MATERIAL DE ESTUDIO

4. SEMANA 4
2.4 Pensamiento Político elitario

El simple pensamiento político concurre en el ámbito natural del

hombre que es la sociedad y su entorno; el hombre es un animal
racional que tiene relaciones interpersonales con otros animales
racionales; en tal virtud el hombre es un ser social por naturaleza que
busca en primer término el bienestar propio y luego de su entorno, por
lo que toda acción humana es entendida como una acción política que
tiende a ese fin. Los sujetos de la acción política son los hombres,
inmersos en una sociedad en la que establecen vínculos sociales.

Como ser social el ser humano no puede vivir en forma aislada, es decir
que no puede entenderse al hombre fuera de la sociedad.

(Aristóteles) " El ser humano es un ser social por naturaleza, y el

insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que
humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el
que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia
suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios"
esta frase del referido filósofo constata que nacemos con la
característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida,
ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

(M. Rosental y P. Iudin - Diccionario filosófico abreviado) Nos dice que

el ser social es un “Conjunto de las condiciones de la vida material de
la sociedad, es decir, ante todo el modo de producción de los bienes
materiales. La existencia social determina la conciencia social de los
hombres”; así mismo nos dice “Categoría filosófica que caracteriza la
vida material de la sociedad. El ser social es primario respecto a la
conciencia social y existe al margen e independientemente de ella. La
vida material de la sociedad comprende la producción de bienes
materiales y las relaciones materiales que se establecen entre los
hombres en el proceso de la producción y de la vida práctica real de la
sociedad.”

Dicho esto, entraremos a analizar propiamente lo que es el

Pensamiento Político Elitario. A finales del siglo XIX y comienzos del
siglo XX se destaca la labor de estudiosos sobre todo de Europa,
quienes analizan y cuestionan las modalidades de formación, cambio y
sustitución de las clases dirigentes y de las elites gobernantes.

(Wilfredo Pareto) En su teorización sobre las elites políticas, plantea

que en cada rama o actividad social existen un grupo de los mejores a
la que denomina élite, cuya existencia está comprobada a lo largo de la
historia de la sociedad, y que en la política ha dado lugar a la relación
entre dominadores y dominados, relación necesaria para el equilibrio y
desarrollo de la humanidad.

En este sentido, conforme a esta teoría, las elites políticas están

constituidas por los más aptos para dominar, que se caracterizan por
una voluntad de dominio, la lucha por el poder, esto quiere decir que
debe existir una “Capacidad de utilizar la fuerza y la habilidad para
combinarla con la negociación.”.

Su teoría acerca de la circulación de las elites, establece que una elite

para gobernar por largo tiempo, adquiere paulatinamente fuerza para
el mantenimiento de la autoridad, combinando fuerza con la astucia
del poder para debilitar cualquier tipo de oposición, existe entonces
dentro de las élites políticas personas con un alto conocimiento de las
cosas y una aptitud impresionante para poder convencer a su pueblo
sean simpatizantes o no sobre un tema en específico, tienen grandes
habilidades para ser un negociador. Un negociador en términos
políticos es “Quien negocia asuntos diplomáticos”, es quien puede
convencer dentro y fuera de la esfera territorial por la que comparecen.

2.5 Ciencia política y conducta política en el siglo XX

Existen varios pensadores que han dado grandes perspectivas para la

ciencia política en el siglo XX, así:

Para Max Weber la política es la acción de lucha o enfrentamiento

entre distintas voluntades por la consecución del poder. Sostiene
además que la producción científica no puede producir juicios de valor
que legitimen el Estado ni la práctica de éste, que es entendida como
la acción política; por lo que propone la despolitización de la ciencia o
del conocimiento científico que se ocupa del Estado y su práctica es
decir a la política.

Weber es un teórico político fundamental para comprender las

realidades políticas del mundo contemporáneo, ya
que él propuso un concepto de la política que marcó un punto
de inflexión en la tradición de pensamiento político occidental todo
esto porque rompió con la concepción clásica de la política.

Desde Weber, la política no es sólo el arte del buen gobierno; ya que

quien se decida a practicar este arte tendrá que contender con las
tensiones necesarias entre los ideales políticos y las acciones
políticas reales, así como evitar el confundir ambos ámbitos de la
vida política. Su concepto de la política va más allá
de la concepción realista del poder; en este sentido,
la política no es sólo la lucha
de personas organizadas en partidos políticos por la distribución del
poder estatal en la democracia representativa, sino que la política
se constituye como un campo de por sí conflictivo del que
emana la discusión de valores en
el espacio público sin la posibilidad de justificar científica y
racionalmente dichos valores.

Cualquier práctica política es responsabilidad de las actitudes

individuales, es decir de la acción de los individuos, en virtud de
aquello, Weber afirma que la acción de los individuos es lo que da
sentido al mundo a través de los valores dominantes, cuyo campo de
competencia o lucha es el campo de la política.

Explica además que, si se trata de actitud valorativa, la ciencia solo

“valora” en términos de racionalidad respecto del objeto de estudio,
que no tiene un carácter de validez y obligatoriedad, como la única y
exclusiva realidad que debe conocerse.

En este sentido, la dominación por parte del Estado precisa de:

· Un mínimo de obediencia voluntaria

· Una aceptación de las órdenes como normas válidas

· Una creencia en la legitimidad de la forma de dominación

Conforme la doctrina que expone Weber, existen varias formas de

dominación, así:
· TRADICIONAL: La misma que se subdivide en:

Gerontocracia: La gerontocracia (del griego gerontos, "anciano" y,

kratos, "poder") es una forma oligárquica de gobierno en la que una
institución o gobierno es gobernado por una pequeña cantidad de
líderes, donde los más ancianos mantienen el control.[1]

Sultanatos: Sultán como tal significa “el que ejerce el poder”, puede
entenderse al sultanato al tiempo que dura el gobierno de un sultán y
el territorio gobernado por un sultán.

Patrimonialismo: Es aquel en el que el poder político se ejerce de la

misma manera que el poder económico.

Patriarcalismo: Esta palabra deriva del griego “pater”, y se refiere a un

territorio o jurisdicción gobernado por un patriarca; de donde deriva la
palabra patria; se basaba en la autoridad del padre como figura de
poder a la que se encuentran sometidos todos.

· CARISMÁTICA: Consiste en una entrega “extra” cotidiana que

deriva o conlleva a la santidad, al heroísmo o ejemplaridad de una
persona que da una condición extraordinaria a las ordenaciones por
ella creadas o reveladas.

· RACIONAL O LEGAL: Se da con la administración burocrática

legalmente estatuida, todo enmarcado en la legalidad de ordenaciones
previamente estatuidas y de los derechos de mando que existen.
Weber definió a la burocracia como una forma de organización que
realza las siguientes características ideales:

· Precisión

· Velocidad

· Claridad

· Regularidad

· Exactitud

· Eficiencia

Todas estas características ideales dentro del ámbito ideal de la

burocracia se debían dar a través de la división prefijada de tareas, de
la supervisión jerárquica, y de detalladas reglas y regulaciones.
Considera que la burocracia en sí es un tipo de gobierno.

Para Antonio Gramsci la política es el conjunto de actividades prácticas

y teóricas a través de las cuales se justifica y mantiene el dominio y la
dirección en una sociedad; es decir que es la “Coordinación de los
intereses de una clase con los intereses generales de una parte
significativa de la sociedad.”

Es en todo caso una acumulación de fuerzas en la sociedad civil, bajo

una estrategia de guerra de posiciones, para constituir un bloque
histórico que, bajo la hegemonía o supremacía de una dirección
política e intelectual, expresa un proyecto nacional y sobre todo
popular en la lucha por la conquista del Estado.