la identificación de sus habilidades y personalidad.

 Estilo

Poseer una personalidad poderosa nos diferencia de los demás


como si fuéramos un sello único.

Todos tenemos una identidad, aunque es muy común que por el


nerviosismo o el miedo a hablar en público ella se diluya al momento de
pisar un escenario.

No necesitas ser una persona graciosa o caerle bien a todo el


mundo (aunque ser cálido es una cualidad que atrae). Lo que importa es
ser auténtico, determinado y cercano: los asistentes buscan esa intimidad
con los ponentes.

 Pasión

¡Pasión es hacer aquello por lo que se trabajaría sin cobrar un


céntimo!

Es la clave del por qué se hace algo poniendo en perspectiva los


valores personales.

Un ponente ha de transmitir su pasión al momento de hablar en


público para inspirar a los demás y para dejar grabado un mensaje
especial en los asistentes.

 Inventiva

Un orador necesita crear presentaciones y discursos de forma clara,


interesante y simple. Se puede ser un buen orador sin ser creativo, pero
para hablar en público como los grandes ponentes es indispensable ser
inventivo.

 Conexión

Esto se trata, nada más y nada menos que de entender cuáles son
los puntos con los que se pueden crear vínculos con la audiencia.
 Claridad

Para hablar como un gran orador es importante omitir el lenguaje


confuso o con terminologías especializadas.

Es conveniente usar metáforas que ayuden a recrear una idea en la


mente de los asistentes y mantener, al mismo tiempo, un discurso simple
usando frases cortas.

 Seguridad

No hay tener miedo al ridículo o a fallar. Ser seguro significa estar


dispuesto a cometer errores como cualquier otra persona.

Ten en cuenta que no existe la presentación perfecta: cada ponencia


es una nueva aventura y es importante, para nuestra tranquilidad,
mantener a raya al juez que llevamos dentro.

 Impersonalidad

Los grandes conferenciantes tienen lo que se llama “piel de


elefante”: todo les resbala. Para ello se requiere ser fuerte y no tener en
cuenta las críticas destructivas y, al mismo tiempo, creer en uno mismo y
en el mensaje.

Si bien el éxito al hablar en público depende de las opiniones de los


demás, no se puede ir por la vida cuidándose del qué dirán.

Ten siempre en cuenta que mientras más popular se es, más


propenso se es al desagrado o a las habladurías.

 Compromiso

Se refiere a tomar responsabilidad hacia el trabajo duro y encarar la


responsabilidad para hacer lo que toque cuando se necesite, esto puede
ser (por ejemplo), levantarse muy temprano y acostarse muy tarde para
escribir y practicar un discurso.

Así como mantener un alto nivel de energía y la tensión al mínimo.

 Sensibilidad

Encontrar el punto medio para decir mucho sin hablar mucho. Tener
la habilidad de tocar las fibras íntimas de la audiencia mostrando rasgos
de sensibilidad y accesibilidad, sin caer en el extremo de mostrarse
demasiado endeble.

 Expresividad
Hablar en público requiere realizar variaciones en el discurso, en el
volumen y en la velocidad.

Los grandes oradores animan con las inflexiones de voz para


acentuar el mensaje al subir o bajar el volumen o haciendo silencios
cortos al terminar una frase.

 Simpatía

Ser simpático significa tener sentido del humor para estructurar un


discurso. Hacer una pequeña broma de cuando en cuando para romper el
hielo entre la audiencia provoca cercanía.

 Imagen Profesional

Tener un guarda ropas en función de la actividad profesional


siempre genera beneficios. La imagen dice más que mil palabras; primero
porque eleva la percepción de valía y autoridad, y segundo, porque otorga
distintivita.

 Narrativa

Cuidar la narrativa es saber contar historias para demostrar quienes


somos al hablar en público, así también como saber ilustrar los puntos
para transportar al auditorio al lugar que queremos.

El miedo al hablar en público y como superarlo.


Para superar este tipo de miedo primero que todo se tiene que llevar
a la práctica los consejos que se den, sino en el transcurso del tiempo las
personas no tendrán capacidad para hablar frente muchas personas en el
caso de los conferencistas o dirigir un mensaje en una cabina radial en el
caso de los locutores.

Entendiéndose esto, las siguientes recomendaciones para superar el


miedo son los siguientes:

 Memorización de los conceptos

No se trata de aprenderse el discurso palabra por palabra, porque


podría provocar el efecto de la mente en blanco, produciendo pánico y
tiraría por la borda todo el trabajo, además que al repetir se puede ver
innatural y sobre actuado

Lo mejor es focalizar los conceptos creando puntos de contenido,


historias, datos y conclusiones clave que se quieran transmitir en la
presentación; de esta manera será más natural y sencillo exponer un
tema.
 Dominio de la mente

El miedo al hablar en público y el nerviosismo son sensaciones


naturales antes de salir ante tu audiencia.

Por ello es importante cambiar la forma de pensar, no centrando la


atención en uno mismo, sino en las personas de la sala.

Para eso se debe pensar que la gente espera del exponente


obtener algún concepto de valor. Si se marchan con uno o dos elementos
nuevos, entonces ha valido la pena.

 Preparación al Máximo

EL mejor ponente es el que ah preparado el tema y tener claros los


objetivos que se quieren conseguir, generando la percepción de confianza
y control en el público.

Esto se logra Investigando el perfil de los asistentes, prepara el tema


a fondo, considera la repercusión e identifica las áreas de oportunidad. La
información otorgará seguridad y poder.

 Material de Apoyo

Cuando se trate de hablar al público es necesario preparar con


antelación el material de apoyo que será proyectado en una pantalla,
donde ayudara que el exponente no pierda las ideas del tema. En la radio
la preparación de un guion, le servirá al locutor orientarse en los temas
que se hablara en el programa.

 Uso de un vocabulario simple

Dependiendo del tema se debe hablar los más simple y entendible


para la audiencia, sin preparar tu charla usando un lenguaje rebuscado o
demasiado formal. A la gente le gusta escuchar mensajes claros y
directos.

 Lenguaje no verbal

Según Albert Merhabian, los elementos de la comunicación personal


están conformados en un 7% por las palabras que decimos; el 38% por el
tono y el volumen; y el 55% por el lenguaje corporal.

Hemos de estar atentos a todos los gestos y movimientos que


hacemos, así como a las inflexiones de la voz, las muletillas, el parpadeo,
la velocidad, etc., para minimizar el nerviosismo y dar un mensaje correcto
de manera conjunta.
 El dominio del escenario

Caminar lentamente de un extremo a otro del escenario es favorable


para atender a las personas de esas áreas, siempre y cuando no se haga
de manera excesiva. Caminando armoniosamente el escenario hace que
la audiencia se entretenga con lo que uno dice, pero el uso excesivo en el
desplazamiento puede ser un factor distractor.

 Conversación con la audiencia antes de la presentación

Mantener una pequeña comunicación con algunas personas del


evento, luego te permitirá crear una cierta cercanía con tu audiencia y
ayudará a evaluar el ánimo general de la sala para saber el tono más
apropiado para dar el discurso.

Además de eso la interacción es la manera más eficaz para


mantener a la gente involucrada. Esto puede lograrse fácilmente pidiendo
a los presentes que levanten la mano, que respondan con un sí o un no a
una pregunta, o mejor aún, invitándolos a participar a través de las redes
sociales.

 El uso del cuerpo en la oratoria

Las manos son elementos que refuerzan el mensaje que se quiere


dar, por eso es muy importante usarlas de manera oportuna y controlada.
Igualmente la actitud como se desenvuelve en el escenario es importante
para que los oyentes capten la atención y no se aburran dentro de las
conferencias

En esto va incluido el sentido del humor es una habilidad social que


denota liderazgo, mejora la comunicación y permite hacer conexiones al
hablar en público de manera inmediata.

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