EL ROL DE LA EMPRESA EN LA SOCIEDAD

La empresa es un núcleo tanto económico como social. A ésta, no sólo le importa los datos
financieros sino también los recursos intangibles, tales como el capital intelectual, social y
humano, la marca, y su interacción con el medio ambiente. De la sociedad, la empresa recibe
muchísimo, por ejemplo: el recurso humano; los consumidores de los productos o servicios;
la infraestructura económica; el orden y paz, que son garantizados por ley; etc. Por lo anterior,
existe una dependencia que no es posible evitar, y, en consecuencia, puede afirmarse que
los propósitos financieros de la empresa no están por encima de sus propósitos sociales. Una
empresa responsable es aquella que mira más allá de la obligada rentabilidad económica y
destina parte de sus beneficios a contribuir de una forma u otra a crear riqueza mediante la
oferta a la comunidad de los productos y servicios que ésta necesita.

Las empresas han pasado de ser organizaciones destinadas al lucro a convertirse en actores
sociales de trascendencia para todo aquel que se relaciona de alguna manera con ella. En
este sentido de ideas, podemos decir que pasó de una visión clásica capitalista a ser un actor
significativo del desarrollo económico (Vargas 2006; pág 15). En la medida en que ocurre la
globalización de las organizaciones involucrando aperturas comerciales, telecomunicaciones
y transporte han permitido concientizar a las organizaciones y ciudadanía sobre la relevancia
de las responsabilidades sociales.

Las empresas se ven enfrentadas a desafíos sociales, económicos, políticos, tecnológicos y

ambientales. Uno de ellos es el efecto negativo que tendrán futuras generaciones por el mal
manejo de las emisiones y los desechos. Para lograr ser sostenibles se tiene que identificar
el alcance de las operaciones de la empresa e implementar políticas creativas desde lo
operativo, estratégico y táctico. (González, 2013).

La comunidad empresarial reconoce ya casi de forma generalizada que la sociedad no sólo

la juzga por sus resultados económicos, la juzga asimismo por su acción positiva en el ámbito
social y ambiental. Así, el factor crítico en la actualidad para las empresas es lograr la
integración de esta nueva percepción de su papel en su cultura y valores y más aún, en su
propia conducta. El reto para las empresas es llegar a ser comunidades guiadas por
propósitos, además de organizaciones que velan por los intereses de sus propietarios y
accionistas.

Las empresas estimulan a la sociedad, favorecen la implicación de las personas en ella,

generan personas más formadas, más entendidas y, en definitiva, favorecen el bienestar
individual y colectivo. Todo ello favorece que los trabajadores se sientan parte integrante de
ella. Muchas de las empresas que hoy están en el mercado responden a un propósito y a
unos determinados criterios con todos sus grupos de relación (stakeholders):

- Los trabajadores deben sentirse implicados en la empresa y ésta debe desarrollar una
política de minimizar los riesgos laborales, y activar políticas de hábitos saludables, a
la vez que fomenta la formación y la participación;
- Sostenibilidad. La guía deben ser los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).El
desarrollo sostenible y la economía circular no son una opción sino una
 responsabilidad de la empresa, que ha de saber perseverar en la búsqueda del bien
común.
- Personas y Sociedad. El compromiso con las personas y con la sociedad a la que
sirve debe ser parte fundamental de la gestión empresarial.

Referencias:

[1] Morales F. Rodríguez G. (Julio-Diciembre de 2014). “Rol de las empresas en la sociedad

contemporánea”, Relaciones internacionales, N.º 87.2, Pág. 81-9.

[2] Ávila M, Diana C. (Diciembre 2014). Cadena de abastecimiento sostenible, iniciativa que
contribuye en el crecimiento de las compañías y del país.

[3]http://www.angelsimon.com/empresa/-/asset_publisher/NtIVHGoWDuAr/content/el-papel-
fundamental-de-las-empresas-en-la-sociedad