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LA ACTITUD RELIGIOSA

A través de la actitud religiosa el creyente fundamenta su existencia en el mundo y


también, por lo menos en muchas de las religiones, vive en función de una existencia
futura, más allá de la muerte.

Su vivir presente o mundano, es generalmente preparación para el vivir futuro, en


donde obtendrá premio o castigo según sea el caso.

La religión es religación, lazo de unión entre el hombre y su Dios. Esta religación puede
enmarcarse dentro del mito, puede ir más allá del mito por medio de la búsqueda
racional de la coherencia del dogma, tal y como lo hace la teología; o por medios del
concepto antideterminista del libre albedrio; o incluso por la toma de conciencia del
campo de vigencia de la religión, comprendiendo que hay otros campos de acción y de
reflexión en que no le corresponde a ella determinar, sino a otras disciplinas como lo
relativo a los astros, los números, las tormentas, etc.

COMPONENTES DE LA ACTITUD RELIGIOSA

Toda religión tiene un sistema de creencias. Cada religión enseña o expone sus propias
verdades acerca del mundo, acerca de la humanidad y acerca de Dios o de los dioses
tal como dichas verdades son interpretadas desde esa misma fe. A través de sus
sistemas de creencias, las religiones predican sus verdades acerca de la vida y de la
muerte, el dolor y la esperanza. Estas creencias dan sentido a la vida sus seguidores y
alimentan su esperanza en medio del sufrimiento.

Misterio: Designamos con el nombre Misterio esa realidad anterior y superior al hombre
cuya presencia se percibe en el ámbito de lo sagrado y que invita a una reorganización
de la vida personal. No se trata pues, de una verdad, de una idea o de un concepto que
se pueda descubrir o aprender, sino de una presencia vivida.

Sagrado: Significa “separado” y lo que es sagrado ya no puede ser tratado de cualquier


forma porque ya no pertenece al mundo natural, sino a Dios. Ha sido separado de las
demás cosas por esa “presencia” del más allá. Las cosas sagradas son distintas porque
representan “algo”, porque vienen de “algún sitio” más allá del mundo que se ve.
La actitud religiosa: Lo que convierte a una persona en religiosa no es solamente el
“sentimiento” de Dios que pueda aparecer en la vida. Se requiere una actitud de
respuesta que reconozca al Misterio como valor central y que busque la propia
salvación en él. La actitud religiosa, busca en la comunión y en la cercanía del Misterio la
salvación, y por eso la persona se confía en las manos de esa realidad suprema.

Manifestaciones de la actitud religiosa: A todos los medios que las persona utilizan para
relacionarse con Dios se les llama mediaciones, a continuación están las 4 más
importantes.

Mitos y relatos: La persona que desarrolla su actitud religiosa, se siente salvada por
Dios, a partir de ese momento, ese Dios se convierte en elemento central de su vida; y
cuando le surgen preguntas, interrogantes sobre las cuestiones de la vida, busca las
respuestas en esa relación con Dios.

Ritos y fiestas: El objetivo de una persona religiosa es estar unida a la divinidad; esa
divinidad que creó la tierra, que salvo a un pueblo, que dio la vida ¿Cómo hacer hoy
presentes esas intervenciones que nos narran los mitos y los relatos de las diferentes
religiones? Para responder surgen los ritos; que son acciones de carácter simbólico que
se repiten siempre según un esquema fijo y el contacto a la persona con la divinidad.

Oración: Todavía queda otra manifestación de la actitud religiosa, mas personal, por la
cual el creyente se comunica directamente con la divinidad; la oración. Esta es
probablemente la expresión religiosa más típica. La oración es la palabra por la que la
persona religiosa eleva su mente, su corazón y todo su ser, hacia el ser supremo en una
alabanza.

Moral: La ética y la moral son también una manifestación de la actitud religiosa. Esa
relación que la persona con actitud religiosa decíamos que siempre supone un cambio
de conducta, en efecto aceptar la salvación que trae la divinidad provoca una moral
determinada. La persona se siente transformada por esa relación, y por tanto, actúa
según esa relación con Dios. Pero el núcleo de la religión es esa relación que se
establece con Dios, no las conductas establecidas que se pueden seguir incluso sin ser
creyente.
CATEGORÍAS Y PRÁCTICA

La actitud práctica

Es el conjunto no sistemático de "verdades" o conocimiento nacidos de la propia


experiencia y de la ajena que han sido transferidos de generación en generación. Estos
conocimientos nos sirven para subsistir y nos resuelven los problemas más elementales
que van desde la forma de bajar una fruta por medio de una pedrada lanzada por una
honda, hasta la elaboración de utensilios de barro.

A esta actitud la llamamos "práctica" porque no pretende dar respuesta a grandes


problemas inmanentes o trascendentes, sino, más bien, solucionar los problemas que se
van presentando y que requieren soluciones inmediatas.

Entra en juego en ella el llamado "sentido común", esa facultad de resolver


razonablemente las cosas y que todos poseemos.

La actitud práctica puede estar, sin embargo, enriquecida por una actitud mítica, semi-
mítica o por la ciencia.

Así, pues, la realidad no se presenta originalmente al hombre en forma de objeto de


intuición, de análisis y comprensión teórica; se presenta como un campo en que se
ejerce su actitud práctico sensible y sobre cuya base surge la intuición práctica
inmediata de la realidad.
La práctica utilitaria inmediata y el sentido común correspondiente ponen al hombre en
condiciones de orientarse en el mundo, de familiarizarse con las cosas y manejarlas,
pero no les proporciona una comprensión de las cosas y de la realidad.

El conjunto de fenómenos que llenan el ámbito cotidiano y la atmósfera común de la


vida humana, que con su regularidad, inmediatez y evidencia penetra en la conciencia
de los individuos agentes asumiendo un aspecto independiente y natural, forma el
mundo de la pseudoconcreción.

En el mundo de la pseudoconcreción el lado fenoménico de la cosa, es considerado


como la esencia misma, y la diferencia entre esencia y fenómenos desparece.

El fenómeno es, por tanto, algo que, a diferencia de la esencia oculta, se manifiesta
inmediatamente, primero y con más frecuencia.

Las creencias religiosas son ideas consideradas como verdaderas por quienes profesan
una determinada religión.

Una religión comprende no sólo las creencias religiosas sino también la puesta en
práctica de las mismas, a través de ciertos actos especiales (ritos o rituales religiosos, a
los que en sentido restringido a veces también se los denomina culto). Por medio de
estas ideas, el practicante cree que puede comunicarse o congraciarse con alguna
divinidad.

Las religiones reconocen en general un fundador, quien establece las doctrinas


religiosas, que incluyen las creencias religiosas y todo tipo de orientaciones morales y
vitales, incluyendo cuestiones políticas, sociales e ideológicas. Todas ellas son de muy
variada interpretación (exégesis) posterior.

La mayoría de las religiones poseen sus fuentes teológicas, un determinado o


indeterminado número de escritos o tradiciones orales que consideran, ya sea
inspirados o revelados por divinidades (y por lo tanto sagrados), o no inspirados pero
de provecho espiritual. Entre otros están la Biblia, el Corán, la Torá, el Bhagavad Gita,
etc.
Las creencias religiosas se refieren a un estado mental en el que se pone la fe en algo
sobrenatural, sagrado o divino (en terminología de Mircea Eliade "numinoso"). Tal
estado se relaciona con:

 la existencia, características y culto hacia una deidad o deidades;


 la intervención divina en el universo y la vida humana (providencia)
 los valores y prácticas centradas en las enseñanzas de un líder espiritual

En contraste con otros sistemas de creencias, las creencias religiosas están,


habitualmente, dirigidas desde unos principios a modo de máximas que integran su
doctrina. Dichos principios son también considerados artículos de fe. La distinción entre
creencia (pistis) y fe (elpis), es que los artículos de la fe constituyen una verdad de
carácter superior que ningún filósofo puede discutir. En los mismos sentidos la verdad
es sólo alcanzable para el fiel a una religión por la aprehensión, captación e iluminación
de la Verdad contenida en la fe religiosa codificadas.

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