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Física del sonido -Unbral de audición (decibelio): (15-21)

-Cuerda tensada:

Desde muy antiguo se sabe que una cuerda tensa, al pulsarla, emitiendo un sonido característico.

El sonido se produce cuando un objeto vibra. Por ejemplo, cuando una persona habla, el sonido que emite es producido
por las vibraciones de sus cuerdas vocales. Cuando tocamos un tambor, un pedazo de madera o de metal, una cuerda de
violín, etc., estos cuerpos vibran.

Parece ser que fueron los pitagóricos, o incluso el propio Pitágoras, quien descubrió que si esa cuerda se sujetaba por
la mitad, cada uno de las dos partes en que quedaba dividida la cuerda producía un sonido consonante (agradable al
oído) con el anterior, pero más agudo. Este sencillo pero importante hallazgo es el fundamento de la música.

La pregunta más importante, y justamente la que trataremos de responder en las siguientes páginas, es:

VALE, PERO ¿POR QUÉ NOS SUENAN BIEN?

Como ves, el punto pulsado en la cuerda oscila verticalmente entre dos extremos: realiza un "sube y baja" conocido como movimiento
armónico simple, que es aquel que se obtiene cuando los desplazamientos del punto son directamente proporcionales a las fuerzas
causantes de este desplazamiento. La distancia que separa en cada momento el punto de su centro de equilibrio (cuerda en reposo) se
llama elongación y .

La elongación máxima, es decir, la mitad de la distancia entre los dos extremos, se llama amplitud A . Al número de
oscilaciones completas (dobles) que realiza por segundo se le llama frecuencia F , y su unidad es el hertzio (hz). Es
decir, cuando decimos que el punto oscila a 100 hz queremos señalar que realiza 100 oscilaciones completas por segundo.

-Ecuación movimiento armónico simple

La gráfica obtenida es una sinusoide, es decir, una curva basada en la representación de la función seno.
Para ser más exactos, la función correspondiente es: y = A sen [2p F t ] , donde A es la amplitud y
F es la frecuencia.

Al producto 2p F se le llama velocidad angular w.

La variable dependiente y nos indica el valor de la elongación del punto al cabo de t segundos.

Al producto w t se le llama fase, porque determina en que "fase" del movimiento de "sube y baja" se
encuentra el punto.

Veamos de dónde sale todo esto.

Observa en la escena anterior que si T segundos es lo que tarda el punto azul en dar una vuelta
completa, es decir, lo que tarda en recorrer 360º, entonces en 1 segundo ha recorrido 360º / T grados.
Así, en t segundos recorrerá ( 360º / T ) t grados.

[Lo que equivale, en radianes, a ( 2p / T ) t o bien w t ]


-Movimiento ondulatorio:

La presencia de un medio elástico (como el aire) permite que el movimiento del punto transmita su
vibración a otras partículas del aire hasta llegar a nuestro tímpano.

Por otra parte, la vibración también se transmite por la propia cuerda (que también es un medio elástico). De hecho, como veremos más adelante, la suma de
todas las vibraciones de los puntos determinará en la cuerda una vibración conjunta que es la que se transmite al aire.

La transmisión de energía al aire se llama onda sonora, y al movimiento conjunto de las partículas se le
conoce como movimiento ondulatorio.

No debes confundir onda sonora con ola. Las olas son también ondas, pero de otro tipo. Son ondas
transversales, lo que indica que el punto oscila perpendicularmente a la dirección de propagación de la
onda (como un corcho en el mar, al que las olas hacen subir y bajar). También son de este tipo las ondas
que se transmiten por la propia cuerda (y formarán, como veremos más adelante, las llamadas ondas
estacionarias).

Sin cambio, las ondas sonoras son ondas longitudinales, es decir, los puntos oscilan en la misma dirección
en que la onda se propaga (de la misma forma que una ficha de dominó derriba toda una fila de fichas o
que muelle se estira y encoge).

Se llama foco al lugar donde se origina la perturbación, y frente de onda al


punto más distante de éste.

Resulta entonces que en un instante dado todas las moléculas del aire vibran
con el mismo movimiento armónico que el foco del sonido. Pero la vibración no
llega a la vez a todas las partículas, sino que tarda algún tiempo tx
dependiendo de la distancia x a la que se encuentre cada partícula del foco
en la cuerda vibrante.

Este retardo en empezar a vibrar provoca que en un instante dado


moléculas diferentes pueden ocupar posiciones diferentes dentro de
su mismo movimiento armónico. Mientras una puede estar "en un
extremo", la otra puede encontrarse "en el otro extremo" o "entre
los extremos". Dicho de otra forma, dos partículas pueden encontrarse en la misma fase, o bien
desfasadas.

A la distancia que hay entre una partícula y la más próxima "en fase" se
le llama longitud de onda.
-Términos utilizados

Repasemos algunos términos utilizados:

FRECUENCIA:

El número de ciclos que la onda completa


en un tiempo determinado.
Se mide en hercios. Así, 400 Hz significa que la onda
completa 400 ciclos cada segundo.

En la siguiente escena puedes observar la relación entre el movimiento armónico simple


que realiza cada una de las partículas, y el movimiento ondulatorio que realizan todas
las partículas en conjunto. También verás, en la izquierda y color negro, una
representación de las sucesivas y periódicas condensaciones y rarificaciones del aire
provocadas por los desfases.

Vemos que el sonido es la vibración del aire, o de cualquier otra materia (agua, madera,
etc). De hecho, no puede darse el sonido a través del vacío.

Observa además que cada volumen de


aire no se desplaza, sino que son sus
moléculas las que se desplazan un poco
antes de regresar a su lugar de origen.
Esto origina zonas del aire más densas
que otras (condensaciones y
rarificaciones).
Las ondas sonoras son
representadas
frecuentemente en gráficas
como esta, donde cada
condensación corresponde a un
punto alto de presión (o
densidad del aire) y cada
rarificación a un punto bajo.

-Transmisión de la onda

Como hemos visto, la función que nos ofrece el valor de la elongación de cualquier
punto en el movimiento ondulatorio depende de dos variables: el tiempo y la distancia.
Esto significa que el movimiento ondulatorio puede representarse gráficamente
mediante una superficie (dos variables llevan a dos dimensiones) en el espacio.

En la siguiente escena puedes ver esa superficie. Modifica la variable tiempo y observa
que, en cada momento, todos los puntos a igual distancia del foco están en fase, y que
los puntos situados a una longitud de onda de distancia también están en fase. Esta
doble periodicidad es la característica fundamental del movimiento ondulatorio.

La superficie vista en 3D

La onda sonora se transmite por el aire como una burbuja que se hincha en todas las
direcciones. En la siguiente escena puedes ver una representación de las
condensaciones y rarificaciones del aire a su paso. Observa que:

o La velocidad de la onda no varía en ningún caso (suponiendo el medio


homogéneo).
o Cuando aumenta la frecuencia, la longitud de onda disminuye.
o Cuando aumenta la amplitud, aumenta la presión sobre el frente de ondas.

-Experimento de Pitágoras:
Realicemos ahora el experimento de Pitágoras. Cojamos la cuerda y dividámosla en dos
partes iguales.

Aunque los pitagóricos no conocían nada acerca de toda la teoría de los movimientos ya
descritos, tuvieron el brillante acierto de intuir que el sonido consistía en una serie de
golpes (en el aire), de forma que cuanto más rápidos (con mayor frecuencia) se
sucediesen los golpes más agudo sería el sonido. Al tocar a la vez una cuerda y su
mitad, explicaban que el sonido resultaba agradable porque la cuerda corta golpeaba al
aire exactamente dos veces más rápido que la cuerda larga, por lo que la llegada de los
golpes a nuestros oídos se producía en un orden esperado, sin sobresaltos, sin tensión.

Esta explicación no es muy desacertada, como puedes comprobar en la siguiente


escena, en donde también puedes oír sonidos de varias frecuencias. Observa, en
particular, el patrón de compresiones y expansiones del aire formado por las dos
vibraciones. Los golpes se suceden en orden, en armonía.

-PRINCIPIO DE SUPERPOSICIÓN DE ONDAS

En la escena anterior las ondas nos aparecen diferenciadas, como si llegasen a


nuestros oídos por separado. Esto no suele ser así. Lo más frecuente es que las ondas
se superpongan antes de llegar a nosotros. Esta superposición es fácil de traducir a
términos físicos: simplemente, cada punto vibra con la suma de las elongaciones de las
dos ondas.

La superposición de ondas puede dar origen a la interferencia tanto constructiva como


destructiva de ellas, según la fase en que se encuentren ambas en cada momento.

Veamos qué sucede cuando dos ondas con la misma frecuencia se encuentran en fase:

INTERFERENCIA CONSTRUCTIVA

Una aplicación: el estetoscopio.


Este instrumento fue inventado en 1816 por el médico francés R.T.H. Laennec. A este
hombre, por pudor, no le agradaba la idea de aplicar su oreja sobre el pecho de las
pacientes, por lo que se acostumbró a utilizar un tubo de papel. Posteriormente
perfeccionó la idea aplicando el principio de interferencia constructiva.

Veamos ahora qué sucede cuando dos ondas con la misma frecuencia se encuentran en
invertidas (desfasadas 180º una con respecto a la otra):

INTERFERENCIA DESTRUCTIVA

Una aplicación:
la cancelación del ruido.
La interferencia destructiva puede ser muy útil. Es muy
importante que el piloto de un avión oiga lo que sucede a
su alrededor, pero el ruido del motor representa un
problema. Por eso, los pilotos pueden usar unos
auriculares especiales conectados a un
micrófono que registra directamente el sonido
del motor. Un sistema en los auriculares crea
una onda inversa a la que llega a través del
micrófono. Esta onda es emitida, de forma que neutraliza
la primera. En los automóviles se está experimentando con un
sistema similar.

-Batidos afinación
¿Qué sucederá cuando dos ondas de diferente frecuencia se superpongan? Imagina,
por ejemplo, que dos instrumentistas tocan al unísono, produciendo ondas de la misma
amplitud. Pero uno de ellos emite una frecuencia de 440 Hz, mientras el otro la emite
de 450 Hz. En esta situación, no oirás un sonido constante. El volumen de los sonidos
combinados sube y baja.

Cuando se encuentren dos condensaciones o dos rarificaciones se producirá


interferencia constructiva y la amplitud (el volumen) subirá. Pero cuando se encuentre
una condensación con una rarificación se producirá interferencia destructiva, por lo
que el volumen descenderá. Estas rápidas y periódicas variaciones de volumen se
llaman batidos.

En el ejemplo anterior, oirás 10 batidos por segundo, pues esa es la diferencia entre
450 y 440. Los músicos utilizan los batidos para conocer si el instrumento se
encuentra bien afinado. El músico escucha una frecuencia determinada (en la orquesta
suele ser de 440 Hz) y trata de ejecutar un sonido con exactamente la misma
frecuencia. La presencia de batidos le advertirá si el instrumento está fuera de tono.
Cuando el batido desaparece, el músico sabe que su instrumento está bien entonado.

Batidos

Observa ahora en la siguiente escena cómo se superponen las ondas que emite una
cuerda y su mitad. Fíjate en que las zonas de interferencia destructiva apenas
modifican la forma de la onda, lo que evita que percibamos el batido (este se produce
demasiado rápido).

-Ecuación de la superposición de onda


El movimiento correspondiente a la superposición de dos ondas de igual amplitud,
viajando en el mismo sentido, vendrá expresado por:

y ( x, t ) = A sen [2p F1t - k1 x ] + A sen [2p F2t - k2 x ]

-La coma pitagorica

La primera onda se repite


después de 1/200 de
segundo, la segunda
después de 1/300, pero la
combinación de ambas
tarda 1/100 en repetirse.

Por otra parte, la


complejidad de la onda
resultante añade riqueza
de textura al tono.

Supongamos ahora que el segundo tono cambia a 309 pulsaciones por segundo. Harán
falta ahora 309 pulsaciones del segundo tono y 200 pulsaciones del primero para que
ambos vuelvan a coincidir en fase. Esto lleva 1 segundo. En este tiempo, la onda
combinada no se repetirá, de forma que el sonido nunca será el mismo en cada fracción
de segundo. Además, en este tiempo, surgirán multitud de batidos, que resultan
inquietantes al oído.

Generalicemos matemáticamente. Si la primera onda tiene período T1 y la segunda T2, y


las dos ondas entran en fase cuando la primera recorre n ciclos y la segunda m (n y m
enteros), como ha pasado el mismo tiempo para ambas tenemos que:

n T1 = m T2

O lo que es lo mismo, F1 / F2 = n / m

Cuanto más pequeños sean los enteros n y m, menor será el tiempo que tarda la onda
combinada en repetirse. Así que los resultados mejores se obtendrán cuando la
proporción entre las frecuencias de las ondas originales se pueda expresar como una
fracción de números enteros pequeños. Por ejemplo, 2:1 (octava), 3:2 (quinta), 4:3
(cuarta).

En este gráfico se muestra la percepción de la disonancia según la proporción.


Las proporciones con números pequeños abren grandes intervalos de consonancia.

La escala usual se obtiene tomando las dos primeras como las mejores combinaciones
(octava y quinta) y repitiéndolas sistemáticamente hasta que vuelvan a coincidir.
Resulta entonces que 12 quintas equivalen (casi ) a 7 octavas.

(3/2)12 / (2:1)7 = 1'0136...

A la diferencia entre estos dos ciclos se le llamó coma pitagórica.

Hemos visto que al dividir una cuerda por la mitad la frecuencia se duplica y que los
sonidos emitidos armonizan entre sí. Esta operación, dividir entre 2, la podemos
realizar varias veces. Así obtenemos cuerdas cada vez más pequeñas cuyos sonidos
armonizan entre sí. Decimos entonces que todas ellas emiten la misma nota, y a la
distancia sonora entre dos cuerdas consecutivas (en proporción 2:1) le llamamos
octava.

Por ejemplo, al sonido cuya frecuencia es 32'7 Hz le llamamos nota Do. Por tanto, la
cuerda mitad, y la mitad de la mitad, etc, emiten la misma nota Do. Para distinguir los
distintos Do, los numeramos. Entre un Do y el siguiente hay siempre la misma distancia
sonora: una octava.
-Armonicos
Cuando un objeto vibra, como por ejemplo una cuerda del piano, produce ondas
complejas, que son sumas de determinadas ondas simples.

Hasta ahora hemos supuesto que la fuente sonora, la cuerda, se


comportaba como un diapasón. Es decir, emitía a través del aire una onda
armónica pura que viajaba por el aire (le llamaremos onda 'viajera').

Sin embargo, la cuerda del instrumento está sujeta por los extremos. La longitud de la
cuerda, así sujeta, determina la frecuencia con la que puede vibrar.

Veamos qué ocurre.

Imagina que oyes una flauta y después una trompeta emitiendo la misma nota. Puedes
distinguir fácilmente ambos sonidos. La razón es que aunque emiten la misma
frecuencia fundamental, emiten además otras frecuencias secundarias que se unen a la
primera con diferentes intensidades.

Las frecuencias (incluida la fundamental) que emite a la vez el instrumento se llaman


armónicos. Las distintas intensidades con las que cada instrumento emite estos
armónicos forman, en conjunto, el sonido completo que oímos. Esta cualidad se conoce
como timbre del instrumento.

-Frecuencias

A su paso, la onda sonora provoca rápidos cambios periódicos de presión en el aire.

La presión atmosférica cambia muy lentamente, mientras que la presión sonora lo hace
muy rápido, alternando entre valores positivos (presión instantánea mayor que la
atmosférica) y negativos (presión instantánea menor que la atmosférica) entre 20 y
20.000 veces por segundo. Esta magnitud se denomina frecuencia y se expresa en
ciclos por segundo o hercios (Hz). Para reducir la cantidad de dígitos, las frecuencias
mayores que 1.000 Hz se expresan habitualmente en kilohercios (kHz).

El oído humano puede oir sonidos con frecuencias entre, aproximadamente, 16 y


20.000 Hz. A los sonidos con frecuencias inferiores a 16 Hz se les llama infrasonidos.
A los que tienen frecuencia superior a 20 kHz (20.000 Hz) se les llama
ultrasonidos. Aunque no podamos oír estos sonidos, podemos utilizarlos en diversas
aplicaciones tecnológicas, como el sonar, los sonogramas, algunos aparatos quirúrgicos,
y ciertos métodos de limpieza de materiales.

No somos igual de sensibles a todas las frecuencias. Los sonidos musicales no pasan de
4.500 Hz, pues a partir de esta frecuencia el oído sólo percibe un pitido brillante. Por
el contrario, entre 20 y 4.500 Hz nuestro oído es capaz de distinguir sonidos con
frecuencias separadas por sólo 1 Hz.

Cada tipo de animal tiene un rango auditivo diferente. Es muy conocido el hecho que los
perros pueden sentir frecuencias más altas que nosotros, es decir, ultrasonidos.

Algunos animales, como los delfines, también usan las ondas ultrasónicas en una
técnica especial, llamada ecolocalización, que les permite situar objetos y otros
animales incluso en la oscuridad.

Para el murciélago, su oído es vital. Lo utiliza al volar y al cazar. Un murciélago sordo


sería incapaz de sobrevivir.

Nota: observa que la escala de frecuencias (en hercios) sitúa a igual distancia las sucesivas
potencias de diez. A este tipo de escalas se les llama escalas logarítmicas y se utilizan cuando
la diferencia entre el valor máximo y el valor mínimo es muy grande.

El sonar (acrónimo de SOund Navigation And


Ranging, es decir, navegación y registro de
sonido) consiste en un aparato que emite ondas
ultrasónicas y recibe las ondas reflejadas que
originan las primeras cuando chocan con algún
obstáculo. Se usa en el pronóstico del tiempo, y
para dirigir aviones, barcos y submarinos.
En la figura un barco trata de localizar la posición de un banco de peces (representado por un
gran pez) mediante esta técnica. Como se conoce la velocidad del sonido en el agua, el tiempo
que tarda la onda emitida (en verde) en regresar reflejada (en blanco) nos indica qué longitud
ha recorrido.

-Frecuencias múltiplos
Los instrumentos suenan a menudo con frecuencias múltiplos (armónicos) de una
frecuencia fundamental. Una de las claves de la consonancia reside en la coincidencia
de estos múltiplos.

Cada instrumento produce armónicos cuyas intensidades dependen del instrumento y


de cómo lo toque el músico. Hemos visto que estos armónicos son siempre múltiplos del
primero o fundamental. Todos los múltiplos de un tono fundamental se llaman
sobretonos. Por ejemplo, hemos visto que los armónicos de los tubos cerrados (el
clarinete también se comporta como tal) son los sobretonos impares del tono
fundamental.

Los gráficos que recogen la onda


combinada resultante de la suma
de cada armónico con su
intensidad correspondiente se
llaman formas de onda. La forma
de onda de un diapasón no
contiene prácticamente más
armónicos que el primero o
fundamental. Sin embargo la
forma de onda del clarinete, por
ejemplo, viene determinada por la
suma de fuertes intensidades del
tercer, quinto y séptimo
armónico, y pequeñas
intensidades de los sobretonos
pares junto con el primer
armónico, naturalmente. La forma
de onda de la trompeta está
dominada por el tercer armónico y un poco de los demás cinco primeros armónicos.

Pero no todas las ondas sonoras son tan suaves. En la siguiente escena puedes ver y oír
otras formas de onda, con sus correspondientes funciones matemáticas. Observa que
el oído sólo aprecia los cambios que sufre la gráfica (si no hay variaciones, no se oye
nada).

Además, cuando la gráfica toma valores cercanos al cero durante bastante tiempo, se
produce el fenómeno llamado batido. Si la frecuencia es baja, oímos unos golpeteos. Si
es alta, un chirrido.
-Unbral de audición (decibelio):

Para establecer la escala del nivel de intensidad sonora, NI , tomamos como referencia la
intensidad más baja que, aproximadamente, nuestro oído puede percibir. Esta intensidad es de
10-12 vatio/m2 (umbral de audición, I0 ).

Ahora, a cualquier otra intensidad se le puede asignar el número que representa cuántas veces
hay que multiplicar por 10 para obtenerla a partir del umbral de audición. Matemáticamente,
esto significa aplicar el logaritmo decimal a la proporción entre la intensidad y el umbral de
audición:

NI = log [ I / I0 ] (en Belios)

La unidad asignada a este número se llama belio (en honor a A. Graham Bell, el inventor del
teléfono). Si consideramos la intensidad correspondiente al umbral del dolor (1 vatio/m2),
resulta que el nivel de intensidad sonoro que le corresponde es:

log [ 1 / 10-12 ] = 12 Belios

Para evitar la aparición demasiado frecuente de decimales, en la práctica se utiliza la décima


parte del belio, es decir, el decibelio (dB) como unidad. Así que el nivel de intensidad sonora
será:

NI = 10 log [ I / I0 ] (en decibelios)

Y el nivel correspondiente al umbral de dolor será:

10 log [ 1 / 10-12 ] = 120 dB

Vamos a comprobar que al duplicar la intensidad, el nivel aumenta en 3 dB:

NI2 = 10 log [ 2I / I0 ] = 10 log [ 2 ] + 10 log [ I / I0 ] = 3 + NI1

Comprobaremos, por último, que al duplicar la distancia a la fuente sonora, el nivel desciende 6
dB:

NI2 = 10 log [ (I/4) / I0 ] = 10 log [ 1/4 ] + 10 log [ I / I0 ] = - 6 + NI1

-Presión Sonora y decibelio

PRESIÓN SONORA
Cuando se produce un sonido, la presión del aire que nos rodea cambia levemente según
avanza la onda de propagación, aumentando y disminuyendo en pequeñas fracciones de
segundo.

Esta diferencia instantánea de presión debida a la onda sonora se llama presión


sonora.

La presión sonora tolerable es muy pequeña comparada con la presión atmosférica. Una
presión sonora mil veces menor que la atmosférica nos provocará dolor en los oídos e
incluso riesgo de pérdida auditiva.

NIVEL DE PRESIÓN SONORA

Existe una correspondencia entre la presión sonora y la intensidad. En breve, resulta


que la intensidad varía con el cuadrado de la presión. Esta relación nos permite
utilizar el nivel de intensidad como valor (en dB) del nivel de presión. Así que la tabla
de niveles anterior puede interpretarse bien como niveles de intensidad, bien como
niveles de presión.

Sin embargo, hay que aclarar las siguientes diferencias:

En esta escala, 0 decibelios significa el valor de la presión más débil que nuestros
oídos pueden detectar. A partir de aquí, cada vez que la presión se multiplica por 10,
se añaden 20 decibelios al nivel. Por ejemplo, un sonido que ejerce una presión sonora
1.000 veces más grande que otro tendrá un nivel de presión sonora 60 decibelios
mayor.

Míralo de este modo: una subida de 6 dB equivale a multiplicar por 2 la presión sonora.
Así que 56 dB representa el doble de presión que 50 dB.

-Velocidad de propagación
No todas las ondas necesitan la presencia de un medio para
desplazarse.

Existe otro tipo de ondas, las ondas electromagnéticas (como las de radio o
televisión), que pueden viajar en el vacío. Las ondas que necesitan un medio,
como las ondas sonoras, se conocen como ondas mecánicas.

La velocidad con que se propagan depende del material que sirve como medio de
transporte. Cualquier alteración de las propiedades del material, como su
temperatura, densidad, etc., hace variar la velocidad de propagación.

Veamos qué ocurre, por ejemplo, en el aire. Cuando la temperatura del aire
aumenta, las moléculas disponen de más energía para moverse a mayor
distancia. Esto facilita la propagación de la onda.

Ecuación de propagación en aire: Al aumentar la energía de las moleculas, resulta que un aumento
proporcional de temperatura (en grados Kelvin) provoca un aumento proporcional del cuadrado de la
velocidad de desplazamiento. Esto facilita la propagación de la onda, que también aumentará
proporcionalmente:

(v / v0 ) 2 = ( K / K0 ) donde v0 y K0 son, respectivamente, la velocidad y temperatura iniciales.

Por mediciones, sabemos que a 0 ºC (273 ºK) la velocidad del sonido en el aire es de 331'6 m/s.Tomando
estos datos como iniciales, tenemos que:

(v / 331'6 ) 2 = ( K / 273 ) de lo que se deduce que: v = 20'1 K 1/2

En un medio frío, las moléculas se mueven más lentamente, lo que reduce la velocidad a
la que se transmite el sonido. Como ves en la siguiente tabla, la velocidad del sonido en
el aire aumenta aproximadamente 6 m/s cada 10 ºC.

En general, la velocidad también aumenta al aumentar la densidad del medio. Así, en


general, la velocidad en los gases es menor que en los líquidos, y en estos menor que en
los sólidos. Existen excepciones, como el caucho.
-EL EFECTO DOPPLER

Cuando una sirena corre hacia ti, el


sonido que oyes es bastante más
agudo que el que realmente emite.
La distancia entre los frentes de
onda disminuye delante del
vehículo, pues este se mueve hacia
ellos. Ambas velocidades se suman,
lo que hace aumentar la frecuencia,
resultando un sonido más agudo.
Cuando la sirena ha pasado y se
aleja se produce el efecto opuesto,
así que oyes un sonido más grave que el real. El cambio de agudo a grave que percibes
se conoce como Efecto Doppler.

-Barrera del sonido


Cuando una fuente emisora de ondas se mueve más rápido que la onda que emite, se
produce una "onda de choque", un aglutinamiento de las ondas que deja atrás. En el
caso de un barco, esta onda es la estela que deja. En el caso de un avión supersónico,
ocurre un estallido sónico. Se dice que se ha roto la barrera del sonido (se ha superado
la velocidad "Mach 1"). Mucha gente ha oído el estallido que se produce al romper la
barrera del sonido, pero poca gente lo ha visto.

Cuando un avión viaja más rápido que el sonido, las ondas sonoras emitidas por el avión
no pueden precederlo y se acumulan en forma de cono detrás de él. La presión en el
frente puede ser tan grande como para condensar el aire y formar una nube con la
misma forma que el frente de ondas.

Cuando el frente de ondas alcanza nuestro


oído podemos escuchar todas estas ondas
agrupadas en él: es el estallido sónico. Pero
además, justo cuando el avión rompe la barrera
del sonido, a veces se forma una nube cónica
debido a una brusca condensación del aire.

-Reflexión y refracción
Cuando una onda viajando en un medio material se encuentra con un medio
más denso, además de la refracción se produce el fenómeno de reflexión, que
consiste en el rebote de la onda, devolviéndose al mismo medio.

Al igual que la luz (u otra onda),


el sonido se refracta y refleja.
Mientras que la onda refractada mantiene su fase, la onda reflejada la
invierte.

En la siguiente escena, un frente de ondas plano se aproxima a la frontera entre los


medios 1 y 2. Al llegar a los puntos de la frontera, aplicando el principio de Huygens,
cada uno de estos se convierte en fuente de emisión. La superposición de todas estas
nuevas ondas origina un nuevo frente (envolvente de todas ellas).

La onda que vuelve al medio 1 (reflexión) conserva la misma longitud de onda que la
original. Pero debido a la diferente velocidad de la onda en ambos medios, la onda que
se introduce en el medio 2 (refracción) tiene distinta longitud de onda que la original..

Los sonidos rodean los objetos que son pequeños en comparación con la longitud de
onda. Un objeto que sea grande en comparación con la longitud de onda de un sonido
reflejará buena parte de este sonido. Estos reflejos se llaman eco. El hecho de que los
objetos reflejen el sonido ha sido aprovechado por el hombre en la navegación para
localizar los icebergs o el fondo, en la pesca comercial para encontrar grandes bancos
de peces, y en operaciones militares para determinar la posición de los submarinos.

Existen al menos cuatro tipos de información en el eco: la dirección de la cual procede,


el cambio de frecuencia, la amplitud del sonido y el tiempo transcurrido entre la
emisión y el retorno. Los cambios de frecuencia dan información del tamaño y forma
del objeto reflector. La amplitud del sonido y el tiempo transcurrido dan indicios
sobre la distancia.

Cuando un delfín viaja, por lo general mueve la cabeza lentamente a un lado y al otro,
hacia arriba y hacia abajo. Este movimiento es una especie de exploración global, que
le permite al delfín ver un camino más ancho frente él. Pero si le interesa un objetivo
pequeño, como por ejemplo un pez en medio del agua oscura, los movimientos
exploratorios de la cabeza se vuelven rápidos y espasmódicos. Las frecuencias bajas
tienen largo alcance pero no son direccionales, y los golpecitos de alta frecuencia
sirven para investigaciones de corto alcance y alta definición.
Cuando hay gradientes de temperatura (variaciones de temperatura entre dos zonas),
tal como sucede entre puntos distantes algunos cientos de metros, o que se
encuentran a diferentes alturas, el camino que sigue el sonido es curvilíneo en lugar de
recto. Esta es la razón por la cual nuestra percepción se confunde al intentar
determinar auditivamente por dónde está pasando un avión.

http://www.anarkasis.com/pitagoras/500_fisica/

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