Sunteți pe pagina 1din 3

Acceso venoso central

Los intentos de asegurar el acceso venoso central no deben realizarse en la atención


inmediata.

Indicación:

 si no se puede asegurar el acceso periférico


o intraóseo.
 Reanimación con fluidos en volúmenes
grandes.

La vena subclavia es el sitio óptimo para el acceso


venoso central si es necesario. Siempre se colocará
un collarín cervical rígido en pacientes con
traumatismo cerrado y evitará el acceso a la vena
yugular interna.

Reanimación Intravascular

En las últimas 2 décadas, los avances en la reanimación de pacientes con trauma se


han centrado en la reanimación de control de daños. Los principios incluyen minimizar
o limitar el volumen a infundir de fluidos cristaloides, transfundir proporciones
equilibradas de productos sanguíneos, hipotensión permisiva y cirugía de control de
daños (es decir, reparación rápida y temporal de lesiones sin corrección quirúrgica
definitiva para minimizar el daño fisiológico durante la operación).

El uso de cristaloides en la reanimación inicial es el estándar en la práctica diaria y la


recomendación establecida por la ATLS.

Cristaloides Hartman - solución salina al 0,9%:

 Administrar bolos 200 – 250 cc, cada 5 a 10 minutos según la presión arterial.
 Tomar muestras: Tiempos de coagulación, Hemograma, reserva de sangre.
 Preparar paquete de emergencia: globulos rojos O-, plasma freco congelado, y
plaquetas.

Nota: si es posible los cristaloides deben estar a una temperatura de 39°C, para evitar
hipotermia.
PRINCIPIO: ARREGLAR LA FISIOLOGÍA (DESPUÉS DEL REGRESO DE LA
CIRCULACIÓN ESPONTÁNEA).

Una vez que se logra la circulación espontanea, es importante monitorear las


complicaciones comúnmente observadas posteriores a un paro en paciente con
trauma.

Coagulopatía

El origen de la coagulopatía es multifactorial, perdida de factores por puntos


sangrantes, la dilución de los existentes (por la infusión de fluidos o la administración
de concentrados de hematíes sin asociar plasma fresco congelado, la activación de la
fibrinólisis, así como la alteración en las proteasas de manera secundaria a la
acidemia, la hipotermia, y el shock.

Según el Colegio Americano de Cirugía se recomienda el uso o manejo con


hemoderivados como elementos de primera elección en la recuperación del control
hemostático: glóbulos rojos empaquetados (GRE), plaquetas, plasma fresco
congelado.

La medición de niveles de fibrinógeno por debajo de 100 mg/dL indica el uso de


crioprecipitado, donde podemos indicar hasta 10 U para la corrección de éste.

Para evitar coagulopatías se debe:

 Limitar el uso de cristaloides


 Hematócrito entre 25 a 30% con el uso de GRE Plasma fresco congelado
 Mantener tiempos normales
 Plaquetas sobre 50,000 mm3
 Control de acidosis e hipotermia

Manejo de la presión arterial

Después de que se restablece el pulso, el objetivo principal de la reanimación es


mantener la perfusión del órgano terminal mientras se manejan las lesiones. Se
recomienda la colocación temprana de un catéter arterial para la monitorización de la
presión arterial en tiempo real.

Los objetivos tensionales deben ser moderados y permitir unas cifras de presión
arterial sistólica entre 80-90 mmHg. Esta hipotensión permisiva se alcanza retrasando
el inicio de la fluidoterapia o limitando el volumen a infundir. Sus beneficios consisten
en mantener una perfusión óptima/subóptima de los tejidos con el fin de evitar la
disrupción del coagulo, minimizar la hipotermia, la dilución de factores de la
coagulación, y la perdidas sanguíneas por focos no controlados.
Arritmias

La arritmia ventricular en pacientes después de TCA debe tratarse con cardioversión


eléctrica o desfibrilación. La cronotropía negativa, la ionotropía negativa y las
propiedades vasodilatadoras comunes a muchos medicamentos antiarrítmicos son
probablemente dañinas en el período posterior al TCA

Sedación y Analgesia

La analgesia y sedación en mayor o menor grado de profundidad juegan un papel


capital, en no pocas ocasiones incorrectamente infravalorado, disminuyendo el grado
de estrés del individuo traumatizado con las implicaciones que ello tiene a la hora de
mejorar el balance oferta/demanda de oxígeno, en circunstancias, en las cuales el
aporte del mismo puede hallarse seriamente comprometido. Además, es frecuente la
necesidad de sedar al individuo traumatizado para la aplicación de procedimientos de
soporte vital avanzado, tales como: intubación oro/nasotraqueal, canalización de
accesos venosos centrales.

Sedación

Ketamina: Es un derivado de la fenciclidina, con características farmacológicas


únicas, de gran utilidad en la atención temprana del paciente politraumatizado.
Produce un estado definido como disociativo, con importante acción hipnótica y
amnésica y un potente efecto analgésico.

 Presentación : 500 mg/10mL


 Dosis: 1,5 mg/kg

Midazolam. Debido a sus características farmacocinéticas (breve duración de acción e


inicio rápido) es la benzodiacepina de elección para la atención temprana del individuo
politraumatizado y, en general, para procedimientos -quirúrgicos o no- que precisen
sedación, utilizados aisladamente o como coadyuvantes de otros fármacos.

 Presentación : Amp. 5 mg/5 mL, 15 mg/3 mL


 Dosis: 0,1 – 0,2 mg/kg

Analgesia

Fentanyl

 Presentación : Ampolla 50 mcg/1mL


 Dosis: 1-3 mcg/kg

S-ar putea să vă placă și