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- Instrumento de indispensable consideración para conciliar la vida familiar y laboral (art. 34.8 LET)
- Descanso entre jornadas, art. 34. 3 LET: entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente
mediará como mínimo, 12 horas. El número de horas ordinarias de trabajo efectivo no podrá ser
superior a 9 horas diarias, salvo que por convenio o acuerdo de empresa, se establezca otra
distribución del tiempo de trabajo diario, respetando en todo caso el descanso entre jornadas.
No se refiere aquí a la distribución irregular de la jornada sino a una distribución distinta de la
ordinaria del tiempo de trabajo diario a lo largo del año (jornadas de verano). Los menores de 18
años no podrán realizar más de 8 horas diarias de trabajo efectivo.
- Descanso en la jornada, art. 34. 4 LET: siempre que la duración de la jornada diaria continuada
exceda de 6 horas, deberá establecerse un período de descanso durante la misma de duración no
inferior a 15 minutos. Este período de trabajo de descanso se considerará tiempo de trabajo efectivo
cuando así esté establecido o se establezca por convenio colectivo o contrato de trabajo.
Si se trabaja más de 6 horas seguidas es obligatorio por prevención parar. Ese descanso no se
computará como tiempo de trabajo efectivo salvo que se regule por convenio o contrato. Hablamos
de lo que se conoce como “pausa del bocadillo”, que durará entre 15-20 minutos (mínimo legal). Por
convenio colectivo o acuerdo, en ocasiones se recupera ese período de descanso; en empresas en
vez de salir en hora puntual salen a y cuarto por ejemplo (en vez de salir a las 14:00 horas a las 14: 15
horas). Los menores de 18 años tendrán un periodo de descanso mínimo de 30 minutos y se
establecerá siempre que la jornada diaria continuada exceda de 4 horas y media.
HORARIO Y TURNOS DE TRABAJO: art. 34 y 36 LET
La fijación de la jornada de trabajo se remite a módulos, legales o pactados, de naturaleza
semanal o anual. La duración de tales módulos temporales puede, a su vez, sufrir variaciones a lo
largo del año (más trabajo en unas semanas que en otras, en una estación que en otra, jornada
intensiva de verano, etc.). Sin embargo la citada duración, o incluso su distribución en el año, precisa
ser más concreta y referirla a cada día en que se trabaja (la duración de la jornada siempre está
referida a su distribución en los días laborables). El horario de trabajo es, pues, la distribución de la
jornada.
La certeza del trabajo diario la da el horario de trabajo: cuándo se inicia, interrumpe y finaliza
cada día el trabajo. El horario fija el trabajo de carácter ordinario de cada día: la prestación en horas
extraordinarias tiene otro tratamiento, pero a partir del término de horario ordinario.
La fijación del horario es competencia inicial del empresario: nace de su facultad de organizar el
trabajo. La decisión sobre el horario es producto de un pacto, individual o colectivo, o adhesión al ya
establecido, que no tiene por qué ser uniforme para todos los trabajadores. Una vez fijado el horario
por decisión del empresario, se incorpora al contrato de trabajo con naturaleza de condición
sustancia (art. 41.1 b LET) y, por tanto, indisponible desde el plano de la unilateralidad empresarial.
De ahí la importancia de fijar con certeza el horario y el rechazo, por abusivas, de las cláusulas
contractuales ambiguas sobre el horario. Pactado en convenio colectivo el horario de trabajo no
puede ser alterado por la contratación individual.
Los trabajadores vienen, así, obligados a cumplir su prestación de trabajo dentro de un espacio
temporal predeterminado e invariable aunque sea irregular. Puede fijarse, incluso, un horario
flexible. Lo flexible hace referencia a la posibilidad de elección de horario para cumplimentar el
trabajo diario exigido. Se refiere a la jornada ordinaria y nada tiene que ver con el trabajo a tiempo
parcial. La fijación del horario flexible será objeto de pacto entre empresa y trabajador y deberá
someterse a las reglas generales sobre la jornada.
a) Jornada continua y jornada partida
El horario puede desarrollarse prestando el trabajo de forma continuada o en régimen de horario
partido. En el primerio, existirá una pausa; en el segundo, un tiempo de descanso entre los dos
módulos horarios. El art. 34.4 LET regula la pausa en las jornadas continuadas de más de 6 horas,
fijándolo en un tiempo no inferior a 15 minutos. El horario será o no partido en razón a los pactos
sobre distribución de la jornada y solo si, de forma continuada, se trabaja más de 6 horas nacerá el
derecho al descanso ininterrumpido de 15 minutos. Esta pausa tiene ya tradición en el ordenamiento
español (“pausa para el bocadillo”).
La redacción del art. 34.4 LET regula 2 problemas que siempre han acompañado a esta pausa: si
es o no trabajo efectivo y si es o no remunerado. Solo si se establece en convenio colectivo o en
contrato de trabajo, la pausa de 15 minutos tendrá la consideración de tiempo efectivo y, por tanto,
retribuido. Son, de este modo, 3 al menos las cuestiones a pactar: el momento del disfrute, la
consideración de tiempo efectivo y su retribución.
Por último, el art. 34.8 LET establece, además, que con la utilización de la jornada continuada o
del horario flexible se tienda a compatibilizar el derecho a la conciliación de la vida personal, familiar
y laboral de los trabajadores con la mejora de la productividad en las empresas.
b) Trabajo nocturno: art. 36 LET
El tiempo de trabajo puede prestarse durante la noche y se entenderá trabajo nocturno el que se
desarrolla entre las 22 y las 6 horas, (art. 36.1 LET); horario prohibido a los menores de 18 años, a las
embarazadas, a la que ha dado a luz y a la que está en periodo de lactancia, si de la nocturnidad se
deriva un riesgo específico para tales situaciones. Los límites de la nocturnidad son de derecho
necesario absoluto y el empresario que recurra regularmente a la realización de trabajo nocturno
deberá informar de ello a la autoridad laboral.
La regulación del trabajo nocturno del art. 36 LET añade, a la tradicional consideración de unir al
trabajo nocturno una específica remuneración, otras importantes limitaciones:
1- La primera, viene de la máxima duración de la jornada: “la jornada de trabajo de los trabajadores
nocturnos no podrá exceder de 8 horas diarias de promedio, en un período de referencia de 15 días”
(art. 36.1 LET). En este caso, a diferencia de la regla general sobre la fijación de la jornada máxima,
los criterios de distribución están claramente fijados por la norma (derecho necesario mejorable por
convenio o pacto individual): no más de 8 horas diarias computadas en 15 días; se rompe el cómputo
semanal, pero solo en el espacio de dos semanas. CLASE: cada 15 días no puede sumar más de 8
horas diarias de trabajo efectivo, unos días se trabajará más o menos.
2- La segunda y muy importante limitación viene de la definición legal del trabajador nocturno: “se
considerará trabajador nocturno aquél que realice normalmente en periodo nocturno una parte no
inferior a 3 horas de su jornada diaria de trabajo, así como aquel que se prevea que puede realizar en
tal periodo una parte no inferior a un tercio de su jornada de trabajo anual” (art. 36.1 tercer párrafo
LET).
3- La tercera limitación: los trabajadores nocturnos no podrán realizar horas extraordinarias (no podrá
realizar horas extraordinarias en el periodo nocturno ni en el diurno de su jornada, art. 36.1 LET).
Puede superarse la jornada máxima del trabajador nocturno, mediante la realización de horas
extraordinarias o ampliando el periodo de referencia de 15 días para su cómputo, exclusivamente:
→ En los supuestos de ampliación de jornada
- El trabajador nocturno deberá gozar en todo momento de un nivel de protección en materia de salud
y seguridad adaptado a la naturaleza de su trabajo, con unos servicios de protección y prevención
equivalentes a los de los trabajadores diurnos.
- El empresario garantizará a los trabajadores nocturnos una evaluación gratuita de su salud “antes de
su afectación al trabajo nocturno y, posteriormente, en intervalos regulares.
- Al trabajador nocturno al que se le reconozcan problemas de salud derivados de tal condición tendrá
derecho a ser destinado a un puesto de trabajo diurno que exista en la empresa y para el que sea
profesionalmente apto.
c) Trabajo a turnos: art. 36 LET
La definición legal (art. 36.3 LET), encierra 3 notas que hacen peculiar el trabajo a turnos:
- La organización de trabajo por equipos o grupo de trabajadores
- El ritmo sucesivo o de rotación de los trabajadores con referencia a un mismo puesto de trabajo
- La prestación del servicio en horas diferentes y en un periodo determinado de días o semanas
El trabajo a turnos no hace referencia a empresas que aunque funcionen en dos o tres horarios
diferentes, sus trabajadores estén adscritos a uno determinado. Esta forma de organización del
trabajo, motivada por razones técnicas, organizativas o de producción, es una decisión inicial del
empresario que puede optar a su conveniencia por horarios fijos o por turnos rotatorios. Su posterior
implantación o alteración significará una modificación sustancial de las condiciones de trabajo (art.
41.1 e y c LET). Ha de existir, pues, un ritmo rotatorio lo que presupone la ocupación sucesiva de los
mimos puestos de trabajo por distintos trabajadores, con la obligación de rotar en cadencias de días
o semanas.
Sobre la regulación del trabajo a turnos se monta un régimen jurídico que, tiene un amplio
tratamiento en la negociación colectiva no solo adaptando las exigencias y limitaciones legales sino,
en especial, con complementos o pluses en razón ala más gravosa situación del trabajador a turno.
Desde la perspectiva legal, la regulación de este tipo de trabajo articula algunas particularidades:
- En empresas con ciclos de 24 horas (especialmente, cuando entre turnos haya horario nocturno),
ningún trabajador estará en el turno de noche más de 2 semanas (15 días) consecutivas, salvo
adscripción voluntaria y revocable.
- Las empresas que en sus turnos incluyan sábados y domingos, podrán efectuar los turnos bien por
equipos de trabajadores que desarrollan su actividad por semanas completas o bien contratando
personal para completar los equipos necesarios durante 1 o 2 días a la semana (art. 36.3 LET).
- Los trabajadores a turnos, cuando así lo requiera la organización del trabajo, podrán acumular por
periodos de hasta 4 semanas el medio día de descanso semanal o separarlo del correspondiente al
día completo para su disfrute en otro día de la semana.
- En las empresas de trabajo a turno, si al cambiar el trabajador su turno, no puede disfrutar del
descanso mínimo de 12 horas, puede reducirse el mismo hasta 7 horas, compensándose la diferencia
(5 horas) en los días inmediatamente siguientes.
Los trabajadores a turnos, al igual que los nocturnos (art. 36.4 LET), deberán gozar en todo
momento de un nivel de protección en materia de salud y seguridad adaptado a la naturaleza de su
trabajo, incluyendo unos servicios de protección y prevención y de vigilancia de la salud, apropiados
y equivalentes a los de los restantes trabajadores de la empresa (especialmente maternidad:
embarazo o lactancia).
El art. 36.5 LET, al margen de los trabajos a turnos, dispone que si se organiza la producción “según
un cierto ritmo” (cadenas de montaje o repetir una labor cada un cierto y determinado tiempo;
trabajos llamados “acompasados”) deberá el empresario tener en cuenta el principio general de
adaptar el trabajo a la persona, atenuando el trabajo monótono y repetitivo, particularmente a la
hora de determinar los descansos. Deben adaptarse esos ritmos a las exigencias en materia de salud
y seguridad de los trabajadores.
3. JORNADAS ESPECIALES: Ampliaciones, limitaciones y reducciones
En razón al art. 34.7 LET se ha regulado las denominadas jornadas especiales que, por razón de la
actividad en que se desarrolla el trabajo, tienen un régimen jurídico que difiere en algunos extremos
del común.
a) Ampliaciones de jornada:
La regulación específica de las ampliaciones de jornada nace de las peculiaridades del trabajo.
Las normas especiales se aplican en primer lugar y solo en su defecto el régimen general de la
jornada ordinaria; los regímenes especiales de la jornada no se aplican a las relaciones laborales
enumeradas en el art. 2 LET. La necesidad y presencia de la negociación colectiva en la regulación de
estas particulares jornadas es esencial.
La especialidad de la jornada se da en aquellos sectores en los que se amplía la jornada máxima
legal de 40 horas semanales, esto gira en torno a dos consideraciones básicas:
- El trabajo puede acometerse durante un tiempo que exceda de las 40 horas semanales
Hay que distinguir, por tanto, entre trabajo efectivo y trabajo de presencia en cuanto a los
diferentes sectores del transporte y en el trabajo en el mar:
- Aviación civil: tiempo máximo de trabajo anual del personal de vuelo será de 2000 horas de las que
el tiempo de vuelo no podrá exceder de 900 horas.
b) Limitaciones de jornada:
Por razón de la actividad se limita también el tiempo de trabajo con fundamento en la tutela de
la integridad física del trabajador: riesgos ambientales nocivos, circunstancias de penosidad,
peligrosidad, insalubridad o toxicidad que no pueden remediarse utilizando la protección eficaz. En
estos supuestos, empresario y trabajador deben ponerse de acuerdo en cuanto a la limitación de la
jornada; en caso contrario resolverá la autoridad laboral. Las limitaciones no traerán consigo
reducciones salariales.
Se fijan limitaciones para concretos sectores de la actividad. Así, por ejemplo:
→ En cámaras de 18 grados bajo 0 o más (-18 o más): de 6 horas con descansos de 15 minutos cada 45
minutos de permanencia.
c) Reducciones de jornada:
El art. 37.4, 5, 6 y 7 LET, regula un especial tiempo de trabajo derivado de circunstancias
personales del trabajador. Estas reducciones se articulan como derecho del trabajador afectado. El
trabajador tiene derecho a adaptar la duración y distribución de la jornada para hacer efectivo su
derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral en los términos que se establezcan en la
negociación colectiva o en el acuerdo a que llegue con el empresario. Son 4 los supuestos de
reducción de jornada:
- Los trabajadores, por lactancia de un hijo menor de 9 meses, tienen derecho a 1 hora de ausencia
del trabajo; el derecho dura, por tanto, hasta que cumpla el hijo 9 meses. La duración se incrementa
proporcionalmente en los casos de parto múltiple, que puede dividir la trabajadora en dos fracciones
de media hora. La mujer, por su voluntad, puede sustituir este derecho, que es retribuido, por una
reducción de su jornada en media hora con la misma finalidad o acumularlo en jornadas completas.
Este permiso constituye un derecho individual de los trabajadores hombres o mujeres, pero sólo
podrá ser ejercido por uno de los progenitores si ambos trabajan (art. 37.4 LET)
En los casos de hijos prematuros o que recién nacidos deban estar hospitalizados, la madre o el
padre podrán ausentarse del trabajo durante una hora o reducir su jornada hasta un máximo de 2
horas, con la disminución proporcional del salario (art. 37.4 bis LET).
- Quien por guarda legal tiene a su cuidado un menor de 8 años o una persona con discapacidad física,
psíquica o sensorial. Derecho de duración limitada en caso del menor, hasta que cumpla los 12 años;
derecho de duración indefinida, para el supuesto de discapacitados. Derecho cuyo titular es quien
tenga la patria potestad o tutela legal.
El contenido del derecho es la reducción de la jornada con disminución proporcional del salario, que
no puede ser inferior a 1/8 ni exceder de 1/2 de la duración de la jornada (art. 37.5 LET).
- Mismo derecho para quienes tengan a su cargo el cuidado directo de un familiar hasta 2º grado que
por edad, enfermedad o accidente, no puede valerse por sí mismo. Titular es el trabajador. Si dos o
más trabajadores de un mismo empresario generasen este derecho por el mismo sujeto causante, el
empresario podrá limitar su ejercicio simultáneo por razones justificadas de funcionamiento de la
empresa (art. 37.5 LET).
- Horario de trabajo
- Los festivos
- Legal: hora extraordinaria es aquella que supera la jornada máxima legal de 40 horas semanales (art.
35.1 LET).
- Pactada: hora extraordinaria será aquella superior a la jornada ordinaria pactada en convenio
colectivo, obviamente, inferior a las 40 horas semanales.
Así, lo indisponible por convenio colectivo será no considerar hora extraordinaria a la superior a
40 horas semanales y, en consecuencia, habrá de respetar su régimen jurídico sobre libre
ofrecimiento y aceptación, sobre su número, retribución y realización de las horas que van de la
jornada ordinaria pactada a la máxima legal de 40 horas semanales. Si el convenio no contiene
ninguna regulación sobre ese segmento de horas, habrán de reputarse como extraordinarias por ser
materia disponible para la negociación colectiva.
No son horas extras aquellas durante las cuales el trabajador se obliga estar localizable pero sin
presencia física en el lugar de trabajo y en tanto no lleguen a prestar servicio. Ni tampoco las
llamadas horas de disponibilidad, por las que el trabajador debe atender los mensajes de
radioescucha o por otros medios electrónicos.
b) Clases:
Existen dos tipos de horas extraordinarias: las comunes y las obligatorias (fuerza mayor)
- Comunes: realizar el trabajo extraordinario, horas extraordinarias, ha de ser, por regla general,
voluntario; bilateralmente voluntario, de libre ofrecimiento por el empresario y de libre aceptación
por el trabajador: “la prestación de trabajo en horas extraordinarias será voluntaria” (art. 35.4 LET).
Las horas extras son voluntarias, salvo que se haya pactado en convenio colectivo o contrato
individual. Los menores, los trabajadores nocturnos y los trabajadores a tiempo parcial no pueden
realizar horas extras, sin perjuicio de que estos últimos puedan realizar horas complementarias.
Justamente de la regla general del consenso, de la voluntariedad, nace la existencia de una específica
y excepcional clase de horas extraordinarias: las obligatorias.
- Resulta ser hora extraordinaria obligatoria aquella cuya realización se ha pactado en convenio
colectivo o en contrato individual de trabajo (art. 35.4 LET). La consensualidad, colectiva o individual,
existe, pero sin olvidar que se legitima el poder empresarial para exigir el trabajo extraordinario, que
será trabajo convenido.
Dentro de las horas extraordinarias obligatorias aparece el concepto de horas estructurales: son
horas que derivan de la naturaleza de la actividad (periodos imprevistos, picos de producción,
cambios de turno, etc.) y han de ser determinadas por acuerdo colectivo.
Existen otro tipo de horas extraordinarias obligatorias:
- Las horas extraordinarias necesarias para prevenir o reparar siniestros u otros daños extraordinarios
y urgentes son también obligatorias (art. 35.3 LE; la fuerza mayor). No solo es en este caso
excepcional la jornada sino que ha de serlo el trabajo y de tal manera es así que no se reputan horas
extras a efectos del límite legal, pero la legislación ha previsto que, realizadas, se compensen como si
se tratase de horas extraordinarias. Se considerarán horas extras, pero solo a efectos económicos:
→ Las necesarias para abrir y cerrar el trabajo de los demás
→ Horas para recuperar trabajo perdido por causa de fuerza mayor o extraordinaria no imputables al
empresario.
No se reputará como horas extras la situación en la que el trabajador está localizado y a disposición
de la empresa, aunque si es llamada a trabajar percibirá por el tiempo invertido la remuneración
propia de las horas extraordinarias.
c) Topes:
El legislador impone 4 límites indisponibles en la regulación de las horas extraordinarias:
- No las podrán realizar, en ningún caso, los trabajadores nocturnos (art. 36.1 LET). La prohibición se
refiere a los trabajadores calificados como nocturnos y no a la posibilidad de que otros trabajadores
hagan horas extras entre las 22 y las 6 horas.
- Tampoco podrán realizarlas los trabajadores a tiempo parcial (art. 12.4 c LET). A esto cabe decir que
los trabajadores a tiempo parcial no pueden realizar horas extraordinarias pero sí horas
complementarias, que no son más que las horas extraordinarias de los trabajadores a tiempo parcial.
- Límite más importante: el número de horas extraordinarias no podrá exceder de 80 al año (art. 35.2
LET). Ese cómputo tiene un peculiar régimen jurídico. Se reputan horas extraordinarias las realizadas
sobre la jornada máxima legal ordinaria, ya sea en computo semanal o anual. Para conocer el
número de horas extraordinarias no se tendrán en cuenta aquellas que hayan sido compensadas
mediante descansos de los de los 4 meses siguientes a su realización. Finalmente el exceso de horas
trabajadas para prevenir o reparar siniestros u otros daños extraordinarios y urgentes no se
computarán en el límite de las 80 horas anuales (art. 34.3 LET).
Con referencia al número de horas, han de hacerse 3 precisiones:
1- El Gobierno tiene la habilitación legal para reducir o ampliar jornadas especiales, lo que supone
poder incidir sobre el número de horas extraordinarias posibles en las actividades que se reseñan
(art. 34.7 LET).
2- El Gobierno tiene también otra habilitación legal, de la que hasta la fecha no ha hecho uso, “para
suprimir o reducir el número máximo de horas extraordinarias por tiempo determinado, con carácter
general o para ciertas ramas de actividad o ámbitos territoriales para incrementar las oportunidades
de colocación de los trabajadores en paro forzoso” (art. 35.2 tercer párrafo LET).
3- El empresarios, a efectos del cómputo, tiene la obligación de registrar cada día el número de horas y
totalizarlas cada mes (periodo de retribución), entregando al trabajador copia del resumen con la
hoja de salarios (art. 35.5 LET). Las horas extraordinarias deben ser acreditadas, con medios de
prueba que demuestren su realización y el número de ellas, por el trabajador que las reclama.
d) Retribución:
En la retribución de las horas extraordinarias, la norma (art. 35.1 LET) arranca de una pauta
mínima: las horas extraordinarias en ningún caso podrán abonarse con un valor inferior a la hora
ordinaria. Este mandato es de derecho necesario absoluto, indisponible para las partes y para la
negociación colectiva.
A partir de esa decisión normativa, el convenio colectivo o, en su defecto, el contrato individual
de trabajo fijará la cuantía, el valor, de la hora extraordinaria. Aún más, la negociación colectiva o el
pacto individual no solo pueden fijar la cuantía de las horas extraordinarias sino optar por abonarlas
o por compensarlas mediante descanso dentro de los 4 meses siguientes a su realización.
7. RÉGIMEN DE DESCANSOS LABORALES Y VACACIONES: art. 34, 37 y 38 LET
DESCANSOS: art. 34 y 37 LET
a) Descanso diario:
Se refiere no a las pausas dentro del horario diario de trabajo, variables según sea continuado a
partido; se refiere al descanso entre un día y otro de trabajo, entre dos días laborables. Se trata de
un descanso que limita el poder de distribución de la jornada del empresario y protege la salud del
trabajador; el art. 34.3 LET lo regula así: “en todo caso entre el final de una jornada y el comienzo de
la siguiente mediará como mínimo 12 horas”.
El descanso diario es un mínimo, indisponible en su duración y en si indivisibilidad, mejorable por
pacto, individual o colectivo. Puede alterarse este derecho en algunos sectores o actividades:
- En los cambios de turnos en empresas con tan régimen cuando el trabajador no puede disfrutar del
descanso entre jornadas se podrá reducir el mismo, en el día en que ocurra el cambio de turno, hasta
un mínimo de 7 horas, compensándose la diferencia hasta las 12 horas en los días inmediatamente
siguientes.
- En aquellas actividades con jornadas fraccionadas en el sector servicio que sin exceder en su
duración de la jornada máxima diaria pueden extenderse de forma discontinua por un periodo diario
de más de 12 horas. En estos casos, mediante acuerdo entre la empresa y los representantes legales
pueden pactarse un descanso mínimo entre jornadas de hasta 9 horas, pero siempre bajo la
condición que en una y otra de las fracciones diarias de la jornada medie al menos 5 horas.
b) Descanso semanal:
La necesidad de descansar cada semana, se encuentra recogida en el art. 37.1 LET: “los
trabajadores tendrán derecho a un descanso mínimo semanal, acumulable por periodos de hasta 14
días, de día y medio ininterrumpido que, como regla general, comprenderá la tarde del sábado o, en
su caso, la mañana del lunes y el día completo del domingo”. Se entiende cumplido si entre el fin de
la jornada anterior y el comienzo de la siguiente media un descanso ininterrumpido de 48 horas. Se
trata de un descanso que ha de tener lugar cada semana y, en general, coincidente con el domingo,
no por motivos religiosos sino por la tradición. Descanso de forma ininterrumpida; se trata de un
descanso retribuido.
El convenio colectivo o el contrato individual pueden introducir otro sistema de descanso
semanal acumulándolo por periodos de hasta 14 días. En este caso, el descanso semanal no puede
solaparse con el descanso diario de 12 horas entre jornadas. Reglamentariamente podrán también
establecerse ampliaciones, limitaciones y regímenes de descanso alternativo para actividades
concretas o más exactamente, compensatorios. La duración del descanso semanal de los menores de
18 años será, como mínimo, de 2 días ininterrumpidos (art. 37.1 LET).
c) Fiestas laborales:
Sin exceder, en ningún caso, de 14 al año (art. 37.2 LET), hay que añadir al descanso semanal los
días festivos, de carácter retribuido y no recuperables. Su regulación se contiene en el art. 37.2 LET.
Así, en cualquier caso, se respetarán como fiestas de ámbito nacional: la de la Natividad del señor
(25 de diciembre), Año Nuevo (1 de enero), la Fiesta del Trabajo (1 de mayo), la Fiesta Nacional de
España (el Pilar, 12 de octubre), y el día de la Constitución Española (6 de diciembre). Son 5, por
tanto, las fiestas inamovibles que, si cayeran en domingo, se trasladarían al lunes siguiente.
Las restas fiestas tienen un peculiar régimen jurídico: 2 de ellas serán fijadas por los
Ayuntamientos con ámbito local; las otras deberán ser, en primer lugar, fijadas reglamentariamente;
una vez precisadas, el Gobierno cada año puede pasar a lunes las que caigan entre semana y si caen
en domingo deberá pasarlas al lunes posterior a efectos del descanso. Las CCAA no podrán intervenir
en las fiestas de ámbito nacional; sí podrán sustituir o prescindir, por otras de arraigo en la
Comunidad, algunas de las 4 fiestas así declaradas por el Acuerdo con la Santa Sede: Jueves Santo;
Epifanía del Señor (Reyes Magos, 6 de enero); San José (19 de marzo); y Santiago Apóstol (25 de
junio); no podrán hacerlo, sin embargo, respecto de alguna de las otras 4 fiestas del Acuerdo con la
Santa Sede: la Asunción de la Virgen (15 de agosto); Todos los Santos (1 de noviembre); la
Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y Viernes Santo. Así resultarán siempre 14 fiestas anuales.
Las CCAA podrán hacer uso de la facultad de trasladar a lunes las fiestas que señalen e incluso
contar con otras más de las 14 (en este caso, recuperable) si no puede establecer alguna de sus
fiestas tradicionales por no coincidir ese año en domingo un número suficiente de fiestas nacionales.
Cuando por razones técnicas u organizativas, el trabajador no disfrute del día de fiesta, la empresa
dará descanso compensatorio o abonará las horas trabajadas en el día festivo con un incremento del
75%.
VACACIONES ANUALES: art. 38 LET
b) Planificación:
Inicialmente, el periodo de vacaciones es unitario, pero puede ser dividido en 2 por acuerdo de
empresario y trabajador (uno de los periodos habrá de ser como mínimo de dos semanas
ininterrumpidas). No se interrumpe el periodo de vacaciones aunque durante su disfrute el
trabajador quede en situación de incapacidad temporal. Obviamente, el trabajador puede dedicar el
tiempo de vacaciones a descansar o a realizar otro tipo de actividades, retribuidas o no.
El periodo de disfrute de las vacaciones está regulado en el art. 38. 2 LET:
- Habrá de respetar, en primer lugar, la planificación anual de las vacaciones pactadas en convenio
colectivo.
- En ese marco, el periodo o periodos de disfrute se fijarán en concreto para cada trabajador de
común acuerdo con el empresario.
Ahora bien, si el trabajador por causa de incapacidad temporal derivada de enfermedad común
o riesgos profesionales no puede disfrutar de las vacaciones en el periodo prefijado en el año
natural, no pierde el derecho al disfrute o, exactamente, tiene derecho a señalamiento de un
periodo vacacional distinto y dentro del año natural o cuando finalice su incapacidad temporal
siempre que no hayan transcurrido más de 18 meses a partir del final del año en que se originaron
las vacaciones (art. 38.3 LET).
El art. 38.3 LET establece que si el periodo fijado para las vacaciones coincide en el tiempo con
incapacidad temporal derivada del embarazo, el parto o lactancia natural o con el periodo de
suspensión del contrato por maternidad, se tendrá derecho a disfrutar de las vacaciones en fecha
distinta a la de la incapacidad temporal, aunque haya terminado el año natural a que correspondan.
c) Retribución:
Las vacaciones son retribuidas. La retribución (que es, sin duda, salario por el que además se
cotiza a la SS) ha de ser la que perciba en un mes normal el trabajador. La retribución de las
vacaciones permite el disfrute efectivo de las vacaciones y deben abonarse expresamente sin que su
retribución pueda integrarse en el valor del salario hora. No hay, pues, disminución en los ingresos
económicos del trabajador; constituyen excepción a este principio aquellos conceptos salariales de
carácter extraordinario establecidos para compensar actividades extras que únicamente se realizan
cuando se despliega trabajo efectivo. Por convenio colectivo pueden fijarse con precisión los factores
de cálculo de la retribución de las vacaciones.
CLASE: las vacaciones se disfrutan, no pueden ser pagadas en vez de disfrutadas. Es una suspensión
de la relación laboral.
8. LOS PERMISOS RETRIBUIDOS
El trabajador tiene derecho a interrumpir la prestación de trabajo, sin menoscabo de su salario,
en los supuestos contemplados en el art. 37.3 LET, allí calificados de ausencias del trabajo con
derecho a remuneración; de este modo, todos ellos se configuran como auténticos derechos sin
nada que ver con situaciones de mera liberalidad empresarial. Son los siguientes:
- 2 días en los casos de nacimiento de un hijo, por fallecimiento, accidente o enfermedad graves,
hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario, de
parientes hasta el 2º grado por consanguinidad o afinidad que, en estos caso, si precisa de
desplazamiento, el permiso será de 4 días (art. 37.3 b LET).
- Ausencias para realizar funciones sindicales o de representación del personal en los términos
establecidos legal o convencionalmente (art. 37.3 e LET). Este apartado encierra todos los problemas
que luego afronta el art. 68 e) LET y los arts. 9.2 y 10.3 LOLS. Por tanto, se refieren a las garantías de
crédito horario de los representantes de los trabajadores en la negociación colectiva.
- Tiempo indispensable para que la mujer trabajadora pase exámenes prenatales y técnicas de
preparación al parto que deban realizarse dentro de la jornada de trabajo (art. 37.3 f LET).
Por último, fuera del art. 37.3 LET aparecen otras ausencias:
- Asistencia a exámenes o cursos si el trabajador realiza “con regularidad estudios para la obtención de
un título académico o profesional” (art. 23.1 y 2 LET). Este permiso será retribuido si se pacta en
convenio colectivo.
- 4 días de estancia en el domicilio familiar por cada 3 meses de desplazamiento. Permiso retribuido
(art. 40.4 LET).
- 6 horas a la semana para buscar nuevo empleo en caso de despido por circunstancias objetivas.
Permiso retribuido (art. 53.2 LET).
CLASE: es una especie de suspensión de la relación laboral.