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Valora a quien te dedica su tiempo,

porque nunca lo recuperará


6 junio, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas

 Orfeo y Eurídice, un mito de amor


 El accidente de coche que cambió nuestras vidas
 El mito de Afrodita y Ares, la unión de belleza y guerra
Tenemos la mala costumbre de no valorar el tiempo que los
demás nos dedican. Una conversación, un abrazo, una sonrisa, un cómo te
encuentras, un «lo hago porque sé que te gustaría» o simplemente un
gesto de acompañamiento. Hay miles de actos diarios de las personas que nos
rodean que no valoramos.
No hace falta que los segundos, horas o minutos procedan de nuestros
familiares, amigos o pareja. El tiempo de los desconocidos también se vuelve
importante cuando por ejemplo, gracias a ellos el día puede comenzar con una
sonrisa porque sus buenos días estaban cargados de alegría o nos dan ese
empujón que necesitábamos. La grandeza de las personas está en
esos detalles de pequeño tamaño, pero de grandes efectos y
afectos.
Valoro los segundos de escucha, apoyo y aprecio que los demás me dedican
porque me ofrecen parte de su vida. Ellos saben que compartir el tiempo es
regalar vida.

El gran valor del tiempo


«Cuentan que un viajero cruzando el desierto vio a un árabe
pensativo sentado al pie de una palmera, junto a sus camellos
cargados. El viajero supuso que era un mercader de objetos de valor y que se
dirigía a vender sus joyas, perfumes y tapices a alguna ciudad vecina.

Como llevaba demasiado tiempo sin hablar con alguien, se acercó al mercader
pensativo y le dijo:

-Buen amigo, ¡salud! pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?

-¡Ay! -respondió el mercader– Me encuentro muy afligido porque acabo


de perder la joya más valiosa de todas…

-Bueno, la perdida de una joya seguro que no es gran cosa para ti. Llevas gran
cantidad de ellas en tus camellos y seguro que no te costará reponerla.

-¿Reponerla? -exclamó el mercader- ¡Si fuera tan sencillo! No conoces el valor


de mi pérdida…

-¿Cuál es la joya que has perdido? – preguntó el viajero.

-Una joya como ninguna otra, que no volverá hacerse jamás. Se encontraba
tallada en un pedazo de piedra de la vida y realizada en el taller
del tiempo. Sus adornos eran veinticuatro piezas brillantes, agrupados a su
alrededor sesenta más pequeños… Es imposible que se llegue a reproducir otra
joya con similares características.

-Debía ser preciosa, sí – expresó el viajero – Pero, con mucho dinero ¿no
podrías hacerte otra igual?

–La joya perdida era un día… Y un día que se pierde, no vuelve a


encontrarse...»
Tras este cuento, ¿qué es un día para ti? ¿qué significa tu tiempo? Un
minuto es suficiente para dejar una huella imborrable en el
corazón de otra persona, elegir lo que quieres hacer o disfrutar de
lo que acontece. Lo importante es ser consciente del momento presente y
aprovecharlo con las personas que deseas y de la manera que gustes, sabiendo
valorar también la dedicación hacia ti de los otros.
Mientras que el dinero aunque se pierda puede recuperarse, el tiempo perdido
no vuelve. No desperdicies ni gastes el tiempo en lamentarte por no
haberlo sabido aprovechar en su momento. A partir de ahora,
aprovéchalo y valóralo como unos de bienes más preciados que existe.

El tiempo no se exige, se elige


Hay quien no es capaz de percibir el esfuerzo de otras personas por hacerle su
rutina más llevadera, dar color a sus días grises o querer disfrutar de su
compañía. Hay personas que ven como obligación lo que en realidad es una
elección por parte de los otros. Hay para quien el tiempo de los demás
pasa desapercibido, quien lo valora como si fuera un tesoro y
quien lo exige al otro, como si fuera suyo.
Cada uno de nosotros es libre de a quién y cómo dedicar su
tiempo. No olvidemos que los minutos, horas y segundos son fragmentos de
nuestra vida y nadie tiene potestad para decidir libremente sobre ellos.

Dedicar tiempo se traduce en me importas, te quiero, te apoyo,


adoro tu compañía y eso no tiene precio ni un equivalente
material. Porque definitivamente, dedicar tiempo es dedicar vida.
Por eso, ni debemos exigir a los demás parte de su tiempo, ni tenemos que
mendigarlo a quien solo piensa en sí mismo. El tiempo no se compra, no se
intercambia ni se vende. Pasar tiempo con el otro es una elección que
brota desde el interior y permite conectarnos emocionalmente con los
otros.
Cuido a las personas que me dedican su tiempo porque me ofrecen te quieros y
me importas encriptados pero cargados de sentimientos.

El tiempo es el mayor regalo que existe


Valora a quien te escribe, a quien te habla, te escucha, te hace un
favor, te acompaña o se acuerda de ti porque lo quiere, porque le
gusta, porque lo siente. Las personas que te regalan su tiempo
comprenden que es lo más grande que pueden darte ya que saber ofrecerlo es
hablar el lenguaje del corazón. Agradéceselo porque además el tiempo ofrece
la posibilidad de forjar recuerdos que despertarán más adelante sentimientos de
alegría, nostalgia y aprecio.
El mejor obsequio que podemos hacer a las personas que nos dedican su
tiempo es valorarlo y regalarles parte del nuestro.

Si traduces los ratos que los demás pasan contigo en el lenguaje


afectivo comprenderás que hay más te quieros y me importas de
los que esperabas. Por eso, valora cada segundo con ganas que los demás
te dedican, porque en buena medida te están ofreciendo el mayor regalo que
existe: parte de su vida.
El don de las buenas personas está en los pequeños detalles
Las buenas personas no llevan pancartas proclamando que lo son.
Traen luz en su alma, aliento en sus ojos y son hábiles artesanas de
dar felicidad.

Gema Sánchez Cuevas

Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca (2012) y habilitada


como Psicóloga General Sanitaria, número de colegiada:
EX01253. Doctoranda en la Universidad de Salamanca. Máster en Psicología
Clínica por el ISPCS y la AEPC (2014), Experta en Intervención
Sistémica (2016), Especialista en Mediación Sanitaria, Civil-Mercantil
(2013), Especialista en Psicología Psicosomática (2013) y Monitora de
Educación Sexual (2013). Tutora de prácticas de psicología en colaboración con
diferentes universidades (USAL, UPSA, UH). Autora colaboradora del III Plan
Integral de Salud Mental de Extremadura 2016 – 2020.
Ha sido directora facultativa en un centro de reconocimientos médicos (2013).
Desde el 2012 ha ejercido profesionalmente en el ámbito de las
drogodependencias en la Comunidad Terapéutica APOYAT,
en psicooncología en el Hospital Don Benito – Vva de la Serena y AOEX,
con personas con trastorno límite de la personalidad en AEXFATP y en el
ámbito privado.
Ha participado en congresos internacionales y jornadas de
Psicología, imparte charlas y talleres en asociaciones, colegios y
organizaciones. Actualmente, es la directora web de La Mente es
Maravillosa, colabora con el Laboratorio de Neurociencias y ciencias
sociales (LINCS) de la Escuela sistémica Argentina y la Universidad de Flores
y con diversos medios de comunicación como Canal Sur Radio, Cadena Ser
y Canal Extremadura, revistas como Mujerhoy, Mente Sana y Sé Vital y otros
medios digitales como El Huffington Post, Código Nuevo, Psicoactiva y El
Periódico Extremadura.

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