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COMISIÓN DE VERDAD JUSTICIA y

REPARACIÓN
CHILE 2019

Desde los acontecimientos en nuestro país, tras el estallido social de octubre de 2019, la
declaración del Estado de Emergencia, Toque de Queda, ha quedado en evidencia el duro
golpe y retroceso que ha enfrentado nuestra democracia y la ciudadanía, tras conocerse un
nuevo episodio sobre Violaciones de Derechos Humanos por agentes del Estado, el uso
excesivo de la fuerza a través de represión y coerción por parte de fuerzas policiales y
armadas, comandadas desde el ministerio de Interior y el General Iturriaga en la Región
Metropolitana, quien asumió el Estado de Emergencia declarado por el Presidente Sebastián
Piñera. Tristemente la historia se volvía a repetir

Cuando un Estado, desde el gobierno de turno más allá si fue electo democráticamente o no,
hace uso del monopolio de la fuerza y la coerción, pero eliminando las garantías
constitucionales a la ciudadanía, haciéndola víctima de agentes del Estado, se vuelve un
deber político y democrático buscar el restablecimiento de la constitución, la democracia y el
Estado de derecho, al mismo tiempo, se debe garantizar verdad, justicia y fin de la impunidad
que el Estado ha permitido en un Estado de excepción.

Nuestra historia reciente y el presente han estado marcados por la expresión viva de la
impunidad y por dejar los proceso de verdad y justicia inconclusos. La transición pactada
selló los procesos de justicia a los criminales de lesa humanidad, garantizandoles procesos
de justicia a la medida del acuerdo transicional, la obligación de mantener vigente la ley de
amnistía desde 1973 al 1978 para todos aquellos que violaron los derechos humanos;
ausencia de justicia a todos aquellos civiles promotores del golpe de estado, de la sedición
de los medios de comunicación y empresariales, como colaboradores de la desestabilización
del gobierno de la Unidad Popular, pero al mismo tiempo, civiles a cargo de la represión,
ejecuciones políticas, torturas, desapariciones, montajes, que hicieron del quebrantamiento
constitucional un gobierno burocrático militar sin parangón en nuestra historia..

Si bien, los intentos de verdad y justicia en Chile se enmarcan en tres comisiones de verdad
y justicia, el primero, La Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación -Rettig-, luego las
Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura I y II -Valech-. La primera -Comisión
Nacional de Verdad y Reconciliación- ​fue el organismo que en 1990 el ​presidente ​Patricio
Aylwin Azócar desde el ​Decreto Supremo n.º 355, del ​Ministerio del Interior​, que tenía como
co​n el objeto de contribuir al esclarecimiento global de la verdad sobre las graves violaciones
a los ​derechos humanos cometidas en la Dictadura Militar del General Augusto Pinochet. La
comisión fue presidida por ​Raúl Rettig y revisó un total de 3.920 casos, con 2.298 casos de
víctimas de violaciones de los derechos humanos y víctimas de la violencia política, con
resultado de muerte. La segunda -Valech I y II- presidida por monseñor ​Sergio Valech​, fue un
organismo creado para esclarecer la identidad de las personas que sufrieron privación de
libertad y torturas por razones políticas, por actos de agentes del Estado o de personas a su
servicio, durante el dictadura cívico militar de Augusto Pinochet. El 18 de agosto de 2011 la
Comisión presidida por María Luisa Sepúlveda, presentó un segundo informe (Comisión
Valech II). El objetivo de estas comisiones era abordar las violaciones de DD.HH que el
informe Rettig no había abordado, que sólo había tomado casos de personas que habían
sido muertas por agentes del estado durante la dictadura cívico militar; ninguna de estas tres
comisiones levantadas por los gobiernos tras el retorno de la democracia, han significado un
proceso de reforzamiento de la impunidad; ninguna de estas tres comisiones pueden
entenderse como un proceso permanente o proporcional a los graves crímenes cometidos
por los agentes del estado durante la dictadura cívico militar. ¿Una dictadura de 17 años,
amparando el genocidio, la persecución política, la tortura, la prisión política, las violaciones y
vejaciones sexuales, puede considerarse un proceso de reparación, justicia y verdad con
plazos determinados para que las víctimas puedan ser reparadas dentro de un marco de
amnistía con aquellos que cometieron violaciones a los derechos humanos?

Las comisiones Rettig y Valech I y II han sido comisiones desde lo administrativo para el
esclarecimiento de las violaciones de Derechos Humanos durante la dictadura cívico militar,
identificando víctimas ejecutadas, desaparecidas, prisioneros políticos, torturados, etc, pero
no han ahondado en procesos o de políticas de reparación a las víctimas directas o
indirectas1, quienes de forma particular y desde las agrupaciones de familiares de ejecutados

1
Víctimas directas: torturados, vejados, violentados políticamente, prisioneros políticos, ejecutados políticos,
desaparecidos, exiliados, etc. Víctimas indirectas: Familiares de ejecutados políticos, familiares de detenidos
desaparecidos
políticos y de detenidos desaparecidos, han solicitado durante décadas la urgencia de
políticas de reparación al mismo tiempo, políticas de memoria en distintos ámbitos (curricular,
monumentos, etc).

Es importante señalar que la necesidad de reparación no se circunscribe únicamente en un


resarcimiento económico, más bien y sobre todo, la reparación es un elemento fundamental
en el reconocimiento de la dignidad de la persona que alguna vez fue víctima de violaciones
a los derechos humanos, por tanto, al menos es menester considerar dos momento básicos,
en el proceso de reparación. Primero, las implicaciones del deber estatal de crear
mecanismos que garanticen la protección y resarcimiento de derechos humanos violentados,
es decir, derecho de acceso a la justicia- y, segundo, se verá cómo atender la reparación en
estricto sentido: eliminando o disminuyendo los daños producidos por determinada
violación… por tanto, el Estado se responsabiliza fehacientemente para con el gobernado
que sufrió un daño o vulneración en sus derechos humanos y no sólo se queda como un
compromiso ​prima facie d ​ erivado de un acto de buena fe por parte de aquél… Por
consecuencia, no debe entenderse la reparación del daño como una concesión sujeta a la
discrecionalidad del Estado, sino como una obligación en relación con su compromiso
garantista de derechos humanos adicional a los ya contraídos internacionalmente, misma
que discurre en dos sentidos: en primer lugar “para las víctimas, la reparación debería ser la
manifestación más tangible de los esfuerzos del Estado por remediar el daño que han
sufrido. Para el Estado es una oportunidad de integrar a las víctimas en la sociedad, pero
también de prevenir nuevas violaciones en el futuro”2. Esta definición de reparación para con
las víctimas de violaciones de los derechos humanos, ha estado ausente en el debate
público y por tanto, en las políticas del Estado.

En tanto, los graves y lamentables acontecimiento de las últimas semanas en el país, tras la
evidencia de las violaciones a los derechos humanos por agentes del estado en nuestro país,
cifras entregadas y publicadas por el instituto nacional de derechos humanos, al 31 de
octubre, INDH3 notificó que las querellas por homicidios, violencia sexual, otras torturas y
otras a acciones, más los amparos son de 167 casos y denuncias. En lo hospitalario hay más
de 130 casos de personas con heridas oculares incluso pérdida de ojos, más de 400
personas heridas por perdigones, más de 280 heridas por armas de fuego no identificadas.
Las cifras sólo constatan el nivel de violencia ejercido por agentes del estado hacia civiles,
que mayoritariamente no portaban ni armas, ni ponían en riesgo a la comunidad,
mayoritariamente se manifestaban en pacíficamente.

2
Godínez Méndez, Wendy Aidé. (2018). ¿QUÉ Y CÓMO RESTITUIR VIOLACIONES A DERECHOS
HUMANOS? LINEAMIENTOS PARA UNA REPARACIÓN DEL DAÑO INTEGRAL. Amicus Curiae, III, 3-10.
3
​www.indh.cl
Por tanto, es deber de los representantes del estado, desde el poder judicial y legislativo
levantar una comisión de verdad, justicia y reparación que permita garantizar justicia a todas
las víctimas directas e indirectas de los agentes del Estado, que permita establecer las
responsabilidades políticas, criminales y civiles, así cerrando la puerta a la impunidad,
colaborando para que el nuevo pacto social que se está impulsando desde la ciudadanía
hacia las instituciones, sea en el marco de la defensa de los derechos humanos, la verdad, la
justicia.

Por tanto, proponemos una Comisión de Verdad, Justicia y Reparación, sin impunidad,
permanente, como ser una política del Estado de Chile tanto en tiempos de paz, como
cualquiera de los Estado de excepción que se establezcan. ​Esta comisión tiene por objeto
garantizar a las víctimas de agentes del Estado poder recurrir en búsqueda de verdad,
justicia y reparación sin que exista ningún impedimento, considerando el principio de
imprescriptibilidad4 a los delitos por violaciones de D.D.H.H. La comisión de verdad,
justicia y reparación, propone el valor y principio fundamental el garantizar a la víctima,
independiente del tiempo transcurrido desde los hechos cometidos ilegítimamente en su
contra, el derecho al debido proceso y al acceso a la justicia, de este modo, jamás debe ser
un impedimento para garantizar el derecho a la justicia y dignidad, el tiempo o la caducidad
de una política pública, obligando de modo arbitrario a la víctima a recurrir a una instancia
donde exponer los agravios sufridos, más bien, un estado democrático, garante y promotor
de los derechos humanos, siempre debe estar disponible para esclarecer, impartir justicia y
reparar a las víctimas.

Considerando lo expuesto anteriormente, es menester que dicha comisión no sólo atienda


delitos por violaciones a los derechos humanos cometidos a propósito de los últimos
acontecimiento en el país, durante el estado de emergencia decretado por el Presidente de la
República, sino que permite abordar cualquier crimen cometido por agentes del estado
contra civiles sin fechas determinadas. La promoción de la defensa de los derechos
humanos, no puede considerarse como momentos y hechos aislados o determinados, más
bien, es una promoción y defensa permanente en la construcción de un estado democrático
con garantías constitucionales bajo el estado de derecho.

4
Imprescriptibilidad de los delitos por Violaciones a los derechos humanos, según lo establecido en el Estatuto
de Roma, entendiéndose ​que no hay un plazo en el que dejan de ser perseguidos y que en la primera
oportunidad serán juzgados a todos los responsables. Además, no sólo se juzga a los autores materiales de los
crímenes sino a toda la cadena de dichos actos: desde quien lo orquestó, quien estuvo enterado de las
acciones y permitió que se lleven a cabo.
Además, esta comisión debe establecer el contexto que permitió que se hayan cometido
estos abusos y se hayan encubierto, silenciado y negado por el ejecutivo, por los generales a
cargo de las fuerzas policiales y de las fuerzas armadas, simultáneamente, la comisión
deberá proponer una revisión a las prácticas y protocolos ejecutados por las FF.AA y Policías
durante el estado de Emergencia, que permita limitar el uso de la fuerza y violencia contra
civiles, considerando que las condiciones de fuerza son desproporcionadas y el país no se
encuentra en un momento bélico donde las garantías constitucionales sean inexistentes. Es
decir, las estructuras, redes, la cultura organizacional, y la mezcla entre subordinación y el
abuso de poder. También debiera abarcar el abuso de poder contra toda personas a través
agravios de connotación sexual como violaciones, vejaciones y abusos sexuales. Evaluar el
impacto emocional de la sociedad impactada directa e indirectamente por el Estado de
emergencia, toque de queda y las agresiones sufridas.

La comisión debe ser compuesta al menos por miembros de la comisión de derechos


humanos de la cámara de diputados y del senado, miembros del directorio del instituto
nacional de derechos humanos, miembros de la corporación de asistencia judicial de DD.HH,
miembros de la defensoría de la niñez, miembros de organizaciones de la sociedad civil
vinculadas a los derechos humanos.

Esta comisión tiene el deber de recabar y evaluar las denuncias de aquellas personas
mayores y menores de edad, que permita establecer quienes fueron víctima de agentes del
estado por haber sido sometidas a vejación:
● Víctimas de violaciones de derechos humanos ya sea por: desaparición forzada,
ejecución, tortura o atentados, con resultado de muerte,
● Víctimas del uso indebido de la fuerza, abuso de poder y violencia política
● Víctimas sometidas a torturas físicas y psicológicas
● Víctimas menores de edad sometidas a torturas, abusos sexuales, violación,
mutilaciones, amenazas de muerte, etc.
● Víctimas de violencia de género a mujeres y a la comunidad LGTBI+ por parte de
los agentes del estado.
● Víctimas de la violencia sexual por parte de agentes del estado.
Tomado conocimiento de cada una de las denuncias recibidas, la comisión tendrá el deber
colaborar y ser patrocinador de las querellas judiciales que las víctimas quieran interponer,
así también establecer mecanismos de reparación.

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