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Estimado alumno, el presente material está concebido como una guía de orientación para

el estudio del Tema, es necesario que utilices la bibliografía recomendada por la


Universidad-Facultad de Derecho, y las indicadas por el profesor
Las obras aquí señaladas son básicas para el estudio de este Tema y fueron utilizadas para
la redacción de la Guía.

Por favor lee y analiza su contenido antes de clase para que tengas
oportunidad de aclarar cualquier duda sobre el tema

Tema 11. Los derechos civiles: el derecho a la vida. La integridad personal. La


libertad y la seguridad personal. El libre desarrollo de la personalidad. La protección
del honor y la vida privada. La inviolabilidad del hogar. El secreto de las
comunicaciones, la libertad de tránsito. El derecho al nombre y a conocer la
identidad de los padres. La libertad de expresión y la libertad de información. El
derecho de reunión. El derecho de asociación.

El derecho a la vida
Se encuentra consagrado en el artículo 43 de la constitución, cuyo tenor es el siguiente:

El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena


de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El estado protegerá la vida de
las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el
servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra
forma.

De igual manera la convención americana reconoce y protege el derecho a la vida al


expresar en su artículo 4 lo siguiente:

1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho


estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la
concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.

El derecho a la vida y a no ser privado arbitrariamente de ella constituye:

 El derecho más fundamental de todos, pues sin su pleno respeto no se puede


garantizar el goce y disfrute del resto de los derechos humanos.

 Comprende en un sentido amplio el derecho a la existencia, a la integridad psico-


física y a la integridad moral.
 Constituye parte del denominado núcleo duro de los derechos humanos y por ello
es un derecho absoluto.
 Este derecho rige en tiempo de paz, en estados de excepción e incluso durante
conflictos armados.
 Su reconocimiento implica una limitante al poder del estado, quien debe garantizar
su respeto, especialmente de las personas sometidas a su autoridad.
De este derecho a la vida se derivan para el estado esencialmente dos obligaciones:
1. El deber de respetar la vida humana, y
2. El deber de protegerla.
Este derecho a la vida podemos analizar en relación con:
1. El uso de la fuerza letal por los agentes del estado.
2. El derecho a la vida frente a la pena de muerte.
3. El derecho a la vida frente al aborto.
1. El uso de la fuerza letal por parte de los agentes del estado.
El uso de la fuerza letal por los agentes del estado debe emplearse

 En los casos estrictamente inevitables para protegerse o proteger a otras personas


contra una amenaza inminente de muerte o lesiones graves o mantener, por otros
medios, la ley y el orden cuando sea estrictamente necesario y proporcionado.

 Por lo que independiente de la gravedad de ciertas acciones y de la culpabilidad de


quienes perpetran ciertos delitos, el poder del estado no es ilimitado ni puede el
estado recurrir a cualquier medio para lograr sus fines.

El uso de la fuerza debe estar justificado para fines de defensa propia o de neutralizar a los
individuos.
2. El derecho a la vida frente a la pena de muerte.

En cuanto a la privación de la vida como pena por delitos cometidos, en Venezuela se


encuentra prohibida.

En consecuencia, surge la pregunta

¿Podría Venezuela mediante una reforma del texto de la constitución aprobar la pena de
muerte?

De todas formas, es importante tener presente que aquellos estados que todavía
contemplan la pena de muerte, ésta se encuentra limitada por razones de:

 Cumplimiento de las exigencias del debido proceso.

 Está limitada por la naturaleza del delito.


 Se encuentra limitado por circunstancias particulares de la persona que cometió el
delito.

3. El derecho a la vida frente al aborto.

¿Cuándo surge la vida humana?

Esta pregunta tiene una base científica y corresponde su respuesta, en este caso particular,
al campo de los embriólogos, estudiosos del desarrollo biológico humano en sus primeros
momentos.

De la fusión del espermatozoide (de 23 cromosomas) con el ovulo (de 23 cromosomas) en


la fertilización resulta un ser humano vivo, un cigoto humano unicelular, con 46
cromosomas, (número de cromosomas que caracteriza a los miembros de la especie
humana.

El derecho a la vida exige el respeto de la vida humana desde el mismo momento de la


fecundación, como expresión de la dignidad inherente a todo ser humano.

El Derecho a la libertad

Previsto específicamente en el artículo 44 Constitucional, el cual establece:


Artículo 44. ° La libertad personal es inviolable; en consecuencia:
1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una
orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso, será
llevada ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y
ocho horas a partir del momento de la detención. Será juzgada en libertad,
excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o
jueza en cada caso.
La constitución de caución exigida por la ley para conceder la libertad de la
persona detenida no causará impuesto alguno.
2. Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus
familiares, abogado o abogada, o persona de su confianza; y éstos o éstas, a
su vez, tienen el derecho a ser informados o informadas sobre el lugar donde
se encuentra la persona detenida; a ser notificados o notificadas
inmediatamente de los motivos de la detención y a que dejen constancia
escrita en el expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona
detenida, ya sea por sí mismos o por sí mismas, o con el auxilio de
especialistas. La autoridad competente llevará un registro público de toda
detención realizada, que comprenda la identidad de la persona detenida,
lugar, hora, condiciones y funcionarios o funcionarias que la practicaron.
Respecto a la detención de extranjeros o extranjeras se observará, además, la
notificación consular prevista en los tratados internacionales sobre la
materia.
3. La pena no puede trascender de la persona condenada. No habrá condenas
a penas perpetuas o infamantes. Las penas privativas de la libertad no
excederán de treinta años.
4. Toda autoridad que ejecute medidas privativas de la libertad estará
obligada a identificarse.

5. Ninguna persona continuará en detención después de dictada orden de


excarcelación por la autoridad competente, o una vez cumplida la pena
impuesta.

La desaparición forzada de personas

La prohibición de la desaparición forzada de personas se encuentra expresamente


estipulada en el artículo 45 de la constitución de la república bolivariana de Venezuela,
cuyo texto es el siguiente:

Se prohíbe a la autoridad pública, sea civil o militar, aun en estado de


emergencia, excepción o restricción de garantías, practicar, permitir o
tolerar la desaparición forzada de personas. El funcionario o funcionaria
que reciba orden o instrucción para practicarla, tiene la obligación de no
obedecerla y denunciarla a las autoridades competentes. Los autores o
autoras intelectuales y materiales, cómplices y encubridores o
encubridoras del delito de desaparición forzada de personas, así como la
tentativa de comisión del mismo, serán sancionados o sancionadas de
conformidad con la ley.

Para complementar el contenido del artículo antes trascrito, debemos acudir a las otras
normas de rango constitucional determinadas en la convención interamericana sobre
desaparición forzada de personas.

En ese sentido, podemos definir a la desaparición forzada de personas como: La privación


de la libertad de una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometidas por agentes
del estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o
la aquiescencia del estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer
dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se
impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.

La desaparición forzada genera violación del derecho a la integridad física, síquica y


moral de los familiares.
El derecho a la integridad física

Se encuentra consagrado en el artículo 46 de nuestra constitución y en el artículo 5 de la


convención americana sobre derechos humanos, y comprende el respecto a la integridad
física, síquica y moral, en consecuencia:

Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica


y moral; en consecuencia:
1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano
o degradante practicado o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene
derecho a la rehabilitación.
2. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.
3. Ninguna persona será sometida sin su libre consentimiento a
experimentos científicos, o a exámenes médicos o de laboratorio, excepto
cuando se encontrare en peligro su vida o por otras circunstancias que
determine la ley.

4. Todo funcionario público o funcionaria pública que, en razón de su


cargo, infiera maltratos o sufrimientos físicos o mentales a cualquier
persona, o que instigue o tolere este tipo de tratos, será sancionado o
sancionada de acuerdo con la ley.

No habrá condenas a penas perpetuas o infamantes. Las penas privativas de libertad no


excederán de 30 años (art. 44).

Ni nuestra constitución ni la convención americana definen lo que debemos entender por


tortura y por tratos crueles inhumanos o degradantes.

Sin embargo, de acuerdo a los artículos 2 y 3 de la convención interamericana para


prevenir y sancionar la tortura podemos definirla como:

Todo acto intencional realizado, ordenado, inducido o instigado por


funcionario o empleado público o por persona instigadas por los primeros,
destinado a infligir a una persona dolores o sufrimientos físicos o mentales
graves, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como
castigo personal, como medida preventiva, como pena o con cualquier otro
fin, o la aplicación de métodos tendientes a anular la personalidad de la
víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen dolor
físico o angustia síquica.

De la anterior definición podemos extraer tres elementos necesarios para poder hablar de
la existencia de torturas:

 Debe existir un acto intencional mediante el cual se inflinge dolor y sufrimientos


físico y mental o se anula la personalidad de la víctima o disminuye su capacidad
física o mental.

 Debe ser cometido con un propósito.

 Debe ser cometido por un empleado o funcionario público, o por persona actuando
por instigación de los primeros.

La prohibición de la tortura implica además:

 La imposibilidad de alegar el hecho de haber actuado bajo órdenes superiores


como eximente de la responsabilidad penal correspondientes (Artículo 25 de la
constitución)

También al ser un derecho absoluto, es decir integrante del llamado núcleo duro de los
derechos humanos (art. 337 de la constitución), no se invocará ni admitirá como
justificación del delito de tortura:

 La existencia de circunstancias tales como estado de guerra, amenaza de guerra,


estado de sitio o de emergencia, conmoción o conflicto interior, suspensión de
garantías constitucionales, la inestabilidad política interna u otras emergencias o
calamidades públicas.

 Ni la peligrosidad del detenido o penado, ni la inseguridad del establecimiento


carcelario o penitenciario pueden justificar la tortura.

El estado tiene la obligación de prevenir y sancionar la tortura y otros tratos o penas


crueles, inhumanas o degradantes en el ámbito de su jurisdicción.

En cuanto a esta última obligación, no existe una definición en nuestra constitución de lo


que se debe entender por tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, de tal forma de
distinguirlas de la tortura. Sin embargo, podemos utilizar para ello el criterio de la
comisión interamericana de derechos humanos, según el cual:
“el criterio esencial para distinguir entre tortura y otro trato o castigo cruel,
inhumano o degradante deriva primordialmente de la intensidad del
sufrimiento”.

Por último, la infracción de este derecho a través de la perpetración de torturas o tratos


crueles, inhumanos o degradantes: no sólo genera responsabilidad para el estado, sino
también configura delitos internacionales que conllevan la responsabilidad penal
individual por parte de quien las perpetra, pudiendo llegar a constituir crímenes de lesa
humanidad, crímenes de guerra e, inclusive, genocidio.

En ese sentido, el delito de lesa humanidad para el estatuto de roma se genera cuando:

 Se cometen actos de tortura como parte de un ataque generalizado o sistemático


contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.

 Entendiéndose por tortura el causar intencionalmente dolor o sufrimientos graves,


ya sean físicos o mentales, a una persona que el acusado tenga bajo su custodia o
control. (art. 7. Determina un concepto mucho más amplio de lo que se debe
entender por tortura).

En relación con el delito de genocidio, se produce, de acuerdo al estatuto de roma, cuando

 Se inflijan lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del


grupo nacional, étnico, racial o religioso, con la intención de destruirlo total o
parcialmente. (art. 6)

Y, en cuanto a los crímenes de guerra, éste se comete cuando:

 Cuando se somete a las personas, protegidas por los convenios de ginebra del
derecho internacional humanitario, a tortura o a otros tratos inhumanos, incluidos
los experimentos biológicos. (art. 8)

El libre desarrollo de la personalidad o el derecho de tolerancia


Contemplado en el artículo 20 Constitucional también como garantía
Artículo 20. Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su
personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de las
demás y del orden público y social

La inviolabilidad del hogar.


Se encuentra consagrado en el artículo 47 de nuestra constitución, el cual establece que el
hogar doméstico y todo recinto privado de persona son inviolables. No podrán ser
allanados sino mediante orden judicial, para impedir la perpetración de un delito o para
cumplir, de acuerdo con la ley, las decisiones que dicten los tribunales, respetando siempre
la dignidad del ser humano.
Las visitas sanitarias que se practiquen, de conformidad con la ley, sólo podrán hacerse
previo aviso de los funcionarios o funcionarias que las ordenen o hayan de practicarlas.

El secreto de las comunicaciones


Se encuentra consagrado en el artículo 48, el cual garantiza el secreto e inviolabilidad de
las comunicaciones privadas en todas sus formas, las cuales no podrán ser interferidas sino
por orden de un tribunal competente, con el cumplimiento de las disposiciones legales y
preservándose el secreto de lo privado que no guarde relación con el correspondiente
proceso.

Derecho a la libertad de conciencia y de religión

El derecho a la libertad de conciencia y religión está consagrado en el artículo 59 de la


constitución, el cual expresa y establece la obligación del Estado de garantizar la libertad
de religión y de culto, además de determinar de toda persona a profesar su fe religiosa y
cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras
prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres y al orden
público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la autonomía de las iglesias y
confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de la Constitución y de la
ley. Establece el derecho del padre y la madre para que sus hijos o hijas reciban la
educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones. Se prohíbe invocar
creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley o para impedir a
otro u otra el ejercicio de sus derechos.

Este derecho está incluido dentro de aquellos que no se pueden derogar en ningún
momento y bajo ninguna circunstancia (artículo 27 (2) de la convención americana sobre
derechos humanos), ni siquiera en caso de guerra o conflicto armado.

El derecho a la libertad de tránsito


Se encuentra consagrado en el artículo 50 de la Constitución, según el cual toda persona
puede transitar libremente y por cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de
domicilio y residencia, ausentarse de la República y volver, trasladar sus bienes y
pertenencias en el país, traer sus bienes al país o sacarlos, sin más limitaciones que las
establecidas por la ley. Establece, además, que, en caso de concesión de vías (esto es por
lo del cobro de peajes), la ley establecerá los supuestos en los que debe garantizarse el uso
de una vía alterna.
Tambien se establece que los venezolanos y venezolanas pueden ingresar al país sin
necesidad de autorización alguna y que ningún acto del Poder Público podrá establecer la
pena de extrañamiento (expulsión) del territorio nacional contra venezolanos o
venezolanas.

El derecho de asociación.
Se encuentra consagrado en el artículo 52 Constitucional, según el cual toda persona tiene
el derecho de asociarse con fines lícitos, de conformidad con la ley, y que el Estado está
obligado a facilitar el ejercicio de este derecho.

El derecho de reunión.
Se encuentra previsto en el artículo 53 de la Constitución y establece el derecho de las
personas de reunirse, pública o privadamente, sin permiso previo, con fines lícitos y sin
armas, y que las reuniones en lugares públicos se regirán por la ley.

El derecho a la seguridad personal


Se encuentra consagrado en el artículo 55 Constitucional, según el cual toda persona tiene
derecho a la protección por parte del Estado, a través de los órganos de seguridad
ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad
o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus
derechos y el cumplimiento de sus deberes.
La participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas destinados a la
prevención, seguridad ciudadana y administración de emergencias será regulada por una
ley especial.
Obliga a los cuerpos de seguridad del Estado a respetar la dignidad y los derechos
humanos de todas las personas.
Se limita el uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionariado policial y de
seguridad a lo establecido por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y
proporcionalidad, conforme a la ley.

El derecho al nombre y a conocer la identidad de los padres


Se encuentra previsto en el artículo 56 de la Constitución, el cual establece que toda
persona tiene derecho a un nombre propio, al apellido del padre y al de la madre y a
conocer la identidad de los mismos y se obliga al Estado a garantizará el derecho a
investigar la maternidad y la paternidad.
Determina que toda persona tiene derecho a ser inscrita gratuitamente en el registro civil
después de su nacimiento y a obtener documentos públicos que comprueben su identidad
biológica, de conformidad con la ley y se prohíbe que tales documentos contengan
mención alguna que califique la filiación (no podrá señalarse como hijo natural o
legítimo, etc).

El derecho a la libertad de expresión


Previsto en el artículo 57 Constitucional, el cual establece que toda persona tiene derecho
a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o
mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de
comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura, dejando claro que quien
haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado.
Prohíbe el anonimato, la propaganda de guerra, los mensajes discriminatorios, o los que
promuevan la intolerancia religiosa.
Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta
de los asuntos bajo sus responsabilidades.

El derecho a la libertad de información.


El derecho a la libertad de información está consagrado en el artículo 58 de la
constitución, el cual expresa que la comunicación es libre y plural y comporta los deberes
y responsabilidades que indique la ley. Establece el derecho de las personas a la
información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de la
Constitución, así como a la réplica y rectificación cuando se vea afectada directamente por
informaciones inexactas o agraviantes.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada para su
desarrollo integral..

Aunque en Venezuela no exista una ley aprobada de acceso a la información, los


parámetros internacionales deben ser observados.

Uno de ellos es la Ley Modelo de Acceso a la Información, aprobada en 2010 por


unanimidad en la 40ª Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA). En el
documento, se contempla que la información en poder del Estado "es condición
indispensable para la participación ciudadana porque promueve el respeto efectivo de los
derechos humanos".

También existe en la región el precedente que marcó la sentencia "Claude Reyes y otros
vs. Chile" (2006), en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos decidió que el
Estado chileno tenía que presentar toda la información demandada por Marcel Claude
Reyes, Sebastián Cox Urrejola y Arturo Longton Guerrero al Comité de Inversiones
Extranjeras de ese país sobre empresas forestales que podrían "perjudicar el medio
ambiente e impedir el desarrollo sostenido de Chile".

De esa sentencia se deriva que "el Estado debe atender al principio de máxima divulgación
o publicación. Toda información en manos del Estado que tenga interés público debe darse
a conocer o que la gente pueda acceder a ella".

El Derecho a la protección del honor y la vida privada


Previsto en el artículo 60 Constitucional, según el cual toda persona tiene derecho a la
protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y
reputación.

Se podrá limitar mediante la ley correspondiente, el uso de la informática con el fin de


garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el
pleno ejercicio de sus derechos.

Este artículo determina una amplía protección en este aspecto y no solo abarca el honor
de las personas, sino que contempla la vida privada y la intimidad

BIBLIOGRAFIA
ARISMENDI ALFREDO. Derecho Constitucional. Universidad Central de Venezuela.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Instituto de Derecho Público. Caracas 2006
BREWER-CARIAS ALLAN R. La Constitución de 1999. Derecho Constitucional
Venezolano. Editorial Jurídico Venezolana. Caracas 2004
COMBELLAS RICARDO. Derecho Constitucional. Una Introducción al Estudio de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela Ed. Mc Grau Hill- 2001
Constitución De La República Bolivariana De Venezuela.

ACTIVIDAD
La actividad correspondiente a este Tema consiste en la resolución de un problema, el
cual se entregará en clase, para ser discutido y resuelto en equipo

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