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CALENTAMIENTO GLOBAL

En la atmosfera de nuestro planeta existen los llamados "gases de


invernadero", los cuales mantienen la temperatura promedio de la superficie de
la tierra en alrededor de 15 grados centígrados (¡C). De otra forma, ésta
alcanzaría 18 grados bajo cero. El efecto invernadero es, en realidad, la
retención de la radiación emitida por el
sol (figura 1).

En los últimos años, ha sido


documentado un incremento paulatino
en la concentración atmosférica de
dichos gases. Los científicos consideran
que éste efecto es el resultado de la
industrialización progresiva, la
fabricación de aerosoles (con los
llamados clorofluorocarbonos), la
utilización de combustibles derivados del
petróleo, los sistemas de irrigación de
cultivos y la fabricación de cemento. Figura 1. Los gases de invernadero (dióxido de
carbono, metano, óxido nitroso, clofluorocarbonos,
tetrafluoruro de carbono) atrapan la radiación solar y
según los expertos, el último decenio ha calientan paulatinamente la superficie terrestre.

sido el más cálido del siglo. La


temperatura atmosférica ascendi- en 0,4 ¡C durante los 25 años anteriores. Así
pues, se ha disparado un proceso paulatino de "calentamiento global" del cual
el hombre es, en gran medida, responsable. A causa de tal problema,
científicos de varias partes del mundo se han agrupado, desde 1988, en el
Panel Intergubernamental de Cambio Climático, establecido por la
Organización Meteorológica Mundial y el Programa Ambiental de las Naciones
Unidas, con miras a discernir las causas del mismo, el impacto real y las
posibles estrategias para combatirlo. Dicho comité de expertos ha previsto para
el año 2100 un aumento de temperatura promedio de 1,0¡C a 3,5¡C (con
variaciones en diferentes zonas del planeta).
Como resultado del calentamiento global, se presume que en el futuro cercano
habrá mayor frecuencia de sequías, tormentas e inundaciones. Se ha calculado
que por cada grado centígrado de aumento térmico, el vapor de agua contenido
en la atm-sfera se incrementa en cerca de 6%, lo que se traduce en sequías
prolongadas y, por otro lado, lluvias más intensas, que ya comenzaron su
aparición en el siglo XX. El incremento en la intensidad de lo que se conoce
como "fenómeno del Niño", forma parte, de acuerdo con diversas opiniones, del
impacto del calentamiento atmosférico (tabla).

Por otro lado, el aumento de


temperatura de la atm-sfera hace que
fenómenos que en otros tiempos se
veían a menores alturas, empiecen a
aparecer en regiones geográficas
más elevadas. Así por ejemplo, en
zonas de los Alpes, Alaska, Estados
Unidos y Nueva Zelanda ya han
aparecido especies de plantas que
antes eran ausentes. Así mismo
Tabla
tienden a desaparecer
acumulaciones montañosas de hielo en Nueva Zelanda, Indonesia, los Alpes
suizos, Kenia, los Himalayas, Islandia y Noruega. La altura necesaria para el
congelamiento ha subido aproximadamente 150 metros.

Por otra parte, se prevé que en ciertas zonas del planeta, en los días cálidos la
formación de ozono (gas necesario para evitar la entrada de rayos ultravioleta)
podría decaer a niveles que permitan que se afecte la salud de individuos
vulnerables (SaludHoy noticias, julio 25 de 2000).

Aumento en la frecuencia de enfermedades tropicales

Varios reportes indican que enfermedades propias de las zonas más cálidas de
los trópicos, tales como dengue, fiebre amarilla o malaria han comenzado a
hacer su aparición a mayores alturas. Esto ha sido demostrado en América
Latina, Asia y Africa. En Africa muchos pobladores emigraron hace tiempo a
zonas montañosas, buscando escapar de la malaria, pero en la actualidad, allí
están siendo también atacados. Algo similar ha ocurrido en Nueva Guinea.

En zonas como Punjab y Sri Lanka, la incidencia de malaria ha aumentado de


4 a 5 veces en los últimos años. Normalmente el paludismo o malaria ocurre en
zonas geográficas cuya temperatura excede los 16 ¡C. Por su parte el dengue y
la fiebre amarilla casi siempre suceden a temperaturas superiores a los 10 ¡C,
debido que los mosquitos que transmiten estas enfermedades, no sobreviven a
temperaturas inferiores.

Las diversas especies de Plasmodium, parásito que causa la malaria, cumplen


parte de su desarrollo dentro de los mosquitos transmisores de la enfermedad
(Anopheles), y el resto de su ciclo vital lo llevan a cabo dentro de las células
(en este caso glóbulos rojos) del ser humano "picado" por dichos mosquitos. La
maduración de los parásitos dentro de los mosquitos depende de la
temperatura ambiental, y es más rápida en cuanto mayor sea ésta. Así, por
ejemplo, si esa temperatura sube de 20 a 25 ¡C, dicho tiempo de desarrollo
pasa de 26 a 13 días, aumentando el riesgo de que el insecto transmita la
enfermedad en el curso de su vida.

Por otro lado, las inundaciones generadas por las


lluvias torrenciales, al ceder, dan lugar a la
persistencia de aguas estancadas en donde los
mosquitos encuentran un ambiente adecuado para
reproducirse (figura 2).
Figura 2. Las aguas estancadas
Actualmente se estima que 45% de la superficie del posteriores a las épocas de lluvias
son criaderos de numerosas
planeta es propicia para la malaria. Los científicos
especies de mosquitos. Dichos
calculan que para el final del siglo XXI 60% de dicha insectos, cada vez sobreviven a
mayores alturas a causa del
superficie podrá favorecer, a causa del aumento de
calentamiento global.
temperatura, la aparición de la enfermedad. Las
personas afectadas de malaria, sufren de fiebre, escalofríos y sudores
repetitivos, desarrollan anemia y pueden morir como resultado de la
enfermedad. En el mundo cada día mueren, por ésta causa, cerca de 3000
personas, en especial niños. No existe vacuna universalmente efectiva y los
parásitos (Plasmodium) se muestran, con frecuencia, resistentes a los
medicamentos (SaludHoy noticias, febrero 2 de 2000).

En algunos países las medidas de salud poblica, entre ellas el uso de


plaguicidas (contra los mosquitos transmisores) y el manejo adecuado de
aguas estancadas, han mantenido, hasta hace poco, el control sobre la
enfermedad. Sin embargo, nuevos brotes de malaria han comenzado a
aparecer. Es el caso de muchas áreas de los Estados Unidos, Corea, sur de
Europa, sur de Africa y Unión Soviética.

Por su parte el dengue, (transmitido por el mosquito Aedes aegypti)


popularmente conocido como "fiebre rompehuesos", también se ha tornado
cada vez más frecuente. Así lo han reportado informes de zonas previamente
no afectadas, como ciertos territorios de Argentina, norte de India, México y
Colombia. Los pacientes afectados presentan fiebre, dolores óseos notables,
dolor en los ojos, y en ocasiones presentan hemorragias internas (en el
llamado "dengue hemorrágico") que pueden ser fatales. Para el dengue no se
dispone, en la actualidad, de medicamentos efectivos y tampoco existe vacuna.

Otras enfermedades

Otros mosquitos, llamados por los científicos Culex pipiens transmiten un virus
conocido como "virus del occidente del Nilo", que ha hecho su aparición, de
forma reciente, en Estados Unidos. Cuando los asentamientos de agua
después de las sequías, son compartidos por mosquitos y pájaros, estos
últimos resultan infectados por el virus, el cual, finalmente, es transmitido al
hombre por picadura de los mismos insectos.

Por otra parte, la "fiebre pulmonar por hantavirus", es una enfermedad muy
grave del aparato respiratorio ocasionada por un virus que lleva ese nombre, el
cual es inhalado por las víctimas a partir de las excretas de roedores (ratas y
ratones).
Hacia 1993, en el surocciente de Estados Unidos fué reportado un brote de la
enfermedad relacionado con una época de sequías alternadas con lluvias
intensas. según los expertos, las sequías, al favorecer la desaparición de los
enemigos naturales de los roedores (como águilas y serpientes), estimularon el
aumento de su población.

El virus es transmitido cuando los roedores buscan alimento en las viviendas


humanas durante el verano. Felizmente, el episodio en mención ya ha sido
controlado, gracias al "control de plagas" emprendido contra los roedores y a
las precauciones tomadas por las personas.

Desequilibrio en los ecosistemas

Pese a la enorme capacidad de adaptación de muchas especies (un buen


ejemplo es el caso de los roedores), muchos ecosistemas se han visto
amenazados también por el calentamiento global. Tal es el caso de los
arrecifes de coral, que sufren el impacto del aumento de temperatura oceánica,
y las especies silvestres de los bosques, que son víctima de los incendios
forestales generados durante las sequías.

Muchos expertos creen que ciertas plagas y organismos oportunistas, pueden


encontrar en el desequilibrio de los ecosistemas, un ambiente propicio para su
reproducción, con el consecuente impacto sobre la salud de las personas.

Otras consecuencias para la salud humana

Los expertos han calculado que los bruscos cambios climáticos que
sobrevienen van a traer como consecuencia diversas alteraciones en la salud
humana. Por ejemplo, quizá se tornen más frecuentes los problemas derivados
del calor (como el golpe de calor) y se hagan menos comunes las muertes por
congelamiento. Del mismo modo podrán ocurrir enfermedades por diversas
causas ante la aparición de graves inundaciones; es también posible que
cambie el patrón con el cual suceden los problemas diarreicos relacionados
con los alimentos (por deterioro en el grado de seguridad de los sistemas de
almacenamiento) o el agua (SaludHoy noticias, julio 10 de 2000).

De otra parte, si los cambios en la viabiliadad de cultivos no son


adecuadamente previstos por los agricultores, es factible que se pierdan
cosechas enteras y se vea afectada la productividad de muchas naciones. Las
alteraciones sociales y económicas que pueden derivar de ello, se reflejarían
en mayor frecuencia de conflictos cívicos, déficit nutricional y enfermedades de
tipo psicológico. Una consecuencia muy temida por los científicos, es el
surgimiento de nuevas enfermedades infecciosas.

No hay que olvidar que como resultado del fenómeno del Niño, países del
trópico, como Brasil e Indonesia, experimentaron oleadas masivas de
enfermedades respiratorias (consecuencia del calentamiento de los bosques
tropicales). Así mismo, en América Central en 1998, ocurrieron brotes de
enfermedades portadas por el agua (cólera), insectos (malaria, dengue) y
roedores (leptospirosis).

En algunas partes del mundo el patrón de cambios en el clima, las lluvias y


tormentas ha sido denominado ciclo ENSO, definiéndose los cambios en la
incidencia de diversas enfermedades infecciosas que han resultado del mismo.

Deterioro en la calidad del agua

Los científicos han resaltado que, como resultado de las sequías, ciertos
contaminantes, por ejemplo metales pesados y desechos industriales, pueden
verse concentrados en el agua, aumentando el riesgo de causar daño a la
salud. Por otro lado, las inundaciones hacen que algunos agentes causantes
de enfermedad (como el Cryptosporidium, parásito que causa diarrea) vayan a
parar a las aguas de consumo humano; lo mismo sucede con los fertilizantes
utilizados en los cultivos. La mezcla de aguas negras, dispersas por dichas
inundaciones, con fertilizantes, favorece el crecimiento de ciertas algas
"nocivas", cuyos componentes terminan siendo inhalados por la gente
(causando enfermedad respiratoria) o comidos por los peces y, después, por
las personas. Así mismo, se ha descubierto que dichas algas son asiento para
la proliferación de pat-genos como el Vibrio cholerae, agente causal del cólera.
Las inundaciones han precedido brotes de cólera, dengue y malaria en América
Central (con posterioridad al huracán Mitch), Mozambique (Africa) y
Madagascar.

Posibles soluciones
Los expertos han señalado que son necesarias varias medidas para atenuar el
impacto del calentamiento global sobre la salud. Es importante que se
extremen los sistemas de detección y reporte de enfermedades infecciosas,
que se eduque a la población sobre el uso de insecticidas y sobre el manejo de
aguas estancadas y, así mismo, se mantenga en alerta al personal de salud.
Por otro lado, los comités de prevención de desastres tienen mucho que ver
con la capacidad de reacción de las comunidades, ante la predicción de
inundaciones.

Hoy por hoy, los estudios de temperatura, obtenidos gracias a los satélites,
permiten predecir algunas epidemias y organizar los sistemas de control.

De otra parte, es vital para la supervivencia de la humanidad que se piense en


la utilización de fuentes de energía alternas al petróleo, para minimizar la
emisión de gases con "efecto invernadero", tales como el dióxido de carbono.
Tal empeño sería inotil si la humanidad, al mismo tiempo, no aprende que la
energía disponible para el "bienestar general" no es gratuita ni ilimitada, y que
hay que cuidar los "bosques", que constituyen la más importante reserva de
aire puro para el planeta.
CAMBIO CLIMÁTICO

Foto Vidar Nordli-Mathisen


El parque eólico Los Granujales en Vejer de la Frontera, en Cádiz (España).

El cambio climático es el mayor desafíos de nuestro tiempo y nos encontramos


en un momento decisivo. Desde pautas meteorológicas cambiantes, que
amenazan la producción de alimentos, hasta el aumento del nivel del mar, que
incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas, los efectos del cambio
climático son de alcance mundial y de una escala sin precedentes. Si no se
toman medidas drásticas desde hoy, será más difícil y costoso adaptarse a
estos efectos en el futuro.

La huella humana en los gases de efecto invernadero

Los gases de efecto invernadero (GEI) se producen de manera natural y son


esenciales para la supervivencia de los seres humanos y de millones de otros
seres vivos ya que, al impedir que parte del calor del sol se propague hacia el
espacio, hacen la Tierra habitable. Pero después de más de un siglo y medio
de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de
gases de efecto invernadero en la atmósfera se han incrementado en niveles
nunca antes vistos en tres millones de años. A medida que la población, las
economías y el nivel de vida crecen, también lo hace el nivel acumulado de
emisiones de ese tipo de gases.
Se han relacionado científicamente varios hechos:

 La concentración de GEI en la atmósfera terrestre está directamente


relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra;
 Esta concentración ha ido aumentando progresivamente desde la Revolución
Industrial y, con ella, la temperatura mundial;
 El GEI más abundante y que representa alrededor de dos tercios de todos los
tipos de GEI, es el dióxido de carbono (CO2), resultado de la quema de
combustibles fósiles.

EL OZONO
El ozono es un gas inestable de color azul y fuerte oxidante, es un compuesto
inestable de tres átomos de oxígeno, muy fácil de producir pero a la vez muy
frágil y fácil de destruir.

El ozono es uno de los muchos gases constituyentes de la atmósfera. Aunque


su proporción es pequeñísima (10-5 %) en comparación con otros
componentes, es de vital importancia porque protege la vida del planeta de los
rayos ultravioleta (UV-B) procedentes del sol, los cuales son peligrosos para la
salud humana, para los animales y las plantas,
incluyendo al plancton marino. Así mismo, se está La cantidad de ozono
inyectando a la atmósfera productos químicos que presente en la atmósfera
están disminuyendo la cantidad de ozono, tales como es muy pequeña. Si todo
es el caso de los CFC que se usan en la fabricación el ozono que rodea la
de espuma y aerosoles, en limpiadores industriales y Tierra fuera comprimido
en refrigeración; de esa forma se tiene un aumento al nivel del mar (1013,25
de la radiación ultravioleta (UV-B), con efectos hPa) y a 0ºC, es decir a
potenciales dañinos para los diferentes sistema condiciones normales de
terrestres. Por esta razón, es de gran interés el temperatura y presión,
seguimiento de las variaciones del contenido de dicha capa de ozono puro
ozono en la atmósfera. tendría aproximadamente
3 mm de espesor.

El ozono se presenta desde la superficie terrestre


hasta una altura aproximada de 70 kilómetros, pero la mayor cantidad, cerca
del 90%, se da en la estratósfera entre los 19 y los 50 kilómetros, con una
máxima concentración entre los 19 y 23 kilómetros. Esta capa de máxima
concentración se conoce como capa de ozono y varía según la época y el lugar
geográfico. El ozono estratosférico se constituye en el principal filtro de la
radiación ultravioleta proveniente del Sol.

El ozono es un gas muy raro en la atmósfera, ya que existe una relación de 3


moléculas de ozono por cada 10 millones de moléculas de aire. Este gas se
mide en Unidades Dobson (UD). Mil Unidades Dobson equivalen a una
columna uniforme de ozono de un centímetro de espesor en condiciones
normales de presión (1atm o nivel del mar) y temperatura (273ºK o 0ºC).

OZONO TROPOSFERICO

El ozono troposférico o superficial, es el principal contaminante fotoquímico, se


origina principalmente en las áreas urbanas por varias fuentes de emisiones,
como los automóviles y la industria. La contaminación por ozono, es un
problema diurno durante los días soleados, a causa de que la luz solar
desempeña un papel primordial en su formación. El proceso comienza con las
fuentes de óxidos de nitrógeno y de hidrocarburos, a los que se les conoce
como los "precursores" principales del ozono, o con los compuestos que
reaccionan en la presencia de luz solar para producir ozono. Particularmente,
cuando hay temperaturas elevadas y hay poca mezcla de las corrientes de aire,
el ozono superficial puede acumularse a niveles tóxicos.

La concentración elevada de ozono superficial, originada principalmente en las


áreas urbanas por varias fuentes de emisiones, como los automóviles y la
industria, es causante de muchos problemas porque este gas actúa como un
contaminante tóxico para la salud humana, produciendo daños respiratorios y
pulmonares y dando lugar a ojos llorosos; también tiene efectos nocivos sobre
la vegetación y sobre materiales de uso común, como el caucho, el nilón, los
plásticos, los colorantes y las pinturas, corroe metales y deteriora las llantas de
los vehículos.

El ozono se encuentra principalmente entre la superficie


terrestre y los 10 metros de altura, aproximadamente y es
llamado ozono superficial o troposférico, también se
localiza en la estratósfera entre 19 y 50 kilómetros y se
denomina capa de ozono o también ozono estratosférico. Las
medidas más usuales del ozono son: el ozono total que
expresa la cantidad total de ozono contenido en la columna
vertical de la atmósfera sobre la superficie de la Tierra y el
perfil vertical del ozono que indica las concentraciones de
ozono en función de la altura o la presión. La medida del
ozono se expresa en términos de Unidades Dobson (U.D.),
que corresponden a una concentración atmosférica media, de
aproximadamente, una parte por billón en volumen (1 ppbv),
a pesar de que el ozono no tiene una distribución uniforme a
lo largo de esa columna. Las concentraciones de ozono, en
general, oscilan entre 230 a 500 U.D., con un valor medio
mundial de 300. Casi el 90 por ciento se encuentra en la
estratósfera.

OZONO ESTRATOSFERICO O CAPA DE OZONO


El ozono estratosférico se forma en la atmósfera cuando la radiación
ultravioleta alcanza la estratósfera y disocia las moléculas de oxigeno (O2) en
oxigeno atómica (O). Posteriormente, el oxigeno atómico se combina
rápidamente con otras moléculas de oxigeno (O2) para formar el ozono (O3):

O2 + UV -> 2O
O + O2 -> O3

donde UV es la radiación ultravioleta con longitud de onda


entre 240 y 320 nanómetros (nm). nanómetro es una
millonésima
La radiación ultravioleta (UV) que se extiende desde los 280 parte de un
hasta los 320 (nm), denominada radiación UV-B puede milímetro
peligrosa para los seres vivos; dependiendo de su
intensidad y tiempo de exposición puede ocasionar daños en la piel,
conjuntivitis y deterioro en el sistema de defensas, hasta llegar a afectar el
crecimiento de las plantas y dañando el fitoplancton, con las con las posteriores
consecuencias que esto ocasiona para el normal desarrollo de la fauna marina.

DISTRIBUCION GLOBAL DEL


OZONO
Figura Nº 4.1.1 Distribución media del ozono total, en unidades Dobson (o
miliatmósferas) contenido en una columna de aire de 1 cm2 de sección que va
desde la superficie de La Tierra hasta el tope de la atmósfera. (Fuente:
Organización Meteorológica Mundial)

El contenido de ozono estratosférico, es mayor en las latitudes medias que en


la zona tropical. Es posible notar zonas con alto contenido de ozono sobre
Norteamérica y sobre Asia, en el hemisferio norte y sobre el sur del Océano
Índico y sureste del Océano Pacífico, en el hemisferio sur, con valores
superiores a 300 U.D. También se destacan dos zonas con menor contenido de
ozono: una ubicada sobre la Antártida y otra en la zona tropical sobre el norte
de Suramérica, el Atlántico tropical y África central, donde se registran valores
por debajo de 280 U.D.

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