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ESCUELA DE SUB OFICIALES DE LA POLICIA

NACIONAL DEL PERU

TEMA:
ABANDONO DE PUESTO DE VIGILANCIA

CURSO :

CATEDRATICO :

ALUMNO :

PUCALLPA – PERU
2019
INTRODUCCION

Según el título III capítulo I, articulo 100 del Código Penal Militar Policial del
Decreto Legislativo Nº 1094 donde dice: El militar o el policía que cumpliendo
funciones de centinela o vigía, o designado para cubrir algún servicio de seguridad
abandona su puesto, sin orden o autorización superior o se deja relevar por orden
de quien no corresponde, siempre que atente contra el servicio, será sancionado
con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y noventa a
ciento veinte días multa. Si la conducta se comete durante enfrentamiento contra
grupo hostil o conflicto armado internacional o se pone en peligro a un grupo de
personas o bienes, la pena privativa de libertad será no menor de seis ni mayor de
doce años, con la accesoria de inhabilitación.

Así que según este articulo he señalado en este trabajo ejemplos de situaciones
de abandono de puesto de vigilancia.
ABANDONO DE PUESTO DE VIGILANCIA

I. CONCEPTO.-
El militar o el policía que cumpliendo funciones de centinela o vigía o
designado para cubrir algún servicio de seguridad abandona su puesto, sin
orden o autorización superior o se deja relevar por orden de quien no
corresponde siempre que atente contra el servicio, será sancionado con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años, y
noventa a ciento veinte días multa.

Si la conducta se comete durante enfrentamiento contra grupo hostil o


conflicto armado internacional o se pone en peligro a un grupo de personas
o bienes, la pena privativa de libertad será no menor de seis ni mayor de
doce años, con la accesoria de inhabilitación.

La acción típica viene descrita con el término «abandonare», con el que se


está significando que el delito se comete en cualquier supuesto en que el
centinela se aleje de su puesto a tal distancia que le imposibilite ejercerla
debida vigilancia. El abandono viene referido al «puesto», es decir, al lugar
donde el centinela debe permanecer para el cumplimiento de su servicio.

Existe el abandono por el mero hecho de dejar el puesto después de


haberlo ocupado, aunque sea por brevísimo tiempo; y, por el contrario, no lo
hay en la omisión de colocarse en él, por más que dicho supuesto pueda
integrar otra figura delictiva. El tipo penal es de los calificados como delitos
propios o de propia mano, en cuanto requiere que el sujeto activo ostente
una especial cualidad cuales, en este caso, la de ser «centinela», cuyo
concepto, a efectos penales, nos viene dado por el artículo 11 del Código
Penal Militar. Se trata de otra parte de un delito formal en el que basta se dé
la conducta del abandono para que se entienda consumado el tipo, no
siendo exigible de otra parte se produzca resultado alguno. Por sus propias
características, el tipo penal no admite formas incompletas de ejecución.
Bien jurídico protegido lo es el servicio en general y en particular los
deberes específicos del servicio de centinela. En cuanto a la culpabilidad, el
delito de abandono de puesto sólo admite forma dolosa, y al no darse de
otra parte elementos subjetivos del injusto, se da una concepción
prevalentemente objetiva de la antijuricidad que condiciona el juicio de
culpabilidad. La penalidad varía según las circunstancias que rodeen en
cada caso la conducta típica. En tiempo de guerra se castiga con la pena de
quince a veinticinco años de prisión (art. 13), frente a rebeldes o sediciosos
(art.18) o en circunstancias críticas con la pena de diez a veinte años de
prisión; en los demás casos, con la pena de seis meses a seis años de
prisión. El daño concreto causado o que se haya podido causar podrá ser,
en su caso, valorado por el Tribunal en orden a la determinación dela pena
junto a las demás circunstancias concurrentes, pero teniéndose en todo
caso en cuenta que la producción o no de resultado es inoperante a efectos
de consumación del tipo.

El sujeto activo de estas infracciones sólo puede ser el militar y, aún más, el
miembro de las Fuerzas Armadas que se encuentre prestando el servicio
concreto de que se trate. El bien jurídico protegido es el servicio mismo,
cuyo cumplimiento es deber del militar obligado a ello, que se encuentra de
servicio.

Abandonar un servicio comprende tanto el abandono físico, es decir la


ausencia del lugar donde se debe prestar, como el abandono consistente
en colocarse en un estado en que no se puede cumplir con el deber. Así,
comete abandono quien voluntariamente se echa a dormir o
intencionalmente se embriaga o droga, alcanzando un estado tal que no se
puede cumplir con el servicio que se presta.
El artículo 100 del Código Penal Militar Policial del Decreto Legislativo Nº
1094 donde dice: El militar o el policía que cumpliendo funciones de
centinela o vigía, o designado para cubrir algún servicio de seguridad
abandona su puesto, sin orden o autorización superior o se deja relevar por
orden de quien no corresponde, siempre que atente contra el servicio, será
sancionado con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis
años y noventa a ciento veinte días multa. Si la conducta se comete durante
enfrentamiento contra grupo hostil o conflicto armado internacional o se
pone en peligro a un grupo de personas o bienes, la pena privativa de
libertad será no menor de seis ni mayor de doce años, con la accesoria de
inhabilitación.

El artículo 144 castiga el abandono de un servicio de armas o


transmisiones, que es delictivo en cualquier circunstancia. El concepto de
militar viene definido en el artículo 8 del Código Penal Militar y la noción de
acto de servicio de armas en el artículo 16 del mismo Cuerpo Legal. Según
este último artículo, son los actos de servicio de armas todos los que
requieren para su ejecución el uso, manejo o empleo de las armas,
cualquiera que sea su naturaleza, conforme a las disposiciones generales
aplicables o a las órdenes particulares debidamente cursadas al respecto,
así como los actos preparatorios de los mismos, ya sean individuales o
colectivos, desde su iniciación con el llamamiento a prestarlo hasta su total
terminación, y cuantos actos anteriores o posteriores al propio servicio de
armas se relacionen con éste o afecten a su ejecución. Se equiparan al acto
de servicio de armas los relacionados de forma directa con la navegación
de buques de guerra o el vuelo de aeronaves militares, es decir, los actos
marineros o aeronáuticos.

La pena del delito de abandono de servicios de armas o transmisiones, que


en el supuesto normal es de tres meses y un día a dos años de prisión, se
agrava si es en tiempo de guerra (pena de quince a veinticinco años de
prisión), definido como el periodo de tiempo que comienza con la
declaración formal de guerra, al ser declarada la movilización para una
guerra inminente o con la ruptura generalizada de las hostilidades con
potencia extranjera, y termina en el momento en que cesen éstos (art. 14
del Código Penal Militar). Frente a rebeldes o sediciosos, situación definida
en el artículo 18 (cuando se hallen en situación tal que puedan entrar
inmediatamente en combate directo con algunos de ellos o ser susceptible
de sus ataques directos), o en circunstancias críticas la pena será de cinco
a quince años de prisión.

EJEMPLOS:

 Los policías SO Sup. Manuel Curro Arellan, Brigadier José Salazar Rojas,
SOT2 Pablo Cayña Saravia, SOT1 Marco Bermúdez Astupiña y SO Sup.
Daniel Pachas Magallanes.

Este personal que cumple servicio en la División de la Policía Judicial, tenía la


responsabilidad de brindar seguridad a testigos clave de un hecho público de
gravedad, según lo dispuesto por el Poder Judicial.

Sin embargo, habrían hecho abandono de destino por lo que serán


investigados y denunciados por los presuntos delitos de abandono de puesto
de vigilancia y patrullaje (art. 100° y 102°). y desobediencia (117° y 120°) que
en el nuevo Código Penal Militar Policial D.Leg. 1094, son sancionados hasta
con seis años de prisión.

 La 14va. Fiscalía Militar Policial intervino en Villa María del Triunfo intervino in
fraganti al suboficial superior PNP Eddy Virgilio Roque Erique, quien debía
realizar el servicio de patrullaje a pie, sin embargo no fue hallado en la zona
que debía vigilar.
El Fiscal Militar Policial comandante PNP Andrés Montero Rossini verificó el
hecho y con apoyo de inteligencia de la propia institución logró ubicar al
agente, quien se encontraba prestando servicio particular fuera de su zona de
responsabilidad.

Este ilícito constituye uno de los delitos frecuentes en la PNP y se suma a una
serie de casos denunciados y que han ameritado la apertura de investigación.

De acuerdo al nuevo Código Penal Militar Policial dice, sobre abandono del
puesto de vigiancia, que el militar o el policía que cumpliendo funciones de
centinela o vigía, o designado para cubrir algún servicio de seguridad
abandona su puesto, sin orden o autorización superior o se deja relevar por
orden de quien no corresponde, siempre que atente contra el servicio, será
sancionado con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis
años y a 90 a 120 días multa.

En el caso de que el militar o policía que, cumpliendo servicio de guardia,


patrulla, avanzada, o integrando cualquier otra fuerza designada para cumplir
una misión, o que estando encargado de las comunicaciones, abandone o
retarde su servicio será sancionado con pena privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de seis años.

Si el abandono se diera durante un enfrentamiento contra grupo hostil o


conflicto armado internacional o se pone en peligro a un grupo de personas o
bienes, la pena privativa de libertad será no menor de seis ni mayor de doce
años, con la accesoria de inhabilitación.

 Un policía de la Ciudad fue procesado por el delito de "omisión de deberes del


oficio" por abandonar un puesto de vigilancia tras lo cual uno de los
custodiados fue atacado a balazos por desconocidos.
El hecho ocurrió el 30 de abril de 2016, poco antes de las 21, cuando el
efectivo, identificado como Germán Arturo Gedde, abandonó la vigilancia de un
supermercado ubicado en la Avenida Monroe 4460 y dos individuos armados a
bordo de una motocicleta subieron a la vereda y efectuaran dos disparos hacia
Zhen Ping Song, uno de los cuales impactó en su cuello, provocándole heridas
de Gravedad.

Según detalla el fallo que se dio a conocer hoy, el policía alegó que "no se
sentía bien" y otra uniformada "le sugirió ir juntos a beber algo caliente" a un
kiosco situado en las cercanías. Cuando se alejaban "escucharon
detonaciones y gritos, por lo que regresaron al lugar del que provenían".

Los camaristas Alberto Seijas y Carlos Alberto González determinaron que el


policía Gedde "se alejó del objetivo asignado y de ese modo incumplió con los
deberes a su cargo, no habiéndose acreditado que estuviera impedido de
hacerlo con normalidad y diligencia".

"La consigna policial tiene por finalidad la vigilancia exclusiva de un lugar


determinado, que no puede abandonarse sin aviso previo a la autoridad",
recordaron los jueces.

La figura por la que fue procesado el policía contempla penas de entre un mes
y tres años de prisión.

 El gobierno municipal ha sancionado a un policía local que se ausentó de su


puesto de trabajo en el depósito de vehículos de la avenida de Madrid antes de
que lo relevara un compañero, dejando el servicio abandonado. El funcionario
ha sido castigado con cinco días de suspensión de funciones a pesar de que el
día de los hechos cumplió su jornada laboral. Fue su compañero el que llegó
más tarde del horario habitual que tienen establecido, las 22.00 horas, pero
que no se corresponde con el oficial, que fija la entrada para el turno de noche
en las 22.30.Las grabaciones efectuadas por las cámaras de vigilancia fueron
claves para expedientar al funcionario porque recogieron el momento en el que
se marchaba antes de que llegara su relevo. El funcionario se fue del trabajo
diciendo a un operario del depósito que ya había cumplido sus ocho horas,
pero no avisó a ningún superior de que dejaba su puesto sin ningún otro
agente de autoridad que lo atendiera.Los hechos sucedieron en agosto del año
pasado. La investigación se demoró más de seis meses, por lo que el Concello
tuvo que dictar la caducidad del expediente, pero lo reabrió después al no
haber prescrito la infracción cometida. El detonante fue el hecho de que unos
ciudadanos se presentaron en el depósito municipal de la grúa ubicado en la
avenida de Madrid y no se encontraron a ningún agente que los atendiera.
Habían acudido para pagar la multa y recoger su vehículo que horas antes se
había llevado la grúa por encontrarse mal estacionado en la vía pública. El
agente que se encontraba de turno en esa franja horaria se había marchado
hacía diez minutos. Un empleado de la concesionaria que se encarga de la
gestión del depósito se puso en contacto con la jefatura para solicitar una
patrulla para hacer entrega del vehículo custodiado en dicho recinto porque el
policía destinado allí se había ausentado. El inspector le preguntó si sabía el
motivo de la ausencia del policía y a qué hora abandonó su puesto de trabajo.
El operario contestó que no pudo concretar la hora, pero que cuando se
marchó el agente le comentó que se iba a su hora. Un inspector envió a otro
policía para que realizase la gestión y elevó un informe para incoar un
expediente disciplinario al agente. El concejal de Seguridad, Carlos López
Font, ordenó la apertura de dicho expediente y solicitó el examen de las
imágenes del sistema de video vigilancia del depósito municipal de vehículos,
la toma de declaración al inculpado y otros testigos. El abandono del servicio
es una falta que está tipificada en la Ley de Coordinación de Policías Locales.
El edil de Seguridad nombró como instructor al inspector principal de la Policía
Local. En el transcurso de la investigación la empresa de vigilancia entregó un
reportaje fotográfico en la que se puede observar al funcionario entrando a las
14.00 horas para comenzar la jornada laboral. En otras imágenes se
comprueba que se marchó del depósito de vehículos a las 22.00 horas. Los
responsables del expediente dieron audiencia al agente, que tuvo la
oportunidad de manifestarse en contra del abandono que le imputaban. Alegó
no estar de acuerdo ya que cumplió su jornada laboral de ocho horas, entrando
a las dos de la tarde y saliendo a las diez de la noche. El policía reconoció que
cuando se finalizó el trabajo y se marchó aún no había llegado el agente que le
relevaría en el turno. Su sustituto en el puesto llegó a las 22.25.En el pliego de
cargos redactado contra el agente se reconoce que no se aprecia
intencionalidad en los actos del expedientado, ya que cumplió el horario de su
jornada laboral. Tampoco se acreditó reincidencia con resolución firme por
faltas anteriores y su acción no tuvo incidencia sobre la seguridad ciudadana.
Pero sí reconocen que existió «una ligera perturbación en el normal
funcionamiento del servicio, al tener que disponer el jefe de turno de otra
unidad para trasladarse al depósito municipal y atender un requerimiento
ciudadano. El caso afectó a los principios de disciplina, jerarquía y
subordinación, al no comunicar su ausencia sin esperar a ser relevado. Se
considera por ello que cometió una falta grave.
CONCLUSION

Un centinela es un guardia militar empleado en un puesto de observación para


proteger un lugar, instalaciones, material o personas, descubriendo cualquier
persona en las inmediaciones, franqueando el paso a los portadores de una
contraseña, impidiéndoselo a los demás, dando la alarma en caso de ataque o
cualquier otra eventualidad.

Si un militar un guardia abandona su puesto de trabajo todo lo que está a su cargo


se encuentra en peligro, por eso a veces la delincuencia realiza su acto delictivo
sin que le puedan detener.
BIBLIOGRAFIA

 https://vlex.com.pe/vid/penal-militar-policial-
494017939?_ga=2.253349129.1247178296.1564443987-
883198217.1564443987
 https://es.scribd.com/document/324348499/Monografia-de-DELITO-DE-
FUNCION-MILITAR-POLICIAL-docx
 https://es.scribd.com/document/349656262/Abandono-Del-Puesto-de-
Vigilancia-Policial
ANEXO

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