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Literatura Infantil
Jueves 05. 03. 09
Recolectores
Gómez Manrique (siglo XV): Alcalde de Toledo, requisa al pueblo una nana:
“Callad, hijo mío chiquito/ que vuestro dolor durará poquito”, y la manipula a lo
divino en el Auto de Navidad.
Fernán Caballero (siglo XVIII- siglo XIX): “A la rorro, mi niño,/ mi niño duerme/
con los ojos abiertos/ como las liebres”. Precisamente esta nana explica que el
arrorró canario no es más que el refugio afortunado del común denominador de
la nana peninsular, probable sonsonte onomatopéyico del mecer la cuna.
Concepto
La finalidad de estas canciones es algo más que sedar e inducir a la somnolencia del
niño por la música y el vaivén. Ciertamente, mece el sueño infantil y prolonga la
“urdimbre primigenia” (Rof Carballo), mujer y bebé en unidad apenas diferenciada, sin
corte umbilical.
Uso en la escuela
Actividades
Un texto de Oriente (Japón, 152) bastaría para asegurar qué género tan depurado en
literatura tradicional es universal en la cultura de los pueblos ya que suma los
requisitos comunes: interpelación al pequeño con vocativos afectivos, escena
conversacional, lenguaje de confidencias, música apagada con apoyatura del
remecer...
La canción de cuna europea, suave, monótona, no tiene más objeto que dormir al
niño; la española pretende herir su sensibilidad.
Arrorós de Canarias
Ejemplos:
Este galapaguito
no tiene mare;
lo parió una gitana,
lo echó a la calle.
No tiene mare, sí;
no tiene mare, no:
no tiene mare,
lo echó a la calle.
ARRORÓ MI NIÑO
A LA NANA, NANITA
A la nana, nanita,
duérmete ya,
que va a venir el coco
y te va a llevar.
A la nana, nanita,
lucero mío,
duérmete mi niño,
ya se ha dormido.
NANA
A la nanita, nanita,
a la nanita de ayer
que llevó el caballo al agua
y lo trajo sin beber.
Título:
Esta estrategia va dirigida a niños muy pequeños. De lo que se trata es de que el niño
sepa descubrir los errores que comete un lector cuando escucha por segunda vez la
lectura de un cuento, por lo que un buen título puede ser Una lectura equivocada.
Se podrá aducir que en vez de leer un cuento es mejor narrarlo. Sin embargo, la
narración de cuentos es el primer peldaño de una escalera que el niño irá subiendo
poco a poco para alcanzar un buen nivel de lectura. El cuento leído en voz alta es el
segundo peldaño. Precisamente el esfuerzo es mayor ante la lectura oída y ese
esfuerzo le lleva a la atención.
Participantes:
Deben ser niños pequeños, incluso aquellos que todavía no saben leer. El número no
tiene demasiada importancia. Pueden ser veinticinco, cuarenta... Debe decidirlo en
cada caso el animador, de acuerdo con su capacidad para dominar la situación y
conseguir el silencio necesario para la comprensión de la lectura y para hacerla
fructífera.
Objetivos:
Los objetivos son muy sencillos. El principal es conseguir que escuchen la lectura de
un cuento. Podemos fijar éstos otros:
Persona responsable:
Un animador de voz agradable, que sea buen lector, que tenga paciencia y agilidad
mental para cambiar sobre la marcha los nombres y la acción de los personajes así
como algunas situaciones.
Realización:
Reunidos los niños que van a participar en la sesión, el animador lee el cuento elegido
en voz alta, pausadamente, para que comprendan el argumento. Terminada la lectura:
Tiempo necesario:
Interés y dificultad:
El interés está en el valor del mismo cuento y en la forma de leer del animador; y
también en los comentarios que el cuento inspire a los niños.
La dificultad mayor puede estar en la falta de hábito del niño para escuchar lo que le
leen.
Análisis de la sesión:
Por tratarse de niños muy pequeños, el animador tendrá que analizar seriamente
cómo ha discurrido la sesión, si los objetivos de la estrategia se han logrado, cómo
tales o cuáles detalles han favorecido o perjudicado a la sesión, etc. para en la
próxima enmendar aquello que no resultó bien.
Elena López Sánchez
Literatura Infantil. Grupo B
Jueves 12. 03. 09
Tema apropiado para Educación Infantil, con atención preferente pero no exclusiva al
Primer Ciclo. En este se necesitaba delimitar los intereses inmediatos de la infancia
para iniciar su crecimiento y maduración.
Modélica la propuesta cooperativa con su alumnado, de la que resultó El silbo del aire.
Antología lírica y Pinto maraña. Juegos populares infantiles.
El tomo I se inicia con 36 Juegos para los más pequeños. Funcionalidad: Juegos con
los que se entretiene al niño de hasta tres años de edad. Por los juegos, los niños se
manifiestan: impulsos, emociones, formas de expresión, etc. En lo fundamental son
juegos de signo sensomotor en los que se comienza a aceptar poco a poco la sujeción
a reglas. Estos juegos facilitan la exploración del cuerpo (reír, gritar, moverse, etc.).
Los que Arturo Medina proporciona son un tú a tú de la madre con el niño, a veces son
meras formulillas con las que la madre lleva la dirección del juego. También ofrece
muestras de juego colectivo, porque entre los tres y cuatro años ya hay evidente
tendencia a la socialización.
Los juegos tradicionales constituyen uno de los más agraciados y distraídos recursos
para el acertado empleo del tiempo libre. Aunque muchos de ellos les son naturales al
niño, existen también otros que son reflejo del mundo adulto, con el que se familiariza.
Los juegos populares tienen una universalidad alejada de épocas y geografías. El
respeto a unas reglas, inventadas y aceptadas por los mismos niños, implica la
consideración de que estos juegos son escuela de civismo y ciudadanía. Las
canciones, los recitados, las formulillas, las retahílas… brindan al niño multitud de
recursos verbales que pasan a integrarse en su acervo expresivo. Los juegos son el
antídoto excelente contra una educación tecnificada en exceso. El juego estimula la
creatividad del niño, así como lo motiva para actividades lingüísticas, dinámicas…
(Las manos del niño, llevadas por las de la madre, acarician las mejillas, a la par que
se recita. Se finalizan las estrofas con leves palmadas)
PUÑETE
(Alternadamente madre e hijo van colocando sus puños unos sobre otros, mientras se
dicen los versos. Acaba el juego dándose pequeños golpes en los carrillos hinchados)
¿Qué es esto?
Puñete
¿Qué es esto?
Manguete
¿Y esto?
La rosquita de San Sebastián.
Quien enseñe
los dientes
lo ha de pagar.
DON PEPITO
(Los niños en corro y sentados en el suelo son señalados uno a uno al ritmo de los
versos. El último de éstos determina quién es el niño que se salva.
En el libro Jugar, cantar y contar. Juegos y canciones para los más pequeños de
Carmen San Andrés se realiza una selección con rigor, que puede ser muy
aprovechada para la comunicación y relación de los chicos en los primeros años. Esta
selección está pensada para que la usen no solo los maestros sino también los padres
u otros adultos. Además de que los cuentos, canciones y juegos compartidos entre
niños y adultos resultan entretenidos (efecto gratificante: que el niño disfrute) para los
niños y son excelentes instrumentos para el aprendizaje de la lengua materna,
favorecen el desarrollo de la atención, la imitación, la capacidad de anticipación y la
espera, la comunicación, la concentración, la memoria, la expresión corporal, el
lenguaje verbal, la capacidad rítmica y musical, la adquisición de conocimientos y
nociones de las cosas y el medio que les rodea, etc.
LA LIEBRE
PALMAS PALMITAS
Palmas, palmitas,
higos y castañitas,
almendras y turrón
para mi niño/ a son.
SACA LA MANITA
Saca la manita.
No, que me la come la ratita.
Pues saca el manón.
No, que me la come el ratón.
¡Sácala que la quiero ver yo!
¿Qué tienes en la manita?
Pan y queso.
¿Me das?
No.
Pues no te digo quien ha venido.
¿Quién ha venido?
Tu papá.
¿Y que me ha traído?
Un roscón.
¿De qué color?
Alza los brazos y lo verás.
¡De cosquillón, de cosquillón, de cosquillón!
ESTA BARBA
A LA SILLITA LA REINA
A la sillita la reina,
que nunca se peina,
un día se peinó,
cuatro piojos se sacó:
¡uno, dos, tres y cuatro!
SANA SANA
Sana, sana,
culito de rana,
si no sanas hoy,
sanarás mañana.
Sana, sana,
bolita de gato,
si no sanas hoy,
sanarás dentro de un rato.
EN UN CAFÉ
En un café
se rifa un gato.
Al que le toque
el número cuatro:
el uno, el dos,
el tres y el cuatro.
TRIS- TRAS
Tris- tras
por delante
y por detrás,
no lo ves
ni lo verás.
EL QUE COME
¿DÓNDE?
¿Dónde?
En casa del conde,
que te pele y que te monde,
que te quite las orejas
que ya las tienes viejas.
Retahílas, dichos y canciones para jugar a esconderse y a perseguirse
RONDA, RONDA
Ronda, ronda
quien no se haya escondido que se esconda
y si no que responda
¡Qué voy!
Para empezar:
Para acabar:
Cuentos mínimos
A TAPAR LA CALLE
A tapar la calle,
que no pase nadie,
que pasen mis abuelos
comiendo buñuelos
y tortillas amarillas.
¡Nos pondremos de rodillas!
LA REINA BERENGUELA
La reina Berenguela
güi, güi, güi,
tiene un perrito,
trico trico tri,
tiene un perrito
lairón, lairón,
lairón, lairón, lairón,
lairón.
CON MI DEDO
PIMPON
Pimpón es un muñeco
de trapo y de cartón, de cartón;
se lava la carita
con agua y con jabón, con jabón.
Se desenreda el pelo
con peine de marfil, de marfil;
y aunque se da tirones
no llora ni hace así, ni hace así.
PINOCHO
Para viajar
De animales
LA VACA LECHERA
Un cencerro le he comprado
y a mi vaca le ha gustado,
se pasea por el prado,
mata moscas con el rabo,
tolón, tolón,
tolón, tolón.
Para contar historias
EL MAMUT CHIQUITITO
El mamut chiquitito
quería volar,
movía las orejas
más no podía avanzar.
Con un pajarito
se puso a aprender
y pronto las orejas
comenzó a mover.
Y volar;
el mamut quiso
volar, volar
y entre las aves
estar, estar
y desde arriba
ver el mar, el mar,
el mar, el mar,
el mar, el mar.
Cuenta la leyenda
que de noche se ve,
por entre las estrellas,
volar no sé qué.
Yo sé que esa cosa
que todos ven volar
es un mamut chiquitito
que aprendió a volar.
Y volar, el mamut
quiso volar…
Para dormir
AL RO RO DE LA CUNA
Al ro ro de la cuna,
que viene el coco
y se lleva a los niños
que duermen poco.
Al ro ro de la cuna,
duerme mi niño,
al roro de la cuna
ya está dormido.
Para Segundo Ciclo de Infantil y Educación Primaria se dispone del repertorio general
de los juegos y canciones de calle y patio.
Recolectores: los juegos infantiles de tradición oral cuentan desde el siglo XVI
con colectores cuidadosos. Es justo recordar al poeta y arqueólogo Rodrigo
Caro (1573-1647), a los impresores de pliegos de cordel, Carlos Ros en el siglo
XVIII, cuya obra reutilizó Ana Pelegrín en Repertorio de antiguos juegos
infantiles, los editores de aleluyas, diversos editores y autores de los últimos
siglos con antologías para la escuela, etc. Recordamos la labor meritoria del
didacta Arturo Medina (1915-1995) en El silbo del aire. Antología lírica y Pinto
maraña. Juegos populares infantiles.
Canciones de corro
Isabelita me llamo yo
que soy la hija del Salvador.
Cuando era chica,
así de chica,
cuando era grande,
así de grande.
No sabes lavar,
no sabes coser,
no sabes dar la vuelta
como yo la sé.
A la rueda el churumbel,
quien se ría va al cuartel.
Una vieja se rió
y al cuartel se la llevó.
Chimpón.
CARAMBITA Y CARAMBA
Carambita y caramba,
carambita y olé
que ha dicho... (nombre de niña)
que haga su deber.
Lo haga o no lo haga
así debía de ser,
ay, ay, ay,
cojita de este pie.
Estando pelando un pavo,
un pavo y una pava,
si no me das la prenda
no te miro a la cara.
Con el chiriviriví,
con el chiriviriván,
ay, ay, ay,
no te vuelvo a mirar.
El cuartel se va a caer
y a mí no me pillará,
pillará a mi coronel
que está dentro del cuartel.
Canciones de comba
PEPITO Y PEPITA
María saltaba,
Juana entraba,
Elena salía
de noche y de día.
Elena, Juana y María,
aquí se termina la comba
hasta el otro día
y estas son tres amigas:
Elena, Juana y María.
MI NOVIO NICOLÁS
Yo tengo un novio
que se llama Nicolás
y que, además, es peluquero
y corta el pelo
por delante y por detrás
con tijeras y compás.
SOY CAPITÁN
AL JARDÍN DE LA ALEGRÍA
Al jardín de la alegría
quiere mi madre que vaya
a ver si me sale un novio
de lo más lindo de España. [de los más ricos de España]
Vamos los dos, los dos, los dos,
vamos los dos en compañía.
vamos los dos, los dos, los dos,
al jardín de la alegría.
AMISUMI
Amisumi,
sin mover,
sin reír,
sin hablar.
Con un pie,
con el otro,
con una mano,
con la otra.
Al tepeté,
atrás y adelante,
a la caracolita,
hombrito,
codito,
cadera,
rodilla
y puntera.
A la media vuelta
y a la vuelta entera.
EL MATARILE
Recogidos por José Manuel Fraile Gil en La poesía infantil en la tradición madrileña
(1995), generan textos orales y viven en variantes respecto a otras comunidades. El
citado Rodrigo Caro buceó en el pasado hispanorromano para precisar la cadena en la
transmisión de tantas diversiones infantiles.
Invocaciones y de animales:
- Te invito
- ¿A qué?
- A un café.
- ¿A qué hora?
- A las tres.
LAS DOS:
Que una,
que dos
y que tres.
Encadenados
Adivinanzas y problemas
Solución: El ajo
El espacio propicio
Mientras que para los juegos de calle y patio, la infancia va por libre y goza de una
autonomía sorprendente. Los mayores estamos de sobra.
ESTRATEGIA: ¿ESTO DE QUIÉN ES?
Título:
Esta estrategia pretende que los niños puedan distinguir unos personajes de otros, en
un libro o cuento que hayan leído a solas. Se les presentan unas fichas en las que
aparecen indumentarias, objetos, etc. que pertenecen a los personajes para que
relaciones personaje-característica.
Participantes:
Esta estrategia se puede aplicar a niños muy pequeños que van comprendiendo lo que
leen, de esta manera, se encamina su pensamiento a que descubran cómo es cada
personaje. No podrá haber muchos participantes porque se corre el riesgo de que se
produzca mucho alboroto más que prestar atención, aproximadamente unos 20 o 25
niños.
Objetivos:
Persona responsable:
Un animador que tenga paciencia y sepa interesar a los niños más pequeños. El juego
es fácil, pero si se convierte en un alboroto o se diluye la intención no servirá para
nada.
Realización:
Tiempo necesario:
Existen varios factores que influyen en el interés de este juego, por ejemplo, la
elección del libro que deberá estar acorde con la capacidad lectora del niño, que los
dibujos sean expresivos y la habilidad del animador.
Análisis de la sesión:
Pensar un poco más en los personajes: ¿quién es el héroe?, ¿el agresor o traidor?,
¿los auxiliares del héroe?
12. Establecer un clima relajado. Mirar a todos los oyentes, crear un pacto de
atención.
13. Hacer participar a los niños con las onomatopeyas, invitándoles a participar
y a memorizar las fórmulas verbales del cuento.
EL DESFILE
El desfile viene ya
banderas van flameando
con redobles de tambores
marchan los soldados.
Con sus sables y escopetas
marchan los soldados
todos con la vista al frente
miren qué ordenados.
La la la la...
LINTERNA, LINTERNA
Linterna, linterna,
sol, luna y estrellas.
Arde, luz mía
arde, luz mía
pero sobre todo, no mi linterna.
ALLÁ ARRIBITA
La fábula es un género indoeuropeo, nacido tal vez en la India, de donde pasó a las
culturas de Oriente Medio, Grecia y Roma. La llegada de los árabes a la Península las
popularizó en España y Europa pues figuran en colecciones de cuentos como el Calila
e Dimna o Sendebar, es decir, cuando en el siglo XII y XII se traducen obras del árabe
al castellano o al latín y de aquí pasan a Europa, sobre todo en tiempos de Alfonso X
El Sabio y sus Escuelas de Traductores.
La zorra y las uvas, La lechera, La liebre y la tortuga, El lobo con piel de oveja, La
gallina de los huevos de oro, La cigarra y la hormiga, El zagal y las ovejas, etc.
Su didactismo.
Hay cierta relación con el cuento de animales, pero los separa una diferencia radical.
En el cuento de animales, estos ejercen de tales con vida propia y no es necesaria la
moraleja; en la fábula, los animales son analogía o correspondencia normalmente con
seres humanos y nunca falta la moraleja.
Esopo
Fabulista griego del siglo VI a. C. al que se le atribuye la fábula occidental y que gozó
de inmensa popularidad que nos ha llegado gracias al monje griego Máximo Planudio.
Fedro le imitó con carácter satírico.
En la Edad Media hispana se le conoció como Isopete y es la fuente principal de la
que bebieron La Fontaine, Iriarte, Samaniego, Concepción Arenal y Hartzenbusch.
Las fábulas de Esopo, en las que además de animales interviene el hombre, son
breves, ingeniosas y muy populares gracias a sus refundidores: El asno y el lobo, El
león y la cabra, Las gallinas gordas y las flacas, El cabrito y el lobo, La gallina de los
huevos de oro, El pescador y el pececillo, El perro del hortelano, La cigarra y la
hormiga, La zorra y las uvas, etc.
Un león, que se había hecho viejo y que era incapaz de procurarse el alimento por la
fuerza, pensó que era imprescindible hacerlo por ingenio. Entonces se marchó a una
cueva y allí recostado se hizo el enfermo, y así, a los animales que se acercaban para
visitarlo los devoraba. Habían ya desaparecido muchos animales cuando la zorra, que
había descubierto el truco, se presentó y, deteniéndose fuera de la cueva, le preguntó
cómo estaba. “Mal”, respondió el león, y al preguntar por qué no entraba dijo: “Pues yo
entraría si no viera las huellas de muchos que entran, pero ninguna que salga.”
Así, los sensatos, al prever algunos indicios los peligros, los evitan.
Félix Mª Samaniego
Educado con ideas volterianas y del enciclopedismo, viajero por Europa, pasa por el
fabulista moralizador y ejemplar, gracias a que el conde de Peñaflorida, su tío y
fundador de la Sociedad Vascongada de Amigos del País, le pidió que compusiera las
Fábulas en verso castellano (1781).
Dice que se inspira en Esopo, Fedro, John Gay y sobre todo en La Fontaine (1621-
1695), y menos en la tradición medieval hispana. Tuvo mucho éxito tanto en España
como en Francia y América. Luego decayó aunque en la escuela siempre ha estado
presente su Lechera.
Tomás de Iriarte
Tras sus estudios en la Orotava, a los catorce años pasó a la Península donde halló la
protección de su tío don Juan de Iriarte, académico de la Lengua quien cuidó de su
educación literaria.
Fue dramaturgo (El señorito mal criado), músico, periodista, fabulista y polemista con
los escritores más distinguidos de la época: Samaniego, don Ramón de la Cruz,
Moratín, etc. Contó con la amistad del poeta Cadalso.
En 1782 salen sus Fábulas literarias con tantas ediciones, traducciones e imitaciones
que han oscurecido el resto de su obra. Alabado por Samaniego, Iriarte estropeó la
buena relación cuestionando la valía de las fábulas “meramente morales” de
Samaniego.
Sus fábulas tienen una finalidad docente y una vena satírica para criticar los vicios
literarios con gracia.
Algunos títulos de sus fábulas son El oso, la mona y el cerdo, Los dos loros y la
cotorra, El burro flautista, Los dos conejos, El pato y la serpiente, La rana y el
renacuajo, La abeja y el cuclillo, El león y el águila, La mona, El topo y otros animales,
La rana y la gallina, etc.
A orillas de un estanque,
Diciendo estaba un pato:
“¿A qué animal dio el cielo
Los dones que me ha dado?
A pesar de que alcanzaron algún éxito, el lector de hoy no capta esa concisión y
brevedad que necesita la fábula, además de preferir versos largos. Acierta en El sobrio
y el glotón, La pera verde y podrida, El espejo y la verdad, El lobo murmurador...
Las fábulas (abreviadas y prosificadas y adaptadas con ilustraciones) son ideales para
el período animista que viven los niños en su evolución psicológica (de 4 a 7 años), en
el que dan vida a los animales y cosas. De los 5 a los 7 años, los cuentos, fábulas y
todo tipo de narraciones resultan adecuados y pueden presentarse dramatizados en
guiñol, marionetas, etc.
Cuál es...
En qué se parece...
Cómo se dice...
Qué le dijo...
Qué animal...
En qué se diferencia...
Cuál es el colmo...
Tantanes: Era tan... tan... que...
Telones: Se sube el telón... Se baja el telón...
Las aleluyas son el recto de un pliego con viñetas, asocia una representación gráfica y
un discurso verbal, en cuartetas o pareados con fin lúdico, didáctico, narrativo,
informativo, recreativo.
El lunario era el calendario que contaba el año por lunas. Se editaba desde el siglo XVI
con caracteres parecidos a los calendarios (repletos de información meteorológica,
santoral, etc.). En el siglo XVIII, Diego Torres Villaroel se hizo famoso “almanaquista”
con El Gran Piscator Salmantino (pronósticos, versos, reflexiones...). A los calendarios
con santoral, lunarios, predicciones del tiempo, refranero, etc. se los denomina
zaragozanos, porque los hizo famosos el aragonés Victoriano Zaragozano. Todavía
hoy se editan con tal nombre. Calendarios y zaragozanos tienen mucha culpa de
nuestros nombres y de la pervivencia popular de la paremiología.
Ejemplos:
Acertijos o enigmas
Adivinanzas
Solución: El elefante
Solución: La sombra
Solución: La campana
Solución: El espejo
Refranes
Extraídos de 1001 refranes españoles de Julia Sevilla Muñoz y Jesús Cantera Ortiz de
Urbina
Trabalenguas
Extraídos de http://www.elhuevodechocolate.com
Aleluyas
ESTRATEGIA: ¿QUÉ QUIERE DECIR?
Esta estrategia va encaminada a encontrar o descubrir en un libro las palabras que ha
inventado, o creado, el autor, aquellas de las que se desconoce el significado y las
onomatopeyas, tan frecuentes en los libros para niños. Pretende, además, de
descubrir esas palabras en el texto, averiguar qué quiere decir el escritor al usarlas.
Participantes:
Grupo muy pequeño de niños, quizá diez o doce. Ya verá el animador si eso es posible
o si, debido a las circunstancias, ha de admitir un número mayor de participantes.
Objetivos:
Persona responsable:
Animador conocedor del lenguaje del niño, ya que esta estrategia se puede llevar a
cabo con niños pequeños que empiezan a comprender lo que leen.
Cada niño tiene un libro en la mano para seguir la marcha de la estrategia. Se necesita
una pizarra, o similar, donde el animador pueda ir escribiendo las palabras que
encuentran los niños.
Realización:
1. Explica a los niños que en algunos libros hay palabras desconocidas, otras
inventadas por el autor y otras que expresan sonidos.
2. El animador invita a un niño a leer un párrafo del libro, indicado por él, en el
que hay palabras inventadas, desconocidas o que expresan sonidos.
Terminada la lectura, pregunta si han descubierto alguna palabra que haya
inventado el autor. Cada vez que se descubra una se anotará en la pizarra,
donde habrá una lista. Sigue así la sesión leyendo cada niño un párrafo o
fragmento.
3. Se pregunta palabra por palabra, qué quiere decir el escritor con ella, y si se
puede sustituir por otra más usual. Y el resultado se anota junto a la palabra
correspondiente. En el caso de que los niños hubiesen tomado por inventadas
algunas palabras usuales, se anotarán igualmente en la pizarra, y llegado el
momento, el animador aclarará las cosas.
4. Cuando se han terminado todas las etapas, el animador entre en el diálogo de
si son más bonitas unas palabras que otras, si las inventadas son más
divertidas, etc.
Tiempo:
Interés o dificultad:
Los niños se divierten mucho con las palabras inventadas y eso da interés a esta
estrategia.
Análisis de la sesión:
El animador debe analizar si ha quedado claro lo que son las palabras usuales,
palabras inventadas por el escritor y onomatopeyas. También examinará cómo ha sido
su propia actuación: ritmo adecuado, paciencia, claridad del juego, etcétera.
El narrador debe:
PANORAMA HISTÓRICO DE LA
LITERATURA INFANTIL (EDAD MEDIA Y
RENACIMIENTO)
Conceptos previos: Definición de Literatura Infantil según Juan Cervera
Juan Cervera define la Literatura Infantil como “la que integra todas las
manifestaciones y actividades que tienen como base la palabra con finalidad artística o
lúdica al servicio de los intereses de la infancia”.
Definición globalizadora
Puede ser literatura no escrita (de tradición oral); integra manifestaciones o géneros
variados: cuento, poesía, fábula, juegos, literatura sapiencial (refranes, dichos,
acertijos, adivinanzas, jeroglíficos); libros de autor, cine, vídeo... Es un universal en la
cultura de los pueblos y quizás la más auténtica, porque es la Literatura que todos los
hombres conocen: luego, la mayoría la olvida y queda en el baúl de nuestra infancia.
Pero todos hemos jugado a la maya, a pídola, a la cuerda, al escondite con las
correspondientes palabras rituales que ya son... literatura, aunque suenen a puro
juego rítmico, aunque no tengan sentido, simplemente por el placer de que es
divertido, o sea, que predomina en ella la función lúdica del lenguaje.
Para silbar
Sal, sal
Pito, sal,
De la torre de nogal.
Suda, suda
Pata mula,
Tú sudar
Yo chiflar…
Cuanta literatura hay se transmite por vía oral debido a que el analfabetismo es casi
pleno. Es escuchada a los abuelos, juglares que recitan en la plaza fragmentos del
Cid, Fernán González...
Manuales
Calila e Dimna, Libro de los proverbios, El Sendebar o Libro de los engaños de las
mujeres, Libro de los castigos, Libro de los Gatos y el famoso Conde Lucanor de don
Juan Manuel.
La parte primera, que encierra mayor interés, consta de 50 ejemplos, para apoyar una
toma de postura ante un problema, lo que inicia un narrador impersonal: “Un día
hablaba el conde Lucanor con Patronio, su consejero, y díjole”. Consta de cuatro
partes: planteamiento del caso problemático y pedida de ayuda del Conde a Patronio.
Patronio cuenta el ejemplo y lo aplica. Conformidad del Conde. Moraleja en verso.
El Conde Lucanor gana amenidad y frescura con esas preguntas y respuestas, parece
que es algo improvisado. Eso fue una novedad y la causa de su éxito tanto en España
como en Francia, Italia, Inglaterra... Tiene un estilo sencillo para que lo entiendan los
niños.
El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que
le había sucedido para pedir su opinión. El conde estaba preocupado por una cosa
que si la hacía mucha gente le criticaría; pero si no lo hacía, también le criticaría
mucha gente. Patronio le aconsejó con este cuento:
Un labrador tenía un hijo muy bien entendido. Este hijo, siempre le decía a su padre
todos los inconvenientes de lo que iba a hacer y como hay pocas cosas que no tengan
inconvenientes, dejaba de hacer muchas cosas por culpa de su hijo. El padre decidió
enseñarle de una manera práctica como habría de obrar. Un día padre e hijo fueron al
mercado del pueblo más cercano a comprar y llevaron una bestia de carga, los dos
iban andando y la bestia sin montura. Se cruzaron con unos hombres que les dijeron
que como iban andando y la bestia sin carga. El hombre le preguntó al hijo si ellos
tenían razón y este asintió y el chaval se montó en la bestia. Al rato pasaron otros
hombres que criticaron al chaval por ir montado y no dejar a su padre montar, ya que
él era más viejo. El chaval accedió a dejar a su padre la montura. Después se
encontraron con otros hombres que le dijeron que un joven sin formar a los cansancios
no debía ir andando y dejar a su padre ya más curtido en este tema. Éste accedió y se
montaron los dos. Finalmente, se cruzaron con otros paseantes que les amonestaron
por llevar sobrecargada a la bestia, entonces se bajaron de nuevo los dos. El padre
entonces le explicó a su hijo que no hay que pensar en lo que dicen los demás sino en
lo mejor para ti.
El conde se dio cuenta con este ejemplo que debía hacer lo mejor sin pensar en lo que
digan los demás.
Cuento XXIV: Lo que sucedió a un rey que quería probar a sus tres hijos
Con un problema del Conde Lucanor empieza este cuento. El problema es que en la
casa del Conde Lucanor se crían muchos hijos de nobles y otros de caballeros, el
problema es que (sin importar que sea de sangre noble o no) quiere saber un método
por el cuál saber si van a ser buenas personas o no.
Patronio le respondió con un cuento titulado “lo que sucedió a un rey que quiso probar
a sus tres hijos”. Este cuento trata sobre que un rey moro, cuando llegó a la vejez,
quiso elegir a uno de sus tres hijos para que le sucediera en el trono. La prueba fue
que cada uno (uno antes que otro) vistiera a su padre y se fuera a visitar a la ciudad y
que le contara lo que veía. El primero mandó a los sirvientes a que vistieran al padre,
preparó al caballo después de ir buscando en cada pieza un viaje, y al volver del
paseo dijo que la ciudad estaba bien. El segundo hizo lo mismo. El tercero vistió el
mismo al padre, preparó al caballo con solo un viaje, y al volver del paseo dijo que la
ciudad estaba en mal estado y muy pobre. El rey después de las reacciones de cada
hijo, cedió el trono al más justo de los tres, el tercero.
Fábulas de Esopo, Fernán González, Conde Dirlos, Oliveros, Vidas de Santos, Los
dichos y sentencias de los siete sabios de Grecia de Hernan López de Yanguas
Lazarillo de Tormes era el libro del antihéroe, duro y anticlerical, pero se leían sus
relatos graciosos.
Rodrigo Caro, sacerdote y poeta sevillano, tuvo la feliz idea de recoger los juegos
infantiles, sus antecedentes romanos y la fraseología que acompañaba a las
diversiones infantiles en Días geniales o lúdicos.
EL ROMANCERO
Orígenes y formación del Romancero
La vieja poesía de los cantares de gesta sufre en el siglo XV una profunda evolución al
admitir, junto a los temas heroicos, elementos de tipo lírico y novelesco, que revelan
los nuevos gustos de la nobleza caballeresca y de la burguesía individualista y
mundana del siglo XV. Los primitivos poemas dejaron de interesar en su totalidad,
perdurando de ellos tan sólo los episodios acordes con la sensibilidad estética de unas
clases sociales en plena evolución. Estos fragmentos aislados, que la memoria de la
colectividad salvó del olvido cuando dejaron de ser cantadas las antiguas gestas,
constituyeron el punto de partida de un género que había de perdurar con
sorprendente vitalidad hasta nuestros días: el Romancero tradicional.
Los primeros romances no son más que breves fragmentos desgajados de los
cantares de gesta. Los versos octosílabos (con asonancia en los pares) de que están
formados derivan directamente de los dos hemistiquios del verso épico asonantado de
dieciséis sílabas. Al evolucionar de esta forma, los antiguos poemas épicos no
perdieron su carácter de poesía oral, lo que nos explica muchos de los rasgos que
caracterizan al Romancero.
Una de sus notas más típicas es la infinita cantidad de variantes que presenta cada
uno de los romances. La razón de tan sorprendente fenómenos se halla en el hecho
de que quienes los cantaban iban introduciendo diversas modificaciones, bien porque
no recordasen con exactitud la versión primitiva, bien porque su sentir estético les
llevase a alterar el texto conocido. El pueblo castellano no hacía sino seguir una de
sus más genuinas orientaciones: la colaboración anónima y colectiva en obras de arte
que respondían al sentimiento general del país.
El Romancero Viejo
Los romances que desde el siglo XIV y durante todo el XV produjo la inspiración
popular, reciben la denominación de “viejos”. Sin embargo, no todos se originaron de
la misma forma ni ofrecen idénticas características. Pueden agruparse en dos series:
tradicionales y juglarescos.
- Temas
Históricos: Agrupan, tanto los de tema tradicional español como los de asunto
grecolatino.
Don Rodrigo (“Después de que el rey don Rodrigo”), Bernardo el Carpio (“Con cartas y
mensajeros”), los Infantes de Lara (“A cazar va Don Rodrigo”), Fernán González
(“Castellanos y leoneses”), el Cid (“En Santa Águeda de Burgos”). De asunto romano
(“Mira Nero de Tarpeya”, sobre el incendio de Roma, “Mandó el rey prender Versilias”,
etc.)
De tema carolingio son: “Asentado está Gaiferos”, “Muerto queda Durandarte” y otros
sobre el conde Claros (“Media noche era por filo”), Montesinos, etc. De tema bretón:
“Nunca fuera caballero” (sobre Lanzarote), “Herido está don Tristán”, etc.
Deben recordarse los que comienzan “De Francia partió la niña”, “A cazar va el
caballero”, “Retraído está la Infanta”, “Blanco sois, señora mía”, etc.
Líricos: Insisten ante todo en la expresión del sentimiento amoroso. Suelen ser
muy breves y con escasa acción.
“Fonte frida, fonte frida”, “En Sevilla está una ermita”, “Yo me levantara, madre”.
Características formales y valor estético del Romancero viejo
Destaca su elegancia, y un criterio de selección que sabe eludir todo cuanto no tenga
valor estético. Una simplicidad que difícilmente se encontraría en la poesía cortesana,
realza el valor de estos breves poemas épico-líricos confiriéndoles una frescura
exquisita.
Otro rasgo destacado es su gran variedad que nos ofrecen a pesar de su indudable
unidad estilística. La enérgica y escueta narración de los tradicionales épicos, la
riqueza cromática y la brillante fantasía de algunos carolingios, la animación de los
fronterizos, la capacidad evocadora o la malicia de los novelescos y la sugestión más
emotiva de los líricos, bastan para calificar al Romancero español como uno de los
más ricos y complejos conjuntos poéticos creados por la inspiración de un pueblo.
Cabe destacar, por último, la escasez de notas realistas y el uso constante de una
técnica de estilización, atenta a transfigurar estéticamente no sólo el pasado heroico,
sino las realidad más próximas, y que cabría explicar por la vinculación del Romancero
viejo con las actitudes psicológicas de una sociedad sobre la que actuaba la
ensoñación de unas formas de vida caballeresca.
Aunque al entrar en el siglo XVI dejaron de componerse nuevos romances, fue en este
siglo cuando alcanzaron una mayor difusión.
En la segunda mitad del siglo XVI surge, como simple moda pasajera, un nuevo tipo
de romances eruditos, totalmente distintos de los “viejos”. Algunos poetas como
Alfonso de Fuentes o Lorenzo de Sepúlveda intentaron crear un nuevo Romancero
inspirándose en las Crónicas (para el tema) y en los romances viejos (para el estilo).
Más éxito lograron los romances artísticos. Reciben este nombre los que compusieron
los poetas cultos, aplicando el metro octosílabo a nuevos asuntos (pastoriles,
mitológicos, religiosos, sentimentales, burlescos, etc.). Más brillantes y retóricos que
los viejos, les aventajan en riqueza de artificio estilístico y en lujo decorativo.
Escribieron preciosos romances artísticos Lope de Vega, Góngora, Quevedo, etc.
Los Romanceros del siglo XVII recogieron este tipo de romances. Sin embargo, los
viejos no fueron olvidados porque fueron utilizados por los dramaturgos de la época
introduciéndolos en sus comedias.
En el siglo XVIII se debilitó entre los cultos el gusto por los romances, pero a finales
Meléndez Valdés reanudó el cultivo del romance artístico, y poco más tarde el
Romanticismo inició brillantemente la rehabilitación de los viejos dentro y fuera de
España. La atención de los eruditos iba aclarando el problema de los orígenes y se
publicaban en ediciones cada vez más cuidadas.
Ejemplos:
Romance histórico
ROMANCE DE LA INFANTINA
Romance fronterizo
ABENÁMAR
-¡Abenámar, Abenábar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida;
moro que en tal signo nace
no debe decir mentira.
-No te la diré, señor,
aunque me cueste la vida.
-Yo te agradezco, Abenámar,
aquesta tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucían!
-El Alhambra era, señor,
y la otra, la mezquita;
los otros, los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba,
cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra
otras tantas se perdía;
desque los tuvo labrados,
el rey le quitó la vida
porque no labre otros tales
al rey del Andalucía.
El otro es Torres Bermejas,
castillo de gran valía;
el otro, Generalife
huerta que par no tenía.
Allí hablara el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
-Si tú quisieras, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla.
-Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene
muy grande bien me quería.
Hablara allí el rey don Juan,
estas palabras decía:
-Échenme acá mis lombardas
doña Sancha y doña Elvira;
tiraremos a lo alto,
lo bajo ello se daría.
El combate era tan fuerte
que grande temor ponía.
Argumento:
Una señora de muy buena presencia, va a misa y deja a todos los asistentes
impresionados con su porte. La gente se descoloca ante su llegada y todo el mundo
trastoca sus actividades normales.
Partes y estructura:
1º parte: “Mañanita de San Juan, ... van a oír misa mayor.” (Versos 1-5)
3º parte: “Las damas mueren de envidia ... decían amor, amor.” (Versos 19- 28)
Situación de la acción
Descripción de la señora del romance
Consecuencias de su aparición. Actitud de los presentes en la misa.
Fórmulas romancescas:
Fórmulas que introducen el relato: son muy abundantes las que señalan el
lugar de la acción , y las que presentan al personaje: “...Van a oír misa mayor.
Allá va la mi señora, ...”
Fórmulas de actualización: empezar el relato en primera persona, con lo que el
personaje parece dirigirse a nosotros, o aparece el narrador como testigo del
suceso.
¿Cómo es el léxico?
Utiliza un lenguaje arcaico como pueden ser saya, tornasol, arrebol, etc. aunque estas
son las menos. Es destacable en los versos 11, 13 y 15, la construcción artículo +
posesivo. También a destacar los "non" arcaicos y los diminutivos.
Recursos estilísticos
Los versos son de ocho sílabas con rima consonante y asonante en los pares. Se
utilizan muchos adjetivos para describir el aspecto de la dama protagonista, la rima
produce musicalidad. Se utilizan repeticiones al final del poema como amén, amén o
amor, amor.
Antonio Machado y Álvarez, “Demófilo”, padre de los poetas Machado, pionero de los
estudios folclóricos en España, reunió cuentos españoles en la Biblioteca de
tradiciones populares (1884) y animó a que otros lo hicieran.
d) Cuentos maravillosos
Falta mucho trabajo de campo para completar el conocimiento del cuento popular
español.
“El cuento folklórico es una obra en prosa, que, narra acciones tenidas por ficticias y
que, contrariamente a la novela, vive en la tradición oral variando continuamente”.
(Camarena, Chévalier).
a) Cuentos mínimos
c) Cuentos acumulativos
LA CALZADERILLA
Esta es la bota
que buen vino porta
de Cádiz a Rota.
Este es el tapón
que tiene la bota
que buen vino porta
de Cádiz a Rota.
Este es el cordón
que amarró el tapón
que tiene la bota
que buen vino porta
De Cádiz a Rota.
este es el ratón
que comió el cordón
que amarró el tapón
que tiene la bota
que buen vino porta
de Cádiz a Rota.
Este es el gato
que cogió al ratón
que comió el cordón
que amarró el tapón
que tiene la bota
que buen vino porta
de Cádiz a Rota.
a) Cuentos mínimos
c) Cuentos acumulativos
EL PUENTE
Pepe no podía cruzar el puente para ir a ver a su tía favorita, por eso, llamó a una
hormiguita para que le ayudara.
La hormiguita no podía con él y por eso, Pepe y la hormiguita llamaron a una pequeña
cucaracha que pasaba por allí.
Pero la cucaracha tampoco podía con ellos y por eso, Pepe, la hormiguita y la
cucaracha llamaron a un pequeño gato que pasaba por allí.
Pero el gato tampoco podía cruzar el puente con ello y por eso, Pepe, la hormiguita, la
cucaracha y el gato llamaron a un pequeño tigre que pasaba por allí.
Pero el tigre tampoco podía cruzar con ellos y por eso, Pepe, la hormiguita, la
cucaracha, el gato y el tigre llamaron a un pequeño elefante que pasaba por allí.
Pero el elefante tampoco podía cruzar el puente y por eso, Pepe, la hormiguita, la
cucaracha, el gato, el tigre y el elefante llamaron a una gran ballena que pasaba por
allí.
La ballena les montó en su lomo y les ayudó a cruzar el puente y Pepe se fue feliz a
visitar a su tía.
LA CARTA
Esta es el sobre
Que tiene la carta
Que viaja de Madrid a León.
Esta es la cartera
Que lleva el sobre
Que tiene la cartera
Que viaja de Madrid a León.
Esta es la maleta
Que lleva la cartera
Que lleva el sobre
Que tiene la carta
Que viaja de Madrid a León...
JUAN DE TIMONEDA
¿Quién fue?
A Timoneda hay que tenerlo en cuenta siempre que se hable de “la fijación y evolución
de géneros literarios populares: novelística, cuentecillos o anécdotas, teatro profano y
sagrado, romances, poesía lírica con pliegos de cordel; y por su importancia como
editor de libros.” (Ferreres, 18)
PATRAÑA NOVENA
Ceberino fue hecho prisionero por los moros y embarcado hacia Constantinopla. Dijo
que se llamaba Rosino, como su esposa. Y Rosina, se vistió de hombre para intentar
seguir a su marido y dijo que se llamaba Ceberino, como su marido, y se quedó en
casa de un mesonero que la trató muy bien. Rosino fue muy querido en
Constantinopla por sus captores y la hija del jefe, el Gran Turco, se enamoró de él.
Al puerto turcó llegó una nave de Barcelona, por lo que la hija del Gran Turco,
Madama, quiso informarse del linaje de su amado. Le dio a Rosino joyas y dinero para
que las enviara a su familia y también guardó el anillo de matrimonio de Rosina y
Ceberino. Rosino le pidió a los marineros que hicieran el recado de llevarle la caja con
las ganancias a su padre, sin embargo, por problemas en la navegación tuvieron que
llegar al puerto de Valencia. La caja cayó en manos de Ceberino, de nombre real
Rosina. Rosina reconoció el anillo de su esposo y angustiada, llegó a la conclusión de
que su marido había fallecido. Sin embargo, Rosino, de nombre real Ceberino dejó
Turquía y a la mujer que estaba tan enamorada de él, regresó a España, al puerto de
Valencia donde se encontró con Rosina, su mujer llena de alegría, y se reencontraron
para no separarse nunca más.
LAZARILLO DE TORMES
Argumento
Pasa luego a servir a un tacaño clérigo de Maqueda que lo mata de hambre, y al que
sisa algo de pan de un arca que tiene; el clérigo lo confunde a oscuras y, tomándolo
por culebra, descubre el engaño, le da una tremenda paliza y lo despide.
Después entra a servir a un hidalgo arruinado cuyo único tesoro son sus recuerdos de
hidalguía y de dignidad; Lazarillo simpatiza con él, ya que aunque no tiene nada que
darle, por lo menos le trata bien... si bien recurre a esa simpatía que despierta para
conseguir que le dé parte de los mendrugos que consigue el muchacho al pedir
limosna, ya que él no posee la dignidad de la hidalguía. El escudero termina por
abandonar la ciudad y Lazarillo se encuentra de nuevo solo en el mundo.
Los restantes tratados narran cómo Lázaro se asienta con otros amos, un capellán, un
maestro de hacer panderos y un alguacil y se hace aguador. Por último consigue el
cargo de pregonero gracias al arcipreste de la iglesia toledana de San Salvador, quien
además le ofrece una casa y la oportunidad de casarse con una de sus criadas, con la
finalidad de disipar los rumores que se ciernen sobre él, ya que era acusado de
mantener una relación con su criada. Sin embargo, tras la boda los rumores no
desaparecen y Lázaro comienza a ser objeto de burla por parte del pueblo.
De siete tratados.
TRATADO TERCERO
Lázaro llega a Toledo donde encuentra a su tercer amo: el escudero. Este aparentaba
ser importante y tener dinero, pero su casa apenas tenía una silla, una cama y un
jarro para llenar agua del río. El primer día con él, Lázaro comparte su pan con el
escudero y pasa una noche horrible, en la cama dura de su amo, con hambre y
pidiéndole a Dios la muerte. A la mañana siguiente el amo sale a misa y Lázaro, que
fue al río a llenar de agua el jarro, lo ve coquetando con unas muchachas que lo
abandonan cuando él no les invita a almorzar. Lázaro regresa a casa y como su amo
no vuelve, sale a pedir limosna. Le dan panes, trioas cocidas y una pata de vaca que
comparte con su amo esa tarde. Por una semana, Lázaro es quien consigue de comer
para su amo, hasta que el ayuntamiento prohíbe a los limosneros. Un día el amo
consigue un real y le dice a Lázaro que vaya a comprar pues comerán como condes.
Pero en el camino Lázaro se cruza con un muerto al que la viuda le decía llorando que
lo iban a llevar a la casa oscura, triste y donde no se come. El niño, asustado, cree
que lo llevan a la casa del escudero y corre de regreso a refugiarse con su amo. En
otra ocasión, el escudero le cuenta a Lázaro que es de Castilla la Vieja donde tiene
propiedades y que se mudó a Toledo por un lío de honor que Lázaro considera una
exageración. En eso llegan a cobrarle el alquiler de la casa y de la cama y el escudero
les dice a sus acreedores que vuelvan por la tarde. El escudero entonces, abandona a
Lázaro quien estuvo a punto de ir preso por la deuda de su amo.
TRATADO QUINTO
Único tratado de todo el libro en el que Lázaro casi no aparece y el pícaro, en lugar de
ser Lázaro es el amo (con lo que el amo y sus picardías es el centro de la historia en
lugar de serlo el muchacho). Este amo es un buldero, llamado comisario por Lázaro
en varias ocasiones, que usa de su astucia para forzar a que la gente tome las bulas y
Lázaro cuenta tres anécdotas de él. En la primera, un alguacil, cómplice del buldero,
finge ser poseído por el demonio hasta que por el poder de la santa bula, la posesión
termina. La gente, maravillada por lo sucedido, confía en la bula y la toman por
cantidades. En la segunda (bastante breve), el buldero arroja a manos llenas las bulas
y la gente las toma convencidas de que eran un regalo de Dios; pero al final, el
buldero hace que todos los que tomaron las bulas sean empadronados con la excusa
de así saber quienes gozarían del perdón de Dios. En la tercera, pone una cruz de
metal en el fuego y cuando los fieles se acercan a besarla se queman la cara; el
buldero les dice que la cruz arde por la poca caridad del pueblo. La gente convencida,
tomó más de tres mil bulas y se quedaron con la cruz ardiente, trocándola por una
cruz de plata con la que se quedó el buldero. Finalmente, luego de cuatro meses,
Lázaro se alejó de ese amo.
El primer y el segundo tratado son los más adecuados porque son los más divertidos y
entretenidos. Dentro de estos tratados los pasajes más adecuados son: “El jarrillo de
vino”, “Las uvas de Amorós”, “El toro de la puente de Salamanca”, “La longaniza”, “El
arroyo en Escalona”, “El clérigo de Maqueda que lo mata de hambre de palos”.
PANORAMA HISTÓRICO DE LA
LITERATURA INFANTIL
(Siglos XVII, XVIII y XIX)
Un filón para los seguidores del género, así para los españoles del XVIII Iriarte y
Samaniego, sobre todo, con evidente afán pedagógico y satírico.
b) Características de su obra
Escribe las “Fábulas”, muy bien escritas y versificadas, en las que se sirve de los
animales, recurso antiguo pero que impacta al mundo infantil. Se las ha acusado de
alentar una filosofía dura y egoísta (como ejemplo recordar la moraleja despiadada en
“La cigarra y la hormiga”), pero los niños han aceptado estas obras, a pesar de las
reticencias de los adultos. Utiliza un lenguaje que llega mucho a los niños.
Como apunta M. González Simancas, “algo fascinante hay en esos cuentos, y un sello
propio e inconfundible los distingue; hay una mezcla de horror y miedo, de sorpresa y
suspense que alguien ha calificado de “medicina saludable”. Abunda la sangre en sus
relatos. No siempre hay final feliz.”
Razones de tipo psicológico, además de las históricas y las culturales, han intentado
adelantar una explicación a los cuentos: Perrault era el último de cinco hermanos y
gemelo, pero a los seis meses perdió a su hermano, con lo que la adquisición de su
identidad y el desarrollo de su infancia pudo ser dolorosa y conflictiva.
Estos cuentos ayudan al niño a dominar las situaciones de angustia que vive
inconscientemente, le permite organizar sus emociones, pensamientos, goces... el
caso es que Perrault se atiene a la realidad crítica de la edad madura y a su propia
historia infantil, y el éxito es universal.
b) Principales cuentos
Piel de Asno, Pulgarcito, El Gato con Botas, La Cenicienta, Caperucita Roja, Grisélidis,
Los deseos ridículos, La bella durmiente del bosque, Barba azul, Las hadas, Riquete
el del Copete.
Siglo XIX: 3. Características (estilo) y obras (señalar la editorial que los recopila)
de los siguientes escritores:
Fernán Caballero: Vital recuperadora de las tradiciones populares (cuentos que adapta
y literaliza, coplas, adivinanzas, oraciones, refranes...) que no olvida a los niños en su
producción de tendencia moralizadora. Obras: La mitología contada a los niños e
historia de los grandes hombres de Grecia;“Cuentos, oraciones y adivinas y refranes
populares e infantiles. (Casi toda su obra popular en Genio e ingenio del pueblo
andaluz. Madrid, Castalia, 1994.)
Saturnino Calleja: Fundó en Madrid una editorial con su nombre y dio a conocer a los
niños españoles el mundo maravilloso publicado por Perrault, Andersen, Grimm... en
pequeños libros, con ilustraciones en color y precios económicos.
Tiene buenas dotes de animador de fiestas y cuentacuentos. Ese estilo fresco, vivo,
sencillo, poético y cercano al mundo infantil sabrá transmitirlo con gran rentabilidad en
sus relatos.
e) En Italia: Collodi
Caso extraño el de su autor, que lo escribe de mala gana, anciano ya, y con destino a
los niños, “a los que nunca había podido sufrir”.
Literatura Juvenil:
a) Características
b) Autores y obras
(1865-1936). Entusiasta viajero y escritor de gran calidad que obtiene el Nobel (1907).
Obra: Las aventuras de Mowgli, “cachorro humano” que se cría entre fieras,
protagonista de El libro de la selva, transporta a los lectores a paisajes exóticos que
despiertan la imaginación en un mundo inquietante donde emerge la crueldad de la
vida, el terror y la ironía porque una vez más, un segundo nivel de lectura deduce que
esos personajes animales y sus situaciones encierran una intencionada sátira social
de los humanos, así como vivencias de su India natal.
Literatura infantil y psicología evolutiva
a) Período glósico-motor: hasta los cuatro años (y, por tanto, lógicamente sin
lectura aún) supone una fase de prelectura; los libros de imágenes habitúan al
niño a empresas lectoras posteriores.
b) Período animista (en que efectivamente los niños animan y personalizan a los
animales y cosas que les rodean y con que juegan). Viene a extenderse de los
cuatro a los siete años, y durante ellos (al menos en los dos últimos) los
cuentos, fábulas y narraciones todas en que aquella personificación se dé,
resultan adecuadísimos.
c) Período de lo maravilloso: que comprende desde los seis hasta los nueve o
diez años, en que “hadas, brujas, duendes, magos, gigantes y ogros” son los
seres que, con sus poderes, dan rienda suelta a la fantasía del niño en esta
etapa.
PANORAMA DE LA LITERATURA
INFANTIL
(Siglo XX)
Continuidad de una labor editorial
a) Principales editores
Tradujo el Pinocho de Collodi, la revista de igual nombre, series con este muñeco
(Pinocho al Polo Norte, Pinocho en Jauja, Viaje de Pinocho en la Luna, Pinocho
domador, los cuentos de Pipo y Pipa, de extraordinaria aceptación). Bartolozzi fue
también original ilustrador. Falleció exiliado en México.
Lo que se inició por entregas en Gente Menuda lo edita Aguilar en libros: Celia: lo que
dice (1929); Celia en el colegio y Celia, novelista (1930)… saga que de alguna manera
se emparenta con Cuchifritín, el hermano de Celia; Matonkikí y sus hermanas…
c) Antoniorrobles
Don Zas Tinoco, pero tampoco era un loco; El pulpo tiene memoria para contarnos su
historia; La Princesita sin par y las hojas de afeitar, adivina qué es lo que hará;
Aleluyas de Rompetacones… son títulos en pareado (que recuerdan la manera de
Gloria Fuertes años después). Por Hermanos Monigotes obtuvo el Premio Nacional de
Literatura (1932).
El cabo Pipa, La bruja doña Paz (en México) es la historia de un mundo al revés y
revela el humor limpio y el pacifismo de su autor (frustrado en la vorágine de la Guerra
Civil) pues ya había dado la vuelta a Caperucita, de modo que la niña y el lobo se
hacen amigos.
Juan Ramón Jiménez escribió Platero y yo en 1914. Este poema lírico en prosa está
escrito con sentimiento y mucho oro modernista; el poeta se sorprendió del inmediato
éxito en todos los públicos. Enseguida se convirtió en libro de lectura en las escuelas
lo que extrañó a no pocos, pero es difícil trazar fronteras entre géneros y alguna vez
los críticos se desnortan. Con Platero, los niños y niñas, que adoraban a este burrito
universal se mostraron jueces decisivos.
Durante la Guerra Civil, los libros para niños se sobrecargan de contenido ideológico:
b) En la posguerra:
Años 40
En los años 40, la indoctrinación infantil se sirvió de varios circuitos: revistas infantiles:
Flechas y Pelayos, Maravillas, Chicos...; relatos patrióticos: Cuentos del tío Fernando
(F. Fernández de Córdoba) y Por amar bien a España, de El Tebib Arrumi;
campamentos juveniles, la radio...
Borita Casas: Precisamente Antoñita la fantástica (1948) fue un serial radiofónico: Las
charlas de Antoñita y don Antonio. Un poco al margen de la ideología dominante,
obtuvo un éxito inesperado quizás porque trataba con naturalidad los problemas de la
clase media y “por la serenidad y ausencia de crispación en sus argumentos…; el
acierto en la elección de situaciones y episodios, familiares a todo el mundo; la
simpatía del personaje, el lenguaje asequible, el sentido del humor y, desde otros
puntos de vista, la necesidad de temas relajantes que hicieran olvidar los motivos de
rabia por la derrota y de frustración por la victoria”. (R. Cristóbal).
De tal suerte caló en toda clase de público, que el lenguaje coloquial acuñó frases
como “pareces Antoñita la fantástica” o “tienes más pájaros en la cabeza que Antoñita
la fantástica”.
Años 50
José María Sánchez Silva: (1911). Periodista y escritor madrileño, publicó en 1952
Marcelino Pan y Vino (Cuento de padres a hijos), uno de los libros que han alcanzado
mayor difusión internacional y que mereció a su autor la Medalla Andersen (1968),
siendo el único español que hasta ahora lo ha conseguido. Parece haber resonancia
de la Cantiga 139 de Alfonso X el Sabio: un “menino” ofrece pan al Niño Jesús
diciéndole: “¿Queres papar?”. Jesús le contesta que mañana comerá con él en el
paraíso, escuchando el canto de los bienaventurados. Con menos fortuna, Sánchez
Silva continuó el tema en Historias menores de Marcelino Pan y Vino (1953). Otras
obras: Fábula de la burrita Non (Escrita para niños, hombres y animales), Luiso, Un
gran pequeño…
EL CAMELLO COJITO
(AUTO DE LOS REYES MAGOS)
El camello se pinchó
con un cardo en el camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.
-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!
Carmen Vázquez Vigo: (Buenos Aires, 1923). Tiene en su haber guiones radiofónicos
con cuentos escenificados y libros sugerentes para primeros lectores. Caramelos de
menta, El muñeco de don Bepo, Un monstruo en el armario…
Rafael Sánchez Ferlosio: (Roma, 1927). Reconocido por el impacto que causó El
Jarama (1956) con su realismo social, ya en 1952 había escrito un libro excepcional y
al margen de esa corriente posterior, Industrias y andanzas de Alfanhuí, plagado de
fantasía y realidad ensoñada.
Juan Muñoz Martín: (1929). Curiosamente, este autor, también madrileño, parece
tratar de nuevo otra historia conventual, pero de forma desenfadada, en lo que
constituye un éxito arrollador: Fray Perico y su borrico (1979), que recuerda las
“Florecillas” de San Francisco y de alguna manera a Marcelino. La nómina de su
creación abarca El pirata Garrapata (1982), El hombre mecánico...
Pilar Mateos: (1942). Bien dotada para contar historias de los más pequeños, se
destacó con Historias de Ninguno (1981), Jeruso quiere ser gente (1982), Lucas y
Lucas (1983), La bruja Mon (1985), Zapatones (1988)...
Elvira Lindo: (1962). Quizás Manolito Gafotas (1994) constituya algo más que un
fenómeno social al que no es ajena la presentación mediática, primero como guiones
en la radio, luego en formato de libro y entregas, “Soy Manolito, lo juro”, en Mi País
(Suplemento del sábado). Por Los trapos sucios de Manolito (1997) recibió el premio
Nacional de Literatura infantil y juvenil en 1998. También destacar Manolito on the road
(1999). El protagonista, Manolito Gafotas, vivía una vida humilde en el barrio obrero de
Carabanchel (Alto), en el seno de una familia con una madre autoritaria, un padre
trabajador, un abuelo permisivo y un hermano demasiado pequeño e ingenuo, al que
Manolito apoda como El imbécil.
Bernardo Atxaga, Mari Asun Landa, Mercé Company... (100 autores españoles de
Literatura Infantil, 1986).
Astrid Lindgren: Las obras de esta autora nórdica (Pipa Mediaslargas, Miguel el
travieso, Mi mundo perdido...), han conseguido millones de lectores y han contribuido
al amor por la libertad y al respeto por la naturaleza. Recibió la “Medalla Andersen” en
1956.
Editoriales
Premios
De padres panaderos, fue criado por una nodriza y con 9 años enviado a vivir con su
tía. Permaneció hasta los 14 años en un seminario, obteniendo más tarde una beca
para seguir estudiando, aunque siempre quiso ser músico. Se ganó la vida dando
clases particulares y cuando Italia entró activamente en la II Guerra Mundial, Rodari
fue rechazado por el ejército debido a su mala salud. Continuó con su carrera de
maestro hasta que, a través de su vinculación con el Partido Comunista Italiano,
comenzó a vivir del periodismo, editando el periódico Cinque Punte y siendo director
de L`Ordine Nuovo de Varese. A través de este ejercicio de un periodismo
comprometido, Rodari llegó a la literatura. Al principio firmó con el seudónimo de
Francesco Aricocchi, con el cual publicó una recopilación de leyendas populares,
Leyendas de nuestra tierra, y dos cuentos de corte fantástico, El beso y La señorita
Bibiana. Posteriormente, siendo cronista del periódico L'Unitá, descubrió su vocación
de escritor para niños. De allí nacen sus primeras filastrocche, coplas y retahílas
cargadas de humor, ligadas a la corriente de la poesía popular italiana, las cuales
tienen tanto éxito que son reclamadas por los lectores grandes y chicos. Desde
entonces publicó más de una veintena de libros en los que combina magistralmente el
humor, la imaginación y la desbordante fantasía con una visión crítica, no exenta de
ironía, del mundo actual.
En su obra literaria destacan a la par el impulso de reforma social, con una atención
destacada por los más pobres y una sátira humorística, pero inflexible, contra la alta
burguesía italiana; y la combinación fantástica de imágenes sorprendentes, con las
que o bien construye una historia, o bien inicia una trama que debe completar el lector.
Su padre era óptico y tenía una tertulia diaria en la casa con intelectuales y artistas de
la talla de Enrique Lafuente Ferrari, el escultor Asuara, y otros tertulianos amigos de
Miguel de Unamuno y Pío Baroja. Su madre era ama de casa, pero era socia del
famoso Lyceum Club Femenino fundado por María de Maeztu con mucha actividad
cultural y al que asistían muchas escritoras y mujeres de escritores. Por eso, desde
joven se aficionó a la lectura, tomando libros de la inmensa biblioteca familiar. Realizó
sus primeros estudios en el Colegio Francés para pasar después al Instituto-Escuela,
uno de los más avanzados de la época.
Se doctoró en Filosofía y Letras en Madrid con una tesis sobre La mujer vestida de
hombre en el teatro español del Siglo de Oro, editada más tarde en la Revista de
Occidente de Madrid y que se ha hecho un clásico en los estudios sobre el teatro
clásico español.
Fue una gran aficionada a viajar, y aprovechaba esos viajes para ponerse al tanto de
las novedades en literatura infantil y juvenil. Acudía así a los eventos más importantes
de esta especialidad, como la Feria del Libro Infantil de Bolonia y los congresos del
IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil) y el premio Andersen.
Principales obras: