Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
Introducción
Todo ello, haciendo una lectura y revisión previa en las partes pertinentes de la
bibliografía señalada. En consecuencia, se intentará dar un pantallazo de todo aquello que
incumbe esta herramienta del derecho constitucional con inminente y evidente
relacionamiento con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y ahora en el
caso boliviano, del Derecho a la Integración, todo ello a fin de constituir dentro de un
Estado constitucional social de Derecho, el respeto y protección de los derechos humanos
principalmente que es lo que busca ahora el Nuevo modelo de Estado Plurinacional
Boliviano.
Es menester señalar que no obstante los derechos humanos no siempre han estado insertos
en normas jurídicas, implícitamente tuvieron que estar latentes en las sociedades
organizadas más remotas, porque de lo contrario la humanidad hubiera perecido. Con
ello, me animo a decir que en cualquier sistema social o forma política debió percibirse
cierto espíritu relacionado a los Derechos Humanos que sin estar contenidos en leyes,
Así por ejemplo, La Constitución argentina sostiene en su artículo 33, que "las
declaraciones, derechos y garantías que enumere la Constitución, no serán entendidos
como negación de otros derechos garantías no enumeradas; pero que nacen del principio
de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno".
De igual manera la Constitución del Uruguay en su artículo 72, precisa: "La enumeración
de derechos, deberes y garantías hecha por la Constitución, no excluye los otros que son
inherentes a la personalidad humana o se derivan de la forma republicana de gobierno".
Finalmente, nuestra Constitución bajo la misma lógica en su artículo 13, parágrafo II, se
dice que “Los derechos que proclama esta Constitución no serán entendidos como
Cabe señalar, que los derechos implícitos o no enumerados se desprende también del
artículo 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que en su inciso c),
sostiene que ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el
sentido de excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano, o que se
derivan de la forma democrática representativa de gobierno. Esta norma constituye un
reconocimiento explícito de la existencia de derechos implícitos, los cuales no pueden ser
desconocidos por el solo hecho de no estar establecidos en una norma positiva.
Por su parte, las constituciones europeas no son ajenas a esta perspectiva, por ejemplo la
Constitución Alemana en su artículo 1, determina: “ 1. La dignidad del hombre es
intangible, constituye deber de todas las autoridad es del Estado su respeto y protección.
2. El pueblo alemán reconoce, en consecuencia, los derechos inviolables e inalienables del
hombre como fundamento de toda comunidad humana, de la paz y de la justicia en el
mundo”.
De esta manera, esas normas adquieren un rango constitucional y por lo tanto gozan de
supremacía constitucional, a los efectos del control constitucional de las leyes. Así también
consideran, que puede verse como una comunidad normativa, en cuyo seno reina la
uniformidad jerárquica de normas que la componen, existiendo principios armonizadores
de su contenido a los efectos de su interpretación por los operadores constitucionales en
general y de su aplicación por los administradores de justicia en el orden judicial
principalmente.
Cabe señalar que en el caso francés, los tratados internacionales de derechos humanos en
general, no forman parte de este bloque, toda vez que el Consejo ha determinado en
varias oportunidades no ejercer un control sobre la conformidad de las leyes a las normas
internacionales, formando en la actualidad parte de este bloque únicamente la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, algunas leyes de la III
República y el Preámbulo de la Constitución de la IV República de 1946.
La Constitución de Costa Rica, en su artículo 48, dispone: “Toda persona tiene derecho
al recurso de hábeas corpus para garantizar su libertad e integridad personales, y al recurso
de amparo para mantener o restablecer el goce de los otros derechos consagrados en esta
Constitución, así como de los de carácter fundamental establecidos en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos, aplicables en la República.
De la misma manera, el reconocimiento que hace nuestro Estado como sus similares
latinoamericanos, respecto al carácter fundamental de los derechos e incluso su carácter
supraestatal, lleva a estos a la obligación de respetar, garantizar y promover los derechos
contenidos en las normas internacionales de derechos humanos. En consecuencia, la
normativa jurídica actual ha permitido que el derecho constitucional y el derecho
internacional de los derechos humanos sean ramas del derecho conjuncionadas,
constituyéndose entonces en un único sistema de protección de los derechos que tiene
por fundamento la dignidad de la persona humana. Así el ámbito normativo de cada
derecho fundamental está conformado por los elementos precisados tanto por la fuente
normativa constitucional como por la del derecho internacional.
El derecho constitucional queda así sometido por los contenidos de ambas normativas,
aplicando siempre aquella que mejor protege el derecho En tal sentido, es necesario tener
presente también el artículo 29 , inciso a) de la Convención Americana de Derechos
Humanos, que establece las normas de interpretación en materia de derechos que ninguna
disposición de la Constitución, la Convención o las leyes deben ser interpretadas en el
sentido que permitan al Estado suprimir el goce y ejercicio de los derechos y libertades
reconocidas en la Convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en ella.
Entonces, los Estados parte y sus operadores jurídicos deben aplicar el principio favor
persona o favor homine, aplicando la norma que mejor protege y resguarda el derecho
fundamental. E l concepto de bloque constitucional de Derechos Fundamentales y el uso
de normas y pronunciamientos de tribunales internacionales en temas de Derechos
Humanos. El bloque constitucional de derechos fundamentales debe entenderse como el
conjunto de derechos de la persona, es decir atributos y garantías asegurados por fuente
constitucional o por fuente del derecho internacional de los derechos humanos.
Sin embargo, podría objetarse que la jurisprudencia desarrollada por la citada Corte
Interamericana o el mencionado Comité de Derechos Humanos, no tiene ningún valor,
porque no es formalmente fuente de derecho. Sin embargo, esas objeciones no son
válidas, toda vez que nuestra país se ha comprometido a respetar los tratados de derechos
humanos, y por ello, en función del principio Pact Sunt Servanda , todos los funcionarios
del Estado, incluyendo a los jueces, deben esforzarse por aplicar esos tratados.
A manera de referencia, algunos de los m á s importantes son las Reglas mínimas de las
Naciones Unidas sobre las medidas no privativas de la libertad (Reglas de Tokio), o el
conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier
forma de detención o prisión, o las Reglas mínimas para los tratamientos de los reclusos,
entre muchas otras. El bloque de constitucionalidad respecto a tratados internacionales de
naturaleza distinta a los Derechos Humanos. De manera general nuestra Constitución
establece que los tratados y convenios internacionales que reconocen los derechos
humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el orden
interno y los derechos consagrados en ésta, se interpretarán de conformidad con los
tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por nuestro país. En
consecuencia, no obstante la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, reza
en el artículo 27 que una de las partes no podrá invocar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado.
Al existir una cláusula cerrada en nuestra norma fundamental, únicamente los tratados
sobre derechos humanos, podrán ser entendidos como parte del bloque de
constitucionalidad. El bloque de constitucionalidad como doctrina acorde a la
dinamicidad del derecho.
Potencialidades y riesgos
Esto es importante no sólo para el propio juez constitucional, que encuentra en esa
categoría un instrumento dinámico para el desarrollo de la jurisprudencia constitucional,
sino también para el abogado litigante y para el ciudadano en general, que pueden usar
las normas incorporadas en el bloque de constitucionalidad como argumentos sólidos en
la lucha por el reconocimiento de nuevos derechos. Sin embargo, los riesgos de esa
categoría, en términos de seguridad jurídica, de afectación del principio democrático o de
arbitrariedad judicial, también son muy grandes, pues para los operadores jurídicos no es
claro ni siquiera cuáles son las normas de referencia en un debate constitucional complejo.
Por ejemplo, un juez podría, basándose en la cláusula abierta sobre derechos innominados
(Art. 13 de la Constitución), como se explicó en puntos anteriores, que el listado de
derechos del texto constitucional no excluye aquellos otros que no aparecen en él , pero
que son inherentes a la persona humana o a una determinada forma de gobierno , invocar
un derecho que no encuentre en el texto constitucional, pero que él considere inherente
a la dignidad humana o a la libertad de las personas, y con base en ese valor , anular
regulaciones que para la gran mayoría de la sociedad no son sólo legítimas sino muy
importantes.
No obstante todo lo señalado, entiendo que frente a vacíos jurídicos es factible dar
aplicación directa a las normas del bloque de constitucionalidad, sin que por ello se
entienda que su aplicación es innecesaria cuando dicho vacío no existe, dada la función
interpretativa antes mencionada respecto de las dudas que puedan suscitarse al momento
de su aplicación. Por lo tanto, la responsabilidad de los operadores de justicia debe ser
presupuesto ineludible y en este sentido, siempre deben fundamentar y ponderar la
aplicación del bloque de constitucionalidad, en cada caso concreto.
Sin embargo, cabe hacer notar que el artículo 256 .I constitucional, no da validez de
aplicación únicamente a los instrumentos ratificados, sino incluso a los firmados y a los
que nuestro país se hubiera adherido. De esta manera, entendemos que la nueva norma
fundamental, le otorga mínimamente jerarquía constitucional a las normas internacionales
de derechos humanos, que emanan de la Organización de la Naciones Unidas y la
Organización de Estados Americanos, pero además con la misma mirada en el ámbito
europeo, alcanzan el mismo nivel normativo por ejemplo , el Acuerdo de Cartagena,
como normativa internacional que de conformidad con el derecho a la integración rigen
a los Estados miembros de la Comunidad Andina .
En consecuencia, tanto los operado res jurídicos como los funcionarios públicos en
general, deberían aplicar preferentemente ese tipo de normas en contraposición a las
disposiciones locales con rango legal o infralegal, en incluso en una mirada integral de la
Constitución, por encima de la propia norma fundamental, cuando específicamente en
normas internacionales de derechos humanos, existe contenido de aplicación más
favorable.
Por otra parte, se diferencia del Derecho Internacional, porque éste último importa
principalmente temas de cooperación, y de manera concreta en materia de derechos
humanos, de respeto y protección. Sin embargo, el Derecho Comunitario se desarrolla
esencialmente en acuerdos de integración y de actos normativos a través de instituciones
que tienen competencia legislativa de acuerdo a las atribuciones derivadas y concedidas
por los propios Estados partes de una Comunidad. Finalmente manifestar que en este
ámbito , uno de los principios esenciales reconocidos por el Derecho Comunitario, es el
Varios años después de haber realizado una simple mención del bloque de
constitucionalidad, finalmente en esta Sentencia, el Tribunal Constitucional , haciendo uso
de la interpretación integradora y apoyado en la cláusula de derechos innominados de la
anterior Constitución (art. 35), de manera enfática, pero sin fundamentar ampliamente,
sostiene que son parte del bloque de constitucionalidad y tutelables a través de garantías
constitucionales jurisdiccionales, los tratados y declaraciones internacionales, ahora si
manifestando que solo aquellos en materia de derechos humanos.
Por último, es esta Sentencia la que en definitiva muestra el criterio actual de los
magistrados transitorios del Tribunal Constitucional, respecto a los alcances doctrinales
del tema central del presente trabajo, incorporando el desarrollo y entendimiento de la
materia que integra el bloque de constitucionalidad. Al respecto, este fallo constitucional,
bajo una interpretación integradora, delimita en tres aspectos el componente del bloque
de constitucionalidad en Bolivia: La Constitución de 2009, los Tratados Internacionales
referentes a Derechos Humanos y finalmente principios y valores de rango constitucional.
Rescatando además, que en aplicación al criterio de favorabilidad de los derechos
humanos, habiendo estado vigentes los tratados en esta materia, durante el tiempo que
rigió la anterior Constitución de 1967, es lógico que ah ora las causas que se resuelven en
la jurisdicción constitucional en etapa de revisión ante el Tribunal Constitucional, puedan
aplicarse incluso de manera preferente a lo consagrado en la norma fundamental, sin es
que son más beneficiosos . Y aclarando que esos derechos más favorables, serán
entendidos como valores y reglas constitucionales al momento de incorporarse al bloque
de constitucionalidad.
Conclusiones
En ese sentido, se dio inicio al trabajo mostrando algunos aspectos generales de los
Derechos Humanos, su protección internacional, así como el establecimiento de estos
derechos como fundamentales, tanto explícita como implícitamente en las constituciones
de los países, para pasar posteriormente recién a conceptualizar el bloque de
constitucionalidad, con sus respectivas consideraciones y de manera general una mención
de los antecedentes históricos primarios, para arribar al desarrollo del concepto en los
Estados latinoamericanos con evidente distinción respecto a los Estados europeos.
Por su parte, se analizó el concepto como tal desde la percepción de los derechos
fundamentales y los derechos innominados, y paralelamente la relevancia doctrinal y
jurisprudencial de los derechos humanos vinculado al tema de estudio, además de la
posible utilización de otros documentos de derechos humanos sin alcance vinculante,
además del razonamiento lógico cuando se tratan de tratados internacionales de
naturaleza distinta a los derechos humanos. Para finalmente , pretender identificar
potencialidades y riesgos frente a la dinamicidad del derecho y el avance jurídico de los
Estados , para concluir con un acercamiento concreto al caso boliviano, su integración
conceptual desde la mirada de la actual Constitución Política del Estado y el desarrollo
jurisprudencial a cargo del Tribunal Constitucional Boliviano.