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MODULO 1 Teorías de la Personalidad II

f) Desarrollo Neuropsicológico De La Personalidad

Compilador: Lic. Hugo Andrés Romero Calderón


Psicólogo UMSA-UBA

1. Modelo Evolutivo de Theodore Millon


En 1969 y posteriores revisiones (Millon, 1977,1981,1985, 1986a,1986b), hasta la década de
los 90, Theodore Millon, sobre su Teoría del Aprendizaje Biopsicosocial, reformulada
posteriormente en el modelo evolutivo, establece dos dimensiones básicas para la
deducción y coordinación de los síndromes de la personalidad, estas dimensiones son a)
activo-pasivo y b) sujeto-objeto (independiente, dependiente, ambivalente y desvinculado)
obteniendo 8 patrones de afrontamiento básicos relacionados con los trastornos de
personalidad que incluía el DSM-III, la clasificación psiquiátrica entonces vigente (tabla 1) .
Tabla 1

INDEPENDIENTE DEPENDIENTE AMBIVALENTE DESVINCULADO

ACTIVO Antisocial Histriónico Pasivo-agresivo Evitador

PASIVO Narcisista Dependiente Compulsivo Esquizoide

Posteriormente en 1990, T. Millon redefine su modelo de la personalidad y sus trastornos,


reflejando un cambio en cuanto a la reevaluación de las características más profundas y
latentes del ser humano, llegando a la conclusión que los principios y procesos de la
evolución eran esencialmente universales y se podían yuxtaponer a otras leyes para
explicarlos, aunque se expresaran de distintas formas como es en la física, la química, la
psicología y sobre todo la biología.
Millon (1998) considera que hay que analizar la configuración de la personalidad como un
proceso de desarrollo en el que influyen tanto variables biológicas como ambientales. Y que,
fruto de esta interacción, podemos explicar tanto la normalidad como la patología.

Para entender este punto de vista evolutivo-ecológico hay que basarse en que el individuo
tiene que pasar por cuatro “etapas” y desarrollar una serie de “tareas” adaptativas para
desenvolverse de forma adecuada en la vida y que son aplicables a todo organismo vivo
como un sistema biopsicosocial, teniendo en cuenta que cada etapa va asociada a una
polaridad o bipolaridad que confiere contenido al sistema. Estas fases adaptativas y sus
respectivas polaridades son:
1.- Existencia (placer-dolor),
2.- Adaptación (activo- pasivo),
3.- Replicación (Sí mismo- otros) y
4.- Abstracción (pensamiento- sentimiento)
El individuo dentro de la polaridad placer-dolor, tendería hacia los acontecimientos que
pueden suponerle un refuerzo positivo (placer), o por el contrario realiza conductas de tipo
escape y evitación hacia los estímulos aversivos que refuerzan negativamente (dolor).
La polaridad activo-pasivo dentro de la fase de existencia, se refiere a si el sujeto es capaz
de tomar iniciativa para configurar los acontecimientos que le rodean o es reactivo a estos.
Así, hay sujetos activos, que serían aquellos capaces de resolver y emprender acciones
para controlar las circunstancias de su entorno, y pasivos, que esperan que las cosas sigan
su curso y presentando una apariencia de inactividad, carencia de ambición y persistencia, y
manteniendo una actitud de resignación.
El individuo en la polaridad Sí mismo-otros, puede obtener refuerzo dentro de las acciones
orientadas hacia la consecución del Sí mismo configurando su propia vida en función de sus
propios deseos y necesidades o, por el contrario, dedicarse al apoyo y bienestar de los
demás. En esta polaridad existen cuatro variantes diferentes:
a) Dependientes (individuos con una alta necesidad de apoyo y atención, si se le priva de
afecto y cuidado experimentan un acusado malestar, tristeza y ansiedad)
b) Independientes (individuos que tienen confía en sí mismo, maximizan el placer y
minimizan el dolor si depende más de sí mismo que de los otros)
c) Ambivalentes (individuos que no están seguros de qué camino tomar, estando en
permanente conflicto sobre si depender de sí mismo o de los otros)
d) Desvinculados (individuos incapaces de experimentar recompensas procedentes ni de
él mismo ni de los demás, oscilando entre aislamiento social y conductas individualistas).
Por último, en la polaridad pensamiento-sentimiento, con sus capacidades para pensar,
sentir, evaluar y planear, el individuo llega a integrar sus pensamientos y sentimientos
estableciendo su propio criterio y controlando su destino
Varias investigaciones ponen de manifiesto la utilidad de las polaridades (placer-dolor,
activo- pasivo y Sí mismo- otros) de la teoría de Millon, para entender la personalidad.
(Strack y cols., 1992; Picus y Wiggins, 1990).
Estas cuatro etapas y tareas adaptativas van unidas a otras cuatro del desarrollo
evolutivo y neuropsicológico del individuo, a saber:
Etapa 1.- Fijación sensorial: se establece la polaridad potenciación de la vida (placer)
– perseveración de la vida (dolor) y se desarrollan las capacidades sensoriales y los
comportamientos de apego.
Etapa 2.- Autonomía sensoriomotora: donde se estable la polaridad acomodación
ecológica (pasiva) – modificación ecológica (activa) y se desarrollan las capacidades
sensoriomotoras y el comportamiento autónomo.
Etapa 3.- Identidad puberal genérica: se establece la polaridad propagación de la
especie (otros) – propagación individual (Sí mismos) y se desarrolla la maduración puberal y
la identidad genérica.
Etapa 4.- Integración intracortical: se establece la polaridad razonamiento intelectual
(pensamiento) – resonancia afectiva (sentimiento) y a su vez se desarrollan las capacidades
intracorticales y los procesos de integración.
De esta forma, desde el punto ecológico y desde una perspectiva evolutiva, el individuo va
desarrollando un conjunto de esquemas, de reglas, de formas de procesar la información
creándose un sistema que en el caso de los trastornos de la personalidad se conciben como
estilos problemáticos de adaptación humana, y como el mismo Millon (1998) escribe en el
prefacio de su libro “Trastornos de la Personalidad. Mas allá del DSM-IV:”... representan
individuos curiosos y a menudo únicos cuyas estructura constitucional y experiencias vitales
tempranas no sólo han dirigido erradamente su desarrollo, sino que también han construido
un sentido de Sí mismos insatisfactorio, una forma problemática de expresar los
pensamientos y sentimientos, así como una manera deficitaria de comportarse y
relacionarse con los demás. Cada uno de los tipos “clásicos” de personalidad, así como sus
subvariantes, nos demuestran la complejidad de las estructuras y los estilos que nos hacen
ser las personas que somos”.
Existen tres características fundamentales en los trastornos de la personalidad como fuente
de aprendizaje patogénico. La primera de ellas es que los trastornos de la personalidad
tienden a presentar una estabilidad frágil, o una carencia de capacidad de adaptación, en
condiciones de estrés. Los individuos, por regla general, disponen de varias y flexibles
modalidades de afrontamiento ante situaciones de estrés, y ante éstas, si una no le funciona
puede recurrir a otra y así sucesivamente. Pero en los individuos con trastornos de la
personalidad la tendencia es a repetir, con mínimas variaciones, las mismas estrategias,
estableciéndose un círculo vicioso de intento-fracaso, que a su vez lleva a un aumento de
los niveles de estrés, amplificando la vulnerabilidad del individuo y perpetuando
percepciones distorsionadas de la realidad social.
La segunda es los individuos normales tienden a flexibilizar sus conductas y
comportamientos ante situaciones que así lo demanden, no siendo así en los individuos con
un trastorno de la personalidad que conservan una inflexibilidad desde el punto de vista
adaptativo y mantienen una rigidez e intensidad de sus propios rasgos ante las demandas
del entorno, produciéndose una situación de crisis cuando el entorno no puede adaptarse a
sus circunstancias y consecuentemente pierde la oportunidad de aprender estrategias
nuevas y más adaptativas.
La tercera es derivada de las otras dos características que como se apuntaba en la primera,
el individuo tiende a establecer un círculo vicioso de repertorios conductuales fallidos,
perdiendo oportunidades de nuevos aprendizajes que a su vez provocan nuevos problemas
e igualmente continúan replicando las mismas estrategias desadaptativas fallidas con
mínimas variaciones. Millon (1969), Millon,T. y Everly,G.S. (1994), Millon,T. y Davis,
R.(1998,2001).
De esta forma, los aprendizajes tempranos son de suma importancia para determinar
patrones de comportamiento a lo largo de la vida del individuo, si bien, como señala el
propio Millon (1998),”hasta hace poco la continuidad también existía en los seres humanos.
Así, si el padre de un niño era granjero, el niño aprendía cómo desenvolverse en un medio
donde la agricultura era la ocupación primaria y más importante. ... En estos momentos
iniciales, el entorno del niño, sus valores, creencias y hábitos eran probablemente los
mismos que los de sus antecesores; de forma parecida, estas actitudes se correspondían
con las que compartían la mayoría de la comunidad en la edad adulta y, a la vez, con lo que
probablemente iba a experimentar también la progenie. ... Sin embargo, en las últimas
décadas los aprendizajes de la infancia suelen ser poco aplicables y adecuados cuando
operan en la familia, los vecinos y las sociedades de adultos” (pág. 127).
Estos aprendizajes tempranos están unidos a una serie de procesos para dar
continuidad al comportamiento, pudiéndose agrupar en tres categorías: resistencia a la
extinción, refuerzo social y autoperpetuación. Cada una de las cuales se apoyan en distintos
tipos de aprendizajes.
a) Resistencia a la extinción: se basan en el aprendizaje presimbólico, en el aprendizaje
aleatorio y aprendizaje generalizado.
b) Refuerzo social: se sustenta sobre las experiencias repetitivas, el refuerzo recíproco y
los estereotipos sociales.
c) Autoperpetuación: se mantiene mediante la constricción protectora (maniobras
protectoras que el individuo realiza para disminuir la probabilidad de que experiencias
perturbadoras ocurran en el futuro), distorsión perceptiva y cognitiva, generalización del
comportamiento y compulsión de repetición.
Continuando en esta línea, no podemos olvidar la importancia que desde en punto de
vista evolutivo-ecológico se le da a las influencias socioculturales. Evolutivamente los niños
van adaptándose a un proceso de socialización por el que van aprendiendo a regular o
sustituir comportamientos derivados de los aprendizajes anteriores para adaptarlos a las
reglas y prácticas de su grupo.
En la cita de Millon anteriormente expuesta, vemos como estamos en una sociedad
cambiante y que la adaptación al medio es cada vez más difícil, por lo que no es raro que
muchos patrones patológico que se observan son atribuibles a condiciones peculiares de la
vida contemporánea, entre las que destacan la lucha por el logro y competición, normas
sociales inestables y contradictorias, y la desintegración de creencias y objetivos
reguladores (Millon, 1998).
En la siguiente tabla aparecen reflejados de forma resumida el modelo de la polaridad y
estilos y trastornos de la personalidad derivados (Millon y Davis, 2001)
Tabla 2

Objetivo existencial Estrategias de replicación

Mejoría de la Perseveración Propagación Cuidados


vida de la vida reproductiva reproductivos

Polaridad Placer – Dolor Sí mismo – Otros

Deficiencia, Placer (bajo) Placer Sí mismo Sí mismo Sí mismo-


desequilibrio Dolor (bajo o Dolor (bajo) (alto) Otros
o conflicto alto) (inversión) Otros (alto) Otros (bajo) (inversión)

Modo TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD


adaptativo

Pasivo: Aislamiento Complacencia Aquiescencia Afirmación Conformismo


Acomodación Esquizoide Masoquista Dependiente Narcisista Obsesivo-
compulsivo
Depresivo

Activo: Duda Control Huida- Disidencia Queja


modificación escape
Por evitación Sádico Antisocial Negativista
Histriónico

Patología Esquizotípico Límite, Límite Paranoide Límite,


estructural Paranoide Paranoide

Las características diagnósticas de los trastornos de la personalidad son distinguibles


dependiendo del nivel de los datos que representan que, según Millon, habría que distinguir
entre los datos obtenidos a nivel comportamental, fenomenológico, intrapsíquico y biofísico,
que a su vez reflejan las corrientes históricas que han caracterizado el estudio de la
psicopatología.
A su vez se han organizado sistemáticamente dividiéndolas en atributos funcionales y
atributos estructurales (ver tabla 3).
Los atributos funcionales se entienden como aquellas características del individuo que
representan procesos dinámicos entre el mundo intrapsíquico, el Sí mismo individual y el
entorno psicosocial y se traducen como formas de expresión de acciones reguladoras, entre
las que se encuentran; comportamientos observables, comportamientos interpersonales,
estilos cognitivos y mecanismos de defensa.
Por el contrario los atributos estructurales “representan un entramado profundo y
relativamente estable de recuerdos, actitudes, necesidades, temores y conflictos, que dirigen
la experiencia y trasforman la naturaleza de los acontecimientos vitales” (Millon T. y Davis
R., 1998, pág 153). Entre los atributos estructurales encontramos la autoimagen, las
representaciones objetales, la organización morfológica y el estado de ánimo o
temperamento

Tabla 3

Ámbitos Funcionales Ámbitos Estructurales

Nivel comportamental:

Comportamiento observable
Comportamiento interpersonal
Nivel Fenomenológico:

Estilo cognitivo Autoimagen


Representaciones objetales

Nivel Intrapsíquico

Mecanismos de defensa Organización morfológica

Nivel Biofísico

Estados de ánimo/temperamento
Si relacionamos los diferentes ámbitos funcionales y estructurales con los trastornos de la
personalidad, se pueden observar la expresión que mejor capta el estilo de personalidad en
cuestión. Millon T. y Davis R. (1998, 2001)
Para concluir, baste señalar que “... nuestro conocimiento creciente del carácter
multideterminante y circular de la patogenia, así como de las secuencias de desarrollo a
través de las que se gesta, debe impedir que caigamos en la simplificaciones que han
conducido a los primeros teóricos a atribuir la patología de la personalidad a factores
simples. Son posibles innumerables vías patogénicas y los elementos causales están tan
entremezclados que debemos planear nuestras estrategias de investigación para
desenmarañar no sólo los determinantes aislados, sino su convergencia, su interacción y su
continuidad.” Millon (1998, pág. 138-139).

2. MODELANDO EL CEREBRO
Los científicos afirman que los cerebros jóvenes son más moldeables que los viejos, y
conocen la existencia de períodos críticos en la vida de algunos organismos, durante los
cuales la experiencia ejerce una influencia especial.
Si se mantiene secuestrado a un gato recién nacido en una habitación cuyas paredes están
decoradas con franjas horizontales o verticales, su cerebro adopta disposiciones adecuadas
a semejantes situaciones. Después los “gatos horizontales” ignoran las patas de las sillas,
como sifueran incapaces de ver verticalmente, mientras que los “gatos verticales” no pueden
saltar de una superficie horizontal a otra. Datos recientes de experimentación sugieren que
hay ciertas “ventanas de tiempo” en las que un gen presenta una acentuada vulnerabilidad
para que influencias ambientales determinen su expresión.
El cerebro humano pasa por su momento más plástico durante la infancia, se puede extraer
un hemisferio entero del cerebro de un niño y la otra mitad se reorganizará para cumplir las
tareas de las dos mitades.
Estos hallazgos parecen cumplirse en el desarrollo humano en los períodos de mayor
cambio estructural en la formación cerebral: infancia temprana (15 meses a 4 años), infancia
tardía (6-10 años), pubertad y adolescencia media (Gabbard : 1999, Ornitz : 1996) .
Durante los tres primeros años, se establecerá un número inmenso de conexiones
sinápticas, determinadas en primer lugar por el genoma, pero modeladas por la experiencia.
Durante la siguiente década, la experiencia creará más conexiones sinápticas a medida que
el niño adquiere nuevos conocimientos y habilidades durante el período escolar.
La experiencia es el principal arquitecto del cerebro.“El cerebro no es una máquina en la que
cada elemento tiene su papel genéticamente asignado, no es un ordenador digital en el que
todas las decisiones ya han sido tomadas. La anatomía basa sus principios en el mapa
topográfico del cuerpo grabado sobre la superficie del córtex, establecido e inmutable en los
primeros años de vida. Pero el mapa de grano fino no está establecido.
La experiencia modifica los detalles, alterando continuamente el mapa o largo de la
vida”.Michael Merzenich
Nuestros cerebros están cambiando continuamente en su morfología neuronal y en sus
mecanismos neuroquímicos como resultado de nuestras experiencias diarias, contribuyendo
así a la individualidad personal.
La experiencia activa las neuronas, produce la activación que permite la expresión de los
genes para que produzcan las proteínas necesarias para modelar la estructura cerebral, es
decir que la experiencia modela el funcionamiento neuronal y es la responsable de la
estructura en continuo cambio del cerebro humano durante toda su existencia, ya que una
vez que se establecen los circuitos o vías encefálicas, como consecuencia de la actividad
neuronal, los estímulos del medio ambiente inducen a estas neuronas a generar y modificar
nuevas conexiones.
Los genes codifican proteínas que son importantes para el desarrollo, mantenimiento, y
regulación de los circuitos nerviosos que subyacen a un comportamiento. La conducta
emerge gradualmente, como consecuencia del impacto de los factores medioambientales
sobre dichos circuitos en desarrollo. El entorno comienza a ejercer su influencia in utero, y
alcanza su importancia primordial tras el nacimiento.
Los científicos definen plasticidad como "la capacidad de algunas sustancias de ser
moldeadas o conformadas", y definen plasticidad nerviosa o neuroplaticidad como la
propiedad que tienen las neuronas de reorganizar sus conexiones sinápticas en respuesta a
un estímulo. Esteestímulo puede bien ser externo, o interno:agentes humorales o
comunicación química intercelular.
En definitiva, nuestro cerebro está estructuralmente determinado por el genoma, pero
modelado por la experiencia. El cerebro humano nace muy inmaduro y es moldeado por
lasrecepciones sensoriales que proporcionan información y valores culturales. Los fallos en
su nutrición y en su educación pueden producir trastornos irreversibles en las funciones
mentales, loque, por desgracia, sucede en millones de niños. Por ello, se ha comenzado a
concientizar a padres, docentes y autoridades políticas, en general, sobre la importancia de
una estimulación rica y adecuada desde la más tierna infancia.
Por otra parte, está cada vez más claro que los programas preescolares bien diseñados
pueden ayudar a muchos niños a superar déficit que se presenten en su ambiente familiar.
Dice el Dr. Harry Chugani, de Detroit, que no existe ninguna razón para no aprovechar la
energía del ambiente para remodelar el cerebro. "No podemos hacer mucho para cambiar lo
que sucede antes del nacimiento, pero podemos cambiar lo que sucede después de que un
bebé nazca," observa.
Los factores ambientales y el aprendizaje harán aflorar capacidades específicas, alterando la
eficacia o las conexiones anatómicas de las vías ya existentes.
El cerebro y el medio se comunican interactivamente, influenciándose en una manera
bidireccional. Los cambios químicos y anatómicos probablemente ocurren a lo largo de toda
la vida partiendo desde lo genético y las experiencias del desarrollo, en un complejo
interjuego con las fuerzas ambientales y es probable que éstas continúen influenciando en la
estructura y función celular, dando a su vez forma a las habilidades y conductas del
individuo.
Los cambios necesarios para modular la personalidad, para mejorar el carácter, para
moderar un determinado temperamento, no pueden realizarse de modo instantáneo, se
realizan únicamente a través de la educación y tras la repetición de actos en un determinado
sentido que conllevan la formación de actitudes vitales o virtudes.
Porque el cerebro no es una caja oscura en la que entran determinados datos sensoriales y
salen transformados en datos de conducta, sino que es un órgano activo con capacidad de
cambio interno y dúctil a la voluntad del sujeto.
Por tanto, la plasticidad neural en el ser humano es fundamental a la hora de las diferencias
que condicionan y determinan el aprendizaje. Las redes neuronales desarrollan conexiones
diversas según la decisión personal de cada sujeto.

3.- La genética de la conducta:


Son muy variados los estudios que han tratado de establecer el peso que la genética tiene
dentro en la forma de ser del individuo, tratando de comprender cómo los rasgos de
personalidad y los patrones de conducta se condicionan por la herencia biológica del sujeto.
Otro de los objetivos de los llamados “genetistas de la conducta” es comprender cómo estos
factores genéticos pueden ser modificados por el aprendizaje y la experiencia del sujeto
(Cáseras, 2001).
Los genetistas de la conducta exponen que la personalidad no es producto directo de la
herencia, sino que es resultado de una serie de factores tanto hereditarios como ambientales
que condicionan la forma en que un individuo se relaciona con su ambiente. Para
comprender un poco más el papel de la herencia en la conducta es importante familiarizarse
con dos conceptos fundamentales que son el genotipo y el fenotipo: El Genotipo es la
herencia genética que posee cada individuo, y el Fenotipo es la forma en que el genotipo se
expresa físicamente siendo susceptible de ser observado (Shaffer, 2002).
Para poder llegar a conclusiones validas sobre este tema, los genetistas de la conducta
debieron establecer una serie de metodologías de estudio que dieran cuenta de esta
influencia.
La primera de ellas es el estudio de gemelos en el que se trabajan gemelos monocigóticos
o gemelos idénticos (nacidos de un mismo cigoto o de una misma célula madre) y dicigóticos
o gemelos fraternos (nacidos de cigotos distintos o distintas células madre). En el caso de
los gemelos idénticos comparten el 100% del material genético, lo que no sucede con los
gemelos fraternos cuya carga genética es tan diferente entre ellos como la de hermanos
nacidos en distintos partos. Por lo tanto, cuando un rasgo de personalidad es compartido en
mayor o menor medida entre gemelos idénticos que entre gemelos fraternos, se puede
suponer que su carga genética es igualmente mayor o menor.
Dentro de estos estudios podemos también observar cómo los gemelos que se han dado en
adopción pueden o no mantener los patrones y rasgos de personalidad de los padres. Un
método muy efectivo (aunque poco utilizado por sus evidentes limitaciones) es el de los
gemelos que han sido dados en adopción en distintos hogares, ya que aunque tienen una
misma carga genética, su influencia ambiental es distinta.
De los estudios sobre gemelos podemos concluir que existen dimensiones de la
personalidad que son mayormente influenciadas por la genética, por ejemplo: La labilidad
afectiva, la ansiedad, la insensibilidad, el enfrentamiento, la búsqueda de estímulos y la
evitación social entre otras.
Para poder establecer el peso genético de cada dimensión, se ha diseñado una fórmula
estadística denominada coeficiente de heredabilidad, fundamentada sobre los datos
obtenidos en los estudios de gemelos.
1. H = (r gemelos idénticos - r gemelos fraternos) x 2
La heredabilidad es igual a la correlación entre gemelos idénticos menos la correlación entre
gemelos fraternos, y el resultado se multiplica por dos. Recordemos que la escala varía de 0
a 1, considerando que cero (0) significa que no hay influencia de la herencia y uno (1)
significa que el rasgo es totalmente heredable (Plomin, 1990. Shaffer, 2002).
Otra forma en la cual el genotipo puede influenciar la conducta es teniendo en cuenta una
serie de aspectos orgánicos que determinarán las respuestas del sujeto ante los estímulos
del ambiente. Por ejemplo: el bajo nivel de la enzima monoaminooxidasa está relacionado
con los comportamientos de tipo impulsivo (Cáseras, 2001).

Gemelos:
Una de las temáticas más frecuentemente preguntadas es la relacionada con los gemelos
monocigóticos o univitelinos, más conocidos como gemelos idénticos. Ya desde el
nacimiento, los gemelos monocigóticos muestran diferencias en sus rasgos faciales, en
mayor o menor medida.
Durante el desarrollo embrionario rostro y cerebro evolucionan interconectadamente. Kjaer
(1995) va más allá: “El rostro, el esqueleto craneofacial y el sistema nervioso central y
periférico tienen un desarrollo interconectado”. Las pequeñas diferencias en el desarrollo de
los cerebros de los gemelos, suponen ligeras diferencias en sus rostros y, dado este
desarrollo interconectado, diferencias en su personalidad, comportamiento y en su tipo de
inteligencia.

Estudios con gemelos monocigóticos criados por separado y con gemelos dicigóticos criados
juntos parecen apuntar en esta dirección; el 70 % de la varianza del CI se asocia a
variaciones genéticas y la heredabilidad del mismo aumenta con la edad. Las similitudes
entre gemelos monocigóticos se obtuvieren en múltiples mediciones de personalidad y
temperamento; procesamiento de la información y habilidad mental; intereses
ocupacionales, vocacionales y de ocio; así como en actitudes sociales (religiosidad y
tradicionalismo), las cuales se suelen considerar rasgos distintivos de la personalidad
(Bouchard Jr. y otros, 1990). Estudios más recientes demuestran que existe una influencia
combinada de factores ambientales y genéticos, aunque globalmente estos últimos tendían a
influir en mayor medida (Markon y otros, 2002). Todo esto no quiere decir que estemos
totalmente determinados genéticamente, aunque sí sabemos que la huella genética tiene un
gran peso en nuestra interpretación del entorno. Wilson (1983) habló así de los resultados
de su estudio con gemelos:
“Así ocurrió en el estudio de Louisville sobre gemelos monocigóticos y dicigóticos, en el que
éstos últimos se fueron diferenciando en el CI a medida que transcurria el tiempo. Sin
embargo, los gemelos monocigóticos mostraron el patrón opuesto, es decir, a medida que
tenían más años, manifestaban capacidades intelectuales más similares”.
Esto sería lo que McCartney y Scarr (1983) llamaron correlación genes-ambiente activa, o
selección de experiencias ajustadas a la predisposición genética de cada uno, que parece
incrementarse con la edad.
Sabemos que el medio puede modular en parte nuestra persona, aunque debemos tener
presentes que somos nosotros con nuestra estructura quienes interpretamos el medio que
nos rodea. Se acepta que la identidad genética hace que se busquen, seleccionen y creen
ambientes en consonancia con ésta identidad (Plomin, 1999; citado en Jayme, 2009).
4. Determinismo Genetico: El caso de David Reimer
Todo comienza en Canadá en 1965, cuando Janet y Ron Reimer van de visita rutinaria al
hospital con sus hijos gemelos monocigóticos, Bruce y Brian. Al norte de Estados Unidos,
la circuncisión es habitual y fue recomendada a los padres, que aceptaron y sometieron a
sus pequeños a la misma. La historia parece normal, sin embargo se dio una complicación,
el cirujano encargado no puedo asistir y un asistente tuvo que hacer su trabajo, no se sabe
muy bien que pasó pero el caso es que hubo un fallo con el cauterizador eléctrico, que
abrasó totalmente el pene de Bruce, haciendo que éste entrara en necrosis y más tarde
cayera.
Debido al escaso desarrollo de la cirugía de reconstrucción genital, poco se podía hacer por
el pequeño… sin embargo, un día los padres de Bruce se enteraron de la existencia de un
médico en Baltimore que defendía la neutralidad sexual del nacimiento, y que era posible
modificar la sexualidad del niño a través del desarrollo. John Money fue un importante
sexólogo y psicoendocrino que defendía la superioridad de la influencia ambiental respecto a
la biológica ( eternas polémicas que divide a la psicología entre genetistas, ambientalistas y
los interaccionistas, que creen en la combinación de ambos), y que la educación podía
determinar la conducta de los sujetos. Nuestro Money vio una grandísima oportunidad en el
caso Reimer, ya que dispondría de un sujeto control, Brian, sobre el cual observar las
diferencias que aportaba la distinta educación dada, pues como ambos eran gemelos la
dotación genética era concordante al 100% en los dos sujetos. El doctor Money sugirió a los
Reimer que la solución sería reconstruir una vagina artificial y una vez finalizada con éxito la
operación, empezar la educación de Bruce como una niña, Brenda. Las premisas que
debían cumplir los padres eran sencillas, simplemente tratar a Brenda como si fuera una
auténtica niña y bajo ninguna circunstancia hablar del tema.

Y corriendo un tupido velo, la familia empezó a hacer como si no hubiera pasado nada, pero
algo raro pasaba con la niña, odiaba los juguetes de chica y se arrancaba los vestidos. El
miedo de que Brenda supiera que en el fondo era un chico cada vez era mayor… y los
problemas no habían hecho más que comenzar. Cuando Brenda comenzó a crecer, los
efectos hormonales a pesar de estar combatiéndolos con estrógenos, comenzaron a surgir…
aportándole un aire musculoso y desgarbado, que poco tenía que ver con el cuerpo de las
demás niñas. Según el propio Brian: ”La única diferencia entre él y yo, era que él tenía el
pelo largo’ , lo que partiendo de la crueldad de las personas, nos pone todavía más fácil
imaginar las vejaciones y humillaciones a las que fue sometida Brenda.

Habitualmente los dos hermanos tenían que acudir a terapia para comprobar el desarrollo de
ambos. Sin embargo, parece que aquellas terapias tenían pocos efectos beneficiosos en los
pequeños, ya que siempre salían de allí con estados psicológicos muy alterados.

Brenda crecía y su vida cada vez era más parecida a un infierno, se negó a más
operaciones y los intentos de suicidio estaban comenzando a ser peligrosos; poco a poco el
doctor se fue alejando de la familia y fue entonces cuando el padre de Brenda decidió
contarle toda la verdad.

Tras la confesión, Brenda cambió de sexo y pasó a llamarse David Reimer, siendo
físicamente y ”oficialmente” lo que siempre había sido: un hombre. David acabó casándose,
pero al poco tiempo su historia se hizo pública, perdió su trabajo y el matrimonio acabó
separándose . Un tiempo después su hermano Brian se suicidó, algunos dicen que por la
culpabilidad que sentía por haber salido bien de aquella operación.

El estudio de Money fue alabado en la época pues suponía la demostración empírica de la


determinación cultural en la sexualidad de los sujetos. Era una victoria ‘ambiental’, ya que
acababa de darse un duro golpe a los genetistas, ya que estábamos demostrando que
Brenda actuaba como una chica, porque la habían educado así y poco tenían los genes que
decir al respecto.

No todo es tan sencillo como vestirnos de azul o de rosa, ni inyectarnos hormonas por un
tubo para hacernos ser hombres o mujeres, la educación es fundamental para nuestro
desarrollo pero también hay algo inherente en nosotros que nos hace ser lo que somos.
Para acabar decir que David se suicidó el 4 de mayo de 2004, a los 38 años de edad.
5. Determinismo ambiental: La niña criada por perros
A principio de 2009 se encontró en la localidad de Chita, Siberia (Rusia) a una pequeña niña
salvaje de niña de 5 años. Cuando la recogieron, Natasha que así se llamaba, caminaba a
cuatro patas, bebia agua con la lengua y se comunicaba a través de ladridos y
gemidos igual que lo hace un perro.

La policía descubrió que había pasado toda su vida encerrada en una habitación con perros
y gatos. La habitación no tenía calefacción, agua, ni cuarto de baño. Cuando la encontraron,
Natasha no podía hablar y permanecía orientada a la puerta expectante a que sus
cuidadores regresaran y le dieran comida, comportándose como hace un perro cuando su
dueño se marcha.

Sus padres, Víctor Lozhkin (27 años) y YanaMikhailova (25 años), fueron detenidos por
negligencia y abandono, ya que llevaban más de dos años sin hacerse cargo de la niña.

6. LAS LEYES DEL CEREBRO Y EL APRENDIZAJE

Se debe hacer más rico y más dinámico el proceso educativo, la educación de cada
uno de los alumnos. Pero el ámbito educativo ha carecido siempre de flexibilidad para
enriquecerse de los descubrimientos científicos de otros campos afines o paralelos. Entre
ellos, uno de los más importantes es el de la influencia del sistema nervioso en la conducta
humana; los técnicos la llaman neuropsicobiología.

Es evidente la interacción que podemos establecer entre el aprendizaje en la primera


infancia, el desarrollo y la estructuración del cerebro en este período. Ahora bien, ¿qué
pautas sigue el cerebro humano?

Mientras en el ámbito científico han sido constantes y evidentes los avances


establecidos, la posible influencia de los mismos en el campo del aprendizaje, desde los
primeros meses de vida, y por tanto en el de la educación, ha sido, en un sentido amplio,
prácticamente nula.

Sin embargo, los científicos y estudiosos del tema han sabido ofrecer a padres y
educadores profesionales unos puntos clave, que deberían servir como pautas claras y de
modelo -verdaderas leyes de funcionamiento- para una intervención educativa en la primera
y segunda infancia:

a) Cuanta más estimulación e información, mejor.


Cuanto más y mejor estimulación reciba el cerebro del niño en su periodo de
formación, más rápida y más completa será su organización neurológica y,
consecuentemente, más altas serán sus capacidades para aprender, para usar lo
recibido.

b) La gran capacidad de adaptación.


Justamente ésta ha sido la capacidad del cerebro humano que le ha permitido
evolucionar desde niveles primitivos -como un animal- hasta otros verdaderamente
elevados. Y aún más: los que ahora puede tener -hoy- es o puede ser una simple
caricatura si los comparamos con los que podrán desarrollarse en la medida en que
los estímulos del medio le "obliguen" a complicarse más y más.

c) Los períodos críticos.


Otro de los puntos clave es el que se refiere a los períodos críticos en la formación de
la estructura de nuestro cerebro. La organización cerebral no se produce de forma
gradual e indefinida: existen momentos especialmente buenos.
Si en estos cortos períodos de tiempo no recibimos la estimulación necesaria,
quizá ciertas capacidades no puedan desarrollarse jamás. Los especialistas en el
tema son concluyentes a este respecto. ¿Quién no recuerda las niñas lobo, el salvaje
del Aveyron, o los casos tan dramáticos como el de Genie, la niña californiana que su
padre ató a la pata de una cama durante 12 años?
Consideremos que a los seis años el cerebro humano alcanza el 90 por ciento
de su peso, lo cual nos da idea de lo extremadamente avanzada que se encuentra, a
esa edad, la consolidación del desarrollo cerebral.

d) La potencialidad que puede convertirse en capacidad.

Por último, hay que tener en cuenta la enorme capacidad potencial en cuanto al
aprendizaje. Este inmenso torrente de posibilidades es tan amplio que, aunque
consiguiéramos estimular el cerebro de un niño desde su nacimiento continua e
intensamente, nos sería imposible saturar sus capacidades potenciales. De hecho,
sólo llegamos a desarrollar una ínfima parte de las posibilidades de nuestro cerebro.

Preguntas:

1) Cuales son las fases adaptativas con sus respectivas polaridades en la teoría
Biosocial de Millon.
2) Explique las cuatro etapas del desarrollo evolutivo y neuropsicológico del individuo,
según Millon
3) Cuales son y como se caracterizan los atributos funcionales y atributos estructurales.
4) Explique que es el Genotipo y el Fenotipo.
5) ¿Que demostraría el caso de David Reimer?

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