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con los otros. El periodo escogido, es el Peronismo, ya que considero importante las
modificaciones que se fueron efectuando, con respecto a la educación pública.
Para Perón la función del líder era tanto política como pedagógica ya que la
educación era condición para poder ejercer una conducción política moderna. Cuanto
más educado estaba un pueblo, este se podía conducir con más facilidad,
sobreentendiéndose en este caso que la mayoría se viera identificada con el líder y
sus intereses atendidos por el proyecto de éste.
Para poder construir un modelo político duradero había que educar (formar,
capacitar, instruir, adiestrar) a los sectores que iban a ser conducidos, por lo tanto, se
necesitaba un aumento general del nivel de cualificación de la sociedad.
Esta educación del ciudadano fue instrumentalizada a través de una trama compleja
y cruzada de operaciones en el aparato escolar estatal y de acciones educativas no-
escolarizadas, como las colonias de veraneo, torneos infantiles y juveniles,
movilizaciones, celebraciones políticas y por supuesto, a través de la palabra y de las
prácticas del propio Perón.
Había una atmósfera de nueva valoración social del trabajo manual y de los
trabajadores. La descalificación de las antiguas clases dirigentes, la llamada
oligarquía, conllevaba una descalificación de las imágenes y los valores asociados a
ella como las ideas de explotación, injusticia, despilfarro, ocio ostentoso. Desde el
gobierno se criticaban esos comportamientos y modelos sociales, se valorizaban
positivamente las conductas e imágenes del trabajo productivo y el esfuerzo personal.
Para los sectores populares y medios, la enseñanza técnica era ahora una elección
válida por la nueva consideración social del trabajo, por la efectiva promoción social de
los trabajadores manuales y de los egresados técnicos. Por otra parte, desde el punto
de vista del gobierno peronista, la formación de técnicos y mano de obra calificada era
necesaria para el crecimiento económico que se impulsaba.
A fines de 1954, las relaciones entre Perón y la Iglesia Católica habían entrado ya en
un terreno peligroso, cuando se dió a conocer una pastoral para ser leída en las
parroquias el 5 de diciembre, que incluía una advertencia significativa que consistía en
que ningún sacerdote puede ni debe formar parte en las luchas de los partidos
políticos sin comprometer su investidura y a la misma Iglesia; en el caso de defensa de
los principios fundamentales de la doctrina católica, no se trataría de oposición política,
sino de defensa del altar.
Es así que Perón al leer dicha pastoral concluyó que significaba una incitación a la
guerra y respondió con un golpe contundente a la supresión de la enseñanza religiosa
en los colegios estatales, provocando así un quiebre entre iglesia católica y el Estado.
Así la Iglesia se veía privada de su conquista más importante obtenida en 1943 y
legalizada a través del Parlamento en 1947.
A esa medida siguieron otras más graves aún, pues la Cámara de Diputados
comenzó a tratar algunos proyectos presentados por el bloque peronista con el
propósito de fastidiar a la Iglesia, en cuanto a la equiparación de los hijos legítimos e
ilegítimos, el divorcio y la separación de la Iglesia del Estado.
Durante el lapso del periodo denominado Terrorismo de Estado, se puede decir que
la Dictadura tenía como objetivo principal, el implementar un plan represivo para
reordenar el país. Esta función debía ser llevada a cabo por las fuerzas de seguridad,
quienes debían aniquilar cualquier foco subversivo de oposición y devolver al país la
paz y la tranquilidad pérdidas. El sistema educativo fue un lugar privilegiado para su
puesta en acción, si bien el autoritarismo es una de las marcas de origen de la escuela
argentina, el despliegue alcanzado en la última Dictadura superó todo diagnóstico.
Además se produjo un espionaje e investigación de los militares a funcionarios y
personas vinculadas con la cultura y la educación tales como docentes, investigadores
y estudiantes, a su vez inspeccionaron todo material escrito que ingresara a las
instituciones educativas, los mismos debían demostrar su inocencia y esto condujo a
la prohibición de una buena cantidad de libros destinados al público infantil, debido al
uso de conceptos impropios, peligrosos y amorales.
En cuanto al Peronismo se puede observar una distinción muy notoria con respecto a
la educación pública ya que la misma siempre estuvo relegada en manos del Estado
Nacional y no destinó ninguna de sus funciones a otros agentes, porque se
consideraba que la instrucción pública era precisa y valiosa. Sin embargo, en
contradicción con lo planteado por el Peronismo, lo que pretendía la Dictadura era una
educación financiada por medio de la cooperadora escolar debido a que el Estado dejo
de beneficiar económicamente a las instituciones públicas. En la misma sólo unos
pocos tenían el privilegio de asistir debido a la escases económica que existía en
ciertas provincias.
Según el texto "La agenda pedagógica Neoliberal", Adriana Puiggrós (1995) sostiene
que la actitud oficial frente a éste problema cultural tenía como finalidad el invertir en
los sectores más adaptados e integrados que se han salvado de la crisis y
abandonando el resto. Existen pruebas abrumadoras que se representan durante el
período menemista. Un ejemplo de ello es la de una directora de educación de la
provincia de Buenos Aires que intentó cerrar los servicios educativos para
discapacitados por considerarlos una inversión improductiva.
Con respecto a las "Prácticas escolares y exclusión social en las políticas educativas
neoconservadoras", Nélida Landreani (1997) plantea que se promueve la integración
de unos pocos y se da la pasiva conformidad de muchos, doblegando la voluntad de
los jóvenes y niños por la competencia desmedida y el individualismo.
Los procesos de exclusión educativa son más evidentes en las escuelas que reciben
una población socialmente heterogénea, ya que las diferencias sociales en el aula se
hacen notables quedando al descubierto las diferencias del capital cultural.
Se puede decir entonces que el menemismo lo que pretendía era la privatización de
las escuelas públicas, provocando de este modo la exclusión social de ciertos
sectores. En relación al Peronismo hay una distinción muy significativa, ya que lo que
este buscaba lograr era homogeneizar a la población a través de la cualificación y el
servicio de educación para que las personas puedan instruirse, dejando de lado las
competencias desmedidas y el individualismo.
Según Puiggrós (1995) resaltando aspectos que marca Landreani (1997) hace
mención al recorte de la inversión, donde gran parte de la comunidad política y
educativa argentina se asombró al notar que un gobierno decía que la educación era
un desastre y enumeraba en voz alta los problemas. Sin embargo, denunciar la falta
de calidad o la ineficiencia no necesariamente desembocaba en el retiro oficial del
financiamiento de la educación pública.
Puiggrós (1995) realiza una mención acerca de que los problemas de ineficiencia de
la escuela pública no se solucionan convirtiendo a sus directivos en empresarios,
castigando a los docentes o poniendo en riesgo la continuidad de su trabajo. Tales
procedimientos atacan los derechos de los trabajadores de la educación y no
garantizan un salario digno.
El retiro del Estado como sujeto educador deja un hueco que ningún otro sujeto
social puede ocupar. Se rompe la relación entre Estado y ciudadanía, sistema escolar
y alumnos. Este abandono del enseñar, esta renuncia a la transmisión de la cultura, se
expresa en la destrucción de los espacios públicos educativos.
Esta es una tarea que se debe realizar en conjunto con la sociedad y no considerar
como una responsabilidad que deben asumir los maestros, porque la exclusión no se
ve solamente en las escuelas, sino también en diversos lugares. También es
responsabilidad del Estado el poder terminar con dicha exclusión y así poder lograr lo
que sucedía durante el Peronismo, donde se vivenciaba la inclusión social y la
homogeneidad de los ciudadanos.
De esta manera, Puiggrós (1995) asegura que las negociaciones que se han
acordado entre el Banco Mundial y Argentina, se destacan por su ortodoxia en el
cumplimiento de las intenciones de los accionistas más conservadores de dicho
organismo con respecto a la distribución de los fondos prestados. Pero con el dinero
del Banco Mundial no se podían solucionar los problemas de los salarios docentes. A
mediados de la década del noventa, la escuela se ha convertido en comedores,
centros asistenciales y en una única institución que contenía a los niños, adolescentes
golpeados por la comunidad que estaban pasando por una ola de pobreza y
marginalidad.
Pero lo que no tiene un justificativo alguno es que el gobierno no haya puesto como
condición la utilización de fondos para cubrir las necesidades de los sectores más
desprotegidos en materia educativa. Como en el caso del Peronismo, en donde se
beneficiaba a los sectores carenciados para que pudieran continuar con sus estudios.
En este caso, se puede establecer una relación con el Peronismo, ya que se volvió a
dar importancia a la escuela pública, la inclusión social, el respetar los Derechos
Humanos, los derechos del trabajo docente, el respeto hacia los alumnos, el brindar
educación a toda la sociedad sin exclusión alguna, el incrementar la homogeneidad e
igualdad entre las personas, brindar una educación gratuita, el incorporar en las
actividades educativas a los familiares de los niños.
Relacionando el periodo de la ley 26.206 junto con el Peronismo, se puede decir que
ambos se preocupaban por el financiamiento de las escuelas públicas y más aun por
aquellos sectores marginados que mas necesitaban de su respaldo, haciendo valer los
derechos de los sujetos en cuanto al acceso a la instrucción educativa.
Los aportes que destaco de la Ley Nacional de Educación es el artículo 2°, porque
hace mención sobre la educación y el conocimiento, los cuales son un bien público,
brindado por el Estado y que toda persona tiene derecho de recibir de manera gratuita
para su formación.
El artículo 7° y 8° consideran al Estado como principal responsable de que todos
puedan acceder a la información y conocimiento para su desarrollo social, fortalecer la
formación integral de cada persona durante toda su vida a partir de los diversos
valores como libertad, paz e igualdad, entre otros.
Considero importante el artículo 11° porque hace referencia a los diversos fines y
objetivos que persigue la política educativa, como brindar educación con igualdad de
oportunidades, que se garantice la inclusión educativa a través de diversas estrategias
empleadas y respetar el derecho de los niños, promoviendo en todas las modalidades
la eliminación de todas las formas de discriminación.