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AUDIENCIA DE

MEDIDAS DE SEGURIDAD.docx

ES NECESARIO QUE COLOQUE TODOS LOS REQUISITOS PARALA ACUSACION? EL CODIGO DICE
QUE TIENE COMO BASE LA ACUSACION O ESTA BIEN SOLO LA PRETENSION, DATOS DEL
IMPUTADO, HECHOS, REQUISITOS (elementos de convicción de delito) CALIFICACION
JURIDICA , GRADO DE PARTICIPACION, DURACION DE LA MEDIDA, MEDIOS DE PRUEBA

SOLICITUD PRINCIPAL DE TIPIFICACION, PENA, REPARACION CIVIL Y CONSECUENCIAS


ACCESORIAS:

5.2 REQUISITO: QUE DEL HECHO Y DE LA PERSONALIDAD DEL AGENTE PUEDA DEDUCIRSE
UN PRONÓSTICO DE COMPORTAMIENTO FUTURO QUE REVELE UNA ELEVADA
PROBABILIDAD DE COMISIÓN DE NUEVOS DELITOS.
ESTA BIEN QUE SOLO ME BASE EN LA PERICIA QUE TOMO COMO BASE EL JUEZ PARA
DECLARAR INIMPUTABLE QUE SEÑALA QUE ES GRAVE?

LA DURACIÓN DE LA MEDIDA SI ES LO MISMO QUE SE SERIA LA PENA, SOLO SERIA APLICANDO


LAS REGLA DE 3 TERCIOS Y TAMBIEN APLICARÍA ATENUANTES Y AGRAVANTES?

1. El artículo 75° del Código Penal no podrá exceder el tiempo de duración de la pena privativa
de libertad que hubiera correspondido aplicarse por el delito cometido”.

2. La Corte Suprema a través del R.N. 3608-2014, Piura, estableció que la medida de seguridad
a imponer debe tener la misma medida que la posible pena que pudo habérsele impuesto
al sujeto si se tratase de un imputable pasible de reproche.

COMO MEDIOS DE PRUEBA SOLO COLOCARIA SOLO DE LAS PERICIA O TAMBIEN DE LO


RELACIONADO CON EL DELITO DE VIOLACION PORQUE COMO REQUISITO ESTAN LOS
ELEMENTOS DE CONVICCION CUANDO EN LA AUDIENCIA SOLO SE ACTUA LA PERICIA

¿HAY ATENUENTES Y AGRAVANTES PARA EL CASO DE INIMPUTABLE?

sin la presencia del imputado si fuere imposible en razón a su estado de salud o por motivos
de orden o de seguridad. En el juicio será representado por su curador.

7. Si no es posible la presencia del imputado en el acto oral, antes de la realización del juicio
podrá disponerse el interrogatorio del imputado, con la intervención y orientación de un
perito. Esta actuación sólo será posible si lo permite la condición del imputado, a juicio del
perito. SE PODRIA INTERROGAR CUANDO TIENE ESQUIZOFRENIA?

7. Si no es posible la presencia del imputado en el acto oral, antes de la realización del juicio
podrá disponerse el interrogatorio del imputado, con la intervención y orientación de un
perito. Esta actuación sólo será posible si lo permite la condición del imputado, a juicio del
perito.

8. Cuando no pueda contarse con la presencia del imputado, se podrán leer sus
declaraciones anteriores, así como la prevista en el numeral anterior.
SE INTERROGA EN LA AUDIENCIA AL IMPUTADO?

PROCESO DE SEGURIDAD

1. CONCEPTO

Según el Dr. Luis A. Bramont Arias Torres1 “es un proceso penal especial que gira en torno a la
probabilidad de que al procesado se le imponga una medida de seguridad, de acuerdo a lo
establecido en los artículos 456 al 458 del CPP de 2004, en concordancia con lo dispuesto por
los artículos 72 y siguientes del Código Penal”.

A esta definición general se le une Juan Humberto Sánchez Córdova2 quien lo define como un
proceso aplicable a los inimputables (personas que no tienen la capacidad de comprender lo
que la norma establece y no pueden conducirse por lo que ella establece), siéndoles aplicables
las medidas de seguridad.

2. LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

1 Bramont Arias Torres, Luis. Procedimientos especiales. Lo nuevo del código procesal penal de 2004 sobre los
procedimientos especiales. Gaceta Jurídica. Tomo 4. Pág. 81.
2 Sánchez Córdova, Juan Humberto. Procedimientos especiales. Problemas de aplicación del código Procesal Penal de

2004. Problemas de aplicación e interpretación de los procesos especiales. Manual 4. Pág. 38.
Es la consecuencia jurídica que se le impone a los inimputables que consiste en privar
temporalmente de ciertos bienes juiridcos, derechos a quienes han realizado un tipo penal,
careciendo de culpabilidad, es decir no se le aplica la medida de seguridad en función de su
“culpabilidad” (cualidad de la que justamente carecen) sino de su peligrosidad. Así, pues, mal
haríamos al hablar de un delito, cuando corresponde hablar de un “estado de peligro”.

Lo que diferencia claramente la pena de la medida de seguridad es su fundamento; como ya


hemos dicho, la culpabilidad en las penas, la peligrosidad en las medidas de seguridad.

3. INIMPUTABLES

El proceso de seguridad se aplica a delitos cometidos por personas inimputables que


determina el Artículo 20 del Código Penal: I) El que por anomalía síquica, grave alteración
de la conciencia o por sufrir alteraciones en la percepción, que afectan gravemente su
concepto de la realidad, no posea la facultad de comprender el carácter delictuoso de su
acto o para determinarse según esta comprensión; 2) menor de 18 años
Bramont-Arias (2008, p. 308) señala que, inimputable es “la persona que no está en capacidad
de conocer y comprender que actúa antijurídicamente o que pudiendo comprenderlo, no está
en condiciones de actuar de otra manera”.

Anomalía psíquica está referida a las diferentes manifestaciones normales de la psiquis, se


trata de una perturbación psíquica morbosa de tal magnitud que impide la comprensión
normal del carácter de su acto delictuoso.

Grave alteración de la conciencia a diferencia de la anomalía psíquica esta carece de una base
patológica (enfermedad), esta puede ser producida por perturbaciones de naturaleza
fisiológica o psicológica, originadas por el alcohol y las drogas o la mente.

Por su parte Bramont-Arias (2008, p. 308) señala que, “perturbación profunda de la conciencia
de sí mismo o del mundo exterior que afecta la inteligencia o la voluntad, impide la
comprensión del acto ilícito”.

Grave alteración de la percepción se producirse por la carencia o imperfección de los sentidos,


afectando enormemente al sujeto agente de la concepción de la realidad, a modo de ejemplo
tenemos los sordomudos, los ciegos, etc.

4. OPORTUNIDAD

Artículo 456 Instauración del proceso de seguridad.-

El fiscal requerirá el proceso de seguridad en dos supuestos:

1. Cuando el Fiscal, luego de haberse dictado la resolución prevista en el artículo 75, o cuando
al culminar la Investigación Preparatoria (etapa intermedia) considere que sólo corresponde
imponer al imputado una medida de seguridad y que son aplicables las disposiciones del Título
IV del Libro I del Código Penal, según el estado de la causa realizará las actuaciones de
investigación imprescindibles o, si estima que éstas han cumplido su objeto requerirá la apertura
de juicio oral y formulará el correspondiente requerimiento de imposición de medidas de
seguridad, aplicando en lo pertinente lo dispuesto para la acusación fiscal con la indicación
precisa de la medida de seguridad que solicita.
Si el imputado está procesado con otros imputados, se desacumulará el extremo de los cargos
que se le imputan, incoándose una causa independiente.

Artículo 75 Inimputabilidad del procesado.-

1. Cuando exista fundada razón para considerar el estado de inimputabilidad del procesado
al momento de los hechos, el Juez de la Investigación Preparatoria o el Juez Penal, colegiado o
unipersonal, según el estado de la causa, dispondrá, de oficio o a pedido de parte, la práctica de
un examen por un perito especializado.

Recibido el informe pericial, previa audiencia, con intervención de las partes y del perito, si el
Juez considera que existen indicios suficientes para estimar acreditado el estado de
inimputabilidad del procesado, dictará la resolución correspondiente instando la incoación del
procedimiento de seguridad según lo dispuesto en el presente Código.

El fiscal requerirá el proceso de seguridad en dos supuestos:

a. Cuando el juez, de oficio o a pedido de parte, haya dispuesto el examen


pericial del imputado y, en audiencia, el perito, previo informe pericial, haya
explicado el estado de inimputabilidad del encausado, y se haya dictado la
resolución que así lo declara – en rigor, corresponde al juez, con mero apoyo
pericial; descartar o acreditar la afectación grave del concepto de realidad y
no indagar acerca de una determinada patología mental o biológica; vale
decir, si la capacidad de comprensión de la persona encausada está
gravemente afectada y ya no le exige comprender ni inhibirse- instando la
incoación del proceso de seguridad (art. 75 NCPP).
El artículo 75 del NCPP establece que cuando exista fundada razón para
considerar el estado de inimputabilidad del procesado al momento de los
hechos, el Juez de la Investigación Preparatoria o el Juez Penal, de
juzgamiento, dispondrá, de oficio o a pedido de parte un examen por un perito
especializado. Una vez recibido el informe pericial, previa audiencia, con las
partes y el perito, si el juez considera que existen indicios suficientes que el
procesado es inimputable, dictará la resolución correspondiente instando la
incoación del proceso de seguridad. Aquí lo sustancial es el peritaje
psicológico del imputado, pues el juez no puede llevarse de su arbitrio de lego.
Podría pasar que el procesado está fingiendo para que se le aplique este
proceso especial.
Es de aclarar, empero, que el juez de la investigación preparatoria no ordena
la iniciación del procedimiento de seguridad, solo insta su incoación, pues la
legitimación para hacerlo la ostenta el fiscal.
b. Cuando al culminar la investigación preparatoria considere que solo
corresponde imponer al imputado una medida de seguridad. En este caso
realizara las investigaciones indispensables- si corresponde hacerlo- o
directamente requerirá la apertura de juicio oral y formulara el
correspondiente requerimiento de imposición de medidas de seguridad,
aplicando en lo pertinente las reglas que fijan los requisitos de la acusación
fiscal (enumerados en el art. 349 NCPP).

El fiscal, luego de haberse dictado la resolución anterior o cuando al culminar


la investigación preparatoria considera que solo corresponde imponer al
imputado una medida de seguridad, según el estado de la causa realizará las
actuaciones de investigación imprescindibles o, si estima que han cumplido su
objeto requerirá la apertura de juicio oral y formulará el correspondiente
requerimiento de imposición de medidas de seguridad. Es aplicable, lo
pertinente dispuesto para la acusación fiscal con la indicación precisa de la
medida de seguridad que solicita. Puede solicitar de acuerdo a la gravedad del
hecho punible internamiento o tratamiento ambulatorio.
En el aspecto procesal, y tomando en cuenta lo señalado en el artículo 456 del
CPP de 2004, cuando el fiscal, luego de haberse dictado la resolución donde se
declara al procesado como inimputable, o cuando al culminar la investigación
preparatoria considere que solo corresponde imponer al imputado una medida
de seguridad y que son aplicables las disposiciones del Título IV del Libro I del
Código Penal, según el estado de la causa realizará las actuaciones de
investigación imprescindibles o, si estima que estas han cumplido su objeto,
requerirá la apertura de juicio oral y formulará el correspondiente requerimiento
de imposición de medidas de seguridad, aplicando en lo pertinente lo dispuesto
para la acusación fiscal con la indicación precisa de la medida de seguridad que
solicita.
Como se puede apreciar, el inicio del proceso de seguridad gira en torno a las
diligencias de investigación del Ministerio Público en las que haya podido reunir
las evidencias que acrediten la peligrosidad criminal del procesado, así como, su
inimputabilidad, que le harían merecedor no de una pena sino de una medida de
seguridad.

Si se trata de un proceso con pluralidad de imputados, la regla es la


desacumulación y la formación de un proceso autónomo con la única inclusión
del imputado presuntamente inimputable. Es esa misma línea, el art. 457.5 NCPP
prohíbe la acumulación de un proceso de seguridad con otro común. Está
prohibido acumular un proceso común con uno de seguridad si existiesen
coimputados que no tienen limitaciones en su capacidad. Se desacumulará el
extremo de los cargos que se le imputan, incoándose una causa independiente.

El requerimiento fiscal no solo consiste en pedir la incoación del proceso de


seguridad, sino que importa la solicitud de apertura del juicio oral y la petición de
imposición de una medida de seguridad específica, siguiendo en lo aplicable las
normas que regulan la acusación fiscal. Rige en lo pertinente los arts. 343 y 349
NCPP. El juez de la investigación preparatoria, según el art. 457.4, podrá rechazar
ese requerimiento si considera que corresponde la aplicación de una pena. Contra
esta resolución procede recurso de apelación, con efecto suspensivo.

En ese contexto, el CPP de 2004 distingue entre acusación y requerimiento de


imposición de medidas de seguridad, donde la primera gira en torno a la probable
aplicación de una pena; en cambio, la segunda a uno de los tipos de medidas de
seguridad que el Código Penal ha establecido.

Requisitos para la aplicación

Artículo 72.- Las medidas de seguridad se aplicarán en concurrencia con las circunstancias
siguientes:

1. Que el agente haya realizado un hecho previsto como delito; y


Toda medida de seguridad se impone cuando se ha acreditado procesalmente la
comisión de un delito. Entonces, únicamente a partir de la realización de un
injusto –aun cuando su autor no sea culpable– es posible activar la intervención
represiva o preventiva del Estado y de sus sanciones penales.

La referencia expresa al “delito” en diversos preceptos reguladores de las medidas


de seguridad, debe ser entendida como delito en sentido estricto, esto es, con
exclusión de las faltas3. Por otra parte, la exigencia de la previa comisión de un
hecho delictivo hace referencia a un hecho típicamente antijurídico, sin requerirse
la culpabilidad del sujeto (que sí es necesaria para la imposición de una pena).

2. Que del hecho y de la personalidad del agente pueda deducirse un pronóstico de


comportamiento futuro que revele una elevada probabilidad de comisión de nuevos
delitos.

En efecto, la medida de seguridad se impone cuando resulta imprescindible controlar y


prevenir un futuro accionar delictivo del sentenciado. Esto es, cuando se ha acreditado
un pronóstico de peligrosidad criminal que justifica la medida. No es, pues, suficiente que
el agente inimputable o imputable relativo haya cometido un delito, es requisito, además,
que en el futuro él pueda incurrir en nuevos hechos punibles.

Lamentablemente, la ley no precisa que indicadores concretos de peligrosidad deben ser


apreciados por el Juez.

Ahora bien, del texto normativo podemos deducir los siguientes criterios de
interpretación:

 La peligrosidad es un pronóstico que debe hacerse en base al delito cometido, a


su modalidad de ejecución, y a la evaluación psicológica que se haga del agente.
 La declaración de peligrosidad opera como un pronóstico de probabilidad de
comisión de nuevos delitos.
 El pronóstico de peligrosidad es una decisión judicial, pero debe fundarse en los
resultados de las evaluaciones que apliquen los peritos al infractor

3SÁNCHEZ ILLERA, Ignacio. “Las medidas de seguridad”. En: Comentarios al Código Penal de 1995. Tomo I, Tirant lo
Blanch, Valencia, 1996, p. 536. SILVA SÁNCHEZ, Jesús María. “La regulación de las medidas de seguridad”. En: El
Código Penal: cinco cuestiones fundamentales. Bosch. Barcelona, 1997, pp. 22 y 23.
Principio de Proporcionalidad

Artículo 73.- Las medidas de seguridad deben ser proporcionales con la peligrosidad delictual
del agente, la gravedad del hecho cometido y los que probablemente cometiera si no fuese
tratado.

A través de este principio se trata de proteger los derechos fundamentales del sujeto
peligroso, limitando la afectación que en ellos produce la aplicación de las medidas de
seguridad, cuya duración en buena lógica debería depender del cese o no del estado
pasional de peligrosidad criminal del sujeto.

San Martín Castro cuando señala que el principio de proporcionalidad tiene un definido
acento garantista y se expresa en una referencia tanto a la peligrosidad del pasado,
expresada en el delito cometido, como a la peligrosidad del futuro, expresada en el
pronóstico sobre los hechos que pueda cometer, y que en nuestra legislación se asocia –
respecto de la internación– a la duración de la medida

Título IV del Libro I del Código Penal,

Artículo 71.- Las medidas de seguridad que establece este Código son:

1. Internación; y

Artículo 74.- La internación consiste en el ingreso y tratamiento del inimputable en un centro


hospitalario especializado u otro establecimiento adecuado, con fines terapéuticos o de custodia.

Sólo podrá disponerse la internación cuando concurra el peligro de que el agente cometa
delitos considerablemente graves.

Duración de la internación

Artículo 75.- La duración de la medida de internación no podrá exceder el tiempo de duración


de la pena privativa de libertad que hubiera correspondido aplicarse por el delito cometido.

Sin perjuicio de que el Juez lo solicite cada seis meses, la autoridad del centro de internación
deberá remitir al Juez una pericia médica a fin de darle a conocer si las causas que hicieron
necesaria la aplicación de la medida han desaparecido.

En este último caso, el Juez hará cesar la medida de internación impuesta.

Aplicación de internación antes de la pena. Cómputo

Artículo 77.- Cuando se necesite aplicar una medida de internación a un imputable relativo, o a
un toxicómano o alcohólico imputable, el Juez dispondrá que ella tenga lugar antes de la pena.
El período de internación se computará como tiempo de cumplimiento de la pena sin perjuicio
que el Juez pueda dar por extinguida la condena o reducir su duración atendiendo al éxito del
tratamiento.

Ella se aplica a los inimputables, y excepcionalmente a los imputables relativos o a


imputables que han incurrido en delito por su vinculación con el consumo excesivo de
alcohol o drogas. Es importante señalar que sólo podrá imponerse la internación cuando
concurra el peligro de que el imputado corneta otros delitos considerablemente graves
(homicidio, lesiones, violación).

La duración de la medida de internación no puede ser indeterminada. El juez, por lo tanto,


debe definir en la sentencia su extensión temporal, la cual, como se infiere del artículo
75 del Código Penal, en ningún caso puede exceder los límites cuantitativos de la pena
privativa de libertad que se hubiera aplicado al procesado si hubiese sido imputable.

Cabe señalar, sin embargo, que la duración de la medida de internación que se fijó en la
sentencia puede ser modificada durante su etapa de ejecución. En efecto, la ley dispone
que cada seis meses, y sin perjuicio de que el órgano jurisdiccional lo requiera, “La
autoridad del centro de internación deberá remitir al juez una pericia médica a fin de
darle a conocer si las causas que hicieron necesaria la aplicación de la medida han
desaparecido”. De constatarse dicho resultado exitoso “el juez hará cesar la medida de
internación impuesta”.

En la sentencia vinculante R.N. Nº 104-2005-Ayacucho del dieciséis de marzo del año dos
mil cinco, la Sala Penal Suprema establece precisiones con relación a la medida de
seguridad:

1. La medida de internación es privativa de libertad y solo puede aplicarse cuando existe


el peligro potencial que el inimputable pueda cometer en el futuro otros delitos
graves.
2. La medida de internación solo puede ser impuesta en la sentencia y luego de que en
juicio se haya acreditado la realización del delito por el inimputable y su estado de
peligrosidad.
3. La duración de la medida de internación no puede ser indeterminada, por eso,
4. La duración de la medida de internación debe ser proporcional a la peligrosidad
potencial del agente y coherente con las recomendaciones que sobre el tratamiento
a aplicar haya precisado el perito psiquiatra.
2. Tratamiento ambulatorio.

Artículo 76.- El tratamiento ambulatorio será establecido y se aplicará conjuntamente con la


pena al imputable relativo que lo requiera con fines terapéuticos o de rehabilitación.

Esta medida se aplica exclusivamente a los imputables relativos. Sin embargo, en el


artículo 178 - A del Código Penal se considera también formas especiales de tratamiento
ambulatorio para los imputables que han cometido delitos contra la libertad sexual.

La medida de seguridad que estamos analizando consiste en el sometimiento obligatorio


del sentenciado a un régimen ambulatorio de atenciones de carácter médico, psicológico
o de otra especialidad que su estado personal requiera.

La ley no estipula un límite temporal para la realización del tratamiento ambulatorio. En


todo caso, este no puede exceder el plazo de la condena impuesta al agente del delito.
Su ejecución, pues, tendrá lugar paralelamente al cumplimiento de la pena.

Artículo 457 Reglas especiales.-

1. Para el proceso de seguridad se aplican las disposiciones sobre el proceso común, sin
perjuicio de las reglas especiales previstas en esta sección.

2. Cuando el imputado se encuentre en la situación prevista en el artículo 20.2 del Código


Penal (menor de 18) ego de procederse conforme al artículo 75 (internación), sus facultades
serán ejercidas por su curador o por quien designe el Juez de la Investigación Preparatoria, con
quien se entenderán todas las actuaciones, salvo los actos de carácter personal.

3. En este caso, si fuere imposible su cumplimiento, no se interrogará al imputado.

4. El Juez de la Investigación Preparatoria podrá también rechazar el requerimiento de


imposición de medidas de seguridad formulado por el Fiscal, si considera que corresponde la
aplicación de una pena. Contra esta resolución procede recurso de apelación, con efecto
suspensivo.

5. El proceso de seguridad no podrá acumularse con un proceso común.

6. El juicio se realizará con exclusión del público. De igual manera, también podrá realizarse
sin la presencia del imputado si fuere imposible en razón a su estado de salud o por motivos de
orden o de seguridad. En el juicio será representado por su curador.
7. Si no es posible la presencia del imputado en el acto oral, antes de la realización del juicio
podrá disponerse el interrogatorio del imputado, con la intervención y orientación de un perito.
Esta actuación sólo será posible si lo permite la condición del imputado, a juicio del perito.

8. Cuando no pueda contarse con la presencia del imputado, se podrán leer sus declaraciones
anteriores, así como la prevista en el numeral anterior.

9. Es imprescindible que en el acto oral se interrogue al perito que emitió el dictamen sobre
el estado de salud mental del imputado, sin perjuicio de disponerse, de ser el caso, la ampliación
de dicho dictamen por el mismo u otro perito.

10. La sentencia versará sobre la absolución o sobre la aplicación de una medida de


seguridad.¡¡¡¡¡

Artículo 458 Transformación al proceso común y advertencia.-

1. Si después de la instalación del juicio oral, como consecuencia del debate, el Juez advierte
que no es de aplicación el artículo 456 y que es posible aplicar una pena al imputado, el Juez
dictará la resolución de transformación del proceso y advertirá al imputado de la modificación
de su situación jurídica, dándole la oportunidad de defenderse, sin perjuicio de dar intervención
a las partes. En este caso se suspenderá el acto oral y se reiniciará antes del plazo previsto en el
numeral 3) del artículo 360.

2. Rigen, análogamente, las reglas sobre acusación ampliatoria si el Fiscal considera que se
presenta lo establecido en el numeral anterior, así como las reglas sobre correlación entre
acusación y sentencia.

3. Si se ha deliberado en ausencia del imputado en virtud del artículo anterior, se deberán


repetir aquellas partes del juicio en las que el inculpado no estaba presente.

HECHOS

ERRORES

ERRORES DE HECHO , ERRORES DE PRUEBAS , DE LO QUE VA SER EN SEGUNDA INSTANCIA


Mediante el tratamiento ambulatorio el inimputable es examinado periódicamente a fin de
merituar el tratamiento recibido y su progresión o desarrollo para integrarse a la sociedad como
miembro útil. Se brinda atenciones de carácter médico, psicológico o de otra especialidad que
su estado personal requiera.

El juez competente está obligado a controlar la ejecución de las medidas de


seguridad que imponga. Él, pues, está vinculado a ellas por una obligación de inmediación que
no debe sucumbir –como desafortunadamente ocurre con frecuencia– a la rutina de la
eventualidad, la improvisación o la falta de diligencia.
La autoridad judicial debe planificar y programar adecuadamente sus visitas a los
centros de internación o donde se estén ejecutando medidas de tratamiento
ambulatorio y así poder recibir con criterio de oportunidad los reportes correspondientes.
Ello debe practicarse con responsabilidad y no como un evento episódico a cumplir con
prolongados intervalos de tiempo. Las medidas de seguridad son sanciones. Por eso su ejecución
no debe quedar librada a las decisiones y actuaciones exclusivas del órgano administrativo o
sanitario. Por lo demás, solo un control efectivo y con periodicidad razonable sobre las medidas
de internación permitirá al juez decidir con certeza y eficiencia sobre su reducción o cese en los
casos que autoriza la ley.

Según estadísticas del INPE a febrero de 2019, de 114 583 internos, 457 tenían problemas de
salud mental. La falta de protocolos para la detección y tratamiento en salud mental así como
de estudios epidemiológicos sobre su prevalencia, estarían generando una cifra oculta en esta
población. Más aun teniendo en cuenta que, según el Minsa, en el Perú uno de cada tres
peruanos o peruanas desarrollan algún problema de salud mental en su vida.

El Estado debe asumir la política de tratamiento y rehabilitación a personas con problemas de


salud mental teniendo como fundamento el respeto de todos sus derechos fundamentales, pues
las personas que adolecen de enfermedades mentales (esquizofrenia, paranoia, depresión, etc.),
dentro de las que se incluyen a las personas sujetas a medidas de internación se encuentran en
un estado de especial vulnerabilidad, Así las cosas, parece no haber duda sobre el
reconocimiento de los derechos sociales (salud mental); no obstante el problema se presenta
en el bajo nivel de cumplimiento, respecto al cabal desenvolvimiento de estos derechos, de los
establecimientos de salud mental, por lo que el Estado debe adoptar todas las medidas
destinadas a superar dicha problemática, fortaleciendo los niveles de coordinación intra e
interstitucional: Ministerio de Justicia, Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio de Salud,
Congreso de la República, Poder Judicial, etc. (...)",

Seguidamente, a partir de lo expuesto en el presente caso, examinaremos la situación actual de


aquellas personas con enfermedad mental que han recibido una condena privativa de la libertad,
una medida de prisión preventiva o se encuentran bajo un régimen penitenciario intra muros;
es decir, de aquellas personas que ingresan con algún trastorno mental (pero no han sido
declaradas jurídicamente inimputables) o que han desarrollado alguno durante la ejecución de
la pena, situación que difiere de la de aquellos sujetos declarados inimputables y que se
encuentran bajo alguna medida de seguridad.
A ello cabe adicionar que existen personas, aunque no diagnosticadas previamente, que llegan
a los centros penitenciarios con graves problemas emocionales o con algún tipo de enfermedad
mental, que es precisamente lo que puede haber generado la comisión de los delitos por los que
han sido juzgados o sentenciados. Por ello, tal estado de salud debe ser identificado, controlado
y ser objeto de tratamiento desde el ingreso del procesado al centro penitenciario y durante
toda su permanencia. No hacerlo, no sólo implica el incumplimiento de obligaciones
constitucionales, legales y reglamentarias, sino el incremento de las situaciones de peligro para
el recluso, para su familia, para el resto de reclusos e incluso para la sociedad en general cuando
el sentenciado obtenga su libertad.

Hay una población total penitenciaria de 114 583 internos, el INPE tiene registrados tualidad
457 internos con problemas de salud mental a nivel nacional. Para y tratar a dicha población
incluso a toda la población penitenciaria aunque zca increíble, no existe un protocolo para la
detección y tratamiento de un interno que sufre de alguna enfermedad mental e incluso el INPE
cuenta con un solo psiquiatra en el territorio nacional. Ello refleja la situación de emergencia en
la que se encuentran los derechos fundamentales de las personas con enfermedad mental en
establecimientos penitenciarios del Perú. Seguidamente se apreciarán los datos que reflejan
esta grave situación penitenciaria.

8. Asimismo, mediante el Oficio 091-2019-INPE/12-04, de fecha 18 de febrero de 2019,


elaborado por la Dirección de Tratamiento Penitenciario y la Sub dirección de Salud
Penitenciaria del INPE, obrante en el cuaderno del Tribunal Constitucional, se informa lo
siguiente respecto de los internos que sufren alguna enfermedad mental:

El INPE no cuenta con un protocolo establecido para la detección y tratamiento de

un interno que sufre de alguna enfermedad mental

2 Al ser derivado al área de salud, el paciente es atendido por el médico general

quien lo deriva al servicio de psiquiatría (en los EE.PP. [establecimientos

penitenciarios] con la atención psiquiátrica itinerante) o al MINSA [Ministerio de

Salud]

3 No existen estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de diferentes

enfermedades y trastornos mentales en la población penitenciaria nacional.

4 2 Existe un médico psiquiatra a nivel nacional que manera itinerante atiende a los 8

EE.PP. de la ORL [Oficina Regional Lima]

/15 Los psicólogos, en su mayoría, atienden los programas de resocialización con

inclinación educacional.

6 No existe servicio de psicología clínica

7 Existen diversas carencias materiales, estructurales y normativas a nivel del INPE y

el MINSA

8 El servicio de psiquiatría del EP de Lurigancho es el único penal a nivel nacional


que cuenta con camas de hospitalización para este tipo de pacientes

9 El Ministerio de Salud no acepta para su hospitalización a los pacientes con

trastornos mentales provenientes del INPE, incluso existiendo una orden judicial,

aduciendo la falta de camas, largas listas de espera, etc.

Si bien hoy existe la mencionada Ley 30947, de salud mental, en cuyo artículo 11 se menciona
que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en coordinación con el Ministerio de Salud,
tienen la responsabilidad de velar por la salud mental de las personas privadas de su libertad, es
claro que dicho artículo va a requerir de un proceso de implementación que aún no tiene
cronograma y no se sabe cuándo pueda ser expedido. C

ndo aún más la grave situación en la que se encuentra el derecho a la ntal de las personas
internadas en establecimientos penitenciarios, cabe ar que, pese a haberse declarado en
emergencia el sistema penitenciario ional y el INPE, hasta la fecha no se han dado medidas
efectivas que aborden el diagnóstico y tratamiento de su salud mental

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