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4-Desarrollo de las funciones ejecutivas y maduración del lóbulo frontal

Para explicar el desarrollo de las Funciones ejecutivas , es preciso hablar de su anatomia, en


donde los lóbulos frontales representan un sistema complejo de organización, ejecución y
control de toda actividad del ser humano. Así mismo, se considera que los lóbulos frontales
tienen como función el evitar interferencias tanto internas como externas para el desarrollo y
organización de la conducta, permitiendo así el mantenimiento de la atención durante un
tiempo necesario, así como realizar otras funciones tales como memoria espacial, respuesta
inhibitoria, memoria a corto plazo, etc.

4.1-Anatomia de las funciones Ejecutivas

El lóbulo frontal se encuentra situado de forma central y anterior en la corteza cerebral, ocupa
toda la parte de la cara superior lateral situada detrás del surco central y por encima del surco
lateral; la cara medial de este lóbulo está formada por la porción anterior del cuerpo callosos y
se limita por una línea imaginaria entre el surco central y el cuerpo calloso, la superficie inferior
se encuentra situada exactamente de la porción orbital del hueso frontal. De toda la zona
frontal, la corteza prefrontal (CPF) ocupa la porción más extensa.

La realización de actividades mentales complejas depende del área prefrontal, pero cuando una
determinada tarea se aprende y sistematiza requiere un menor grado de activación del sistema
ejecutivo ya que otras áreas del encéfalo, situadas en el subcórtex o en el cerebelo, se encargan
de realizar y supervisar dichas tareas. Por esta razón el sistema ejecutivo solo interviene cuando
es necesario realizar actividades cognitivas novedosas o cuando éstas son más complejas

Neuropsicológicamente los lóbulos frontales se pueden dividir hasta en cuatro grandes áreas:
Corteza motora y premotora, corteza orbital, corteza medial y corteza dorsolateral prefrontal,
cada una de ellas con una organización particular y propiedades funcionales.Sin embargo, se
considera que hay tres regiones prefrontales estrechamente ligadas a las funciones ejecutivas:
Corteza Prefrontal Dorsolateral, corteza Orbitofrontal y corteza Frontomedial . Este conjunto de
áreas, conforman el llamado cerebro ejecutivo o centro de la cognición humana. (figura 1)
4.2-Desarrollo evolutivo de las funciones ejecutivas

El desarrollo de las funciones ejecutivas durante la infancia y la adolescencia guarda una


estrecha relación con la maduración del lóbulo frontal y de sus conexiones con otras estructuras
corticales y subcorticales. el cerebro tardará algo más de dos décadas de vida para alcanzar el
desarrollo que culminará en la etapa adulta.

Las diferentes regiones del cerebro se desarrollan a diferentes velocidades y las conexiones
entre estas regiones se desarrollan también gradualmente a lo largo de toda la infancia y la
adolescencia. estos cambios tendrán un impacto sobre el funcionamiento cognitivo del niño y
en particular sobre sus funciones ejecutivas. existe una gran variabilidad en la velocidad a la que
los niños desarrollan el control ejecutivo. algunos experimentarán retrasos en el desarrollo de
estas importantes habilidades, otros conseguirán superarlos pero otros arrastrarán las
debilidades ejecutivas en la edad adulta.

El desarrollo de las funciones ejecutivas comienza entre los 6 y 12 meses de edad y sigue un
curso de desarrollo postnatal prolongado que continúa hasta la adultez. Su desarrollo resulta de
la delicada y continua interacción entre la maduración del córtex prefrontal y la influencia del
ambiente.

Tras el nacimiento ocurren una serie de procesos madurativos progresivos ,proliferación celular,
arborización dendrítica y mielinización, y regresivos ,muerte celular y poda sináptica, que
esculpen y dan forma a la anatomía del cerebro. La mielinización y la poda sináptica son los dos
eventos que se consideran máximos responsables de la maduración cerebral.

La mielinización contribuye a mejorar la funcionalidad del cerebro, en tanto produce un


incremento en la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos. La sustancia blanca de los
lóbulos frontales, es una de las últimas áreas en mielinizarse. En esta región, la cantidad de
materia blanca aumenta linealmente de los 4 a los 13 años, aunque su proceso de mielinización
no se completa totalmente hasta la edad adulta. Se piensa que este fenómeno madurativo
desempeña un papel crucial en el desarrollo de las FE en el niño, asociándose con un incremento
en la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos entre las conexiones de la corteza
prefrontal y otras regiones del cerebro.

En la infancia se observa un fenómeno de inervación polineural, es decir, un exceso de


conexiones sinápticas en el niño, no todas funcionales. Por eso, es necesaria una poda que
elimine selectivamente las sinapsis menos relevantes. En la corteza prefrontal el proceso de
poda es continuo de los 5 a los 16 años, lo que conduce a una disminución de la densidad
sináptica y cambios en la sustancia gris durante la infancia y la adolescencia.

Paralelamente a estos fenómenos madurativos, se observan cambios en el metabolismo


cerebral de la glucosa. En el recién nacido el metabolismo del área frontal es muy bajo. Recién
entre los 6 y 8 meses de edad, se registra un incremento de la tasa metabólica en la corteza
prefrontal lateral y medial. A partir de este momento, el metabolismo cerebral continúa
aumentando, a los 2 años alcanza el valor adulto y entre los 3-4 años registra su valor máximo,
el cual supera en más del doble al del adulto. Esta alta tasa metabólica se mantiene hasta los 9
años, luego declina y retorna al valor adulto en la segunda década de la vida. Algunos autores
señalan que el incremento del metabolismo en los lóbulos frontales, se da de un modo
discontinuo, observándose tres picos intensos de activación entre los 4-8 años, los 10-12 años y
posteriormente, entre los 16-19 años.

Como puede notarse los cambios en los lóbulos frontales y sus conexiones prosiguen en la niñez
tardía y en la adolescencia. La maduración morfológica del córtex prefrontal se alcanza en la
pubertad, pero los cambios cuantitativos y cualitativos continúan en años posteriores.

4.3-Las funciones ejecutivas en desarrollo del ciclo vital

Las FE presentan un desarrollo multiestadío, con diferentes funciones madurando en distintos


momentos, motivo por el cual resulta ilustrativo analizar los cambios evolutivos de las FE en
base a las distintas etapas vitales.

De acuerdo a la propuesta de Best & Miller (2010) la información obtenida se dividió para su
presentación en etapas:

 desarrollo muy temprano (niñez temprana)(0-8 años)


 desarrollo temprano (niñez tardía)(6-12 años)
 desarrollo intermedio (adolescencia inicial-media)(12-16 años)
 desarrollo tardío (adolescencia tardía-juventud)(16-18 años)

A-FE de desarrollo muy temprano

Durante esta etapa, el desarrollo del sistema ejecutivo es menos intenso debido al menor grado
de activación y desarrollo de las áreas asociativas del cerebro.

En los primeros seis meses de vida, el bebé puede recordar representaciones simples. Alrededor
de los ocho meses, los bebés ya son capaces de buscar el objeto que les ha sido ocultado y
recuperarlo. Esta conducta en sí misma sugiere una forma “embrionaria” de funciones
ejecutivas: el bebé puede mantener en línea información que no se halla presente, (la
representación del juguete y su ubicación espacial), para la consecución de un objetivo,
(recuperar el juguete). Durante el primer año emerge la habilidad de suprimir respuestas
dominantes. El niño empieza a controlar la emisión de conductas automáticas, por lo que puede
inhibir su comportamiento y realizar acciones planificadas en conductas exclusivamente
motoras. La capacidad de establecer objetivos y de elaborar planes se inicia antes del primer
año de vida, pero usan estrategias ineficaces, torpes y fragmentadas.

A los dos años, empieza a ser capaz de mantener y manipular la información, que de forma
coordinada con la capacidad de inhibir sus respuestas, le permite realizar un control relativo de
su conducta.

A partir de los tres años emergen capacidades como la flexibilidad mental y la capacidad para
orientarse en el futuro. Comienza a incrementarse paulatinamente el control consciente sobre
el comportamiento y pueden elaborar planes simples y resolver conflictos de moderada
dificultad. Aparecen las primeras formas de automonitoreo de la conducta.

B-FE de desarrollo temprano

Control inhibitorio

El control inhibitorio mejora significativamente durante los años escolares. Los niños de 4-6 años
son más impulsivos y no se toman el tiempo necesario para evaluar su respuesta, lo que
disminuye su precisión. Estas habilidades mejoran significativamente en niños de 6 a 10 años.
Un estudio señaló que el avance más importante en la capacidad de detener una respuesta
ocurre entre los 7 y 9 años.

Respecto del control de la interferencia, se observa un patrón de desarrollo más amplio. Los
niños de 6 y 7 años de edad muestran mejoras significativas en la realización de tareas que
implican inhibir estímulos distractores. Esta capacidad se incrementa gradualmente durante la
infancia y la adolescencia, lo que se ha asociado con un incremento en la activación cerebral en
el córtex prefrontal dorsolateral durante la realización de tareas de supresión de distractores.

La función reguladora del lenguaje interno, que nos guía en nuestras acciones, evoluciona entre
los 6 y 8 años. Este periodo de edad es en el que se produce el mayor desarrollo de la función
ejecutiva, por lo tanto, es importante la detección precoz de los posibles déficits en estas
capacidades ya que la temprana estimulación y promoción del funcionamiento ejecutivo, a
través de programas especializados de intervención neurocognitiva, puede ser un modo de
favorecer el aprendizaje escolar y reducir su fracaso.

Aproximadamente entre los 9 y 10 años el desempeño del control inhibitorio sobre las
respuestas automatizadas alcanza su máximo nivel de control. De ahí en adelante mantiene una
estabilidad consistente, siendo alrededor de los 10 años cuando se logra un nivel de inhibición
similar al del adulto

C-FE de desarrollo intermedio

Entre los 12 y 14 años, algunas funciones ejecutivas como el control inhibitorio alcanzan su techo
en el desarrollo, pero otras como la flexibilidad cognitiva, la resolución de problemas y la
memoria de trabajo continúan evolucionando. Son capaces de ejercer un control cognitivo sobre
su conducta y aunque esto les permite la posibilidad de razonar y considerar las consecuencias
de sus decisiones, aún continúan tomando decisiones arriesgadas sin anticipar las
consecuencias.

Memoria de trabajo

Algunos autores han encontrado que el incremento en la capacidad de retención de dígitos en


orden progresivo entre los 7 y 13 años no es significativo, en tanto que el incremento en la
retención de dígitos en orden inverso se incrementa significativamente al doble en este mismo
rango de edad; señalándose que este desempeño puede reflejar el desarrollo diferenciado entre
mecanismos de secuenciación-ordenamiento y mecanismos de mantenimiento de la
información contenida en la memoria de trabajo. También se ha encontrado que la capacidad
de memoria de trabajo viso-espacial secuencial (reproducir en un orden específico elementos
visuales contenidos en la memoria de trabajo), alcanza su máximo desempeño alrededor de los
12 años de edad.

Flexibilidad cognitiva

La capacidad para inhibir una estrategia cognitiva o secuencia de accion , que permita generar
una respuesta alternativa (flexibilidad mental), posibilita enfrentarse de forma eficiente y
flexible (desde diversos ángulos) a la solución de problemas o a la presentación de
contingencias, sobre todo a aquellas que cambian de forma constante o se presentan de forma
imprevista. Esta capacidad se desarrolla de forma gradual durante la infancia y alcanza su
máximo desempeño alrededor de los 12 años.
Planeación visuoespacial

La capacidad de planeación viso-espacial (desempeño en laberintos) se ha relacionado con un


óptimo desempeño ambiental. El desarrollo de esta capacidad es muy marcado y acelerado en
la infancia y su desempeño máximo se alcanza a partir de los 12 años.

Memoria estratégica

La capacidad para controlar la memoria de forma estratégica depende principalmente del


control ejecutivo , esta capacidad requiere la implementación de esfuerzo mental y de recursos
cognitivos dirigidos a mejorar el desempeño de la capacidad de memorización-aprendizaje .
Además del control ejecutivo se requiere de la capacidad de metacognición el cual se ejerce a
partir del conocimiento de las capacidades propias ; de esta forma los procesos cognitivos
(lenguaje, memoria, pensamiento, etc.) pueden ser óptimamente controlados y mejorados.

Se considera que la aparición y desarrollo en la implementación de estrategias de memoria


(memoria estratégica) es uno de los componentes más importantes de la memoria. Se ha
descrito en la literatura que la niñez es el periodo de mayor intensidad de desarrollo para la
memoria declarativa , siendo los principales factores de este progreso el monitoreo y el control.
A partir de los 7 años de edad los niños pueden implementar estrategias de memorización de
una forma eficiente, sin embargo la eficiencia en la implementación es más claramente
observada hasta los 8 años de edad . Durante el desarrollo los niños aprenden de forma
consciente a implementar estrategias para mejorar los procesos de memorización y aprendizaje,
lo que incrementa de forma considerable su aprovechamiento escolar.

La capacidad para desarrollar estrategias efectivas de memoria no sólo impacta en un mejor


desempeño durante la evocación , sino también permite discriminar entre la información que
es relevante para memorizar, lo que potencia el aprendizaje selectivo del material que es
semánticamente significativo. El agrupamiento semántico se convierte en una de las estrategias
más efectivas y utilizadas en adolescentes y adultos.

Planeación secuencial

La selección y secuenciación de esquemas de acción para resolver un problema que requiere de


realizar movimientos contra-intuitivos (que aparentemente van en sentido "contrario" a la
solución) y ordenados de forma secuencial, conforman la capacidad de planeación secuencial.
Los "retrocesos" representan pasos de preparación que solo se pueden entender dentro de una
secuencia de movimientos (submetas) enfocadas en el logro de un objetivo a mayor plazo.

En conjunto, el desarrollo de estas FE de desarrollo intermedio permiten a los niños escolares


procesar y manipular de forma mental una mayor cantidad de información, lo que posibilita la
construcción temporal de esquemas mentales, permitiendo una adecuada comprensión e
identificación de las condiciones más relevantes de las tareas/problemas dados .Posibilita el uso
eficiente de estrategias de memoria-aprendizaje, entre ellas el agrupamiento; permite el
desarrollo de diversas hipótesis de trabajo-alternativas de solución a problemas, y posibilita un
importante avance en la organización y planeación de sus actividades escolares y personales.

D-FE de desarrollo tardío

Fluidez verbal

La fluidez verbal y la velocidad de procesamiento han sido asociadas positivamente con la edad.
Respecto de la primera, la mayoría de los estudios señalan que se produce un incremento entre
los 3 y 5 años, el cual continúa mejorando durante la infancia con ganancias significativas entre
los 9-10 años y los 11-12 años. Su desarrollo continúa en la adolescencia y alcanzaría su techo
alrededor de los 15 años. La velocidad de procesamiento muestra un patrón similar: aumenta
significativamente entre los 3 y 4 años, observándose una ganancia significativa entre los 6 y 10
años de edad, pero el techo en esta habilidad se alcanzaría en la adolescencia o la temprana
adultez.

Abstracción y actitud abstracta

Los niños preescolares frecuentemente comparan y categorizan objetos en base a rasgos


perceptuales tales como su forma. Cuando de forma progresiva van aprendiendo nuevos
conceptos y palabras que representan atributos semánticos-abstractos, prefieren utilizar estos
conceptos en lugar de los criterios perceptuales .

Ya durante el proceso de comparación entre objetos y eventos los niños van introduciendo de
forma sistemática cambios y variantes en sus representaciones semánticas; estos cambios
permiten transformar y construir experiencias en categorías semánticas definidas; lo anterior se
consigue por medio de un análisis continuo, que permite la definición y redefinición de nuevas
características semánticas y sobre todo los límites clasificatorios de estas categorías;
sintetizándolas en estructuras conceptuales cada vez más precisas.

La generación de categorías semánticas abstractas presenta incrementos lineales constantes


desde los 6 años de edad hasta la juventud; es ya en la adolescencia que se observa una
dominancia de la actitud abstracta como la forma principal de categorización, pero sólo cuando
los sujetos se encuentran en contextos escolarizados. Lo que indica que la actitud abstracta es
una de las FE con mayor longitud de desarrollo y acompaña el desarrollo cognitivo de los sujetos
desde la enseñanza primaria hasta la universitaria.

La capacidad de abstracción es una de las capacidades más importantes en el desarrollo


cognitivo, ya que permite a los niños transitar desde el procesamiento sensorial-perceptual
hacia el abstracto. La mayoría de los contenidos escolares representan esquemas semánticos
abstractos que se van complejizando de forma progresiva, por lo que el prolongado desarrollo
de la actitud-predisposición para analizar información de forma abstracta, representa uno de los
principales precursores del desarrollo cognitivo complejo.

REFERENCIAS:

John R. Best ,Patricia H. Miller. Una perspectiva de desarrollo sobre la función ejecutiva.
University of Georgia.2010.

Flores, J. C., Castillo-Preciado, R. E., & Jiménez-Miramonte. Executive functions development,


from childhood to youthhood. Mexico.2014.

Celina Korzeniowski. Las Funciones Ejecutivas en el estudiante: Su comprensión e


implementación desde el salón de clases. Mendoza, Argentina.2018.

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