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SALA CONSTITUCIONAL

Magistrada-Ponente: CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

Mediante oficio n° 299 del 23 de abril de 2004, la Sala Accidental n° 5 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas remitió a esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, el expediente n° SA-05-04-1443, según la nomenclatura de dicha Sala, contentivo de la
acción de amparo constitucional interpuesta por los abogados Francisco Boza, Arturo López Massó, Juan Martín
Echeverría Prices, Juan Martín Echeverría Becerra y Gregory Odreman Ordozgoitty, inscritos en el Instituto de
Previsión Social del Abogado bajo los números 18.458, 44.306, 3.899, 61.464 y 58.717, respectivamente, en
representación del ciudadano HENRIQUE CAPRILES RADONSKI, titular de la cédula de identidad n°
9.971.631, contra el Juzgado Cuadragésimo de Control del mismo Circuito Judicial Penal.

El expediente fue remitido a esta Sala conforme al artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, para la consulta del fallo dictado, el 5 de abril de 2004, por la
mencionada Sala Accidental n° 5 de la Corte de Apelaciones, que homologó el desistimiento de la acción
formulado por la parte actora.

El 29 de abril de 2004 se dio cuenta en Sala y se designó ponente al Magistrado doctor José Manuel
Delgado Ocando. Acordada la jubilación de este último, en fecha 23 de agosto de 2004, reasume la ponencia la
Magistrada doctora Carmen Zuleta de Merchán, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
.
Efectuada la lectura del expediente, pasa la Sala a decidir la consulta de Ley previas las siguientes
consideraciones:

I
DE LOS ANTECEDENTES

1.- El 19 de marzo de 2004, los representantes del ciudadano Henrique Capriles Radonski interpusieron
amparo constitucional contra el Juzgado Cuadragésimo de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, el cual fue asignado a la Sala n° 5 de la Corte de Apelaciones del mencionado
Circuito Judicial Penal.
2.- Ese mismo día, el juez Ángel Zerpa Aponte, integrante de la referida Sala, se inhibió de conocer la
causa planteada, tal y como lo hizo, el 23 de marzo de 2004, el juez José Gregorio Rodríguez Torres; dichas
inhibiciones fueron declaradas con lugar y sin lugar, respectivamente.

3.- El 24 de marzo de 2004, fue convocado el juez Nelson Chacón para integrar la Sala Accidental n° 5
de la Corte de Apelaciones; sin embargo, ante la excusa de aceptar el cargo propuesto, fue convocado el juez
Jesús Ollarves, quien manifestó su aceptación. El 29 del mismo mes y año, se constituyó la Sala Accidental que
decidiría el amparo interpuesto.

4.- El 31 de marzo de 2004, el tribunal a quo requirió a la Sala de Casación Penal de este Alto Tribunal
que informara si ante esa Sala cursaba solicitud de avocamiento en la causa seguida contra el hoy accionante, y,
en caso afirmativo, si se había dictado alguna decisión al respecto; asimismo, suspendió el lapso para
pronunciarse acerca de la admisión del amparo propuesto, hasta tanto se recibiera dicha información.

5.- El 2 de abril de 2004, el abogado Francisco Boza desistió de la acción de amparo incoada, pues
consideró que la violación constitucional denunciada había cesado, con la decisión dictada, el 1° de ese mismo
mes y año, por la Sala de Casación Penal de este Máximo Tribunal, mediante la cual se avocó al conocimiento
de la causa tramitada contra el presunto agraviado, anuló la medida judicial de privación preventiva de libertad y
ordenó que sus defensores accedieran al expediente.

6.- El 5 de abril de 2004, el a quo homologó el referido desistimiento.

7.- El 13 de abril de 2004, se agregó a los autos el oficio n° 221, procedente de la mencionada Sala de
Casación Penal, adjunto al cual remitió la copia certificada de la decisión n° 103/2004 del 1° de abril (caso:
Henrique Capriles Radonski); el 23 de ese mismo mes y año, las actas procesales fueron remitidas a esta Sala
Constitucional, para resolver la consulta de la sentencia dictada en primera instancia.

II
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO

Mediante escrito presentado el 19 de marzo de 2004, los representantes del presunto agraviado
formularon la pretensión de amparo constitucional en los siguientes términos:

1.- Que, el 16 de marzo de 2004, el Ministerio Público solicitó se decretara la privación judicial
preventiva de libertad contra el ciudadano Henrique Capriles Radonski, Alcalde del Municipio Baruta del Estado
Miranda, quien fue citado por dicho órgano, el 28 de noviembre de 2002, con la condición de imputado, “por los
hechos acaecidos en la Embajada de Cuba el día 12 de abril del año 2002”.

2.- Que ese mismo día, “en horas de la noche, el Juzgado Cuadragésimo de Control (del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas), supuestamente, acordó (...)” dicha medida cautelar.
3.- Que, el 17 de marzo de 2004, los abogados Arturo López Massó y Francisco Boza, designados como
defensores del imputado y juramentados, el 9 de enero de 2003, ante el Juzgado Trigésimo Primero de Control
del referido Circuito Judicial Penal, comparecieron a la sede del Juzgado Cuadragésimo de Control, con el
propósito de revisar las actas procesales y conocer los delitos imputados y los fundamentos de la medida cautelar
decretada. Sin embargo, el Secretario de dicho órgano jurisdiccional les informó que nadie tenía acceso al
expediente, “por instrucciones del titular de ese despacho, (...) pues, según él, en las actas no constaba el
nombramiento de defensores”, toda vez que la designación y juramentación de los prenombrados profesionales
del derecho era, según el juez, inválida.

4.- Que los defensores del ciudadano Henrique Capriles Radonski denunciaron tal situación ante la
oficina de la Inspectoría de Tribunales; cuando el inspector de guardia concurrió a la sede del Juzgado
Cuadragésimo de Control, el juez también le negó el acceso al expediente, tal y como se hizo constar en el acta
elaborada en esa oportunidad.

5.- Que, el 18 de marzo de 2004, los defensores del hoy accionante consignaron un escrito ante el
referido tribunal de control, mediante el cual solicitaron el acceso a las actas procesales; no obstante, como no se
obtuvo un pronunciamiento al respecto por parte del juez, formalizaron una denuncia ante la Inspectoría General
de Tribunales, la cual quedó signada con el n° 55/03/04.

6.- Que el juez del tribunal accionado, al negar la validez de la designación y juramentación de los
abogados Arturo López Massó y Francisco Boza como defensores del quejoso, desconoció los artículos 137 y
139 del Código Orgánico Procesal Penal, que establecen el derecho del imputado a nombrar un abogado de su
confianza como defensor, nombramiento que no está sujeto a ninguna formalidad, así como el artículo 257
constitucional, según el cual la justicia no se sacrificará por la omisión de formalidades no esenciales.

7.- Por las razones anteriores, denunciaron la violación de los derechos del quejoso a la tutela judicial

efectiva, al debido proceso, a la defensa y a ser juzgado por un juez competente, independiente e imparcial.

8.- Finalmente, solicitaron se ordenara al presunto agraviante, que reconociera a los abogados Arturo
López Massó y Francisco Boza como defensores del hoy accionante y que les permitiera acceder al expediente
n° 3002/04; asimismo, pidieron la declaratoria de nulidad “de toda la investigación” y, en consecuencia, de la
privación judicial preventiva de libertad decretada, el 16 de marzo de 2004.

III
DE LA SENTENCIA CONSULTADA

El 5 de abril de 2004, la Sala Accidental n° 5 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas homologó el desistimiento formulado por la defensa del accionante, con
fundamento en las razones que siguen:
Que, el 2 de abril de 2004, el abogado Francisco Boza, actuando en defensa del ciudadano Henrique
Capriles Radonski, desistió de la acción de amparo interpuesta, pues la Sala de Casación Penal de este Tribunal
Supremo de Justicia hizo cesar las violaciones constitucionales denunciadas, al avocarse al conocimiento de la
causa seguida contra el quejoso, anular la medida judicial privativa de libertad y ordenar el acceso a las actas por
parte de sus defensores.

Que el artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales prevé la
posibilidad de desistir de la acción de amparo, salvo que se trate de un derecho que afecte el orden público o las
buenas costumbres. En este sentido, los derechos presuntamente vulnerados constituían derechos humanos
fundamentales, cuya violación debía considerarse, indudablemente, como materia de orden público; no obstante,
los mismos “fueron restituidos cabalmente por una decisión de la Sala (de Casación) Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, quien actuó en la causa principal cuya decisión originó esta acción, por avocamiento”.

IV
DE LA COMPETENCIA

Previo a cualquier otra consideración, esta Sala debe pronunciarse acerca de su competencia para
conocer de la presente consulta, y a tal efecto es necesario reiterar que le corresponde conocer las apelaciones y
consultas de las sentencias provenientes de los Juzgados o Tribunales Superiores de la República, la Corte
Primera de lo Contencioso-Administrativo, las Cortes de Apelaciones en lo Penal, así como de los Juzgados
Superiores en lo Contencioso-Administrativo en tanto su conocimiento no estuviere atribuido a otro tribunal,
cuando ellos conozcan la acción de amparo en primera instancia, de acuerdo con lo establecido en la decisión del
20 de enero de 2000 (caso: Emery Mata Millán vs. el Ministro y el Viceministro del Interior y Justicia) y en el
artículo 5, numeral 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela.

Ahora bien, por cuanto la sentencia objeto de la consulta fue emitida por la Sala Accidental n° 5 de la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, en sede constitucional,
corresponde a esta Sala el conocimiento de dicha consulta, en atención a su doctrina y de conformidad con lo
previsto en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, aplicables
según lo dispuesto por el literal b) de la Disposición Derogatoria, Transitoria y Final de la mencionada Ley
Orgánica. Así se decide.

V
MOTIVACIÓN PARA DECIDIR

Con el propósito de resolver la presente consulta, se observa que los abogados Francisco Boza, Arturo
López Massó, Juan Martín Echeverría Prices, Juan Martín Echeverría Becerra y Gregory Odreman Ordozgoitty,
actuando en representación del ciudadano Henrique Capriles Radonski, incoaron acción de amparo
constitucional contra “las actuaciones irregulares” presuntamente cometidas por el Juzgado Cuadragésimo de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, al negar a los dos primeros de los
prenombrados profesionales del derecho, la condición de defensores del hoy accionante, y por tanto, el acceso al
expediente contentivo de la causa penal seguida contra el mismo.

En primer término, cabe destacar que, el 23 de marzo de 2004, cuatro días después de interponer el
amparo bajo examen, el abogado Francisco Boza solicitó, ante la Sala de Casación Penal de este Alto Tribunal,
se avocara al conocimiento del referido proceso penal, pedimento que fue resuelto, el 1° de abril del mismo año.
En este sentido, en la decisión n° 103/2004, la mencionada Sala de Casación se avocó al conocimiento de dicha
causa, anuló la orden de aprehensión emitida por el Juzgado Cuadragésimo de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, ordenó remitir el expediente al Presidente de ese Circuito Judicial
Penal, para que lo asignara a otro tribunal de control, y ordenó “al tribunal que corresponda, permitir el acceso
a las actas de las partes involucradas”.

Como se observa, con la citada decisión cesaron las actuaciones presuntamente lesivas de los derechos
constitucionales del ciudadano Henrique Capriles Radonski, por cuanto la referida Sala de Casación Penal
excluyó al tribunal accionado del conocimiento de la causa, ordenó redistribuirla a otro tribunal de control, así
como permitirle a los defensores del prenombrado ciudadano, revisar el expediente.

Tal circunstancia determinaría la inadmisibilidad sobrevenida del amparo propuesto, de conformidad con
el numeral 1 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, según el
cual “no se admitirá la acción de amparo: 1) Cuando hayan cesado la violación o amenaza de algún derecho o
garantías constitucionales, que hubiesen podido causarla (...)”.

No obstante, el 2 de abril de 2004, el abogado Francisco Boza desistió de la acción de amparo incoada,
mecanismo de autocomposición procesal previsto, en el proceso de amparo, en el artículo 25 de la Ley que rige
la materia, el cual dispone que quedan excluidas del mismo todas las formas de arreglo entre las partes, sin
perjuicio de que el agraviado pueda desistir de la acción interpuesta, en cualquier estado y grado de la causa,
salvo que se trate de un derecho de eminente orden público o que pueda afectar las buenas costumbres.

Ahora bien, de acuerdo con el artículo 264 del Código de Procedimiento Civil, aplicable supletoriamente
en el presente caso, en atención al artículo 48 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, para desistir de la demanda es necesaria la capacidad para disponer del objeto sobre el cual
versa la controversia, lo que no fue verificado por el juzgador a quo antes de homologar el desistimiento de la
acción.

En este orden de ideas, visto que el desistimiento en cuestión no fue manifestado personalmente por el
ciudadano Henrique Capriles Radonski, sino por medio de su apoderado judicial, abogado Francisco Boza, esta
Sala constata que el prenombrado ciudadano lo facultó expresamente para desistir de la acción, mediante el
instrumento poder inserto en los folios 15 y 16 del presente expediente, tal y como lo exige el artículo 154 del
Código de Procedimiento Civil.
Determinada la facultad para desistir del abogado Francisco Boza, es necesario examinar si la situación
planteada por la parte actora afecta el orden público o las buenas costumbres, pues en ese caso, no procedería la
homologación del desistimiento formulado.

Al respecto, el sentenciador a quo consideró que la vulneración de los derechos denunciados constituía
materia de eminente orden público; no obstante, homologó el desistimiento tras señalar que tales derechos
“fueron restituidos cabalmente por una decisión de la Sala (de Casación) Penal del Tribunal Supremo de
Justicia”.

Como se observa, el juzgador fundamentó tal homologación en los motivos alegados por el abogado
Francisco Boza al desistir, pese a que, presentado el desistimiento por el accionante, le corresponde al juez de la
causa homologarlo, atendiendo únicamente a los requisitos de validez del mismo, esto es, la legitimación para
desistir y la naturaleza de los derechos involucrados, sin entrar a conocer siquiera las razones o motivos que
justifiquen tal actuación de la parte actora, a menos que de ellos se desprenda la mala fe del presunto agraviado,
caso en el cual el juez podrá aplicar la sanción prevista en el citado artículo 25 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales (Sentencia n° 831/2000 del 27 de julio, caso: Fisco Nacional).

Asimismo, a criterio de esta Sala, el juez de primera instancia empleó erradamente el concepto de orden
público, aclarado en la sentencia n° 1689/2002 del 19 de julio (caso: Duhva Ángel Parra Díaz y otro), en la cual
se afirmó que, a los efectos de la excepción al cumplimiento de ciertas normas relacionadas con los procesos de
amparo constitucional, tal concepto se refiere a la amplitud en que el hecho supuestamente violatorio del
derecho o norma constitucional afecta a una parte de la colectividad o al interés general, más allá de los intereses
particulares de los accionantes.

Por lo tanto, visto que las circunstancias que rodean la pretensión no trascienden más allá de la esfera
jurídica del presunto agraviado, sin que se extienda al resto de la colectividad o al interés general, se concluye
que, en el caso de autos, no se encuentran comprometidos el orden público ni las buenas costumbres. En
consecuencia, la homologación del desistimiento de la acción expresado por la parte actora es procedente.

Conforme con lo anterior, esta Sala confirma, en los términos expuestos, la sentencia sometida a la
consulta de Ley, que homologó el desistimiento formulado por el presunto agraviado, y así se decide.

VI
DECISIÓN

Por las motivaciones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional,
administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, CONFIRMA, en los términos
expuestos, la sentencia dictada, el 5 de abril de 2004, por la Sala Accidental n° 5 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que homologó el desistimiento manifestado por el
abogado Francisco Boza, en representación del ciudadano Henrique Capriles Radonski, de la acción de amparo
constitucional interpuesta por los abogados Francisco Boza, Arturo López Massó, Juan Martín Echeverría
Prices, Juan Martín Echeverría Becerra y Gregory Odreman Ordozgoitty, en defensa del prenombrado
ciudadano, contra el Juzgado Cuadragésimo de Control del referido Circuito Judicial Penal. Queda en los
términos expuestos, resuelta la consulta de ley.

Publíquese, regístrese y devuélvase el expediente. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en Caracas, a los 29 días del mes de septiembre dos mil cuatro. Años: 194º de la Independencia y 145º
de la Federación.

El Presidente,

IVÁN RINCÓN URDANETA


El Vicepresidente,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

Los Magistrados,

ANTONIO JOSÉ GARCÍA GARCÍA CARMEN ZULETA DE MERCHÁN


Ponente

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

CZdeM/
Exp. n° 04-1050

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