El 8 de marzo, en el día internacional de la mujer, las 28 seleccionadas del equipo

femenino de futbol de Estados Unidos demandaron a su empleador, la Federación Nacional

de Fútbol (USSF), por discriminación de género, al darse a conocer que el equipo ganaba hasta
un 40% menos de lo que ganaban sus homólogos masculinos. La discriminación salarial de
las mujeres en el deporte no es un tema nuevo, pero hay un creciente ruido mediático al
respecto y muchas voces están emergiendo para dar a conocer sus opiniones. Entre todas ellas,
emergen voces que perpetúan el estado de las cosas y otras voces heréticas abren el porvenir.

En el presente trabajo, intentaré analizar las declaraciones que dio a conocer en

la radio, el economista Javier Milei, en respuesta a un tweet de la ONU que hacía eco de las
demandas de organizaciones feministas y de derechos humanos respecto de la brecha salarial
entre jugadores y jugadoras, situación que tomó mayor visibilidad en el Mundial Femenino
de Futbol de Francia 2019. Me interesa con este análisis, evidenciar que el discurso que
construye Javier Milei cae en defectos argumentativos discutibles y no puede sostenerse sin
reproducir un imaginario social y un sistema de pensamiento patriarcal. Sus declaraciones
ratifican una lógica de dominación donde lo masculino es naturalmente superior y por lo
mismo, lo constituye como la norma y el eje desde donde ejercerá toda comparación. Su
argumentación esta sesgada de estereotipos y un empleo excesivo de las falacias que solo
busca validar el propio discurso y desacreditar al contradestinatario.

La estructura de este análisis procurará manifestar como la este argumento imaginario

social estereotipo falencias de este discurso

la pragmadialéctica

Para ello, nuestro punto de partida será aristotélico: a través de las categorías que nos
ofrece Barthes (1974) de la Antigua Retórica estableceremos la disposición y organización de
las partes de este discurso para ubicar los pilares que sostienen la arquitectura de la tesis, es
decir, las premisas. Con ello, reconstruiremos la red de argumentos que las sustentan, lo que
será útil para establecer las bases de acuerdo, los valores y las técnicas argumentativas que
operan en los mismos, nociones que se desprenden del abordaje de la Nueva Retórica según
lo propuesto por Perelman (1997).
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