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“Transparente”.

Cuando se habla que una persona es transparente ¿a que no referimos? A que es sincera, que
se muestra tal cual es, que no tiene doble ánimo, no oculta nada, que es frontal, etc.

Transparente: Un material presenta transparencia cuando deja pasar fácilmente la luz. Se dice
que un material es transparente cuando es transparente a la luz visible.

Ser transparente es ser invisible, pero no es desaparecer. Es seguir estando, pero dejando que
las cosas pasen a través tuyo.

¿Qué es la transparencia? La palabra transparencia no se encuentra en la Biblia, pero muchos


pasajes bíblicos exhortan a cristianos a vivir vidas santas e irreprensibles. Jesús dijo: “si ustedes
me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida” (Jn.
8:12). Transparencia es vivir nuestras vidas reflejando la luz de Jesús debido a que reconocemos
nuestra necesidad de recordar el Evangelio, rendir cuentas y arrepentirnos.
Las lámparas quirúrgicas proyectan un haz de luz homogénea, intensa y de sombras
atenuadas, se conocen como scialítica. Estas iluminan el área para lograr una óptima
visualización de los objetos a profundidades en incisiones y cavidades del cuerpo y debido a que
las manos, las cabezas y los instrumentos pueden obstaculizar el campo quirúrgico, están
diseñadas para reducir las sombras. Este hecho se debe a que el haz de luz generado por la
reflexión en la corona de espejos está compuesto por múltiples rayos entrecruzados de modo
que los objetos que se interponen en su trayecto sólo interfieren con algunos de esos rayos, no
con todos. De esta forma debemos actuar nosotros, dejando pasar la luz de Cristo a través de
nosotros y no haciendo sombra en otros ni opacar esa luz.

Perdiendo la visión. Cuando una persona pierde la visión, queda en tinieblas. Va de un lado a
otro, muchas veces tropezando con los muebles o con los diferentes obstáculos que hay en el
camino. Es lamentable decir que muchos cristianos viven de la misma manera que los no
cristianos. En el templo actúan de manera santa y amorosa, pero cuando están en sus hogares,
en los trabajos, o en otros lugares, son piedra de tropiezo para otros. ¿Por qué piedras? La piedra
no es transparente, además de ser dura, y muchas veces muy pesada para levantarla. Así hay
muchos creyentes, están opacos, y opacan la bendición en medio de su entorno de vida.

El creyente, según las palabras de Jesús en Mateo 5:14-16 es la luz del mundo. Si la lámpara se
pone debajo de una mesa, ciertamente no hace efecto alguno en la habitación donde esté, ya
que es opacada por el material de la misma mesa. No alcanza la distancia requerida para
mantener iluminado el salón, o la habitación en cuestión. Por el contrario, si la lámpara se pone
sobre la mesa, entonces tendrá el efecto deseado. A través de la luz que expide la lámpara,
podemos ver lo que hay en la habitación, ya que esa luz se hace transparente, y podemos ver a
través de ella.
Nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la
cama, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz. Lucas 8:16
Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no
ponemos en práctica la verdad. 1 Juan 1:6
El mismo Jesús nos dice: “Yo soy la luz del mundo”. Juan nos dice: “pero si andamos en luz,
como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado”. Asi que concluimos que Dios es luz, y que no hay ningunas tinieblas en
él. Cuando andamos en luz, “creemos la verdad de Dios como se revela en su Palabra y hacemos
el esfuerzo sincero y sostenido mediante su gracia para seguirla de palabra y obra
Transparencia es mostrar algo más que lo superficial. Somos transparentes cuando los demás
saben cómo somos y como pensamos. La transparencia tiene dos caras; la veracidad y la
profundidad de la información que damos sobre nosotros. El creyente debe ser veraz en lo que
dice; aquello que se corresponda con su realidad. En 1ra Corintios 2:13 se muestra como el
apóstol Pablo era un hombre transparente para mostrar que sabía cuál era su realidad.

Transparente o invisible. Ser transparente, no es lo mismo que ser invisible, no en términos


espirituales. No es así con la transparencia del cristiano. Algo transparente, como el vidrio se
pude ver, la luz se puede ver, un vaso de cristal se puede ver. El aire por el contrario, es
completamente invisible, puede sentirse, pero no puede verse en lo absoluto. Cuando el agua
está limpia, está clara, podemos palparla, verla, pero también podemos ver a través de ella.
Cuando miramos un vaso o un cristal, y está manchado, se vislumbra rápidamente la mancha o
el sucio que tenga. Así mismo sucede con el cristiano que tiene manchas en su vestidura
espiritual. Es por eso que la transparencia tiene que ir acompañada de santidad. No una externa,
como muchos quieren aplicarla, sino una santidad interna, la del corazón. Viviendo una vida
agradable a Dios. Cuando procuramos la santidad externa, nos olvidamos del Fruto del Espíritu
que es más importante, ya que a través de la manifestación del mismo es que podemos dejarnos
ver como verdaderos cristianos, como cristianos transparentes.
Aunque no es fácil llevar una vida de transparencia en el mundo, es posible con la ayuda de Dios,
porque es necesario. Pablo le dijo a los corintios que ellos eran cartas abiertas a todos. ¿Qué
decían esas cartas? Que aquella iglesia había sido establecida no por sabiduría humana, sino
con la intervención del Espíritu Santo del Dios vivo. Cada cristiano es una carta de Dios para el
mundo. Como Jesús fue la Palabra de Dios escrita para dar a conocer la voluntad de Dios para
la humanidad, así cada cristiano tiene la obligación de dejarse leer por todos. Ahora bien, ¿qué
leerán en nosotros? ¿Qué hay escrito en nuestro corazón? Pablo dice que esas cartas abiertas,
no fueron escritas en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
Cada uno de nosotros debemos obedecer esa palabra de Dios, para así poder proyectarla a los
que nos observan. El cristiano transparente es una persona disciplinada, no se envuelve en los
negocios de este mundo. El cristiano transparente, persigue el hallarse en armonía, con Dios y
con todos los que le rodean, es la manera de poder alcanzarlos para Cristo. El Cristal es claro,
bello, reluciente, fino y caro. Eso es calidad. Cristal es calidad. Un corazón como el cristal es lo
que necesito hoy para demostrar la belleza de aquel que mora en mí. Al fin de cuentas la gente
no busca en nosotros perfección sino honestidad y honestidad es transparencia y transparencia
es cristal de calidad. Hay tres cosas que Dios nos pide en las que demostramos nuestra
transparencia “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y que pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Miq 6:8. Debemos
pedirle al Señor, ante su presencia que derrame en nosotros el aceite fresco de su espíritu para
transmitir la transparencia de su amor. Para así ser ejemplo de claridad, calidad y transparencia.

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