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¿Qué es la bioética?

El concepto de bioética hace alusión a la ética de la vida o de la biología. De origen griego,


el término bios significa “vida” mientras que ethos quiere decir “ética”.

El bioquímico y oncólogo Van Rensselaer Potter fue uno de los primeros, en la década de
1970, en usar la palabra bioética y trató de definirla como una disciplina intelectual que
tiene como objeto de estudio al “problema de la supervivencia de la humanidad”. Al mismo
tiempo, consideró que podría ser usada como un “puente” entre las ciencias de la vida -en
todos sus alcances- y la ética clásica.

Principios de la bioética
La bioética obra a favor del bienestar, buscando proteger sin dañar.

Los investigadores y expertos que fundaron la bioética como disciplina establecieron cuatro
principios:

Respeto por la autonomía. Este principio establece que debe ser respetada la posibilidad
que tienen las personas de elegir y decidir por sí solas. Esto implica que no deben existir
limitaciones ni interferencias hacia la persona al momento de tomar una decisión.

Beneficencia. Este principio establece una ecuación entre costo y beneficio. Esto va más
allá de perjudicar a terceros: implica obrar a favor del bienestar, proteger sin dañar.

No maleficencia. Este principio se refiere a promover el bien, así como también a la


prohibición de dañar o de llevar adelante acciones mal intencionadas. Básicamente, que no
se puede dañar o perjudicar a terceros para salvar una vida.

Justicia. El último principio implica que exista equidad entre tres cuestiones clave: costos,
beneficios y riesgos. Al mismo tiempo, es sinónimo de una repartición equitativa entre
responsabilidades, bienes materiales y derechos.

Historia de la bioética
La bioética tiene sus orígenes en Egipto y la Mesopotamia. Fue allí en donde se detectaron
las primeras regulaciones vinculadas a la medicina. Es a Hipócrates (Grecia, 460-370 a.C) y
a quien se le adjudica el Juramento Hipocrático, esto es, una guía obligatoria que orienta a
los médicos en su labor.

Por otra parte, la escolástica avanzó en una teología moral que aborda las cuestiones de las
leyes naturales, así como también la conservación de la vida. Desde el siglo XVII se
empezaron a registrar libros y textos que abordaban, de manera conjunta, a la moral y a la
medicina. Estas ideas, al poco tiempo, dieron un salto al mundo laico, y se las considera los
orígenes de la Deontología Médica.
Más allá de estos orígenes, en los que el término “bioética” como tal no existía, en general,
la historia de esta disciplina se divide en dos grandes etapas: antes de Potter y después de
Potter.

La etapa Antes de Potter incluye los dos ítems antes mencionados: el Juramento
Hipocrático y la Deontología Médica. La etapa denominada Después de Potter se la ubica
dentro del período que va desde el Código de Núremberg hasta el primer trasplante de
corazón, que llevó adelante Christian Barnard en 1967.

En pocas palabras, el Código de Núremberg es un conjunto de principios que regulan la


experimentación con seres humanos y fue el resultado de los Juicios de Núremberg que se
llevaron adelante una vez finalizada la II Guerra Mundial.

¿Para qué sirve la bioética?


La bioética regula los avances que ponen en riesgo al medio ambiente y a la Tierra.

Se pueden identificar cuatro campos en los que la bioética como disciplina debería ser
aplicada y tienen que ver con la regulación en los avances científicos. La bioética establece
que no todo aquello que científicamente es posible, necesariamente es éticamente
admisible.

Los cuatro campos a considerar son los siguientes:

Regulación de los avances de la genética. Aquí se incluye todo aquello que tenga vínculos
con el nacimiento, incluso la clonación.

Regulación de aquellos avances que pongan en riesgo al medio ambiente y al planeta


Tierra. En este caso, se debe tener control de todas aquellas prácticas que pongan en peligro
los hábitats naturales, el aire o el agua, así como también limitar todo lo que conlleve al
calentamiento global.

Regulación en aquellos avances y conocimientos que tengan que ver con la procreación.
Esto incluye el aborto, los métodos anticonceptivos, la fecundación asistida y las
regulaciones natales.

Regulación en los centros de salud. Esto tiene que ver con prácticas como la eutanasia,
paliativos e incluso los cuidados que se le otorgan a personas que se encuentran en terapia
intensiva.

Ejemplos de bioética

Bioética - transfusión de sangre

La transfusión de sangre es un tema debatido en el que la bioética puede aplicarse.


La bioética suele aplicarse en casos muy concretos que, por sus características, generan
debates de todo tipo. Algunos ejemplos de estos casos son los siguientes:

Las transfusiones de sangre.

La utilización de armas químicas o nucleares.

La interrupción del embarazo (aborto).

La utilización de animales para llevar adelante experimentos y pruebas de nuevas


medicinas o de vacunas.

La donación de órganos.

La duración de vida o calidad de vida.

La eutanasia.

Bioética en filosofía

La bioética fue influenciada por diversas corrientes filosóficas, que van desde Platón hasta
el marxismo, pasando por Aristóteles, Tomás de Aquino, el pragmatismo y el utilitarismo.

A grandes rasgos, se pueden identificar diferentes escuelas teóricas que influyen sobre la
bioética:

Principalísimo bioético. Se rige por los cuatro principios mencionados anteriormente.

La bioética universalista. Considera que, a la hora de tomar una decisión en la que exista un
dilema, se debe optar por la opción elija la mayoría. Parte de la idea de que el consenso es
la mejor forma de autoridad.

La bioética personalista. Considera que el centro del debate está en cada persona y en su
dignidad. Siempre se rige por el bien último de la persona.

La bioética utilitarista. Se rige por el siguiente principio: «El mayor bien para el mayor
número de personas».

Fuente: https://concepto.de/bioetica/#ixzz61isAEauz

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