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Carta abierta

Como egresados del programa de Licenciatura en Educación Básica con énfasis en


Educación Física, Recreación y Deportes manifestamos abiertamente nuestra
inconformidad y preocupación entorno del actual manejo administrativo-académico por
parte de la decanatura de la Facultad en Ciencias del Deporte y la Educación Física, del
programa como tal, así como de las directrices de la Vicerrectoría académica y la
rectoría en cabeza del señor Adriano Muñoz Barrera. Manifestamos esto fundamentados
en la actual situación crítica de uno de los programas de formación con mayor
trayectoria y reconocimiento histórico en la región del Sumapaz y el país y condenada
hoy a la desaparición. No en vano, innúmeras generaciones han llevado consigo el
legado de una Educación Física conectada con las dimensiones escolares y extra-
escolares.

Más que una educación de lo físico o lo corporal, entendemos a la Educación Física


como una herramienta de transformación social en vías a contribuir con las dimensiones
políticas, éticas y estéticas del movimiento humano y la motricidad, hacia la
constitución de un sujeto tanto individual como colectivo que requiere el nuevo país que
se está gestando. Una nueva generación que desde las diferentes manifestaciones
lúdicas, recreativas, deportivas y educativas reclama por una pedagogía alternativa que
ponga en tensión las ya ultrapasadas didácticas y uso de técnicas muchas veces
utilitaristas y carentes de sentido. Desde esta mirada, como comunidad de egresados
entendemos que nuestra Universidad está en la obligación ética y política de liderar una
discusión colectiva alrededor de lo que implica educar desde el movimiento, para el
movimiento y en el movimiento. Desafortunadamente, no son muy halagadoras las
noticias que recibimos desde la academia, y por el contrario, emergen una serie de
contradicciones que expresamos a continuación, a todas luces angustiantes.

En primer lugar, no entendemos como hasta el momento, después de ya casi 4 años de


gestión del señor decano, el profesor Pedro Nel Quintero Turriago y del director de
programa, profesor Herney Romero, no se tienen mayores noticias de la suerte de una
Licenciatura que perdió su registro calificado y que claramente, no encontró las
condiciones necesarias, tanto académicas como administrativas, para apuntar a una
acreditación de alta calidad, tal como lo hicieran otros programas de la UDEC. Además,
por qué tanto estudiantes como docentes manifiestan poco o ningún conocimiento sobre
esta situación? Acaso no son suficientes ocho semestres académicos para ya tener hoy
una respuesta afirmativa? Qué es lo que pretenden los administrativos, acaso un nuevo
programa académico? Quieren condenar a la extinción a la Licenciatura? Y ante el
desconocimiento de la comunidad académica en general preguntamos también, acaso un
diseño curricular que en su esencia debería ser colectivo y abierto a todos y todas, se
delega vía contrato a uno o dos profesores, quienes determinan el deber ser de una
educación Física plural y diversa? Cómo están siendo administrados estos procesos? En
manos de quiénes estamos?
En segundo lugar, desde afuera contemplamos una academia constituida
epistemológicamente desde la neutralidad y la hegemonía de las Ciencias Biológicas
por encima de las Ciencias Sociales y Humanas. Ante esta situación debemos decir,
somos primero que todo una Licenciatura en Educación, y por tanto, ciencias como la
Sociología, la Antropología y la Filosofía son prioritarias para un diálogo
interdisciplinar que contribuya a fijar los rumbos de la Educación y a constituir una
posición clara sobre la realidad caótica de nuestro país. Eso que la Facultad en su
historia reciente ha venido concibiendo como Movimiento Humano se trata
precisamente de eso, del comprometimiento con las discusiones de género, con la
diversidad étnica y cultural, con el sentido público de la Educación, con las
comunidades LGBTI, con la preservación del medio ambiente y otras tantas
manifestaciones y experiencias de lo corporal. Qué responde la facultad y el programa
ante estos reclamos? Qué grupos de investigación y colectivos de estudiantes y
profesores responden a estos desafíos? La educación Física de la posmodernidad, como
se repite tantas veces en el interior de la UDEC, y que nosotros preferimos decir, del
mundo de hoy y del venidero, no se limita a las condiciones físicas del ser humano, ni a
sus capacidades condicionales, ni a una revista indexada. Por ahora solo vemos con
extrañeza una academia enfrascada en sí misma, que no dialoga con los diferentes
movimientos sociales, comunidades y líderes comunitarios y que repite los discursos de
ya hace bastantes años, sin ninguna posibilidad de crítica por parte de unos docentes
subyugados a contrataciones ocasionales.

En tercer lugar, recientemente vimos la organización de un Congreso internacional que


presentó una serie de ponentes nacionales e Internacionales. La participación de
egresados y público en general fue bastante baja. Esto nos da para pensar que antes que
organizar eventos para exponer nuestros puntos de vista e investigaciones a la
comunidad académica externa, es menester crear los nichos que promuevan la inquietud
por el conocer y que no cercenen la creatividad y curiosidad de los estudiantes. Más que
juzgar la calidad y relevancia de los ponentes, preguntamos, existe hoy en el programa
una auténtica Cultura Académica? Por otra parte, y entendiendo que estos eventos
deben articularse con el diseño curricular, pues permiten evaluar lo interno a partir de
una apertura hacia lo externo, preguntamos: Qué ejes temáticos responden a lo
curricular y cómo se articulan a los nuevos planteamientos del programa? Cuál fue el
plan determinado para que el congreso se constituyera en el eje curricular e
investigativo?

En cuarto lugar, y fruto de estas contradicciones que mencionamos, cuál es nuestra


incidencia en la construcción de las políticas educativas nacionales? En tiempos pasados
nuestros profesores y directivos participaron activa y decididamente en la constitución
de los lineamientos curriculares de la Educación Física. Hoy, cuál es nuestro papel?
Realmente poseemos el capital académico y el acumulado intelectual necesario para
dialogar frente a frente con profesores reconocidos nacional e internacionalmente de
Universidades como la Pedagógica Nacional, la Universidad de Antioquia, la
Universidad de los Llanos, la Universidad Surcolombiana, entre otras?
A esta serie de contradicciones esgrimimos otras no menos importantes: cuál es la
política de contratación de docentes? Ha existido una renovación en la planta
profesoral? Podemos auscultar la producción académica e investigativa de muchos de
ellos? Con muchos de estos docentes podemos superar una evaluación de pares
académicos? Con cuántos profesores de planta cuenta la Facultad? Cuál es la modalidad
de contratación de los profesores?

Con el ánimo de contribuir a una reflexión constante en nuestra condición de egresados.


Es tiempo de descolonizar a la Educación Física.

Ya nos recuerda el educador Latinoamericano Paulo Freire: La educación es el acto


político para la invención de la libertad que merecemos.

Atentamente

Egresados de la Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Educación Física,


Recreación y Deportes en sus más de cuarenta años de existencia.

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