Sunteți pe pagina 1din 14

Kabbalah: Salud y Emociones

Los Conflictos

Según la Kabbalah todo conflicto que no arreglas en esta vida se


te repite en la vida siguiente.

Si logras armonizarlo en esta vida, en la siguiente ya no se te


presenta o se te presenta muy atenuado. Lo importante de esto es que
todos los problemas que logremos resolver en esta vida harán que en
la vida siguiente llevemos una vida mucho más pacífica.

Obviamente es más fácil armonizar un problema con un cajero de un


banco que con una pareja o una ex pareja, pero aquel que logre
armonizar una situación de conflicto con una pareja o ex pareja llegará
a la vida siguiente con una mochila mucho más ligera.

La Kabbalah te invita a estar atento a los conflictos que se te presentan


para resolverlos y no cargar de asuntos pendientes tu siguiente vida.

El Arbol de la Vida

Nos indica los atributos que debe tener una persona para
elevarse.
La sabiduría del árbol de la vida tiene mínimo 6000 años. Es una mezcla
de la tradición sumeria y la egipcia, hay otros pueblos como el taoista
que también desarrollaron sabidurías similares. El cristianismo, el
judaísmo y el islamismo vienen de la sabiduría de la Kabbalah.

En la cima del árbol de la vida se encuentra la energía más poderosa


de todas, quien sepa manejarla podrá manejar el resto de las esferas y
materializar lo que quiera.
Esta energía es la de la Voluntad. Los sumerios hace 7000 años
ya sabían que lo más importante para que una persona pudiera acceder
a lo que quiera era la Voluntad. Se llama Kether, la Corona.
En hebreo una palabra no tiene un solo significado, cada vez que
aparece la palabra Corona en la Biblia en realidad está hablando de
esto, es un código. Pero decir que Kether es Voluntad es reducirlo
porque cada una de estas esferas tiene una energía y una energía se
define con varias palabras. Las palabras que la definen son voluntad,
deseo, intención... porque para que haya voluntad tiene que haber
deseo.
Si tú no deseas estar bien espiritualmente y físicamente ni siquiera vas
a tener voluntad.

El deseo es lo más importante.

La clave de todo es entrenar la voluntad.

En Kabbalah se dice que hay almas que están más fragmentadas que
otras, las almas menos fragmentada son más fuertes. Un alma fuerte
se reconoce porque tiene deseo.

Si hay deseo hay voluntad, y si hay voluntad hay esperanza.

La forma de trabajar la voluntad es cuando peleamos con Satán, el


oponente.
Cuando trabajamos la voluntad siempre hay un cambio, un avance.
A medida que reencarnamos nosotros perdemos la memoria, en cambio
nuestro Satán mantiene la memoria, no olvida nada, por lo tanto sabe
qué decirnos en cada momento y sabe cómo tentarnos. Cuando tú estás
vibrando bajo, Satán aparece, el oponente aparece.
Después de la Voluntad en Kabbalah aparecen la segunda esfera
que es la Sabiduría, Hochmah y el Entendimiento, intelecto o
pensamiento que es la tercera, Binah.

Es importante el pensamiento, el intelecto. Es importante estudiar,


conocer, no podemos negar el infinito poder de la mente, si el cerebro
quiere se puede curar.

Pero también es importante saber escuchar a la sabiduría, la que


no viene de la mente.

Lo interesante es vivir lo que lees, cuando tú lees el árbol de la


vida se enciende el entendimiento.

Cuando lo entiendes pero no lo viviste se enciende solamente la


sabiduría y cuando lo entiendes y lo has vivido se activa el conocimiento
(Daat).

La Kabbalah y las enfermedades

En la esfera de Binah está todo el poder de la mente, que es


infinito.
En Kabbalah la esfera de la Sabiduría y la del Entendimiento conforman
el mundo de Briah, que es el mundo en el que se forman las
enfermedades. Si tengo que buscar el origen de una enfermedad lo
tengo que buscar sobretodo en el pensamiento, que es donde tienen
origen las enfermedades.

Para entender cómo funciona en Kabbalah la manifestación de


las enfermedades, debemos tomar en cuenta la existencia de cuatro
mundos en los que podemos dividir el árbol de la vida:
Assiah: el mundo de la acción.

Yetzirah: el mundo de la formación.


Briah: el mundo de la creación.

Atziluth: el mundo de la emanacion.

Cualquier cosa que se materializa en el mundo pasa por los 4 estados,


incluidas las enfermedades.

Una enfermedad es algo que se materializó.


Vamos a imaginar una enfermedad como el cáncer que es totalmente
curable.
Si yo sigo todo el recorrido no me puedo engañar porque sé de dónde
surgió la enfermedad.

El cáncer se inicia con la energía de la muerte, esta energía surge del


mundo de la emanación: Atziluth.

Desde el mundo del pensamiento o Briah pensamos en la muerte.


Todavía no se formó la enfermedad, ese pensamiento de la muerte nos
produce emociones: miedo a la muerte que es una emoción negativa y
si me da miedo es que tengo un conflicto.
En el momento en el que tengo un conflicto emocional se manifiesta la
enfermedad.

En Kabbalah el origen de una enfermedad está en un pensamiento que


fue mal procesado o que no prestaste atención a como lo estabas
procesando, pero la pregunta: es: ¿quieres curarte?
Está bien, no hay problema. Seguramente en el mundo físico tendrás
que hacer cosas, pero si tú sólo trabajas en el mundo físico vas a estar
todo el tiempo solucionando en el mundo físico.

Mejor vamos a solucionarlo por lo menos en el anterior, si traes


conflicto empieza a trabajar ese conflicto porque mientras tú no
trabajes ese conflicto el mundo físico seguirá recibiendo energía de
miedo.

Atziluth: emanación (Energía de muerte)

Briah: pensamiento: (Pienso en la muerte)

Yetzirah: emoción: (Tengo miedo a la muerte = conflicto


emocional)

Assiah: acción, mundo material: (se materializa el cáncer)

¿Qué puedo hacer si tengo miedo a la muerte?

Lo puedo ver de otra forma: ir al psicólogo, ir a un chamán, hacer


meditaciones, respirar conscientemente... No te van a curar pero te
ayudan.
Pero no basta con esto, tenemos que ir a por más, porque nuestro
deseo, Kether, quiere ir a por más. Tenemos que ir al mundo de los
pensamientos.
¿Y qué pienso yo de la muerte? Puedo pensar en la reencarnación,
puedo pensar que después todo va a estar bien y que esto no termina
aquí, pero no me basta con pensar, tengo que sentirlo porque si no lo
siento y no lo hago mío no sirve de nada.

Hay formas en las que podemos llegar a sentirlo, una de ellas son las
memorias akashicas. Y te pueden conectar con esa energía de tus vidas
pasadas. O también puedes hacer una regresión para ser consciente
de las vidas pasadas que has tenido.
Este proceso se aplica a cualquier tema, no sólo a cuestiones de la
salud.
Por ejemplo, la idea de escribir un libro que se titule lucha contra una
enfermedad.
La lucha contra la enfermedad es la energía que proviene de la
emanacion.
Después toca la parte de pensar qué va a contener el libro.
Posteriormente pasamos a ver qué emociones nos produce la idea del
libro, cómo lo vas a vivir emocionalmente y está ya es la última fase
para que el libro se materializa en el mundo físico.
Debes mantener encendida la voluntad de hacer el libro, junto con el
entendimiento y la sabiduría, porque para escribir un libro sabemos que
es importante tener sabiduría. Es más importante la sabiduría porque
viene de adentro de nuestro corazón.
También es necesario mantener encendido el amor. Para escribir un
libro debemos amarlo, y además la disciplina porque sin disciplina no
llegamos a terminar el libro.
También se debe encender la autoestima para decir: "yo sí puedo
escribir un libro", y a la vez la humildad, reconocer que no lo sabemos
todo y que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo.
Además, sería necesario tener la inspiración, la magia, la creatividad en
la Esfera de la Yesod.

Con todo esto ya tenemos todos los elementos para que nuestro libro
se materialice en el mundo físico.

Si en nuestra vida cotidiana hacemos esta reflexión sobre cualquier


asunto, especialmente aquellos que nos afectan, como son las
enfermedades, nos daremos cuenta de que cualquier conflicto
emocional no resuelto da lugar a una enfermedad. La clave es superar
ese conflicto emocional.
Otro ejemplo sería cuando nos enfadamos con alguien. Tenemos que
analizar el conflicto emocional que tenemos: el enojo. Luego lo pasamos
al pensamiento:

Por qué estoy enfadado con una persona?

Porque me hizo esto y lo otro.

Pero con que lleguemos hasta ahí no basta para aliviar el conflicto.
Tenemos que subir más arriba. Entonces hay que analizar cuál es la
emoción que hay detrás. La emoción es el odio, hasta que yo no dejé
de odiar el conflicto emocional no se va a disolver.
Obviamente esto no es fácil pero podemos recurrir a la sabiduría y el
entendimiento. Ellos nos van a dar la clave para leer, investigar, analizar
maneras en las que puedo dejar de odiar y todo tiene que ir
acompañado por la voluntad y el deseo de dejar de odiar.

El problema que se suscita es que todos los conflictos emocionales, en


mayor o menor medida nos van restando energía hasta que no los
resolvamos.
Es normal que a lo largo de nuestra vida surjan conflictos más o menos
grandes.

La Kabbalah nos plantea un ejercicio para analizar cómo está nuestra


energía:
A lo largo de tu vida tus relaciones conflictivas han aumentado o han
disminuido?
Si han disminuido quiere decir que vas por el camino correcto y estás
trabajando bien tus conflictos emocionales, lo cual se traduce en que
mantienes completa tu energía.
Es muy difícil resolver al 100% todos los conflictos, pero sí se debe
hacer un esfuerzo por suavizarlos.
Cada vez que tengamos un problema con una persona hay que analizar
qué parte de pensamiento y de emoción hay en ese conflicto.
Si uno solo no puede analizar cuál es el origen del conflicto es
interesante que busque ayuda de otras personas.

La Kabbalah también nos dice algo muy cierto: cuando estás


despierto y consciente y reflexionas sobre el conflicto, el primer
pensamiento que viene a tu mente, la primera idea de cuál es el origen
del conflicto es la idea correcta.

En el caso de los terapeutas esta es una herramienta muy valiosa para


llegar al origen del conflicto emocional de sus pacientes.

Volviendo al tema del miedo a la muerte, cuál sería el contrario de el


miedo a la muerte?

Podríamos decir: amor a la vida. Entonces lo reducimos a Amor. Amor


y miedo son dos energías y la Kabbalah nos dice que como es abajo es
arriba, luego si arriba hay amor abajo tiene que haber amor y viceversa.

Cuando tú piensas en algo activas una especie de antena y te conectas


con esa energía que hay arriba.

Esa es la relación que existe entre el mundo de Briah y el mundo de


Atziluth, por eso muchos cabalistas estudian lo relacionado con la
energía, los átomos y lo cuántico.

Por medio de la ley de la atracción lo que tú piensas lo atraes. Este


principio está relacionado con el primer principio de la Ley del Kybalión:
todo es mente. Toda acción, todo conocimiento tiene un origen mental.
Todo lo que desarrollamos viene de un primer momento que es la
emanación.
La ley del kybalión nos dice que si quieres trabajar espiritualmente
tienes que iniciar en el pensamiento.

¿Qué tipo de pensamientos estás teniendo?

En el mundo de Briah está la clave y el origen de todo y la energía para


alimentarlo es el deseo, si tú tienes deseo y voluntad de sanar lo vas a
lograr. Pero esto no es fácil, sabemos de personas que realmente no
desean ser sanadas. Por eso cuando tú inicias un proceso de sanación
la primera pregunta que te hacen es si realmente quieres ser sanado,
esta pregunta no es casualidad. Porque tu cuerpo está movido por la
voluntad. Pero no por la voluntad del sanador sino por la tuya propia y
si no es tu voluntad sanar no sanarás.
Porque el sanador puede hacer cosas para mejorar tu salud en el
mundo físico, en el mundo de Assiah, pero si tú no haces un esfuerzo
por ascender hacia los demás mundos, el proceso de sanación no se
completará.

Por eso es que algunas filosofías como la de Louise Hay, el


Ho'oponopono o la Programación Neurolingüística son efectivas y
funcionan, porque parten de un pensamiento, que es un emanacion de
una energía. Todo se inicia con un proceso mental. De tanto repetirlo
algo debe cambiar en la mente.

Analicemos el caso de las personas malas, personas realmente malas.


Ese tipo de personas no se enferman nunca porque no tienen ningún
conflicto emocional: piensan y sienten lo que hacen, son congruentes.
Aún dentro de su propia maldad, al no temer lastimar a otros, robar,
matar abusar, etcétera no se da en ellos un conflicto emocional.
Eso no quiere decir que sea bueno ni que sea malo. Simplemente hay
congruencia en ellos y la clave para no enfermarse es la congruencia.
A menudo este tipo de personas podría parecer que sufren un trastorno
mental porque deforman la realidad, se creen su misma realidad y no
importa que los demás desde fuera les aleguen, ellos creen que tienen
la razón.

Quiere decir que ellos en el mundo del pensamiento están creando su


propio pensamiento y su propia realidad, por lo tanto no se les origina
ningún conflicto emocional.

Curiosamente es más probable que aquellas personas que llamamos


"buenas" se enfermen más que las malas. Las personas malas suelen
ser personas poderosas porque tienen la capacidad de modificar el
pensamiento y esto involucra tener mucha voluntad y teniendo voluntad
consigues todo lo que te propongas.

La Kabbalah dice que las enfermedades son indicadores de conciencia.


Todos las tenemos.

Por lo tanto la clave de la salud es la congruencia.


Puedes ser congruente desde la bondad o desde la maldad, aunque es
más fácil ser congruente desde la maldad, entre comillas.
Si tú consigues la congruencia desde pensamientos de amor o desde
pensamientos de odio y muerte tiene que ser respetado porque ante
todo se debe respetar el libre albedrío de cada ser.

Cómo abarca la Kabbalah el concepto de oscuridad.

Existe un código en la Biblia, el pasaje del Génesis en el que se dice:"


Y de pronto la luz se hizo". El código que está ahí encerrado en esta
frase es que antes de la luz había oscuridad. Por lo tanto entre los seres
humanos antes de bondad hay maldad, antes de luz hay oscuridad.
En la Biblia nos aparecen varios ejemplos en los que el primer hijo es el
malo, como Caín y Abel, Esaú y Jacob o José y sus hermanos mayores.

El juego de la vida consiste en armonizar a nuestro ego, a nuestro


oponente Satán, ser conscientes de que existe. Lo mismo que con las
energías negativas de nuestro signo del zodiaco, saber que están ahí y
tratar de armonizarlas, saber vivir con ellas y abrazarlas.

Uno no puede pretender que su pareja sea perfecta porque ni siquiera


el mismo Jesucristo lo fue y en nosotros mismos existe la oscuridad,
entonces no podemos esperar de los demás perfección.

Todos tendemos a juzgar oscuridad como malo y luz como bueno. En


la Biblia, sobretodo en el Antiguo Testamento que estaba escrito en
hebreo y arameo no existe la palabra malo. lo que existe es la palabra
Hará, que significa malo, ponzoñoso y venenoso y tiene la energía de
la serpiente.

Hará quiere decir deseo egoísta.


Analicemos algo que consideramos totalmente malo, como por ejemplo
el abuso sexual. Si nos remontamos a vidas pasadas un abuso sexual
en esta vida puede ser la manera de limpiar karma de vidas pasadas o
puede ser un acuerdo entre almas para que tú aprendas algo en esta
vida.
Una persona que logra recomponer su vida amorosamente después de
un abuso sexual recibe mucha luz. No es fácil quizás sea una de las
experiencias más difícil que podemos vivir, pero sí se puede lograr.
Por ejemplo, un familiar nos quita una casa. Nosotros ya estamos
juzgando que él es malo porque estamos viendo una parte de la historia
nada más, no sabemos que ha pasado atrás. Estamos viendo nada más
10 años de la historia cuando en realidad esa película tiene 60 vidas de
duración.
Por lo tanto no debemos juzgar lo que es bueno o lo que es malo, lo
que sí tenemos claro es que una persona que abusa se está dejando
llevar por un sentimiento egoísta, un sentimiento de Hará, o bien no
sabemos a qué acuerdos llegaron las almas allá arriba y qué acordaron:
"Oye si me ves muy perdido a los 20 años por favor hazme esto para
que me ubique".

Lo que sí debemos hacer es aplicar la Kabbalah en todo momento. Y


Kabbalah quiere decir recibir y aceptar en la misma acción: aprender a
recibir y aprender a aceptar. Aceptar no quiere decir que acepto todo lo
que pase, si alguien pretende abusar de ti no vas a aceptar ese abuso.

En el árbol de la vida tenemos al mismo nivel la disciplina y el amor. Si


alguien quiere abusar de ti puedes actuar con disciplina, dándole un
golpe de karate. Si quieres aplicar el amor entonces aceptas el abuso
con amor. En el medio de los dos extremos está la compasión activa:
Tipheret, te pongo un límite con todo el peso de mi Gebouráh pero con
amor. Te pongo un límite amoroso, cómo lo hacemos? Ahí aplicamos lo
que Kryon llama "compasión activa".

En el caso de Jesucristo cuando es crucificado él logra perdonar pero


de verdad, por lo que pasa a la Esfera Daat, que es el conocimiento
oculto. Representa el momento en el que el hombre trasciende, en el
que asciende al mundo de la emanación.

Si nosotros queremos estar bien debemos trabajar en el mundo físico,


en el mundo de las energías y trabajar la compasión. Cuando
trabajamos la compasión estamos activando la disciplina el amor, el ego
y la humildad. Estas cuatro energías que son muy poderosas le dan
fuerza a Tipheret.
Podemos mantener la coherencia trabajando para el lado de la luz o
para el lado de la oscuridad pero a la larga la luz es más poderosa.
Si entras en una habitación oscura y enciendes un fósforo deja de haber
oscuridad, la luz aunque sea pequeña, vence a la oscuridad.
Pero para que haya luz tiene que haber oscuridad.
Ésa es la mente dual, que nos hace pensar en términos de bueno y
malo, luz y oscuridad.

En el momento en el que juzgamos cuál es mejor estamos perdidos,


porque ambas se necesitan. La luz necesita de la oscuridad.
En la Biblia, cuando el hombre muerde la manzana lo que está haciendo
simbólicamente es impregnarse de la dualidad. Es lo que se llama la
corteza reptiliana. Cuando piensas en modos duales: bueno o malo,
justo o injusto, bello o no bello... estás activando la corteza reptiliana.
Cuando el hombre come la manzana integra en él la dualidad. Y no es
algo malo. Está bien. La dualidad nos sirve para hacer méritos y ganar
la luz, porque nadie quiere obtener una luz que no se ha ganado con
méritos propios. Es lo que se llama "el pan de la vergüenza".

Cómo es el cuerpo humano.

Si imaginamos cómo es el cuerpo humano pocos de nosotros nos lo


imaginaremos con un campo áurico alrededor. No tenemos presente el
campo energético del ser humano, porque lo tenemos bien en el
pensamiento pero no lo hemos integrado en el sentimiento, por lo tanto
no lo tenemos en el conocimiento.
Ahora, una persona que está enferma, ¿qué tanto trabaja su campo
áurico?
El campo áurico o energético se encuentra en nuestra dimensión, en el
mundo material, pero como no lo vemos a veces nos pasa
desapercibido. Todas las culturas hablan del campo energético de la
persona. Una enfermedad antes de llegará nuestro cuerpo físico ha de
penetrar en nuestro campo energético.
Por lo tanto lo importante es fortalecer nuestro campo energético, y lo
podemos trabajar con ejercicios como el Tai Chi, el Chi Kung, Falun
Dafa o Falun Gong o con los Pases Mágicos Toltecas.
Cuando hacemos movimientos de Chi Kung estamos trabajados en
nuestro campo energético.

Cuando hacemos toda tenemos tres posibilidades: si hacemos las


posturas y sólo piensas en tu cuerpo estarás trabajaremos sólo el
cuerpo físico.

Si además de hacer las posturas controlamos la respiración


trabajamos también le energía dentro del cuerpo.
Pero si a la vez trabajas tú campo energético energizándolo entonces
estás trabajando los tres.

La respiración es la mejor medicina del cuerpo.

S-ar putea să vă placă și